Este documento presenta una carta de un profesor de ética a los padres de sus estudiantes sobre la importancia de ser "padres malos", es decir, padres que establecen límites y supervisan a sus hijos. La carta describe cómo los padres deben preguntar a sus hijos sobre sus amigos, actividades y horarios, enseñarles responsabilidad y decirles que no cuando sea necesario, aunque los hijos se enojen. El objetivo es criar hijos que no se vean envueltos en problemas como drogas o crímenes.