Dios creó el arco iris como señal de que nunca más destruiría la tierra con un diluvio. Noé construyó un arca siguiendo las instrucciones de Dios para salvar a su familia y a los animales de una gran inundación que cubrió toda la tierra, castigando a la humanidad por su corrupción. Después de 40 días, Noé soltó una paloma y los animales para comprobar que las aguas habían retrocedido, poniendo fin al diluvio.