1. Universidad de las Américas
Facultad de Educación
Propuesta Didáctica para la enseñanza
de los movimientos obreros en Chile
(1880-1925) a través de fuentes
iconográficas.
Tesis para optar al grado académico de Licenciado en Educación.
Autores: Camila Herrera Rimmelin
Gabriela Yáñez Morgado
Profesor: Cristián Adrián Villegas Dianta
2. Universidad de las Américas
Facultad de Educación
Propuesta Didáctica para la enseñanza de los
movimientos obreros en Chile (1880-1925) a
través de fuentes iconográficas.
Concentración de obreros hacia 1900
3. A mi madre, tía, hermanos y sobrino por su comprensión y apoyo
incondicional.
A mi padre que ha sido la luz que guía mi proceder.
Gabriela Yáñez Morgado.
A mi madre, padre, hermano y abuela por su tolerancia y apoyo
en este importante proceso.
A mi Abuelo que desde donde se encuentre ha guiado mi vida.
Camila Herrera Rimmelin
I
4. Agradecimientos
Las autoras expresan su más sincero agradecimiento a:
A nuestro profesor guía Adrían Villegas Dianta, Magíster en Historia, Mención
Historia Política y Relaciones Internacionales, por su apoyo, empatía y comprensión en
éste proceso.
A nuestros amigos incondicionales que han estado apoyándonos en éste proceso,
especialmente a Darío Yáñez, Karina Cortés, Fabián Saavedra y Nicolás Ramírez
quienes han sido partícipes activos en éste trabajo.
II
5. Resumen
Esta tesis tiene como finalidad plantear una nueva Propuesta Didáctica para la
enseñanza de “Los movimientos obreros en Chile (1880-1925) a través de fuentes
iconográficas”. Está propuesta didáctica va dirigida a alumnos de 2° año medio, para la
enseñanza de la Unidad 4: Chile en el cambio de siglo: La época Parlamentaria. Todo
guiado por el Ajuste Curricular planteado por el Ministerio de Educación el año 2009.
La propuesta didáctica abarca la creación de un banco de imágenes digital, donde el
alumnado podrá utilizar diversas fuentes iconográficas, trabajando conjuntamente un
método de análisis de imágenes contemplado en guías de aprendizaje. Éste banco de
imágenes se creará basado en los contenidos de movimientos obreros en Chile (1880-
1925), abarcando las problemáticas sociales emergidas del fenómeno histórico conocido
como “la cuestión social”, que provocaron el cambio del imago mundi de las distintas
esferas sociales del siglo XX, surgiendo en Chile como consecuencia, nuevas
institucionalidades junto con legislaciones laborales y sociales.
Summary
This thesis has the finally, pose a new didactic purpose to teaching about "Labors
movements in Chile (1880-1925) through iconographic sources" This didactic purpose
go to second medium students for the unit of teaching number 4: Chile in the century
change: The parlamentary time. All guided of adjust curricular raised for the Ministery
of Education in 2009.
The didactic purpose covers the creation of a digital bank of pictures, when the students
could use many iconographic sources, working together with a method to analysis
pictures in guides of learning. This bank of pictures will create based on the content of
labors movements in Chile (1880-1925?, cover all the social problematics emerged
from the historical phenomenon, better known like " The social question ", than provoke
the change about imago mundi of the different century social spheres in twentieth
century, emerging in Chile as consequence, new institutional along with labor and
social laws.
III
6. 1
Índice
Introducción…………………………………………………………………………….. 3
1. CAPÍTULO INTRODUCTORIO……………………………………………………..
1.a. Introducción ………………………………………………………………………... 6
1.b. Aspectos metodológicos……………………………………………………………
1.b.I. Identificación del problema ………………………………………………………. 7
1.b.II. Preguntas de la investigación ……………………………………………………. 10
1.b.III. Descripción de la propuesta …………………………………………………….. 11
1.b.IV. Objetivos………………………………………………………………………… 13
1.c. Marco Teórico ………………………………………………………………………
1.c.I. Marco teórico disciplinario ………………………………………………………..
1.c.I.a. Revisión historiográfica………………………………………………………… 14
1.c. I.b. Discusión historiográfica……………………………………………………….. 18
1.c.I.c. Estado del arte …………………………………………………………………... 27
1.c.I.d. Desarrollo analítico del tema histórico ………………………………………….
1.c.I.d.1. Antecedentes…………………………………………………………………... 28
1.c.I.d.2. Causas………………………………………………………………………… 32
1.c.I.d.3 Desarrollo histórico …………………………………………………………… 35
1.c.I.d.4 Consecuencias ………………………………………………………………… 43
1.c.I.d.5 Efectos ………………………………………………………………………… 45
1.c.II. Marco teórico curricular…………………………………………………………. 50
1.c.III. Marco teórico didáctica específica………………………………………………. 51
1.c.IV. Marco teórico pedagógico………………………………………………………. 54
2.CAPÍTULO DE ANÁLISIS DE PROPUESTAS VIGENTES ………………………. 59
Introducción ………………………………………………………….............................. 60
Análisis propuestas vigentes …………...…………………..............................................
Texto uno …………………………..…………………………………………………... 61
Texto dos………………………..………………………………………………………. 73
Propuesta digital uno………..………………………….................................................. 84
Propuesta digital dos …..……………………………………………………………….. 90
3. CAPÍTULO DE PROPUESTA PEDAGÓGICA……………………………………. 95
Introducción ……………………………………………………….................................. 96
3.a. Cruce curricular de la propuesta didáctica …………………………………………. 97
3.b. Objetivos de la propuesta ………………………………………………………….. 99
3.c. Explicación detallada de la propuesta ……………………………………………… 100
3.d Explicación detallada de las clases………………………………………………….. 103
3.e. Análisis del paradigma bajo el cual se construye la propuesta didáctica ………….. 106
3.f. Explicación de procedimientos que contempla la propuesta ……………………….. 108
3.g. Explicación de las estrategias que contempla la propuesta………………………… 111
3.h. Explicación del método de la evaluación ………………………………............ 114
3.i. Detalle de la planificación de la propuesta …………………………………………. 119
4. CAPÍTULO DE PROPUESTA DIDÁCTICA ………………………………………. 124
Introducción …………………………………………………………………………… 125
4.a Presentación instruccional ………………………………………………………….. 126
4.b Instrucciones al docente …………………………………………………………….. 133
Guion docente Nº 1………………………..…………………………………………….. 136
Guion docente Nº 2………………………..…………………………….......................... 139
Guion docente Nº 3……….…………………………………………………………….. 142
Guion docente Nº4………………………………………………………………………. 145
Guion docente Nº5………………………………………………………………………. 148
Guion docente Nº6………………………………………………………………………. 150
7. 2
4.c Esquema resumen ………………………………....................................................... 152
Guía nº 1………………………………………………………………………………… 153
Guía Nº 2………………………………………………………………………………... 160
Guía Nº 3………………………………………………………………………………... 166
Guía Nº 4………………………………………………………………………………... 173
Guía Nº 5………………………………………………………………………………... 182
Guía Nº 6 ……………………………………………………………………………….. 189
4.d Actividad de evaluación general ……………………………………………………. 195
4.e Ejercicio de autoevaluación ………………………………………………………… 203
4.f Recursos generales ………………………………………………………………….. 206
5. CONCLUSIONES……………………………………………………………………. 208
5.a. Conclusiones de la parte pedagógica ………………………………………………. 209
5.b. Conclusiones de la propuesta didáctica ……………………………………………. 211
5.c. Miradas a futuro ……………………………………………………………………. 213
6. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………........................................... 214
7. MATERIALES ANEXOS……………………………………………………………. 219
8. 3
Introducción
La siguiente propuesta tiene como objetivo elaborar un banco de imágenes digital para
la enseñanza de los movimientos obreros en Chile (1880-1925), a través de fuentes
iconográficas entregando un método para su análisis, desarrollando en el alumnado
habilidades de pensamiento histórico y actitudes propias del trabajo colaborativo entre
pares, esta esencialmente dirigido a docentes y alumnos de segundo año medio,
realizando una nueva propuesta didáctica enmarcada en el ajuste curricular del año 2009
de los planes y programas estipulados por el Ministerio de educación en la unidad IV
Chile en el cambio de siglo: la época parlamentaria, identificando como problemática la
ausencia de un método de análisis de imágenes para la correcta utilización de estas en el
aula.
La propuesta está basada en la utilización de herramientas digitales TIC, las que
apoyarán el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos debido a su riqueza como
capital propio. Para la elaboración del banco de imágenes, se contempla en el transcurso
de seis clases cada una con sus respectivas guías de aprendizaje en las cuales se
abordara tanto los contenidos relacionados con los movimientos obreros en Chile desde
1880 – 1925, como también un método de análisis de imágenes de fuentes iconográficas
específicamente el método Panofsky.
Por otro lado se realiza una revisión historiográfica donde se organizan los autores por
líneas, siendo estas: línea marxista clásica, nueva historia social- popular, y por último
la línea conservadora. Se hará una descripción de los puntos de vista de los autores
respecto a los movimientos obreros en Chile a fines del siglo XIX y comienzos del siglo
XX, posteriormente se realizará una discusión historiográfica de los distintos puntos de
vista, siendo este aspecto de gran importancia para el desarrollo histórico de la
propuesta.
9. 4
Otro aspecto analizado dentro de esta tesis, es respecto a las propuestas vigentes donde
se toman dos textos de estudios, uno con y otro sin ajuste curricular, de distintas
editoriales, la falta de un método que interiorice al estudiante con el estudio de fuentes
iconográficas para su verdadero entendimiento, considerando un gran número de
actividades que contemplen la utilización de imágenes como factores de ejemplificación
de un contenido específico. De igual forma contemplando propuestas vigentes virtuales
la cuales no existen en relación a la temática los movimientos obreros desde mediados
del siglo XIX y principios del XX,
11. 6
A. INTRODUCCIÓN
El presente capítulo está enfocado principalmente a identificar el problema, plantear
preguntas de investigación y objetivos, describir la propuesta didáctica, realizando
también la revisión del Marco teórico, éste dividido primero; en Marco disciplinario,
que contiene a su vez, revisión y discusión historiográfica, análisis el desarrollo
histórico, segundo; presentando el Marco teórico curricular, tercero; el Marco teórico de
la didáctica específica y finalmente el Marco teórico Pedagógico.
El Marco Teórico Disciplinario va enfocado a la revisión de variadas posturas de
diferentes historiadores, organizadas por líneas, las cuales se expondrán y enfrentarán
para poder tener una visión panorámica de los movimientos obreros en Chile.
Por otro lado, se revisarán teorías pedagógicas que sustenten nuestra propuesta
didáctica, analizando la importancia de fuentes iconográficas para la enseñanza. Para
éste último punto es importante destacar que se describirá y analizará un método para
analizar éstas fuentes y así poder entregar al alumnado una completa guía para
aprovecharlas en el desarrollo de habilidades y capacidades como pensamiento crítico,
análisis, interpretación, entre otros.
Sintetizando lo anterior descrito, éste capítulo contiene la presentación de la propuesta
didáctica con todos sus ejes, tomando en cuenta identificación del problema, incluyendo
además la descripción de una metodología usada para abordar la problemática, donde se
irán alcanzado a lo largo del trabajo los objetivos, tanto general como específicos
planteados, todo esto sujeto al nivel 2º año de enseñanza media donde se abordan los
contenidos de movimientos obreros.
12. 7
B. ASPECTOS METODOLÓGICOS
I- Identificación del problema
Los movimientos sociales en Chile, a comienzos del siglo XX, han sido considerados
hitos de gran relevancia en la Historia del país, y es por esta razón que grandes artistas
nacionales, de aquella época y contemporáneos, han dedicado parte de su repertorio a
recodar estos sucesos, han sido tanto músicos como pintores, fotógrafos, caricaturistas,
entre otros los que han construido el patrimonio iconográfico de Chile.
En sus obras no sólo han plasmado la efervescencia de una situación específica con
respecto a los movimientos obreros en todos sus tipos de manifestación, sino también,
cuáles fueron los factores que llevaron a la clase trabajadora del siglo XX a
organizarse. Estos acontecimientos, propios del Chile de inicios de siglo XX son
integrados en el curriculum oficial que entrega el Ministerio de Educación en la Unidad
4: Chile en el cambio de siglo: La época parlamentaria con sus respectivos Aprendizajes
esperados y orientaciones didácticas para la unidad ( MINEDUC, 2011, p.81), sin
embargo se ha quitado énfasis a la importancia que tiene el material iconográfico como
herramienta didáctica para el estudio de la historia, aunque de algún modo se ha
ampliado su uso por parte de los historiadores, en las aulas de clases sólo se utilizan
para decorar acompañando los contenidos. Con respecto al uso de la imagen por parte
de los historiadores Burke considera lo siguiente:
“Los historiadores han ampliado considerablemente sus intereses hasta
incluir en ellos no solo los acontecimientos políticos, tendencias
económicas, y las estructuras sociales, sino también la historia de las
mentalidades, la historia de la vida cotidiana, la historia de la cultura
material, la historia del cuerpo, etc.” (Peter, Burke. 2001)
Dentro de los planes y programas del Ministerio de educación, se entregan sugerencias
de actividades tales como “Definen el concepto de “cuestión social” y, a partir de la
lectura de fuentes y observación de imágenes, resumen las principales características
de las condiciones de vida y de la situación laboral de los sectores populares a fines del
13. 8
siglo XIX y principios del siglo XX, como: ausencia de legislación laboral,
hacinamiento, malas condiciones de higiene, salud y nutrición, situación laboral y
social de la mujer” (MINEDUC, 2011, p.86), las cuales contemplan la utilización de
imágenes dentro de sus actividades como ejemplo de un contenido específico. Se
propone la utilización de imágenes en dichas actividades, sin embargo no es factible
encontrar en estas propuestas el análisis didáctico y metódico de la imagen,
independiente del contenido y unidad en que estas se presenten, dentro de las
consideraciones básicas para implementar el programa se hace énfasis en los cuatro
primeros ejes, primero encontramos el uso del lenguaje por parte del profesor, después
ejes como la lectura, la escritura, y la expresión oral por parte del estudiante, pero queda
renegada la observación o aprendizaje visual dentro de estas consideraciones. 1
Dentro de las consideraciones didácticas para la unidad IV Chile en el cambio de siglo:
La época parlamentaria en Chile de segundo año de enseñanza media, se hace referencia
a la utilización de fuentes visuales con respecto a la cuestión social, dejando registro de
cómo acceder a estas y como el estudiante debe llevarlas a la realidad del Chile actual.
Sin embargo nuevamente no se hace hincapié en el método de análisis para comprender
el material visual que se observa para la comprensión de los contenidos.
“Por otro lado, el estudio de fenómenos como la “cuestión social” puede
enriquecerse a través del uso de fuentes visuales, debido a que existen
abundantes registros fotográficos y documentales que reflejan las
condiciones de vida del período. Un completo set de imágenes y fuentes
que reflejan la discusión en torno a este problema puede encontrarse en
http://www.memoriachilena.cl. Al respecto, es importante proyectar
hacia el presente algunas dimensiones de este problema y que los
estudiantes puedan establecer comparaciones entre el pasado y el
presente, y así plantear reflexiones críticas sobre el problema de la
pobreza en Chile” (MINEDUC, 2009, p. 81)
Se puede apreciar, como antes se ha señalado, la utilización de fuentes iconográficas en
textos de estudio y en programas del curriculum nacional, cabe señalar que los
1
Véase planes y programas 2009, segundo año medio páginas 13, 14. MINEDUC
14. 9
profesores se apoyan en éstas para realizar actividades dentro del aula, el problema, por
lo tanto, no es la falta o inexistencia de fuentes iconográficas en la enseñanza, sino más
bien, el no saber aprovechar lo que éstas transmiten, es decir, sólo se mira por encima y
no se observa realmente lo que la imagen puede llegar a entregar del momento captado.
El profesor no está participando como puente entre la imagen y los contenidos
entregados, sólo utilizándola como mero elemento decorativo. Como señala Rafael
Valls en Los estudios sobre manuales escolares de historia y sus nuevas perspectivas, si
bien la utilización de la imagen en la enseñanza de la historia y las ciencias sociales ha
ido en aumento y junto con esto el color y la iconicidad de éstas en comparación a su
uso netamente ilustrativo, aún existen deficiencias claras en su correcto uso,
refiriéndose respecto a éste punto de la siguiente forma:
“Hasta hace pocos años se solía dar por aceptable un porcentaje medio
próximo al cincuenta por ciento para las imágenes, pero en los más
recientes manuales este promedio es habitualmente más alto y,
especialmente en el caso de las editoriales más poderosas, habría que
aumentarlo entre unos diez y quince puntos […]Es cierto que se ha
avanzado en un uso más documental de las imágenes respecto del
anteriormente mayoritario uso ilustrativo o decorativo, pero aún
persisten fuertes insuficiencias y, a veces, marcadas contradicciones que
sería muy conveniente ir superando”. (Valls, 2001, p.23-36).
No resulta provechoso incluir las fuentes iconográficas como mero elemento de
decoración como lo señala Valls, si se utilizan éstas fuentes en la enseñanza de la
historia se deben entregar las herramientas a los alumnos para poder analizarlas y
utilizarlas para el estudio de los contenidos, es fundamental que la entrega de éstas sea
de forma clara y se les enseñe una metodología para poder aprovecharlas en su proceso
de enseñanza-aprendizaje, para ir superando las insuficiencias que hasta hoy se pueden
apreciar en el uso de la imagen y otras fuentes iconográficas, como lo señala Kossoy:
“las imágenes revelan su significado cuando traspasamos su barrera iconográfica y
recuperamos las historias que traen implícitas en forma fragmentaria” (Kossoy, 2005)
15. 10
II- Preguntas de Investigación
Pregunta Central.
¿Cuál es la importancia de analizar las fuentes iconográficas para la enseñanza de los
movimientos obreros en Chile (1880 a 1925) a través de un banco de imágenes?
Preguntas secundarias.
¿Cuál es la necesidad de enseñar un método para analizar fuentes iconográficas?
¿Es justificable la utilización de fuentes iconográficas en la enseñanza de los
movimientos obreros en Chile?
¿Es un banco de imágenes un recurso útil para la enseñanza de los movimientos obreros
en Chile a través de fuentes iconográficas?
16. 11
III- DESCRIPCIÓN DE LA PROPUESTA
Los bancos de imágenes son colecciones de distintas índoles estás pueden variar en
contenido y objetivo, pueden ser tanto fotografías, dibujos, volantes, intervenciones
urbanas, y grabados entre otros.
Se crea un Banco de Imágenes como herramienta didáctica, las imágenes están
relacionadas con los movimientos obreros y las situaciones que los provocaron, a fines
del siglo XIX y principios del siglo XX, de manera que los estudiantes vayan no sólo
relacionando las imágenes con la Historia y la calidad de vida que llevaba cada sector
específico de la sociedad, sino también, se vayan integrando al estudio, análisis, y
metodología que conlleva observar una imagen y comprender su contexto social,
político, económico, y cultural.
El uso de material gráfico para la enseñanza ha sido una metodología utilizada en
muchas especialidades pedagógicas. Desde cuentos para niños hasta redes sociales. Sin
embargo para la utilización de fuentes iconográficas en la labor pedagógica cualquiera
sea la especialidad, es importante tener conocimientos previos de la técnica y del
material gráfico a utilizar, ya sea una fotografía, una pintura, o una caricatura. En el
caso puntual en la enseñanza de la historia es primordial que el material gráfico sea
situado en un contexto económico, cultural, social, geográfico, y político.
Es por esta razón que se hace factible primero, la utilización de un banco de imágenes y
segundo, la enseñanza de un método específico para la compresión y análisis de
observación de fuentes iconográficas clara y ordenada, para la explicación y desarrollo
de la historia del movimiento obrero a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
Se trabajará en el transcurso de seis clases, donde se irán incorporando los contenidos
referidos a Los movimientos obreros en Chile (1880-1925) además de un método de
análisis de fuentes iconográficas a través de guías de aprendizaje donde los alumnos
encontrarán explícitamente los contenidos, actividades, instrucciones y referencias
bibliográficas y páginas web, para llegar al producto final al crear una Banco de
imágenes a través de cuatro herramientas digitales diferentes (Glogster, Gogofrog,
Animoto y Capzles), al finalizar la elaboración de éste Banco de imágenes los alumnos
exporndrán sus resultados finales y serán publicados en la página web diseñada
17. 12
especialmente para la entrega ordenada de todo el material didáctico utilizado en las
clases.
El siguiente recuadro bosqueja de manera sencilla la idea del cómo se trabajará:
Bloque Característica Nº de Clase Actividades
Principales
Evaluación
1 Inicio 1 -Análisis de
imágenes
Formativa
2 Desarrollo 2-3 y 4 -Análisis de
imágenes
-Análisis de
fuentes
escritas
Formativa
3 Cierre 5-6 -Elaboración
banco de
imágenes
-Exposición
final de
banco de
imágenes
(análisis y
conclusiones)
Sumativa
18. 13
IV- OBJETIVOS
Objetivo General.
Elaborar un banco de imágenes digital para la enseñanza de los movimientos
obreros en Chile (1880-1925), a través de fuentes iconográficas entregando un
método para su análisis, desarrollando en el alumnado habilidades de
pensamiento histórico y actitudes propias del trabajo colaborativo entre pares.
Objetivos Específicos
Confeccionar un Banco de Imágenes digital como recurso didáctico para la
enseñanza de los movimientos obreros en Chile.
Aplicar un método de análisis de imágenes para comprender el proceso de
ascenso de las clases medias al poder y la proletarización de la mano de obra.
Comprender la importancia del uso de fuentes iconográficas para la enseñanza
de los movimientos obreros en Chile entre los años 1880 y 1925.
19. 14
C. MARCO TEÓRICO
I- MARCO TEÓRICO DISCIPLINARIO
A) Revisión Historiográfica
Línea Autores Obra
Conservadora
Gonzalo Vial Historia de Chile (1891– 1973). La sociedad
chilena en el cambio de siglo (1891– 1920)
Mario Góngora Ensayo histórico sobre la noción de Estado
en Chile en los siglos XIX y XX
Sergio Villalobos La época de Balmaceda. Balmaceda y el
movimiento popular
Marxismo clásico Marcelo Segall Desarrollo del Capitalismo en Chile: Cinco
ensayos dialécticos
Julio César Jobet Ensayo crítico del desarrollo económico-
social de Chile
Hernán Ramírez
Necochea
Historia del movimiento obrero en Chile.
Antecedentes siglo XIX
Jorge Barría El movimiento obrero en Chile: Síntesis
Histórico-social
Luis Vitale Génesis y evolución del movimiento obrero
chileno hasta el frente popular
Nueva historia
social-popular
Sergio Grez De la “regeneración del pueblo” a la huelga
general. Génesis y evolución histórica del
movimiento popular en Chile (1810-1890)
Gabriel Salazar Labradores, peones y proletarios. Formación
y crisis de la sociedad popular chilena del
siglo XIX
Mario Garcés Crisis social y motines populares en el 1900
Julio Pinto ¿Revolución Proletaria o querida chusma?:
Socialismo y Alessandrismo en la pugna por
la politización pampina ( 1911-1932)
20. 15
Línea Conservadora
Esta línea se caracteriza por una fuerte influencia de la escuela de los Annales, autores
como Villalobos y Góngora pusieron énfasis en el estudio de los problemas sociales y
económicos del pasado colonial y al analizar los movimientos obreros en Chile realizan
énfasis a la decadencia de la elite de la época. Un poco alejado de éstos se encuentra
Vial quien se centra en un desarrollo más analítico del acontecer histórico, mencionando
casi con desprecio a la clase trabajadora y a los movimientos obreros y estudiantiles.
Estos autores al momento de referirse a los movimientos obreros en Chile, como ya se
ha mencionado, otorgan atención al análisis de la clase oligarca del período
parlamentario.
Sergio Villalobos: Su tesis en La época de Balmaceda, libro escrito en conjunto con
otros autores, realiza un análisis específicamente en Balmaceda y el movimiento popular
extracto realizado por Villalobos dentro del libro, se basa en la ineficacia gubernativa
que trae como consecuencia una crisis política y moral2
.
Mario Góngora: Su tesis en Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los
siglos XIX y XX se basa en que es el Estado la matriz de la nacionalidad, aristocracia
gobernante incapaz de afrontar las nuevas realidades económicas, como consecuencia
iniciándose los movimientos obreros3
.
Gonzalo Vial: Su tesis en Historia de Chile (1891– 1973). La sociedad chilena en el
cambio de siglo (1891– 1920) se basa en la ineficiencia de la clase oligarca en la
solución de problemas sociales que lleva como consecuencia al surgimiento de los
movimientos obreros en Chile. Un ejemplo claro de lo antes mencionado es cuando
menciona lo siguiente:
“Las clases trabajadoras – campesinos, mineros y salitreros,
artesanos, operarios fabriles y elementos medios más
modestos – se vieron sometidas a una presión aplastante.
Confluyeron sobre ellas innúmeros problemas (económicos,
sanitarios y de salud, y especialmente morales y de Imago
mundi) que les fueron haciendo insoportable la existencia. Ni
la clase dirigente ni el régimen político pudieron hallar
solución para estos sufrimientos. (…) Por último, los
sufrientes usaron la violencia contra la sociedad y la
sociedad les respondió con la represión”.4
2
Villalobos, Sergio y otros (1992). “Balmaceda y el movimiento popular. La época de Balmaceda”.
Santiago de Chile. Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, pp. 71-101.
3
Góngora, Mario (1981), “Ensayo histórico sobre la noción de Estado en Chile en los siglos XIX y XX”.
Santiago de Chile. Ediciones la Ciudad.
4
Vial, Gonzalo (1981). “Historia de Chile (1891 – 1973). La sociedad chilena en el cambio de siglo
(1891 – 19209”, Volumen I, Tomo 2, Editorial Santillana, Santiago, pp. 496.
21. 16
Línea Nueva historia social popular
La nueva historia social-popular pone énfasis en el sector popular que había quedado
relegado a un plano marginal, los autores de ésta línea otorgan historicidad a sectores
que desarrollaron otro tipo de experiencias, no sólo a los sectores que se encontraban
vinculados a la lucha socialista propia del contexto histórico mundial. Analizan la
conflictividad social como modo preservar elementos culturales propios de la identidad
popular.
Sergio Grez: Su tesis en De la “regeneración del pueblo” a la huelga general. Génesis
y evolución histórica del movimiento popular en Chile (1810-1890) se basa en una
praxis asociativa, reivindicativa y política de los movimientos obreros en Chile5
.
Gabriel Salazar: Su tesis en Labradores, peones y proletarios. Formación y crisis de la
sociedad popular chilena del siglo XIX se basa en que los movimientos obreros nacen
como resistencia popular a la proletarización y a la subordinación bajo formas de
rebeldías primitivas6
.
Mario Garcés: Su tesis en Crisis social y motines populares en el 1900 se basa en que
los movimientos obreros nacen por el erróneo concepto de “cuestión social” de las elites
de la época y la limitación de éstas a factores económicos, teniendo como eje central de
su análisis las malas condiciones de trabajo como eje importante de protestas7
.
Julio Pinto: Su tesis en ¿Revolución Proletaria o querida chusma? Se basa en una
politización orgánica y discursiva del pueblo, propuestas pragmáticas a la solución de
problemas sociales y la participación popular dan como consecuencia la formación de
conciencia de clase y posteriores movimientos obreros8
.
5
Grez, Sergio (1998). ”De la “regeneración del pueblo” a la huelga general. Génesis y evolución histórica
del movimiento popular en Chile (1810-1890)”, vol. XIII, Colección Sociedad y Cultura, Dirección de
Bibliotecas, Archivos y Museos, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Ediciones RIL, Santiago
de Chile.
6
Salazar, Gabriel (1985). “Labradores, peones y proletarios: Formación y crisis de la sociedad popular
chilena del siglo XIX”, SUR Ediciones, Santiago de Chile.
7
Garcés, Mario (1991). “Crisis social y motines populares en el 1900”. Lom Ediciones. Segunda edición,
septiembre 2003. Santiago de Chile. PP. 98-134.
8
Pinto, Julio; Valdivia, Verónica (2001). “¿Revolución Proletaria o querida chusma?: Socialismo y
Alessandrismo en la pugna por la politización pampina (1911-1932)”. Lom Ediciones. Santiago de Chile.
22. 17
Línea marxista clásica
La Línea marxista clásica privilegia al movimiento obrero urbano como poseedor de un
carácter ilustrado que lo insertaba en un contexto mundial de desarrollo del socialismo.
Los autores marxistas clásicos analizan los movimientos obreros desde una perspectiva
a partir de un contexto internacional muy complejo como lo fue la constante guerra
ideológica entre el capitalismo estadounidense y el comunismo de la URSS.
Marcelo Segall: Su tesis en Desarrollo del Capitalismo en Chile: Cinco ensayos
dialécticos se basa en la necesidad de la lucha política del naciente proletariado frente a
la sociedad capitalista, busca comprobar que el nacimiento de la lucha de clases en
Chile, basándose en las protestas del peonaje rural y minero, junto a la acción
organizada por el artesanado urbano, serían según Segall, los orígenes inmediatos a la
formación de una ideología revolucionaria por parte de los sectores populares9
.
Julio César Jobet: Su tesis en Ensayo crítico del desarrollo económico-social de Chile
se basa en la progresiva maduración de la conciencia de los trabajadores hasta llegar a la
conjunción entre el sindicato y el partido, para alcanzar su propia emancipación10
.
Hernán Ramírez Necochea: Su tesis en Historia del movimiento obrero en Chile.
Antecedentes siglo XIX se basa en que los movimientos obreros surgen por la influencia
de factores ideológicos que contribuyeron a la formación de conciencia de clase en el
proletariado11
.
Jorge Barría: Su tesis en El movimiento obrero en Chile: Síntesis Histórico-social se
basa en el núcleo de los movimientos obreros, siendo éste la explotación de la clase
trabajadora por parte del sistema capitalista12
.
Luis Vitale: Su tesis en Génesis y evolución del movimiento obrero chileno hasta el
frente popular se basa en el estudio de los movimientos obreros desde el la aparición de
los primeros núcleos proletarios, no sólo el de la formación de sus organizaciones,
plantea el surgimiento de los movimientos obreros como respuesta a la influencias
ideológicas del anarquismo, socialismo y posterior comunismo, además como necesidad
de solucionar los problemas sociales, específicamente en el ámbito laboral propias del
auge capitalista13
.
9
Segall, Marcelo (1953). “Desarrollo del Capitalismo en Chile: Cinco ensayos dialécticos”. Editorial del
Pacífico S.A. Santiago de Chile. Pp. 213-233.
10
Jobet, Julio César (1951). “Ensayo crítico del desarrollo económico-social de Chile”. Editorial
Universitaria S.A. Santiago de Chile.
11
Ramírez, Necochea Hernán (1956). “Historia del movimiento obrero en Chile. Antecedentes siglo
XIX”. Editorial Austral, Santiago de Chile.
12
Barría, Jorge (1971).” El movimiento obrero en Chile: síntesis histórico-social”. Universidad Técnica
del Estado. Santiago de Chile.
13
Vitale, Luis (1979). “Génesis y evolución del movimiento obrero chileno hasta el frente popular”.
Universidad Central de Venezuela. Caracas Venezuela.
23. 18
B) Discusión Historiográfica
En Chile con la influencia de la Escuela de los Annales, historiadores como Mario
Góngora y Sergio Villalobos han marcado una línea con preponderancia conservadora a
la hora de analizar los movimientos obreros en nuestro país, muchas veces tildando al
estudio de éstos como innecesarios por su carencia intelectual ( Góngora, 1981).
Se hace necesario desatacar a otro autor que al igual que Villalobos y Góngora, realiza
una mirada de los movimientos obreros con una línea conservadora, Gonzalo Vial,
aunque muchas veces criticado por su falta de fuentes empíricas, realiza una narración
de hechos de la cuestión social y los movimientos obreros detallada, pero su obra no
tiene una influencia directa de la Escuela de los Annales, ya que la estructura y la
coyuntura no la justifica metódicamente, como ya se ha señalado es muy cuestionado
por esto, por tanto ya se declara una diferencia con otros autores conservadores. Otro
punto importante a señalar, es que a diferencia de otros, Vial critica ácidamente a la
oligarquía y a la clase política de la época, por la simple razón de no tener la capacidad
de tomar decisiones correspondientes en un tema tan delicado en el acontecer del pueblo
chileno, esto lo refleja en su libro Historia de Chile (1891– 1973), volumen 1, tomo II,
La sociedad chilena en el cambio de siglo (1891– 1920) donde expresa el hermetismo y
terquedad de la clase política para solucionar los problemas sociales y enfrentar los
movimientos obreros:“[…] el régimen político era ya impenetrable. Amarguras, ironías
y llamados a la conciencia, no podían conmoverlo. La cuestión social no halló remedio
legislativo”.
Llegando la década de 1950, la corriente influenciada por la Escuela de los Annales fue
perdiendo fuerza, al llegar una nueva forma de estudiar los movimientos obreros, cobran
ímpetu y gran influencia los historiadores llamados “marxistas clásicos”, tales como
Marcelo Segall, Julio César Jobet, Hernán Ramírez Necochea, Jorge Barría entre otros.
Éstos se encargaron de exaltar la condición del proletariado teniendo en sus obras de
manera explícita la teoría marxista. Por otro lado se debe señalar, que existen
diferencias entre estos historiadores, y que al mismo tiempo han sido inmensamente
cuestionados y criticados por su falta de bases empíricas, orientación economicista y
política. De todos modos se debe tener presente el contexto histórico en el que éstos
historiadores realizaron sus investigaciones, contexto de cambios sociales que
24. 19
influenciaron de sobremanera sus obras, al tener esto en cuenta podremos entender lo
que realmente envuelven sus trabajos.
Es importante además contraponer las obras de los autores “marxistas clásicos” con la
naciente historiografía social- popular o también llamada la nueva historia social, que
adquiere mayor fuerza en la actualidad, a partir de los sucesos post golpe militar del año
1973, teniendo como fuertes exponentes a los historiadores Sergio Grez, Gabriel
Salazar, Mario Garcés y Julio Pinto, al mismo tiempo teniendo entre ellos, diferencias
macadas a la hora de analizar los movimientos obreros del siglo XIX y XX.
Estas diferencias las hace notar Grez en Escribir la historia de los sectores populares
¿con o sin política incluida?, donde realiza una fuerte crítica no sólo al trabajo realizado
por la corriente de historiadores “marxistas clásicos”, enfrenta directamente el trabajo
realizado por el exponente ícono de la nueva historia social chilena, comparando su obra
De la “regeneración del pueblo” a la huelga general… con la obra de Salazar,
Labradores, peones y propietarios…. Grez menciona refiriéndose a la obra de Salazar
que:
“[…] en este libro no están las luchas políticas, económicas o
ideológicas de “los de abajo”. Conscientemente, Salazar dejó de lado la
intervención popular en las elecciones, asambleas, guerras civiles,
elecciones y partidos políticos, participación muy real en ese siglo”
(Grez, 2005, p.5).
Este debate que nace a partir del análisis realizado por Grez, fue generando diversas
opiniones, ya que critica la sobrevaloración que realiza Salazar en elementos identitarios
del peonaje y la falta de análisis político, “el autor ha prescindido de la dimensión
política del accionar histórico del mundo popular” (Grez, 2005, p.4). En su libro De la
“regeneración del pueblo” menciona que es necesario realizar un estudio de “los de
abajo” incluyendo la dimensión política, faltante en Labradores, peones y propietarios,
el intenta realizar un análisis de las relaciones que existen entre el ámbito social y
político de los movimientos obreros. Es por esto que se ha entablado la discusión de la
existencia de la dimensión política en la obra de Salazar, defendiendo muchos la
existencia del análisis político no explícito en su trabajo, “lo que existe en la
historiografía de Salazar es sencillamente otra forma de concebir la política,
incluyéndola, por tanto, también de “otra forma” (Miguel Fuentes, 2007, p.101).
25. 20
Salazar por otro lado, en Labradores, peones y propietarios, declara que no es
necesario dividir el estudio de “los de abajo”, tema muy debatido por Grez, quien
menciona en Escribir la historia de los sectores populares ¿con o sin política incluida?,
que aunque con Salazar se quebró la historiografía “marxista clásica” carente de muchos
aspectos, no analiza la gran importancia de la participación del sector popular en
organizaciones políticas como base de sus movimientos mencionando:
“Salazar…Tampoco mencionó las organizaciones, ni las ideologías y
postulados políticos en que se apoyaron los trabajadores para construir
sus proyectos y conquistar sus reivindicaciones; sólo tangencialmente
aparecen algunas de sus peticiones colectivas frente a las autoridades y
los patrones” (Grez, 2005, p.5).
Siguiendo con la línea de la nueva historia social o historiografía social-popular es
necesario analizar las ideas de Garcés, quien señala que la historia del movimiento
popular chileno y el análisis de los movimientos obreros siempre han estado
condicionados desde ellos mismos, es decir, al desarrollo que estos alcancen y la
presión que ejerzan en la elite política, en muchos aspectos Garcés en su libro Crisis
social y motines populares en el 1900 cuestiona la manera de realizar la historia popular
y de los movimientos obreros de muchos historiadores, en particular de la línea
conservadora, destacando que ésta no debe ser sólo un relato de hechos y de héroes, no
cree en la necesidad de crear además un concepto de nación a raíz de estos elementos,
sino que recalca que se debe analizar una serie de elementos y formas de las cuales está
compuesta nuestra historia popular, para poder limitarse a tan sólo relatarla. “La nación
chilena, en este sentido, no puede ser vista como la superposición de personajes
folclóricos de ayer y de hoy” (Garcés, 1991, p.8). Por tanto concluye en la necesidad de
crear una nueva historia de los de “los de abajo”, refutando la línea conservadora con
influencia de los Annales.
Por otro lado, para poder enfrentar las ideas de los historiadores de la nueva historia
social y las de los “marxistas clásicos” se hace necesario retomar el análisis de las obras
de Necochea, Barría, Segall y Jobet, con una línea marxista muy propia del momento,
son cuestionados, como ya antes se había mencionado, por su falta de apoyo empírico
influenciado por un tinte muy ideológico, como lo menciona Pamela Quiroga en su
Ensayo Nueva historia social y proyecto popular en Chile, “La historiografía marxista
26. 21
clásica en Chile fue cuestionada entonces por su mecanicismo, reduccionismo y por su
exceso de ideologismo”. Por esta razón muchos hacen hincapié en la necesidad de tener
presente el contexto de cambios que sufría Chile entre las décadas 1950 y 1970, donde
los historiadores “marxistas clásicos” inician su labor de análisis de los movimientos
obreros. Necochea menciona su intención de realizar historia con los que siempre
fueron marginados de la historia tradicional, en éste caso la historia realizada por
autores como Góngora y Villalobos, mencionando en su libro Historia del movimiento
obrero en Chile, que su objetivo era que “el proletariado nacional conozca su
verdadera historia” (Ramírez Necochea, 1986, p.16).
En el caso del trabajo realizado por Necochea se puede apreciar una orientación
teleológica, esforzándose en realizar una historia entre los primeros obreros del siglo
XIX y la formación del partido comunista en Chile. Como menciona también Grez
sobre el trabajo de Necochea Historia del movimiento obrero:
“estuvo puesto en las condiciones estructurales (económicas) que
posibilitaron el nacimiento y desarrollo del proletariado y en los factores
–esencialmente ideológicos- que contribuyeron a la formación de su
conciencia de clase”. (Grez, 2005, p.2)
Es en el análisis de la obra de Recabarren y el comunismo en Chile donde Jobet y
Necochea encuentran una de sus diferencias, esto se ve claro en las críticas de Necochea
hacia el trabajo de Jobet, en su libro Historia del movimiento obrero, diciendo:
“Jobet, ofuscado por sus violentos y jamás disimulados prejuicios
anticomunistas, pretende que ningún nexo queda entre la figura y la
acción de Recabarren y el Partido Comunista de Chile. Pues bien, al
hacer estas antojadizas afirmaciones, Jobet deliberadamente olvida o
reduce al mínimo un hecho: el mismo Recabarren consideró que su obra
maestra fue la fundación del Partido Comunista de Chile”. (Ramírez
Necochea, 1986, p.455)
Esta crítica realizada por Necochea al trabajo de Jobet va enfocada directamente a sus
libros Ensayo crítico del desarrollo económico-social de Chile y Recabarren. Los
orígenes del movimiento obrero y del socialismo chileno, es de vital importancia
destacar que el trabajo de Jobet va dirigido a la crítica de la conducta de los grupos
27. 22
formados bajo el poder de la plutocracia, en Ensayo crítico se destaca el prefacio escrito
por Guillermo Feliú donde describe el carácter ideológico y de fuerte crítica realizada
por Jobet, diciendo:
“Se enjuicia la conducta de los grupos sociales formados en el poder que
controlaron la agricultura, la industria y el comercio, como una
plutocracia, en la dirección superior del país. De aquí deriva la
violencia, a veces, de la palabra en un estilo escueto y sin adornos
literarios ni estéticos”. (Feliú, 1951)
Es por tanto que Necochea realiza la polémica declaración antes mencionada, ya que
Jobet no realiza énfasis en analizar el movimiento obrero hasta la formación del partido
comunista, dejando de lado la fundación de éste partido por Recabarren en su análisis.
Por otro lado cabe destacar las obras de historiadores como Segall, quien a diferencia de
Necochea y Jobet destaca la importancia de otros actores como lo es el minero y el
artesanado, además de otras formas de descontento y protesta de “los de abajo” tales
como el robo en las minas y la organización de lucha política de los obreros. En su
libro Desarrollo del capitalismo en Chile: Cinco ensayos dialécticos, realiza una crítica
sobre el análisis realizado por otros historiadores sobre los movimientos obreros y la
influencia de inversores capitalistas en la minería chilena. Como parte de la primera
corriente “marxista clásica” Segall junto con Jobet y Necochea dan una perspectiva
extrema sobre los acontecimientos sociales ocurridos en Chile contemplando aristas
capitalistas y opresión política sobre los trabajadores de la época, en el caso de Segall
dando énfasis al desarrollo de la minería y las formas de levantamiento de los obreros
sobre la clase oligarca. Segall destaca en Cinco ensayos dialécticos refiriéndose a los
movimientos obreros lo siguiente:
“El movimiento obrero juega un papel destacado, múltiple y decisivo.
En él está basado el futuro de la sociedad humana integral: la liberación
total del hombre. “El proletariado no puede libertarse sin suprimir sus
propias condiciones de existencia”. Luego, sus problemas de
organización son vitales en la acción política y son un foco permanente
de inquietud”. (Segall, 1953, p.26)
28. 23
Posterior a Segall, Jobet y Necochea nace una nueva generación de historiadores
“marxistas clásicos”, uno de esos grandes exponentes es Jorge Barría, quién en su libro
El movimiento obrero en Chile: Síntesis Histórico-social, realiza un estudio y análisis
de toda la clase trabajadora, refiriéndose con ello a toda persona que tenga un sueldo,
remuneración o salario por su trabajo, a diferencia de sus predecesores, Barría incluye
no sólo al trabajador de la industria urbana o al trabajador de la mina, sino al conjunto
de personas que perciben un ingreso económico por su trabajo abarcando profesionales,
campesinos, obreros, mineros, entre otros. “El movimiento obrero no reconoce
generaciones sino una sola calidad: la condición de trabajador”. (Barría, 1971, p. 136)
Barría declara que el objetivo de su trabajo está enfocado a una clase trabajadora
organizada, por tanto va más allá de los movimientos obreros realizados en salitreras o
industrias, sino a la evolución de mancomunales, sindicatos, directivas sindicales, entre
otras formas de organización, hasta la creación de una conciencia de clase por parte de
los trabajadores, teniendo en común con Segall, Necochea, Jobet y otros historiadores
que es la clase trabajadora quien es está en un constante agobio capitalista. En El
movimiento obrero en Chile, Barría declara que se lograron muchos objetivos a través
de las movilizaciones de la clase trabajadora, diciendo: “La dignificación del
trabajador y su clase, también es un fruto de la acción del movimiento obrero”. (Barría,
1971, p. 135)
Teniendo claro que dentro de la historiografía “marxista clásica” existían diferencias
anteriormente señaladas, seguían una misma línea marxista propia del acontecer
histórico de la época, llega el momento de enfrentar éstas con la llamada nueva historia
social, representada en éste caso por los autores Grez, Salazar y Garcés, quienes como
representantes de la nueva historiografía social-popular realizan otro tipo de
investigación desde el exilio post-dictadura, alejándose del marxismo estructuralista
presentado en Jobet, Segall, Barría, Necochea y otros historiadores, y del leninismo.
Como consecuencia de este alejamiento de las líneas investigativas del “marxismo
clásico” Salazar, Grez y Garcés tienen influencia de las diferentes escuelas
historiográficas europeas y de historiadores como Edward P. Thompson, Eric
Hobsbawm y George Rudé, quienes que generaron una nueva concepción del cómo
realizar la historia de “los de abajo”. Salazar señala desde Inglaterra lo siguiente:
29. 24
“[…] echar las bases de una “nueva historia”, que superara las
limitaciones de la historiografía conservadora, marxista y academicista,
tanto en lo que se refiere a su relación con los enfoques y métodos de las
ciencias sociales, al modo de construir los conceptos y el enfoque
teórico, a su inserción activa en los debates contemporáneos, como
también a su capacidad de integrar las preguntas de la base social”.
(Salazar, 2003, p. 111)
Por otro lado Julio Pinto señaló refiriéndose a línea marxista clásica en su libro
¿Revolución Proletaria o querida chusma? y en muchas de sus otras obras, el tener una
preponderancia “estructural”, cuestiona su incapacidad para reconocer la diversidad
cultural al interior de los sectores populares, también le critica su tendencia a privilegiar
las relaciones entre los trabajadores y los partidos de izquierda, haciendo que estos
últimos parezcan como únicos protagonistas de la historia e incluso les atribuye un
sesgo “iluminista” como muchos otros autores, privilegiando la acción racional-
instrumental. Pinto tiene mayor concordancia con el análisis realizado por Salazar,
escribiendo juntos obras como Historia contemporánea de Chile II: Actores, identidad y
movimiento.
Por tanto se percibe una diferencia clara en las líneas investigativas, por un lado la
historiografía “marxista clásica”, teniendo una influencia ideológica explícita, un sesgo
economicista y político sin base empírica, intentan dar a conocer una historia de la clase
trabajadora no tomada en cuenta con anterioridad, relatando y analizando
acontecimientos del movimiento obrero en nuestro país, sus logros y pesares, todo en un
contexto internacional muy complejo como lo fue la constante guerra ideológica entre el
capitalismo estadounidense y el comunismo de la URSS. Por otro lado el comienzo de
nuevas tendencias como la historiografía social-popular donde los historiadores ven
desde otro punto de vista y analizan los movimientos obreros y la cuestión social dando
un enfoque apoyado en bases empíricas, con metodologías apegadas a las ciencias
sociales, haciendo esbozo de un esfuerzo por alejarse del marxismo estructuralista tan
criticado. Nacen con la historiografía social-popular conceptos como bajo pueblo e
identidad, reemplazando términos utilizados por la historiografía marxista clásica como
proletariado y conciencia de clase.
30. 25
Como todos estos autores señalan, existieron muchos factores que influyeron en el
desarrollo de los movimientos obreros en Chile a fines del siglo XIX y comienzos del
XX. La necesidad de los trabajadores de éste periodo de tener una legislación laboral y
social que procurara protegerlos hace que comiencen a nacer las mutuales, sociedades
de resistencia, mancomunales y posteriores sindicatos con el objetivo de organizarse
para fomentar la solidaridad y cuidado entre el proletariado.
El movimiento obrero se estructura hacia 1900. La influencia del movimiento obrero
mundial junto con sus ideologías, en especial la de anarquistas, socialistas y,
posteriormente comunistas, contribuyó como ya se ha señalado con anterioridad, a la
gestación de las primeras organizaciones de clase del proletariado chileno. Las
Sociedades en Resistencia, inspiradas por el movimiento anarquista, son consideradas
por muchos autores siendo el caso de Luis Vitale, como las primeras organizaciones
sindicales chilenas. Vitale señala lo siguiente al referirse a la influencia ejercida por el
anarquismo:
“El movimiento anarquista de Chile ejerció una influencia
importante en el movimiento obrero chileno de fines del
siglo pasado y en las primeras décadas del presente.
Organizaron las Sociedades en Resistencia, que fueron los
primeros sindicatos del país”. (Vitale, 1979, p. 39)
Es como entonces nace la Federación Obrera de Chile (FOCH) que sólo comienza como
una agrupación de obreros de ferrocarriles ligados al Partido Demócrata, pero adquieren
una importancia vital en la década de 1910, cuando se incorporan trabajadores del
salitre, teniendo como consecuencia relevancia nacional. La FOCH se comienza a
desligar de la influencia del Partido Demócrata comenzando a tener influencia
ideológica del naciente Partido Obrero Socialista, (convertido después en el Partido
Comunista) liderado por Luis Emilio Recabarren, evolucionando a tener un carácter
revolucionario y anticapitalista. Luis Vitale en Génesis y evolución del movimiento
obrero chileno hasta el frente popular, señala lo siguiente al referirse a la influencia
ideológica adquirida por la FOCH gracias al Partido Obrero Socialista:
“En el seno de la FOCH se generó una corriente de
izquierda, encabezada por los militantes del Partido
Obrero Socialista (POS), fundado el 6 de junio de 1912
31. 26
por Luis Emilio Recabarren. Esta tendencia fue
adquiriendo fuerzas hasta conquistar la dirección de la
FOCH en la III Convención Nacional realizada en
Concepción entre los días 25 y 30 de diciembre de 1919.
La Declaración de Principios aprobada en esa ocasión
significó un vuelco cualitativo en los objetivos
programáticos de la FOCH…” (Vitale, 1979, p. 37)
Por otro lado el Partido Obrero Socialista (POS) Fue fundado el 6 de junio de 1912,
destaca por su rápida influencia en las masas, esto como anteriormente fue señalado,
otorgando nueva ideología a la FOCH, transformándose en uno de los pocos partidos
socialistas latinoamericanos en lograr éste tipo de influencia. El objetivo del POS iba
dirigido a propagar el socialismo en Chile, cabe destacar a Luis Vitale quien señala en
Génesis y evolución del movimiento obrero chileno hasta el frente popular lo siguiente:
“Su objetivo era instaurar el régimen socialista en Chile.
Aspira, según su programa de fundación, a transformar la
sociedad actual por otra más justa e igualitaria,
aboliendo las diferencias de clases y convirtiendo a todos
los ciudadanos en trabajadores dueños del fruto de su
trabajo, libres e iguales a través de un régimen de
producción en el cual se substituya la propiedad
individual por la propiedad colectiva o común”. (Vitale,
1979, p.40)
Es muy importante destacar que como ya se ha revisado, existen diversos puntos de
vista de los orígenes y causas de los movimientos obreros ocurridos a fines del siglo
XIX y comienzos del siglo XX en Chile, son muchos los autores que señalan los
diversos factores que influyeron en el comienzo del levantamiento de los sectores
populares, además son variadas sus influencias ideológicas que los llevan a analizar el
periodo, siendo todas las obras señaladas vitales para el estudio de la época, para que el
lector pueda formarse una idea de la complejidad vivida en Chile a comienzos del siglo
XX.
32. 27
C) Estado del Arte.
En Chile, actualmente se realiza una síntesis de líneas interpretativas respecto a la
enseñanza del movimiento obrero, esto se ve reflejado en la utilización de varios autores
como base para diseñar los libros entregados por el Ministerio de Educación a los
estudiantes.
El texto para el estudiante de Historia, Geografía y Ciencias sociales de la editorial
Santillana, entregado en 2013 a 2º años medios, ha utilizado libros de Sergio
Villalobos, Gabriel Salazar y Gonzalo Vial, específicamente Chile y su Historia,
Labradores, peones y proletarios e Historia de Chile (1891-1973) respectivamente,
como fuentes para su elaboración. A raíz de lo señalado, se ha de concluir que la tesis
más aceptada actualmente no es de una sola línea interpretativa, sino que prima las
dimensiones analizadas y relatadas por los autores, es decir, se intenta incluir dentro del
estudio de los movimientos obreros un análisis de las distintas aristas, es decir, la
necesidad de estudiar todas las dimensiones de un proceso, las causas multifactoriales
que llegan a desencadenar un hecho.
Salazar en Labradores, peones y proletarios realiza un análisis de la dimensión social y
económica de los movimientos sociales, dejando un poco de lado como se ha descrito
en la discusión historiográfica, el factor político en los movimientos obreros. Por otro
lado Sergio Villalobos realiza un relato de acontecimientos realizando mayor énfasis en
la situación de los gobiernos, por tanto no deja en primer plano a los movimientos
obreros. Vial por otro lado, aunque acercándose a la línea de Villalobos toma otra
perspectiva y realiza una mayor crítica no limitándose al relato. Los tres al mismo
tiempo, tienen como común denominador la utilización de la dimensión social de los
movimientos obreros como temática importante en sus libros.
La utilización de estos autores por el Ministerio de Educación en la actualidad da a
conocer la tendencia de abarcar distintos puntos de vista y análisis de un proceso, en
éste caso nos referimos a los movimientos obreros, aunque cabe señalar un leve sesgo
conservador debido a la utilización de más fuentes de ésta línea interpretativa.
33. 28
D) Desarrollo analítico del tema histórico
I.- Antecedentes.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX los cambios políticos y económicos que se
produjeron en Chile dieron origen a una nueva sociedad con un pensamiento mucho
más dinámico marcado por la consolidación de cada una de las clases como la elite
empresarial, los sectores medios, y el proletariado. El crecimiento económico producido
por la adquisición y explotación de yacimientos mineros también repercutió en las
estructuras de esta nueva sociedad.
1.1.- La llegada de la ideología extranjera:
A fines del siglo XIX en Chile trascurrían los gobiernos liberales, los cuales se veían
caracterizados por la significativa influencia que estaban ejerciendo las ideologías
extranjeras. Los intelectuales chilenos educados en Europa trajeron consigo las nuevas
corrientes intelectuales, entre ellos se destacan José Victorino Lastarria, Francisco de
Bilbao, Diego Barros Arana, y Benjamín Vicuña Mackenna.
La influencia que ejercían hizo posible difundir el liberalismo a lo largo de todo el país,
y ayudaron en diferentes aspectos el desarrollo de la sociedad Chilena.
El liberalismo fue una doctrina filosófica, económica, política y social que promueve
como principio fundamental la libertad del ser humano, para alcanzar el progreso social.
A pesar de que el pensamiento liberal nació en Inglaterra durante el siglo XVIII, tuvo
importante influencia en los acontecimientos políticos de la revolución francesa, en la
revolución Norte Americana, y la emancipación de los países de Latino América.
Los extranjeros que residían en el país junto con los intelectuales de la época hicieron
posible la divulgación del pensamiento liberal a lo largo de todo Chile, además de
publicaciones y libros que llegaban desde el extranjero y difundieron parte de lo que
estaba aconteciendo en Europa a este nuevo movimiento intelectual lo llamaron
Ilustración.
La ilustración, como “la liberación del hombre de su incapacidad culposa de no
atreverse a pensar por sí mismo y a utilizar la razón para entender los fenómenos”
Villalobos (1992) p. 30 Fue interesando a un grupo importante de jóvenes de la elite
chilena y abordó aspectos culturales, políticos y sociales.
34. 29
A mediados del siglo XIX surgió el Marxismo contraponiendo al liberalismo, el
marxismo se forma como un conjunto de ideas políticas, económicas, sociales y
filosóficas,
Karl Marx veía la historia como una lucha entre clases sociales, junto con Friendrich
Engels ambos creían que los trabajadores industriales podían ser el motor del cambio
revolucionario, escribieron el manifiesto comunista, un poderoso llamado a la
revolución de los trabajadores de todo el mundo.
Los aportes de la corriente marxista en Chile surgen a través de un lineamiento con el
quehacer político de mediados del siglo XIX y el siglo XX, jugó un papel importante
en los procesos democratizadores y de justicia social.
Los principales expositores del marxismo clásico en Chile han sido Julio Cesar Gobet,
Marcelo Segal, Hernán Ramírez Necochea, Luis Vitale y Fernando Ortiz. La corriente
del pensamiento Marxista tiene como base de su desarrollo en el auge de las luchas
populares, factores económicos, y el desarrollo histórico del imperialismo, un ejemplo
de este último punto es la guerra civil de 1891 en relación a los excedentes de la
explotación del salitre en manos de ingleses, como Thomas North. Durante el gobierno
de Balmaceda se planteó que los recursos del país fomentaran un desarrollo económico
mucho más autónomo, pero la contrarrevolución asimismo estos planes.
“El carácter artesanal de las "industrias" chilenas impregnó los
anhelos y demandas de los trabajadores urbanos durante largos años.
Los principales movimientos reivindicativos de la primera mitad del
siglo y, ciertamente después de esa época, estuvieron marcados por el
sello de la lucha del pequeño productor contra la competencia de la
industria extranjera que invadía el país con sus manufacturas” (Grez,
2009).
De igual forma el marxismo jugó un papel fundamental en el desarrollo de las
sociedades modernas en Chile, a mediados del siglo XIX a través de la lucha a nivel
económico y las primeras reivindicaciones políticas y culturales del movimiento obrero.
35. 30
- Organizaciones obreras:
Antes de que el problema de la Cuestión Social surgiera, en la segunda mitad del siglo
XIX, los artesanos, zapateros y sastres ya estaban organizados y también fueron los
primeros en movilizarse, con posterioridad se sumaron los obreros industriales y
mineros. Su principal forma de organización fueron las mutuales que por entonces se
encontraban distribuidas en diferentes puntos de Chile su principal función era la ayuda
en aspectos materiales y educaciones, ayuda que se prestaban entre ellos, no solo
abordan estos dos aspectos, fue tal la organización que alcanzaron que se socorrían en
vivienda, instrucción, y ahorro, incluso en tiempo de ocio y recreación, esto ocurría en
las últimas décadas del siglo XIX posterior a las Mutuales, en 1859 se creó la Sociedad
de Igualdad, es el primer antecedente de organización de las clases populares liderado
por Santiago Arcos y Francisco de Bilbao entre otros, el fin de esta organización era
analizar y enseñar la forma en que se podía mejorar la economía y así también darle un
vuelco a la realidad social.
El acontecer internacional con respecto a los movimientos obreros, toma gran relevancia
en este aspecto, ya que los establece como hechos históricos de los siglos XIX y XX.
Hitos de la historia como la I Internacional Obrera la que se desarrollo en Londres en
1864, buscaba a través de la clase proletaria y sus inicios en el aspecto político llegar al
poder, los primeros antecedentes estaban en la construcción de partidos políticos
obreros centralizados.
“La I Internacional, fundada el 28 de septiembre de 1864, fue la
culminación de un largo proceso de desarrollo ideológico y orgánico
del naciente proletariado mundial. Su extraordinaria importancia
histórica reside en haber sido un FRENTE UNICO de todas las
corrientes del pensamiento obrero, Marxistas, lasalleanos, socialistas
utópicos (owenistas y fourieristas), proudhonianos, bakuninista trade-
unionistas ingleses, comprendieron la necesidad de unirse, por
primera vez en la historia, para una orientación clasista y
revolucionaria a las organizaciones obreras” (Vitale. 1962)
36. 31
Posteriormente en 1889 se funda la II Internacional Obrera en la que se establece el día
1 de Mayo como el día internacional del trabajador, estuvo dirigida por socialistas
alemanes quienes lograron legitimar el movimiento obrero a través de la lucha contra
Otto Bisrmarck. En 1923 se establece como Internacional Obrera y Socialista, durante el
año de 1940 llega a su fin en el marco de histórico de la II Guerra Mundial.
En los primeros años del siglo XX en Chile, las organizaciones obreras pasaron a ser
Mancomunales y cumplían en mismo rol que las mutuales sin embargo este tipo de
organización incentivó la lucha contra el sector patronal y fueron naciendo en el norte
del país. Estas organizaciones digirieron su atención a la educación y formación tanto
política como moral.
Durante el siglo XX la consolidación de las organizaciones obreras surgía gracias a que
los obreros adquirían mayor conciencia de sus necesidades, y comenzaron a crearse los
sindicatos, representación de una asociación estable entre quienes pertenecen a una
misma industria, organización, o profesión.
“En 1910, ya había más de 400 organizaciones mutualistas y un número
creciente de sindicatos de trabajadores de la metalurgia, de empleados
ferroviarios y tipógrafos, entre otros. La celebración del 1 de mayo (día
mundial del trabajador) fue, año a año, creciendo en convocatoria
popular, para llegar a reunir, en 1907 a más de treinta mil personas en
las calles de Santiago” (DIBAM. El movimiento popular en el siglo
XX).
El 25 de Diciembre de 1919, se inicia en Concepción la Tercera Convención de la Gran
Federación Obrera de Chile. Concurren delegados de 68 consejos federales de todo el
país, se plantea una transformación desde una central clasista, revolucionaria, de lucha
por la transformación social.
La Federación Obrera de Chile, FOCH, fue la primera central clasista de los
trabajadores chilenos. Con el surgimiento del Partido Comunista en 1912.
37. 32
II. Causas.
2. 1. - El creciente desarrollo económico e industrial:
El desarrollo económico del país se debió principalmente a la importancia que estaba
adquiriendo el salitre a principios del siglo XX, sin embargo el mineral en un
porcentaje significativo se encontraba a cargo de empresarios ingleses, principalmente
de Juan Thomas North, En 1897 el 85% del capital del salitre pertenecía a extranjeros
mientras que el 15% del capital estaba a cargo de chilenos.
La conquista de la zona salitrera subió las entradas fiscales entre 1879 y 1880, el costo
de la guerra alcanzo los $ 75.000.000, monto compensado por la mejora de la situación
económica del país, terminada la guerra los intereses disminuyeron lo que permitió que
las deudas bajaran sus intereses.
Por otra parte, con respecto al salitre, el fisco peruano no contaba con fondos
disponibles para pagar las oficinas expropiadas y emitió pagares hipotecarios
denominados certificados los cuales fueron adquiridos por extranjeros a un bajo costo.
Bajo el gobierno de Domingo Santa María se reconocieron estos pagares facilitando la
posesión de las oficinas salitreras.
La explotación cuprífera tomo importancia a mediados del siglo XIX, Chile fue
productor mundial de cobre gracias a la explotación de diferentes minas sobre todo la
mina de Tamaya, sin embargo no existían inversiones de importancia en el tema al igual
de leyes que pudieran regular bien la explotación del mineral, a esto se sumaba la
competencia ejercida por otras países extractores de cobre.
La extracción cuprífera solo mejoro a principios del siglo XX con la llegada de capital
extranjero principalmente de norte Americanos y franceses, Chile en esta época alcanzo
el segundo lugar a nivel de producción mundial, entre 1903 y 1920 las mineras con
mayor producción fueron El teniente, Chuquicamata, y Potrerillos, respectivamente.
Además, también gracias al capital extranjero, se extraía hierro y carbón en la región de
Coquimbo y en Lota, Coronel, Schwager, Curanilahue respectivamente, pero su
producción no abastecía la demanda nacional.
Además de la extracción de minerales a nivel nacional, hubo otras actividades
económicas que tuvieron auge, dentro de estas destacan:
38. 33
Desarrollo agrícola ganadero.
Desarrollo de obras públicas.
Industrias dedicadas a la producción y procesado de maderas, cueros, y telas.
Industrias pesadas.
2.2. - Migración campo – ciudad:
En la segunda mitad del siglo XIX y durante el siglo XX hubo un aumento
considerable de población, causando la disminución de puestos de trabajo y problemas
económicos en el sector rural del país, los latifundios no tenían la capacidad suficiente
para cubrir las demandas de las personas.
Lo anterior provoco un éxodo importante de población del sector rural, que aumentó
significativamente de un 27 % a un 43% la mayor parte de la población se desplazó
hacia Santiago y centros mineros del norte del país, casi terminando con la migración
campo - ciudad llegaron personas que pretendían una mejor calidad de vida en las
ciudades y centros mineros, Su presencia significó mano de obra en abundancia.
Sin embargo la capacidad habitacional colapsaba rápidamente, y con este fenómeno
migratorio comenzaron a aparecer los conventillos y poblaciones callampas, ambos
carentes de las necesidades básicas de higiene y comodidad, ya que se ubicaban en
sectores sin alcantarillado, luz eléctrica y agua potable.
Entre los años 1880 y 1920, debido a las precarias condiciones de vida de los sectores
populares, y al crecimiento sostenido de las urbes se generaron una serie de Problemas
sociales: la familia obrera estaba compuesta generalmente por ocho o diez miembros.
Sin embargo este número aumentaba debido a la llegada de nuevos integrantes o
amigos. La vida de los sectores obreros se caracterizó por las largas jornadas de trabajo,
los bajos sueldos.
39. 34
“Alberto Malsh, testigo especialmente crítico y que la conoció muy bien
durante la primera década del siglo XX, resumía su impresión sobre
Santiago diciendo que la ciudad se componía de diez o quince calles
copiadas de las de Europa, barrio artificial, mientras que "bajo él
(estaba) la lepra inmensa de los barrios pobres" e insistía en que, salvo
las calles centrales "el resto de la ciudad es aquella indescriptible cloaca
a que ya he hecho mención". En 1919, otro viajero añadía que "en
ningún país del mundo he visto una miseria más repugnante que en
Chile, sobre todo en las ciudades", puesto que en Santiago, Valparaíso y
Viña del Mar, los pobres y miserables se encontraban "en plena calle,
cubiertos de andrajos asquerosos". (Amando de Ramón, [1541-1991].
Historia de una sociedad urbana)
2.3.- La oligarquía:
Durante el período desde 1890 y 1930, un grupo reducido de personas concentraron el
poder político, económico, y social adoptando una forma de gobierno oligárquica. El
estilo de vida “afrancesado” de la aristocracia Chilena termino por alejar a elite de los
demás sectores sociales y llevo a cuestionar el rol de la clase dirigente.
Después de la Guerra del Pacifico (1819-83), la fortuna salitrera a través del Estado
proveyó a la elite nacional con una fuente inédita de riqueza, que en lo sucesivo
transformó sustancia1mente su cultura y su existencia cotidiana. En Santiago el dinero
pasó a jugar un rol cardinal en la definición de la eminencia social; “sólo aquellos
visiblemente embarcados en un tren de vida mundano y rutilante, marcado por el ocio
sofisticado y el consumo conspicuo, podían aspirar legítimamente al estatus privilegiado
de genuinos aristócratas. Elementos tradicionales de la identidad de la oligarquía como
el orgullo del propio linaje, su estilo de vida presumiblemente austero, su sentido de
superioridad espiritual y de misión providencial en cuanto cabeza natural de la nación
chilena, perdieron gravitación ante el ascenso de la ostentación de la riqueza como
criterio de valoraci6n social e individual”. Vicuña (la belle époque chilena)
40. 35
III.- Desarrollo histórico.
3.1.- Las precarias condiciones de vida:
Entre los años 1880 y 1920, debido a las precarias condiciones de vida de los sectores
populares, y al crecimiento sostenido de las urbes se generaron una serie de Problemas
sociales: la familia obrera estaba compuesta generalmente por ocho o diez miembros.
Sin embargo este número aumentaba debido a la llegada de nuevos integrantes o
amigos. La vida de los sectores obreros se caracterizó por las largas jornadas de trabajo,
los bajos sueldos, la ausencia de servicios básicos como: luz eléctrica, alcantarillado y
agua potable.
“La cuestión social, es decir, la discusión pública referida
fundamentalmente a los problemas de los sectores más pobres de las
ciudades de Santiago y Valparaíso, y a las dificultades de los
trabajadores en la industria del salitre y del sector secundario,
comenzó a tener un lugar en la opinión pública chilena mediante
artículos de prensa y trabajos publicados en revistas académicas
durante las cuatro décadas que van de 1880 a 1920”. (Valdivieso,
1999)
Esta problemática, inserta en el proceso de transformación hacia una economía
capitalista e industrializada, se puede definir, en palabras de doctor Augusto Orrego
Luco quien usó el término ocupado en Europa “cuestión social” de los problemas
sociales derivados de la revolución industrial, el médico y político liberal dimensionó
que los problemas del proletariado amenazarían al orden social de Chile.
“"La cuestión social en Chile", se ocupaba también con la discusión
de los problemas sociales, y ofrecía un diagnóstico sobre las
consecuencias que de ello podrían derivarse para toda la sociedad.
Orrego hacía un llamado de atención sobre las malas condiciones
socioeconómicas de los sectores modestos en las ciudades, el
encarecimiento de los bienes de consumo y síntomas de descontento.
Todos esos problemas, según Orrego, constituían una amenaza para
el orden social. El diagnóstico de Orrego parecía quedar
corroborado pocos años más tarde, en la década de 1890, cuando se
41. 36
producían disturbios socia les en el puerto de Valparaíso y huelgas en
las provincias del norte salitrero” (Valdivieso, 1999).
3.2.- Mano de obra en yacimientos salitreros:
La migración campo – ciudad, provoco un aumento significativo de la mano de obra
tanto en grandes ciudades como en los centros mineros del norte grande, una práctica
común de los centros mineros era los ejercicios de “enganche obrero” sobre todo de las
salitreras, debido a la necesidad de mano de obra en trabajos, se captaban a campesinos,
emigrantes, ex soldados.
El enganchador ponía banderas en plazas y estaciones de tren buscando al máximo de
individuos con la promesa que ganarían monedas a puñados, y cobrando dinero por
cada uno. Así, miles de ilusionados dejaban todo para marchar a lo desconocido.
A comienzos del siglo XX empresas estadounidenses como Braden Copper, Chile
Exploration y Andes Copper Mining también usaron el “enganche” para la contratación
masiva de varones a la mina y plantas de beneficio. Tales empresas enviaron
“enganchadores” a atraer peones reunidos en posadas, pagando su comida y hablándoles
de fortuna fácil si los seguían hasta determinado mineral” Baros (revista MCH
No324.2008)
Las viviendas de quienes emigraban a los centros salitreros se encontraban dentro de
estos, según ocupación y categoría se hacia la división y daban orden a los
campamentos mineros, en las habitaciones se hacinaba a un número considerable de
obreros en precarias condiciones de higiene, las habitaciones eran echas de material
ligero.
Los yacimientos de salitre constaban con maquinaria rudimentaria para el proceso de
extracción del salitre. La faena constaba de tres etapas, cateo, extracción del caliche,
elaboración del salitre.
42. 37
Faenas de Cateo y Extracción del Caliche: Se ocupan operarios llamados
barreteros, particulares y carreteros.
14
Barreteros: Obreros que abrían las calicheras por medio de barrenos con tiros de
pólvora o dinamita, hasta dejar el descubierto el caliche en grandes trozos o colpas.
Pago a trato por pie de terreno barrenado.
Particulares: Extraían los trozos de caliche, además de la división en pedazos más
pequeños y agrupación en los acopios. Se les pagaba a trato, por carretadas,
generalmente según la ley del caliche.
Carreteros: Son los que cargaban las carretas y las llevaban al lugar de elaboración del
caliche, hasta los chanchos o chancadoras. Trabajaban. La mitad de los obreros de una
oficina se ocupa en estas faenas.
Elaboración de Salitre: Aquí trabajaban los acendradores, llaveros, desripiadores,
canaleros, arrolladores, canchadores, y cargadores.
Acendradores o chancadores: Operarios que trabajaban en la trituración del caliche
con las máquinas acendradoras o chancadoras, y triturado lo llevaban en carros a los
cachuchos hasta vaciarlos en éstos en las oficinas donde no hay correas que los lleven
desde las chancadoras. Trabajan en grupo de seis a ocho operarios a trato, durante el día
Llaveros: son los que atendían los cachuchos donde se disuelve el salitre por medio del
agua y del calor.
Canaleros: conducción del caldo con salitre a las bateas de enfriamiento.
Desripiadores: Extraían el residuo del caliche, ripios, barro, de los cachuchos terminado
cada cocimiento, y después de escurrido el caldo con salitre, y lo llevan al campo de
desmonte. Trabajan a trato y en cuadrillas.
Arrolladores: Amontonaban la mitad del salitre cristalizado en cada batea para facilitar
su extracción. Trabajaban a trato y en cuadrillas.
Canchadores: Extraían el salitre cristalizado en las bateas y lo llevan a las canchas.
Trabajan a trato y en cuadrillas.
14
"Los Enganchados en la Era del Salitre". Pedro Bravo Elizondo, Ediciones Literatura Americana Reunida (LAR).
Madrid, 1983
43. 38
Cargadores: Ensacaban y cosían los sacos de salitre en las canchas y lo transportaban
hasta los carros del ferrocarril. Trabajaban a trato en cuadrillas de ocho a diez. Con
frecuencia se ocupaban en coser sacos. Un treinta por ciento más o menos de los
operarios de una oficina se ocupan en estas faenas.
Talleres Auxiliares o Maestranzas: Operarios que trabajaban en talleres auxiliares o
maestranzas, como fundidores, herreros, carpinteros, etc. Trabajan al día, durante ocho a
diez horas.
3.3.- El rol de la mujer:
Debido a la ausencia del hombre como jefe del hogar quien se sometía a largos turnos
de trabajo en las salitreras u otras actividades económicas, o agobiado por los problemas
económicos caían en vicios como el alcohol y el juego, otros fallecían bajo las pésimas
condiciones de vida y laborales. La mujer fue quien tuvo que tomar el control de las
familias obreras, debía trabajar para poder mantener a sus hijos y allegados. A fines del
siglo diecinueve, la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo asalariado
comenzó a aumentar, siendo la tercera parte de la población económicamente activa
del país. El capitalismo permitió el ingreso de la mujer al mundo laboral, las mujeres
fueron contratadas por salarios mínimos principalmente en las empresas textiles.
“El género femenino, relegado a los espacios privados y en manifiesta
discriminación frente al masculino en los públicos, tenía por delante un
largo camino para aquilatar su dignidad individual, su autoridad
familiar y su participación en la vida pública. En definitiva, que cada
mujer pudiese imbricarse como cualquier otro ciudadano de pleno
derecho en el rejuego de expectativas abiertas por las revoluciones
liberales frente a las estructuras del Antiguo Régimen”. (Alacazada, Las
mujeres en la “Cuestión social”)
44. 39
3.4.- La clase media:
A fines del siglo XIX el proceso de urbanización permitió la ampliación de los sectores
medios, compuestos por Profesionales, militares, técnicos. Sin embargo en esta época
específica no se consolido la clase media como tal, ya que en muchos aspectos imitó a
la oligarquía. Pero a partir del siglo XX, fue adquiriendo una conciencia de clase propia
y definida, con intención de acceder al poder, con una orientación nacionalista e
igualitaria.
Eran profesionales, intelectuales y empleados que comenzaron a tomar conciencia y
aceptando su propia identidad, abandonaron su actitud imitativa de la clase alta. Estaba
llegando el momento para que este importante y dinámico conglomerado asumiera
crecientes responsabilidades en la conducción del país.
Inés Echeverría de Larraín, más conocida como "Iris", así lo reconoce y explicando los
reales móviles del Club de Señoras inaugurado el 19 de agosto de 1916 afirma en la
revista "Silueta":
"Con nuestra mayor sorpresa apareció una clase media que no sabemos
cuándo haya nacido, con mujeres perfectamente educadas, que tenían
títulos profesionales y pedagógicos, mientras nosotros sabíamos apenas
los misterios del rosario... Entonces sentimos el terror de que si la
ignorancia de nuestra clase se mantenía dos generaciones mas, nuestros
nietos caerían al pueblo y viceversa”.
45. 40
3.4.- Huelgas a nivel nacional:
La primera huelga a nivel nacional fue en 1890 en Tarapacá, en la primera década del
siglo XX se pudieron registrar alrededor de decientas huelgas a lo largo de todo Chile,
entre las más importantes están:
- 1903 Valparaíso, petición del gremio marítimo por reducción de la jornada
laboral y aumento de sueldo.
Trabajadores de la compañía inglesa Pacific Navegation comienzan con la huelga, en un
principio se organizan los trabajadores de carga y descarga, posteriormente se unen los
estibadores del puerto, y el gremio de lancheros. La huelga se expande a la Compañía
Sudamericana de Vapores, finalmente contaban con más de 600 trabajadores, y
establecieron las siguientes peticiones:
o Que la jornada laboral tenga un tiempo determinado, estableciendo los horarios
de 7:00 am a 17:00 pm, de forma permanente, contando con una hora de
merienda de 11:00 am a 12:00 pm, o bien de 12:00 pm a 13:00 pm.
o En ninguno de los casos podrá haber medios días ni tres cuartos de día.
o El trabajo por días será por mercadería, y de $4 por carbón, y metales el 5%;
días festivos declarados según por ley de la republica, tendrán un recargo de
25%.
Una vez estipuladas las peticiones, la compañía se niega a cumplir los términos de los
trabajadores para volver a sus puestos de trabajo, y a la producción en general, la
negativa involucro el reemplazo de los trabajadores. Por esta razón la huelga se extiende
y amplía a 4000 trabajadores.
- 1905 Santiago, “huelga de la carne”, debido al aumento del impuesto en este
producto.
Se le llamo la semana roja, y fue organizada por el comité central del impuesto al
ganado, fueron más de 40 sociedades obreras las que se reunieron.
Las demandas iban dirigidas a la poca efectividad del impuesto del producto, que
agravaba las importaciones de carne, dictadas por ley, en diciembre de 1897. El
encarecimiento del producto por dicho impuesto no logro el fin que consistía en
proteger a la industria ganadera. Durante esta época se buscaba ingresar el ganado
46. 41
argentino sin impuesto, dicha medida beneficiaría a los sectores populares, las
movilizaciones obreras lograron retrasar la medida por más de una década, sin embargo
las fuertes tensiones que existían con Argentina apresuraron la medida, hasta que
finalmente en 1897 se estableció la sanción de la ley de aranceles al ganado argentino.
“La "huelga de la carne" se realizó en octubre de 1905 por las calles
de Santiago. El 22 de octubre se manifestaron 20.000 personas. Al día
siguiente, 12.000 obreros y trabajadores desfilaron frente al palacio
de gobierno, ante el balcón del Presidente de la República.
Posteriormente se desataron desmanes, agresiones, tumultos, apedreo
de trenes y demás desórdenes. Según Grez "se desató el espiral de
violencia que asolaría a la capital durante tres días" (Lacost, 2004)
- 1906 Antofagasta, Comité de todos los gremios de la ciudad envía nota
circular a los empresarios industriales, administradores y contratistas.
Se organizaron las mancomunales obreras, se integraron los socialistas libertarios, y
participaron el periódico marítimo, y el periódico de agitación, se movilizaron cerca de
6000 personas, sus peticiones eran:
o Una 1 hora y 30 minutos para el almuerzo, sin suprimir ¼ hora para colaciones.
o 20% de aumento en el salario de los trabajadores de la compañía chilena de
salitre.
La huelga culmino con más de cincuenta muertos por parte de la infantería del estado, y
más de 100 muertos por parte de la guardia de honor o guardia blanca, a este hecho lo
llamaron “La matanza de plaza Colon”
- 1907 Oficinas salitreras aledañas Iquique, San Lorenzo 10 de diciembre,
mal estar social y devaluación de la moneda. “matanza de la escuela santa maría
de Iquique”
Participaron la mayor parte de los gremios organizados, el movimiento tuvo
características de una huelga general, las demandas fueron las siguientes:
o Reajuste salarial a 18 peniques.
47. 42
o El cambio de las fichas por su valor nominal en dinero.
o Libre comercio en las oficinas salitreras.
o Control de peso y medida en las pulperías.
o Medidas de seguridad.
o Locales para escuelas.
o Indemnización en caso de despido.
El día 21 de diciembre el presidente Pedro Montt decreta estado de sitio, el General
Silva Renard, comandado las unidades militares bajo las instrucciones del Ministro de
Interior Rafael Sotomayor Gaete, ordeno reprimir las protestas.
“Armando Jobet Angevin, suboficial del regimiento Campangue, a quien
le correspondió el primer turno de entrega de cadáveres. Y cogió 900,
calculado una cifra mayor para los otros turnos, la cantidad de 2.000 a
2.500 le parecía ajustada a la realidad.” (Arrate, 2003)
Las condiciones de vida de los obreros en diferentes partes del país, tuvieron
semejanzas ya que a pesar de lo distinto del oficio del obrero de las urbes y el minero en
la pampa nortina, sufrieron los mismos problemas sociales (la cuestión social) que
desencadenaron los números movimientos sociales del siglo XX.
48. 43
IV.- Consecuencias.
4.1.- Consolidación de organizaciones obreras:
Durante el siglo XX la consolidación de las organizaciones obreras surgía gracias a que
los obreros adquirían mayor conciencia de sus necesidades, y comenzaros a crearse los
sindicatos, representación de una asociación estable entre quienes pertenecen a una
misma industria, organización, o profesión.
Las mujeres también formaron parte de este proceso, y se organizaron en mutuales y
mancomunales, las primeras mujeres en organizarse fueron las costureras de Valparaíso
en el año 1887.
“En 1910, ya había más de 400 organizaciones mutualistas y un número creciente de
sindicatos de trabajadores de la metalurgia, de empleados ferroviarios y tipógrafos,
entre otros. La celebración del 1 de mayo (día mundial del trabajador) fue, año a año,
creciendo en convocatoria popular, para llegar a reunir, en 1907 a más de treinta mil
personas en las calles de Santiago” DIBAM.( El movimiento popular en el siglo XX,
primeros movimientos sociales chilenos (1890 – 1920).
4.2.- El rol de la elite chilena.
Durante las primeras décadas de 1800 los intelectuales de la elite Chilena se
enmarcaban en la evolución política del positivismo, de alguna forma u otra tenían la
seguridad de que en Chile solo hacía falta tiempo para comenzar un progreso valido a
nivel país, considerando los sucesos anteriores como la crisis económica de comienzos
del siglo, la guerra civil de 1891, el conflicto en la Araucanía, y el desarrollo creciente
de “la cuestión social” que comenzaba a analizarse desde las más altas esferas sociales
desde mediados del siglo XIX.
El progreso al cual postulaban los intelectuales de las altas esferas sociales en Chile,
apuntaba a un progreso material y moral el cual se lograría a través de la educación, sin
embargo con la convicción de replicar el modelo Europeo que estaba muy lejos de
acercarse a la realidad social, política y cultural de Chile.
Esto no solo significo un fracaso para la elite chilena, sino también para los sectores
más vulnerables de la sociedad, lo cual provoco un sentimiento de frustración dentro de
la elite y por lo tanto de la política Chilena.
49. 44
Chile seguía a medio camino, sin alcanzar las metas propuestas,
rondando de nuevo la idea de un fracaso. “Parece que no somos
felices”, decía Enrique Mac-Iver, en 1900 y, en 1910, Encina
reconocía que Chile no había superado una inferioridad económica
que dañaba el espíritu nacional (1955), un espíritu que se
desdibujada ––decía Luis Emilio Recabarren–– por la explotación de
que han sido objeto los trabajadores (1955:57-98). Así como los
jóvenes del 40 habían demolido el proyecto de sus padres, las nuevas
generaciones surgidas en los albores del siglo XX juzgaban en
términos muy severos la obra de los suyos. De fracaso en fracaso, ésa
fue la ruta que pareció seguir los proyectos de nuestra elite a juicio
de las nuevas generaciones que se formaron en Chile, al interior de la
misma elite, en el curso del siglo XIX. (Pinto, Jorge 2008)
La poca efectividad del parlamento y el gobierno con respecto a materias sociales y
laborales, y las nulas legislaciones produjeron un sentimiento de mal estar en las clases
trabajadoras. Diferentes corrientes reflexionaron en torno al tema como el anarquismo,
el socialismo, y liberalismo laico, y también la iglesia se hizo parte del debate frente a la
cuestión social a través de la Doctrina Social de la Iglesia
La elite estaba formado por intelectuales preocupados de la política y
de los grandes destinos de la nación. Hubo, en cambio, otro grupo
que se preocupó de la economía y que pensó Chile desde las
cuestiones prácticas que interesaban a los hacendados del Valle
Central, a los empresarios mineros del Norte Chico y a los
comerciantes de los puertos y ciudades del país. La mayoría centró su
mirada en la política económica, en el empresariado y en las
decisiones del gobierno, sugiriendo juicios y medidas que amplían la
visión de aquel sector de la elite preocupada sólo de los asuntos
políticos. (Pinto, Jorge 2008)
50. 45
V.- Efectos.
5.1.- La legislación social y reformas laborales:
En 1906 se dictó la ley sobre habitaciones obreras y fue la primera ley social, fue
iniciativa de Miguel Cruchaga Tocornal, posteriormente se dictaron otras leyes que
protegían la labor del obrero y hacían énfasis al tiempo de ocio.
Ley de descanso dominical. No
1.990 (1907)
Se promulgo en el gobierno de Pedro Montt.
15
Artículo 1: Los dueños, gerentes, o administradores de fábrica, Mano factura,
oficinas, casa de comercio, minas, salitreras, canteras y en general de empresas de
cualquier especie, públicas o privadas, aun cuando tengan el carácter de enseñanza
profesional o de beneficencia, darán un día de descanso a los individuos que hayan
trabajado todos los días hábiles de la semana.
Artículo 2: El día de descanso será el domingo, salvo convenio expreso en el contrato;
y en este caso, el día de descanso podrá ser único para todos los individuos o turnados
para no paralizar la marcha de trabajo.
Cuando hubiese convenios o turnos. El día de descanso se anunciara por carteles fiados
en las oficinas, el los talles o en otros lugares visibles del establecimiento, que no se
podrán cambiar salvo con seis meses de anticipación.
Ley a la infancia desvalida. No
2.675 (1912)
Estableció la restricción en el acceso de menores que pudieran realizar trabajos y que
significaran peligrosos en el aspecto físico para ellos.
Se prohibió el trabajo infantil a menores de ocho años, en actividades que los obligara a
realizar un esfuerzo físico 16
"trabajos penosos superiores a sus fuerzas", y que por
trabajo nocturno que los limitara a permanecer en la calle, se sancionaría con multas y
prisión a quienes emplearan niños con estas características.
15
Extracto de “Boletín de las leyes y decretos del gobierno”, libro LXX VII, Agosto, 1907.
16
Boletín de la Sociedad de Fomento Fabril, Nº 1 Marzo de 1903.
51. 46
Ley de la silla. No
2.951 (1915).
Establece el descanso en silla de los empleados particulares, se promulgo durante el
gobierno de Ramón Barros Luco, los empleadores debían disponer de sillas para sus
trabajadores.
Ley de accidentes de trabajo No
370 (1916)
Se promulgo durante el gobierno de Juan Luis Sanfuentes.
Estableciendo que los trabajadores frente a los accidentes que tuvieran relación con su
trabajo debían ser indemnizados por el patrón, hasta su recuperación física y
garantizando su regreso laboral.
"una lesión corporal sufrida por el obrero o empleado por el hecho o
con ocasión directa del trabajo que ejecuta, proveniente de la acción
repentina y violenta de una causa externa a la víctima y que le
hubiere producido incapacidad para el trabajo" (Yáñez 2008)
Servicios de sala cuna en las fábricas. No
3.186 (1917)
Establecía que fábricas y establecimiento industriales, debían verse obligadas a contar
con un sala cuna la cual funcionaria durante las horas de trabajo, y recibiría a los niños
hasta cumplir el año de edad.
Las fábricas que debían contar con este servicio, eran aquellas que tuvieran más de
cincuenta mujeres mayores de 18 años.
Ley sobre retiro y previsión social de personal de ferrocarriles del estado (1918)
Se estableció que los empleados de planta, contrata o jornal, y los operarios de
ferrocarriles del estado, ingresados antes de la fecha del 10 de mayo de 1918, que
contemplen diez o más años de servicio , o se hayan visto imposibilitado de ejercer
actos laborales por enfermedad tengan derecho a jubilación.
52. 47
5.2.- Consolidación de los partidos políticos:
Cabe destacar que la orientación política del país en este periodo especifico de la
historia que comprendemos desde mediados del siglo XIX y principios del XX, se
radicalizo en el parlamentarismo, debido al poder politico que se le otorgo entre 1891
hasta 1925 al congreso nacional.
Durante los primeros años de siglo XX las tendencias políticas existentes en el país se
plasmaron en seis partidos políticos distintos:
o Conservadores.
o Liberales.
o Nacionales.
o Radicales.
o Demócratas.
o Liberales democráticos.
Para las elecciones parlamentarias de 1894 y para las presidenciales de 1896, los
partidos se dividieron en dos pactos: La Alianza liberal y la Coalición conservadora.
La alianza liberal: estuvo en la palestra política hasta 1925, se fundó en 1891 bajo la
fuerza avanzada progresista, en donde se unieron inicialmente el partido radical y el
partido liberal, cinco años después se integran el partido liberal doctrinario, y el partido
liberal democrático. Buscaba principalmente la desvinculación de la iglesia con la
política, además de defender la libertad individual.
Partido liberal democrático (1893): sus inicios provienen de los pipiolos y la
represión de estos en 1830, posteriormente, luego de veinte años de ser oposición,
logran llegar al gobierno junto a José Joaquín Pérez en 1861 y logran hacer reformas a
la constitución de 1833 con un influencia liberal considerable, durante los primeros años
del siglo XX logran establecerse como el partido liberal más importante de las
tendencias derechistas de Chile. Finalmente desde la década de 1960 baja su
popularidad tanto como el partido conservador por lo tanto es este factor es relevante
rapa conformar la coalición y crear el partido nacional.
53. 48
Partido obrero socialista: Se fundó el año 1912 por Luis Emilio Recabarren el día 4 de
Junio, desde sus inicios su principal preocupación fue mejorar la calidad de vida de la
clase obrera, en 1922 el partido obrero socialista se une a la internacional comunista,
formándose así el partido comunista de Chile.
Partido comunista de Chile: Durante la tercera convención del partido obrero
socialista se aprueba el cambio de nombre, con esta acción el partido crea lazos
políticos con el movimiento marxista internacional, defiende la lucha por las políticas
del proletariado chileno, y las reivindicaciones sociales. Participa en alianzas políticas
de izquierda como: el frente popular, el frente de acción popular, y la unión popular,
participando activamente en la política formal.
Partido Cívico Femenino: Surge en 1922 fue el primer partido político feminista de
Chile, estuvo liderado por Estela la Rivera de Sanhueza, Elvira de Vergara y Berta
Recabarren, se declara laico e independen diente.
En el caso de la corriente socialista, que fue impulsada por los mismo trabajadores que
comprendieron que el origen del problema se debía al estado liberal y al sistema
económico capitalista, a través del partido democrático y del representante socialista
Luis Emilio Recabarren (partido obrero socialista), por otro lado el liberalismo laico fue
representando por el Partido Radical y conto con la presencia de Valentín Letelier,
Enrique Mac Iver entre otros, para ellos la Cuestión Social era un conflicto de clases
provocado por la falta de desarrollo económico y la poca participación del estado.