Este documento discute el uso efectivo del video en el aula. Señala que el video puede usarse de manera creativa dependiendo de los objetivos de cada asignatura, los recursos disponibles y las características de los estudiantes y profesores. Recomienda que el video sólo ocupe una parte de la clase y sea segmentado y comentado para mantener la atención. Además, enfatiza la importancia de que los profesores revisen los videos de antemano y los utilicen de forma interactiva mediante pausas y preguntas a los estudiantes.