2. SEP
Ficha Calidad Lectora 1° Básico.
La tortuga tenía casa.
La mamá salió.
A los monos les gustan las frutas.
Esa agua está tibia.
La rana está en la poza.
El papá de Pedro.
Los pollitos cantaban.
La casa tiene chimenea.
3. SEP
Ficha Calidad Lectora 2° Básico.
Mi familia es grande.
Pedro perdió su zapato.
La guagua se está riendo.
La lluvia golpea la ventana.
Mi amiga Gloria fue al campo.
El hombre del sombrero.
Su papá compró un libro.
Ramón fue de viaje a París.
4. SEP
Ficha Calidad Lectora 3° Básico.
Mi casa tiene tejas rojas.
Mi tío Pedro viajó por todo Chile.
La niña pequeña escuchó al tío Pablo.
Los Alacalufes eran un gran pueblo de canoeros.
María y Josefina cantan muy bien.
Juanita escribió un lindo poema.
El viento sopló mucho en la noche.
Los hombres se molestaron por la broma del niño.
5. SEP
Ficha Calidad Lectora 4° Básico.
El bandido llegó hasta su casa.
Antonio hizo lo que pensaba.
La brújula apunta hacia el noreste.
Pedro realizó un descubrimiento arqueológico.
La biblioteca está en el subterráneo.
El metal transmite la electricidad.
El paraguas se rompió por la tempestad.
Elia visita a su abuela frecuentemente.
6. SEP
Ficha calidad lectora 5 Año Básico
La nariz que huye
Una mañana, un señor que vivía exactamente debajo del embarcadero del que parten los
barcos, se levantó, fue al lavabo a afeitarse y al mirarse al espejo gritó:
- ¡Socorro! ¡Mi nariz!
En medio de su cara no había ninguna nariz, y en su sitio quedaba un espacio vacío. El
señor, que todavía estaba en pijama, corrió al balcón con el tiempo justo para ver su nariz
que cruzaba la plaza y se dirigía a buen paso hacia el embarcadero.
- ¡Alto, alto! – gritó el señor -. ¡Mi nariz! ¡Al ladrón, al ladrón!
La gente miraba hacia arriba y se reía.
Al señor no le quedó más remedio que bajar a la calle y perseguir a la fugitiva. Mientras
sostenía un pañuelo delante de su cara como si estuviera resfriado.
7. SEP
Ficha calidad lectora 6 Año Básico
Pensamientos en tránsito
Entre todo este humo, ruido y calor, voy pensando...
Entre semáforo y semáforo, entre parada y parada que hace esta máquina infernal,
voy haciendo memoria y me pregunto: ¿cómo fue que pasó tanto tiempo?, ¿cuando pasé
de ser niño a un joven con responsabilidades? Estas y muchas otras preguntas son las
que creo no poder responder.
Veo parado a un señor con un maletín en su mano, un celular en la otra… pienso…
este tipo debe ser un empresario o algo así, dónde irá, quizás va hacia su casa a ver a
su esposa y a sus hijos, yo creo que si uno mira atentamente a su cara se puede ver
cómo lleva el peso del mundo sobre sus hombros.
Por el otro lado veo a una señora sentada con su hijo; el niño llora y derrama
lágrimas de dolor que me dan pena …
8. SEP
Ficha Calidad Lectora 7° Básico.
El retrato misterioso
Cierto día un joven japonés halló en la calle un espejo de bolsillo. Como era la primera
vez que veía tal objeto, se asombró de ver en él la imagen de un rostro moreno con ojos
oscuros e inteligentes.
- ¡Es mi santo padre! ¿Cómo puede este retrato encontrarse aquí? ¿Será tal vez
algún aviso?
Guardó en un pañuelo, el objeto hallado y lo ocultó en su bolsillo. Al llegar a su casa, lo
escondió en un jarrón por parecerle lugar seguro, sin decir nada a su esposa.
Desconfiaba de la curiosidad femenina y, al mismo tiempo, de la poca reserva que suelen
tener las mujeres.
Durante algunos días Humaro estuvo pensando continuamente en el retrato.
9. SEP
Ficha calidad lectora 8 Año Básico
El Caleuche
Les contaré una leyenda de Chiloé, mi tierra rodeada de mar y que queda tan lejos allá
en el sur. Esta es una historia vieja, tan vieja como los caminos de la isla y que dice así:
Por las oscuras noches de los canales del sur, con sus mil vericuetos como de
laberinto, navega el Caleuche, el fantasmal barco de los brujos. Espectralmente
iluminado, aparece de imprevisto entre la niebla que él mismo produce y tras la cual se
esconde para no ser descubierto por los ojos intrusos o curiosos, aunque a la distancia
se escucha claramente la música que, sobre su cubierta, mantiene a sus tripulantes
embobados y serviles a las órdenes de los brujos. Todos ellos han sido “rescatados” de
algún naufragio y, como pago, deben servir en el barco por lo que les queda de vida.
11. La tortuga tenía casa.
La mamá salió.
A los monos les gustan las frutas.
Esa agua está tibia.
La rana está en la poza.
El papá de Pedro.
Los pollitos cantaban.
La casa tiene chimenea.
12. Mi familia es grande.
Pedro perdió su zapato.
La guagua se está riendo.
La lluvia golpea la ventana.
Mi amiga Gloria fue al campo.
El hombre del sombrero.
Su papá compró un libro.
Ramón fue de viaje a París.
13. Mi casa tiene tejas rojas.
Mi tío Pedro viajó por todo Chile.
La niña pequeña escuchó al tío Pablo.
Los Alacalufes eran un gran pueblo de canoeros.
María y Josefina cantan muy bien.
Juanita escribió un lindo poema.
El viento sopló mucho en la noche.
Los hombres se molestaron por la broma del niño.
14. El bandido llegó hasta su casa.
Antonio hizo lo que pensaba.
La brújula apunta hacia el noreste.
Pedro realizó un descubrimiento arqueológico.
La biblioteca está en el subterráneo.
El metal transmite la electricidad.
El paraguas se rompió por la tempestad.
Elia visita a su abuela frecuentemente.
15. La nariz que huye
Una mañana, un señor que vivía exactamente debajo del embarcadero del que parten los
barcos, se levantó, fue al lavado a afeitarse y al mirarse al espejo gritó:
- ¡Socorro! ¡Mi nariz!
En medio de su cara no había ninguna nariz, y en su sitio quedaba un espacio vacío. El
señor, que todavía estaba en pijama, corrió al balcón con el tiempo justo para ver su nariz
que cruzaba la plaza y se dirigía a buen paso hacia el embarcadero.
- ¡Alto, alto! – gritó el señor -. ¡Mi nariz! ¡Al ladrón, al ladrón!
La gente miraba hacia arriba y se reía.
Al señor no le quedo más remedio que bajar a la calle y perseguir a la fugitiva. Mientras
sostenía un pañuelo delante de su cara como si estuviera resfriado.
16. Pensamientos en tránsito
Entre todo este humo, ruido y calor, voy pensando...
Entre semáforo y semáforo, entre parada y parada que hace esta máquina infernal,
voy haciendo memoria y me pregunto: ¿cómo fue que pasó tanto tiempo?, ¿cuando pasé
de ser niño a un joven con responsabilidades? Estas y muchas otras preguntas son las
que creo no poder responder.
Veo parado a un señor con un maletín en su mano, un celular en la otra… pienso…
este tipo debe ser un empresario o algo así, dónde irá, quizás va hacia su casa a ver a su
esposa y a sus hijos, yo creo que si uno mira atentamente a su cara se puede ver cómo
lleva el peso del mundo sobre sus hombros.
Por el otro lado veo a una señora sentada con su hijo; el niño llora y derrama
lágrimas de dolor que me dan pena …
17. El retrato misterioso
Cierto día un joven japonés halló en la calle un espejo de bolsillo. Como era la primera
vez que veía tal objeto, se asombró de ver en él la imagen de un rostro moreno con ojos
oscuros e inteligentes.
- ¡Es mi santo padre! ¿Cómo puede este retrato encontrarse aquí? ¿Será tal vez
algún aviso?
Guardó en un pañuelo, el objeto hallado y lo ocultó en su bolsillo. Al llegar a su casa, lo
escondió en un jarrón por parecerle lugar seguro, sin decir nada a su esposa.
Desconfiaba de la curiosidad femenina y, al mismo tiempo, de la poca reserva que suelen
tener las mujeres.
Durante algunos días Humaro estuvo pensando continuamente en el retrato.
18. El Caleuche
Les contaré una leyenda de Chiloé, mi tierra rodeada de mar y que queda tan lejos
allá en el sur. Esta es una historia vieja, tan vieja como los caminos de la isla y que dice
así:
Por las oscuras noches de los canales del sur, con sus mil vericuetos como de
laberinto, navega el Caleuche, el fantasmal barco de los brujos. Espectralmente
iluminado, aparece de imprevisto entre la niebla que él mismo produce y tras la cual se
esconde para no ser descubierto por los ojos intrusos o curiosos, aunque a la distancia
se escucha claramente la música que, sobre su cubierta, mantiene a sus tripulantes
embocados y serviles a las órdenes de los brujos. Todos ellos han sido “rescatados” de
algún naufragio y, como pago, deben servir en el barco por lo que les queda de vida.