Este documento establece los protocolos para realizar quemas controladas en áreas rurales menores a 25 hectáreas. Describe los requisitos legales y técnicas para planear y ejecutar quemas de manera segura, incluyendo la construcción de cortafuegos, consideraciones sobre el viento y clima, y cómo prevenir la propagación del fuego. El objetivo es permitir quemas para la agricultura y minería de una forma que minimice los riesgos e impactos ambientales.

1. QUEMAS CONTROLADAS
PROCEDIMIENTO
PROCEDIMIENTOS PARA LA PRÁCTICA DE QUEMAS ABIERTAS Y MANEJO DEL
FUEGO
Para superficies inferiores a 25 hectáreas
1. Presentación
Los incendios forestales han pasado a ser clasificados ya no como desastres sino
como una catástrofe a nivel mundial, en razón a las numerosas consecuencias que
estos ocasionan sobre la vida de las personas, sus bienes y servicios, pero sobre
todo sobre los recursos agua, bosque, aire, flora, fauna y suelo de los ecosistemas
en general.
La tarea de prevenir, o en su defecto mitigar y/o recuperar las áreas afectadas por la
ocurrencia de este tipo de eventos es de todos: Ministerio de Ambiente,
Corporaciones, entidades territoriales, instituciones, comunidades organizadas,
campesinos y ciudadanos en general. Corresponde a las Corporaciones Autónomas
Regionales, delegadas por el MAVDT, establecer las pautas o protocolos de
actuación para la realización de quemas abiertas destinadas a preparación de suelos
agrícolas o minería; este documento establece estas pautas mínimas a seguir para
aquellas quemas ha realizarse en superficies que no superen las 25 Hectáreas de
extensión en la jurisdicción.
2. Marco Normativo de Referencia
El Decreto 948 de 1995 reglamenta todo lo relacionado con la protección y control de la
calidad del aire y consagra los mecanismos de prevención, control y atención de los
episodios que contaminen el aire y prohíbe la práctica de las quemas abiertas en áreas
rurales, salvo las quemas controladas en actividades agrícolas y mineras. Establece
que el Ministerio de Medio Ambiente y Agricultura, coordinarán las medidas, acciones y
programas, orientados a la disminución de las quemas agrícolas, su reducción al
mínimo y procurarán su eliminación antes del año 2005.
El decreto 2107 de 1995 determina que las quemas abiertas en áreas rurales estarán
controladas y sujetas a las reglas que expida el Ministerio de Medio Ambiente.
La normatividad que regula este aspecto pretende disminuir al máximo dichas quemas.
Pretende controlar la contaminación atmosférica, la prevención de incendios, la
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protección de la salud, los ecosistemas y las zonas protectoras de cuerpos de agua.
(Artículo 1 del Decreto 4296 de 2004)
Mediante la Resolución 0532 del 26 de Abril de 2005, el Ministerio de Ambiente
Vivienda y Desarrollo Territorial estableció los requisitos, términos, condiciones y
obligaciones, para la realización de quemas abiertas controladas en áreas rurales en
actividades agrícolas y mineras.
En los artículos 3 y 4 de dicha resolución, que hacen relación a la realización de
quemas abiertas controladas en áreas rurales, de material vegetal residual producto de
las cosechas y para la preparación del suelo en actividades agrícolas, se afirma que
las Autoridades ambientales competentes, establecerán los protocolos y técnicas a
seguir para la realización de estas quemas. Lo anterior, sin afectar las distancias
mínimas de protección establecidas en las Tabla 1 y 2 de dicha resolución, las cuales
son de obligatorio cumplimiento, ni el horario de quemas definida en el artículo 3 de la
resolución 0532 de 2005 (de 8:00 AM a 5:00 PM, respectando las restricciones
establecidas para las zonas donde hay actividad aeroportuaria).
3. Requisitos legales para la realización de Quemas abiertas área rural
Antes de realizar una quema controlada se debe solicitar la información necesaria y los
permisos respectivos (Resolución 619 de 1999 del MAVDT), avisar a las
autoridades competentes con jurisdicción en la región y entidades de asistencia
técnica (oficinas agroambientales, UMATAS) a fin de tomar con ellas las
medidas técnicas necesarias para evitar que la quema se salga de control
afectando los recursos naturales, la infraestructura básica o líneas vitales e
incluso la vida humana.
Se establece a continuación los requisitos mínimos para la realización de quemas
abiertas destinadas a actividades agrícolas, mineras, por heladas o residuos de
cosechas, teniendo como parámetro de referencia el valor de 25 Hectáreas, a
través de la figura de Protocolo de actuación que debe ser difundido en la región.
4. Protocolos para la realización de quemas abiertas en zona rural para la
preparación del Suelo agrícola para extensiones menores a 25 Hectáreas
Por regla general no requiere permiso de emisiones atmosféricas (salvo que la
extensión del suelo que se va a preparar sea igual o superior a 25 Ha.). Deberá
realizarse entre las 8 a.m. y las 5 p.m. y bajo el cumplimiento de los protocolos y
términos establecidos por la autoridad ambiental.
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Antes de realizar una quema controlada se debe solicitar la información necesaria y los
permisos respectivos (Resolución 619 de 1999 del MAVDT), avisar a las
autoridades competentes con jurisdicción en la región y entidades de asistencia
técnica (oficinas agroambientales, UMATAS) a fin de tomar con ellas las
medidas técnicas necesarias para evitar que la quema se salga de control
afectando los recursos naturales, la infraestructura básica o líneas vitales e
incluso la vida humana.
4.1 Técnicas a tener presente al momento de realizar una Quemas Controladas
La realización de las quemas abiertas controladas en áreas rurales para la preparación
del suelo en actividades agrícolas, así como para la recolección de cosechas,
deberán cumplir como mínimo con los siguientes aspectos:
4.1.1. Planeación de la quema
La planeación de la quema es primordial para lograr los objetivos propuestos con la
misma y minimizar o evitar los impactos ocasionados por un fuego sin control sobre los
recursos flora, fauna, aire y suelo entre otros.
a) Contar con los equipos básicos y los elementos mínimos para adelantar las
quemas controladas : equipos de impulsión de agua (motobomba),
maquinaria para trazado y construcción de cortafuegos (tractor,
retroexcavadora, motosierra, etc.); herramienta básica de control de incendios:
palas, machetes, Batefuegos, bomba de espalda, azadones, mangueras, etc;
equipos de protección personal: ropa adecuada, botiquín, botas, guantes,
monogafas, etc, y equipo de comunicaciones: radio, celular, etc.
b) Se deben evitar al máximo las quemas durante temporadas de verano extremo
(fenómeno del Niño) o en horas del día de mayor radiación solar.
c) No se debe quemar en zonas de ladera, nacimientos de agua u orillas de ríos,
lagos, embalses, represas, arroyos o quebradas. (protección de nacimientos).
d) Recoger malezas, residuos de cosechas o desmote, seleccionarlas por tamaño
y apilar dentro del terreno donde se va a realizar la quema.
e) Construir cortafuegos o franjas desprovistas de vegetación o combustible vegetal
alrededor del terreno. En lo posible se humedece en forma abundante antes y
durante el desarrollo de la quema. Como regla general, la zona de cortafuego
deberá tener una amplitud proporcional a la altura de vegetación que se va a
quemar.
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f) A fin de proteger los árboles o arbustos existentes en el área a quemar, se
realizarán plateos a los mismos con una medida que debe ser proporcional al
tamaño de las especies. Además se deberá humedecer bastante dicha zona y
de ser necesario se podarán las ramas inferiores que se encuentren a una altura
menor de dos (2) metros.
g) Para tener un mejor control del fuego se recomienda dividir el área destinada
para la quema en lotes menores o parcelas mínimas, esto permitirá un buen
manejo de la quema y evitará su propagación a zonas de bosque u otras áreas.
No se debe iniciar una quema en el lote siguiente hasta tanto no se haya
sofocado totalmente la realizada en el lote anterior.
h) Recordar Siempre que se debe evitar afectar el suelo, esto se logra siendo
cuidadoso con la distribución más uniforme posible del material vegetal a
quemar.
4.1.2. Aspectos relativos al Viento, la Topografía, la humedad y la temperatura.
a) Antes de realizar la quema verifique la dirección del viento y estimando su
velocidad. La quema debe realizarse siguiendo la dirección contraria al viento y
teniendo en cuenta su velocidad para manejar los cambios en la dirección y
velocidad del fuego.
b) Tenga presente que los terrenos quebrados o de alta pendiente son los que
presentan mayor riesgo y dificultad en el control del fuego, ya que este se
desplazará en este con mayor rapidez que en un terreno plano. A mayor
pendiente se hace más fácil la propagación del fuego y más difícil su control,
por lo que se recomienda ampliar el cortafuego para proteger las áreas
adyacentes.
c) Evite realizar quemas a medio día, para la quema controlada prefiera las
primeras horas de la mañana ya que la temperatura es más fresca.
d) Viento: es adecuado quemar cuando no haya vientos o sean mínimos.
Recuerde iniciar el fuego en sentido contrario a su dirección. (en general, el
viento caliente asciende en el día y desciende en la noche). Es importante
tener en cuenta que el viento se mueve desde lo caliente hacia lo frío, por lo
cual durante el día el viento se moverá desde abajo hacia arriba de las vertientes
y en las noches toma la dirección contraria (baja desde las partes más altas).
e) Es más recomendable quemar en días de alta humedad atmosférica ya que esta
variable ayuda a disminuir la velocidad de propagación del fuego. En general,
recuerde que cuando la temperatura es alta, la humedad es baja y viceversa.
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f) Evite al máximo realizar quemas a medio día o media tarde ya que el sol a
calentado toda la vegetación, aún la que no hace parte de la quema.
4.1.3 Aspectos relativos a la Vegetación
La actividad de quema ha sido tradicional en nuestro país y se usa para:
• Preparación de terrenos para actividades agrícolas.
• Quema de residuos de aprovechamiento forestal
• Eliminación de suelo para explotación minera.
La tendencia ha de orientarse a eliminar este tipo de práctica o a lograr un manejo
controlado de las mismas, procurando minimizar las afectaciones ambientales a los
componentes físico, biótico y social
Tenga presente que con la tala, tumba y quema de la vegetación se arrasa y desplaza
la fauna, se expone el suelo a procesos erosivos con perdida del horizonte productivo,
se degrada el paisaje y se alteran los procesos naturales de un ecosistema. Evite al
máximo la quema de la cobertura vegetal, pero si aún así persiste la necesidad de la
quema tenga en cuenta los siguientes aspectos:
a) El combustible pesado o grueso (tocones o restos de árboles explotados) así
como matorrales espesos y restos de explotación maderera (orillos, ramas)
son más lentos para encender pero producen mucho más calor haciendo
difícil su control una vez se hallan incendiado.
b) Vegetación liviana o delgada: pasto, rastrojos de trigo, maíz o ramas
trituradas harán que el fuego se propague más rápido, sin embargo se
presentará poco calor.
c) Se deben concentrar los mayores esfuerzos para evitar que la quema se
propague a bosques nativos o comerciales; áreas de protección de fuentes
de agua y embalses; zonas de reserva forestal; áreas de ecosistemas
frágiles y de recarga de acuíferos.
5. Técnicas para realizar una quema controlada
5.1 Preparación del lugar donde se realizará la quema
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5.1.1. Ante todo construya cortafuegos o zanjas alrededor del terreno destinado a
ser quemado; esto se puede hacer usando lampas - azadones o un arado.
Asegúrese eliminar todo tipo de material vegetal excavando hasta el suelo mineral,
con lo que se garantiza el control del fuego.
5.1. 2 El ancho del cortafuego debe ser proporcional a la altura de la vegetación y
la pendiente del terreno. Para pastizales se recomienda hacer zanjas de 3 metros
de ancho y para material más grueso y pesado (arbustos, rastrojo) de cuatro
metros o más.
5.1. 3 Si el terreno es pendiente, es necesario recordar que la tierra extraída del
cortafuego se debe organizar en montículos para impedir rodamiento de material
encendido y además evitar la erosión.
5.2 Época para la realización de las quemas controladas
5.2.1 Se recomienda realizarlas al inicio de la temporada de verano o de disminución
de las lluvias, esto porque el suelo y la vegetación conservan parte de la humedad
acumulada en invierno lo cual impedirá que el fuego se propague más rápido y sea
más fácil su control.
Así mismo, cuando esta terminando el verano, la humedad es más alta en horas de la
noche y se presentan días más nublados, permitiendo controlar más fácilmente la
quema.
5.3 Tipos de quemas controladas
5.3.1 Quema de basuras o desechos sin apilar u organizar
Esta forma de quema presenta altos riesgos y su control es complicado, en este caso
se deben extremar las precauciones y las condiciones de seguridad.
Los cambios repentinos del viento tiende a hacer aún más difícil el manejo y control de
la quema, que en caso de escaparse puede generar incendios forestales
incontrolables. Si se opta por este tipo de quema, debe iniciarse en la cabecera del
terreno y luego se prende fuego a las franjas a una distancia prudencial, tratando de
encender porciones pequeñas, lo que facilitará tener control sobre la velocidad de
propagación del fuego.
5.3.2. Quemas de desechos de basuras o residuos de cosecha apilados.
Apilar o agrupar el material que se desee quemar permite lograr un mejor control de la
actividad, minimizando el riesgo de incendios Forestales.
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Al realizar la quema tenga en cuenta que la humedad del aire esté alta o también se
puede hacer bajo una leve llovizna, aunque es más lento, garantiza mayor seguridad,
además impide que se propague a otras zonas.
6. QUE HACER DESPUES DE LA QUEMA CONTROLADA
6.1 Asegurase de apagar en forma TOTAL el fuego en todos los bordes del terreno.
6.2 Mantenga vigilancia del terreno a fin de evitar reactivación del fuego.
6.3 Implemente Todas las precauciones a su alcance para garantizar una extinción
total del fuego.
Recuerde, quien realiza la quema tiene un compromiso y
responsabilidad de Prevenir la ocurrencia de Incendios Forestales en
áreas aledañas al terreno destina a quemar.
Nota: Parte de la información ha sido retomada de la cartilla: “Prevención de Incendios
Forestales en Quemas”- Guía para preservar y conservar nuestro medio ambiente.
Editada por el Ministerio del Medio Ambiente en el año 2001 a través del Convenio de
Cooperación Técnica Española (AECI).
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