1. EL
MARAVILLOSO
MUNDO
DE LOS CUENTOS INFANTILES
Tere Buades Ferrer
2. Los cuentos infantiles son casi tan antiguos
como el sol.
La costumbre de contar cuentos se han ido
trasmitiendo de generación en generación
desde las primeras civilizaciones.
3. Los cuentos son beneficiosas tanto para
los niños que las leen como para las
personas que las narran.
4. Los cuentos poseen mucha fantasía y mucha
imaginación, y esto es percibido por el
niño, oyéndolo y desarrollándolo dentro de él.
Por lo tanto benefician el desarrollo de la
imaginación del niño, su sentido de la percepción
y su sensibilidad.
5. Los cuentos infantiles poseen una narración
clara, pausada pero a la vez fluida y ofrecen una
sencilla comprensión.
Estas características contribuyen no sólo a mejorar
la capacidad de comprensión del niño, sino también a
desarrollar su capacidad de comunicación y
desarrollar su vocabulario.
6. De todos los cuentos se puede extraer
aspectos útiles y aplicaciones directas para
la vida. Por tanto, gracias a los cuentos los
niños también pueden aprender valiosos
mensajes que podrá llevar a cabo en la vida
real.
7. • PETER PAN Y CAMPANILLA
• BLANCANIEVES Y LOS 7 ENANITOS
• LA CENICIENTA
9. En las afueras de la ciudad de
Londres, vivían tres hermanos:
Wendy, Juan, y Miguel. A
Wendy, la mayor, le
encantaba contar historias a
sus hermanitos. Y casi
siempre eran sobre las
aventuras de Peter Pan, un
amigo que de vez en cuando la
visitaba.
10. Una noche, cuando estaban a punto de
acostarse, una preciosa lucecita entró en la
habitación. Y dando saltos de alegría, los
niños gritaron:
- ¡¡Es Peter Pan y Campanilla!!
Después de los saludos, Campanilla echó
polvitos mágicos en los tres hermanos y
ellos empezaron a volar mientras Peter Pan
les decía:
- ¡Nos vamos al País de Nunca Jamás!
Los cinco niños volaron y volaron, como las
cometas por el cielo.
Y cuando se encontraban cerca del País de
Nunca Jamás, Peter les señaló:
- Allí está el barco del temible Capitán
Garfio
11. Y dijo a Campanilla:
- Por favor, Campanilla,
lleva a mis amiguitos a un
sitio mas abrigado, mientras
yo me libro de este pirata
pesado.
Pero Campanilla se sentía
celosa de las atenciones que
Peter tenía con Wendy. Así
que llevó a los hermanos a
la isla y mintió a los Niños
Perdidos, les dijo que
Wendy era mala.
12. Creyéndose las palabras del hada, ellos
empezaron a decir cosas desagradables a la
niña.
Menos mal que Peter llegó a tiempo para
repararles. Y les preguntó:
- ¿Porque tratan mal a mi amiga Wendy?
Y ellos contestaron
- Es que Campanilla nos dijo que ella era
mala.
Peter Pan se quedó muy enfadado con
Campanilla y le pidió explicaciones.
Campanilla, colorada y arrepentida, pidió
perdón a Peter Pan y a sus amigos por lo que
hizo. Pero la aventura en el País de Nunca
Jamás solo acababa de empezar.
13. Peter llevó a sus amiguitos a que visitaran la
aldea de los indios Sioux. Allí, encontraron al
gran jefe muy triste y preocupado.
Y después de que Peter Pan le preguntara sobre
lo sucedido, el gran jefe le dijo:
- Estoy muy triste porque mí hija Lili salió de
casa por la mañana y hasta ahora no la hemos
encontrado.
Cómo Peter era el que cuidaba de todos en la
isla, se comprometió con el Gran Jefe a que
encontraría a Lili.
Junto con Wendy, Peter Pan buscó a Lili por
toda la isla hasta que la encontró prisionera del
Capitán Garfio, en la playa de las sirenas.
14. Lili estaba atada a una roca, mientras
Garfio le amenazaba con dejarla allí hasta
que la marea subiera, si no le contaba
donde estaba la casa de Peter Pan.
La pequeña india, muy valiente, le
contestaba que no iba a decírselo.
Lo que ponía furioso al Capitán.
Y cuando parecía que nada podía
salvarla, de repente oyeron una voz:
- ¡Eh, Capitán Garfio, eres un bacalao, un
cobarde!¡A ver si te atreves conmigo!
15. Después de liberar a Lili
de las cuerdas, Peter
empezó a luchar contra
Garfio. De pronto, el
Capitán empezó a oír el
tic-tac que tanto le
horrorizaba.
Era el cocodrilo que se
acercaba dejando a
Garfio nervioso.
Temblaba tanto que
acabó cayéndose al mar.
Y jamás se supo nada
más del Capitán Garfio.
16. Peter devolvió a Lili a su aldea
y el padre de la niña, muy
contento, no sabía cómo dar las
gracias a él. Así que preparó una
gran fiesta para sus
amiguitos, quiénes bailaron y
pasaron muy bien.
Pero ya era tarde y los niños
tenían que volver a su casa
para dormir.
Campanilla os acompañara en el
viaje de vuelta. Y al
despedirse, Peter Pan les dijo:
17. - Aunque crezcáis, no
perdáis nunca vuestra
fantasía ni vuestra
imaginación.
¡Adiós amigos!
Dijo Peter Pan
- ¡Hasta luego Peter Pan! gritaron los niños
mientras se metían debajo de la mantita
porque hacía muchísimo frío.
19. En un lugar muy lejano
vivía una
hermosa princesa que se
llamaba Blancanieves.
Vivía en un castillo con su
madrastra, una mujer
muy mala y vanidosa, que
lo único que quería era
ser la mujer más hermosa
del reino.
20. Todos los días preguntaba
a su espejo mágico quién
era la más bella del
reino, al que el espejo
contestaba:
- Tú eres la más hermosa
de todas las
mujeres, reina mía.
21. El tiempo fue pasando hasta que un
día el espejo mágico contestó que la
más bella del reino era Blancanieves.
La reina, llena de furia y de rabia,
ordenó a un cazador que llevase a
Blancanieves al bosque y que la
matara. Y cómo prueba traería su
corazón en un cofre. El cazador
llevó a Blancanieves al bosque pero
cuando allí llegaron él sintió lástima
de la joven y le aconsejó que se
marchara para muy lejos del
castillo, llevando en el cofre el
corazón de un jabalí.
22. Blancanieves, al verse sola, sintió
mucho miedo porque tuvo que pasar
la noche andando por la oscuridad del
bosque. Al amanecer, descubrió una
preciosa casita. Entró sin pensarlo
dos veces. Los muebles y objetos de
la casita eran pequeñísimos. Había
siete platitos en la mesa, siete
vasitos, y siete camitas en la alcoba,
dónde Blancanieves, después de
juntarlas, se acostó quedando
profundamente dormida durante todo
el día.
23. Al atardecer, llegaron los
dueños de la casa. Eran siete
enanitos que trabajaban en unas
minas. Se quedaron admirados
al descubrir a Blancanieves. Ella
les contó toda su triste historia
y los enanitos la abrazaron y
suplicaron a la niña que se
quedase con ellos. Blancanieves
aceptó y se quedó a vivir con
ellos. Eran felices.
24. Mientras tanto, en el castillo, la
reina se puso otra vez muy
furiosa al descubrir, a través de
su espejo mágico, que
Blancanieves todavía vivía y que
aún era la más bella del reino.
Furiosa y vengativa, la cruel
madrastra se disfrazó de una
inocente viejecita y partió hacia
la casita del bosque. Allí, cuando
Blancanieves estaba sola, la
malvada se acercó y haciéndose
pasar por buena ofreció a la niña
una manzana envenenada. Cuando
Blancanieves dio el primer
bocado, cayó desmayada, para
felicidad de la reina mala.
25. Por la tarde, cuando los enanitos volvieron del
trabajo, encontraron a Blancanieves tendida en el
suelo, pálida y quieta, y creyeron que estaba
muerta. Tristes, los enanitos construyeron una urna
de cristal para que todos los animalitos del bosque
pudiesen despedirse de Blancanieves.
26. Unos días después, apareció por
allí un príncipe a lomos de un
caballo. Y nada más contemplar
a Blancanieves, quedó prendado
de ella. Al despedirse y
besándola en la
mejilla, Blancanieves volvió a la
vida, pues el beso de amor que
le había dado el príncipe rompió
el hechizo de la malvada reina.
27. Blancanieves se casó con el
príncipe y expulsaron a la cruel
reina del palacio, y desde
entonces todos pudieron vivir
felices.
FIN
29. Había una vez una bella joven
que, después de quedarse
huérfana de padre y madre,
tubo que vivir con su
madrastra y las dos hijas que
tenía esta.
Las tres mujeres eran tan
malas y tan egoístas que se
quedaban cada día mas feas.
30. La bella joven era explotada por ellas. Era
ella quien hacia todo el trabajo mas duro
de la casa. Además de
cocinar, fregar, ella también tenía que
cortar leña y encender la chimenea. Así sus
vestidos estaban siempre manchados de
ceniza, por lo que todos la llamaban
Cenicienta.
31. Un día se oía por todas
partes de la ciudad que el
príncipe de aquel país había
regresado. El rey, muy
contento, iba a dar una gran
fiesta a la que iba a invitar a
todas las jóvenes del reino,
con la esperanza de que el
príncipe encontrara en una de
ellas, la esposa que deseaba.
32. En la casa de Cenicienta, sus hermanastras empezaban a
prepararse para la gran fiesta. Y decían a Cenicienta:
- Tú, no irás. Te quedarás limpiando la casa y preparando la
cena para cuando volvamos.
El día del baile había llegado. Cenicienta vio partir a sus
hermanastras al Palacio Real y se puso a llorar porque se
sentía muy triste y sola.
33. Pero, de pronto, se le apareció un Hada que le
dijo:
- Querida niña, sécate tus lágrimas porque tú
también irás al baile.
Y le dijo Cenicienta:
- ¿Pero cómo si no tengo vestido ni zapatos, ni
carruaje para llevarme?
Y el hada, con su varita mágica, transformó una
calabaza en carruaje, unos ratoncillos en
preciosos caballos, y a Cenicienta en una
maravillosa joven que mas se parecía a una
princesa.
Y le avisó:
- Tu irás al baile, pero con una condición:
cuando el reloj del Palacio dé las doce
campanadas, tendrás que volver enseguida
porque el hechizo se acabará.
34. Hermosa y feliz, Cenicienta
llegó al Palacio. Y cuando entró
al salón de baile, todos pararon
para mirarla. El príncipe se
quedó enamorado de su belleza
y bailó con ella toda la noche.
Pero, al cabo de algunas
horas, el reloj del Palacio
empezó a sonar y Cenicienta se
despidió del príncipe, cruzó el
salón, bajó la escalinata y entró
en el carruaje en dirección a su
casa.
35. Con las prisas, ella perdió
uno de sus zapatos de
cristal que el príncipe
recogió sin nada entender.
Al día siguiente, el príncipe
ordenó a los guardias que
encontrara la señorita que
pudiera calzar el zapato.
36. Los guardias recorrieron todo el
reino. Todas las doncellas probaron el
zapato pero a nadie le sirvió. Al fin
llegaron a la casa de Cenicienta. Y
cuando esta se lo puso todos vieron
que le estaba perfecto.
Y fue así que Cenicienta
volvió a encontrarse con
el príncipe, se casaron, y
vivieron muy felices.