1. REPORTE DE LECTURA 17
CONDUCCION DEL NIÑO
EL TIEMPO PARA COMENZAR LA DISCIPLINA
La disciplina según lo afirma la Sra. De White, debe comenzar mientras el niño es aun
amamantado, enfatiza que la educación por disciplina es un deber que los padres no deben
descuidar. El descuido en este punto convierte a los niños indisciplinados en personas egoístas y
antipáticas, rasgos de carácter que en el cielo no son aceptados y por lo tanto los incapacita para
vivir en armonía con el orden celestial, se acostumbraron tanto a hacer lo que a ellos les parecía
mejor, sin someter su voluntad, viviendo sin restricciones y haciendo según sus impulsos, que
ahora la vida celestial les parecerá tormentosa, se sentirán extraños al lugar. Los rasgos de un
carácter indisciplinado resultan en una inhabilitación para vivir la vida venidera.
Menciona también que los rasgos de indisciplina adquiridos del hijo son heredados a su
descendencia, pero también influyen, en el momento, sobre la sociedad. Apenas emerja un rasgo
malo debe ser suprimido, por eso se espera de los padres una constante vigilancia. Hay una buena
noticia dentro de todo este cuadro, Dios promete ayudar a los padres en la educación correcta de
sus hijos, pero deben llamarlo, pedirle su dirección en la tarea que la Hermana de White menciona
como de las más solemnes.
Aplicación personal
Creo que adquirir un carácter disciplinado es una de las posesiones más grandes que el ser
humano puede tener, no nos viene por el esfuerzo humano solo, nuestro esfuerzo solo es una
condición para Dios nos dé un rasgo tan apreciado, quizá para los humanos no sea de gran
importancia, pero para Dios es de un precio valioso y su beneficio será mostrado aun ahora y
siempre.
El carácter disciplinado implica el dominio de la razón sobre las emociones, seguir aquello que
es verdad, implica auto control, determinación hacia aquello que es correcto, temperancia para
beneficio nuestro y de quienes nos rodeen.