La historia cuenta la transformación de una maestra, Seño Conchita, y su alumno Pedrito. Al principio, Seño Conchita no valoraba a Pedrito debido a su apariencia descuidada y problemas familiares. Sin embargo, al revisar su expediente y escuchar sus palabras, comprendió su situación y comenzó a apoyarlo. Gracias a esto, los resultados académicos de Pedrito mejoraron significativamente y desarrolló un fuerte afecto por su maestra. Años después, Pedrito se convirtió en un exitoso médico y

3. Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos y les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento estaba un niño llamado: edrito orales

11. Explicaba que su padre había muerto hacía un par de años y le preguntaba a Seño Conchita si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio, por supuesto, Seño Conchita acepto y adivinen... Ella llega usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Pedrito recordaba que usó su madre, la última Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Morales le susurró al oído, " Gracias Seño Conchita por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".