Los primos estaban jugando al fútbol cuando llegó Daniel y se unió al juego. Durante el partido, Daniel se tiró sobre Luis mientras perseguía el balón, cayendo los dos al suelo. Luego, cuando Luis iba a tirar una falta, Daniel dijo que él debería tirar porque Luis lo había golpeado con la cabeza, aunque esto no era cierto. Daniel terminó yéndose llorando con su padre porque no le dejaban tirar.