1. EL AYUNO 12/08/2012
MATEO 6: 16-18: Cuando Ayunéis, no seáis austeros (Severos), como los
hipócritas; porque ellos demudan (cambian) sus rostros para mostrar a los
hombres que ayunan; 17 de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú,
cuan do ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres
que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y 19 tu Padre que ve en lo
secreto te recompensará en público.
Ayuno, abstinencia en el consumo de alimentos (principalmente comida, pero
también muy a menudo bebida), que se prolonga durante un plazo más largo del
habitual. El ayuno se ha practicado durante siglos en relación con ceremonias y
ritos de religiones (que lo contemplan en mayor o menor medida) tales como el
cristianismo, el judaísmo, el islam, el confucianismo, el hinduismo, el taoísmo y el
jainismo. Aunque el budismo hace hincapié en la moderación en el consumo de
alimentos en vez de exaltar el ayuno, algunos de sus seguidores, especialmente
en el Tíbet, también lo practican.
AYUNO, AYUNAR
Ejercicio espiritual en el que un individuo o una comunidad se abstienen de
comida. Aunque la práctica bíblica era que durara generalmente un día (hasta el
anochecer), la Biblia cita ayunos de tres días, siete días, tres semanas y cuarenta
días.
Las personas ayunaban por diversas razones. Lo hacían, por ejemplo, para
prepararse antes de recibir un mensaje de Dios y antes de ir a cumplir una misión
especial de Dios. Pero lo hacían también con motivo de la muerte de un ser
querido o para conmemorar catástrofes nacionales; y para implorar la ayuda de
Dios, discernimiento o perdón.
2. EL AYUNO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
La revisión detallada de textos en el Antiguo Testamento nos ofrece el siguiente
cuadro:
1. La mayoría de los pasajes del pre cautiverio presentan el ayuno en un contexto
de luto, tristeza y humillación (Jue 20.26; 1 S 31.13; 2 S 1.12; 12.16–23).
2. Hay algunos pasajes que presentan el estado de tristeza y humillación en el
contexto de la penitencia por el pecado (1 S 7.6; 1 R 21.9–27).
3. En los textos del cautiverio y especialmente en los del pos cautiverio (donde se
encuentran la mayoría de textos), el ayuno por lo general se presenta en el
contexto de la penitencia y la humillación y como señal de conversión (Jer 14.12;
Jon 3.5; Esd 8.23; Neh 9.1; 2 Cr 20.3; Jl 1.14; 2.12; 2.15; Dn 9.3; Sal 35.13;
69.10; 109.24)
4. En Est 4.3 la reina pide a sus paisanos que ayunen como un acto de
solidaridad. Así el pueblo haría simbólicamente lo que Ester estaba haciendo
literalmente: exponiendo su vida en favor de su pueblo.
5. Llama la atención la reinterpretación profética de Is 58 y Zac 7. En ambos
pasajes, lo que Dios quiere es la justicia social. Mientras que el pueblo practica el
ayuno como obediencia a una exigencia ritual, el profeta coloca el ayuno en el
contexto total de la vida y donde Dios quiere que tenga su contexto más feliz. En
el caso de Zac 7 la pregunta que hizo el pueblo está mal hecha; el asunto no es si
se celebra o no el ayuno, sino a qué acción o actitud del pueblo responde esa
práctica.
Isaías presenta al ayuno como una acción de solidaridad. Con este tipo de ayuno
surge la posibilidad de que las personas acomodadas y solventes experimenten lo
que día a día viven los pobres y hambrientos.
En el ayuno, sugiere Is 58, el que tiene se hace vulnerable y débil y puede mirar a
Dios como fuente de vida y de sustento. En el ayuno, el rico aprende a ser pobre
en espíritu; y el pobre imparte al rico la actitud de humilde espera delante de Dios.
Podríamos decir que toda acción litúrgica o cultual apunta al bien del ser humano
y a la gloria de Dios (véase Mc 12.28–34).
6. Hay dos casos, semejantes al de Jesús, en los que Moisés (Éx 34.28 ) y Elías
3. (1 R 19.8) ayunan durante cuarenta días, en el desierto.
EL AYUNO EN EL Judaísmo
La ley de Moisés específicamente mandó ayunar en el • Día de Expiación. Esto
llevó a que el día se conociera también como «día del ayuno» (Jer 36.6) o «el
ayuno» Hechos 27.9. Después del cautiverio se establecieron intervalos regulares
para la celebración del ayuno. Según Zac 8.19, en el cuarto, en el quinto, en el
séptimo y en el décimo mes habría de observarse otros cuatro ayunos que
recordaban desastres en la historia de los judíos. Y está también el ayuno antes
de la celebración del Purim, que se instituyó en los días de Ester (Est 9.31).
EL AYUNO EN EL NUEVO TESTAMENTO
El ayuno se menciona también en el Nuevo Testamento. Los judíos devotos
ayunaban (Hch 27.9). Algunos ayunaban los lunes y los jueves (Lc 18.12). Otros,
como Ana, que servía a Dios en el templo con «ayunos y oraciones» (Lc 2.37), lo
hacían más a menudo. Los discípulos de Juan el Bautista ayunaban (Mc 2.18).
Jesucristo ayunó cuarenta días y cuarenta noches antes de la tentación (Mt 3.2).
Asimismo, se menciona el ayuno de Cornelio (Hch 10.30), de los cristianos de
Antioquía (Hch 13.2–3), de Pablo y Bernabé (Hch 14.23), y se registra la
recomendación de Pablo a los matrimonios (1 Co 7.5).
Algunos opinan que pasajes como Mt 17.21, Mc 9.29, Hch 10.30 y 1 Co 7.5 no
deben tomarse en cuenta porque no se encuentran en los manuscritos más
antiguos, pero la existencia de estos versículos en muchos manuscritos demuestra
por lo menos que la iglesia primitiva creía en el valor del ayuno.
Jesús no canceló la práctica, pero pidió que sus seguidores lo hicieran con la
mirada fija en Dios, no en los hombres (Mt 6.16–18).
4. AYUNO:
Moisés ayuna cuarenta días, Deuteronomio 9.11-18.
En tiempo de tristeza, 1 Samuel 31.13; 1 Crónicas 10.12; 2 Samuel 3.35.
Durante crisis nacional, 2 Samuel 1.12.
Ayuno por los pecados del pueblo, Esdras 10.6.
Oración y ayuno constantes, Nehemías 1.4.
En necesidad de valor, Ester 4.16.
Afligido con ayuno, Salmo 35.13.
Afrenta por actos de humildad, Salmo 69.10-11.
Debilidad por ayuno, Salmo 109.24.
Verdadero significado del ayuno, Isaías 58.3-7.
Burla del ayuno, Isaías 58.4-5.
Abstinencia total, Jeremías 35.5-8.
Desolación de Egipto, Ezequiel 29.11-13.
Rey turbado, Daniel 6.18.
Oración y ayuno, Daniel 9.3.
Tres semanas de ayuno, Daniel 10.3.
Ayuno por arrepentimiento, Joel 1.13-14.
Hombres y animales ayunan juntos, Jonás 3.7.
Ayuno insincero, Zacarías 7.1-6.
Ayuno alegre, Zacarías 8.19.
Ejemplo de Jesús, Mateo 4.1-2.
Ostentación del ayuno, Mateo 6.16.
Discípulos no ayunan, Mateo 9.14-15.
Algunos ayunan y otros no, Marcos 2.18-20.
Cuatro mil personas ayunan tres días, Marcos 8.1-3.
Jesús en el desierto, Lucas 4.1-2.
Tiempo de ayunar y tiempo de comer, Lucas 5.33-35.
Adoración y ayuno, Hechos 13.2-3.
Ayuno con propósitos malignos, Hechos 23.12-13.
Ansiedad y pérdida de apetito, Hechos 27.33-36.
Poco valor en sí mismo, 1 Corintios 8.8.