2. DEFINICION
• signo viene a ser
• una palabra totalmente homonímica, o
sea, que se utiliza en
• diferentes ocasiones, con diversos
sentidos, y, en general, de
• manera metafórica y vaga.
3. SIGNOS NATURALES
• Hemos distinguido en A los signos no
emitidos intencionalmente
• y que, por así decirlo, constituyen
acontecimientos
• naturales que utilizamos para reconocer
algo o deducir su existencia,
• como de la espiral de humo sobre una
colina deducimos
• la presencia de un fuego encendido;
5. LA LINGUISTICA
• a) al igual que ha sucedido en la física o
en la psicología,
• también en lingüística algunas de las
contribuciones filosóficas
• más importantes de nuestro siglo
Saussure o Hjelmslev en lingüística);
6. LA SEMIOTICA
• b) actualmente la semiótica es una técnica
de investigación
• que explica de manera bastante exacta
cómo funcionan la comunicación
• y la significación.
7. Charles Morris
• Esta tradición aparece en su forma
moderna con la
• identificación de la filosofía con la teoría
de los signos y la unificación
• de la ciencia, es decir, con el aspecto más
general y sistemático de una
• semiótica pura y descriptiva (MORRIS,
1938, pág. 69).
9. Aportes
• 1. Examinar las modalidades principales
de los
• procesos en los que se utiliza el signo,
elaborando una primera
• definición provisional de signo.
10. Aportes
• 2. Hacer una relación lo más completa
posible
• (sincrética y no histórica) de las distintas
clasificaciones de los
• signos,
11. Aportes
• 4. Sintetizar los principales problemas
sobre la
• naturaleza, la finalidad, las aporías del
signo, tal como se manifiestan
• en el pensamiento filosófico occidental.
12. Aportes
• 5. Intentar una teoría semiótica unificada
del signo,
• de tal forma que las definiciones
propuestas puedan ser
• aplicadas a cualquier tipo de signo,
13. Del signo a la teoria
• No hay duda de que
• la semiótica trata de los signos como
materia principal, pero
• los examina en relación con códigos e
integrados en unidades
• más vastas, tales como el enunciado, la
figura retórica, la función
• narrativa, etc.
14. Del signo al discurso
• La semiótica es la disciplina que estudia
las
• relaciones entre el código y el mensaje, y
entre el signo y el
• discurso. Algunos sostienen incluso que
no puede existir una
• semiótica del signo si no se hace antes
una semiótica del discurso.
15. La pluralidad de signos
• más allá del signo definido teóricamente,
existe el
• ciclo de la semiosis, la vida de la
comunicación, y el uso y la
• interpretación que se hace de los signos;
está la sociedad que
• utiliza los signos, para comunicar, para
informar, para mentir,
• engañar, dominar y liberar.
16. Semiótica como práctica
• la semiótica
• no es solamente una teoría, ha de ser
también una forma de
• la praxis.
17. Signo como información
• El signo se utiliza para transmitir una
información,
• para decir, o para indicar a alguien algo
que otro conoce y
• quiere que lo conozcan los demás
también. Ello se inserta en
• un proceso de comunicación de este tipo:
19. Signo=mensaje
• Desde el punto de vista del que estamos
hablando, el
• mensaje equivale al signo. En realidad, un
mensaje puede ser
• (y casi siempre es) la organización
compleja de muchos signos.
20. La significación
• el signo no es solamente un elemento que
• entra en el proceso de comunicación
(puedo también transmitir
• y comunicar una serie de sonidos sin
significado), sino que
• es una entidad que forma parte del
proceso de significación.
22. El signo como elemento del
proceso de significación
• son los estoicos quienes explican de
manera sistemática esta
• distinción. Para éstos, en todo proceso
sígnico se debía distinguir:
23. Los estoicos
• el semainon, o sea, el signo propiamente dicho,
como entidad
• física;
• el semainomenon, o sea, lo que es dicho por el
signo y que
• no representa una entidad física;
• el pragma, es decir, el objeto al cual se refiere el
signo y
• que vuelve a ser una entidad física, o bien un
acontecimiento
• o una acción.
24. Signo una pluralidad
• Además, en la medida en que (como
veremos) un significante
• puede referirse a varios significados, esta
presunta unidad
• —el signo— se convierte en bastante
problemática, y con
• frecuencia se disuelve en una red de
correlaciones que se reestructuran
• continuamente.
25. resumen
• Una cosa es cierta: en cualquier
clasificación del signo
• como elemento del proceso de
significación siempre aparece
• como algo que se pone en lugar de otra
cosa, o por alguna
• otra cosa.
26. PEIRCE
• traducir así: algo que a
• los ojos de alguien se pone en lugar de
alguna otra cosa, bajo
• algún aspecto o por alguna capacidad
suya.
27. • Tres maneras de considerar el
signo: semántica, sintáctica
• y pragmática
30. La sintáctica
• sintáctica , el signo se considera como
susceptible de ser insertado
• en secuencias de otros signos, según
unas reglas
• combinatorias; quizás se considera
también «sintáctico» el
• estudio de la estructura interna de la parte
significante del
• signo
31. pragmática
• pragmática, el signo se considera en
relación con sus propios
• orígenes, los efectos sobre sus
destinatarios, la utilización
• que hacen de ellos, etc.
32. fuente de los signos
• objetos inorgánicos/ substancias
inorgánicas
• naturales /manufacturados/
extraterrestres/ terrestres/
• Homo sapiens/ animales
• componentes organismo/ componentes
organismo
33. El signo para Buyssens
• Si se acepta la definición de Buyssens
según la que
• un signo es un artificio por medio del cual
un ser humano comunica
• a otro ser humano su propio estado de
conciencia,
34. Para Morris
• . Por esto
• preferimos decir con Morris (1938, pág.
20) que «una cosa
• es signo solamente porque es interpretado
como signo de algo
• por algún intérprete»
35. La semiosis
• y que «por ello, la semiótica no tiene
• nada que ver con el estudio de un tipo
particular de objetos,
• sino que se refiere a los objetos ordinarios
en cuanto (y solamente
• en cuanto) participan en el proceso de
semiosis».
36. Natural/artificial
• La distinción que precede nos ha revelado
que existen
• signos naturales y signos artificiales, y que
los signos naturales
• pueden considerarse como signos, con tal
que alguien los intérprete
• como tales, basándose en un sistema de
convenciones
• suficientemente asentado.
37. Todo es un signo
• Las tendencias actuales de la semiología,
en cambio,
• se inclinan a incluir entre los signos todos
los aspectos de la
• cultura y de la vida social, incluyendo
precisamente los objetos.:
38. El espacio como signo
• La prosémica (HALL, 1966) nos explica
• cómo una distancia determinada, que
puede medirse en
• metros y centímetros, entre dos seres
humanos, significa una
• determinada actitud social;
39. El vestido
• Lo mismo sucede con los vestidos, los
automóviles, los objetos
• de uso común. Un sayo tiene unas evidentes
funciones primarias
• (cubrir el cuerpo y proteger contra el frío),
pero ha adquirido
• funciones secundarias de orden religioso (por
ejemplo,
• sirve para distinguir a un dominico de un
franciscano).
41. artificiales
• producidos
• expresamente
• Para
• significar
producidos
expresamente
como
funciones
42. Producidos como funciones
• — signos de
• funciones primarias
• — signos de
• funciones secundarias
• — signos mixtos
43. Signos naturales
• signos médicos
• — signos psicológicos
• — indicios de actitudes
• y disposiciones
• — indicios raciales,
• regionales, de clase
• — otros...
44. La interpretación
• los signos pueden ser emitidos o recibidos
• voluntariamente (+) o involuntariamente (–
) por parte
• del emitente (E) o del destinatario (D); y
teniendo en cuenta
• que este último puede atribuir al emitente
una intención (IE)
• voluntaria o involuntaria,
45. Signos que se distinguen en
relación con su significado
• signos unívocos, que deberían tener un
solo significado, sin posibles
• equívocos, como sucede con los signos
aritméticos.
• Un exceso de univocidad podría ser la
sinonimia, que es
• el caso en que dos signos distintos se
refieren al mismo
• significado;
46. Signos equívocos
• signos equívocos, que pueden tener
distintos significados, todos
• ellos registrados como fundamentales; un
ejemplo de
• equivocidad es la homonimia, en la que un
mismo signo
• tiene dos significados muy distintos;
47. Signos plurales
• signos plurales, que pueden serlo por
connotación (se origina un
• segundo significado a partir del primero) o
por otros artificios retóricos, como en el
caso de las metáforas, de los
• dobles sentidos, etc.;
48. Signos vagos
• signos vagos, también llamados
«símbolos», que mantienen una
• relación vaga y alusiva con una serie
imprecisa de significados.
49. signos vagos o símbolos
• Goethe (Sprüche in Prosa, 742) dice que
• «el simbolismo transforma la experiencia
en idea y la idea en
• imagen, de manera que la idea contenida
en la imagen permanezca
• siempre infinitamente activa e
inalcanzable
51. signos
intrínsecos
• En la clasificación que sigue vamos a señalar
signos
• intrínsecos , que utilizan como significado una
parte de su referente.
• Se podrían señalar signos que no tienen como
significante
• al referente (o una parte de éste), sino que tienen
como
• referente al significante: una moneda de oro que
significa «x
• gramos de oro»
52. tres modalidades del
discurso:
• discurso de la acción, que traduce una
intención de actuar sobre
• el interlocutor o sobre los hechos, de
manera injuntiva
• (orden), optativa (/¡podría hacer buen
tiempo!/), por medio
• de consejos y de sugestiones;
55. El hombre como animal simbólico
• Se ha llamado al hombre animal
simbólico, y en este sentido,
• no solamente el lenguaje verbal sino toda
la cultura,
• los ritos, las instituciones, las relaciones
sociales, las costumbres,
• etc., no son otra cosa que formas
simbólicas (CASSIRER,
• 1923;
56. Nacimiento de la cultura
• Se considera que la cultura nace cuando el
hombre elabora
• utensilios para dominar la naturaleza; pero se
ha aventurado la
• hipótesis (Eco, 1972) de que el utensilio
como tal, solamente
• aparece cuando se ha instaurado la actividad
simbólica, o lo
• que es igual, que señala la instauración de
esta actividad.
58. El “ego”
• Según Lacan (LACAN, 1966), en el origen
de la formación
• de nuestro ego ya está la cadena
significante.; el lenguaje nos
• precede y nos determina.
59. La cultura
• Pero volvamos a los orígenes de la cultura:
imaginemos un
• hombre primitivo que no se plantea el
problema de su subjetividad;
• en el momento en que se dirija hacia el
mundo para
• detectar fuerzas mágicas que ha de dominar
y dirigir para controlar
• el medio ambiente, deberá interpretar signos.
60. Signo e ideas
• I. ¿Ysi el mundo entero y las
cosas no fueran más que
• signos imperfectos de
interpretantes externos, del
mundo de las
• ideas?
61. Signo y pensamiento
• existe una relación entre la forma de los
signos complejos
• (enunciados) y las formas del
pensamiento, o bien existe
• una relación entre orden lógico y orden
semiótica.;
62. Signo y realidad
• existe una relación entre la forma de los
signos complejos
• (enunciados) y la forma de los hechos que
describen, o
• bien existe una relación entre orden
semiótica por un lado, y
• orden ontológico por otro;
63. Signo y referente
• existe una relación funcional entre signo y
objeto al
• que se refiere de hecho, que si no existe,
el signo carece de
• todo valor denotativo, e incluso no sirve
para aserciones dotadas
• de sentido.