La catedral de Córdoba fue originalmente una mezquita. El patio de los naranjos se remodeló con claustros y las palmeras se sustituyeron por naranjos. La torre actual cubre el alminar de Abderramán III y tiene campanas añadidas por Hernán Ruiz III, coronada por una escultura de San Rafael. La visita a la catedral puede despertar una búsqueda de una belleza más grande e inspirar alegría y esperanza.