1. EL NATURALISMO
ROMANTICISMO
2013
EL
NATURALISMO
Como para el naturalismo, la
naturaleza o lo natural en sí misma es
el único referencial para obtener
conocimiento válido, toca preguntarse
cuan natural serán algunas
situaciones como la política, ética,
estética y todos los derivados de la
cultura como la misma tecnología y
sus productos
COL. AUSTRIA
PROF. Claudia Mariana Arispe
Elaborada por Erika Osinaga A.
2. Resumen
Con el presente artículo se reflexiona sobre la pretendida capacidad del naturalismo, en su
acepción tanto cuantitativa como cualitativa, como vía única e infalible para abordar la
porción de la verdad que es vislumbrada en la actividad investigativa. Desde una
perspectiva hermenéutica se interpretan diferentes autores, para arribar por medio del
análisis a sus ventajas y desventajas. Este trabajo no se podría hacer sin tocar los
conceptos de verdad, realidad y naturaleza, por lo tanto son abordados. También contempla
la inconveniencia de la discusión, heredera de la crítica al naturalismo positivista entre
metodología cualitativa y cuantitativa. Se concluye que el naturalismo es usado tanto por
“cualitativistas” y “cuantitativistas” de una manera reduccionista, al limitar la realidad
(sensorial, espiritual y material) como expresión única de la materia, situación conveniente
de evitar en un mundo donde convergen distintos discursos del saber configurando la
transdisciplinaridad y transversalidad. Para obviar el reduccionismo se propone ampliar el
término de lo empírico al abordaje no solo de lo experimental, sino de lo experiencial, por
medio del cual se pueden lograr de igual forma la transmisión, reproducibilidad y
verificabilidad provenientes de otras fuentes de realidades distintas a la material como son
la mental y la espiritual.
Palabras clave: Naturalismo, antinaturalismo, investigación, cualitativa, cuantitativa.
Introducción
El Homo Sapiens es la especie que existencialmente y casi en términos de angustia se
preocupa por la verdad de lo que piensa, expresa y escucha, es así como desde tiempos
inmemoriales, pero en especial desde los griegos, el ser humano ha emprendido de manera
sistemática, la búsqueda de la mejor manera de validar las respuestas encontradas a las
formulaciones hechas en torno a su mundo exterior e interior. Esta forma de existir permite
derivar que verdad y humanidad, para expresarlo en el lenguaje de la estadística, son dos
dimensiones correlacionadas, la cual es percibida plenamente por Juan Pablo II (2003)
quien expresa: “Se puede definir al hombre como aquel que busca la verdad.
De igual manera, Savater (2003) relaciona la búsqueda de la verdad con otra característica
exclusivamente humana: la libertad, al manifestar: “Tan absurdo resulta creer en la
omnipotencia de nuestra razón como en la de nuestra ignorancia: absurdo y peligroso.
Entre las elecciones de nuestra libertad, ninguna tan imprescindible y llena de sentido como
la que opta por preferir y buscar la verdad”.
Por lo tanto, el ser de la humanidad en la libertad están asociadas a la posibilidad de la
verdad. Ahora bien, dentro de la lógica cuestionadora que busca la validez de las
respuestas, inmediatamente surgen dos preguntas tan antiguas como actuales: 1) ¿Qué es
la verdad? 2) ¿Cómo llegamos a ella?.
En cuanto a la primera existen muchas respuestas. Una pudiera ser la clásica ofrecida por
Brugger (1995): “verdad es la adecuación del entendimiento con la cosa”. Otra, puede ser
la ofrecida por Jesús de Nazareth: “Yo soy la verdad”. En cuanto a la segunda pregunta,
sólo hay una respuesta: Llegamos a la verdad por medio del conocimiento. Pero... (Se
continúa cuestionando las respuestas como forma de validarlas): ¿Qué es el conocimiento?,
¿Hay diferentes conocimientos?
Al respecto, Locke (1690) planteaba que el conocimiento “es la percepción de la conexión y
conveniencia... de nuestras ideas” (Hirschberger, 1981) y en relación con éstas últimas, el
filósofo hebreo Spinoza (1989) expresa la existencia cuatro tipos de ideas:
Artificiales: Surgen de la Imaginación del sujeto.
Dudosas: Tienen un carácter confuso y sin claridad.
3. Falsas: Son ficticias, fingidas.
Verdaderas: Tienen claridad, distinción y objetividad (Rios, 1997).
Por lo tanto pueden existir conocimientos falsos, porque provienen de ideas falsas. La
humanidad se ha esforzado en protegerse de este tipo de conocimiento y es allí donde
surge la epistemología, como aquella parte de la filosofía que tiene por objeto juzgar la
validez de nuestros conocimientos, de manera que, por medio de la cautela epistemológica,
se debe pasar de un conocimiento menos verdadero a un conocimiento más verdadero, más
aproximado o mejor construido, en otras palabras el conocimiento es progresivo,
acumulativo y aproximativo de la realidad, y se da por pasos ubicados en una espiral
ascendente de verdad, pero ... ¿ Qué es la realidad?.
Para algunos, explícita o implícitamente, es concebida como material (Materialismo), para
otros, se sostiene que está más próxima a la mente que a la materia (Idealismo) y un resto
declara que es desconocida e incognoscible (Agnosticismo). Para nosotros, se percibe en la
medida que se da la dialéctica contrastante entre la realidad y el conocimiento de donde se
espera la emergencia sintética de la verdad y con ello la posibilidad humanidad y la libertad.
Históricamente existen muchas maneras cuyo objetivo terminal es la de facilitar la eclosión
de la verdad implícita en una determinada realidad, es a nuestro modo de ver lo que se ha
denominado paradigma o formas de responder a las dimensiones estructurantes de la
realidad cuestionada. Estas dimensiones son según Lincoln (1990) la Ontológica con la cual
se indaga sobre la naturaleza de lo cognoscible, la Epistemológica: se pregunta sobre la
naturaleza de la relación entre el cognoscente y lo conocido, y la metodológica que
responde a cómo proceder para descubrir lo cognoscible.
Sandin (2003), pone de manifiesto, que de una manera tradicional y simple, los paradigmas
se han clasificado en: el prevaleciente o racionalista o cuantitativo como opuesto al:
emergente, alternativo, cualitativo, naturalista. En esta separación paradigmática aparece la
palabra naturalismo o naturalista como exclusiva de cualitativismo (dimensionalismo
metodológico que descarta o por lo menos evita las matemáticas y a una de sus hijas la
estadística). Sea dicho de paso, que no estamos de acuerdo con esta asociación exclusivista
de la palabra con lo no empírico, como veremos más adelante, para muchos autores
pareciera lo contrario. Incluso para otros es la única manera de acceder a la realidad.
En todo caso, el propósito de este artículo es reflexionar sobre la pretendida capacidad del
naturalismo (en lo cualitativo y/o cuantitativo) como vía única e infalible para abordar la
porción de la verdad que es vislumbrada en la actividad investigativa.
4. 1. Naturalismo
Múltiples, son los enfoque que sobre este término se hacen desde la literatura, Guba
(1989), considera que el naturalismo es un paradigma, más que un método de investigación
donde, al decir de Bisquerra (1996) se tiene preferencia por los métodos cualitativos, donde
el investigador para construir el conocimiento trata de interferir lo menos posible con la
situación de investigación.
Silverman (2000) la ubica en una no conveniente dualidad excluyente con el positivismo.
Inadecuación a la cual se refiere Ibañez, (1985) al expresar “... ni la vía inductiva –
empírica– ni la vía deductiva –teórica–, ni ninguna conjunción o articulación entre ambas
permiten alcanzar la verdad....”.
Para efectos de este trabajo se entiende el naturalismo, más que en términos de paradigma
y/o método de investigación como la postura que esencialmente considerar la naturaleza
material como la única fuente original y fundamental de todo lo existente, todo lo quiere
explicar en términos de naturaleza. Ante la pregunta ¿Qué es la realidad?, señala que ésta,
solo puede llegar hasta donde llegan los límites de la naturaleza, derivándose la inutilidad
de cualquier especulación metafísica que no tenga como referencia a la realidad natural o
en todo caso sólo es posible una metafísica que se base en la naturaleza.
Por lo tanto la naturaleza se restringe a lo físico – material, el naturalismo es una
propuesta, desde esta perspectiva, epistemológica que busca validar el conocimiento si y
solamente si se obtiene desde los datos aportados por la naturaleza física, expresada en sus
fenómenos, reduciendo todas las leyes a uniformidades mecánicas y llega a negar el
dualismo de espíritu y materia (Brugger, 1995).
Como consecuencia de lo anterior, se deriva que hasta la psique y lo moral son expresiones
abstractas de una materia gobernada por sus propias leyes. Por lo cual la dualidad mente y
materia es admisible como expresiones de la misma sustancia idéntica. La naturaleza
incluye múltiples fenómenos y un sustrato común de los fenómenos, pero para su desarrollo
actual y para su explicación última, no requiere ningún principio distinto de sí misma. En
este supuesto, el naturalismo niega la existencia de una causa trascendente del mundo y se
esfuerza en explicar todos los procesos mediante la revelación de potencias esenciales al
universo bajo leyes que son necesarias y eternas (Enciclopedia Católica, 1999).
Del naturalismo, surge lo que se conoce como cientificismo o cientismo, términos que se
usan para calificar la visión del mundo que pretende dar una explicación omnicomprensiva
de la realidad con base exclusiva en las ciencias naturales (Rosas, 1998). En este sentido,
se deslinda de la conceptualizacion que ubica el término en las Ciencias Sociales.
Es por lo tanto, un intento presente en la historia del conocimiento, desde la Ilustración,
mostrado como el único intento razonado, libre de todo apasionamiento, enteramente
independiente de ideologías o convicciones morales o compromisos religiosos o teológicos,
procurando deducir la verdad.
De tal concepción se entiende que la ciencia naturalista capacita a los seres humanos para
tener una visión coherente del mundo, superadora de viejas herencias metafísicas y
teológicas, y está vinculada a un conjunto de prescripciones metodológicas.(naturalismo
metodológico) donde todas las hipótesis y teorías deben ser comprobadas
experimentalmente con referencia explícita a causas y sucesos naturales resultando
inadmisible introducir causas ocultas o explicaciones trascendentales a la realidad.
Si se considera a la investigación científica (entendida naturalistamente) como la forma más
expedita y válida para acceder al conocimiento, se deduce que no deben existir ningún tipo
de limitación a la misma bien sea por razones ni morales, políticas, ideológica o religiosa a
la investigación, obedeciendo a la perdida de posibles beneficios para la humanidad y de la
oportunidad de aumentar el conocimiento. Desde este punto de vista, la limitación a la
5. investigación, por la razón que fuera, no compensa la pérdida de los posibles beneficios.
Basta con ver los avances en términos de la tecnología que tal concepción ha generado.
2. Lo natural
Como para el naturalismo, la naturaleza o lo natural en sí misma es el único referencial para
obtener conocimiento válido, toca preguntarse cuan natural serán algunas situaciones como
la política, ética, estética y todos los derivados de la cultura como la misma tecnología y sus
productos.
Por lo anterior, cabe aquí un paréntesis, para responder a una pregunta obligatoria: ¿Si se
toma lo natural como base para el conocimiento desde la perspectiva naturalista: Qué es lo
natural?
Múltiples son las acepciones hechas del término, Savater (1999) expone algunas
perspectivas:
En un sentido aristotélico se refiere con este término a todo lo que existe en el mundo sin
intervención humana. Se distinguen natural de lo artificial porque, lo primero brota de una
espontaneidad creadora llamada naturaleza y los segundos son producto de la actividad
creadora de la humanidad. Esta posición nos enfrenta con otra pregunta ¿Es el hombre,
como producto cultural: natural o artificial?. Pregunta que debería ser respondida, para
evaluar si el naturalismo estaría en capacidad de discernir plenamente sobre toda la
naturaleza humana. Porque si la cultura es un producto de la acción creadora que a la vez
moldea a las personas, se pone en duda su “naturalidad”.
La de Stuart Mill (1974) insiste en señalarla como un “nombre para todos los hechos… para
el modo en parte conocido y en parte desconocido para nosotros en que las cosas
acontecen”; este punto de vista parece más amplio y permite incluir en lo natural al hombre
mismo y su quehacer desde este punto de vista existe una continuidad de lo natural en las
transformaciones de los sustratos primigenios. En consecuencia, la ciencia como elaboración
más acabada del ser humano también constituye, en cualquiera de sus manifestaciones, un
acto natural simplemente por pertenecer a la esfera de la realidad del hombre.
6. 3. El naturalismo como fuente inobjetable del conocimiento
Vista la posibilidad de no reducir lo natural solamente al sustrato primario del mundo físico,
sino que es más amplio, retomando el tema sobre el naturalismo como fuente inobjetable
de conocimiento “únicamente verdadero” es el momento de destacar como tal abordaje de
la realidad no deja de tener sus críticos.
Al decir de Artigas (1999), el cientificismo naturalista es la creencia dogmática de que el
modo de conocer llamado ciencia es el único merecedor del título de conocimiento, y su
forma vulgarizada: la creencia de que eventualmente resolverá todos nuestros problemas o,
cuando menos, aquellos problemas ‘significativos’, es una creencia basada sobre una
imagen falsa de la ciencia. Según el citado autor, importantes filósofos, desde Nietzsche a
Husserl, Apel, Gadamer, Habermas, Heelan, Kisiel, Kockelmans y otros, han considerado el
cientismo como la falsa conciencia fundamental de nuestra era.
Para Popper (1992), el naturalismo y cientificismo metodológico del positivismo está
equivocado, por lo menos en términos de las ciencias sociales, la cual tiene una línea
diferente. Los científicos naturalistas, se creen más objetivos, por practicar una neutralidad
valorativa, de la cual carecerían los científicos sociales, este autor dice que la cientificidad
de las ciencias sociales, no depende de la parcialidad valorativa de éstos, sino por el
proceso social, donde, con la crítica de las teorías, es posible establecer un consenso; así
mismo dice que el Positivismo no permite variaciones metodológicas y afirma que las
Ciencias Sociales deben tener sus propios métodos, a pesar … que algunos también caigan
en lamentación de validarlo al llamarlos también naturalista.
a) Por su parte, la revista electrónica Filósofos (2004) presenta una síntesis de los pro y
contra del naturalismo, de allí se extracta un conjunto de buenas consideraciones como son:
a) hace hincapié en las diferencias entre naturaleza y sociedad; b) valora la importancia de
la creencia, la intención y la acción deliberada; c) los estudiosos de la sociedad deben
interpretar lo que sus informantes son capaces de hacer o creen ser capaces de hacer; d)
las cualidades o factores imponderables han desempeñado un papel mucho más grande en
los estudios que las ciencias naturales.
Pero a pesar de estos argumentos justificados, existe el anti naturalismo el cual tiene la
tentación de: a) negar la continuidad entre naturaleza y sociedad y sus elementos
comunes; b) ignorar la existencia de ciencias mixtas o socionaturales (demografía,
geografía, psicología, lingüística); c) negar que las creencias e intenciones pueden ser
estudiadas por las ciencias naturales como procesos cerebrales; d) subestimar la
importancia de los factores materiales; e) considerar la interpretación como alternativa de
explicación causal y no como su complemento; f) exagerar la posibilidad de reconstruir la
experiencia de otros; g) omitir verificar las hipótesis; h) eludir los macro problemas, sobre
sistemas sociales; i) negar la existencia de regularidades sociales; j) rechazar los rasgos
valederos del positivismo y el naturalismo junto con los negativos; k) oponerse también
dogmáticamente al cientificismo y a la posibilidad de construir ciencias objetivas.
Como se puede observar, existen críticas explícitas al cientificismo, a las cuales se suma la
consideración que ha conllevado a pasar de un cientificismo optimista a uno pesimista, al
considerar que ni siquiera en las ciencias experimentales como máximo exponente de esta
racionalidad, se puede alcanzar la verdad con certeza, mucho menos es posible lograrla en
otros entornos donde la rigurosidad del experimento no existe. Es frecuente afirmar que la
ciencia experimental posee un valor simplemente instrumental, en este sentido Artigas
(1989) expresa que:
“el cientificismo se apoya en la confiabilidad de la ciencia experimental…El empirismo
sensorial fundamentado en la experiencia es uno de los rasgos del enfoque naturalista, sin
embargo afirmar que solo los conocimientos obtenidos de esta manera son validos, dejan
por fuera realidades tan ciertas como el análisis vectorial, la lógica, el álgebra boleana, los
números imaginarios. No se puede afirmar que tales aspectos no sean científicos a pesar
7. que no son esencialmente empírico-sensoriales… Por lo demás, el materialismo naturalista
debe afrontar serias dificultades cuando se intenta explicar la realidad de los fenómenos
humanos, entre los cuales se incluye la actividad científica. En efecto, la existencia misma
de la ciencia supone, como condición de su posibilidad, admitir que la persona humana tiene
una capacidad de auto-reflexión que le permite plantearse los problemas relacionados con la
verdad, y esa capacidad se sitúa en un contexto de una subjetividad que supera los
condicionamientos materiales. Puede decirse que el progreso científico es un hecho cuya
explicación exige superar las ideas materialistas.
Por lo tanto la limitación más fuerte del naturalismo, consiste en limitar la verdad, al origen
fáctico, empírico, experimental de la evidencia. Un posible intento de superación del
problema consiste en considerar el termino empírico como “demanda de evidencia
experiencial” (se entiende en términos de la experiencia vital para distinguirla de la
experiencia experimental), lo que permitiría reconocer un empirismo sensorial propio de las
ciencias naturales, la ingeniería, la química, un empirismo mental (incluye la lógica, las
matemáticas, la semiótica, la fenomenología, la hermenéutica, la filosofía), incluso un
empirismo espiritual incluyente de las experiencias místicas y espirituales.
Siguiendo a Wilber (1998), la evidencia experiencial de cada una de estas modalidades se
ajusta a los requisitos generales de la ciencia: es completamente pública y compartida,
puede ser adiestrada, constituyendo una demostración de su reproducibilidad, siendo por lo
tanto elementos de validación de cada uno de los ámbitos generadores de conocimiento
verdadero. De la crítica a la veracidad absoluta naturalista, se desprenden dos prejuicios
uno opuesto al otro, precisos de eliminar en cualquier tipo de análisis: Uno el “cientificista”
y el otro el “alejado de la práctica” (Villoro, 1982): El “cientificista” sostiene que los únicos
conceptos analizables son los llamados científicos. Esta es una forma de positivismo puesto
que existen otros conocimientos como el “conocimiento natural” intuitivo y recibido por la
experiencia llamado sentido común, la moral, el arte, la literatura y la poesía, donde es
aplicable también la teoría del conocimiento.
El segundo prejuicio tiende a reducir el conocimiento a una actividad teórica desligada de la
práctica, hacer lo otro modo es evadir que el conocimiento tiene un interés práctico porque
los seres humanos somos individuos reales, miembros de comunidades de conocimiento
socialmente condicionadas. El análisis de los conceptos no se entiende sin su relación con
los fines humanos, es decir sin una ética.
8. 4. El enfrentamiento entre la investigación cualitativa y la cuantitativa como
herencia del reduccionismo naturalista
Cabe señalar una controversia ya superada, pero sigue rondando aún en las mentes de
algunos investigadores y asesores metodológicos. Todavía se palpa en muchos ambientes
académicos un reduccionismo que a nuestro modo de ver, ocurre paradójicamente entre
quienes quieren evitar las limitaciones del naturalismo, y sin saberlo caen en la misma
tónica de segmentar las vías del conocimiento y niegan en la práctica, la posibilidad múltiple
y válida de alcanzarlo con fuertes indicios de verosimilitud por diferentes caminos. Nos
referimos a la situación, en la cual se pretende colocar a la investigación cualitativa frente a
la investigación cuantitativa. De alguna manera se quiere presentar a la investigación
cuantitativa como reflejo del cientificismo naturalista y a la cualitativa como la respuesta
neo paradigmática al caduco naturalismo, a pesar que ciertas posiciones cualitativistas se
apropian del término, tal y como ya se ha indicado y se basan del mismo modo, en la
premisa de la validez del conocimiento, únicamente si se manejan datos proveniente de una
realidad llamada sensorial. Nada más alejado de la realidad, en términos wilberianos:
sensorial, mental o espiritual. La investigación cuantitativa supone la recogida, análisis e
interpretación de datos objetivamente mensurables y la cualitativa basada en datos que no
pueden sintetizarse, estrictamente, en forma de números, pero finalmente en datos
provenientes de la realidad.
El enfrentamiento, visto de este modo, es un craso error ya que una investigación
cuantitativa puede estar fuera de la concepción naturalista, dependiendo del objeto de
estudio. Perfectamente, se puede elaborar un instrumento para medir numéricamente la
permeabilidad a la sectas (Montoya, 2000), la religiosidad, o el amor según san Pablo,
aspectos éstos muy reales pero obviamente no vinculados, estrictamente hablando, al
naturalismo o hacer una investigación cualitativa para establecer los gustos por
determinado producto del mercado, o desarrollar la teoría fundamentada del proceso de
aprendizaje en niños con discapacidad, aspectos tan naturalistas como la temperatura, la
humedad o la presión sanguínea.
Por lo tanto, ambas deben considerarse complementarias y es responsabilidad del
investigador cuando y como aplicar cada una. Straus y Corbin (2003), lo expresan de una
manera muy metafórica cuando dicen que ambos son las caras de una misma moneda
donde aún no se ha impreso nada.
9. 5. Conclusión
El título lo colocamos como una interrogante, porque concluir tajantemente en términos de
la ciencia y la filosofía pudiera significar que se cierra el debate presumiendo el alcance de
la verdad, cuando por el contrario toda investigación o reflexión con pretensiones de validez
siempre debe estar abierta a la crítica e incluso dispuesta a ir al martirio para que nuevas
emerjan. Haciendo analogía con el dicho “Sangre de mártir semilla de cristiano”,
sostenemos que “destrucción de una teoría nacimiento de otras”, renovadas y actualizadas.
Para finalizar, podemos decir que el naturalismo como enfoque para encontrar la verdad
basado en la realidad tangible bien sea desde un óptica cualitativa o cuantitativa, no puede
pretender la exclusividad del conocimiento válido. Como se ha plasmado en el transcurso de
este trabajo, varía desde la concepción de lo natural hasta la definición de la realidad. Esta
diferencia en la óptica de abordaje del problema indica que la naturaleza de la realidad y la
realidad misma es múltiple y por lo tanto múltiples deben ser los enfoques para abordarla.
Hemos encontrado cómo la crítica más fuerte al naturalismo es su postura reduccionista al
sostener que: siendo la materia la única realidad, cualquier cosa que tenga lugar en el
mundo es el resultado de causas materiales y debe ser explicado por antecedentes físicos.
Ya se vio como esto no es así, existen realidades subjetivas interiores y trascendentales
también sujetas a lo experiencial y la reproductibilidad por lo tanto portadoras de
conocimiento válido. Pero reconocer esto, no significa dejar de mostrarse de acuerdo con las
bondades del método científico naturalista para indagar las realidades sensoriales, lo
contrario sería caer de nuevo en el reduccionismo y negar su paternidad en la gestación y
desarrollo de la tecnología.
Estas afirmaciones obedecen a que el ser humano y la vida son algo más que un complejo
problema de física y química; la conciencia es más que una propiedad de la materia; el
pensamiento racional no se reduce a la sensación, y la voluntad al instinto. La mente no es
un acompañamiento impotente o epifenómeno de ciertas formas o agrupaciones de la
materia. El hombre es más que un autómata consciente cuya entera actividad mental tanto
como fisiológica, está determinada por antecedentes materiales, definitivamente la realidad
existe si existe la humanidad, sin ser humano solo tendríamos pura materia.
Es opinión de los autores que, como humanidad, debemos seguir avanzando en la creación
de nuevas formas que nos permitan responder a preguntas no contestadas aún por la
ciencia naturalista y las cuales, quizás, nunca podrá responder: ¿Quiénes somos, y qué
debemos ser? ¿De dónde vine? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué se supone que debo hacer?
¿Hacia dónde voy? ¿Soy significativo en un universo que me ve como sólo una partícula de
polvo cósmico más? ¿Tiene algún significado intrínseco mi existencia? o, ¿debo determinar
por mí mismo cuál es mi lugar y cuál será mi papel? ¿Es posible relacionarme con lo
trascendente: Dios? ¿Cómo se expresa su presencia?
10. OBRAS NATURALISTAS
Primera mitad del siglo XIX: El Romanticismo
La estética y temática del romanticismo literario giran en torno a dos centros de una misma
elipse: a) individualismo y subjetivismo y b) exaltación de la libertad
Gustavo Adolfo Bécquer: Rimas
Rimas I-XIX
Rimas XX-XXXIX
Rimas XL-LIX
G. A. Bécquer: Leyendas
La corza blanca
La cueva de la mora
El gnomo
Maese Pérez el organista
El monte de las ánimas
Los ojos verdes
El rayo de luna
El miserere
Creed en Dios
El beso
El caudillo de las manos rojas
Mariano José de Larra
El castellano viejo
Vuelva usted mañana
El dia de difuntos de 1836
La nochebuena de 1836
A cada paso un acaso o El Caballero
Don Quijote de la Mancha en Sierra Morena
Don Timoteo o el Literato
La Poesía en el siglo XIX
José de Espronceda - Canción del Pirata
El Duque de Rivas
Una antigualla de Sevilla
Sonetos Seleccionados
Rimas LX-LXXIX
Rimas LXXX-XCVII
El cristo de la calavera
Es raro
La ajorca de oro
La arquitectura árabe en Toledo
La creación
La cruz del diablo
La mujer de piedra
La promesa
La rosa de pasión
Las hojas secas
Tres fechas
El casarse pronto y mal
Empeños y desempeños
La educación de entonces
Filología
Literatura
Las casas nuevas
11. Segunda mitad del siglo XIX: El Realismo y el Naturalismo:
El Realismo desarrolla ciertas facetas del Romanticismo, intensifica
algunos de sus aspectos, prescinde de otros e innova. A partir de la década
de los 80 aparece una nueva corriente novelística, procedente de Francia,
que se llamó Naturalismo.
José Zorrilla - Don Juan Tenorio
Primera Parte: Acto I, Acto II, Acto III, Acto IV
Segunda Parte: Acto I, Acto II, Acto III
José Zorrilla
La mujer negra o una antigua capilla de templario
Leopoldo Alas Clarín
Adiós Cordera
Angelicus
Benedictino
Boroña
Cambio de luz
Cristales
Cuesta abajo
De la comisión
Doble vía
Doña Berta
Emilia Pardo Bazán
Banquete de boda
Al buen callar...
Casualidad
La centenaria
Las cerezas
Clave
Comedia
La madrina
Fernán Caballero
La zorra y la vejeta
Bella Flor
El galleguito
La hormiguita
Juan Valera
El caballero del Azor
El duende-beso
El doble sacrificio
El cautivo de Doña Mencía
El espejo de Matsuyama
El hechicero
El maestro Raimundico
El pescadorcito Urashima
El San Vicent de talla
El último pecado
La cordobesa
La muñequita
Los cordobeses en Creta
Dos Sabios
El cura de Vericueto
El dúo de la tos
El entierro de la sardina
El gallo de Sócrates
En el tren
En la droguería
La yernocracia
Tirso de Molina
Un voto
Desde allí
Entrada de año
La gota de cera
La moneda del mundo
La operación
La paloma
El alma de sirena
La sed de Cristo
El lobo bobo y la zorra astuta
El pájaro de la verdad
Los caballeros del pez
La niña de los tres maridos
Callar en vida y perdonar en muerte
Benito Pérez Galdós
El don Juan
Rompecabezas
Dónde está mi cabeza
La sombra: Cap. I | II | III
Torquemada en la Hoguera
12. POEMAS
Naturalismo
Molidos de la jornada
Y con hambre, aunque risueños,
Dos estudiantes rondeños
Llegaron a una posada.
Comenzaba a anochecer
Y entrambos, sin vacilar,
Acercáronse al hogar
Decididos a comer.
Ligera cual una ardilla
Rubia moza les previno,
Con un buen jarro de vino,
Salchichón, pan y tortilla;
Que devoraron los dos
Sin tener que repetir,
Yéndose luego a dormir
En paz y en gracia de Dios.
A la mañana siguiente,
Rayando apenas el día,
Del ventero en compañía
Tomaron el aguardiente;
Y a seguida de pagar
Los caballos dispusieron,
Y alegres como vinieron
Se volvieron a marchar.
No será el cuento profundo
Ni por él pido mercedes;
Pero ¿no lo hallan ustedes
Lo más natural del mundo?
14. PENSAMIENTOS
Frases de Ansel Adams
En la sabiduría recolectada con los años he encontrado que cada experiencia es una forma de
exploración.
Exploración
La fotografía es más que un medio para la comunicación efectiva de ideas. Es un arte creativo.
Fotografía
No hay nada peor que una imagen brillante de un concepto borroso.
Peor
Hay siempre dos personas en cada cuadro: el fotógrafo y el espectador.
Fotógrafo
No tomas una fotografía, tú la haces.
Fotografía
Los mitos y los credos son luchas heroicas para comprender la verdad en el mundo.
Comprender
Una fotografía no es un accidente, es un concepto.
Fotografía
Una buena fotografía se obtiene sabiendo dónde pararse.
Fotografía
La fotografía del paisaje es la prueba suprema del fotógrafo, y a menudo la decepción suprema.
Fotógrafo
En el ojo de mi mente, visualizo un detalle. La vista y la sensación aparecerán en una impresión. Si
me excita, hay una buena ocasión que hará una buena fotografía. Es un sentido intuitivo, una
capacidad que viene de mucha práctica.
Fotografía
La fotografía, como medio de gran alcance de la expresión y de comunicaciones, ofrece una
variedad infinita de opiniones, de interpretaciones y de ejecuciones.
Fotografía
Doce fotografías significativas en un año cualquier son una buena cosecha.
15. Frases de Antón Pávlovich Chéjov
Antón Pávlovich Chéjov
El amor es un escándalo de tipo personal.
Escándalo
Encontraremos paz. Escucharemos ángeles. Veremos el cielo centelleando con diamantes.
Ángeles
Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer.
Placer
No puede ser hermoso lo que es grave.
Hermoso
Los hombre inteligentes quieren aprender. Los demás, enseñar.
Enseñar
La obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No
conozco ningún otro criterio.
Criterio
La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.
Felicidad
La brevedad es hermana del talento.
Talento
Cuando pienso en mi vocación no temo a la vida.
Vocación
Cuando se sugieren muchos remedios para un solo mal, quiere decir que no se puede curar.
Mal
El mar no tiene ni sentido ni piedad.
Mar
La pena capital mata de inmediato, mientras que la cadena perpetua lo hace lentamente. ¿Quién
es más verdugo? ¿El que te mata en pocos minutos o el que tarda toda una vida?
16. Frases de Axel Munthe
La cruel bestia feroz no está detrás de los barrotes de la jaula, sino ante ellos.
Bestia
El hombre fue creado para llevar su cruz; por eso fue provisto de fuertes espaldas.
Espalda
¿No fue tu voz la que habló en mis Diez Mandamientos? ¿Quién temerá el fulgor de tu rayo, ¡Oh
Señor! , si el trueno de tu cólera puede ser aplacado por el gorjeo de un pájaro?
Mandamientos
El amor mismo es de corta duración, como una flor. En el hombre muere de muerte natural con
el matrimonio; en la mujer sobrevive a menudo hasta el fin, transformado en puro cariño
materno por el caído héroe de sus sueños.
Matrimonio
Un hombre puede soportar su suerte mientras puede soportarse a sí mismo. Puede vivir sin
esperanza, sin amigos, sin libros, hasta sin música, mientras pueda escuchar sus propios
pensamientos y oír el canto de un pájaro fuera de la ventana y la voz lejana del mar.
Suerte
Iré lejos, muy lejos de esta vida humillante de charlatanería y de engaño. Muy lejos de toda esa
gente artificial; iré a la isla encantadora, a la vieja Maria Portalettere, a mastro Vincenzo y a
Gioconda, a purificarme el alma en la casita blanca, encima del acantilado.
Isla
Es mejor que guarde para sí cuanto ha visto de la vida y de la muerte. Es mejor que no escriba
ninguna Memoria y que deje a los muertos en paz y a los vivos con sus ilusiones. Alguien ha
llamado a La historia de San Michele una historia de la muerte. Quizá tenga razón, porque rara
vez la muerte abandona mi pensamiento.
Muerte
Siempre has dicho que no puedes vivir sin música: ¿Quién cantará para ti, quién tocará para ti?
—Los pájaros, en el jardín; el mar, en torno mío. ¡Escucha! Oye ese maravilloso mezzo-soprano:
es la oropéndola. ¿No es más bella su voz que la de nuestra célebre compatriota Cristina Nilson o
la de la misma Patti? Oye el solemne andante de las ondas: ¿No es más bello que el de la Novena
Sinfonía?
17. Sinfonía
El amor es para una mujer mucho más que para un hombre; lo es todo. Y menos cuestión de los
sentidos de lo que el hombre suele creer. Una mujer puede enamorarse de un hombre feo y aun
de un viejo que sepa despertar su imaginación. Un hombre no puede enamorarse de una mujer si
ésta no despierta su instinto sexual, que, contrariamente a la intención de la Naturaleza, en el
hombre moderno sobrevive a su virilidad. Por eso no tiene límite alguno de edad para
enamorarse.
Sexual
Con frecuencia me he preguntado quién sería aquel hombre y si era de verdad médico. Una vez
le vi amputar un brazo con rapidez sorprendente; sabía, sin duda, algo de anatomía, pero parecía
saber muy poco de vendar y desinfectar una herida, y sus instrumentos eran increíblemente
primitivos. El farmacéutico inglés me dijo que escribía siempre las mismas recetas, a menudo
con faltas de ortografía y dosis equivocadas. Yo creo que no era médico, sino un ex matarife o
quizá el servidor de una ambulancia, y que había tenido buenos motivos para dejar el propio
país.
Herida
Era un caso grave, un caso desesperado, según mis dos colegas ingleses, que estaban al lado del
lecho, mirándome con caras tristes mientras reconocía a su enferma. Su pesimismo había
infectado toda la casa; la voluntad de curarse de la enferma estaba paralizada por el desaliento y
el temor de morir. Es muy probable que mis dos colegas conocieran su patología bastante mejor
que yo, pero yo sabía algo que, indudablemente, ignoraban ellos: que ninguna droga hay tan
poderosa como la esperanza, y que la más mínima huella de pesimismo en el rostro o en las
palabras de un doctor puede costar la vida a su enfermo.
Pesimismo
Si os encontráis con un doctor de moda, observadlo atentamente, desde una prudente distancia,
antes de confiaros a él. Quizá sea un buen médico, pero en muchísimos casos no lo es. En primer
lugar, porque invariablemente está demasiado ocupado para escuchar con paciencia vuestra larga
historia. En segundo lugar, porque está inevitablemente destinado a convertirse en un snob si no
lo es ya; a dejar pasar a la condesa antes que a vosotros, a examinar el hígado del conde con más
atención que el de su criado, a ir a la Garden Party de la Embajada británica en vez de visitar a
vuestro hijo menor, cuya tos ferina se agrava. Y en tercer lugar, porque, a menos que tenga muy
sano el corazón, pronto demostrará indudables señales de un endurecimiento precoz de aquel
órgano y se volverá indiferente e insensible a los padecimientos ajenos, como la gente ávida de
placeres que le rodea. Sin piedad no se puede ser buen médico.
18. Frases de Emile Armand
Lo provisorio amenaza continuamente con transformarse en definitivo, y lo definitivo amenaza
no dejar de ser más que algo provisorio.
Amenaza
Prácticamente, se puede considerar anarquista a todo individuo que, a causa de su temperamento
o de una reflexión seria y consciente, repudia toda autoridad o coerción externa, sea de orden
gubernamental, ético, intelectual o económico.
Anarquista
Dale vueltas al comunismo, en todos sentidos, y llegarás al punto que, de grado o por fuerza, el
individuo deberá sacrificase a la colectividad o a la democracia comunista. Mientras una
sociedad no me permita comer, vestir, morar, difundir mis ideas a mi manera y sin control
alguno -a condición de que no domine ni explote a nadie- consideraré su fundamento como
autoritario.
Autoritario
Puesto que el anarquismo no es únicamente una filosofía, un sistema, un método, una actitud,
sino que es además ante todo una vida y una actividad, el anarquista se encuentra
inmediatamente en contradicción violenta e inevitable con el medio social.
Anarquista
No debemos olvidar, que el anarquismo no es para los ineptos del esfuerzo. No se nace
anarquista, si no que se hace tal por razonamiento, por observación, por análisis y por
sensibilidad, siempre es necesario el esfuerzo.
Anarquista
¿Quién eres tú, muchachita sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto? Soy la
anarquía.
Anarquía
Vivir por vivir, para gozar ásperamente, profundamente de todo aquello que ofrece la vida, para
saborear hasta la última gota la copa de delicias y sorpresas que la vida tiende a quien toma
conciencia de su propio ser.
Gozar
Sueño un país que ignore el sufrimiento, en el cual nadie de soledad padezca y los corazones se
atrevan a la esperanza sin que un manto oscuro sus deseos ennegrezca.
País
Es entre los cansados de demoras y enredos, entre los decididos a actuar aquí y ahora que
brillará, radiante, el sol de nuestros sueños siempre que nuestra voluntad se funda en una sola.
19. Voluntad
Yo prefiero cantar a la tierra fértil y fragante. No creo que nunca la áspera voz de los motores
valdrá la más tímida canción del trovador, ni el pacífico refrán de fuentes cristalinas, ni el sonido
de la siega cuando abate los meses.
Trovador
Nuestra propaganda busca en definitiva, a los seres que forzados a vivir en sociedad no se
sienten ligados a ella ni por la más ligera fibra del corazón, y por célula alguna del cerebro.
Propaganda
La vida es bella para cualquiera que supere las fronteras de la existencia convencional, evada el
infierno del industrialismo y del comercialismo, rechace el hedor de la calleja y la taberna
20. Bibliografía citada
1. Artigas, M. (1999). La mente del universo, Eunsa, Pamplona
2. Bisquerra, R. (1996). Métodos de investigación educativa educativa. Guía práctica
(2ª edición). Barcelona: CEAC
3. Brugger, W. (1995). Diccionario de Filosofía Trad. de JM Vélez Cantarell. 13ed.
Barcelona (Esp.): Herder, 1995.
4. Juan Pablo II (2003). Fides et Ratio, Editorial Trípode. Caracas.
5. Guba, E. (1989). Criterios de Credibilidad en la investigación Naturalista. AKAL.
Madrid.
6. Hirschberger, J. (1981). Historia de la Filosofía. Herder. Barcelona, 1981.