El documento cuestiona el mito del "vivieron felices para siempre" al señalar que es improbable que las princesas siempre esperen ser rescatadas por un príncipe azul y vivan felices para siempre. Argumenta que la felicidad depende más de aprender a disfrutar de uno mismo que de otra persona, y que los seres humanos deberían enfocarse en compartir su humanidad en lugar de esperar un rescate.

1. El mito del “vivieron felices para siempre” Entonces; “Vivieron felices para siempre” ¡Vivieron felices para siempre! ¿Vivieron felices para siempre?

2. Quien no escucho algún cuento donde las princesas, esperan, duermen, que sean salvadas, sacadas de algún lugar, ….por el tan anhelado príncipe azul…….y en realidad llego? Quizás nunca llegue, por que como todo mito sobre dominación, donde las princesas (nosotras o si quieres solo algunas) Esperamos pacientemente a que llegase, este príncipe (o princesa, según las preferencias, digo para la inclusión en la lectura ) azul en su caballo blanco……y luego que llego qué…..vivimos felices para siempre?…

3. Así es como encontré mi propio príncipe o princesa Y qué paso con este príncipe o princesa….. Pues nada, por que la felicidad no depende del otro, es aprender a disfrutar de nosotras mismas a todas horas, es quererse y para ello no necesitamos de un príncipe o princesa (sea la preferencia) que constituya ese lugar. Si no compartir la inmensidad que somos los seres humanos. “Amo de tod@s los que he amado, por sobre todo la debilidad, del ser humano”