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http://www.disenoiberoamericano.com/node/162<br />Complejidad, innovación y métodos de diseño<br />Para innovar no hay que detener ningún proceso de diseño sólo porque hayan soluciones o propuestas que en la primera aproximación parezcan resolver el problema.<br />Un mundo difícil<br />A medida que se ha vuelto más y más complejo el entendimiento general acerca de la sociedad y las personas, se ha hecho necesario disponer de un arsenal renovado y flexible de nuevas herramientas y capacidades para hacer frente a la caída de estereotipos y caricaturas sobre los cuales se había construido gran parte de lo que creíamos eran las personas y su mundo.<br />Esta complejidad tiene una vertiente en la progresiva abundancia de opciones con las cuales cuenta cada individuo para organizar y definir su vida: cada vez son más las personas que pueden decidir quien será su pareja sin importar la raza o el credo, el tipo de educación que desean, el tamaño o las funcionalidades de sus artefactos electrónicos, sus casas y sus autos, el sabor del cereal o el origen del agua que beben, el lugar y el estilo con que desean vivir.<br />No podemos olvidar que en contraste hay muchas de estas opciones que millones de otras personas siguen sin poder tomar libremente y las cuales están condicionadas ancestralmente por la sociedad y la economía de los lugares en los que ellas habitan (pensamos en los matrimonios entre castas, razas y tribus diversas en oriente o en África, el acceso a la educación en todos los segmentos pobres del mundo, o la disponibilidad de agua potable para un número importante de la población mundial).<br />Pero incluso consientes de la existencia de estos casos de acceso restringido a muchos de los que consideramos derechos básicos, la industria mundial sigue creando y promocionando innumerables ofertas para los otros millones de personas que por obra y gracia de la globalización y la tecnología han devenido en consumidores, lo que para nosotros, diseñadores de productos y comunicaciones (hoy encerrados en el genérico “experiencias”), desafía nuestra capacidad de entender, interpretar y concluir qué le pasa a las personas (qué piensan, sienten y hacen), obligándonos a encarar el hecho de que nuestro campo de operaciones se ha vuelto complejo y que debemos disponer de herramientas y procesos cada vez más sofisticados (y flexibles) para gestionar las diversas fuentes y tipos de datos necesarios para la correcta comprensión del mundo que nos rodea.<br />Senderos que se bifurcan hacia lo nuevo<br />No basta, como ya se ha visto, la mera acumulación y ponderación cualitativa de los datos aportados por las vertientes sociológicas, antropológicas y etnográficas y el análisis de tendencias con sus apreciaciones subjetivas y parciales sobre la composición dinámica de las culturas. Tampoco la argumentación estadística es suficiente, a pesar de su aporte en cuantificar las variables de una segmentación, o la masividad del efecto producido por un diseño o una comunicación en tanto aumento o disminución de compras u otras conductas observables.<br />Nuestro nivel de entendimiento ha debido evolucionar al punto en que especialistas e innovadores, literalmente, deben ser capaces de leer entrelíneas las conductas de individuos de toda clase y derivar interpretaciones plausibles que sirvan como insumo para el diseño de productos, identidades, experiencias y servicios que creen valor significativo.<br />Y esto no se consigue exclusivamente a través de la inspiración derivada del talento, la práctica o el conocimiento, o del manejo de datos o de la posesión de certificaciones específicas, si no que es aun el fruto misterioso de la suma de todos estos elementos conjugados a través de variadas dinámicas racionales y/o sensibles, conversaciones, juegos, técnicas e improvisaciones exploratorias aplicadas aleatoria o sistemáticamente con el fin de alcanzar sus máximas posibilidades. El punto es buscar ese fruto misterioso incansablemente, dudando metódicamente de las soluciones estándar, o sabiendo acotar el alcance y la profundidad que éstas aportan al problema en estudio.<br />Alfons Cornella, que ha dedicado mucho tiempo y fuerza en colocar la innovación como un punto focal en las conversaciones comerciales, tecnológicas y culturales en habla hispana, nos decía en una charla durante el 2007 que cuando todo parece hecho, o la respuesta lógica parece ser la única posible, vale preguntarse persistentemente “¿por qué no?” (¿por qué no cambiar el orden, los procesos, las personas los materiales, la forma, etc.?).<br />Personajes tan conocidos como Frascara, André Ricard o el mismo Neville Brody han hecho ver que cada proyecto hace emerger su propio camino, sin implicar esto que los nuevos desafíos de diseño se deban enfrentar desarticulada o desestructuradamente, más bien sugiriéndonos que los nuevos caminos pueden conducir a lugares desconocidos, en los cuales no aplican ni se conocen soluciones predeterminadas (aunque tener un abanico de opciones de servicios o productos estandarizados puede ser muy favorable y “económico” en términos de tiempo y dinero), por lo que es muy conveniente para innovar no detener ningún proceso de diseño sólo porque hayan soluciones o propuestas que en la primera aproximación parezcan resolver el problema, sin haber indagado a fondo todos los recursos disponibles: información, datos, habilidades, ideas, conceptos, tecnologías, etc., aunque no sepamos inicialmente de qué forma abarcar todas estas dimensiones y responder a la pregunta de fondo:<br />¿Cómo innovar en un contexto aparentemente caótico, a todas luces complejo y con un tinglado extenso de metodologías no necesariamente convergentes?<br />Creemos que la integración de disciplinas, las dinámicas colectivas, la confianza y el desprejuicio son un buen punto de partida.<br />Álvaro Magaña Tabilo<br />Diseñador en Comunicación Visual de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Chile. Diploma de Estudios Avanzados Universidad de Barcelona. Ha ejercido la docencia en varias universidades e instituciones educativas chilenas (Universidad Mayor, Universidad Santo Tomás, Universidad Tecnológica Metropolitana, Instituto Aiep, Instituto Ingraf). Ocasionalmente ha dado charlas y actualmente es el encargado del desarrollo estratégico de branding de Procorp como planner e investigador. Fue encargado del área de diseño y marketing directo del XBS de Xerox Chile. Se pueden leer artículos suyos en ForoAlfa; igualmente escribe en su blog quot;
Reflexiones, Teorías y Cultura de Diseñoquot;
<br />Publicado el Jueves, 10 Abril, 2008 - 00:23<br />