El documento resume lo que la Biblia dice sobre el amor según 7 puntos: 1) El amor proviene de Dios, quien es amor. 2) El amor es acción, no solo sentimiento. 3) El amor de pareja incluye las relaciones sexuales dentro del matrimonio. 4) El amor de Dios no discrimina. 5) El amor de Dios incluye reglas para nuestro bienestar. 6) El amor de Dios no es ciego ante la injusticia. 7) El primer amor debe ser a Dios sobre todas las cosas.
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L amor segun la biblia..4ºb
1. INSTITUCIÓN EDUCATIVA COMUNITARIA DISTRITAL
MANUEL ELKIN PATARROYO
RESOLUCIÓN 000501 DEL 31 DE MAYO DEL 2.006
NIT: 802.007548-5
AREA: RELIGION
ESPECIALISTA: ALVARO AMAYA
-
DANE: 108001074674
GRADO: 4ºB
ABRIL 11 DE 2013
TEMA: EL AMOR SEGÚN LA BIBLIA.
LOGRO: Reconoce que Según la Biblia, el amor es de Dios, porque “Dios es amor”.
El amor, según la Biblia.
La Biblia habla mucho del amor; del amor de pareja, de familia, de amigos y por
supuesto, del amor de Dios. A continuación, un breve resumen de lo que la Biblia
dice*.
1. Según la Biblia, el amor es de Dios, porque “Dios es amor”. Es una de las
sorprendentes definiciones de la Biblia. El amor está personificado en Dios quien
siendo amor y vida, nos capacita a los seres humanos para vivir y amar. Es por él,
que el amor es parte de nuestras vivencias.
2. Según la Biblia, el amor es mucho más que un sentimiento, es acción. Es otra
de las definiciones bíblicas que difiere grandemente con el concepto de amor de
nuestra sociedad, el cual está casi exclusivamente relacionado con el deseo, el
sentimiento y la pasión. Según Dios, amar significa en primer lugar cuidar,
proteger, ser amable, no tener envidia, no jactarse, no hacer nada indebido, no
buscar lo suyo, no guardar rencor, etc. No se ama solo con palabras o caricias,
sino (realmente) cuando se busca el bien de la persona amada si fuere necesario
negándose uno mismo. Por eso a los hombres ser les ordena amar a sus esposas
“como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella”.
3. Según la Biblia, el amor de pareja se expresa con relaciones sexuales. Esta
unión física tiene como propósito no sólo la procreación sino el disfrute de los
esposos, plasmando así con sus cuerpos ese compromiso de unión íntima,
emocional y espiritual. Así, los cónyuges que se aman, se “hacen bien” dándose
2. placer mutuamente. Por eso las relaciones sexuales antes del matrimonio o fuera
de él atentan contra del diseño de Dios.
4. Según la Biblia, el amor no hace diferencias. Dios ama a su creación. Es un
Padre que ama a todas sus criaturas, a los que le obedecen y a los que no. Él no
hace discriminación alguna. Su amor lo demuestra día a día al hacer salir
su sol sobre justos e injustos, y nos pide que nos amemos unos a otros, que
busquemos el bienestar común, nos ayudemos y compartamos nuestros bienes.
La Biblia nos enseña que debemos ser misericordiosos y amar a todos, incluso a
aquellos que desean nuestro mal.
5. Según la Biblia, el amor tiene reglas. Dios nos ama y por eso nos da consejos y
mandamientos, los cuales “no son gravosos” ni son para nuestro mal. Dios quiere
lo mejor para nosotros y en su sabiduría nos dice la manera en que deberíamos
comportarnos. Nos ordena por ejemplo: Honrar al padre y a la madre, No mentir,
No robar, No codiciar, No adulterar, etc. que son muestras de amor al prójimo.
Desgraciadamente los seres humanos nos hemos rebelado con autosuficiencia a
sus mandatos y consejos, creyendo que alejados de él nos irá mejor.
6. Según la Biblia, el amor no es ciego. Porque amar no implica pasar por alto la
injusticia y la maldad. Dios también es justo, y como juez no “tomará por inocente
al culpable” para con los que rehúsan cambiar. Pero su amor fue tal, que suplió su
demanda de justicia enviando a su Hijo: “Dios nos mostró su amor, en que siendo
aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Dios hizo provisión para el perdón.
7. Según la Biblia, el primer amor es Dios. Debemos amarle por sobre todas las
cosas, con todo nuestro ser, aún por encima de nosotros mismos, los amigos, la
pareja y los hijos. Así, el amor se perfecciona, porque el que ama a Dios no puede
dejar de amar a los que él creó.
Cuando experimentamos ese amor de Dios, incondicional, inmerecido, que nos
perdona y libera; nuestro corazón ya no puede albergar sentimientos de culpa,
amargura, envidia y demás emociones negativas, al contrario, somos capaces de
amar “más y mejor” a los que nos rodean, y nos preparamos para la eternidad.
Porque como dice también la Biblia: “El amor nunca dejará de ser”.
* 1ra Juan 4 y 5:3; 1ra Corintios 13;
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios. Y todo aquel que
ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: en que Dios envió a su Hijo
unigénito al mundo para que vivamos por él.
3. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que
él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en expiación por nuestros pecados.
Amados, ya que Dios nos amó así, también nosotros debemos amarnos unos a
otros.
Nadie ha visto a Dios jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en
nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
En esto sabemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado
de su Espíritu.
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo como
Salvador del mundo.
El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros.
Dios es amor. Y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios
permanece en él.
En esto se ha perfeccionado el amor entre nosotros, para que tengamos confianza
en el día del juicio: en que como él es, así somos nosotros en este mundo.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Porque el
temor conlleva castigo, y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.
Nosotros amamos, porque él nos amó primero.
Si alguien dice: “Yo amo a Dios” y odia a su hermano, es mentiroso. Porque el que
no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.
Y tenemos este mandamiento de parte de él: El que ama a Dios ame también a su
hermano.