1. Daniel Alcolea Trillo.
Patricia Corbella Carrero.
Tamara Cuesta Gutiérrez.
Carmen Heredia Luengo.
Cristina Jiménez Jiménez.
Tania Padilla Arenas.
María Vanesa Resuela López.
María Teresa Viso Pardo.
2. 1. ¿QUÉ SON LAS NORMAS EN EDUCACIÓN INFANTIL? 3
2. COMO SE ELABORAN LAS NORMAS. 3
3. COMO CONSENSUAMOS LAS NORMAS. 4
4. COMO APLICAMOS LAS NORMAS. 5
5. MATERIALES Y RECURSOS. 5
5.1. RECURSOS PARA REFORZAR LAS NORMAS. 6
6. BIBLIOGRAFÍA. 8
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3. 1. ¿Qué son las normas en educación infantil?
Son las reglas que se deben seguir y que se deben ajustar a las conductas, tareas,
actividades y al desarrollo evolutivo de los niños y niñas, esto les permitirá su
adaptación a la sociedad. Estas les ayudan a la construcción de ambientes seguros y
estables.
La frustración que le generará es inevitable, pero debe aprender a tolerarla y
convivir con ella porque las normas son precisamente las que dan seguridad y le
enseñan a confiar en un criterio sólido. Necesitan ser guiados por los adultos y para ello
es fundamental establecer reglas con las que fortalecer conductas y lograr su
crecimiento personal.
Los niños y niñas, por sus características, necesitan saber a qué atenerse, cuáles
son sus posibilidades y sus límites. Aprenden que cuando su padre, madre, tutor/a o
profesor/a dicen que no, esa decisión es inamovible, y lo deben aprender desde edades
tempranas, igual que aprender a comer, a vestirse o asearse. De esta forma
contribuiremos a conformar su personalidad de forma íntegra.
2. Cómo se elaboran las normas.
En la elaboración de las normas es muy importante que cumplan una serie de
características y que todos los niños/as participen en la construcción de las mismas, para
que así tengan contacto directo con lo que pretendemos conseguir con ellas y con sus
consecuentes castigos, en caso del incumplimiento de las normas. Sus características
por tanto serían:
- Claridad: Las normas deben de entenderse fácilmente y estar en un lenguaje
cercano al de los niños y niñas (no por eso infantilizado, hay que llamar a las cosas
por su nombre).
- Concreción (Cortas): El mensaje debe ser concreto y con pocas palabras, para
que no se pierdan. Se trata de que sepan concretamente lo que deben hacer según el
caso.
- Coherencia: Las normas deben ser cumplidas por todos las personas de la clase,
incluido el profesorado. Estos son como un espejo para los niños/as. Por otra parte
no se puede poner una norma si continuamente nos la estamos saltando. Una norma
que no sirve es mejor cambiarla o quitarla.
- Consecuencia: No se puede amenazar con algo que luego no se va a cumplir, en
cualquier caso se tienen que tener claras las consecuencias tanto de cumplir las
normas como de no cumplirlas para que vayan entendiendo que eso es así
"siempre".
- Colaboración: la participación de las familias es básica en esta cuestión. No se
pretende contar con que todas entiendan las normas pero si podemos explicarles lo
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4. que pretendemos hacer y pedir su colaboración. De hecho desde el primer día la
familia tiene sus normas (sobre el desayuno, la ropa, la hora de llegada...) y éste es
el punto de partida de la colaboración. Luego eso se puede extender a otras
cuestiones porque la realidad es que muchas familias desean saber cómo poner las
normas en casa .
- Positivismo: Las normas deben estar descritas en positivo. El niño tienen que
tener claro que es lo que en realidad tiene que hacer para así mejorar su conducta y
no remarcar cual sería la actitud negativa. Por ejemplo, si decimos: no se pega,
¿implica eso que sí se puede insultar o empujar, quizá ignorar y hacer el vacío? Por
el contrario si la norma es: "Somos amigos y amigas por eso nos tratamos bien".
Esto deja claro que todo lo que hagamos que dañe al compañero o compañera no
está permitido y en el día a día se va aclarando y hablando.
- Flexibilidad: Hay excepciones en las que nos seguimos la norma porque el tiempo
no lo permite, porque ocurre algo especial, porque los niños/as en cuestión lo
necesitan... en cualquier caso en las excepciones es importante aclarar lo que ha
pasado al resto de la clase para que entiendan que no es una "incoherencia" sino que
hay razones para que no se cumpla esa norma. Aunque sean pequeños saben
comprender y aceptar estas cosas y además les enseña a ser ellos mismos "flexibles"
con el comportamiento de los demás y aprender que hay excepciones para todo.
3. Cómo consensuamos las normas.
Las normas deben de surgir por parte de todos los niños/as conjuntamente con el
docente, permitiendo esto mantener un buen ambiente en el aula, que permita la mutua
conexión entre todos/as, para que así se muestre un interés por lo que hace, lo que se
piensa o como se encuentran.
Esto va permitir que ellos se sientan los protagonistas y por tanto se esfuercen
posteriormente en su cumplimiento. Es fundamental ayudarles a sentirse importantes y
valiosos tanto de manera individual como grupal.
Las normas serán acordadas como hemos dicho entre todos, dejándoles ver las
acciones positivas que se tienen que realizar para un buen funcionamiento del aula y
para crecer como personas, por eso serán ellos quienes digan la norma y el docente
quien la retoque para cumplir con las características que deben cumplir, con esto
conseguiremos que ellos sean consecuentes de los que les ocurrirá sino se cumplen.
Les tenemos que mostrar que las normas tienen que ser constructivas, y que
tienen que tener unos márgenes de consecuencia, en el caso de sobrepasarlo serán
penalizados con el castigo del no cumplimiento de la norma, en la pedida que se pueda
serán los propios niño/as quienes marquen las consecuencias, pero siempre teniendo en
cuenta que no hiera la autoestima de ningún otro niño/as en el caso de no cumplirse.
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5. 4. Cómo aplicamos las normas.
En la educación de un niño no se le puede evadir de las normas y la jerarquía
que en su día a día le rodea, pues los límites deben orientar al comportamiento del
niño/a, no a la expresión de sus sentimientos. Se les puede exigir que no haga algo, pero
no se les puede pedir, que no sienta rabia o que no lloren.
Es fundamental tener cierto grado de disciplina en el aula, pero sin caer en
extremos en uno u otro sentido; es decir, tan malo es lo mucho como lo poco.
Los castigos han de ser adecuados al incumplimiento de la norma, y debe
seguirlo tan pronto como sea posible, para que asocie el castigo a la norma incumplida.
El castigo debe estar acompañado de una explicación y su razón.
En ningún caso el castigo debe humillar ni provocar resentimientos.
Es aconsejable no prestar atención a todas las conductas inapropiadas de los
niños, y utilizar refuerzos e incentivos morales como reconocimiento de sus méritos.
Hay que elogiar las buenas conductas, reconocer la conducta incompatible a la
agresiva y felicitarle sistemáticamente por ello, alabarle, aún cuando con quejas o
enfrentamientos, obedece.
Las ordenes deben de darse de manera asertiva, una sola orden cada vez, en
positivo, sin gritar y a ser posible manteniendo contacto ocular con el niño/a
Ante un problema de conducta se debe hablar con el niño/a en privado, evitando
recriminaciones o humillaciones en público
Cuando se presente la misma conducta en el aula, el profesor/a deberá dar
siempre la misma respuesta, evitando confusiones en los pequeños/as.
Se deben ignorar las respuestas verbales de desafío, que los niños/as nos puedan
mostrar, hasta donde sea posible. Lo importante no es lo que el niño dice, sino si
obedece o no a las normas impuestas.
Mostrar una actitud firme, en la que la expresión facial, se muestre seria.
5. Materiales y recursos.
Las normas han de estar visibles en el aula, por tanto las deberemos colocar en
sitios accesible para los niños/as. Es importante que tengan un lugar fijo en el aula, para
poder recurrir a él en caso de necesitar hacer referencia explícita a dicha norma.
Iconos o imágenes: con o sin mensaje escrito. Con uno golpe de vista los
niños/as reconocerán a qué nos referimos. Podremos utilizar imágenes ya
diseñadas, o creadas propiamente por los niños. Se presentarán en la
asamblea para que todos/as los/as niños/as las conozcan y posteriormente
se colgarán en el aula.
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6. Lista de normas: enumerarlas para saber a qué norma pertenece y trabajar
así la lectoescritura al mismo tiempo.
Utilizaremos múltiples recursos para trabajar aspectos como:
Días de la semana.
Meses del año.
Números.
Rutinas.
Control de asistencia.
Tiempo.
Estaciones del año.
Uso del baño.
Comportamiento en el aula.
Recogida de materiales utilizados.
…
5.1. Recursos para reforzar las normas.
A veces cuesta mucho que las normas se instauren. Primero hay que revisar si
las normas están bien plasmadas, cumpliendo las características y habiendo sido bien
entendidas por los niños/as. Si vemos que el problema persiste es el momento de hacer
algún tipo de acción en clase. Se trata de reforzar, hacer visible, lo que hacen bien, de
modo que los buenos comportamientos tiendan a repetirse y los malos se vayan
acabando.
Una opción podría tratarse de presentar una tabla grande y bien visible con todos
los nombre en un lado. En la asamblea final de clase todos los niños/as que hayan
cumplido las normas ponen una pegatina en su nombre. Se acuerda que el que tenga
cierto número (5, 10, 15... depende de la edad) tiene un premio: una medallita de
cartulina, un diploma,... En esto hay que ser un poco flexibles con algunos niños y niñas
que intentan cumplir las normas pero sus nervios no se lo permiten. A éstos hay que
ayudarles y guiarles, colaborando en lo posible con sus familias, para que aprendan a
regular su comportamiento.
Otro recurso puede ser el "Álbum de las normas", una cartulina con espacio
para pegar los iconos o nombres de normas que ya cumplan (al final también hay
diploma). Este tipo de recurso necesita que los niños tengan bastante autonomía si no el
álbum se pierde entre sus papeles. Se puede hacer algo parecido pero en vez de álbumes
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7. individuales en un gran panel con una tabla. Es importante darles a ellos la oportunidad
de reflexionar sobre si cumplen o no las normas.
Otra forma de abordar las normas es convertirlo en un "reto de la clase", o sea,
proponer todos los días ciertas normas para cumplir y que luego, en la asamblea final,
evaluemos si, como clase, se han cumplido las normas, por que sí o por que no. En el
panel de las normas se pueden poner caras contentas (verdes) o tristes (rojas);
Otro recurso muy sencillo es el sellito "Cumplenormas": al salir de la clase se
le pone un sello con tienta en la mano a los peques que han cumplido las normas
(también se puede usar una pegatina). Éstos salen radiantes y los que no lo tienen deben
reflexionar sobre su comportamiento. También se les puede pedir a ellos que consideren
si se merecen tener el sello o no, para que vayan aprendiendo a autorregularse. Este
método debe usarse con cuidado porque si las familias entienden que no llevar el sello
es malo se convierte en un castigo y no es esa la intención.
Cuando hay un niño/a que insistentemente incumple una norma se le puede
mandar a la silla de pensar. No se trata de que se aburran (que no sirve para nada) ni de
castigar sino de que tengan un tiempo tranquilo en el que deben pensar en la norma que
está incumpliendo y sacar alguna conclusión.
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