Nutrición cerebral: los alimentos que comemos afectan el rendimiento mental
1. Alejandra Balderas Jaramillo
LMKT
A10
20 de Agosto del 2012
NUTRICIÓN
Éste capítulo habla de la importancia y relación que tienen los alimentos que
ingerimos con la actividad cerebral. El incluir proteínas, hidratos de carbono,
grasas, vitaminas y minerales, son indispensables para el cerebro, ya que con
ellas forma membranas y sustancias químicas que utiliza para aprender,
pensar, sentir, recordar, etc.
El autor nos aconseja “comer con inteligencia”, explica que el cerebro depende
de una buena nutrición para desenvolverse con claridad.
Identifiqué seis partes dentro del texto. La primera, habla acerca del
aprovechamiento de los nutrientes, principalmente la tirosina y el triptófano,
que ingerimos,mismas que el cerebro usa como sustento.(Pág.47-48)
La segunda, sugiere que podemos controlar la actividad cerebral a través de la
alimentación y especifica los tipos de nutrientes que debe contener una
alimentación apropiada para estos fines y de donde obtenerlos.(Pág. 49-56).
En la tercera parte, aúna la ingesta de vitaminas como complemento de otros
nutrientes, tales como carbohidratos y proteínas, a la alimentación diaria para
reforzar la absorción y efecto de los mismos sobre el cuerpo y mente.(Pág. 56-
59, 62-63)
La cuarta parte expone la importancia de los minerales en la alimentación y
sus efectos sobre el cerebro, ayudándolo a recordar, pensar y sentir
emociones. (Pág. 63, 65)
En la quinta parte, menciona la forma en la que afectan las grasas al
rendimiento mental del ser humano, sin embargo su ingesta es necesaria.
(Pág. 65-67)
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2. (1) El cerebro aprovecha las proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas
y minerales que ingerimos, de ellos fabrica membranas y sustancias químicas
que utiliza para aprender, pensar, sentir y recordar. (2) El aprovechamiento de
estos aminoácidos depende del orden en que lleguen a nuestro organismo,
menciona principalmente la tirosina y el triptófano, (3) la primera, se encarga
de producir neurotransmisores como la dopamina y norepinefrina, éstos,
estimulan el rendimiento mental en caso de llegar primero al cerebro; (4) el
segundo, es empleado por el cerebro para elaborar el neurotransmisor
serotonina, éste químico, retarda la reacción y obstaculiza la concentración,
provoca somnolencia y disminuye el rendimiento mental. (§ 1-4)
Se cree es posible controlar la actividad mental mediante los alimentos que se
consumen. (5) Las proteínas contienen una proporción importante de tirosina e
igualmente de triptófano, aunque en menor medida, la podemos obtener del
pescado, pollo o carne. (6) El triptófano necesita de hidratos de carbono para
llegar al cerebro, los cuales podemos obtener de pan, pastas, papas, etc. De
igual manera, una o dos tazas de café por la mañana pueden mantener la
actividad cerebral hasta por seis horas, de igual forma, el exceso del mismo
puede repercutir negativamente sobre el rendimiento mental. (7) La capacidad
de la tirosina para reforzar la actividad mental es tal, que llega a superar los
efectos del estrés. El rendimiento mental se puede ver seriamente afectado por
una dieta rica en su mayoría por hidratos de carbono, las personas mayores a
40 años se han visto más afectadas en este sentido. (8) En algunos casos, los
carbohidratos pueden resultar muy útiles, tal es el caso de las personas que
padecen TAE (trastorno afectivo estacional). Por otro lado la ingestión de
triptófano complementario, puede generar adicción e incluso muerte. (§ 5-27)
(9) El efecto de los aminoácidos mencionados anteriormente es escaso o nulo
a menos de que actúe en conjunto con la vitamina B(B1, B2, B3, B6, y B12), que
ayuda a incrementar la dinámica mental y la podemos encontrar el aguacates,
plátanos, alubias, pavo, pescado o la mayoría de los vegetales. (10)
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3. Las vitaminas son tan necesarias para reforzar al cerebro como para prevenir
enfermedades. Esta vitamina contribuye a la formación y reparación de tejidos
cerebrales, el ácido fólico y la biotina, estimulan el procesamiento de proteínas
o grasas, mientras que el pantotenato ayuda al cerebro a usarlas. (11) De igual
forma a vitamina C ayuda al cerebro a usar las proteínas y fabricar
neurotransmisores que permiten el pensamiento y la memoria
simultáneamente, las podemos obtener de frutas y verduras y se recomienda
su ingesta antes de la cocción para evitar la pérdida del contenido vitamínico.
Unmultivitamínico simple incremente el coeficiente de inteligencia no verbal. (§
28-44)
(12) A sí mismo, los minerales son necesarios para la función enzimática,
capacitan al cerebro para recordar, pensar y sentir emociones. La insuficiente
ingestión de boro, cobre, hiero y manganeso pueden perjudicar la memoria, el
pensamiento y el humor, los oligoelementos cumplen una función en el
mantenimiento de habilidades cognoscitivas, memoria y funcionamiento
espacial. (§ 45-49)
(13) Hace mención de las grasas, dependiendo del tipo que se consuma,
puede afectar o mejorar el rendimiento físico y mental, ya que las células del
cerebro están integradas por ellas. (§ 50-56)
Por último, habla de la infra nutrición y la per nutrición, ambos casos se dan
cuando la mente no escucha las necesidades del cuerpo, lo cuál puede ser
corregido según el doctor Chopra, mediante 8 métodos basados en la
autovaloración de los impulsos físicos y emocionales, de tal forma que nos
permita identificar y diferenciar la verdadera sensación de hambre de un
impulso, todo esto con el fin de normalizar y corregir la alimentación. (Pág. 60,
61)
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4. El autor no concluye el capítulo haciendo mención de que lo que comemos y
cuando lo comemos, tiene un gran impacto en la actividad cerebral y por
consiguiente, en la vida, desarrollo y desenvolvimiento del ser humano.
Coincido íntegramente con el autor, no por nada se dice que “somos lo que
comemos”. Como seres humanos, debemos cuidar nuestra alimentación día
con día y adecuarla al desempeño físico y mental que nuestra vida requiera.
En esta etapa como estudiantes, resulta muy conveniente conocer los efectos
de los alimentos y sus nutrientes sobre nuestro cuerpo y mente, ya que
podemos adoptar una mejor conducta alimenticia y explotar nuestro
desempeño académico. El estar satisfechos, no implica estar bien alimentados.
Bibliografía
Wild, E. M. (1992). El Gran Libro de la Dinámica Mental. España: Ediciónes
Martínez.
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