Las tecnologías de la información tienen un impacto tanto positivo como negativo en los centros educativos. Por un lado, permiten actividades de aula soportadas por aplicaciones web 2.0 que fomentan nuevas formas de aprendizaje. Sin embargo, también generan residuos electrónicos que contaminan el medio ambiente. Se necesitan soluciones como el reciclaje y el diseño de dispositivos más ecológicos para mitigar los efectos negativos de la tecnología y aprovechar sus beneficios de manera sostenible.