2. La pintura española del siglo XVII estaba influenciada por la
Iglesia y por la conformidad religiosa de los Habsburgo, pero
Caravaggio ejerció una influencia liberadora. Él puso el énfasis
en el realismo de cada elemento del cuadro, en el drama
natural y en la luz, introduciendo el claroscuro en la pintura
europea.
Ésta fue la influencia que recibieron los jóvenes pintores de
esa época, y entre ellos Velázquez.
Sevilla era una ciudad rica y bulliciosa, con un ambiente
artístico abierto a cualquier novedad, aunque respetando
siempre la proporción y la belleza clásica. El tenebrismo había
sido la última tendencia.
Los talleres de pintura de la Escuela Sevillana eran muy
activos. Las reuniones de literatos y poetas en el taller de
Francisco Pacheco o de Martínez Montañés, generaron
una inquietud intelectual en los jóvenes artistas. Esto
hizo posible que la pintura evolucionara desde el
tenebrismo hacia un barroco más luminoso y colorista.
3. Los talleres de pintura de la Escuela Sevillana eran muy
activos. Las reuniones de literatos y poetas en el taller de
Francisco Pacheco o de Martinez Montañés, generaron
una inquietud intelectual en los jóvenes artistas. Esto
hizo posible que la pintura evolucionara desde el
tenebrismo hacia un barroco más luminoso y colorista.
En la Escuela Madrileña, formada por los pintores que
habían trabajado en la decoración de El Escorial, el
claroscuro, el realismo y el modelado exhaustivo de las
figuras se intensificaron, según iban llegando las
novedades que Caravaggio introducía en Italia.
El proceso general fue de un naturalismo tenebrista, de
composiciones estáticas y equilibradas hasta un
barroquismo que afecta al color, la luz y la composición.
4. Diego Rodríguez de Silva y
Velázquez
Nació en Sevilla a finales de mayo de 1599. Su
madre era sevillana, Jerónima Velázquez y su
padre un judío convertido al cristianismo, de
origen portugués. Tuvo cinco hermanos menores
que él.
La familia pertenecía a la burguesía, eran
hidalgos venidos a menos.
A los 10 años ya estudiaba pintura en un famoso
taller de Sevilla, el de Francisco Herrera “El
Viejo”.
5.
6. A los 11 años comenzó
como aprendiz en el
taller del maestro
Pacheco, pintando
bodegones, en los que
tenazmente buscaba la
corrección en el dibujo
y la composición y el
detallismo en la
reproducción de los
objetos.
El Aguador de Sevilla 1623 Oleo
sobre lienzo 106.7 x 81 cm
Wellington Museum, London
7.
8. A los 19 años se casó con la
hija de su maestro, Juana
Pacheco, con la que tuvo dos
hijas. Sus cuadros más
famosos de esa época son La
Adoración de los Magos y El
Aguador de Sevilla, de estilo
tenebrista, influenciado por
Caravaggio.
La Adoración de los reyes Magos 1617.
2,03 x 1,25 Óleo sobre lienzo.
Museo del Prado.
10. Durante estos primeros años obtiene bastante éxito con su
pintura, lo que le permite adquirir dos casas destinadas a alquiler.
Vieja friendo huevos 1618 Oleo sobre lienzo 100.5 x 119.5 cm National Gallery of Scotland.
Edinburgo
11.
12. Etapas artísticas de Velázquez.
Se distinguen tres etapas delimitadas por los dos viajes
que hizo a Italia, en 1629 y 1649 :
La primera etapa sevillana : abarca los cuadros
pintados en Sevilla y los que pintó a su llegada a la
corte de Madrid. Se caracterizan por los fondos de
claroscuro, las gamas cálidas, el dibujo bastante
duro y el cuidado de las calidades.
13. Felipe IV fue un inteligente
mecenas de las artes, aunque
dejó la política en manos de
su ministro, el Conde-duque
de Olivares, quien llevó a
Velázquez a la corte
madrileña en 1623, y así a los
23 años es nombrado pintor
del rey.
Al poco de llegar causa
admiración con sus retratos
del rey y el famoso cuadro
Los Borrachos. Sin embargo
su fama no traspasaba
fronteras.
Después de conocer a
Rubens, hizo su primer viaje
a Italia, en 1629, y constató
que era desconocido para los
pintores y personajes
italianos.
14. Velázquez hace una interpretación del mito con un toque de
ironía. Baco rodeado de mendigos o pícaros de taberna.
Predominan los tonos cálidos destacando la iluminación de Baco.
Los Borrachos 1628-29 1,65 x 2,25 Museo del Prado
15.
16. SEGUNDA ETAPA: 1629 - 1649. En la segunda Etapa, que abarca
desde su primer viaje a Italia hasta 1649, se percibe mayor
luminosidad en su paleta. Poco a poco los azules, rosados y violetas
dulcifican el fondo de sus paisajes. A esta etapa pertenece la
decoración del salón de Reinos, para el que realizó los retratos
ecuestres de la familia real y La Rendición de Breda.
Durante su estancia en Italia realizará su segundo aprendizaje al
estudiar las obras de Tiziano, Tintoretto, Miguel Ángel, Rafael y
Leonardo. Allí pinta La Fragua de Vulcano y La Túnica de San José.
17. Durante su estancia en Italia realizará su segundo aprendizaje al
estudiar las obras de Tiziano, Tintoretto, Miguel Ángel, Rafael y
Leonardo. Allí pinta La Fragua de Vulcano y La Túnica de San José.
Cena en Emaús 1623-29 Óleo sobre lienzo 123 x 132´6 cm
18. La Fragua de Vulcano 1630 Oleo sobre lienzo, 223 x 290 cm Museo del Prado,
Madrid
19.
20. La Túnica de José 1630 Oleo sobre lienzo, 223 x 250 cm
San Lorenzo de El Escorial
21.
22. Regresa tras dos años y recibe encargos para el Palacio del Buen Retiro
como Las Lanzas o los retratos ecuestres.
Príncipe Baltasar Carlos a caballo 1634-35 Óleo sobre lienzo 210 x 175 cm.
Museo del Prado
23. El Conde-duque de Olivares a caballo 1634 Oleo sobre lienzo, 313 x 239
El Prado
24. Príncipe Baltasar Carlos de Caza 1635/36 Óleo sobre lienzo 191 x 103 cm.
Museo del Prado. Madrid
25. Destacan también sus pinturas de animales, los perros y
caballos de Felipe IV y los paisajes de fondo de los retratos.
Cabeza de Venado 1634 Óleo sobre lienzo 66 x 52 cm.
Museo del Prado
26. La Rendición de Breda 1635 Oleo sobre lienzo 307 x 367 cm.
Museo del Prado, Madrid
27.
28. Su pintura se hace más colorista destacando su excelente retrato de
Martínez Montañés, o escenas religiosas como el Cristo Crucificado.
Juan Martínez Montañés 1635-36 Óleo sobre lienzo 109 x 107 cm.
Múseo del Prado
29. Pintó muy pocos cuadros religiosos, a pesar de ser un tema predominante en
su época. El Cristo Crucificado, solicitado por el rey, está totalmente
humanizado, “cómodamente” colocado, sin expresión de sufrimiento.
Cristo Crucificado
30. TERCERA ETAPA: 1649 - 1660. En la tercera etapa, que abarca los 15
años desde la vuelta de su segundo viaje hasta su muerte, pinta
sus dos obras maestras: La Meninas y Las Hilanderas, y un gran
número de retratos, especialmente infantiles de los hijos del
segundo matrimonio del rey. En todos ellos la pincelada es suelta y
los perfiles se desdibujan engañando a la retina del espectador
para convertir en real el espacio fingido de los cuadros: lo que
denominamos “perspectiva aérea”.
Paralelamente a su labor como pintor, ejerce cargos como cortesano:
Ayudante de Cámara y Aposentador Mayor de Palacio.
Posiblemente esto le quitaba tiempo para pintar.
Velázquez se creía un aristócrata, y sentía como su auténtica vocación
ser un noble por su origen y por su proximidad al rey.
En su segundo viaje a Italia en 1649 triunfa ante la corte romana y
ante el Papa pintando el cuadro de Inocencio X.
33. En 1651 vuelve a Madrid con obras de arte compradas para Felipe
IV. En estos últimos años su obsesión es conseguir el hábito de la
Orden de Santiago.
En esta última etapa pinta las dos obras maestras: Las Meninas y
Las Hilanderas.
34. La Familia de Felipe IV - Las Meninas- 1656. Óleo sobre lienzo 318 x 276.
Museo del Prado
35.
36.
37.
38.
39. Fábula de Aracné. Las Hilanderas c. 1657 Oleo sobre lienzo 220 x 289
Museo del Prado
43. Participa en la organización de la entrega de la infanta Mª Teresa de
Austria al rey Luis XIV de Francia en matrimonio.
Y poco después muere en Madrid el 7 de agosto de 1660, a la edad de
61 años .
Don Luis de Gongora yArgote 1622 Oleo sobre lienzo 50.3 x 40.5 Museum of Fine Arts.
Boston