Este documento presenta una conferencia sobre la gestión de la cultura en tiempos de crisis. El director del Museo de Arqueología de Cataluña hablará sobre los recortes presupuestarios que han afectado severamente a su institución y propondrá alternativas como modificar la ley de mecenazgo para ofrecer mayores incentivos fiscales y atraer más financiamiento privado, así como repensar el modelo de financiamiento público de la cultura. Otros ponentes debatirán sobre este tema.
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
Gestionar la cultura en crisis
1.
Conferencia
/
debate
Gestionar
la
cultura
en
tiempo
de
crisis
Organiza:
Máster
Interuniversitario
en
Gestión
Cultural
Estudios
de
Artes
y
Humanidades
de
la
Universitat
Oberta
de
Catalunya.
Ponentes:
Xavier
Llovera,
director
del
Museu
d'Arqueologia
de
Catalunya
(MAC)
José
Ignacio
Artillo
Pabón,
Oficina
del
Sistema
de
Planificación
de
Políticas
Culturales
de
la
Secretaría
General
de
Políticas
Culturales
de
la
Consejería
de
Cultura
(Junta
de
Andalucía)
Pedro
Jiménez
Fecha:
martes
8
de
mayo
Tema
conferencia/debate:
Gestionar
la
cultura
en
tiempo
de
crisis.
Presentación
y
moderación
del
debate:
Glòria
Munilla,
profesora
de
los
Estudios
de
Artes
y
Humanidades
y
coordinadora
del
área
de
investigación
del
Máster
Interuniversitario
en
Gestión
Cultural
(UOC/UdG/UIB).
Propuesta
de
la
ponencia
1:
Autor:
Xavier
Llovera
Massana1
Director
MAC
1-
Introducción
La
crisis
bursátil
y
financiera
del
2008
parece
haber
creado
una
crisis
profunda
en
las
instituciones
culturales.
El
mundo
en
general
y
en
especial
el
mundo
de
la
cultura
se
encuentran
trastocados
por
esta
crisis.
El
Ministerio
de
Cultura
ha
recortado
su
presupuesto
un
12.3%,
la
Consejería
de
Cultura
de
la
Generalitat
de
Catalunya
lo
ha
rebajado
un
20%
y
el
Ayuntamiento
de
Barcelona
un
5%,
y
ya
hace
dos
años
seguidos
que
se
repite
el
mismo
escenario.
La
afectación
real
de
estos
recortes
en
nuestra
organización,
el
Museo
de
Arqueología
de
Catalunya,
es
enorme:
un
44%
en
las
partidas
de
funcionamiento
y
de
inversión.
Los
museos
y
en
general
el
Patrimonio
Cultural,
somos
muy
vulnerables
a
estos
recortes.
Si
no
hay
dinero
público
hay
que
buscarlo
fuera,
pero…
¿cómo?
No
somos
el
único
sector
que
estamos
en
crisis
y
la
actual
ley
de
mecenazgo
no
soluciona
el
problema.
Quizás
se
debería
cambiar
la
ley.
Los
incentivos
actuales
al
30
o
35%
son
poco
interesantes,
mientras
que
en
1
Xavier
Llovera
Massana
es
arqueólogo
y
museólogo.
Es
funcionario
del
Ministerio
de
Cultura
del
Gobierno
de
Andorra
y
actualmente
está
en
comisión
de
servicios
en
la
Generalitat
de
Catalunya,
ejerciendo
desde
octubre
del
2008
como
director
de
la
Entidad
Autónoma
Museos
de
Arqueología.
2. otros
países,
con
otros
porcentajes,
las
cosas
funcionan
algo
mejor.
Podemos
incrementar
el
precio
de
las
entradas,
pero
esto
no
solucionará
nuestros
problemas
y
nuestra
amable
clientela
no
nos
lo
aprobaría.
Podemos
intentar
aumentar
los
ingresos
propios,
ser
más
competitivos,
podemos
ser
más
imaginativos,
pero
todo
tiene
un
límite.
Ante
esta
situación
me
pregunto
¿Qué
nos
queda?
Y
sobretodo,
¿podemos
reducir
servicios
y
esperar
que
los
tiempos
cambien?
Es
difícil
¿verdad?
Además,
las
estructuras
de
los
museos
no
son
demasiado
complejas
y
no
queda
más
donde
recortar.
Antes
hablaba
de
la
ley
de
mecenazgo…
Es
cierto
que
se
está
gestando
una
nueva
ley
de
patrocinio
y
mecenazgo,
de
cuyo
debate
se
interpreta
que
aumentará
las
exenciones
fiscales
y
desgravaciones
a
las
inversiones
en
cultura.
La
cultura
necesita
“financiación
pública”
del
mismo
modo
que
lo
necesita
el
sistema
financiero,
la
industria
energética,
la
industria
automovilística,
el
sector
de
la
vivienda,
la
agricultura…
todo
ello
subvencionado
de
un
modo
u
otro
por
el
Estado.
Se
trata
de
que
nuestros
queridos
políticos
consideren
la
cultura
como
un
sector
estratégico
y
de
que
entre
todos
sepamos
articular
el
modo
en
que
la
actividad
cultural
reciba
el
apoyo
económico
público
(2).
Hasta
ahora
el
estado
ha
invertido
en
la
acción
cultural,
ya
sea
de
forma
directa
o
a
través
de
subvenciones.
La
crisis
económica
obliga
a
repensar
las
inversiones
económicas
de
la
administración,
además
de
las
críticas
recibidas
a
este
sistema
por
considerarse
“partidista”
y
entender
que
se
financiaba
el
soporte
ideológico
del
partido
que
gobernase.
Frente
a
ello,
hay
profesionales
de
la
gestión
cultural
(2)
que
están
planteando
un
nuevo
modus
operandi
en
el
que
las
empresas
inviertan
en
la
acción
cultural,
recibiendo,
a
cambio,
exenciones
fiscales
mucho
mayores
de
las
que
reciben
actualmente,
siguiendo
modelos
básicamente
europeos.
De
este
modo:
1.
se
garantizaría
la
independencia
del
sector
cultural
respecto
de
los
intereses
políticos
2.
el
estado
ahorraría
dinero
3.
La
competencia
por
la
financiación
haría
al
sector
cultural
más
eficiente.
El
mecenazgo
(con
sus
ventajas
y
exenciones
fiscales),
no
nos
engañemos…
es
una
forma
más
de
inversión
del
estado
en
la
cultura
con
la
salvedad
de
que
el
propio
estado
dejaría
de
tener
la
“dirección
de
las
políticas
culturales”
en
su
mano,
corriendo
el
riesgo
de
que
se
financien
exclusivamente
experiencias
y
acciones
culturales
que
sean
rentables
o
que
3. sencillamente
se
adecuen
a
la
estrategia
de
marketing
de
las
empresas
mecenas.
Con
esto
no
quiero
decir
que
no
se
deba
modificar
la
ley
de
patrocinio
y
mecenazgo.
Al
contrario,
considero
que
es
una
buena
idea
y
nos
interesa,
sobretodo
en
la
línea
de
aumentar,
como
señalábamos
antes,
las
ventajas
fiscales,
para
potenciarlo.
Sin
embargo,
eso
no
es
suficiente.
El
objetivo
no
debería
ser
únicamente
facilitar
el
acceso
a
la
liquidez
que
el
estado
no
puede
aportar
hoy
día,
sino,
además,
debería
implicar
al
tejido
empresarial
en
la
sociedad.
Y,
del
mismo
modo,
implicar
a
la
sociedad
en
el
desarrollo
de
las
políticas
culturales.
Es,
en
definitiva,
un
ejercicio
de
participación
ciudadana,
activa
y
creativa
que
debería
limitar
el
riesgo
de
“privatización
del
producto
cultural”
que
podemos
correr
si
dejamos
la
financiación
de
la
cultura
en
manos
privadas.
Según
David
Ruiz
–cuyo
blog
recomiendo
consultar
fervientemente–,
ante
esta
reflexión
que
acabamos
de
hacer,
serían
necesarias
dos
acciones
primordiales:
1. Concienciar
a
la
ciudadanía
y
al
tejido
empresarial
de
este
ejercicio
de
responsabilidad
social,
y
del
hecho
de
que
la
cultura
es
necesaria
y
debe
contar
con
el
apoyo
(económico)
de
los
elementos
que
constituyen
la
sociedad.
2. Por
otro
lado,
el
estado
debe
garantizar
el
acceso
a
la
financiación
por
parte
manifestaciones
artísticas
minoritarias,
vanguardistas,
diferentes,
elementos
patrimoniales
“poco
llamativos”…
en
definitiva,
aquellos
que
tengan
más
dificultades
para
recibir
recursos
económicos
desde
la
sociedad
y
la
empresa
(2).
Pero
huyamos
de
la
teoría
y
expongamos
nuestras
propias
experiencias
creo
que
aquí
me
pediréis…RECETAS.
Os
aburriré
un
poco
con
mi
historia…
aunque
creo
que
hay
algunos
puntos
que
os
pueden
servir
de
ejemplo.
En
el
mes
de
octubre
de
2008,
me
trasladé
a
Barcelona
asumiendo
la
dirección
de
la
EAMA
(Entitat
Autònoma
Museus
d’Arqueologia).
Se
trataba
de
dirigir
esta
red,
formada
por
cinco
museos,
el
Centre
d’Arqueologia
Subaquàtica
de
Catalunya
y
un
conjunto
de
yacimientos
arqueológicos
repartidos
por
toda
Catalunya.
En
total,
más
de
650.000
m2
y
tan
solo
unas
90
personas
en
plantilla
para
gestionarlo
y
un
ridículo
presupuesto
de
4.8
M
de
€.
El
reto
era
interesante:
un
museo
de
carácter
nacional,
de
larga
tradición,
que
había
envejecido
considerablemente
tanto
en
presentación
museográfica
como
en
discurso
científico,
y
en
organización;
todo
ello
en
un
escenario
de
crisis
económica,
y
en
el
que
la
mayor
parte
del
equipo
tenía
ganas
y
2
http://economiaycultura.wordpress.com/
p.15
4. necesidad
de
iniciar
políticas
de
cambio,
pero
en
el
que
también
había
una
parte
significativa
de
trabajadores
que
se
resistía
a
cualquier
iniciativa.
En
consecuencia,
mi
misión
era
la
de
aplicar
políticas
de
cambio
y
resolver
problemas.
En
este
caso,
la
crisis
no
era
una
novedad,
sino
una
enfermedad
crónica.
Estas
políticas
de
cambio
afectaban
físicamente
la
sede
de
Barcelona,
aunque
en
realidad
afectaban
a
toda
la
organización.
Ampliar
la
cultura
del
trabajo
en
equipo,
delimitar
sus
competencias,
aplicar
políticas
de
eficiencia
y
reducción
de
costes…
fueron
decisiones
clave
a
la
hora
de
establecer
las
políticas
de
cambio.
Poco
a
poco,
el
proyecto
fue
cogiendo
forma
y
el
resultado,
después
de
tres
años,
ha
sido
que
hemos
cambiado
15
salas
de
la
exposición
permanente
de
Barcelona,
hemos
hecho
mejoras
importantes
en
la
organización,
aunque
debo
reconocer
que
hemos
incrementado
poco
el
número
de
visitantes.
Las
previsiones
son
continuar
aumentando
y,
sobretodo,
cambiar
la
experiencia
de
la
visita,
que
es
la
que
nos
está
permitiendo
cambiar
el
target
de
visitantes
y
aumentarlos.
2.
Claves
de
futuro:
elementos
y
problemáticas
para
la
definición
de
una
hoja
de
ruta
para
el
MAC…
a
titulo
de
ejemplo…
contamos
una
experiencia…
unas
vivencias…
Continuando
con
el
caso
del
MAC,
cuando
me
pidieron
ocupar
la
Dirección,
sabía
perfectamente
con
qué
institución
me
iba
a
enfrentar.
Conocía
bien
“la
casa”,
aunque
no
tan
bien
al
equipo
humano
que
trabajaba
en
los
diferentes
museos.
En
el
encargo,
el
objetivo
prioritario
era
la
renovación
de
la
sede
barcelonesa
del
MAC.
Una
renovación
que
estaría
condicionada
por
un
proyecto
a
medio-‐largo
plazo
que
implicaba
la
reubicación
de
las
funciones
y
de
las
colecciones
de
esta
sede,
que
juntamente
con
el
Museo
de
Historia
de
Catalunya
(MHC),
debían
compartir
una
misma
organización,
en
un
edificio
de
nueva
planta,
en
otro
lugar
de
la
ciudad,
a
12
años
vista.
Esto
nos
obligaba
pues
a
que
las
intervenciones
en
el
MAC
Barcelona
fueran
ligeras.
No
podíamos
hacer
una
gran
inversión,
por
lo
que
se
decidió
un
presupuesto
más
propio
de
una
exposición
temporal
que
de
una
permanente.
Además,
se
debían
resolver
los
problemas
crónicos
de
seguridad
y
conservación
que
siempre
ha
tenido
este
museo.
Al
margen
de
esta
prioridad,
el
MAC
se
enfrentaba
entonces
y
ahora
a
otros
problemas
que
por
ahora
no
quedarán
resueltos.
Esta
institución
debe
hacer
una
reflexión
importante
durante
los
próximos
meses;
una
reflexión
que,
desde
mi
punto
de
vista,
gira
alrededor
de
5. los
siguientes
ejes:
reformar
del
organigrama
de
funcionamiento
del
MAC,
básico
para
moverse
legalmente
dentro
de
una
organización
moderna
y
eficiente,
resolver
los
graves
problemas
presupuestarios
que
aunque
ya
eran
crónicos,
se
han
complicado
con
la
crisis
(el
MAC
pasó
de
7
a
4.8
M
de
€),
sin
olvidar
los
graves
problemas
de
conservación
que
tienen
la
mayoría
de
los
yacimientos
que
gestionamos,
reflexionar
e
iniciar
un
nuevo
proyecto
de
seguridad
en
todas
las
sedes,
reflexionar
versus
participar
en
la
creación
del
nuevo
centro,
el
Museo
Nacional
de
Historia,
Arqueología
y
Etnología
de
Catalunya
(MNHAiEC)
y
en
la
definición
del
MAC
y
su
red
a
medio
y
largo
plazo,
con
una
clara
vocación
de
ser
elemento
clave3,
decidir
sobre
los
depósitos
de
los
materiales
arqueológicos
de
Catalunya
a
los
SAM
(Servicios
de
Atención
a
los
Museos)
y
el
desarrollo
de
un
almacén
de
bienes
arqueológicos
en
Tarragona,
dependiente
o
no
del
MAC,
definir
cuáles
tienen
que
ser
las
políticas
de
investigación
y
las
políticas
de
colecciones
(que
tocan
la
definición
de
las
relaciones
entre
el
MAC
y
el
Servei
d’Arqueologia
y
Paleontologia
de
la
Dirección
General
de
Patrimonio
Cultural
de
Catalunya,
tal
y
como
se
deduce
del
PIACAT
–Plan
Integral
para
la
Arqueología
en
Catalunya).
ayudar
al
Museo
Nacional
de
Arqueología
de
Tarragona
(de
propiedad
estatal
pero
de
gestión
autonómica
i
que
forma
parte
de
nuestra
Entidad
Autónoma),
a
iniciar
unos
cambios
más
que
necesarios
i
finalizar
la
reforma
de
la
sede
del
MAC
Gerona
y
renovar
totalmente
la
museografía
del
centro
de
interpretación
del
MAC
Olèrdola.
Son
muchos
temas…
todos
ellos
importantes
para
el
futuro
del
MAC,
ordenados
por
su
carácter
de
urgencia
e
importancia.
En
lo
que
afecta
a
los
yacimientos
arqueológicos
de
la
Generalitat,
adscritos
al
MAC,
se
están
invirtiendo
esfuerzos
en
las
obras
de
construcción
del
nuevo
centro
de
interpretación
del
conjunto
rupestre
de
la
Roca
dels
Moros
(El
Cogul),
y
en
la
primera
fase
del
centro
de
atención
de
visitantes
del
poblado
ibérico
del
Castellet
de
Banyoles
(Tivissa,
Tarragona).
3
El
Plan
de
Museos
de
Catalunya
prevé
que
los
museos
nacionales
creen
cada
uno
de
ellos
una
red
temática.
El
MAC
crea
l’ARQUEOXARXA
o
Red
de
Museos
y
Yacimientos
Arqueológicos
de
Catalunya.
En
estos
momentos,
además
de
los
museos
que
forman
parte
de
la
Entidad
Autónoma
Museus
d’Arqueologia”
–Barcelona,
Girona,
Ullastret,
Olèrdola
y
el
MNAT
de
Tarragona–,
incluye
los
museos
de
Gavà,
Badalona,
Banyoles,
Tàrrega,
Balaguer
y
Reus,
con
un
total
de
más
de
50
puntos
en
todo
el
país.
6. Además,
existe
el
proyecto
en
otro
yacimiento
ibérico,
el
de
Coll
del
Moro
(Gandesa),
en
el
que
se
está
trabajando
con
la
complicidad
económica
del
Ayuntamiento
local.
Todos
estos
trabajos
se
están
llevando
a
cabo
con
recursos
que
no
son
del
MAC,
básicamente
el
1%
cultural
y
otras
subvenciones…
una
fórmula
que
aligera
nuestro
presupuesto,
pero
que
tampoco
durará
eternamente.
Las
aportaciones
de
las
subvenciones
del
1%
cultural,
permiten
que
la
inversión
final
del
MAC
se
aproxime
a
los
7
M
de
€.
Hay
otros
temas
que
se
están
configurando
y
que
también
tienen
su
importancia,
como
el
desarrollo
de
unas
políticas
de
investigación
y
el
liderazgo
del
MAC
en
el
territorio
arqueológico
de
Catalunya:
la
Arqueoxarxa
(Red
de
Museos
y
Yacimientos
Arqueológicos
de
Catalunya).
Puesta
en
funcionamiento
hace
dos
años,
tiene
como
principal
objetivo
crear
sinergias
y
ahorrar
recursos,
con
diversos
museos
locales,
donde
la
arqueología
es
uno
de
los
platos
fuertes
de
la
acción
cultural
local
(Badalona,
Gavà,
Banyoles,
Balaguer,
Tàrrega,
Reus,
Cerdanyola,
Lloret,
Amposta
y
Lleida,
por
el
momento,
con
un
total
de
52
infraestructuras).
Esta
red
tiene
que
ser
capaz
de
responder
a
las
necesidades
y
a
las
expectativas
de
la
diversidad
de
públicos
potenciales.
La
sociedad
contemporánea
es
una
sociedad
compleja
y
uno
de
nuestros
retos
es
participar
en
la
democratización
del
conocimiento
en
todo
el
territorio.
El
actual
proceso
de
cambio
del
MAC
tiene
como
horizonte
un
gran
museo
nacional
de
ciencias
sociales
y
humanas,
un
museo
de
sociedad,
donde
la
arqueología
dialogue
con
otras
disciplinas
como
de
hecho
ya
hace
en
la
investigación
de
campo.
El
ejemplo
de
la
Arqueoxarxa
es
similar
al
de
los
yacimientos
adscritos.
Funciona
con
una
subvención
de
la
Direcció
General
del
Patrimoni
Cultural
que
atorga
al
MAC
para
que
pueda
hacer
funcionar
la
red,
de
entre
100.000
y
150.000
€/año.
Durante
el
primer
año
de
funcionamiento
los
miembros
de
la
red
han
decidido
trabajar
conjuntamente
en
temas
como
las
colecciones,
la
comunicación
y
las
exposiciones
temporales.
Gastar
a
medias
en
la
producción,
en
la
difusión,
en
la
creación
de
herramientas…
otra
pequeña
receta
que
permite
mejorar
nuestras
economías.
Asimismo,
con
los
miembros
de
la
Arqueoxarxa
se
está
trabajando
en
establecer
las
líneas
directrices
para
la
restauración
y
conservación
de
los
yacimientos,
que
permitan
llegar
a
soluciones
homogéneas
de
intervención.
Se
ha
diseñado
también
un
plan
de
comunicación
conjunto,
un
portal
web
conjunto,
un
sistema
de
préstamo
de
exposiciones
de
pequeño
formato,
la
mejora
del
sistema
de
préstamo
de
piezas
dentro
de
la
red
y
el
próximo
año
la
7. red
empezará
a
producir
exposiciones
temporales
propias,
para
uso
de
sus
miembros.
En
estos
momentos
la
Red
ya
dispone
de
4
exposiciones
itinerantes
que
no
han
parado
de
viajar.
Por
último,
quisiera
explicar,
una
última
operación
del
gobierno
de
la
Generalitat,
que
modificará
drásticamente
nuestro
sistema
de
gestión.
Se
trata
de
la
creación
de
la
Agencia
Catalana
de
Patrimonio
Cultural
(ACPC).
De
las
350
personas
que
trabajan
actualmente
en
la
Dirección
General
de
Patrimonio,
quedaran
solamente
unas
50.
El
resto
pasaran
a
formar
parte
de
la
ACPC
(en
concreto
los
ámbitos
de
control
de
la
arqueología,
del
patrimonio
arquitectónico,
museos,
monumentos
y
difusión
del
patrimonio).
Se
trata
de
la
creación
de
una
empresa
pública
de
gestión
privada,
que
permita
iniciar
economías
de
escala
y
rebajar
costes.
Todo
un
reto!
3.-
Pero…
el
mundo
entero
está
revuelto…
algunos
apuntes…para
el
debate.
Volvamos
a
la
teoría.
Si
gastamos
una
parte
de
nuestro
tiempo
en
hacer
una
revisión
de
hemeroteca,
veremos
que
ya
llevamos
más
de
un
año
con
el
archivo
repleto
de
infinidad
de
noticias
referentes
a
cómo
la
crisis
está
afectando
el
Patrimonio
Cultural.
Permitidme
citar
un
par
de
ejemplos:
1-‐ El
TIEMPO
(19-‐09-‐2011):
“La
crisis
devora
el
patrimonio
artístico
italiano”.
El
Gobierno
italiano
debe
ahorrar
de
sus
presupuestos
unos
79.000
M
de
€,
y
en
cierta
manera
decidió
que
Venecia
desaparezca
bajo
las
aguas,
que
la
catedral
de
Florencia
continúe
agrietándose,
que
las
iglesias
de
Sicilia
continúen
tapiándose,
que
Pompeya
continúe
con
sus
emergencias
y
en
fin…
que
se
caiga
el
Coliseo.
Por
suerte
el
Gobierno
ha
cambiado
aunque
la
capacidad
de
reacción
sea
limitada.
Hasta
algunos
grandes
empresarios
“patriotas”
han
empezado
a
reaccionar.
No
está
mal…
aquí
una
actitud
interesante
y
mucho
que
aprender.
2-‐
The
Guardian
(29-‐04-‐2012):
“Europe’s
Heritage
at
risk
from
economic
crisis”
(El
patrimonio
europeo
en
riesgo
por
la
crisis
económica).
La
austeridad
arruina
el
patrimonio.
Con
los
ministerios
de
cultura
forzados
a
recortar
sus
gastos,
una
de
las
víctimas
de
los
presupuestos
paneuropeos
de
austeridad
es
el
patrimonio
cultural
del
continente.
Pero
si
queremos
salvar
Pompeya
y
otros
enclaves
y
monumentos
de
nuestro
antiguo,
querido
y
odiado
continente;
las
políticas
patrimoniales
y
la
forma
en
que
se
invierte
el
dinero
podrían
necesitar
cambios.
8. En
fin…
el
número
de
artículos
que
aparecen
en
la
prensa
internacional
van
en
este
sentido.
Pero
no
solo
es
la
prensa
que
nos
informa.
Las
asociaciones,
y
en
general
los
colectivos
implicados,
también
han
tomado
posición.
Buen
ejemplo
de
ello
ha
sido
la
llamada
internacional
de
la
Asociación
Griega
de
Arqueólogos,
que
explican
su
drama
y
valoran
los
desastres
que
ya
se
empiezan
a
ver.
Y
es
que
en
Grecia
ya
han
empezado
los
primeros
asaltos
a
museos
y
los
saqueos
en
yacimientos
se
están
multiplicando.
Los
profesionales
griegos
han
creado
un
gran
e
interesante
debate,
que
ha
alcanzado
cierta
difusión
y
algunos
apoyos
interesantes,
como
el
de
Jack
Land4.
Por
no
hablar
de
aquellos
casos
en
los
que
las
revueltas
sociales,
mezcladas
con
la
crisis,
han
provocado
auténticos
desastres.
Egipto,
Siria,
Afganistán,
Túnez...
Pero
aquí
estamos
en
Europa
y
no
debemos
caer
en
las
estrategias
usadas
habitualmente
en
estos
países.
4.-
Pero…
como
reaccionar
delante
de
la
crisis…
algunas
recetas
para
el
debate.
Por
una
parte,
tenemos
que
abrirnos
mucho
más
a
los
intereses
de
la
sociedad
civil
y
reducir
la
cantidad
de
energía
dedicada
a
los
temas
corporativos.
Las
necesidades
del
ciudadano
van
más
allá
de
las
clasificaciones
académicas,
de
las
disputas
entre
las
diferentes
formas
de
pensar
y
de
ejercer
la
gestión
cultural.
Crear
sinergias
entre
las
diferentes
disciplinas
sociales
puede
ser
una
ventaja
importante
a
la
hora
de
ver
qué
discursos,
qué
exposiciones
o
qué
productos
culturales
ponemos
al
servicio
de
los
ciudadanos.
Algunas
estrategias
para
la
reducción
de
los
costes:
1-‐
Definir
cuáles
son
estas
necesidades
de
los
ciudadanos
(puntos
de
interés)
y
averiguar
que
les
puede
aportar
nuestra
institución.
Desde
luego
será
importante
tener
unas
buenas
estrategias
de
comunicación
tanto
sobre
los
valores
que
aporta
el
patrimonio
cultural
a
nuestra
ciudad
o
territorio,
así
como
definir
cuál
debe
ser
nuestra
oferta.
Los
estudios
de
público,
aunque
a
menudo
son
imprecisos
son
una
herramienta
básica
que
nos
ayudarán
a
errar
menos
y
concentrar
esfuerzos.
2-‐
Coordinar
acciones
de
comunicación
y
actividades
conjuntas
entre
varias
organizaciones.
En
este
sentido
la
creación
de
redes
es
básica.
Ejemplo
de
ello
son
las
compras
agrupadas,
la
producción
de
exposiciones
entre
museos
locales
(con
clientelas
distintas)…
¡Todo
puede
ayudar!
Las
redes
permiten
optimizar
y
repartir
4
Jack
Land
fue
ministro
de
cultura
de
los
diferentes
gobiernos
de
François
Miterrand.
9. recursos
que
se
pierden.
Se
pueden
crear
ecosistemas
o
constelaciones
como
los
empezamos
a
llamar
y
así,
todas
estas
islas
de
museos
pueden
crear
archipiélagos
conectados.
3-‐
Otra
receta
seria
la
creación
de
modelos
de
trabajo
no
museísticos
para
las
tareas
de
gestión,
de
conservación
y
mantenimiento
y
dejar
que
los
museos
se
concentren
directamente
en
todas
aquellas
tareas
dedicadas
a
los
públicos.
4-‐
En
el
caso
de
los
museos
de
sociedades
(historia,
arqueología,
etnología,
historia
de
la
ciencia
y
de
la
técnica…),
el
discurso
debe
ser
actual.
No
podemos
quedarnos
en
el
interés
que
pueda
tener
algún
visitante
sobre
la
vida
política
de
los
griegos
o
de
sus
dioses.
El
discurso
tiene
que
ser
sobre
los
valores
democráticos,
sobre
la
conciencia
plena.
Es
muy
interesante
hablar
de
la
cultura
del
Argar
y
la
Edad
del
Bronce
en
el
Este
de
Andalucía,
pero
hay
que
aprovechar
para
hablar
de
que
debe
hacer
una
comunidad
para
ser
sostenible
y
no
desaparecer.
Esto
forma
parte
de
nuestro
apostolado
y
de
la
contemporanización
del
propio
Patrimonio.
5-‐
En
el
caso
del
patrimonio
arquitectónico
debemos
priorizar
su
uso,
por
delante
de
una
gran
restauración
versus
diseño.
En
épocas
de
crisis
la
rehabilitación
pasa
por
delante
de
un
buen
acabado.
La
ley
nos
obliga
a
conservar,
a
transmitir
este
patrimonio
a
la
siguiente
generación,
pero
no
nos
obliga
a
tenerlo
“mono”…
es
una
manera
de
hablar.
6-‐
En
los
museos,
y
teniendo
en
cuenta
que
una
exposición
permanente
no
debe
durar
mucho
más
de
diez
años,
podemos
hacer
pequeños
cambios
en
las
estructuras
que
tenemos
cambiando
el
discurso,
podemos
adhesivar
gráfica
nueva,
pintar,
cambiar
parte
de
la
colección
y
hacer
más
dinámica
la
visita
de
nuestros
queridos
clientes.
En
caso
de
tener
que
hacer
un
cambio
profundo
de
la
presentación,
debemos
aceptar/valorar
el
escenario
económico
en
que
nos
encontramos
y
aplicar
a
la
permanente,
proyectos
propios
de
una
exposición
temporal…menos
costosa.
7-‐
Tanto
para
los
museos
como
para
los
monumentos
y
yacimientos
abiertos
al
público,
debemos
centrarnos
en
la
obligación
de
conservarlos
y,
visto
que
se
trata
de
una
tarea
inacabable,
por
no
decir
imposible,
debemos
jerarquizar
por
donde
empezamos.
8-‐
A
la
hora
de
“conservar”,
y
por
tanto
intervenir
en
un
edificio
patrimonial,
hay
que
darle
un
uso.
Siempre
que
sea
posible
y
compatible,
darle
un
uso
no
cultural.
Al
patrimonio
hay
que
integrarlo
plenamente
en
la
vida
de
la
comunidad.
De
la
misma
manera
que
podemos
utilizar
un
antiguo
hospital
o
una
cárcel
como
museo
o
biblioteca,
podemos
usar
un
palacio
como
centro
de
negocios,
de
hecho
ya
tenía
en
10. parte
esta
función.
Y…
¿por
qué
no
una
iglesia
como
discoteca
o
teatro?
Hay
algunos
casos
que
han
tenido
gran
éxito.
9-‐
Sobre
el
uso
y,
por
tanto,
sobre
las
intervenciones
que
podamos
hacer
en
edificios
patrimoniales
tenemos
que
hacer
grandes
cambios
de
pensamiento.
Hay
que
replantearse
la
Carta
de
Venecia
pero,
sobretodo
deben
cambiar
las
declaraciones
de
los
bienes
de
interés
cultural.
La
vida
contemporánea
debe
ser
cómoda
y
algunas
veces
es
difícil
adaptarse
al
viejo
edificio.
Debemos
seleccionar
más
el
tipo
de
declaración,
que
no
siempre
debe
proteger
la
totalidad
de
un
edificio.
10-‐
Por
otra
parte,
y
sin
faltarle
a
una
posible
esquizofrenia,
se
tendría
que
fomentar
más
la
rehabilitación
que
la
nueva
construcción.
Esto
afecta,
sobretodo,
a
los
cascos
antiguos
de
pueblos
y
ciudades.
No
todo
es
patrimonio,
pero
es
importante
mantener
los
conjuntos
harmónicos.
El
urbanismo
debe
ser,
también,
una
buena
lección
de
respeto
al
patrimonio,
que
la
mayoría
de
ciudadanos
entiende.
11-‐
Estamos
en
crisis,
lo
sabemos,
pero
además
somos
conscientes
que
en
políticas
patrimoniales…
todo
no
lo
hemos
hecho
bien.
Hay
que
aprovechar
este
momento
para
poner
orden,
evaluando
la
situación
y
haciendo
los
cambios
pertinentes,
que
son
muchos.
El
patrimonio
en
Europa
es
enorme.
Sabemos
que
la
intervención
supone
grandes
inversiones,
que
su
conservación
es
casi
“misión
imposible”.
Sabemos
que
no
debemos
restaurar
si
no
le
damos
un
uso
consolidable.
Sabemos
que
los
recursos
de
los
Estados
son
limitados
y
que
en
fases
de
crisis
no
seremos
nunca
prioritarios.
Tenemos,
por
tanto,
la
obligación
de
jerarquizar
nuestras
intervenciones.
Esto
nos
llevará
a
restaurar
y
a
aplicar
todos
nuestros
esfuerzos
en
aquellos
bienes
a
los
que
se
les
otorga
un
uso
claro,
a
evitar
la
destrucción
de
edificios
con
valor
histórico,
artístico,
simbólico
o
social,
pero
sin
grandes
intervenciones
(de
hecho
dejándoles
las
otras
responsabilidades
a
la
siguiente
generación,
y
eliminando
parte
de
los
edificios
antiguos,
que
sabemos
que
no
podremos
conservar
y
que
sus
valores
son
menores.
Esto
parece
muy
simple,
incluso
parece
que
es
“más
de
lo
mismo”…
La
gracia
está
en
que
esa
jerarquización,
con
la
consiguiente
toma
de
decisiones,
sea
la
correcta.
La
puesta
en
marcha
de
protocolos
que
permitan
evaluar
los
valores
patrimoniales
es
la
solución.
12-‐
Sabemos
que
los
valores
antes
citados
(histórico,
artístico,
simbólico
o
social),
juntamente
con
la
autenticidad,
deben
marcar
nuestras
pautas,
no
tienen
que
darse
en
su
totalidad,
ni
de
manera
unitaria,
ni
son
excluyentes.
Lo
importante
es
11. el
establecimiento
de
una
relación
de
características
compatibles
y
aceptables5.
13-‐
Por
otra
parte,
hay
gente
que
cree
que
debemos
recuperar
los
valores
de
“lo
público
y
del
papel
del
interés
general”
en
el
ámbito
del
patrimonio
y
de
los
museos.
¿Cómo?
Pues
mediante
la
racionalización
de
los
presupuestos.
14-‐
Sabe
mal
decirlo,
es
incluso
doloroso
expresarse
sobre
ello,
pero
la
restructuración
que
necesitan
los
museos
implicará
la
desaparición
de
algunos.
De
hecho
es
mejor
planificar
y
cerrar
aquellos
que
por
los
motivos
que
sean
no
son
tan
necesarios
o
tienen
problemas
complicados,
y
evitar
así
languidecimientos
que
pongan
en
riesgo
tanto
el
patrimonio
como
la
propia
imagen,
esta
vez
sí,
del
museo
como
organismo6.
También
cabe
esperar,
tal
y
como
lo
plantea
la
propia
Generalitat
de
Catalunya
o
el
Ayuntamiento
de
Barcelona,
que
hayan
procesos
de
fusión
o
concentración;
a
veces
física,
a
veces
solo
estructural,
de
forma
que
compartan
medios
y
recursos.
Vamos
a
asistir
a
un
escenario
en
que
éste
va
a
ser
un
tipo
de
operación
frecuente.
15-‐
Habrá
recortes
i
en
ocasiones
reduciremos
los
horarios,
en
otros
casos
cerraremos
más
días.
En
ocasiones
simplemente
abriremos
para
asegurar
el
acceso
al
patrimonio.
Este
será
el
caso
de
numerosos
yacimientos.
16-‐
En
algunos
países
como
Italia
verán
privatizar
parte
de
sus
museos.
No
creo
que
sea
el
caso
de
España,
donde
el
patrimonio
y
muy
especialmente
los
museos
están
fundamentalmente
promovidos
desde
el
ámbito
público
y
esta
realidad
parece
que
permanecerá
invariable.
De
esta
realidad
surgen
dos
importantes
retos
para
la
gestión7:
a.
Complejidad
en
la
gestión
tanto
en
los
recursos
como
en
la
oferta
territorial.
b.
Las
alianzas,
redes,
que
suponen
un
riesgo
de
crear
inestabilidad
entre
las
diferentes
organizaciones.
17-‐
En
cualquier
caso,
y
para
acabar…
se
podría
recomendar
sobretodo
5
Blog
de
David
Ruiz.
Un
espacio
de
reflexión
que
aborda
cuestiones
relativas
a
la
Economía
de
la
Cultura,
Gestión
Cultural,
Políticas
Culturales,
etc.
Acercándonos
a
la
valoración
económica
desde
la
valoración
cultural.
http://economiaycultura.wordpress.com..
Luís
Grau
Lobo
(2011):
Museos,globalizacion
y
otros
cambios
climáticos:
ensayo
sobre
sus
derivas.
http://www.mcu.es/museos/docs/MC/MES/Rev05-‐06/Luis_Grau.pdf
7
Maria
Fernandez
Sabau
(2011):
¿Planificación
sostenible?
Una
panorámica
de
la
planificación
actual
de
museos
en
España.
http://www.mcu.es/museos/docs/MC/MES/Rev05-‐06/Fernandez_Sabau.pdf
12. PLANIFICACIÓN,
especialmente
en
los
nuevos
proyectos,
que
serán
escasos,
pero
¡los
habrá!;
Necesidad
de
una
actualización
y
adaptación
a
ciertas
normativas
que
permitan
una
mejor
reordenación
del
sector,
así
como
la
implantación
de
la
evaluación
continua,
sobretodo
en
lo
que
se
refiere
la
calidad
del
servicio.
Esta
planificación
debe
ser
sostenible
y,
por
tanto,
muy
participativa,
con
representación
de
todos
los
sectores.
Entendiendo
como
planificación
sostenible
aquella
que
permita
disponer
y
organizar
los
recursos
necesarios
para
alcanzar
un
objetivo
determinado,
y
que
pueda
mantenerse
en
el
tiempo
por
si
mismo8.
8
http://www.mcu.es/museos/docs/MC/MES/Rev05-‐06/Fernandez_Sabau.pdf