El documento discute los posibles efectos negativos del exceso de tiempo frente a la televisión y los videojuegos en los niños, incluyendo cambios de humor cuando se les quita el aparato, la dependencia en ellos como única forma de entretenimiento, y la dificultad de dejar de jugar cuando se obsesionan con un juego. Se enfatiza la importancia de aprender a divertirse con actividades que no involucren aparatos electrónicos y de aprender autocontrol.