1. BATERÍAS Y BICICLETAS ELÉCTRICAS
La bicicleta eléctrica está cada vez más de moda y ya son muchas las personas que
empiezan a tener curiosidad sobre como seria tener este tipo de vehículo para ir a trabajar o
salir a pedalear una mañana soleada de domingo.
Si estamos pensando en adquirir este modelo de bicicleta y no sabemos que tipo de batería es
la más ajustada a nuestra práctica, podemos tener en cuenta algunos factores:
Material: Existen tres tipos de baterías para bicicletas eléctricas: de plomo (son las más
baratas pero tienen un peso elevado y suelen durar alrededor de un año), de níquel (tienen
menos autonomía y peso que las de níquel y un efecto memoria que hace que si no las
cargamos bien, no funcionen correctamente), de Litio (son el material más caro pero son
livianas, tienen larga vida y no cuentan con efecto memoria).
El peso del usuario: No es lo mismo que una bicicleta desplace a una persona que pesa 50
kilos con hacerlo con alguien con sobrepeso. Una bicicleta eléctrica necesitará más uso de
la batería si ha de soportar mayor carga.
El terreno y el tiempo: Subir una pendiente puede desgastar en mayor grado la batería que si
pedaleamos por una llanura o cuesta abajo. Dependiendo del tiempo que utilicemos la
bicicleta en terrenos costosos, la batería durará más o menos.
Y es que, aunque parezca una tontería, el tipo de práctica o el ritmo de nuestro pedaleo influye
en el desgaste de la batería. Lo más importante es tener un buen mantenimiento sobre ella
(recargándola cuando es necesario y durante el tiempo adecuado) y no forzándola cuando nos
demos cuenta de que hemos sobrepasado sus límites energéticos.
Además, si tenemos miedo de dejar nuestra bicicleta eléctrica aparcada en la calle por
miedo a que nos la roben, podemos utilizar unos candados especiales para la batería o
quitarla, directamente, y de este modo dejar la bicicleta como si de un modelo tradicional se
tratara.