El autor argumenta que es hora de "matar el libro" para expandir la lectura más allá del formato tradicional del libro impreso. Propone reconocer un "ecosistema de la lectura" donde todas las formas de lectura, incluyendo formatos digitales, tienen valor. El cambio hacia formas más diversas de lectura permitirá explorar nuevos territorios y enriquecer el proceso social de la lectura.
1. Opinión Enzo Abbagliati
Matar el libro
para expandir la lectura
A
estas alturas, es de Perogrullo afir- nuevos territorios que enriquezcan la lectura como proceso
mar que el mundo ha cambiado en social.
las últimas décadas por la incorpo-
ración masiva de tecnologías en las más Quizá haya llegado el momento de matar al libro para que
diversas actividades cotidianas que rea- se multipliquen las lecturas. Es una oportunidad para re-
lizamos. Pero suele ocurrir que al hacer pensarnos, no para ver cómo aprovechamos la tecnología,
clic en esta frase –para usar una imagen sino cómo construimos la cartografía actual y futura de la
ad hoc-, el foco no es el correcto. lectura.
Mi apuesta es por el reconocimiento explícito de lo que po-
El rol de las tecnologías en este cambio dríamos denominar el ecosistema de la lectura, desde la
es secundario, con toda la importancia premisa que todas las lecturas tienen valor, todos los es-
que puedan tener. El mundo ha cam- pacios son útiles, todos los soportes sirven. Y reitero que la
biado por los usos sociales que de esas condición básica es que hablemos de lectura, no de soportes
tecnologías se han hecho. Porque hemos (o de un soporte, el libro). Un ecosistema que no es nuevo,
cambiado nuestros hábitos usando tec- pero que en el último siglo vio cómo el libro se erigía como
nología ha tenido lugar esa transforma- su eje dominante y excluyente, degradando a las otras for-
ción. mas de lectura.
Nuestra relación con la cultura no está Hoy, por ejemplo, la lectura de novelas por entregas a tra-
ajena a este proceso. ¿Cómo genera- vés de la prensa (el despreciado folletín), nos parece de se-
mos y accedemos a la cultura? ¿Cuánta gundo nivel, pero cumbres de la literatura mundial del siglo
televisión vemos y cómo nos relaciona- XIX nacieron en ese formato. Algo parecido ha ocurrido con
mos con ella? ¿Cuántos diarios leemos y la oralidad y lecturas colectivas. No, esas no sirven, sen-
dónde lo hacemos? ¿Qué tipo de litera- tencian los taumaturgos del libro. Incluso, distinguen libros
tura leemos y en qué espacios? Estas y de primera y de segunda: Corín Tellado y sus cuatrocientos
muchas otras preguntas tienen hoy res- millones de ejemplares vendidos han hecho por la lectura
puestas que difieren en alto grado de las menos que Simone de Beauvoir. Y cuando entramos en el
de hace apenas una o dos décadas. terreno de la lectura digital, el rechazo ya es frontal, aun-
que como bien se ha señalado, el escrito electrónico es un
Sin embargo, cómo medimos nuestra re- objeto comunicativo más abierto, versátil, interconectado y
lación con la cultura –y en especial con significativo que el escrito impreso1.
la lectura– sigue realizándose desde una
mirada clásica. Así, cuando se constru- Sí, el mundo ha cambiado, y hay quienes viven todo esto con
yen índices de lectura la pregunta clave nostalgia. Pero la pregunta de fondo es si el cambio es para
es aún “¿Cuántos libros has leído en el mejor o no. En lo que respecta a la lectura, no me cabe duda
último tiempo?”. El libro impreso como de que estamos ante una posibilidad inédita en su historia
formato dominante, casi exclusivo, que de expandir las fronteras de sus dominios. Asumamos de una
da credenciales de realidad al acto de vez que hoy leemos más que nunca y leemos mucho más que
la lectura, la que vale, la que permite el libros. Y quien lee es, por cierto, un mutante2. Pero esa es
desarrollo de las personas y los pueblos. otra historia.
Pero con el libro, me parece, está pa- * Enzo Abbagliati es gerente de elquintopoder.cl, de la Fundación
sando como con los padres o con la au- Democracia y Desarrollo, y ex coordinador nacional del Programa
toridad en general. A veces, la única BiblioRedes (Dibam, Chile).
manera de avanzar es matándolo, sim-
bólica o realmente, porque su espíritu
1 Daniel Cassany, Tras las líneas. Sobre la lectura contemporánea, Anagrama, Barcelona, 2006,
“normativo”, de lo que cumple con el p. 194.
estándar y lo que no, impide explorar 2 Alessandro Baricco, Los bárbaros. Ensayos sobre la mutación, Anagrama, Barcelona, 2008.
18 Mi Biblioteca N.º 22 · Verano 2010