1. Poemas
CULTIVO UNA ROSA BLANCA… José Martí.
Cultivo una rosa blanca,
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca.
Y para el cruel, que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo:
Cultivo una rosa blanca.
PROPIEDADES QUE TIENE EL DINERO Juan Ruiz, Arcipreste de Hita.
Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
Al torpe hace discreto, hombre de respetar,
Hace correr al cojo, al mudo le hace hablar;
El que no tiene manos, bien lo quiere tomar.
Aun el hombre necio y rudo labrador
Dineros le convierten en hidalgo doctor;
Cuanto más rico es uno más grande es su valor,
Quien no tiene dineros no es de sí señor.
ROMANCE DE LA DONCELLA GUERRERA
Pregonadas son las guerras
De Francia para Aragón,
¡Cómo las haré yo, triste,
Viejo y cano, pecador!
¡No reventarás, condesa,
Por medio del corazón,
Que me diste siete hijas,
Y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita,
En razones la mayor:
-No maldigáis a mi madre,
Que a la guerra me iré yo;
Me daréis vuestras armas,
Vuestro caballo trotón.
2. ROMANCE DE LA AMIGA MUERTA
En los tiempos en que vi
Más alegre y placentero,
Yo me partiera de Burgos
Para ir a Valladolid:
Encontré con un palmero
Quien me habló y dijo así:
-¿Dónde vas tú, el desdichado?
¿Dónde vas?, ¡Triste de ti!
¡Oh persona desdichada,
En mal punto te conocí!
Muerta es tu enamorada
Muerta es, que yo la vi;
Las andas en que la llevan
De negro las vi cubrir,
Los responsos que le dicen
Yo los ayudé a decir;
Siete condes la lloraban,
Caballeros más de mil,
Llorábanla sus doncellas,
Llorando dicen así:
“¡Triste de aquel caballero
Que tal pérdida pierde aquí!”
Desde que esto oí, mezquino,
En tierra muerto caí;
Desde aquellas dos horas
No tomara, triste, en mí.
Desde que hube retornado
A la sepultura fui,
Con lágrimas de mis ojos
Llorando decía así:
-Acógeme, mi señora
Acógeme a la par de ti.
Al cabo de la sepultura
Una triste voz oí:
-Vive, vive, enamorado,
Vive pues que yo morí:
Dios te dé ventura en armas,
Y en amores otro que sí,
Que el cuerpo come la tierra,
Y el alma pena por ti.
3. EL TIEMPO Luis de Góngora
Si quiero por las estrellas
Saber, tiempo, dónde estás,
Miro que con ellas vas,
Pero no vuelves con ellas.
¿Adónde imprime tus huellas
Que con tu curso no doy?
Mas, ay, que engañado estoy,
Que vuelas, corres y ruedas;
Tú eres, tiempo, el que te quedas
Y yo soy el que me voy.
BUSCO LA MUERTE EN VIDA… Miguel de Cervantes
Busco la muerte en vida,
Salud en la enfermedad,
En la prisión libertad,
En lo cerrado salida
Y en el traidor libertad.
Pero mi suerte, de quien
Jamás espero algún bien,
Con el cielo ha establecido,
Que, pues, lo imposible pido,
Lo posible aún no me den.
SUEÑO Antonio Machado
Desgarrada la nube; el arco iris
Brillando ya en el cielo,
Y en un fanal de lluvia
Y sol, el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
Los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
Atónito y disperso.
…¡El limonar florido,
El cipresal del huerto,
El prado verde, el sol, el agua el iris!
¡El agua en tus cabellos! …
Y todo en la memoria se perdía
Como una pompa de jabón al viento.
4. LA PRIMAVERA BESABA… Antonio Machado
La primavera besaba
Suavemente la arboleda,
Y el verde nuevo brotaba
Como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
Sobre el campo juvenil…
Yo vi en las hojas temblando
Las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
Todo cargado de flor
-recordé -, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
Me he parado a meditar…
¡Juventud, nunca vivida,
Quién te volviera a soñar!
EL POETA PIDE A SU AMOR QUE LE ESCRIBA Federico García Lorca
Amor de mis entrañas, viva muerte,
En vano espero tu palabra escrita
Y pienso, con la flor que se marchita,
Que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal, la piedra inerte
Ni conoce la sombra ni él la evita.
Corazón interior no necesita
La miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí, rasgué mis venas,
Tigre y paloma, sobre tu cintura
En duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
O déjame vivir en mi serena
Noche del alma para siempre oscura.
5. SONETO Rafael Alberti
Te digo adiós, amor, y no estoy triste.
Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado,
Un solo beso lento y prolongado
Que se truncó en dolor cuando partiste.
No supiste entender, no comprendiste
Que era un amor final, desesperado,
Ni intentaste arrancarme de tu lado
Cuando con duro corazón me heriste.
Lloré tanto aquel día que no quiero
Pensar que el mismo sufrimiento espero
Cada vez que en tu vida reaparece
Ese amor que al negarlo te ilumina.
Tu luz es él cuando mi luz decrece,
Tu solo amor cuando mi amor declina.
TENGO ESTOS HUESOS HECHOS A LAS PENAS… Miguel Hernández
Tengo estos huesos hechos a las penas
Y a las cavilaciones estas sienes:
Pena que vas, cavilación que vienes
Como el mar de la playa a las arenas.
Como el mar de la playa a las arenas,
Voy en este naufragio de vaivenes
Por una noche oscura de sartenes
Redondas, pobres, tristes y morenas.
Nadie me salvará de este naufragio
Si no es tu amor, la tabla que procuro,
Si no es tu voz, el norte que pretendo.
Eludiendo por eso el mal presagio
De que ni en ti siquiera habré seguro,
Voy entre pena y pena sonriendo.
6. A MIS HERMANAS Leopoldo Panero
Estamos siempre solos. Cae el viento
Entre los encinares y la vega.
A nuestro corazón el ruido llega
Del campo silencioso y polvoriento.
Alguien cuenta, sin voz, el viejo cuento
De nuestra infancia, y nuestra sombra juega
Trágicamente a la gallina ciega;
Y una mano nos coge el pensamiento.
Ángel, Ricardo, Juan, abuelo, abuela,
Nos tocan levemente, y sin palabras
Nos hablan, nos tropiezan, les tocamos.
¡Estamos siempre solos, siempre en vela,
Esperando, Señor, a que nos abras
Los ojos para ver, mientras jugamos!