Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Celebración penitencial de Adviento
1. CELEBRACIÓN PENITENCIAL DE ADVIENTO
1. CANTO DE ENTRADA (Tiempo de espera, tiempo de esperanza…)
MONITOR
El Adviento es una llamada a preparar el camino al Señor.
En esta celebración, queremos hacerlo de una manera más intensa; esta celebración quiere
ser un paso adelante en nuestra marcha peregrina y esperanzada, en nuestro preparar el
camino para encontrarnos con el Dios que vino, viene y vendrá.
Cada año, la celebración de la Navidad es una insistencia por parte de Dios, para que el
nacimiento de su Hijo se realice, no en una posada, sino en nuestra propia realidad humana
de hombres y mujeres.
CANTO (Ven, ven Señor no tardes…)
SALUDO DEL SACERDOTE
MONITOR
Allanad los caminos.
Allanad, sí, todos los caminos de la tierra
porque el Señor está cerca.
Él vendrá y llenará de esperanza
a todos los que la perdieron.
Vendrá en la noche para ser luz.
(Se enciende el primer cirio de la corona de Adviento)
Vendrá para acompañar a los cansados,
a los eternos desilusionados;
ya pueden cantar victoria
aquellos que se creían abandonados;
ya está el Salvador a la puerta.
(Se enciende el segundo cirio)
Allanad los caminos, abrid caminos de esperanza,
quienes pasáis por este mundo
sin encontrar sentido a la vida.
Allanad los senderos, porque él vendrá;
vendrá como rocío mañanero,
rasgará los corazones de piedra
y ablandará la dureza de nuestra tierra seca.
(Se enciende el tercer cirio)
Vendrá el Señor, no tardará.
esperadlo en el umbral de vuestra casa,
porque sin hacer ruido
vendrá y lo inundará todo con su amor.
(Se enciende el cuarto cirio)
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2. Oremos.
Señor, que tu pueblo permanezca en vela aguardando la venida de tu Hijo
para que al salir a su encuentro, cuando Él llegue,
nos encuentre con las lámparas encendidas y los corazones abiertos. P.J.N.S.
LITURGIA DE LA PALABRA
SACERDOTE
A la hora de revisar nuestras vidas siempre tendremos que tener delante lo que espera Dios
de nosotros, pues es Él quien nos ha creado para ser felices y ayudar a los demás a serlo
también.
Monitor
Las personas al tener un origen divino están llamadas a relacionarse con Dios. Si se cultivan
estas relaciones decimos, de esa persona, que es religiosa. ¿En qué Dios se fundamentan mi fe
y mi religiosidad?
Lector
"Cuando recéis, rezad así: Padre nuestro que estás en el cielo.
Mirad qué regalo nos ha hecho el Padre: que nos llamemos hijos de Dios; y además lo somos.
Dios es Amor. Y su amor se hizo visible entre nosotros enviándonos al mundo a su Hijo único para
que tuviéramos vida".
Sacerdote
A través de Jesús, Dios se nos presenta como Padre. Revisemos si nuestras relaciones con Él
son propias de un hijo, de una hija.
1. lector
• ¿Reconozco a Dios como Padre y confío en Él?
• ¿Vivo con alegría y esperanza, porque me siento querido y salvado por Él?
• ¿Dejo que ocupe el centro de mi existencia?
• ¿Lo amo sobre todas las cosas?
• ¿Soy consecuente con ese amor a Dios, amando a los hermanos?
2. lector
• ¿Cuido mi salud espiritual, mi crecimiento y maduración en la fe?
• ¿Busco apoyos para revisar mi vida y no vivir la fe en solitario?
• ¿Me esfuerzo por hacer vida la fe que profeso?
1. lector
• ¿Me reconozco necesitado de conversión, de cambiar mis actitudes?
• ¿Alimento mi relación con el Señor, teniendo unos momentos oración cada
día?
• ¿Sé ofrecerle mis ocupaciones, mis alegrías y sufrimientos?
• ¿Sé perdonarme mis propias limitaciones, sabiendo que Dios me perdona?
2. lector
• ¿Leo la Palabra de Dios, sobre todo los Evangelios, para orientar mi vida desde
sus criterios?
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3. • ¿Participo en la Eucaristía del domingo, el día del Señor, y la valoro como
fuente y motor de mi vida cristiana?
• ¿Vivo con conciencia clara de que mi fe sólo será auténtica, si es fe
comunitaria?
Sacerdote
Os lo digo en una palabra,
¿quién es Dios para mí: es simplemente "Algo" que está ahí ("Algo tiene que haber") o es
"ALGUIEN" que me quiere como a un hijo y al que he de responder con el mismo amor que él
me tiene?
CANTO
Ven, ven, señor no tardes…
MI RELACIÓN CON LOS DEMÁS
Monitor
Las personas no somos seres solitarios. Estamos llamadas a relacionarnos y convivir con los
demás.
Dios quiere que estas relaciones sean desde el amor, el servicio, la justicia, el respeto, la
solidaridad y la fraternidad. Escuchemos su Palabra.
Lector
"No nos cansemos de hacer el bien; arrimad todos el hombro a las cargas de los otros, que
con eso cumpliréis la ley del Mesías.
Si sólo queréis a los que os quieren, ¿qué mérito tenéis?
Si sólo mostráis afecto a los vuestros, ¿qué hacéis de extraordinario?
Todo lo que queréis que hagan con vosotros, hacedlo vosotros a los demás.
Sed buenos con todos, como bueno es vuestro Padre del cielo".
Sacerdote
Ante estos criterios de Dios respecto a nuestras relaciones con los demás, cada uno de
nosotros nos preguntamos:
1. lector
• ¿Cómo es mi trato con los demás? ... (familiares, amigos, vecinos, compañeros de trabajo,
miembros de la comunidad cristiana?)
• ¿Hago lo posible para potenciar el amor y la comprensión entre todos, a pesar de nuestras
diferencias, o tiendo a encerrarme en mis opiniones y criterios haciendo imposible el diálogo?
• ¿Exijo a los demás lo que yo no hago?
• ¿Mi tendencia habitual es la de "utilizar" la de "servir" a los demás?
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4. 3. lector
• ¿Hago mía la apuesta de Dios por los pobres?
• ¿Qué atención dedico a quienes peor lo están pasando?
• ¿Va creciendo mi solidaridad?
• ¿Practico la justicia y la caridad?
• ¿Respeto y potencio los derechos de los demás?
• ¿Me esfuerzo por tener buen corazón, por ser tolerante, capaz de perdonar, y ayudar a
quienes más lo necesitan?
• ¿Doy buen ejemplo a los demás, o no me importa escandalizar?
1. lector
• ¿Participo como miembro activo en los trabajos y tareas de mi comunidad parroquial?
• ¿Pongo a disposición de la comunidad cristiana los dones que Dios me ha concedido,
potenciando en ella los distintos servicios y ministerios?
• ¿Respeto y cuido las "cosas públicas" que son bienes de todos?
Sacerdote
Os lo digo en una palabra,
• ¿mi relación y mi trato a los demás están orientados por las palabras de Jesús: "Lo que
hagáis a cualquiera de mis hermanos a Mí me lo hacéis"?
CANTO
Ven, ven, señor no tardes…
MI RELACIÓN CONMIGO MISMO
Monitor
¿Cómo quiere Dios que seamos cada uno de nosotros? A través de San Pablo, Dios nos dice:
Lector
"El hombre y la mujer han de ser personas de Espíritu. Y la persona movida por el Espíritu es
amable, alegre pacífica, tolerante, agradable, generosa, solidaria, leal, sencilla, dueña de sí".
Sacerdote
Ante estos criterios de Dios de lo que debe ser una persona de Espíritu, que eso debe ser un
cristiano, una cristiana, cada uno ahora nos preguntamos:
1. Lector
• ¿Sé hacerme autocrítica, reconociendo mis fallos, o estoy en constante actitud de crítica a
los demás? "Yo soy el bueno, los demás son los malos".
• ¿Me creo justo, como los fariseos, o reconozco la necesidad que tengo de conversión y
perdón?
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5. • ¿Domino mi genio, mi tendencia a la envidia, mi afán de protagonismo?
• ¿Me regodeo con el fracaso de los demás o pensando mal de los otros?
2. lector
• ¿Vivo mi sexualidad de manera coherente? ¿Mis relaciones sexuales son la expresión de un
auténtico amor?
• ¿Vivo obsesionado/a por mi apariencia externa, por mi figura corporal, por ir a la moda...?
• ¿Soy esclavo/a de mi "status social", de alguna ideología política..., cerrándome a las
relaciones con otras personas más sencillas o que tienen otras maneras de pensar?
1. lector
• ¿Vivo con sentido cristiano mis deberes en el trabajo, en la vida de familia, en la vida social y
política, en la comunidad, en mi tiempo de descanso?
• ¿Soy fiel a las promesas del matrimonio, de la vocación sacerdotal o religiosa?
• ¿Vivo abierto a la gracia de Dios y procuro vivir con esperanza y alegría mi fe cristiana?
Sacerdote
Os lo digo en una palabra,
• ¿trato de realizarme como una auténtica persona humana y cristiana o vivo al vaivén de mis
instintos, de mis apetencias o de la moda?
CANTO
Ven, ven, señor no tardes…
OTROS ASPECTOS DE MI VIDA
Sacerdote
¿Qué otros comportamientos dentro de mi noviazgo, de mi matrimonio, de mi familia, de mi
vida laboral, social, profesional, política..., deben ser motivo de conversión para que haya
Navidad en nuestras vidas?
CANTO
Ven, ven, señor no tardes…
ORACIÓN COMUNITARIA
Sacerdote
Hermanos y hermanas:
confiemos a Dios nuestra voluntad de conversión y renovación interior.
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6. Que Dios Padre lleno de bondad y de misericordia nos purifique de nuestras infidelidades e
incoherencias.
Por nuestra pobre fe:
por nuestras dudas y miedos,
por nuestra falta de compromiso y de testimonio,
por nuestra rutina y desgana para orar.
Perdónanos, Señor.
SEÑOR, TEN PIEDAD
Por nuestra débil esperanza:
por nuestros desánimos y tristezas,
por nuestras prisas e impaciencias,
por nuestro olvido de la palabra de Dios.
Perdónanos, Señor.
CRISTO, TEN PIEDAD
Por nuestra tibia caridad:
por nuestra insolidaridad
e insensibilidad ante el sufrimiento de los demás,
por nuestro consumismo innecesario,
por nuestras violencias, agresividades y rencores.
Perdónanos, Señor.
SEÑOR, TEN PIEDAD
Y por todos nuestros pecados:
nuestras mentiras e hipocresías,
nuestro deseos de tener y tener,
nuestras faltas de justicia y caridad.
Perdónanos, Señor.
CRISTO, TEN PIEDAD
LITURGIA DEL SACRAMENTO
Sacerdote
Realizaremos ahora unos signos públicos. (Recitar el 'Yo confieso". Acercarse al sacerdote) a
través de los cuales nos manifestamos pecadores ante Dios y la comunidad y que estamos
dispuestos a renovarnos.
Y Cristo, a través de la Iglesia, nos ofrecerá su perdón y su gracia.
Arrepentidos rezamos juntos:
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7. YO CONFIESO…
Confesión y absolución.
Ahora, quienes deseemos el Perdón Sacramental del Señor nos acercaremos a
los sacerdotes para recibir la absolución.
Presentación de la penitencia.
Sacerdote
Para manifestar nuestro agradecimiento al Señor -lo que antes llamábamos "la penitencia"-,
os invito, como lo hace la Iglesia, a realizar
-una obra de caridad...
-una visita a un enfermo...
-un favor a alguien que necesite ayuda...
- en casa lectura de la Biblia sobre el Nacimiento de Jesús
- ser un poco más austero, sin excesivos gastos, pero sin amargar las fiestas.
ACCIÓN DE GRACIAS
Sacerdote
Antes de terminar esta celebración, cantamos agradecidos a Dios que siempre nos perdona,
con el deseo de poder mejorar nuestra vida cristiana.
CANTO
SEÑOR, TE DAMOS GRACIAS…
RITO DE CONCLUSIÓN
Monición de despedida:
Después de haber celebrado el perdón y la reconciliación, volvamos a nuestras casas con el
corazón lleno de ilusión.
Que en todos nuestros hogares reine la armonía. Demos muestras de la alegría cristiana allá
donde estemos.
Que durante este tiempo trabajemos por dar a conocer a Jesús y expresar nuestra fe en Él
especialmente entre los que más conocemos.
Bendición
- El Padre que nos llamó a ser sus hijos, nos bendiga.
- El Hijo, que nos recibió como hermanos, nos ayude a caminar unidos.
- El Espíritu Santo, que ha sido derramado en nuestros corazones, nos
mantenga en fidelidad.
- Que la bendición de Dios...
- PODÉIS IR EN PAZ…
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