Este poema describe la situación de los "nadie", personas pobres que sueñan con cambiar su suerte pero saben que es improbable. Aunque intentan diferentes supersticiones, la "buena suerte" nunca llega para ellos. Los "nadie" son tratados como recursos en lugar de seres humanos y no tienen cara o nombre propio, sino solo un número. Representan a los marginados que apenas aparecen en la historia.