El documento habla sobre la importancia de las prácticas profesionalizantes para los periodistas y comunicadores sociales. Explica que para comunicar con responsabilidad y veracidad, los profesionales deben caminar junto a la gente, escucharlos, comprobar los hechos y convertir esas experiencias en comunicación auténtica. También enfatiza que esto no se puede lograr desde los escritorios, sino que requiere salir al campo para verificar la información y acreditar su autenticidad.