2. ¿QUÉ SIGNIFICA?
Consagrarse a María significa ponernos en
sus manos, a su servicio y disposición. Y Ella
nos guiará hacia Jesús. Significa dejarse
llevar sin condiciones, sabiendo que Ella
conoce mejor el camino y que podemos
dormir tranquilos en sus brazos de madre,
vivir permanentemente en su Inmaculado
Corazón, dentro del Corazón divino de
Jesús, dejar que Ella actúe por medio de
nosotros y confiar plenamente en Ella
dejandose llevar por Ella sin condiciones.
4. Este Mensaje enuncia lo que podríamos
llamar la gran promesa de María:
- Esto digo a mis hijos de todo el universo:
Volcaos a Mi Corazón y desde allí viviréis
con toda docilidad al Señor.
- María promete liberar al Consagrado del
demonio y le garantiza la vida eterna.
- María promete la libertad interior, el
crecimiento y la renovación espiritual, su
Corazón de Madre y el amor total a Jesús .
5. María ofrece al Consagrado el
vínculo que lo une a Su Corazón y
una particular atención.
- María asegura que el Consagrado
fiel jamás será abandonado por Dios.
- María se compromete a conducir al
Consagrado por el camino de la
fidelidad al Señor.
- María se ofrece a sus hijos como
auxilio y protección y ofreciendo al
humilde introducirlo en Su Corazón.
CONSAGRACIO
N A LA VIRGEN
MARIA
6. ¿POR QUÉ LA VIRGEN NOS PIDE
ESTO?
El mundo y sus habitantes recorremos en estos días, caminos
amargos de dolor .Nos hemos apartado de Dios.
Nos hemos olvidado del mandato más importante que nos dejó
Jesús:
" Amaos los unos a los otros, como Yo los he amado.“
Así, apartados de La Divina Voluntad, sufrimos hoy los dolores
desgarradores de esta soledad, provocada por nuestros errores...
Pero nosotros, por gracia de un Dios amoroso, contamos en el Cielo
con una Madre que sufre y clama por nosotros a cada instante. Que
piensa en cada uno como si fuera el único. Que se alegra con
nuestras buenas obras, y se preocupa y entristece con los pecados
que cometemos.
Dios le ha concedido a la Virgen Santísima, en estos últimos
tiempos, que sea nuestra Arca de Salvación. Que de su mano,
protegidos con su manto, y mediante el acto de consagración a su
Inmaculado Corazón, retomemos ese camino del cual nunca nos
deberíamos haber apartado, el que nos lleva a Jesús y nuestra vida
7. ¿QUE ENTREGAMOS EN LA
CONSAGRACION?
Nuestro amor a Dios, mucho o poco, Ella
se encargará de incrementarlo y
perfeccionarlo...
Nuestro pasado, nuestro presente y
nuestro futuro.
Nuestros sentimientos, dolores físicos y
espirituales, rencores, amarguras,
alegrías, tristezas.
Nuestros sacrificios, penitencias,
oraciones, actos devotos y píos.
Nuestros seres queridos, cónyuge, hijos,
padres, hermanos, amigos...
Nuestros trabajos, empresas, obras de
bien.
Nuestros empleados y personas a cargo
que podamos tener.
Nuestra casa, auto, propiedades, bienes
materiales, artículos de lujo,
8. OPINIÓN PERSONAL
Fue una experiencia muy bonita y única. Ese
día le entregamos todo nuestro cuerpo y ser
a la Virgen María ,para que nos protege y
nos cuide desde donde este ,y para que
cuando seamos juzgados el día de nuestra
muerte, podamos ser liberados y perdonados
todos nuestros pecados. Lo mas lindo fue
que lo hice con todas mis compañeras a las
cuales quiero y adoro un montón si bien ya
nos estamos yendo quiero que sepan que
fueron mas que amigas par mi, fueron como
hermanas ,y que nunca olvidare los
momentos y anécdotas lindas que pasamos.
9. RETIRO
Otro de los momentos
mas importantes que
vivimos luego de la
consagración, fue el
retiro ,donde estuvimos 3
días desconectadas de la
tecnología como
celulares, televisión
,internet, etc.; y nos
centramos en un
ambiente de profunda
paz, quietud y paciencia.
10. CAMINO BREVE DE VIDA
ESPIRITUAL
1. Invocación continua y confianza profunda en el Espíritu Santo.
2. Amor y deseo consecuente de las virtudes teologales: fe,
esperanza y caridad.
3. Lectura y meditación de la Sagrada Escritura.
4. Vida sacramental: memoria del bautismo y la confirmación,
humilde confesión, comunión y adoración eucarísticas, práctica
oportuna de los demás sacramentos.
5. Oración comunitaria y personal: alabanza, agradecimiento,
súplica, contrición, ofrenda de sí; devociones particulares.
6. Lectura hagiográfica y teológica.
7. Relación de amistad y servicio con los pobres y necesitados.
8. Estudio y práctica de las virtudes cardinales: prudencia, justicia,
fortaleza y templanza, según el propio estado de vida.
9. Frecuente examen de conciencia: bienes recibidos y faltas
cometidas.
10. Meditación particular sobre la muerte y la eternidad.