Este documento describe los métodos diagnósticos y terapéuticos para esguinces de rodilla. Incluye exámenes clínicos, radiografías, artroscopia y diferentes opciones de tratamiento como inmovilización, reparación quirúrgica de ligamentos y meniscos, o refuerzo con tendones. El objetivo final es identificar con precisión las lesiones y lograr una rehabilitación exitosa que mejore los resultados a largo plazo.
2. de los ligamentos laterales y de los puntos de ángulo poste- tusión de la rodilla ha de tener una explicación anatómica
riores). y, por consiguiente, ha de poderse realizar una artroscopia
que permitirá encontrar el origen del derrame, mostran-
Laxitud sagital
do, por ejemplo, una rotura parcial del ligamento cruzado
— maniobra de Lachman: búsqueda del cajón anterior a anterior, una desinserción del menisco, una rotura con-
30° de flexión, sometiendo a prueba, de manera selectiva, dral, etc.
el ligamento cruzado anterior; En el caso de las roturas aisladas de un ligamento cruzado,
— búsqueda de los cajones anterior y posterior a 90° de fle- la artroscopia permitirá precisar la localización y el tipo de
xión en rotación indiferente y, posteriormente, en rotación rotura, pero, sobre todo, permitirá buscar y, eventualmente
externa y en rotación interna. Dichos cajones están nume- tratar, las lesiones del menisco asociadas. Esto último se rea-
rados con signos + (un signo + corresponde a un desplaza- liza si se ha decidido, por razones que se expondrán más
miento de 5 mm). adelante, no realizar inicialmente una artrotomía y estabili-
Caso particular de la laxitud posteroexterna (fractura del com- zar la rodilla mediante una plastia extraarticular, o bien si se
plejo arqueado posteroexterno) ha decidido no intervenir quirúrgicamente (caso, por ejem-
Se ha de buscar la existencia de un cajón posteroexterno, plo, de un paciente no deportista).
un aumento de la rotación tibial externa con respecto al Se incluye un resumen de este método diagnóstico y tera-
lado sano y, estando la rodilla en extensión, una rotación péutico en la figura 1.
externa de la tuberosidad tibial anterior cuando se pone en
recurvatum la rodilla lesionada.
Métodos terapéuticos
Tests dinámicos
Métodos ortopédicos
El objetivo de estos tests es el de comprobar la presencia de la
subluxación anormal de uno o de los dos platillos tibiales, Caso de esguinces benignos
secundaria a las roturas ligamentosas. Los tests se llevan a • Vendaje (strapping): se realiza con la rodilla ligeramente
cabo en rotación interna y en rotación externa. La positividad flexionada y comporta, en el lado interno o en el lado exter-
de los tests en rotación interna demuestra la existencia de una no de la rodilla, una serie de bandas adhesivas, no extensi-
subluxación anterior del platillo tibial externo, que se reduce bles, colocadas longitudinalmente, recubiertas de vendas
aproximadamente en los 30° de flexión y que es patognomó- adhesivas extensibles que se entrecruzan en la cara anterior
nica de una rotura del ligamento cruzado anterior. de la rodilla, dejando, no obstante, la rótula libre.
• Rodillera de yeso: si el paciente presenta mucho dolor, se
Examen radiológico
le puede colocar una rodillera de yeso en extensión, duran-
El examen clínico se completará mediante un examen te ocho o diez días, con un objetivo antálgico (escayola «as-
radiográfico estándar que comprende, al menos, proyeccio- pirina»).
nes de la rodilla, de frente, laterales, y axiales femoropate- Se asocia a estas inmovilizaciones un tratamiento analgésico
lares a 30 y 60° de flexión. Estas radiografías permiten des- y antiinflamatorio con las restricciones de utilización habi-
cubrir la existencia de eventuales desprendimientos óseos tuales.
de las inserciones ligamentosas o de una fractura osteocon-
dral asociada. Caso de esguinces graves
No existe indicación para realizar una artrografía de urgen- La inmovilización mediante escayola incluye igualmente el
cia debido a las dificultades de interpretación relacionadas pie para impedir los movimientos de torsión del esqueleto
con el hemartros asociado. tibial, perjudiciales para la cicatrización de las lesiones peri-
Al término de este estudio clínico y radiológico, se presen- féricas. Se confecciona una escayola cruropédica, a 30° de
tan tres cuadros posibles: flexión para las roturas del ligamento cruzado anterior, o
— la rotura ligamentosa es evidente; bien en extensión para las roturas del ligamento cruzado
— la rotura ligamentosa es dudosa; posterior. Se debe intentar distender al máximo los ele-
— el esguince es benigno. mentos periféricos lesionados y, en los esguinces graves del
plano capsuloligamentoso interno, por ejemplo, se inmovi-
Este último diagnóstico se considerará sólo con prudencia
lizará la rodilla en varus y rotación interna. Se mantendrá la
tras haber comprobado la negatividad de todos los signos
inmovilización con escayola durante seis semanas, cambián-
clínicos descritos anteriormente.
dola eventualmente a la tercera semana si ha dejado de ase-
En el caso de una lesión ligamentosa dudosa o evidente, se ha de
gurar una contención eficaz debido a una amiotrofia
hospitalizar al paciente con el fin de realizar un conjunto de
importante del cuádriceps.
pruebas bajo anestesia, que permitirán proceder a un análi-
sis semiológico minucioso, sin la interferencia de los fenó- Métodos quirúrgicos
menos dolorosos. Esta valoración semiológica, realizada bajo
anestesia general o peridural, tras efectuar una punción en la Tratamiento de las lesiones intraarticulares
rodilla para evacuar el hemartros, se completará mediante La sutura simple del ligamento cruzado anterior es cada vez
radiografías dinámicas, que constituyen documentos medi- menos utilizada debido al alto porcentaje de fracasos ana-
colegales que objetivan la gravedad del esguince. tómicos observado tras una reparación de este tipo [8, 17]. En
Al término de este estudio bajo anestesia se pueden pre- cuanto a los desgarros de los ligamentos cruzados a nivel de
sentar, nuevamente, tres situaciones: su inserción, que comportan un arrancamiento óseo, el tra-
— hemartros aislado sin laxitud ligamentosa ni tests diná- tamiento mediante reinserción del fragmento óseo obtiene
micos asociados; excelentes resultados [7, 16].
— rotura aislada del ligamento cruzado anterior o del liga- La sutura del ligamento cruzado anterior se utiliza cada vez
mento cruzado posterior sin lesión periférica asociada; más, asociada a un refuerzo mediante un tendón de la pata
— rotura de uno o de los dos ligamentos cruzados, asocia- de ganso, normalmente el tendón del semitendinoso.
da a lesiones ligamentosas periféricas. El papel de dicho refuerzo es doble: asegurar, en principio,
La artroscopia es indicada, sobre todo, en los dos primeros una resistencia mecánica y aportar vasos que ayuden a la
casos [5]. En efecto, todo hemartros secundario a una con- cicatrización del ligamento cruzado roto [3, 8] (fig. 2).
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3. Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS ESGUINCES DE RODILLA 26-240-C-10
sea del tipo Mac Intosh, utilizando el tendón rotuliano, o
Traumatismo del tipo Insall, utilizando la fascia lata. Otros proponen, en
caso de dilaceración de la rotura, reforzar las suturas del
ligamento cruzado anterior con materiales sintéticos (car-
Examen clínico
+ Rx STD bono, dacron, etc.).
Cualquiera que sea el método utilizado, se completará la
Lesión ligamentosa Lesión ligamentosa reparación del eje central mediante el tratamiento de las
evidente dudosa lesiones del menisco. Se debe ser extremadamente conser-
vador, reinsertando, cada vez que sea posible, las desinser-
Pruebas bajo A.G. ciones del menisco.
Tratamiento de las lesiones periféricas
Rodilla estable Rotura LCAE Rotura LCAE
Los desgarros de las inserciones ligamentosas se graparán o
+ hemartros aislada + lesiones periféricas reinsertarán mediante puntos transóseos. Si las lesiones
están localizadas en el centro de los planos capsuloliga-
mentosos y se encuentran dilaceradas, podrá ser necesario
Artroscopia
reforzar de entrada estas reparaciones mediante trasplantes
tendinosos o fibras sintéticas.
Tratamiento de lesiones meniscales Intervención La intervención es seguida de una inmovilización, durante
± escayola quirúrgica 45 días aproximadamente, mediante una escayola circular,
una escayola o una rodillera articulada.
1 Esquema que resume los métodos diagnóstico y terapéutico que
se deben plantear en el caso de un paciente que presenta un Indicaciones terapéuticas en caso
esguince reciente de la rodilla. de esguinces recientes
Indicaciones y contraindicaciones
En general, el tratamiento quirúrgico está contraindicado en caso
de lesión cutánea asociada debido a los riesgos infecciosos
secundarios. Esto se observa, a menudo, en las lesiones del
ligamento cruzado posterior por contusión apoyada.
Asimismo, la cirugía primitiva está contraindicada cuando
la lesión se remonta a más de 10 días, debido, por una
parte, a la retracción de los muñones de los ligamentos cru-
zados, y, por otra parte, a la calidad mediocre de los tejidos
lesionados, que se han inflamado y edematizado, haciendo
ilusoria una reparación quirúrgica de buena calidad.
Las desinserciones de los ligamentos cruzados con arrancamiento
óseo son siempre objeto de una reinserción quirúrgica debi-
do a los excelentes resultados obtenidos.
Por otra parte, las indicaciones dependen de la naturaleza de las
lesiones, pero sobre todo de la edad y del nivel deportivo del paciente.
En función de la edad
No es aconsejable operar a los pacientes que tienen más de
40 años, salvo en el caso de pacientes deportistas profesio-
nales, para quienes resulta indispensable el uso de una rodi-
lla estable para poder proseguir su actividad. Después de los
40 años, la frecuencia de los síndromes algodistróficos, de
los procesos de rigidez y de los dolores residuales, secunda-
rios a las reparaciones quirúrgicas primitivas, hace que se
opte preferentemente por el tratamiento ortopédico.
En función del nivel deportivo
2 Refuerzo de una sutura del ligamento cruzado anterior, roto Es preferible no operar a los pacientes sedentarios, no
recientemente, mediante el tendón del semitendinoso que se deja deportistas o deportistas ocasionales. En efecto, como se
unido sobre la tibia. El tendón sale de la rodilla por el cóndilo
verá más adelante, la rehabilitación de la rodilla operada de
externo a la cara cutánea en la que está grapado. El muñón del
ligamento cruzado anterior roto está suturado al trasplante tendi- un esguince reciente resulta especialmente larga y difícil.
noso en la escotadura intercondílea. Necesita una cooperación importante por parte del pacien-
te, que no encontrará la motivación necesaria para su reha-
bilitación si su demanda funcional es modesta. Así, la repa-
Algunos casos de rotura aislada del ligamento cruzado ante- ración quirúrgica primitiva de los esguinces graves de la
rior pueden beneficiarse, en un principio, con una liga- rodilla ha de reservarse, de manera prioritaria, a los depor-
mentoplastia extraarticular, del tipo Lemaire, sin cirugía tistas de competición u ocasionales con alto grado de moti-
intraarticular asociada. vación y que sean menores de 40 años.
Algunos autores proponen recurrir, de entrada, a una liga- El método quirúrgico varía según el cirujano. Las suturas
mentoplastia, que sustituya el ligamento cruzado roto, ya primitivas se abandonan cada vez más por las suturas con
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4. refuerzo tendinoso. Las roturas aisladas del ligamento cru- ra la evaluación de las laxitudes de la rodilla y permiten
zado anterior pueden beneficiarse, de entrada, con una establecer comparaciones pre y postoperatorias precisas
reparación reforzada o una plastia extraarticular. Estas indi- que permiten juzgar el valor anatómico de las diferentes
caciones habrán de adaptarse a cada caso. ligamentoplastias (figs. 3 y 4).
El examen radiográfico estándar comportará, al menos, una
radiografía anterior y lateral en apoyo monopodal, así
Laxitudes crónicas como proyecciones femoropatelares a 30 y 60°. Estas radio-
grafías buscarán la existencia de un remodelado articular,
incluso de una artrosis, de secuelas de desgarro de inser-
Motivos de consulta
ción ligamentosa y la existencia de cuerpos extraños intra-
Los pacientes acuden a la consulta, en la mayoría de los articulares. Este examen se completará, a menudo, median-
casos, debido a que perciben sensaciones de inestabilidad, te una artrografía que busque una lesión en el menisco.
que se presentan bajo la forma de una flaqueza en la rodi- Otros autores prefieren la artroscopia sistemática preopera-
lla, lo cual puede sobrevenir al hacer deporte o en la vida toria, que permite el diagnóstico y el tratamiento de las
corriente, como resultado del cansancio, en las escaleras o lesiones intraarticulares asociadas, sobre todo si se ha deci-
en terreno irregular. Estos accidentes pueden acompañarse dido no abrir la articulación y estabilizar la rodilla única-
de fenómenos dolorosos que se deberán distinguir de los mente mediante ligamentoplastias extraarticulares.
dolores de condritis, que sobrevienen ante un esfuerzo y
que no se relacionan con la flaqueza a la que se ha aludido. Intervenciones quirúrgicas
El último motivo de consulta puede ser la existencia de blo-
queos en flexión, cuyo origen se encuentra en el menisco. Plásticas extraarticulares
El examen de la rodilla mostrará la presencia de una laxi-
Se dividen en plásticas externas y plásticas internas. El obje-
tud que había pasado desapercibida hasta ese momento.
tivo de estas ligamentoplastias consiste en estabilizar la
movilidad de los platillos tibiales e impedir su subluxación
Examen clínico en los sesenta primeros grados de flexión responsables de
El interrogatorio deberá precisar la antigüedad de los trastor- los fenómenos de inestabilidad.
nos, el mecanismo del accidente inicial y el tratamiento. Se Ligamentoplastias externas
habrá de precisar, igualmente, si los accidentes de inestabi-
Existen numerosas variedades. Una de las más utilizadas es
lidad sobrevienen únicamente cuando se hace deporte o
la plastia de Lemaire, realizada por medio de una pequeña
también en la vida corriente, así como el nivel deportivo del
banda de fascia lata extendida en la cara externa de la rodi-
paciente y sus necesidades funcionales. Estos elementos,
lla y que impide la subluxación anterior del platillo tibial
como se verá posteriormente, influirán considerablemente
externo (fig. 5). Esta pequeña banda, que penetra en el
en la decisión terapéutica. Finalmente, se buscará la exis-
cóndilo externo por intermedio de un túnel, ha de perma-
tencia de dolores y de derrames recidivantes que pondrán
de manifiesto una lesión del cartílago, así como la existen- necer isométrica entre 10 y 60° de flexión de la rodilla, es
cia de bloqueos en flexión, prueba de una lesión asociada decir, ha de quedar extendida en este sector de movilidad
del menisco. de forma continua para que sea eficaz.
La inspección precisa los ejes de los miembros inferiores: Ligamentoplastias posteroexternas
normoeje, genu varum o genu valgum, factores que, even- El objetivo de estas ligamentoplastias es el de impedir la
tualmente, agravan ciertas laxitudes. subluxación posterior del platillo tibial externo, secundaria
La palpación busca la existencia de un derrame crónico y a una lesión del complejo arqueado y, a menudo, asociada
mide el perímetro del cuádriceps 15 cm por encima de la a una laxitud posterior por rotura del ligamento cruzado
rótula, comparando el lado sano con el lado lesionado. La posterior. Se han propuesto varias intervenciones [7]: algu-
búsqueda de los puntos dolorosos tiene una significación nas consisten en volver a tender, hacia arriba y hacia delan-
diferente de la del cuadro de los esguinces recientes; la com- te, el punto de ángulo posteroexterno, el ligamento lateral
probación de su existencia sobre las interlíneas hace pensar externo y el tendón del poplíteo. Esta retensión, según
en una lesión de condritis o una lesión capsulomeniscal. Hugston, ha de efectuarse «en bloque» por mediación de
El examen de la movilidad busca una limitación de la flexión un arrancamiento óseo condíleo externo que porte estos
y mide la hiperextensión fisiológica en búsqueda de una elementos. Otras intervenciones utilizan la fascia lata para
hiperlaxitud constitucional. reconstituir una rienda que restablezca la acción de rotador
El examen de la laxitud se realizará, como en el caso de los interno del tendón poplíteo (fig. 6).
esguinces recientes, buscando una laxitud anormal en el
Ligamentoplastias internas
plano frontal, luego en el plano sagital y, finalmente, bus-
cando los tests dinámicos rotatorios. El avance del platillo tibial interno puede limitarse por
En general, el examen de una rodilla que presenta una laxi- varios medios. Se puede combinar una retensión del punto
tud crónica resulta más fácil que cuando se trata de un de ángulo posterointerno volviéndolo a tender hacia delan-
esguince reciente. La evaluación semiológica de la laxitud te, asociada a un avance del tendón reflejo del semimem-
es más precisa, ya que se ve menos entorpecida por los fenó- branoso (fig. 7). Otros autores prefieren utilizar el mismo
menos dolorosos. Sin embargo, es posible que estos dolores principio que la intervención de Lemaire en el interior, por
produzcan contracturas musculares reflejas que resten intermedio de un tendón de la pata de ganso. Una rienda
importancia al valor de la laxitud e impidan la comproba- interna puede, igualmente, realizarse con fibras sintéticas
ción de los tests dinámicos. La laxitud puede evaluarse tendidas entre el anillo del tercer aductor y la inserción
manualmente, pero puede, igualmente, ser objeto de medi- tibial del ligamento lateral interno, cuidando de que estas
ciones instrumentales que permitan, en condiciones que se fibras sean subaponeuróticas.
puedan reproducir, realizar mediciones para condiciones
dinámicas siempre idénticas. En la actualidad, el desarrollo Plásticas intraarticulares
de estas mediciones instrumentales tiene un gran auge, ya Estas ligamentoplastias tienen un objetivo anatómico y no
que proporcionan un elemento objetivo suplementario pa- funcional, como en los casos anteriores. Sustituyen al liga-
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5. Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS ESGUINCES DE RODILLA 26-240-C-10
3 Gonolaxímetro. Este aparato permite medir los desplazamientos
de la tibia con respecto al fémur a 90° de flexión en cajón ante-
rior, posterior, directo o rotatorio. La fuerza aplicada a la rodilla se
controla en lo que concierne a la velocidad e intensidad median-
te un microordenador.
5 Ligamentoplastia externa extraarticular, tipo Lemaire, que utiliza
una pequeña banda de fascia lata, que ha conservado su inser-
ción sobre el tubérculo de Gerdy. Esta plastia evita la subluxación
anterior del platillo tibial externo, responsable de los accidentes
de inestabilidad.
4 Sistema de medición manual de la amplitud del cajón cuando se
realiza la maniobra de Lachman (artrómetro KT 1 000). Este siste-
ma permite medir el cajón en milímetros para fuerzas aplicadas
de 7,5 y luego de 10 kg.
mento cruzado anterior roto y deben hacer desaparecer así
la laxitud anterior. Las intervenciones de Lindemann se han
ido reemplazando progresivamente por la utilización de ele-
mentos más resistentes, como una pequeña banda iliotibial
o el tercio central del tendón rotuliano, que puede ser utili-
zado dejándolo unido a la tuberosidad tibial, como reco-
mienda Keneth-Jones; sin embargo, la longitud del trasplan-
te es normalmente demasiado corta como para permitir
fijarlo en el cóndilo externo en el emplazamiento anatómi-
co del cruzado anterior. Es la razón por la que algunos auto-
res, como Dejour, han propuesto separar el trasplante en
cada uno de sus extremos con un arrancamiento óseo, rea-
lizando así un trasplante libre, que permita un posiciona-
miento anatómico isométrico del trasplante (fig. 8).
Mac Intosh fue el primero en proponer la utilización de un 6 Ligamentoplastia posteroexterna que utiliza una pequeña banda
de fascia lata. El trayecto de ésta ha de evitar la subluxación pos-
trasplante prolongado en el tendón cuadricipital que per- terior del platillo tibial externo, simulando la acción del tendón
mite, por su longitud, una fijación extraarticular, lo que poplíteo.
hace salir el trasplante «over the top», por encima del cón-
dilo externo. Estudios ulteriores han demostrado que este
punto de salida no era isométrico y que era necesario hacer asociando una ligamentoplastia externa que impida el resal-
salir el trasplante por un túnel transcondíleo externo o por to y, eventualmente, una retensión o una ligamentoplastia
una ranura retrocondílea. del plano interno. Dichas ligamentoplastias se utilizan cada
vez más, ya que el trasplante intraarticular suprime la laxitud
Plásticas combinadas anterior, mientras que la ligamentoplastia extraarticular aso-
Se trata de ligamentoplastias que reemplazan el ligamento ciada protege el trasplante intraarticular hasta que encuentre
cruzado anterior mediante una transferencia intraarticular, de nuevo una estructura y propiedades mecánicas adaptadas.
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6. A
8 Sustitución del ligamento cruzado anterior por un trasplante
«libre» tomado previamente del tercio central del tendón rotulia-
no. Cada extremo del trasplante lleva una pequeña barra ósea
tallada a expensas de la rótula y de la tuberosidad tibial anterior
(estuche). Estos dos fragmentos óseos se encuentran en situa-
ción intraósea después del posicionamiento del trasplante.
B
A B
9 Sustitución del ligamento cruzado anterior por una ligamento-
plastia de Mac Intosh modificada. El trasplante se toma previa-
mente del tercio central del tendón rotuliano, de la cubierta fibro-
sa prerrotuliana y del tercio central del tendón cuadricipital.
Puede reforzarse mediante fibras sintéticas hilvanadas en el
espesor del trasplante. Éste es, a continuación, tubulizado para
enmascarar las fibras y evitar su abrasión en contacto con los ele-
mentos óseos. El trasplante rodea el cóndilo externo sobre sus
dos caras, suprimiendo simultáneamente el cajón anterior y el
resalto en rotación interna.
A: Vista anterior. El trasplante entra en la articulación por un túnel
transtibial.
B: Vista externa. El trasplante sale de la articulación de la rodilla
pasando por detrás del cóndilo externo, en una escotadura des-
tinada a hacer isométrico su punto de salida; pasa, a continua-
C ción, por debajo del ligamento lateral externo y, finalmente, se
grapa sobre el tubérculo de Gerdy.
7 Retensión de los elementos capsuloligamentosos internos desti-
nados a limitar la movilidad anterior del platillo tibial interno. Este tipo de ligamentoplastias pueden reforzarse mediante
A: Avance del punto de ángulo posterointerno hacia adelante. materiales sintéticos (polietileno, carbono, dacron), colo-
B y C: Desinserción del tendón reflejo del semimembranoso que cados en el interior del trasplante para mejorar la resis-
avanza hacia abajo y hacia adelante bajo el ligamento lateral tencia mecánica inicial y permitir la movilización precoz
interno.
(figs. 9 y 10).
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7. Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS ESGUINCES DE RODILLA 26-240-C-10
Indicaciones terapéuticas
Ante una laxitud crónica de la rodilla, la indicación tera-
péutica depende de varios parámetros que se deben tener
en cuenta de manera simultánea: tipo de laxitud, existencia
eventual de una hiperlaxitud, lesiones asociadas (condritis,
meniscos), edad del paciente, nivel de actividad (deportista
de competición, de ocio, paciente activo o sedentario) y,
finalmente, necesidades funcionales propias que dependen
del tipo de deporte que se practica o, más sencillamente, de
la profesión del paciente.
Resulta difícil resumir aquí todas las indicaciones terapéuti-
cas. La mayoría de ellas han de adaptarse a cada caso y de-
penden de la experiencia y costumbres del cirujano.
En general, no se debe operar a los pacientes no deportis-
tas, puesto que sus necesidades funcionales son modestas y
carecen de la motivación necesaria para asumir los dolores
y esfuerzos de la rehabilitación postoperatoria. Tampoco se
debe operar a los pacientes que presentan lesiones de artro-
sis evolucionada debido a los riesgos de agravamiento.
A Estas dos categorías de pacientes, sedentario y artrósico,
han de poder beneficiarse, eventualmente, con una rehabi-
litación que asocie la utilización de una ortesis del tipo, por
ejemplo, Lenox Hill.
En los pacientes hiperlaxos, que presentan un recurvatum
importante, debe realizarse una ligamentoplastia intraarti-
cular debido, en este caso particular, al importante índice
de fracasos secundario a las ligamentoplastias extraarticula-
res. Los pacientes que presentan una gran laxitud con cajo-
nes superiores a 10 mm han de beneficiarse, preferente-
mente, con una ligamentoplastia intraarticular. En efecto,
en estos casos, la utilización de plastias extraarticulares, que
dejan persistir la laxitud, terminan fracasando debido a la
distensión progresiva de los trasplantes.
En el caso de pacientes que presenten lesiones importantes y
sintomáticas de condritis, conviene ser lo menos agresivo posi-
ble y recurrir a la utilización de ligamentoplastias extraarti-
culares para las que resultará menos difícil la rehabilitación.
Si en preoperatorio fuera necesario recurrir a una menis-
cectomía interna total, habrá que efectuar, de forma simul-
tánea, una estabilización quirúrgica del platillo tibial inter-
no para tratar de evitar los efectos desestabilizadores de la
B meniscectomía.
De una manera esquemática, en los pacientes de menos de
10 Ligamentoplastia del ligamento cruzado posterior mediante la 30 años, sin lesión de condritis y que practiquen un depor-
técnica llamada de «Mac Intosh invertida». El trasplante se toma
previamente según un método idéntico al de la figura 9. Su tra-
te que requiera la articulación de la rodilla en grado consi-
yecto reproduce el del ligamento cruzado posterior, pasando derable, se efectuará de forma prioritaria, una ligamento-
primero de adelante hacia atrás en un túnel transtibial, luego plastia intraarticular.
penetra en la articulación entre los dos cóndilos, dirigiéndose Los pacientes de más edad o que practican deportes en los
de atrás hacia adelante y saliendo, finalmente, por un túnel momentos de ocio, han de beneficiarse, sobre todo, con
transcondíleo interno.
A: Vista interna.
ligamentoplastias extraarticulares.
B: Vista anterior. Se pueden presentar todas las situaciones intermedias, y
deben considerarse, como se ha dicho anteriormente, caso
por caso.
Ligamentos artificiales
Desde hace varios años se ha propuesto la sustitución del
ligamento cruzado anterior por fibras sintéticas. Este méto- Rehabilitación en los esguinces
do presenta la ventaja de no disminuir el capital tisular del de rodilla
paciente; a menudo, es de realización rápida, y puede efec-
tuarse, incluso, con artroscopia.
Introducción
Sin embargo, se desconoce el resultado a largo plazo de
este tipo de intervenciones y no existen, actualmente, mate- Cualquiera que sea la sintomatología clínica, conviene re-
riales que posean propiedades mecánicas similares a las del habilitar la articulación de la rodilla reintegrándola en la
ligamento cruzado anterior ni una resistencia suficiente estática del miembro inferior y en el equilibrio general del
ante la fatiga y la abrasión. Siguen siendo, en la actualidad, paciente. La solución aportada al nivel de la rodilla será, en
métodos de excepción. ese caso, no solamente favorable sino también duradera.
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8. Como en cualquier tipo de rehabilitación, no existe ningu- tos que parecen esenciales, con excepción del estudio tra-
na receta kinesiterapéutica que garantice una recuperación dicional de la rodilla.
neuromuscular armoniosa. Las medidas terapéuticas varían El examen es:
poco; sólo difieren sus modalidades de aplicación. La lógi- — comparativo con respecto al estado previo y al lado
ca, la conciencia del objetivo que se busca alcanzar y a veces opuesto;
el simple sentido común, conducen a la adopción de medi- — repetitivo.
das sensatas.
Ha de comenzar mediante el conocimiento de la historia
Lamentablemente, la eficacia del gesto terapéutico no clínica, que pone de relieve, por una parte, la anamnesis y,
puede probarse, ya que, en cada ocasión, sólo la intención por la otra, la técnica empleada y el tratamiento ortopédico
guía al gesto, que dependerá, a partir de ese momento, de o quirúrgico.
la receptividad del paciente a la que debe adaptarse la dis- Ha de precisar:
ponibilidad del kinesiólogo.
• el tipo de intervención, las suturas o plásticas intra o extraar-
En los esguinces de la rodilla, cualquiera que sea la impor- ticulares, el deterioro del menisco con la sutura, la reinser-
tancia de las lesiones, la rehabilitación estará dominada por ción, la ablación parcial o total; la existencia de condritis y
dos principios fundamentales: su localización;
— la recuperación de la estabilidad; • la inmovilización o la movilización;
— la recuperación de la movilidad; • el tipo de inmovilización: férula posterior, escayola circular o
la ausencia de dolor es la condición de ambos. articulada, crurotibial o cruropédica, en flexión entre 20 y
Si la estabilidad depende de los elementos capsuloligamen- 40° en caso de lesión del cruzado anterior y en extensión en
tosos y tendinosomusculares, la movilidad depende de la caso de lesión del cruzado posterior;
integridad articular, pero también de las calidades capsulo- • la duración
ligamentosas y de las posibilidades musculotendinosas, en — 6 semanas, en caso de una sola escayola;
particular de la relación de estos últimos elementos entre sí. — 3 semanas a 40° de flexión, luego 3 semanas a 20° de fle-
— La estabilidad sagital se debe al eje central y a las forma- xión, cuando se colocan escayolas sucesivas.
ciones musculares y tendinosas anteroposteriores. Se completará mediante la observación de las radiografías,
— La estabilidad frontal se debe a los ligamentos periféri- con el fin de definir la colocación del material de fijación
cos y a los elementos musculotendinosos laterales. (tornillos - grapas).
— La estabilidad horizontal hace intervenir las formaciones El estudio masokinesiterapéutico encuentra los mismos ele-
de elementos precedentes [13]. mentos señalados en el examen clínico.
Se debe señalar, sin embargo, la importancia del aparato Sin embargo:
extensor, no sólo como estabilizador, sino también como — carecerá de algunos datos imposibles de buscar o que se
factor que limita la amplitud de la articulación y asegura el deben evitar de forma imperativa;
conocimiento del juego articular. — será completado por otros elementos resultantes del tra-
Por consiguiente, será preciso, en primer lugar, que el pacien- tamiento quirúrgico u ortopédico.
te recupere las sensaciones del movimiento de flexión-exten-
sión a nivel articular (femorotibial y femoropatelar), pero, asi- Interrogatorio
mismo, habrá que despertar en él la noción de flexión-exten- Se habrá de precisar si se presentó un hematoma en el
sión a nivel muscular, noción muy alterada sea cual sea el momento del accidente (importancia, localización) y se
grado de recuperación que se posea o el período que ha trans- deberán buscar los elementos siguientes:
currido después del traumatismo o de la intervención.
— hidrartros evacuado o no;
La rehabilitación de los esguinces de la rodilla ha de pro-
— esguince reciente o laxitud crónica;
gramarse teniendo en cuenta una duración de seis meses a
— antecedentes o recidivas de hemartros;
un año, dependiendo de la extensión de las lesiones y de la
intervención realizada. — antecedentes de accidente en los miembros inferiores
(fracturas, esguinces);
En los casos de esguinces simples, se desarrollará en cuatro
fases. — tratamiento médico o masokinesiterapéutico;
En los casos de laxitud crónica se debe añadir a dichas fases — importancia de la actividad física;
otra etapa preoperatoria. — miembro dominante o no.
Esta rehabilitación preoperatoria presenta numerosas ven- Dolor
tajas: Se tratará de precisar también el carácter del dolor:
— para el paciente, en primer lugar, quien objetiva algunas — circunstancias en las que sobreviene: pre o postraumáti-
contracciones musculares y percibe sensaciones que habían co u operatorio;
quedado anuladas al sufrir el traumatismo;
— su localización;
— para el cirujano, quien intervendrá sobre elementos ana-
— sus características y su ritmo;
tómicos que han recuperado ya una parte de su calidad;
— su evolución.
— para el kinesiólogo, que podrá poner en práctica ejercicios
tendientes a evitar los trastornos cinemáticos sin ser obs- Invalidez
taculizado por las consecuencias postoperatorias y, asimis- Se han de apreciar sus características:
mo, podrá remitirse a los ejercicios previos a la operación. — posibilidades funcionales globales;
La rehabilitación preoperatoria asegura una ganancia de — importancia de la cojera;
tiempo apreciable para la recuperación funcional.
— necesidad de usar muletas;
— perímetro de marcha en tiempo y duración;
Valoración — existencia de sensaciones de crujidos, acompañadas o no
Para que la rehabilitación resulte eficaz y productiva debe ir de dolores o de momentos de flaqueza.
precedida de un estudio que sea tan completo como preci- Se ha de apreciar, finalmente, su evolución hacia una mejo-
so. Esta es la razón por la que sólo se citarán algunos pun- ría más o menos rápida.
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9. Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS ESGUINCES DE RODILLA 26-240-C-10
Inspección
La inspección permite apreciar lo siguiente:
— el biotipo del paciente, sus desequilibrios generales y/o
sus actitudes viciosas;
— el eje general de los miembros inferiores;
— la actitud espontánea del miembro inferior afectado (en
la mayoría de los casos a 20° de flexum);
— el estado de la piel (descamante, pálida, etc.);
— la presencia de cicatrices, su localización, su calidad tur-
gente, inflamatoria o no (queloides, desunión, etc.) (fig. 11);
— la existencia de hematomas, su importancia y localiza-
ción;
— la presencia de una rodilla globulosa;
— la importancia de las amiotrofias femorales y tibiales;
11
— la existencia de signos clínicos de algodistrofia (edema,
color rosáceo-violáceo de la piel).
mientos anormales, hasta la 6ª a la 8ª semana, en el caso de
Palpación rodillas que han sufrido una intervención intraarticular.
Permite realizar: Movilidad femororrotuliana
• la evaluación de la temperatura local de la rodilla, a menu-
En la valoración articular, resulta esencial la apreciación del
do alta, y la del miembro inferior;
juego rotuliano, que proporciona el grado de fijación de la
• la búsqueda de adherencias cutáneas, subcutáneas, peri- rótula y muestra la dependencia de ésta con respecto a los
cicatriciales del receso subcuadricipital, cuya existencia con- elementos capsuloligamentosos y musculotendinosos, sobre
tribuye a la inmovilidad rotuliana, en el trayecto de la banda todo en sentido longitudinal.
de Maissiat;
Se debe señalar que el juego rotuliano se encuentra, a
• la evaluación de la elasticidad de los diferentes grupos menudo, más libre si se respeta el flexum; por lo tanto,
musculares (cuádriceps, isquiotibiales), de la tonicidad del habrá que buscar el grado de flexión femorotibial que per-
tríceps y del compartimiento anteroexterno de la pierna, mita la movilidad femororrotuliana máxima.
así como de las hipotonías;
La movilidad rotuliana ha de buscarse en sentido longitu-
• la búsqueda del choque rotuliano, así como la fluctuación dinal y transversal, pero también en las otras direcciones; en
del receso subcuadricipital y laterorrotuliana, que permiten el caso de una rodilla dolorosa, es preferible comenzar por
evaluar la importancia del hidrartros. Estas maniobras se un estudio articular y dinámico.
efectúan estando el paciente en decúbito y con la rodilla en
Las movilizaciones activas permitirán apreciar las posibili-
ligera flexión, con el fin de respetar la actitud espontánea
dades articulares del paciente y habrán de ser seguidas de
del paciente y evitar todas las contracciones reflejas que
movilizaciones pasivas; éstas han de tender hacia un despla-
alterarían el resultado del test;
zamiento de la amplitud máxima activa permitida, inten-
• las percusiones: tando que cedan las reacciones de defensa y, por ello
— de la rótula que, cuando son dolorosas, revelan, sobre mismo, tratando de no provocarlas.
todo, un sufrimiento del cartílago femoropatelar;
Movilidad femorotibial
— de la tibia, que comportan vibraciones que provocan
reacciones dolorosas cuando se produce una desminerali- Inicialmente, la apreciación de la flexión y de la extensión
zación debida a una algodistrofia. La sudación excesiva es se realiza, la mayoría de las veces, en activo ayudado, según
otro signo de este tipo de lesión; las posibilidades del paciente y, después, en pasivo puro.
• la localización de los puntos dolorosos: éstos pueden ser Para la medición de la extensión, no se debe olvidar que la
numerosos y variados, por lo que sólo se citarán algunos: flexión de la tibiotarsiana aumenta de forma sensible el fle-
xum de la rodilla. Por lo tanto, se debe vigilar la distensión
— punto en la unión de vasto externo - banda de Maissiat;
de dicha articulación.
— punto del tercio inferior de la banda de Maissiat;
En caso de lesión del cruzado anterior, el cirujano prescri-
— punto de los extremos del ligamento lateral interno y be que no se pase de los -20° en extensión y 60° en flexión
externo; durante las 6ª a 8ª semanas postoperatorias.
— punto de inserción de los músculos de la pata de ganso; La evaluación y medición de las rotaciones se hará sola-
— punto del tubérculo de Gerdy; mente después de 6 a 8 semanas, en caso de sutura, liga-
— punto de los extremos del tendón rotuliano; mentoplastia u osteotomía de normocorrección tibial.
— punto del recto anterior en sus extremos; Las movilidades anormales se buscarán con gran prudencia
— punto de inserción terminal del bíceps; al principio, efectuando movimientos suaves y lentos, y evi-
— punto del pliegue poplíteo; tando la exageración del movimiento.
— puntos supra y laterorrotulianos. • Movimientos de lateralidad
Se observará que el dolor es global en el momento de la — En extensión, prueban las superficies articulares y los
movilización, a menudo pulsátil pero no espontáneo, a ligamentos laterales.
veces nocturno pero normalmente diurno. — En flexión, prueban los ligamentos laterales.
• Movimientos de cajones directos y rotatorios
Apreciación de la movilidad Se diferirán, ya que la flexión es, al principio, notablemen-
La valoración articular será casi inexistente, sobre todo en te insuficiente y la afección ligamentosa demasiado recien-
el postoperatorio, y sucinto en lo concerniente a los movi- te (fig. 12).
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10. A
13
ayuda de un dinamómetro, de una balanza o de la coloca-
ción de un peso;
• las posibilidades, mediante la simple contracción del cuádriceps,
de deslizar la tibia hacia delante del fémur o, a la inversa, de des-
lizarla hacia atrás mediante la tensión de los isquiotibiales;
• la calidad y facilidad de las contracciones musculares, que han de
retener toda la atención del terapeuta: las del cuádriceps, de
los rotadores internos y externos de la tibia, del tríceps, sin
olvidar los peroneos y extensores de los dedos de los pies, así
como los tibiales anterior y posterior. En algunos casos, no se
deben olvidar los estabilizadores laterales de la cadera.
• el déficit de la extensión activa (fig. 14);
B
• las posibilidades dinámicas de los diferentes grupos musculares,
12 respetando las suturas y ligamentoplastias al menos duran-
te 6 a 8 semanas;
• la amiotrofia, que se habrá de cuantificar realizando medi-
Puede efectuarse el test de Lachman, que busca el juego ciones comparativas a diferentes niveles, tomando como
anteroposterior de la tibia sobre el fémur y que prueba el punto de referencia la tuberosidad tibial anterior. Se toman
eje central: a menudo resulta negativo en las primeras sema- los diferentes perímetros del muslo a 15, 20 y 25 cm del
nas debido al hidrartros de la rodilla, pero puede hacerse borde superior de la rótula. Este estudio métrico se com-
positivo a medida que éste vaya desapareciendo (fig. 13). pleta mediante el perímetro rotuliano, utilizando como re-
No se han de realizar nunca los tests dinámicos, ya que su ferencia el pliegue poplíteo. Esto precisa el grado de hidrar-
interés es quirúrgico. trosis. El perímetro de la pierna indica el grado de amio-
trofia, en particular para el tríceps, a 10 cm a partir de la
Movilidad peroneotibial tuberosidad tibial anterior;
Para completar la valoración articular de la rodilla no se • las diferencias que pueden existir entre la valoración
debe omitir comprobar la movilidad peroneotibial superior muscular efectuada con la cadera en extensión y la realiza-
e inferior, ya que puede ser demasiado importante o, por el da con la cadera en flexión.
contrario, demasiado reducida.
Valoración de las articulaciones supra y subyacentes
La valoración articular se objetiva mediante las mediciones
en grados o en centímetros. La valoración de la cadera y del pie ha de complementar el
Las mediciones de la flexión y de la extensión se harán en de la rodilla. Resulta indispensable antes de emprender lo
las valoraciones ulteriores, con la cadera en flexión y en que constituye la resultante de estas diferentes valoraciones
extensión. analíticas, ya que su importancia es esencial para la instau-
ración del tratamiento.
Valoración muscular La valoración funcional es muy importante.
Permite apreciar: Valoración funcional
• el segundo elemento esencial en la valoración de la rodilla,
Pone de relieve:
después de la movilidad de la rótula, es la sideración del
— la estática del paciente en apoyo;
cuádriceps. El paciente es incapaz de contraer este grupo
muscular, lo que no le permite movilizar activamente su — las actitudes viciosas;
rótula. Esta inhibición, debida al dolor, deriva las informa- — la utilización de una o dos muletas;
ciones aferentes de contracción; — la marcha con o sin férula y con o sin apoyo;
• la importancia de las retracciones musculotendinosas y capsulo- — la posición del pie y el desarrollo del paso;
ligamentosas de los diferentes planos, sobre todo en la — la cojera antálgica;
parte externa precondilorrotuliana; — la inestabilidad o no del cuádriceps.
• la calidad de elevación de la rótula;
• la hipotonía del cuádriceps, de los isquiotibiales y del tríceps; Valoración psíquica
• la fuerza muscular: al principio se evalúa siempre manual- Cualesquiera que sean el tratamiento o la importancia de la
mente, en estática, en las amplitudes no dolorosas (que se lesión, el enfoque psicológico del paciente es, de forma
debe buscar y anotar). A continuación, se objetivará con esquemática, idéntico. Se debe apreciar:
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11. Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS ESGUINCES DE RODILLA 26-240-C-10
— Trabajo de extensión activa y activo-pasiva.
— Búsqueda de las rotaciones, si la amplitud lo permite.
— Intensificación del trabajo muscular estático:
— cuádriceps: 30 últimos grados de extensión;
— isquiotibiales: en recorrido externo y en el límite de la
flexión permitida.
— Trabajo propioceptivo estático en carga. Si aparecen
dificultades reales, esto sucede normalmente en esta etapa;
se dispone entonces de medios físicos y medios sedativos,
asociados a una disminución de la intensidad de la rehabi-
litación, e incluso a una total interrupción provisional.
Tercer período
14 — Intensificación del trabajo muscular.
— Recuperación de las amplitudes.
— su comportamiento mientras se realizan las valoraciones; — Estabilidad dinámica.
— su temperamento competitivo o pusilánime; — Trabajo propioceptivo dinámico en carga.
— su angustia ante la impotencia funcional temporal o ul- Cuarto período
terior;
— Intensificación del trabajo propioceptivo.
— sus reacciones frente a su tratamiento, su resignación,
— Musculación dinámica.
cooperación, indiferencia o rechazo;
— Ganancia de los últimos grados de amplitud.
— las consecuencias de la interrupción momentánea, dife-
rida o total de una actividad física o deportiva. — Reintegración al deporte de que se trate.
— Trabajo muscular en: fuerza, volumen y velocidad.
Tratamiento La rehabilitación ha de efectuarse a mayor o menor veloci-
dad en función de las reacciones dolorosas.
El objetivo de la rehabilitación es el de recobrar una articu-
lación indolora, móvil y que ejerza un control muscular, Se pasará de un período a otro dependiendo de:
con el fin de perfeccionar la estabilidad. — el plazo de tiempo medio;
No ha de olvidarse la reintegración de la articulación de la — y la buena realización de los ejercicios previstos en cada
rodilla en la estática del miembro inferior y, más adelante, período.
en el equilibrio general del paciente. El entrenamiento deportivo puede comenzar nuevamente
El tratamiento deberá ser, por principio: en el transcurso del último período, pero habrá de prose-
— lo menos doloroso posible para evitar cualquier reac- guirse y terminarse fuera del centro hospitalario, en el seno
ción, sobre todo la inhibición muscular; del club.
— progresivo, no intempestivo y bien dosificado, con el fin
Medios
de evitar la regresión de los resultados adquiridos.
Lo esencial es buscar la extensión activa (sin estimular los Será la precisión del acto terapéutico la que producirá la
elementos lesionados, suturas o plásticas, antes de las 6 a 8 calidad de la respuesta cinética.
semanas), lo que conlleva una posibilidad articular y una El paciente debe comprender los objetivos de la rehabilita-
calidad muscular que permitan la flexión. ción, lo que se busca, lo que se debe evitar. El kinesiólogo
Si bien es cierto que los objetivos y principios son comunes deberá asesorar al paciente precisamente en el transcurso
para cualquier tipo de esguince, la kinesiterapia responde a de las valoraciones y sesiones.
imperativos precisos y a un esquema bien ordenado, que se — No ser brusco, repetir los movimientos indicados entre
modificará en función de la lesión, del tratamiento, de la las sesiones y aplicar hielo en la rodilla dos o tres veces al día
cronicidad, de las reacciones, de la edad, de los imperativos y después de las sesiones, colocando un paño entre la rodi-
y deseos del paciente. lla y la bolsa de hielo. Efectuar baños de contraste, caliente-
frío, sumergiendo el pie y la pierna dos minutos en agua
Protocolo de la rehabilitación
caliente, luego dos minutos en agua fría (empezando siem-
La distinción arbitraria en cuatro períodos está guiada, úni- pre por el agua caliente y terminando siempre por el agua
camente, por las reacciones de la articulación considerada. fría), durante 20 minutos, con el fin de disminuir los ries-
Primer período: de la 3ª a la 6ª - 8ª semana gos de aparición de un síndrome algodistrófico.
— Efectuar períodos de descanso a lo largo de la jornada.
— Liberación del aparato extensor con restitución de la
armonía de los diferentes planos de deslizamiento. Medios antálgicos
— Supresión de las sideraciones o inhibiciones musculares. • Calor y hielo
— Aprendizaje del cierre y control del cuádriceps con el fin Se trata de dos agentes físicos que ayudan a disminuir o
de afrontar la retirada de la férula. hacen desaparecer algunos factores dolorosos. La elección
— Prevención o tratamiento de la algodistrofia refleja. de éstos depende de las reacciones y demandas del paciente.
— Reprogramación de las cinesis.
• Electroterapia
Segundo período: de la 6ª - 8ª a la 10ª semana — Las bajas frecuencias siempre se pueden aplicar.
— Recuperación del apoyo y retirada de la férula. — Las ionizaciones y ultrasonidos han de evitar el material
— Adquisición del control activo en apoyo, reprograma- metálico.
ción de la marcha y estabilización estática. — El láser puede ser beneficioso (local o puntiforme).
página 11
12. • Masoterapia
Puede ser:
— global, para dolores extensos, difusos, de carácter com-
presivo (edemas, contracturas, etc.);
— local, para dolores puntiformes, precisos y, a menudo,
cambiantes.
La masoterapia se efectúa en todos los grupos musculares
citados y se localiza en los puntos dolorosos y zonas de adhe-
rencias señalados en la valoración.
El receso subcuadricipital habrá de ser objeto de una aten-
ción especial; deberá ser liberado de las adherencias y de la
inflamación que lo caracterizan evitando producir trauma-
tismos.
Sea cual fuere la posición del paciente, en decúbito supino
o en decúbito prono, la masoterapia se realiza respetando 15
el flexum. La posición en declive se emplea siempre que se
presenten trastornos circulatorios (fig. 15).
• Balneoterapia • Realizar la movilización pasiva de la rótula en el ángulo
Se utiliza con fines sedativos; el chorro submarino utilizado femorotibial para obtener el máximo de libertad femoro-
para las adherencias, tiene el mismo objetivo. patelar. Se suele decir que el juego femoropatelar es máxi-
mo en extensión.
La masoterapia, además de sus efectos sedativos, permite
mantener la troficidad del cuádriceps, de los isquiotibiales Todo lo contrario sucede en el caso de las rodillas trauma-
tizadas u operadas:
y del tríceps, y ayuda a que el paciente tome conciencia de
las relaciones existentes entre los diferentes grupos muscu- — la extensión no es nunca perfecta, incluso se prohíbe al
lares y la articulación de la rodilla. inicio de la rehabilitación;
— la extensión máxima posible pone en tensión los ele-
Mejoría de la movilidad articular mentos periarticulares (cápsula, alerones rotulianos, etc.),
Si bien es cierto que todas las escuelas están de acuerdo lo que disminuye la movilidad rotuliana.
sobre el hecho de reconocer la imperiosa necesidad de Por lo tanto, la amplitud femoropatelar encontrará su máxi-
recuperar la mayor movilidad posible, también es cierto ma expresión en una angulación próxima al flexum, inclu-
que existen dos grandes teorías contrapuestas en lo concer- so superior en algunos grados.
niente a los medios para conseguirlo. Esta posición femorotibial es la que se debe escoger para:
Los partidarios de la primera teoría preconizan la obten- — hacer sentir al enfermo el juego articular femoropatelar;
ción de una ganancia máxima a nivel de la flexión; se deja — aumentar la amplitud femoropatelar en sentido trans-
persistir, de manera deliberada, un flexum de 10 a 20°; estos versal y, después, longitudinal.
autores afirman no haber encontrado nunca dificultades Esta movilización pasiva ha de ser seguida de una moviliza-
para recuperar un flexum instalado, y aseguran que una fle- ción activa, el paciente debe elevar la rótula después de que
xión de rodilla de 1 a 3° protege al cruzado anterior si éste el masajista-kinesiólogo la haya empujado hacia abajo y en
ha sido lesionado. todas las direcciones.
Los autores prefieren la segunda teoría, que propugna la • Asegurar el rodamiento en flexión-extensión en el sector
recuperación de la extensión. libre e indoloro, el paciente permanece pasivo en una pri-
Una vez adquirida la integridad articular, es preciso que los mera fase y, más tarde, acompaña el movimiento. Este roda-
diferentes músculos que constituyen el cuádriceps recupe- miento se completa, a continuación, mediante un movi-
ren todas sus cualidades de contractilidad, elasticidad y plas- miento de balanceo.
ticidad, así como el libre juego de los planos de desliza- • Llegar, al cabo de 6 a 8 semanas, a posturas activas manua-
miento entre sí. les, de tal manera que el miembro superior distal del kine-
Si se cumplen todas estas condiciones para el movimiento siólogo respecto al paciente asegure el voladizo suprama-
de extensión, también se cumplen para el movimiento leolar y el control poplíteo; su miembro superior proximal
inverso, es decir, la flexión. ejerce una presión hacia atrás y hacia abajo, mientras el
Esta búsqueda de la extensión presenta la ventaja de estabi- paciente sube la rótula al mismo tiempo sin intentar flexio-
nar la rodilla (fig. 16).
lizar la rodilla y preservar las articulaciones femoropatelar y
femorotibial, sin solicitar el cruzado anterior. Estas posturas manuales se realizan varizando o valgizando
la rodilla para evitar cualquier tipo de dolor.
La búsqueda de la flexión, en primera instancia, presenta-
ría el riesgo de alargar el tendón rotuliano y los elementos • Llegar a posturas activas con cargas ligeras de 1 a 3 kg y
perirrotulianos y cuadricipitales que se oponen a dicha fle- con una duración progresivamente creciente hasta llegar a
xión. Al alargarse el tendón rotuliano, como es más resis- 30 min. Mientras se realiza la postura, se le pide al paciente
tente y menos maleable, haría más ineficaz la contracción que suba la rótula al contraer el cuádriceps, o bien que
del cuádriceps, lo que tendría como consecuencia el haga flexiones-extensiones de la tibiotarsiana (fig. 17).
aumento del flexum activo. En caso de una lesión del cruzado anterior, la carga se colo-
ca en el tercio superior de la tibia (fig. 18).
Ganancia articular en extensión En caso de lesión del cruzado posterior, la carga se coloca en
Ha de provocar una sensación de estiramiento sin producir el tercio inferior de la cara anterior del fémur con un contra-
dolor. apoyo en el tercio superior de la cara posterior de la tibia.
• Liberar las adherencias capsuloligamentosas y los alerones En carga, marcha poplítea oblicua (fig. 19).
rotulianos. Educar al paciente respecto a la utilización de la extensión
• Liberar el receso subcuadricipital. máxima de sus movimientos cotidianos.
página 12
13. Kinesiterapia REHABILITACIÓN EN LOS ESGUINCES DE RODILLA 26-240-C-10
16
19
— Movilización pasiva con descenso manual de la rótula,
con el fin de evitar el estiramiento del tendón rotuliano que
produce una pérdida de la extensión activa por la aparición
de fenómenos dolorosos nociceptivos o por la disminución
de la eficacia mecánica (fig. 20).
17
— El mismo ejercicio asociado a la rotación interna o externa.
— «Postura activa» con flexión-extensión de la tibiotarsiana
(fig. 21).
Estos tres ejercicios pueden practicarse ejerciendo una
compresión o una tracción en el eje de la pierna y/o bus-
cando posicionar hacia atrás o hacia delante, con respecto
al fémur, el platillo tibial.
— Obtención de la flexión de la rodilla mediante el simple
juego de la flexión plantar - flexión dorsal del pie. El masa-
jista-kinesiólogo acompaña el movimiento de flexión tibial
con una presión supramaleolar.
— Tensión-relajación producida por la contracción de los
isquiotibiales.
— Contracción-relajación: la contracción del cuádriceps no
debe comportar un dolor excesivo: dosificado por el masa-
jista-kinesiólogo y controlado por el paciente, éste ha de ser
siempre de intensidad reducida.
18 — Próxima a los 90°: el paciente sentado con las puntas del
pie apoyadas sobre el suelo y flexionando la rodilla al máxi-
mo, el masajista-kinesiólogo estimula el apoyo del talón.
Ganancia articular en rotación — A 90° de flexión, el paciente intenta aproximar el is-
quión al talón en cadena cerrada. El movimiento se puede
Movilizar la tibia bajo el fémur en rotación, la mayor parte realizar igualmente en balneoterapia (fig. 22).
del tiempo interna, en los diferentes sectores de flexión.
Esta movilización resulta más difícil cuanto más se aproxi- Fortalecimiento muscular
ma a las posibilidades máximas de flexión del paciente.
El fortalecimiento muscular debe ejercerse, de manera prio-
Liberación peroneotibial ritaria, sobre el cuádriceps y los isquiotibiales, en el caso de
La libertad del juego articular peroneotibial es necesaria estos últimos, no sólo como flexores sino también como rota-
para la armonía de la rodilla. dores [19], y, finalmente, sobre el tríceps. Se solicitan los esta-
bilizadores laterales de la cadera, así como los músculos del
Ganancia articular en flexión tobillo y del pie, dependiendo de los datos del estudio. El
Una flexión de 90° se consigue, a menudo, sin realizar nin- tibial posterior es el punto de partida de la cadena varizante.
gún gesto específico durante los 45 a 60 días postoperato- La resistencia máxima requiere ante todo que no exista nin-
rios. En caso contrario, y si la flexión no aumenta durante gún dolor. Si éste sobreviene durante una contracción muscu-
diez días aproximadamente, es absolutamente necesario lar, sobre todo del cuádriceps, ello implicaría una inhibición
provocarla, con la cadera en flexión y en extensión. refleja parcial o casi total.
página 13
14. cia del gesto terapéutico, que no puede definirse, ya que
responde en cada momento a una intención determinada y
depende de la receptividad del paciente; la disponibilidad
del kinesiólogo ha de adaptarse a estas dos necesidades.
Asegurarse de la calidad de la contracción del cuádriceps
significa, asimismo, solicitar analíticamente sólo ese múscu-
lo, evitando que el paciente compense mediante el tensor
de la fascia lata (TFL), mediante una rotación de la pelvis,
los extensores de la cadera, los isquiotibiales, etc.
La búsqueda de la calidad del movimiento requerido per-
mite al terapeuta hacer comprender y sentir al paciente el
objetivo que se pretende alcanzar y orientar sus esfuerzos
hacia la articulación implicada.
Estas sensaciones y calidades se adquieren mediante la
receptividad que debe perfeccionarlas. El paciente debe
trabajar solo y puede ser instalado en los sistemas mecano-
terapéuticos.
Después de intentar interrumpir la sideración del cuádri-
ceps, que se estudiará y completará ulteriormente, es preci-
so desarrollar la fuerza muscular.
Protocolo de fortalecimiento muscular
20 Se ha dicho que el vasto interno es el responsable de los
últimos grados de extensión. Según los autores, las investi-
gaciones no han logrado corroborar estos hechos [14]. Por
esa razón, resultaría ilusorio intentar fortalecer el vasto
interno. Todas las porciones del cuádriceps intervienen
cuando se busca la extensión [19], a condición de evitar
todas las compensaciones y trabajar el cuádriceps no sólo
con la cadera en flexión, sino también en extensión.
Trabajo estático
Trabajo manual
• Cuádriceps
• Estimulación del cuádriceps bajando la rótula: se coloca-
rá un cojín bajo el tercio superior de la tibia o el tercio infe-
rior del fémur para respetar el flexum y dependiendo de la
lesión (del cruzado posterior o anterior). El respeto del fle-
xum permite un mejor movimiento del eje rotuliano, y, por
consiguiente, una mejor percepción para el paciente. Es
entonces cuando comienza una rehabilitación con objetivos
21 propioceptivos.
• Realización del mismo ejercicio: el kinesiólogo opone una
resistencia al ascenso de la rótula con ayuda de una pren-
sión por encima del receso subcuadricipital.
• Trabajo isométrico del cuádriceps [15]. Ante todo, se debe
comenzar por este tipo de trabajo con el fin de evitar las
fuerzas de fricción. El trabajo isométrico puro no debe con-
fundirse con el trabajo estático contra resistencia. El traba-
jo isométrico implica la contracción de los antagonistas,
que controla la amplitud articular escogida (fig. 23).
• Trabajo con resistencia cercana al centro articular.
• Trabajo estático en cocontracción.
Para contrarrestar los efectos subluxantes de la contracción
del cuádriceps, se debe poner en funcionamiento la con-
tracción de los isquiotibiales antes de la del cuádriceps, en
caso de una lesión del cruzado posterior.
• Trabajo en decúbito prono.
Trabajo estático contra resistencia con oposición a nivel
22 femoral en caso de lesión del cruzado anterior; a nivel tibial
en caso de lesión del cruzado posterior.
• Isquiotibiales
Con el fin de evitar o de prevenir la inhibición de dicha El fortalecimiento de los músculos isquiotibiales se efectúa
contracción, se practican resistencias manuales para el for- alternándolo con el del cuádriceps en el transcurso de una
talecimiento muscular. sesión.
Por otra parte, la educación y el fortalecimiento muscular Se realizará la solicitación de dichos músculos:
se realizan manualmente con el fin de conseguir la calidad • con la cadera en extensión o en flexión dependiendo de
de la contracción muscular. Ésta es la resultante de la efica- las dificultades encontradas por el paciente;
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