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rEVISIÓN




Revisión de las novedades presentadas en el XXVII Congreso
del Comité Europeo para el Tratamiento e Investigación
en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS) (I)
Óscar Fernández, José C. Álvarez-Cermeño, Rafael Arroyo-González, Lluís Brieva, M. Carmen Calles-Hernández,
Bonaventura Casanova-Estruch, Manuel Comabella, Virginia de las Heras, Juan A. García-Merino,
Miguel A. Hernández-Pérez, Guillermo Izquierdo, José E. Meca-Lallana, Delicias Muñoz-García,
Javier Olascoaga, Celia Oreja-Guevara, José M. Prieto, Lluís Ramió-Torrentà, Alfredo Rodríguez-Antigüedad,
Lucía Romero-Pinel, Fernando Sánchez, Nieves Téllez, Mar Tintoré, Xavier Montalban; Grupo Post-ECTRIMS




Resumen. Los datos más relevantes presentados en el V Congreso Trianual de los Comités Europeos y Americanos para el           Hospital Regional Universitario
                                                                                                                               Carlos Haya; Málaga (O. Fernández).
Tratamiento y la Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS/ACTRIMS), celebrado en Ámsterdam del 19 al 22 de octu-          Hospital Universitario Ramón y
bre de 2011, han sido resumidos en la cuarta edición de la reunión Post-ECTRIMS celebrada en Madrid en noviembre de            Cajal; Madrid (J.C. Álvarez-Cermeño).
2011. Las nuevas aportaciones en epidemiología revelan una posible relación entre la dieta y los cambios en la microbiota      Hospital Clínico San Carlos; Madrid
                                                                                                                               (R. Arroyo-González, V. de las Heras).
intestinal, que podría favorecer la aparición de la esclerosis múltiple, así como el efecto de la comorbilidad sobre el pro-   Hospital Arnau de Vilanova; Lleida
nóstico de la enfermedad, y la importancia de su reconocimiento y manejo. La revisión de los datos actuales sobre insufi-      (Ll. Brieva). Hospital Universitario
                                                                                                                               Son Espases; Palma de Mallorca
ciencia venosa cerebroespinal crónica y esclerosis múltiple concluye que no existe evidencia de una relación causal en la      (M.C. Calles-Hernández). Hospital
patogenia de la enfermedad. Los nuevos criterios diagnósticos facilitan los criterios de diseminación en tiempo, y las pers-   La Fe; Valencia (B. Casanova-
                                                                                                                               Estruch). Hospital Universitari Vall
pectivas de la resonancia magnética de alto campo pasan por detectar mejor las lesiones corticales y medulares. La tomo-       d’Hebron; Barcelona (M. Comabella,
grafía de coherencia óptica se constituye como una herramienta poderosa en ensayos de neuroprotección. El papel de los         M. Tintoré, X. Montalban). Hospital
                                                                                                                               Universitario Puerta de Hierro;
linfocitos B en la patogenia de la esclerosis múltiple se ha descrito asociado a un proceso de maduración de dichas células    Madrid (J.A. García-Merino).
en estructuras tipo folículos ectópicos, presentes en las meninges de las formas secundarias progresivas. Por otro lado, se    Hospital Universitario Nuestra
ha planteado la contribución de una inflamación sistémica al proceso de la neurodegeneración, y respecto a la afectación       Señora de la Candelaria; Santa
                                                                                                                               Cruz de Tenerife (M.A. Hernández-
de la sustancia gris, recientes hallazgos han concluido que ocurre de forma temprana en el curso de la enfermedad y se         Pérez). Hospital Universitario
correlaciona con la discapacidad futura.                                                                                       Virgen Macarena; Sevilla
                                                                                                                               (G. Izquierdo). Hospital Universitario
Palabras clave. Diagnóstico. ECTRIMS. Epidemiología. Esclerosis múltiple.                                                      Virgen de la Arrixaca; Murcia (J.E.
                                                                                                                               Meca-Lallana). Hospital Xeral-Cíes;
                                                                                                                               Vigo, Pontevedra (D. Muñoz-García).
                                                                                                                               Hospital Universitario Donostia;
                                                                                                                               San Sebastián (J. Olascoaga).
                                                                                                                               Hospital Universitario La Paz;
                                                                                                                               Madrid (C. Oreja-Guevara).
                                                                                                                               Complejo Hospitalario Universitario;
                                                                                                                               Santiago de Compostela, A Coruña
Introducción                                                   Nuevos avances en la epidemiología                              (J.M. Prieto). Hospital Universitari
                                                               de la esclerosis múltiple                                       Josep Trueta; Institut d’Investigació
                                                                                                                               Biomèdica de Girona; Girona
El Congreso del Comité Europeo para el Trata-                                                                                  (Ll. Ramió-Torrentà). Hospital
miento e Investigación en Esclerosis Múltiple (EC-             Entre los aspectos más destacados, y que desde un               de Basurto; Bilbao (A. Rodríguez-
TRIMS) constituye la reunión internacional más                 punto de vista epidemiológico han suscitado un                  Antigüedad). Hospital Universitari
                                                                                                                               de Bellvitge; L’Hospitalet de Llobregat,
importante sobre esta patología. En su última edi-             gran interés, está la relación entre la dieta y los             Barcelona (L. Romero-Pinel). Hospital
ción, celebrada en octubre de 2011, ha reunido a               cambios en la microbiota intestinal, que podría fa-             Universitario Reina Sofía; Córdoba
                                                                                                                               (F. Sánchez). Hospital Clínico
7.991 especialistas en esclerosis múltiple (EM) pro-           vorecer la aparición de enfermedades como la EM.                Universitario; Valladolid (N. Téllez).
cedentes de 95 países.                                         Hallazgos recientes en el modelo de encefalitis au-
                                                                                                                               Correspondencia:
   Por cuarto año consecutivo, se ha celebrado en              toinmune experimental por el grupo de Ochoa-Re-                 Dr. Óscar Fernández Fernández.
Madrid la reunión de expertos Post-ECTRIMS, una                paraz [1] sugieren que la alteración de ciertas po-             Director del Instituto de
reunión que cuenta con el aval científico de la So-            blaciones de bacterias presentes en el intestino                Neurociencias Clínicas. Hospital
                                                                                                                               Regional Universitario Carlos
ciedad Española de Neurología, y en la que se dan              puede provocar una respuesta proinflamatoria o                  Haya. Avda. Carlos Haya, s/n.
cita reconocidos líderes nacionales de opinión para            proteger contra la inflamación, respuestas que, ade-            E-29010 Málaga.

presentar los datos más relevantes abordados en el             más, se modifican con antibióticos. En esta línea,              Fax:
ECTRIMS 2011.                                                  Riccio [2] propone un modelo en el que los cambios              +34 951 291 157.
                                                                                                                                                                    




www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691                                                                                                            677
O. Fernández, et al




                           E-mail:      metabólicos derivados de una microbiota alterada           resultados que han sido replicados en muchos otros
           oscar.fernandez.sspa@        por la dieta conducirían a una ruptura de la correc-       estudios en pacientes de ambos sexos y varios orí-
              juntadeandalucia.es
                                        ta comunicación entre la microbiota y el intestino,        genes [7]. Existe una gran verosimilitud en esta hi-
         Declaración de intereses:      a una endotoxemia moderada, y a una inflamación            pótesis, puesto que el VEB afecta la función inmu-
 El grupo de trabajo Post-ECTRIMS
         cuenta con una ayuda no        autoinmune sistémica.                                      ne, ya que permanece latente en los linfocitos B de
condicionada a la educación médica          Otro aspecto relevante es el efecto de la comor-       memoria, y puede actuar de manera epigenética o
continuada de TEVA Neuroscience
                           España.
                                        bilidad sobre el pronóstico de la enfermedad. Tra-         directamente sobre el ADN y la transcripción de
                                        bajos epidemiológicos recientes con series peque-          los genes implicados [7].
                             Nota:
 O. Fernández y X. Montalban han
                                        ñas y de corta duración están describiendo un au-              En cuanto a la vitamina D, existe evidencia de
contribuido por igual como autores      mento en la frecuencia de enfermedades autoinmu-           que los niveles de 25(OH)D en individuos sanos
    principales en la redacción del     nes y alergias, así como de algunos trastornos del         predicen el riesgo de EM, con un efecto del mes de
manuscrito. Todos los autores del
grupo Post-ECTRIMS han contribuido      sueño asociados a la EM. A partir del registro NAR-        nacimiento reflejado por una reducción del 19% en
    por igual en la elaboración del     COMS (North American Research Committee on                 los nacidos en noviembre frente a los nacidos en
                       manuscrito.
                                        Multiple Sclerosis Registry) con un total de 8.983         mayo [8,9], que se confirma en estudios realizados
  Aceptado tras revisión externa:       pacientes, el grupo de Marrie [3] ha encontrado            en Canadá, Reino Unido, Suecia y Dinamarca [10],
                        27.04.12.
                                        que las patologías concomitantes son frecuentes            y de ámbito nacional en Vigo. La fuerza de asocia-
           Cómo citar este artículo:    desde el comienzo de la enfermedad y que aumen-            ción es importante, con unos niveles séricos de
Fernández O, Álvarez-Cermeño JC,        tan a lo largo del tiempo, retrasando, a veces, el         25(OH)D reducidos un 50-60% frente a individuos
Arroyo-González R, Brieva LL, Calles-
Hernández MC, Casanova-Estruch B,       diagnóstico. Todas ellas se asociaron con un mayor         sanos [11]; la ingesta de vitamina D > 400 UI/día
   et al. Revisión de las novedades     grado de discapacidad, siendo las comorbilidades           reduce un 40% el riesgo frente a la no ingesta (p =
 presentadas en el XXVII Congreso
        del Comité Europeo para el      vascular y visual las que producían una mayor afec-        0,006); la exposición solar reduce el riesgo en un
    Tratamiento e Investigación en      tación física, de modo que los pacientes con co-           40-60%, hallazgo contrastado, para otorgar una ma-
  Esclerosis Múltiple (ECTRIMS) (I).
     Rev Neurol 2012; 54: 677-91.
                                        morbilidad vascular alcanzaban una puntuación de           yor validez al estudio, con el nivel de daño actínico
                                        6 en la Expanded Disability Status Scale (EDSS)            dérmico, que parece ser un marcador bastante cla-
    © 2012 Revista de Neurología
                                        seis años antes que aquellos sin patología vascular        ro de la exposición solar [12]. Es verosímil que la
          English version available     asociada. En cuanto a la calidad de vida, se observa       vitamina D pueda estar implicada en los procesos
          at www.neurologia.com         una gran afectación que aumenta proporcional-              de EM por su papel inmunomodulador, con recep-
                                        mente con el número de patologías asociadas, sien-         tores en los linfocitos T y B activados, células den-
                                        do las más relevantes por su frecuencia e impacto la       dríticas y macrófagos, y por su efecto en la dismi-
                                        artritis reumatoide, la fibromialgia, la migraña, la de-   nución de las citocinas Th1 y el aumento de las cé-
                                        presión y la ansiedad.                                     lulas Th2 reguladoras. Además, hay evidencia de que
                                            Los factores de riesgo medioambientales con más        un déficit de vitamina D acelera el comienzo de la en-
                                        evidencia científica acerca de su papel en el inicio       cefalitis autoinmune experimental y aumenta la pro-
                                        (causales) o bien en la evolución de la enfermedad         gresión [13], y que los suplementos de vitamina D
                                        (modificadores), y que pueden actuar de forma in-          previenen la encefalitis autoinmune experimental,
                                        dependiente, asociada o como cofactores en la EM,          aunque esto sólo ocurre en hembras [14].
                                        son el virus de Epstein-Barr (VEB), la vitamina D y            Cabe considerar aquí el estudio EPIC, diseñado
                                        el hábito tabáquico. Munger, del equipo del Asque-         para analizar la relación entre los niveles de vitami-
                                        rio de Harvard [4], presentó el análisis que ha reali-     na D y actividad en resonancia magnética (RM), y
                                        zado aplicando los criterios de causalidad de Bra-         cuyos resultados fueron presentados por Mowry et
                                        dford Hill a estos tres factores, no sólo para deter-      al [15]. Se trata de un estudio prospectivo y longitu-
                                        minar el grado de causalidad si la hubiese, sino para      dinal a cinco años comparando la actividad clínica,
                                        identificar una posible relación entre el agente cau-      la actividad en RM de 3 T, y los niveles séricos de
                                        sal y la heterogeneidad de la enfermedad (Tabla I).        25(OH)D. Los datos mostraron que cada aumento
                                            Respecto al VEB, el trabajo de Levin et al [5]         de 10 ng/mL en los niveles de 25(OH)D se asociaba
                                        muestra la temporalidad, al manifestar que el 100%         con una reducción del 15% en nuevas lesiones en
                                        de los pacientes con EM VEB(–) seropositivizaron           T2 (p = 0,005), del 32% en nuevas lesiones Gd+ (p =
                                        antes del inicio de la enfermedad. La fuerza de aso-       0,001) y del 34% en la tasa de brotes (p = 0,13).
                                        ciación se manifiesta por el riesgo de EM extrema-             Entre hábito tabáquico y EM existe un aumento
                                        damente bajo en pacientes VEB(–), que aumenta              del riesgo en fumadores activos superior a los pasi-
                                        antes de iniciarse la enfermedad, sobre todo si pa-        vos, y mayor aún en los últimos frente a los no fu-
                                        decen mononucleosis infecciosa [6]. El gradiente           madores [16,17], si bien la fuerza de asociación es
                                        biológico se refleja por un aumento del riesgo de la       moderada, con un riesgo inferior a dos veces [18].
                                        enfermedad proporcional al título de anticuerpos,          Hay un efecto dosis-respuesta en función del nú-



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mero de cigarrillos. Los resultados son consisten-
tes, porque se han replicado en varios estudios po-       Tabla I. Criterios de causalidad de Bradford Hill. Relaciones causales de la heterogeneidad de la esclero-
                                                          sis múltiple.
blacionales [19]. Resultan verosímiles, porque los
radicales libres del humo del tabaco podrían au-
                                                                                       Virus de Epstein-Barr            Vitamina D           Hábito tabáquico
mentar la toxicidad a través del óxido nítrico, por-
que la nicotina aumenta la permeabilidad de la ba-        Temporalidad                         +++                         ++                       +++
rrera hematoencefálica y por los efectos tóxicos di-
rectos sobre la inmunidad [20,21].                        Fuerza de asociación                 +++                         ++                        ++
    Una interacción negativa entre mononucleosis
infecciosa y tabaco en el riesgo de EM, se ha puesto      Gradiente biológico                  +++                          +                        ++
de manifiesto en el trabajo de Riise et al [22], un es-
                                                          Consistencia                         +++                          +                       +++
tudio de casos y controles con pacientes de Italia,
Noruega, Serbia, Suecia y Canadá. El análisis de un       Verosimilitud                         ++                         ++                        ++
total de 2.125 pacientes con EM y 4.455 sujetos con-
troles mostró que tanto el tabaco como la mononu-         +++ muy buena; ++ buena; + se necesita una mayor evidencia.
cleosis infecciosa, de forma individual, resultaron
ser importantes factores de riesgo en todos los paí-
ses participantes, con una odds ratio, ajustada por       vía el valor esperado, en función del modelo específi-
edad y sexo, de 2 para la mononucleosis infecciosa y      co considerado. A modo de ejemplo, Ascherio [25],
de 1,8 para el tabaquismo. Usando un modelo mul-          basado en el trabajo de De Jager et al [26] sobre inte-
tiplicativo de interacción, se observó que el efecto      racción de los factores de riesgo HLA-DRB1*1501 y
de la mononucleosis infecciosa fue significativa-         VEB en la EM, concluye que, si bien unos títulos al-
mente superior en pacientes no fumadores (2,4; in-        tos de anticuerpos anti-VEB y ser HLA-DR15 positi-
tervalo de confianza al 95%, IC 95% = 1,8-3,2) frente     vo eleva mucho el riesgo de padecer EM, no se puede
a los fumadores (1,6; IC 95% = 1,3-2,1; p = 0,04), una    considerar que haya interacción entre ambos, por-
interacción negativa que se manifestó en todos los        que se ajustan a un modelo multiplicativo, es decir,
países, y en hombre y mujeres por separado.               nos encontramos ante un valor esperado.
    En otra línea, las nuevas aportaciones en cuanto         Respecto a la vitamina D, y como apoyo a la evi-
al aumento posparto de la tasa de recaídas vinieron       dencia de una mayor prevalencia de EM en función
de la mano de Portaccio et al [23], y los resultados      de una mayor latitud, Ebers [27] expuso el trabajo de
derivados de un estudio diseñado para demostrar el        Orton et al [28], realizado en Francia, en familias
valor protector de la lactancia materna exclusiva en      de granjeros por su escasa migración y homogenei-
los brotes posparto [24]. De un total de 349 pacien-      dad, cuyos resultados mostraron una fuerte asocia-
tes embarazadas seguidas a lo largo de, como míni-        ción entre prevalencia de EM y radiación media ul-
mo, un año, un 42% sufrió, al menos, un brote en el       travioleta anual. En la misma línea, Lucas [29] pre-
año posparto, y los únicos factores asociados al ries-    sentó el estudio australiano Ausimmune, que con-
go de brotes posparto fueron la puntuación EDSS           firma la presencia de un gradiente latitudinal en la
inicial (p = 0,001), el número de brotes preembara-       incidencia de la EM, especialmente para aquellos pa-
zo (p < 0,0001) y el número de brotes durante el          cientes con un primer evento desmielinizante [30].
embarazo (p = 0,001). Además, el 12% progresó un          Además, el riesgo de padecer un primer episodio
punto en la escala EDSS durante el primer año, y el       desmielinizante disminuye con niveles altos de vi-
27,5% a los cinco años. Por tanto, se demuestra que,      tamina D [8] y aumenta con títulos elevados de an-
en pacientes con una elevada tasa de brotes y disca-      ticuerpos anti-VEB y HLA-DR15 o HLA-A [12].
pacidad antes y durante el embarazo, el tratamiento          El hecho de que la incidencia de la enfermedad
inmunomodulador, y no la lactancia materna, dis-          sea superior en los meses de primavera respecto al
minuyen los brotes y progresión de la discapacidad        otoño, y dado que este efecto resulta más pronun-
posparto, de modo que sería recomendable iniciar          ciado en casos familiares de EM, planteó la hipóte-
el tratamiento lo más pronto posible tras el emba-        sis de una relación entre el mes de nacimiento y el
razo en este tipo de pacientes.                           gen de susceptibilidad a EM HLA-DRB1, con resul-
                                                          tados de una mayor prevalencia de EM en pacientes
Interacción genes y medioambiente                         portadores del alelo HLA-DRB1*15 nacidos en abril
                                                          [31]. Estos datos sugieren una interacción, durante
En epidemiología, se produce una interacción cuan-        la gestación o poco después del nacimiento, entre
do la influencia de dos variables en una tercera des-     un factor de riesgo estacional, que podrían ser unos



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O. Fernández, et al




                      niveles más bajos de vitamina D en la madre de los        ras próximas, posición del cuerpo, presión intrato-
                      pacientes nacidos en primavera, y el locus HLA-           rácica y presión venosa central, y la ausencia de flu-
                      DRB1. Esta interacción se confirma tras la identifi-      jo sanguíneo en las venas yugulares internas puede
                      cación reciente de un elemento de respuesta a la          ser fisiológica en algunos casos.
                      vitamina D (VDRE) en la región promotora del gen              Por su parte Miller [39] también propuso críticas
                      HLA-DRB1 [32].                                            al estudio inicial de Zamboni, como que es un proce-
                         Por otro lado, y partiendo de la hipótesis de un       dimiento no ciego y muy dependiente del técnico
                      origen genético común o algún factor común de             que lo realiza, que la anatomía venosa cerebral nor-
                      predisposición a padecer EM y mononucleosis in-           mal no está bien definida, no existen descripciones
                      fecciosa para explicar la relación entre el VEB y la      previas de insuficiencia venosa cerebroespinal cróni-
                      EM, Giovannoni [33] expuso el reciente trabajo de         ca, el drenaje venoso del cerebro es redundante y de-
                      Ramagopalan et al [34] sobre el papel del sistema         pendiente de la postura, el bloqueo de las venas yu-
                      HLA en la asociación entre EM y mononucleosis             gulares internas nunca se ha asociado a EM, los pa-
                      infecciosa. De un total de 457 individuos seronega-       cientes con EM no presentan hallazgos clínicos ni
                      tivos para el VEB, 175 desarrollaron mononucleosis        radiológicos compatibles con incremento de la pre-
                      infecciosa y 179 seroconvirtieron de manera asinto-       sión en las venas cerebrales, y, especialmente, que la
                      mática. El análisis manifestó una frecuencia del ale-     sensibilidad, la especificidad, el valor predictivo po-
                      lo HLA-DRB1*01:01 significativamente superior en          sitivo y el valor predictivo negativo sean del 100%.
                      aquellos pacientes que desarrollaron mononucleo-          Asimismo, Miller criticó el procedimiento de libera-
                      sis infecciosa respecto a los que seroconvirtieron        ción del estudio de Zamboni basándose en que es un
                      pero no manifestaron la enfermedad. Si se conside-        estudio piloto no aleatorizado en un único centro, no
                      ra que este alelo ha sido asociado en diversos estu-      existe grupo control con este procedimiento, no pu-
                      dios como factor protector para la EM, la hipótesis       blica beneficios en las formas progresivas y existe un
                      de un origen genético común no sería válida. Sin          porcentaje elevado (47%) de reestenosis.
                      embargo, se ha objetivado interacción entre el VEB            Se revisaron varios trabajos actuales que contra-
                      y factores genéticos de riesgo. Así, el trabajo de        dicen la hipótesis de Zamboni, como el publicado
                      Sundqvist et al [35] ha evidenciado que en aquellos       por Doepp et al [40] con 56 pacientes con EM y 20
                      pacientes con títulos altos de anticuerpos contra el      controles a quienes se realizó Doppler extra y trans-
                      VEB, con HLA-DRB1*15 positivo y HLA-A*02 ne-              craneal para analizar el volumen del flujo venoso
                      gativo, aumenta el riesgo de padecer EM.                  extracraneal, el área de la vena yugular interna y el
                                                                                flujo de la vena yugular interna durante la manio-
                      Insuficiencia venosa cerebroespinal crónica               bra de Valsalva, así como los criterios de insuficien-
                                                                                cia venosa cerebroespinal crónica. Los resultados
                      La revisión de los datos actuales sobre insuficiencia     no objetivaron diferencias entre grupos en los pará-
                      venosa cerebroespinal crónica y EM concluye que           metros analizados, y ningún paciente cumplía más
                      no existe evidencia de una relación causal en la pa-      de un criterio para insuficiencia venosa cerebroes-
                      togenia de la enfermedad [36], idea inicialmente          pinal crónica. Otro trabajo de Doepp et al [41] com-
                      propuesta por Zamboni et al [37], y, por tanto, no        paró la venografía por RM con Doppler extracra-
                      está indicada ni la angioplastia venosa ni la implan-     neal para determinar la estenosis de la vena yugular
                      tación de stents en la EM.                                interna y de la vena ácigos en 40 pacientes. Los re-
                          Las críticas de Doepp [38] a los criterios ultraso-   sultados del Doppler mostraron que sólo un 10% de
                      nográficos propuestos por Zamboni para definir la         los pacientes cumplía un criterio de insuficiencia
                      insuficiencia venosa cerebroespinal crónica inclu-        venosa cerebroespinal crónica y ninguno reunía dos
                      yen la ausencia de Doppler en el plano longitudinal       criterios; además, la venografía por RM resultó más
                      y de análisis del espectro de Doppler, y el hecho de      sensible para detectar la estenosis de la vena yugu-
                      no considerar la posibilidad de que el reflujo conti-     lar interna que el Doppler, y no se objetivó que la
                      nuo en la vena yugular interna pueda ser fisiológi-       insuficiencia venosa cerebroespinal crónica tuviera
                      co; además, el punto de corte utilizado para detec-       una relación causal en la EM.
                      tar reflujo en la venas yugulares internas estaba             Por su parte, Centonze et al [42] estudiaron la in-
                      adaptado de la insuficiencia venosa crónica de la         suficiencia venosa cerebroespinal crónica en 84 pa-
                      extremidades inferiores, la dirección del flujo san-      cientes con EM y 56 controles sanos, no mostrando
                      guíneo en algunas estructuras venosas cerebrales es       diferencias significativas en la insuficiencia venosa
                      desconocido, existe gran variabilidad fisiológica en      cerebroespinal crónica entre ambos grupos, ni dife-
                      el área de la vena yugular interna debido a estructu-     rencias relevantes clínicas entre pacientes con insu-



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ficiencia venosa cerebroespinal crónica y controles
en cuanto al curso remitente o progresivo, duración      Tabla II. Revisión de 2010 de los criterios de McDonald.
o gravedad de la enfermedad. Por otra parte, desta-
can dos trabajos del grupo de Baracchini. Uno de         Diseminación en espacio demostrada por:
ellos, en pacientes con síndrome desmielinizante         	   ≥ 1 lesión en al menos dos de las localizaciones típicas
aislado [43], no evidencia una relación causa-efecto     	   periventricular, yuxtacortical, infratentorial o médula espinal
con la insuficiencia venosa cerebroespinal crónica;
el segundo, diseñado en las formas progresivas de la     Diseminación en tiempo demostrada por:
enfermedad [44], tampoco evidencia que sea un fe-        	   Presencia simultánea de lesiones en T2 y lesiones Gd+
nómeno secundario tardío de EM, ni que se asocie         	   en cualquier momento
con una mayor discapacidad en los pacientes.             	   Nueva lesión en T2 o lesión Gd+ en una segunda resonancia
    Zivadinov et al [45] tampoco encontraron dife-       	   magnética de seguimiento sin importar el momento
rencias significativas en la estenosis de la vena yu-
gular interna, ni en asimetrías venosas, ni en la cir-
culación colateral entre pacientes con EM y sujetos
controles utilizando venografía por RM.                  principalmente motivada por el desarrollo de la RM,
    Como última referencia a los datos actuales, des-    la modificación de algunas definiciones, en concre-
taca un metaanálisis de estudios que analizan la in-     to el papel de la RM espinal en el diagnóstico, y la
suficiencia venosa cerebral en pacientes con EM          simplificación de las definiciones de espacio y tiem-
[46], cuyos resultados muestran una asociación po-       po a la que han contribuido desde el año 2006 va-
sitiva entre la insuficiencia venosa cerebral crónica    rios trabajos.
y la EM, si bien la heterogeneidad de los estudios          En una evaluación de la precisión diagnóstica de
analizados y estudios no ciegos no permite obtener       los criterios de McDonald de 2001 [49], McDonald
conclusiones definitivas, siendo, por tanto, necesa-     de 2005 [50] y los nuevos criterios realizada por el
rios estudios de alta calidad que utilicen protocolos    grupo MAGNIMS, se constata que los nuevos cri-
idénticos de ultrasonidos.                               terios mejoran la sensibilidad, sin reducir de forma
    Respecto al análisis anatómico e histológico de      notable la especificidad (Tabla III). De modo que,
las estructuras asociadas con la insuficiencia veno-     ante un sujeto con un síndrome desmielinizante
sa cerebroespinal crónica, el grupo de Diaconu [47]      aislado típico y una RM basal que cumpla criterios
ha diseñado un trabajo con el objetivo de desarro-       de diseminación en espacio y tiempo, se puede es-
llar un procedimiento para obtener venas relacio-        tablecer el diagnóstico de EM con un valor predic-
nado con la teoría de la insuficiencia venosa cere-      tivo positivo del 79%. Esta simplificación de los cri-
broespinal crónica post mortem, describir las anor-      terios también se aplica para la forma primariamente
malidades venosas y determinar su prevalencia. Para      progresiva.
ello utilizaron siete donantes con EM y seis contro-        En los nuevos criterios revisados permanecen
les sanos. Las diferentes anormalidades venosas          los conceptos de que el diagnóstico de EM es de ex-
que se identificaron fueron hipoplasia y anillos val-    clusión y debe cumplir criterios de diseminación en
vulares, cierre valvular anormal, membranas, septo       espacio y tiempo. Respecto a los criterios ahora vi-
y vainas intraluminales, se observaron tanto en do-      gentes, estos nuevos criterios son presumiblemente
nantes con EM como en sujetos controles, y la ma-        más aplicables en poblaciones no caucásicas (lati-
yoría no se asoció a cambios de la pared del vaso o      noamericana y asiática), así como en poblaciones
adelgazamiento. Las limitaciones del estudio inclu-      pediátricas, también a debate. Sólo deben ser apli-
yen un pequeño tamaño de la muestra, no es un es-        cados a pacientes con un síndrome desmielinizante
tudio ciego, y un posible sesgo por el manejo médi-      aislado típico, prestando especial atención a los ha-
co pre mortem.                                           llazgos inespecíficos en RM y al manejo por manos
                                                         inexpertas.

Diagnóstico de la EM                                     Diagnóstico diferencial de la EM

Nuevos criterios diagnósticos                            Vukusic [51] planteó incorporar al espectro de los
                                                         trastornos de neuromielitis óptica aquellas formas
Recientemente se ha publicado la propuesta de los        consideradas incompletas, como la neuritis óptica
nuevos criterios diagnósticos (Tabla II), llevada a      recurrente, bilateral, simultánea, grave, con anticuer-
cabo por un panel de expertos [48], que ha venido        pos antiacuoporina 4 positivos –anti-AQP4(+)–, una



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O. Fernández, et al




                      Tabla III. Precisión diagnóstica de los nuevos criterios de diseminación en espacio y tiempo (2010).

                                                            Sensibilidad                 Especificidad                  Precisión       Valor predictivo positivo

                      McDonald 2001                      47,1% (36,1-58,1)            91,1% (84,6-95,5)            73,1% (66,5-79,0)      78,4% (64,7-88,7)

                      McDonald 2005                     60,0% (48,8-70,5)             87,8% (80,7-93,0)            76,4% (70,1-82,0)       77,3% (65,3-86,7)

                      Nuevos criterios                   71,8% (61,0-81,0)            87,0% (79,7-94,2)            80,8% (74,8-85,9)      79,2% (68,5-87,6)




                      mielitis transversa longitudinalmente extensa con                          la difusión, la resonancia funcional, la espectrosco-
                      anti-AQP4(+), o bien una neuritis óptica o mielitis                        pia, la radiología molecular, y el USPIO (ultrasmall
                      transversa longitudinalmente extensa sin anticuer-                         superparamagnetic iron oxide), de tal modo que per-
                      pos, pero con lesiones típicas en la RM. También                           mitirá una aproximación con la imagen al verdade-
                      propuso incorporar los denominados síndromes de                            ro sustrato patogénico de la EM.
                      solapamiento, como la forma opticoespinal asiática                             La detección de lesiones corticales se ha optimi-
                      de EM, y los síndromes de neuromielitis óptica en                          zado sucesivamente desde el T2, en el que se detec-
                      otras patologías, fundamentalmente reumáticas,                             taba una lesión cortical por cada 12 de la sustancia
                      como el lupus eritematoso sistémico. Se deben con-                         blanca, hasta el FLAIR, el DIR, que parecía la he-
                      siderar otros posibles fenotipos no neuromielitis                          rramienta más apropiada, y últimamente el PSIR en
                      óptica con anticuerpos anti-AQP4(+) bajo la deno-                          T1; estas dos últimas pueden llegar a ser, junto con
                      minación propuesta de acuorinopatías. Sería el caso,                       la RM de 3 T, las herramientas para la detección de
                      por ejemplo, de anti-AQP4(+) e imágenes caracte-                           lesiones corticales. Así, el PSIR cuadruplica los ha-
                      rísticas de afectación periacueductal en casos de                          llazgos del DIR en todas las formas clínicas de la
                      hipo/vómito intratable, o de anti-AQP4(+) con afec-                        enfermedad. No obstante, hasta el 10% del total de
                      tación de la sustancia blanca hemisférica en casos                         las lesiones visibles en RM de alto campo pueden
                      de encefalopatía del adulto. En definitiva, desde que                      ser artefactos, sobre todo lesiones vasculares. Al
                      disponemos de los anticuerpos anti-AQP4, se puede                          respecto, la comparativa entre 3 T y 7 T en 138 pa-
                      decir que la neuromielitis óptica es una entidad di-                       cientes muestra que hasta 17 lesiones en DIR 3 T
                      ferente de la EM, y se propone la determinación de                         fueron reclasificadas como vasos sanguíneos con MP-
                      anticuerpos anti-AQP en fenotipos ‘en riesgo’.                             RAGE 7 T [53].
                         Continuando con el diagnóstico diferencial de                               Las lesiones corticales detectadas en RM 7 T se
                      EM, Mueller-Lenke et al [52] abordaron el proble-                          han dividido en cuatro tipos [54]. Las de tipo I son
                      ma que pueden plantear los drenajes venosos anó-                           lesiones leucocorticales, que representan un 36%, y
                      malos en relación con las placas agudas de EM en la                        las yuxtacorticales que se extienden hacia la región
                      RM, y presentaron los resultados de su estudio de                          cortical. Las de tipo II son intracorticales, que re-
                      prevalencia de drenajes venosos anómalos en pa-                            presentan el 13%, y lesiones de tipo III y IV, aquellas
                      cientes con EM, con cifras del 13,45%, de localiza-                        lesiones subpiales que se extienden parcial (tipo III)
                      ción supratentorial (78%) e infratentorial (22%). Di-                      o totalmente (tipo IV) a lo largo de la corteza cere-
                      rigieron especial atención a la morfología caracte-                        bral. Las lesiones de tipo III y IV son las más fre-
                      rística de los drenajes venosos anómalos, típica-                          cuentes y están representadas en todos los tipos de
                      mente con estructura tubular y formas en cabeza                            la enfermedad, aunque de forma significativa única-
                      de medusa, que a menudo va a permitir su distin-                           mente en las formas secundariamente progresivas.
                      ción de una placa aguda.                                                       El diagnóstico con RM de alto campo amplifica
                                                                                                 el número de lesiones observadas con 3 T. La RM
                                                                                                 de 7 T permite distinguir definitivamente la exten-
                      Aportaciones de la utilización                                             sión cortical de las lesiones subcorticales [55]. Asi-
                      del alto campo en RM                                                       mismo, permite distinguir la vena central presente
                                                                                                 en la mayoría de las lesiones, incluso cuando las le-
                      El alto campo disminuye el tiempo de exploración,                          siones son algo más grandes (> 1 cm), y ofrece un
                      está mejorando la calidad de la imagen y va a opti-                        mayor rendimiento en lesiones estratégicas, como
                      mizar de forma notable el uso de secuencias como                           las lesiones infratentoriales. Mientras que al cam-



682                                                                                                      www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS




biar de 0,5 a 1,5 T, la evidencia disponible respecto     este modo, las lesiones corticales visibles sólo repre-
a un aumento en el número de lesiones observadas          sentarían la punta del iceberg patológico, un peor
no es homogénea, al cambiar de 1,5 a 3 T y hasta          pronóstico.
4 T, el aumento en el número de lesiones se objetiva         Schmierer et al [58], utilizaron 9,4 T para detec-
prácticamente en todos los trabajos. Así, con 3 T, el     tar lesiones corticales en muestras fijadas de córtex
número de lesiones en T2 aumenta un 13-46%, y             motor post mortem de pacientes con EM. Además,
el número de lesiones captantes de Gd, un 7,5-21%         obtuvieron secuencias en T1, T2 y estudios de trans-
frente a 1,5 T.                                           ferencia de magnetización, y correlacionaron estos
    En lesiones supratentoriales, FLAIR ha sido siem-     índices con los resultados derivados de la histología
pre superior a T2, tanto en 1,5 T como en 3 T, y T2       cuantitativa para contenido mielínico (intensidad
superior a FLAIR en las lesiones infratentoriales,        de inmunotinción para la proteína básica de la mie-
igualándose la potencia de ambas secuencias al apli-      lina), y densidad neural y daño axonal (neurofila-
car 3 T para lesiones infratentoriales. De este modo,     mentos fosforilados). Existe una correlación entre
con 3 T se observan más lesiones infratentoriales y       el contenido de mielina y la densidad neural, y se
se puede distinguir la afectación cortical de las le-     observa una correlación entre los índices de T2 con
siones supratentoriales, sobre todo de las yuxtacor-      el contenido de mielina, y los índices de T1 con la
ticales. Este aumento de carga lesional podría tener      densidad neural.
un impacto en los criterios diagnósticos, ya que se          Respecto al comportamiento de la barrera he-
incrementa el número de pacientes que cumplen             matoencefálica, Gaitán et al [59] han demostrado
criterios de Barkhof de diseminación en el espacio,       que para las lesiones focales hay únicamente dos
aunque no aumenta el número de los que cumplen            patrones espaciotemporales de captación de con-
diseminación en el tiempo. Al respecto, Filippi et al     traste: captación centrípeta y centrífuga. Mediante
[56], basándose en el hecho de que el 36% de los pa-      RM realizada los días 1, 5 y 25, con una duración de
cientes con síndrome desmielinizante aislado pre-         secuencia de contraste entre media y una hora, ob-
senta lesiones corticales, propone unos nuevos cri-       servaron que las lesiones tempranas de pequeño
terios diagnósticos que incluyen estas lesiones corti-    tamaño presentaban un patrón centrífugo con cap-
cales en los criterios de diseminación en el espacio,     tación central inicial que se expande formando un
por considerarlas muy específicas de EM, junto con        nódulo, mientras que las lesiones más tardías y de
otros ítems ya definidos en criterios previos de dise-    mayor tamaño captaban de forma centrípeta, con
minación en el espacio, como ≥ 1 lesión infratento-       un realce fino periférico que va llenando el centro
rial, ≥ 1 lesión Gd+ y ≥ 1 lesión medular.                de la lesión. Este patrón de captación a lo largo de
    Aplicando estos nuevos criterios diagnósticos,        la evolución espaciotemporal en la RM atiende a
consiguen una especificidad muy alta, perdiendo           diferentes estados de un mismo proceso patogénico
sólo levemente la sensibilidad, y consiguen identifi-     más que a diferentes tipos de lesión.
car con una elevada precisión aquellos pacientes con
síndrome desmielinizante aislado que van a conver-
tir a EM clínicamente definida. Dado que todos los        Tomografía de coherencia óptica en EM
pacientes con lesiones corticales nuevas a lo largo
del tiempo han desarrollado también lesiones de la        Balcer [60] destacó el interés de la neuritis óptica
sustancia blanca, los criterios propuestos no supo-       en ensayos de neuroprotección, partiendo de la evi-
nen ninguna ganancia en la identificación de pa-          dencia de una degeneración axonal y neuronal ca-
cientes con diseminación en el tiempo con respecto        racterística en todas las formas de EM, especial-
a los actuales criterios. De este modo, Filippi et al     mente frecuente en las vías visuales de pacientes
[56] proponen incluir sus criterios de diseminación       con antecedentes de neuritis óptica aguda. La to-
en el espacio, que enfatizan el hallazgo de lesiones      mografía de coherencia óptica (TCO) proporciona
corticales, manteniendo los actuales criterios de di-     una reconstrucción de la anatomía retiniana, de una
seminación en el tiempo.                                  forma rápida y reproducible. En revisiones sistemá-
    Hasta el 91% de las lesiones corticales son invisi-   ticas sobre TCO en pacientes con EM, tanto el es-
bles en la RM, fundamentalmente aquellas de tipo          pesor de la capa de fibras nerviosas de la retina
III y IV. Seewann et al [57] han determinado que la       como el volumen macular total se reducen a lo lar-
visibilidad en la RM de las lesiones corticales viene     go del tiempo en la EM, incluso sin neuritis óptica.
determinada por el tamaño de la lesión y no por la        La pérdida de fibras es mayor si hay alteración de
patología subyacente, y que, además, las lesiones vi-     visión de contraste y en pacientes con mayor atrofia
sibles se asocian con un mayor daño cortical. De          encefálica, siendo esta atrofia mayor en pacientes



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O. Fernández, et al




                      que presentan la forma secundariamente progresi-          con problemas para la interpretación, bien por el
                      va de la enfermedad, en comparación con el síndro-        tipo de TCO, el tamaño de la muestra o una estadís-
                      me desmielinizante aislado y la EM remitente recu-        tica heterogénea. Sobre este fundamento, Oberwah­
                      rrente, incluso del ojo no afectado [61].                 ren­ rock et al [66] han diseñado un estudio trans-
                                                                                    b
                          La afectación tanto de la capa de fibras como del     versal para analizar el grosor de la capa de fibras ner-
                      volumen macular total se hace evidente en tres me-        viosas de la retina y el volumen macular total en los
                      ses, y este curso temporal se ha propuesto como           distintos subtipos de EM y síndrome desmielinizan-
                      concepto de ventana terapéutica para actuar en los        te aislado mediante TCO de alta resolución, y que
                      ensayos de neuroprotección [62]. Los estudios lon-        cuenta con la participación de tres centros y un total
                      gitudinales del espesor de la capa de fibras nervio-      de 441 pacientes con EM. Los resultados muestran
                      sas de la retina mediante TCO en pacientes con EM         que los ojos de pacientes con EM e historia de neuri-
                      reflejan una pérdida progresiva del espesor de la         tis óptica presentan una reducción significativa del
                      capa de fibras a lo largo del tiempo, incluso sin his-    volumen macular y del espesor de la capa de fibras
                      toria de neuritis óptica, y se asocia con una pérdida     frente a los controles en las formas recurrente-remi-
                      significativa de la agudeza visual [63]. Hallazgos si-    tente, secundaria progresiva y síndrome desmielini-
                      milares se obtienen del estudio de la afectación de       zante aislado; esta reducción también se demostró
                      la capa de células ganglionares, tanto en la mácula       en los ojos de pacientes sin neuritis óptica para las
                      como en la capa plexiforme interna [64].                  formas recurrente-remitente, secundaria progresiva
                          El interés de la TCO va más allá del estudio de la    y primaria progresiva, es decir, también hay una
                      capa de fibras nerviosas de la retina para centrarse      afectación independiente de la neuritis óptica. Asi-
                      en el estudio neuronal, dadas las evidencias anato-       mismo, se encontraron diferencias en el espesor de
                      mopatológicas de una pérdida de células gangliona-        la capa de fibras entre las formas recurrente-remi-
                      res y de la capa nuclear interna en el 79 y el 40% de     tente y secundaria progresiva sin neuritis óptica, y
                      los ojos de pacientes con EM, respectivamente, y          en cuanto al volumen macular total entre controles y
                      que sugieren la presencia de alteraciones en el siste-    síndromes aislados sin neuritis óptica, hallazgo im-
                      ma nervioso central. Al respecto, destaca el estudio      portante, porque incluso en estos pacientes hay alte-
                      de Saidha et al [65], diseñado para establecer una        ración neuronal.
                      correlación entre la atrofia de la sustancia gris y los       Ante la escasa información disponible en el se-
                      cambios retinianos. El propósito era comparar me-         guimiento de la asociación entre la capa de fibras
                      didas de TCO convencional (capa de fibras nervio-         nerviosas de la retina y el volumen cerebral, Rat-
                      sas de la retina peripapilar) y con segmentación (es-     chford et al [67] han llevado a cabo un estudio lon-
                      tudio en mácula con espesor de la capa ganglionar y       gitudinal para determinar si el espesor de la capa de
                      plexiforme externa, nuclear interna plexiforme ex-        fibras nerviosas de la retina predice la evolución
                      terna y nuclear externa), con medidas de RM del vo-       de la atrofia cerebral en un seguimiento a dos años.
                      lumen de subestructuras del encéfalo, y relacionar        Este trabajo, con un total de 162 pacientes con EM
                      las medidas de TCO con volumen intracraneal, con-         recurrente-remitente y síndrome desmielinizante
                      siderando el tamaño cefálico. Los resultados apun-        aislado, y una TCO semestral hasta el mes 18, ade-
                      tan que los cambios retinianos, particularmente en        más de una RM (3 T) en 108 pacientes, mostró que
                      ojos sin neuritis óptica, parecen reflejar los globales   la tasa de cambios de capa de fibras nerviosas de la
                      del sistema nervioso central con datos de correla-        retina se relacionaba con neuritis óptica previa, y
                      ción entre atrofia de la sustancia gris cortical y pér-   que las alteraciones de la capa de células gangliona-
                      dida de células neuronales, aunque no de fibras.          res y plexiforme interna se relacionaban con el de-
                      Asimismo, las diversas medidas de TCO se relacio-         sarrollo de lesiones captantes de Gd y nuevas lesio-
                      nan con el volumen encefálico; el engrosamiento de        nes en T2, y con un aumento de un punto en la
                      la capa nuclear interna se relaciona con volumen en       EDSS, no así con el volumen cerebral; además, y a
                      T2 y atrofia de la sustancia blanca aparentemente         pesar de que la TCO basal no resultó ser un factor
                      normal, y el adelgazamiento de la capa nuclear exter-     predictor del riesgo de recaídas o de empeoramien-
                      na se relaciona con atrofia del caudado y tálamo, y con   to de la EDSS, ni de un incremento de atrofia cere-
                      aumento del volumen ventricular y lesiones en T2.         bral, la tasa de cambio en capa de fibras nerviosas
                          Los patrones de alteración retiniana en los distin-   de la retina se asoció a la tasa de cambio en el volu-
                      tos subtipos de EM han sido poco estudiados. Hay          men cerebral, de modo que cada micra anual de
                      datos de TCO en el síndrome desmielinizante aisla-        pérdida en el espesor de la capa de fibras nerviosas
                      do con hallazgos, en general, similares a los contro-     de la retina se relacionó con un aumento de 3,3 cm3 de
                      les, y datos con poca fiabilidad derivados de estudios    pérdida de volumen cerebral anual.



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Importancia de las células B en la EM                         Molnarfi et al [71] abordaron la función presen-
                                                          tadora de antígeno de las células B en ausencia de
El papel de las células B en la EM queda de mani-         secreción de anticuerpos, utilizando un modelo ex-
fiesto por la síntesis intratecal persistente de inmu-    perimental de encefalitis autoinmune experimental
noglobulina G (IgG) en más del 90% de los pacien-         inducida por la glucoproteína de mielina de oligo-
tes, la presencia de células B en el líquido cefalorra-   dendrocitos (MOG) en ratones wild-type y en tres
quídeo de los pacientes con enfermedad activa, los        modelos transgénicos: deficientes en células B, trans-
depósitos de inmunoglobulinas, el acúmulo de cé-          génicos MOGmIg (expresan en sus células B recep-
lulas B y plasmáticas en lesiones de sustancia blan-      tores específicos para MOG y secretan únicamente
ca tipo II según Lucchinetti et al [68], la existencia    IgM contra MOG, pero no producen anticuerpos) y
de folículos ectópicos de células B en las meninges       transgénicos MOG-BCR knock-in capaces de se-
de pacientes con formas secundariamente progre-           cretar todos los isotipos. Los resultados mostraron
sivas, y la eficacia de los tratamientos contra células   que los ratones deficientes en células B fueron re-
B como rituximab.                                         sistentes al desarrollo de la encefalitis autoinmune
   A falta de un reconocido autoantígeno en la EM,        experimental, confirmándose la implicación directa
Aloisi [69] propuso que la activación intratecal de       de las células B en la patogenia de la enfermedad;
las células B podría ser secundaria a un proceso in-      sin embargo, el desarrollo de la enfermedad tanto
flamatorio, a una respuesta a un agente infeccioso,       en los wild-type como en los transgénicos MOG-
como en otras enfermedades del sistema nervioso           mIg y MOG-BCR knock-in indica una función ‘ac-
central en las que existe detección de bandas oligo-      cesoria’ celular de las células B independiente de la
clonales, o bien inducida por infección del VEB.          función humoral involucrada en la patogénesis de
   Tradicionalmente, el papel de las células B en la      la encefalitis autoinmune experimental.
patogenia de la EM se ha descrito asociado a la pro-          Bar-Or [72] centró la experiencia clínica de tra-
ducción de autoanticuerpos; sin embargo, estudios         tamientos eficaces contra células B en la EM en ri-
realizados con modelos animales y modelos experi-         tuximab, ocrelizumab y ofatumumab. El abordaje
mentales en pacientes han arrojado luz sobre otros        mediante depleción inducida por rituximab se ob-
mecanismos implicados ‘independientes de los an-          serva por citometría de flujo para CD19 tras su ad-
ticuerpo’, como una función presentadora de antí-         ministración, así como por RM con una disminu-
genos, una función reguladora, una activación by­         ción de lesiones nuevas y de lesiones captantes de
stander promoviendo la producción de citocinas            Gd frente a placebo, resultados estos últimos simi-
proinflamatorias, y un proceso de linfogénesis, con-      lares para ocrelizumab y ofatumumab.
tribuyendo a la formación de folículos linfoides ec-          No obstante, no todos los tratamientos que ac-
tópicos.                                                  túan sobre células B son eficaces, al menos así lo
   Respecto al proceso de linfogénesis, Howell et al      demuestran los resultados del estudio ATAMS de
[70] han realizado un estudio partiendo de la hipó-       Kappos et al [73]. Es un estudio en fase II de ataci-
tesis de que la inflamación meníngea en forma de          cept, una proteína de fusión recombinante formada
folículos ectópicos se relaciona con la patología         por el dominio extracelular del receptor TACI ca-
cortical en la EM. Para ello, analizaron 150 casos post   paz de reconocer dos factores solubles que inhiben
mortem con forma secundaria progresiva, agrupa-           las células B, BLyS y APRIL. Atacicept, en dosis de
dos de acuerdo con la presencia o no de folículos         25, 75 y 100 mg, se asoció con un aumento inespe-
ectópicos de células B, observando diferencias en         rado de brotes de una forma progresiva, si bien la
cuanto a la evolución de la enfermedad. Así, la pre-      reducción de inmunoglobulinas séricas y de células
sencia de folículos meníngeos se asoció de forma          B maduras sí fue la esperada. Los resultados de RM
significativa con una edad de inicio y progresión de      fueron parcialmente consistentes con la actividad
la enfermedad más temprana, así como con una              clínica de la enfermedad y los efectos del tratamien-
edad promedio de fallecimiento más joven. A partir        to resultaron reversibles.
de los resultados, los autores concluyeron que los
folículos ectópicos de células B son un factor de mal
pronóstico en la EM. Junto con las bandas oligoclo-       Neurodegeneración
nales IgM contra lípidos, están relacionados con
una mayor inflamación meníngea, con una mayor             Sustratos patológicos de la neurodegeneración
activación de la microglía, y con mayores alteracio-
nes corticales asociadas a una mayor progresión y         Stadelmann [74] hizo un repaso de la evidencia dis-
gravedad de la EM.                                        ponible en relación con el sustrato patológico de la



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O. Fernández, et al




                      neurodegeneración. Destacó trabajos como el de Scal-         La hipótesis de que la inflamación sea la causa de
                      fari et al [75], que muestran que el número total de     la neurodegeneración ha sido abordada en varios
                      brotes no guarda ninguna relación con el tiempo en       estudios. Entre los más recientes destacan los traba-
                      alcanzar una discapacidad, en contraste con el nú-       jos de Magliozzi et al [78] y Howell et al [70], que
                      mero de brotes en los dos primeros años o el inter-      analizan el número de pacientes con pseudofolícu-
                      valo de tiempo entre ellos. Esto sugiere la indepen-     los linfoides en las meninges, encontrando resulta-
                      dencia de los procesos de inflamación y neurodege-       dos que oscilan entre un 40-50%. Howell et al mos-
                      neración, con distintos mecanismos patogénicos           traron una correlación entre la presencia de folícu-
                      implicados, la posibilidad de una relación casual y      los linfoides y afectación de la corteza cerebral en
                      no causal, y la posibilidad de compartimentar la in-     gradiente, aspecto que señala una infiltración de cé-
                      flamación al comienzo de la enfermedad.                  lulas linfoides desde las meninges inflamadas hacia
                          DeLuca et al [76] no encontraron ninguna rela-       la corteza. Por su parte, Magliozzi et al objetivaron
                      ción entre la carga lesional y el peso del cerebro, ni   una afectación de la glía limitante por una agresión
                      entre la carga lesional y la pérdida axonal en dife-     inmunomediada, sugiriendo la implicación de anti-
                      rentes segmentos de la médula. No obstante, des-         cuerpos o de factores citotóxicos. Además, la exis-
                      cribieron una pérdida axonal medular simétrica y         tencia de folículos linfoides conlleva un peor pro-
                      selectiva en cuanto al tamaño de los axones afecta-      nóstico, en este caso concreto, a desarrollar una
                      dos, hallazgo que plantea la posibilidad de que la       forma secundariamente progresiva de la enferme-
                      neurodegeneración que da lugar a la pérdida de           dad. Frischer et al [79] observaron que, en la fase
                      función esté relacionada con un trastorno metabó-        progresiva de la EM, la desmielinización activa y la
                      lico o tóxico de los axones, independiente de la des-    neurodegeneración sólo se observan en pacientes
                      mielinización focal. De este modo, entre las posi-       con una inflamación pronunciada. Asimismo, en
                      bles causas de daño axonal se describen una des-         aquellos pacientes de edad avanzada en las fases fi-
                      mielinización de larga duración, que supone un so-       nales de la enfermedad, la inflamación disminuye a
                      breestrés para los axones desmielinizados a la hora      niveles observados en los sujetos controles pareados
                      de mantener sus potenciales de membrana, las con-        por edad, concluyendo una estrecha relación entre
                      secuencias de una desmielinización cortical en el        los procesos de inflamación y neurodegeneración.
                      deterioro dendrítico y sináptico, y la participación         Sobre la base de todo ello, se cuestiona el hecho
                      de la inmunidad innata/adaptativa que puede indu-        de que los tratamientos antiinflamatorios desempe-
                      cir la liberación de mediadores tóxicos inflamato-       ñen algún papel en la progresión de la enfermedad,
                      rios, y activar mecanismos de daño mitocondrial y        destacando, entre los principales motivos, un limi-
                      oxidativo.                                               tado acceso a través de la barrera hematoencefálica
                          En relación con el daño axonal en la médula es-      a una inflamación muy compartimentalizada, un
                      pinal, Schirmer et al [77] examinaron tejido medu-       papel limitado del sistema inmune periférico, dia-
                      lar de pacientes con EM, esclerosis lateral amiotró-     nas terapéuticas no adecuadas, o una activación o
                      fica y sujetos controles, evidenciando en pacientes      desactivación de mecanismos reguladores al inicio
                      con EM una pérdida neuronal sustancial en el asta        de la enfermedad.
                      ventral de la médula espinal que no evolucionaba             Por otro lado, Perry [80] parte de la hipótesis de
                      con el paciente; además, en las zonas de inflama-        que la microglía desempeña un papel muy impor-
                      ción, detectaron inmunorreactividad para c-Jun y         tante en la neurodegeneración. Es conocido que
                      GAP43 en la sustancia gris y en zonas adyacentes a       ante una infección se produce una respuesta infla-
                      las lesiones desmielinizantes activas, apuntando ha-     matoria mediada por la liberación de citocinas pro-
                      cia un daño neuronal y regeneración como una res-        inflamatorias, que, de determinada manera, llegan
                      puesta temprana a la formación de lesiones. Esta         al cerebro y activan la microglía. Perry [80] sostiene
                      falta de relación entre la pérdida neuronal y la neu-    que éste es el proceso bajo el que se fundamenta el
                      rodegeneración presente les llevó a la realización       ‘síndrome de la conducta del enfermo’, una conduc-
                      de un segundo trabajo, en el que clasificaron las le-    ta adaptativa frente a la infección sin ninguna con-
                      siones en más o menos inactivas en función de la         secuencia en un cerebro sano, si bien en cerebros
                      cantidad de microglía y de macrófagos con mielina.       dañados por priones o en modelos experimentales
                      Encontraron una intensa afectación axonal en las         de esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de
                      lesiones más inactivas, atribuyendo este fenómeno        Parkinson, o en pacientes parkinsonianos –en defi-
                      a una agresión de los axones, probablemente meta-        nitiva, en el contexto de una enfermedad degenera-
                      bólica, en las zonas crónicamente muy desmielini-        tiva–, la microglía hiperactivada acelera el deterio-
                      zadas y sin relación con la inflamación.                 ro cognitivo, como se ha comprobado en el caso de



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la enfermedad de Alzheimer [81]. Es decir, habría         discapacidad clínica, así como su valor predictor de
una base orgánica para explicar la contribución de        conversión a la forma remitente recurrente desde el
un proceso inflamatorio sistémico al proceso de la        síndrome desmielinizante aislado.
neurodegeneración. Para dar respuesta a esto, Mo-            Geurts [85] advirtió de que la RM no ofrece una
reno et al [82] plantearon un modelo experimental         visualización exacta de los mecanismos patológicos
de encefalitis autoinmune experimental e inflama-         que afectan a la sustancia gris, y se basó en los re-
ción sistémica mediante lipopolisacárido, encon-          sultados de un estudio anatomopatológico de veri-
trando que un porcentaje elevado de casos tienen          ficación en muestras post mortem de 211 lesiones
un rebrote de la actividad, pero sin rotura de la ba-     detectadas en la sustancia gris. Las técnicas de RM,
rrera hematoencefálica, y todos ellos tienen un in-       tanto DIR como FLAIR, resultaron bastante especí-
cremento del daño neurodegenerativo. Además, el           ficas para identificar estas lesiones, con un 90 y 81%
análisis inmunohistoquímico del cerebro de los ani-       de especificidad, respectivamente, aunque demos-
males muestra un patrón de secreción de citocinas         traron poca sensibilidad patológica, el 37 y 18%, res-
de la microglía activada diferente entre zonas, in-       pectivamente. La comparación relativa entre las téc-
cluso muy próximas, de modo que el microambien-           nicas ya disponibles en la práctica clínica muestra a
te podría modificar el impacto de la inflamación          3D-DIR como la mejor técnica para medir lesiones
sistémica. Estos hallazgos son muy importantes, so-       intracorticales, manifestando una ventaja compa­
bre todo si se confirmasen en el caso de la EM, ya        rativa del 538% respecto a T2, y del 152% respecto
que la frecuencia de infecciones en este tipo de pa-      a FLAIR.
cientes es muy elevada.                                      Como criterios de lesión de sustancia gris, Geurts
    En esta línea, y fuera del marco teórico, Tiwari-     et al [86] propusieron una hiperintensidad compa-
Woodruff et al [83] han mostrado que el efecto be-        rada con el tejido subyacente que abarque ≥ 3 píxe-
neficioso del laquinimod en animales de experi-           les (basados en ≤ 1 mm de resolución). Además, es
mentación guarda relación con la inhibición de la         preciso comparar con otras técnicas, ver en múlti-
microglía y con la inhibición de la activación de los     ples secuencias y definir bien los artefactos.
astrocitos, que también desempeñan un papel im-              Para aproximarse a la patología de la sustancia
portante en toda la cascada que da lugar a la pérdi-      gris aparentemente normal, Calabrese et al [87] han
da axonal.                                                utilizado la técnica de la anisotropía fraccional como
                                                          medida directa en sujetos controles y pacientes con
Afectación de la sustancia gris en la EM                  EM remitente recurrente con y sin lesiones cortica-
                                                          les. Los resultados muestran que la fracción de ani-
Las medidas de atrofia cerebral ofrecen una pérdi-        sotropía está alterada en todos los pacientes con EM
da cerebral anual en torno a 0,1-0,3% en un indivi-       remitente recurrente, si bien en mayor medida en
duo normal, incrementándose cuatro veces en un            aquellos con lesiones corticales, de modo que pro-
paciente con EM, hasta alcanzar un 0,5-1,3%. Si           pone las imágenes con tensor de difusión para me-
atendemos a la pérdida de sustancia gris, el incre-       dir la fracción de anisotropía como un mejor méto-
mento de pérdida es del orden de 4-14 veces res-          do de análisis de la sustancia gris aparentemente
pecto a un individuo sano.                                normal que las técnicas puramente morfológicas.
    Esta afectación de la sustancia gris se correlacio-      Por otra parte, Gray et al [88] han analizado los
na con las formas clínicas de la enfermedad; así, si se   cambios ocurridos en el córtex cerebral vinculados
registra la fracción del parénquima cerebral como         al proceso de neurodegeneración en la EM, par-
medida global de atrofia, se observa una mayor pér-       tiendo de la asociación entre la disfunción de los
dida en las formas secundarias progresivas, y de la       peroxisomas y determinadas enfermedades neuro-
misma manera son las formas secundarias progresi-         lógicas, como la adrenoleucodistrofia, manifestada
vas las que aceleran en mayor medida la atrofia de la     en algunos estudios. Para ello, evaluaron la expre-
sustancia gris a lo largo de cuatro años [84]. Otro       sión de PMP-70 y la expresión génica de peroxiso-
estudio longitudinal de atrofia cerebral a cuatro años    mas en muestras de córtex control y EM, con resul-
que utiliza el programa CLADA, diseñado específi-         tados de una menor expresión de PMP-70 y una
camente para medir la atrofia de la sustancia gris,       menor expresión de transcritos peroxisomales en el
pone de manifiesto que son los síndromes desmieli-        córtex afectado. Este hallazgo probablemente se re-
nizantes aislados los que presentan una menor atro-       laciona con la actividad de la microglía, cuya altera-
fia frente a las formas secundarias progresivas. Asi-     ción es muy dependiente de la actividad de los mie-
mismo, hay varios trabajos que han demostrado una         loperoxisomas, de modo que los autores sugieren
correlación entre afectación de la sustancia gris y       que la disfunción peroxisomal se asociaría con la



www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691                                                                                    687
O. Fernández, et al




                      disfunción neuronal y la degeneración en la EM, al         ras tipo folículos ectópicos, presentes en las menin-
                      menos en el córtex.                                        ges de las formas secundarias progresivas. La pre-
                         Con el propósito de evaluar si la atrofia de la sus-    sencia de inflamación meníngea organizada lleva a
                      tancia gris y de la sustancia blanca comparten pa-         más daños y pérdida de neuronas.
                      trones de distribución regional, Riccitelli et al [89]        Aún no se comprende la pérdida lenta y conti-
                      utilizaron la morfología basada en vóxel en pacien-        nuada de axones, ni el aumento progresivo de la
                      tes con EM remitente recurrente y sujetos contro-          disfunción neuroaxonal. Entre las posibles causas
                      les para obtener in vivo una descripción precisa de        de desmielinización a largo plazo se sugiere una
                      la distribución y comportamiento de la atrofia de la       ‘malnutrición’ o un fracaso energético. Asimismo,
                      sustancia gris y de la sustancia blanca. De este modo,     se plantea la contribución de un proceso inflamato-
                      observaron que, en pacientes con EM remitente              rio sistémico al proceso de la neurodegeneración.
                      recurrente, la atrofia de la sustancia gris y la sustan-      Respecto a la afectación de la sustancia gris, se
                      cia blanca presentaba diferentes patrones de distri-       concluye que ocurre de forma temprana en el curso
                      bución regional, con un predominio de afectación           de la enfermedad, se relaciona parcialmente con las
                      de la sustancia gris en las áreas anteriores y de la       lesiones, predice la conversión del síndrome des-
                      sustancia blanca en las posteriores. Estos datos su-       mielinizante aislado, y correlaciona con la discapa-
                      gieren diferentes mecanismos involucrados en am-           cidad futura. Se considera una medida atractiva
                      bos tipos de lesión.                                       como resultado que se debería medir en los ensayos
                                                                                 clínicos con EM, y se recomienda su evaluación con
                                                                                 los fármacos actualmente disponibles.
                      Conclusiones
                      Las nuevas aportaciones en epidemiología revelan           Bibliografía
                      una posible relación entre la dieta y los cambios en       1.	 Ochoa-Reparaz J, Mielcarz DW, Begum-Haque S, Kasper LH.
                      la microbiota intestinal, que podría favorecer la                Gut, bugs, and brain: role of commensal bacteria in the control
                      aparición de la EM por diferentes mecanismos mo-                 of central nervous system disease. Ann Neurol 2011; 69: 240-7.
                                                                                 2.	 Riccio P. The molecular basis of nutritional intervention in
                      leculares involucrados en los procesos inflamato-                multiple sclerosis: a narrative review. Complement Ther Med
                      rios y autoinmunes de la enfermedad. Además, po-                 2011; 19: 228-37.
                      nen de manifiesto el efecto de la comorbilidad sobre       3. 	 Marrie RA, Rudick R, Horwitz R, Cutter G, Tyry T, Campagnolo
                                                                                       D, et al. Vascular comorbidity is associated with more rapid
                      el pronóstico de la EM, cuyo reconocimiento y ma-                disability progression in multiple sclerosis. Neurology 2010;
                      nejo sería importante para elaborar programas de                 74: 1041-7.
                      riesgo con nuevos fármacos. La hipótesis de una in-        4. 	 Munger K. Enviromental risk factors as triggers and co-factors
                                                                                       for MS. 5th Joint Triennial Congress of ECTRIMS and ACTRIMS.
                      teracción genética y ambiental quedaría expuesta                 Amsterdam, NL, October 2011.
                      por la identificación de un elemento de respuesta a        5. 	 Levin LI, Munger KL, O’Reilly EJ, Falk KI, Ascherio A. Primary
                      la vitamina D en la región promotora del gen de sus-             infection with the Epstein-Barr virus and risk of multiple
                                                                                       sclerosis. Ann Neurol 2010; 67: 824-30.
                      ceptibilidad a EM HLA-DRB1.                                6. 	 Handel AE, Williamson AJ, Disanto G, Handunnetthi L,
                          La revisión de los datos actuales sobre insuficien-          Giovannoni G, Ramagopalan SV. An updated meta-analysis
                      cia venosa cerebroespinal crónica y EM concluye                  of risk of multiple sclerosis following infectious mononucleosis.
                                                                                       PLoS One 2010; 5: e12496.
                      que no existe evidencia de una relación causal en la       7. 	 Munger KL, Levin LI, O’Reilly EJ, Falk KI, Ascherio A.
                      patogenia de la enfermedad y, por tanto, no está in-             Anti-Epstein-Barr virus antibodies as serological markers of
                                                                                       multiple sclerosis: a prospective study among United States
                      dicada ni la angioplastia venosa ni la implantación              military personnel. Mult Scler 2011; 17: 1185-93.
                      de stents en la EM.                                        8. 	 Lucas RM, Ponsonby AL, Dear K, Valery PC, Pender MP,
                          Los nuevos criterios diagnósticos facilitan los cri-         Taylor BV, et al. Sun exposure and vitamin D are independent
                                                                                       risk factors for CNS demyelination. Neurology 2011; 76: 540-8.
                      terios de diseminación en tiempo, y las perspectivas       9. 	 Munger KL, Levin LI, Hollis BW, Howard NS, Ascherio A.
                      del alto campo pasan por detectar mejor las lesiones             Serum 25-hydroxyvitamin D levels and risk of multiple
                      corticales y medulares. La TCO se constituye como                sclerosis. JAMA 2006; 296: 2832-8.
                                                                                 10. 	 Willer CJ, Dyment DA, Sadovnick AD, Rothwell PM,
                      una herramienta poderosa en ensayos de neuropro-                 Murray TJ, Ebers GC. Timing of birth and risk of multiple
                      tección y, aunque la TCO basal carece de valor pre-              sclerosis: population based study. BMJ 2005; 330: 120.
                      dictivo, el espesor de la capa de fibras nerviosas de      11. 	 Munger KL, Zhang SM, O’Reilly E, Hernan MA, Olek MJ,
                                                                                       Willett WC, et al. Vitamin D intake and incidence of multiple
                      la retina se correlaciona con atrofia cerebral.                  sclerosis. Neurology 2004; 62: 60-5.
                          El papel de las células B en la patogenia de la EM     12. 	 Lucas RM, Ponsonby AL, Dear K, Valery P, Pender MP,
                      se ha descrito asociado a una función presentadora               Burrows JM, et al. Current and past Epstein-Barr virus infection
                                                                                       in risk of initial CNS demyelination. Neurology 2011; 77: 371-9.
                      de antígenos, a una función reguladora y a un pro-         13. 	 Cantorna MT, Hayes CE, DeLuca HF. 1,25-dihydroxyvitamin D3
                      ceso de maduración de dichas células en estructu-                reversibly blocks the progression of relapsing encephalomyelitis,




688                                                                                  www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS




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26. 	 De Jager PL, Simon KC, Munger KL, Rioux JD, Hafler DA,                      CMAJ 2011; 183: e1203-12.
      Ascherio A. Integrating risk factors: HLA-DRB1*1501 and               47. 	 Diaconu C, Staugaitis S, McBride D, Schwanger C, Rae-Grant A,
      Epstein-Barr virus in multiple sclerosis. Neurology 2008;                   Fox R. Anatomical and histological analysis of venous structures
      70: 1113-8.                                                                 associated with chronic cerebro-spinal venous insufficiency.
27. 	 Ebers G. Vitamin D and MS risk. 5th Joint Triennial Congress                5th Joint Triennial Congress of ECTRIMS and ACTRIMS.
      of ECTRIMS and ACTRIMS. Amsterdam, NL, October 2011.                        Amsterdam, NL, October 2011.
28. 	 Orton SM, Wald L, Confavreux C, Vukusic S, Krohn JP,                  48. 	 Polman CH, Reingold SC, Banwell B, Clanet M, Cohen JA,
      Ramagopalan SV, et al. Association of UV radiation with                     Filippi M, et al. Diagnostic criteria for multiple sclerosis:
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      2011; 76: 425-31.                                                           69: 292-302.
29. 	 Lucas R. Gene-environment interactions in the Ausimmune               49.	 McDonald WI, Compston A, Edan G, Goodkin D, Hartung HP,
      study. 5th Joint Triennial Congress of ECTRIMS and ACTRIMS.                 Lublin FD, et al. Recommended diagnostic criteria for multiple
      Amsterdam, NL, October 2011.                                                sclerosis: guidelines from the International Panel on the
30. 	 Taylor BV, Lucas RM, Dear K, Kilpatrick TJ, Pender MP,                      diagnosis of multiple sclerosis. Ann Neurol 2001; 50: 121-7.
      Van der Mei IA, et al. Latitudinal variation in incidence             50.	 Polman CH, Reingold SC, Edan G, Filippi M, Hartung HP,
      and type of first central nervous system demyelinating events.              Kappos L, et al. Diagnostic criteria for multiple sclerosis:
      Mult Scler 2010; 16: 398-405.                                               2005 revisions to the ‘McDonald Criteria’. Ann Neurol 2005;
31. 	 Ramagopalan SV, Link J, Byrnes JK, Dyment DA, Giovannoni G,                 58: 840-6.
      Hintzen RQ, et al. HLA-DRB1 and month of birth in multiple            51. 	 Vukusic S. Shifting phenotype and ‘NMO-spectrum disorders’      .
      sclerosis. Neurology 2009; 73: 2107-11.                                     5th Joint Triennial Congress of ECTRIMS and ACTRIMS.
32. 	 Ramagopalan SV, Maugeri NJ, Handunnetthi L, Lincoln MR,                     Amsterdam, NL, October 2011.
      Orton SM, Dyment DA, et al. Expression of the multiple                52. 	 Mueller-Lenke N, Kappos L, Pehrs-Juvillier A, Naegelin Y,
      sclerosis-associated MHC class II Allele HLA-DRB1*1501                      Bendfeldt K, Sprenger T, et al. Developmental venous anomaly
      is regulated by vitamin D. PLoS Genet 2009; 5: e1000369.                    as differential diagnosis of acute multiple sclerosis plaques:
33. 	 Giovannoni G. Epstein-Barr virus and MS. 5th Joint Triennial                findings in a cohort of 3,643 patients. 5th Joint Triennial
      Congress of ECTRIMS and ACTRIMS. Amsterdam, NL,                             Congress of ECTRIMS and ACTRIMS. Amsterdam, NL,
      October 2011.                                                               October 2011.




www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691                                                                                                               689
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Esclerosis multiple

  • 1. rEVISIÓN Revisión de las novedades presentadas en el XXVII Congreso del Comité Europeo para el Tratamiento e Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS) (I) Óscar Fernández, José C. Álvarez-Cermeño, Rafael Arroyo-González, Lluís Brieva, M. Carmen Calles-Hernández, Bonaventura Casanova-Estruch, Manuel Comabella, Virginia de las Heras, Juan A. García-Merino, Miguel A. Hernández-Pérez, Guillermo Izquierdo, José E. Meca-Lallana, Delicias Muñoz-García, Javier Olascoaga, Celia Oreja-Guevara, José M. Prieto, Lluís Ramió-Torrentà, Alfredo Rodríguez-Antigüedad, Lucía Romero-Pinel, Fernando Sánchez, Nieves Téllez, Mar Tintoré, Xavier Montalban; Grupo Post-ECTRIMS Resumen. Los datos más relevantes presentados en el V Congreso Trianual de los Comités Europeos y Americanos para el Hospital Regional Universitario Carlos Haya; Málaga (O. Fernández). Tratamiento y la Investigación en Esclerosis Múltiple (ECTRIMS/ACTRIMS), celebrado en Ámsterdam del 19 al 22 de octu- Hospital Universitario Ramón y bre de 2011, han sido resumidos en la cuarta edición de la reunión Post-ECTRIMS celebrada en Madrid en noviembre de Cajal; Madrid (J.C. Álvarez-Cermeño). 2011. Las nuevas aportaciones en epidemiología revelan una posible relación entre la dieta y los cambios en la microbiota Hospital Clínico San Carlos; Madrid (R. Arroyo-González, V. de las Heras). intestinal, que podría favorecer la aparición de la esclerosis múltiple, así como el efecto de la comorbilidad sobre el pro- Hospital Arnau de Vilanova; Lleida nóstico de la enfermedad, y la importancia de su reconocimiento y manejo. La revisión de los datos actuales sobre insufi- (Ll. Brieva). Hospital Universitario Son Espases; Palma de Mallorca ciencia venosa cerebroespinal crónica y esclerosis múltiple concluye que no existe evidencia de una relación causal en la (M.C. Calles-Hernández). Hospital patogenia de la enfermedad. Los nuevos criterios diagnósticos facilitan los criterios de diseminación en tiempo, y las pers- La Fe; Valencia (B. Casanova- Estruch). Hospital Universitari Vall pectivas de la resonancia magnética de alto campo pasan por detectar mejor las lesiones corticales y medulares. La tomo- d’Hebron; Barcelona (M. Comabella, grafía de coherencia óptica se constituye como una herramienta poderosa en ensayos de neuroprotección. El papel de los M. Tintoré, X. Montalban). Hospital Universitario Puerta de Hierro; linfocitos B en la patogenia de la esclerosis múltiple se ha descrito asociado a un proceso de maduración de dichas células Madrid (J.A. García-Merino). en estructuras tipo folículos ectópicos, presentes en las meninges de las formas secundarias progresivas. Por otro lado, se Hospital Universitario Nuestra ha planteado la contribución de una inflamación sistémica al proceso de la neurodegeneración, y respecto a la afectación Señora de la Candelaria; Santa Cruz de Tenerife (M.A. Hernández- de la sustancia gris, recientes hallazgos han concluido que ocurre de forma temprana en el curso de la enfermedad y se Pérez). Hospital Universitario correlaciona con la discapacidad futura. Virgen Macarena; Sevilla (G. Izquierdo). Hospital Universitario Palabras clave. Diagnóstico. ECTRIMS. Epidemiología. Esclerosis múltiple. Virgen de la Arrixaca; Murcia (J.E. Meca-Lallana). Hospital Xeral-Cíes; Vigo, Pontevedra (D. Muñoz-García). Hospital Universitario Donostia; San Sebastián (J. Olascoaga). Hospital Universitario La Paz; Madrid (C. Oreja-Guevara). Complejo Hospitalario Universitario; Santiago de Compostela, A Coruña Introducción Nuevos avances en la epidemiología (J.M. Prieto). Hospital Universitari de la esclerosis múltiple Josep Trueta; Institut d’Investigació Biomèdica de Girona; Girona El Congreso del Comité Europeo para el Trata- (Ll. Ramió-Torrentà). Hospital miento e Investigación en Esclerosis Múltiple (EC- Entre los aspectos más destacados, y que desde un de Basurto; Bilbao (A. Rodríguez- TRIMS) constituye la reunión internacional más punto de vista epidemiológico han suscitado un Antigüedad). Hospital Universitari de Bellvitge; L’Hospitalet de Llobregat, importante sobre esta patología. En su última edi- gran interés, está la relación entre la dieta y los Barcelona (L. Romero-Pinel). Hospital ción, celebrada en octubre de 2011, ha reunido a cambios en la microbiota intestinal, que podría fa- Universitario Reina Sofía; Córdoba (F. Sánchez). Hospital Clínico 7.991 especialistas en esclerosis múltiple (EM) pro- vorecer la aparición de enfermedades como la EM. Universitario; Valladolid (N. Téllez). cedentes de 95 países. Hallazgos recientes en el modelo de encefalitis au- Correspondencia: Por cuarto año consecutivo, se ha celebrado en toinmune experimental por el grupo de Ochoa-Re- Dr. Óscar Fernández Fernández. Madrid la reunión de expertos Post-ECTRIMS, una paraz [1] sugieren que la alteración de ciertas po- Director del Instituto de reunión que cuenta con el aval científico de la So- blaciones de bacterias presentes en el intestino Neurociencias Clínicas. Hospital Regional Universitario Carlos ciedad Española de Neurología, y en la que se dan puede provocar una respuesta proinflamatoria o Haya. Avda. Carlos Haya, s/n. cita reconocidos líderes nacionales de opinión para proteger contra la inflamación, respuestas que, ade- E-29010 Málaga. presentar los datos más relevantes abordados en el más, se modifican con antibióticos. En esta línea, Fax: ECTRIMS 2011. Riccio [2] propone un modelo en el que los cambios +34 951 291 157.  www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691 677
  • 2. O. Fernández, et al E-mail: metabólicos derivados de una microbiota alterada resultados que han sido replicados en muchos otros oscar.fernandez.sspa@ por la dieta conducirían a una ruptura de la correc- estudios en pacientes de ambos sexos y varios orí- juntadeandalucia.es ta comunicación entre la microbiota y el intestino, genes [7]. Existe una gran verosimilitud en esta hi- Declaración de intereses: a una endotoxemia moderada, y a una inflamación pótesis, puesto que el VEB afecta la función inmu- El grupo de trabajo Post-ECTRIMS cuenta con una ayuda no autoinmune sistémica. ne, ya que permanece latente en los linfocitos B de condicionada a la educación médica Otro aspecto relevante es el efecto de la comor- memoria, y puede actuar de manera epigenética o continuada de TEVA Neuroscience España. bilidad sobre el pronóstico de la enfermedad. Tra- directamente sobre el ADN y la transcripción de bajos epidemiológicos recientes con series peque- los genes implicados [7]. Nota: O. Fernández y X. Montalban han ñas y de corta duración están describiendo un au- En cuanto a la vitamina D, existe evidencia de contribuido por igual como autores mento en la frecuencia de enfermedades autoinmu- que los niveles de 25(OH)D en individuos sanos principales en la redacción del nes y alergias, así como de algunos trastornos del predicen el riesgo de EM, con un efecto del mes de manuscrito. Todos los autores del grupo Post-ECTRIMS han contribuido sueño asociados a la EM. A partir del registro NAR- nacimiento reflejado por una reducción del 19% en por igual en la elaboración del COMS (North American Research Committee on los nacidos en noviembre frente a los nacidos en manuscrito. Multiple Sclerosis Registry) con un total de 8.983 mayo [8,9], que se confirma en estudios realizados Aceptado tras revisión externa: pacientes, el grupo de Marrie [3] ha encontrado en Canadá, Reino Unido, Suecia y Dinamarca [10], 27.04.12. que las patologías concomitantes son frecuentes y de ámbito nacional en Vigo. La fuerza de asocia- Cómo citar este artículo: desde el comienzo de la enfermedad y que aumen- ción es importante, con unos niveles séricos de Fernández O, Álvarez-Cermeño JC, tan a lo largo del tiempo, retrasando, a veces, el 25(OH)D reducidos un 50-60% frente a individuos Arroyo-González R, Brieva LL, Calles- Hernández MC, Casanova-Estruch B, diagnóstico. Todas ellas se asociaron con un mayor sanos [11]; la ingesta de vitamina D > 400 UI/día et al. Revisión de las novedades grado de discapacidad, siendo las comorbilidades reduce un 40% el riesgo frente a la no ingesta (p = presentadas en el XXVII Congreso del Comité Europeo para el vascular y visual las que producían una mayor afec- 0,006); la exposición solar reduce el riesgo en un Tratamiento e Investigación en tación física, de modo que los pacientes con co- 40-60%, hallazgo contrastado, para otorgar una ma- Esclerosis Múltiple (ECTRIMS) (I). Rev Neurol 2012; 54: 677-91. morbilidad vascular alcanzaban una puntuación de yor validez al estudio, con el nivel de daño actínico 6 en la Expanded Disability Status Scale (EDSS) dérmico, que parece ser un marcador bastante cla- © 2012 Revista de Neurología seis años antes que aquellos sin patología vascular ro de la exposición solar [12]. Es verosímil que la English version available asociada. En cuanto a la calidad de vida, se observa vitamina D pueda estar implicada en los procesos at www.neurologia.com una gran afectación que aumenta proporcional- de EM por su papel inmunomodulador, con recep- mente con el número de patologías asociadas, sien- tores en los linfocitos T y B activados, células den- do las más relevantes por su frecuencia e impacto la dríticas y macrófagos, y por su efecto en la dismi- artritis reumatoide, la fibromialgia, la migraña, la de- nución de las citocinas Th1 y el aumento de las cé- presión y la ansiedad. lulas Th2 reguladoras. Además, hay evidencia de que Los factores de riesgo medioambientales con más un déficit de vitamina D acelera el comienzo de la en- evidencia científica acerca de su papel en el inicio cefalitis autoinmune experimental y aumenta la pro- (causales) o bien en la evolución de la enfermedad gresión [13], y que los suplementos de vitamina D (modificadores), y que pueden actuar de forma in- previenen la encefalitis autoinmune experimental, dependiente, asociada o como cofactores en la EM, aunque esto sólo ocurre en hembras [14]. son el virus de Epstein-Barr (VEB), la vitamina D y Cabe considerar aquí el estudio EPIC, diseñado el hábito tabáquico. Munger, del equipo del Asque- para analizar la relación entre los niveles de vitami- rio de Harvard [4], presentó el análisis que ha reali- na D y actividad en resonancia magnética (RM), y zado aplicando los criterios de causalidad de Bra- cuyos resultados fueron presentados por Mowry et dford Hill a estos tres factores, no sólo para deter- al [15]. Se trata de un estudio prospectivo y longitu- minar el grado de causalidad si la hubiese, sino para dinal a cinco años comparando la actividad clínica, identificar una posible relación entre el agente cau- la actividad en RM de 3 T, y los niveles séricos de sal y la heterogeneidad de la enfermedad (Tabla I). 25(OH)D. Los datos mostraron que cada aumento Respecto al VEB, el trabajo de Levin et al [5] de 10 ng/mL en los niveles de 25(OH)D se asociaba muestra la temporalidad, al manifestar que el 100% con una reducción del 15% en nuevas lesiones en de los pacientes con EM VEB(–) seropositivizaron T2 (p = 0,005), del 32% en nuevas lesiones Gd+ (p = antes del inicio de la enfermedad. La fuerza de aso- 0,001) y del 34% en la tasa de brotes (p = 0,13). ciación se manifiesta por el riesgo de EM extrema- Entre hábito tabáquico y EM existe un aumento damente bajo en pacientes VEB(–), que aumenta del riesgo en fumadores activos superior a los pasi- antes de iniciarse la enfermedad, sobre todo si pa- vos, y mayor aún en los últimos frente a los no fu- decen mononucleosis infecciosa [6]. El gradiente madores [16,17], si bien la fuerza de asociación es biológico se refleja por un aumento del riesgo de la moderada, con un riesgo inferior a dos veces [18]. enfermedad proporcional al título de anticuerpos, Hay un efecto dosis-respuesta en función del nú- 678 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
  • 3. Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS mero de cigarrillos. Los resultados son consisten- tes, porque se han replicado en varios estudios po- Tabla I. Criterios de causalidad de Bradford Hill. Relaciones causales de la heterogeneidad de la esclero- sis múltiple. blacionales [19]. Resultan verosímiles, porque los radicales libres del humo del tabaco podrían au- Virus de Epstein-Barr Vitamina D Hábito tabáquico mentar la toxicidad a través del óxido nítrico, por- que la nicotina aumenta la permeabilidad de la ba- Temporalidad +++ ++ +++ rrera hematoencefálica y por los efectos tóxicos di- rectos sobre la inmunidad [20,21]. Fuerza de asociación +++ ++ ++ Una interacción negativa entre mononucleosis infecciosa y tabaco en el riesgo de EM, se ha puesto Gradiente biológico +++ + ++ de manifiesto en el trabajo de Riise et al [22], un es- Consistencia +++ + +++ tudio de casos y controles con pacientes de Italia, Noruega, Serbia, Suecia y Canadá. El análisis de un Verosimilitud ++ ++ ++ total de 2.125 pacientes con EM y 4.455 sujetos con- troles mostró que tanto el tabaco como la mononu- +++ muy buena; ++ buena; + se necesita una mayor evidencia. cleosis infecciosa, de forma individual, resultaron ser importantes factores de riesgo en todos los paí- ses participantes, con una odds ratio, ajustada por vía el valor esperado, en función del modelo específi- edad y sexo, de 2 para la mononucleosis infecciosa y co considerado. A modo de ejemplo, Ascherio [25], de 1,8 para el tabaquismo. Usando un modelo mul- basado en el trabajo de De Jager et al [26] sobre inte- tiplicativo de interacción, se observó que el efecto racción de los factores de riesgo HLA-DRB1*1501 y de la mononucleosis infecciosa fue significativa- VEB en la EM, concluye que, si bien unos títulos al- mente superior en pacientes no fumadores (2,4; in- tos de anticuerpos anti-VEB y ser HLA-DR15 positi- tervalo de confianza al 95%, IC 95% = 1,8-3,2) frente vo eleva mucho el riesgo de padecer EM, no se puede a los fumadores (1,6; IC 95% = 1,3-2,1; p = 0,04), una considerar que haya interacción entre ambos, por- interacción negativa que se manifestó en todos los que se ajustan a un modelo multiplicativo, es decir, países, y en hombre y mujeres por separado. nos encontramos ante un valor esperado. En otra línea, las nuevas aportaciones en cuanto Respecto a la vitamina D, y como apoyo a la evi- al aumento posparto de la tasa de recaídas vinieron dencia de una mayor prevalencia de EM en función de la mano de Portaccio et al [23], y los resultados de una mayor latitud, Ebers [27] expuso el trabajo de derivados de un estudio diseñado para demostrar el Orton et al [28], realizado en Francia, en familias valor protector de la lactancia materna exclusiva en de granjeros por su escasa migración y homogenei- los brotes posparto [24]. De un total de 349 pacien- dad, cuyos resultados mostraron una fuerte asocia- tes embarazadas seguidas a lo largo de, como míni- ción entre prevalencia de EM y radiación media ul- mo, un año, un 42% sufrió, al menos, un brote en el travioleta anual. En la misma línea, Lucas [29] pre- año posparto, y los únicos factores asociados al ries- sentó el estudio australiano Ausimmune, que con- go de brotes posparto fueron la puntuación EDSS firma la presencia de un gradiente latitudinal en la inicial (p = 0,001), el número de brotes preembara- incidencia de la EM, especialmente para aquellos pa- zo (p < 0,0001) y el número de brotes durante el cientes con un primer evento desmielinizante [30]. embarazo (p = 0,001). Además, el 12% progresó un Además, el riesgo de padecer un primer episodio punto en la escala EDSS durante el primer año, y el desmielinizante disminuye con niveles altos de vi- 27,5% a los cinco años. Por tanto, se demuestra que, tamina D [8] y aumenta con títulos elevados de an- en pacientes con una elevada tasa de brotes y disca- ticuerpos anti-VEB y HLA-DR15 o HLA-A [12]. pacidad antes y durante el embarazo, el tratamiento El hecho de que la incidencia de la enfermedad inmunomodulador, y no la lactancia materna, dis- sea superior en los meses de primavera respecto al minuyen los brotes y progresión de la discapacidad otoño, y dado que este efecto resulta más pronun- posparto, de modo que sería recomendable iniciar ciado en casos familiares de EM, planteó la hipóte- el tratamiento lo más pronto posible tras el emba- sis de una relación entre el mes de nacimiento y el razo en este tipo de pacientes. gen de susceptibilidad a EM HLA-DRB1, con resul- tados de una mayor prevalencia de EM en pacientes Interacción genes y medioambiente portadores del alelo HLA-DRB1*15 nacidos en abril [31]. Estos datos sugieren una interacción, durante En epidemiología, se produce una interacción cuan- la gestación o poco después del nacimiento, entre do la influencia de dos variables en una tercera des- un factor de riesgo estacional, que podrían ser unos www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691 679
  • 4. O. Fernández, et al niveles más bajos de vitamina D en la madre de los ras próximas, posición del cuerpo, presión intrato- pacientes nacidos en primavera, y el locus HLA- rácica y presión venosa central, y la ausencia de flu- DRB1. Esta interacción se confirma tras la identifi- jo sanguíneo en las venas yugulares internas puede cación reciente de un elemento de respuesta a la ser fisiológica en algunos casos. vitamina D (VDRE) en la región promotora del gen Por su parte Miller [39] también propuso críticas HLA-DRB1 [32]. al estudio inicial de Zamboni, como que es un proce- Por otro lado, y partiendo de la hipótesis de un dimiento no ciego y muy dependiente del técnico origen genético común o algún factor común de que lo realiza, que la anatomía venosa cerebral nor- predisposición a padecer EM y mononucleosis in- mal no está bien definida, no existen descripciones fecciosa para explicar la relación entre el VEB y la previas de insuficiencia venosa cerebroespinal cróni- EM, Giovannoni [33] expuso el reciente trabajo de ca, el drenaje venoso del cerebro es redundante y de- Ramagopalan et al [34] sobre el papel del sistema pendiente de la postura, el bloqueo de las venas yu- HLA en la asociación entre EM y mononucleosis gulares internas nunca se ha asociado a EM, los pa- infecciosa. De un total de 457 individuos seronega- cientes con EM no presentan hallazgos clínicos ni tivos para el VEB, 175 desarrollaron mononucleosis radiológicos compatibles con incremento de la pre- infecciosa y 179 seroconvirtieron de manera asinto- sión en las venas cerebrales, y, especialmente, que la mática. El análisis manifestó una frecuencia del ale- sensibilidad, la especificidad, el valor predictivo po- lo HLA-DRB1*01:01 significativamente superior en sitivo y el valor predictivo negativo sean del 100%. aquellos pacientes que desarrollaron mononucleo- Asimismo, Miller criticó el procedimiento de libera- sis infecciosa respecto a los que seroconvirtieron ción del estudio de Zamboni basándose en que es un pero no manifestaron la enfermedad. Si se conside- estudio piloto no aleatorizado en un único centro, no ra que este alelo ha sido asociado en diversos estu- existe grupo control con este procedimiento, no pu- dios como factor protector para la EM, la hipótesis blica beneficios en las formas progresivas y existe un de un origen genético común no sería válida. Sin porcentaje elevado (47%) de reestenosis. embargo, se ha objetivado interacción entre el VEB Se revisaron varios trabajos actuales que contra- y factores genéticos de riesgo. Así, el trabajo de dicen la hipótesis de Zamboni, como el publicado Sundqvist et al [35] ha evidenciado que en aquellos por Doepp et al [40] con 56 pacientes con EM y 20 pacientes con títulos altos de anticuerpos contra el controles a quienes se realizó Doppler extra y trans- VEB, con HLA-DRB1*15 positivo y HLA-A*02 ne- craneal para analizar el volumen del flujo venoso gativo, aumenta el riesgo de padecer EM. extracraneal, el área de la vena yugular interna y el flujo de la vena yugular interna durante la manio- Insuficiencia venosa cerebroespinal crónica bra de Valsalva, así como los criterios de insuficien- cia venosa cerebroespinal crónica. Los resultados La revisión de los datos actuales sobre insuficiencia no objetivaron diferencias entre grupos en los pará- venosa cerebroespinal crónica y EM concluye que metros analizados, y ningún paciente cumplía más no existe evidencia de una relación causal en la pa- de un criterio para insuficiencia venosa cerebroes- togenia de la enfermedad [36], idea inicialmente pinal crónica. Otro trabajo de Doepp et al [41] com- propuesta por Zamboni et al [37], y, por tanto, no paró la venografía por RM con Doppler extracra- está indicada ni la angioplastia venosa ni la implan- neal para determinar la estenosis de la vena yugular tación de stents en la EM. interna y de la vena ácigos en 40 pacientes. Los re- Las críticas de Doepp [38] a los criterios ultraso- sultados del Doppler mostraron que sólo un 10% de nográficos propuestos por Zamboni para definir la los pacientes cumplía un criterio de insuficiencia insuficiencia venosa cerebroespinal crónica inclu- venosa cerebroespinal crónica y ninguno reunía dos yen la ausencia de Doppler en el plano longitudinal criterios; además, la venografía por RM resultó más y de análisis del espectro de Doppler, y el hecho de sensible para detectar la estenosis de la vena yugu- no considerar la posibilidad de que el reflujo conti- lar interna que el Doppler, y no se objetivó que la nuo en la vena yugular interna pueda ser fisiológi- insuficiencia venosa cerebroespinal crónica tuviera co; además, el punto de corte utilizado para detec- una relación causal en la EM. tar reflujo en la venas yugulares internas estaba Por su parte, Centonze et al [42] estudiaron la in- adaptado de la insuficiencia venosa crónica de la suficiencia venosa cerebroespinal crónica en 84 pa- extremidades inferiores, la dirección del flujo san- cientes con EM y 56 controles sanos, no mostrando guíneo en algunas estructuras venosas cerebrales es diferencias significativas en la insuficiencia venosa desconocido, existe gran variabilidad fisiológica en cerebroespinal crónica entre ambos grupos, ni dife- el área de la vena yugular interna debido a estructu- rencias relevantes clínicas entre pacientes con insu- 680 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
  • 5. Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS ficiencia venosa cerebroespinal crónica y controles en cuanto al curso remitente o progresivo, duración Tabla II. Revisión de 2010 de los criterios de McDonald. o gravedad de la enfermedad. Por otra parte, desta- can dos trabajos del grupo de Baracchini. Uno de Diseminación en espacio demostrada por: ellos, en pacientes con síndrome desmielinizante ≥ 1 lesión en al menos dos de las localizaciones típicas aislado [43], no evidencia una relación causa-efecto periventricular, yuxtacortical, infratentorial o médula espinal con la insuficiencia venosa cerebroespinal crónica; el segundo, diseñado en las formas progresivas de la Diseminación en tiempo demostrada por: enfermedad [44], tampoco evidencia que sea un fe- Presencia simultánea de lesiones en T2 y lesiones Gd+ nómeno secundario tardío de EM, ni que se asocie en cualquier momento con una mayor discapacidad en los pacientes. Nueva lesión en T2 o lesión Gd+ en una segunda resonancia Zivadinov et al [45] tampoco encontraron dife- magnética de seguimiento sin importar el momento rencias significativas en la estenosis de la vena yu- gular interna, ni en asimetrías venosas, ni en la cir- culación colateral entre pacientes con EM y sujetos controles utilizando venografía por RM. principalmente motivada por el desarrollo de la RM, Como última referencia a los datos actuales, des- la modificación de algunas definiciones, en concre- taca un metaanálisis de estudios que analizan la in- to el papel de la RM espinal en el diagnóstico, y la suficiencia venosa cerebral en pacientes con EM simplificación de las definiciones de espacio y tiem- [46], cuyos resultados muestran una asociación po- po a la que han contribuido desde el año 2006 va- sitiva entre la insuficiencia venosa cerebral crónica rios trabajos. y la EM, si bien la heterogeneidad de los estudios En una evaluación de la precisión diagnóstica de analizados y estudios no ciegos no permite obtener los criterios de McDonald de 2001 [49], McDonald conclusiones definitivas, siendo, por tanto, necesa- de 2005 [50] y los nuevos criterios realizada por el rios estudios de alta calidad que utilicen protocolos grupo MAGNIMS, se constata que los nuevos cri- idénticos de ultrasonidos. terios mejoran la sensibilidad, sin reducir de forma Respecto al análisis anatómico e histológico de notable la especificidad (Tabla III). De modo que, las estructuras asociadas con la insuficiencia veno- ante un sujeto con un síndrome desmielinizante sa cerebroespinal crónica, el grupo de Diaconu [47] aislado típico y una RM basal que cumpla criterios ha diseñado un trabajo con el objetivo de desarro- de diseminación en espacio y tiempo, se puede es- llar un procedimiento para obtener venas relacio- tablecer el diagnóstico de EM con un valor predic- nado con la teoría de la insuficiencia venosa cere- tivo positivo del 79%. Esta simplificación de los cri- broespinal crónica post mortem, describir las anor- terios también se aplica para la forma primariamente malidades venosas y determinar su prevalencia. Para progresiva. ello utilizaron siete donantes con EM y seis contro- En los nuevos criterios revisados permanecen les sanos. Las diferentes anormalidades venosas los conceptos de que el diagnóstico de EM es de ex- que se identificaron fueron hipoplasia y anillos val- clusión y debe cumplir criterios de diseminación en vulares, cierre valvular anormal, membranas, septo espacio y tiempo. Respecto a los criterios ahora vi- y vainas intraluminales, se observaron tanto en do- gentes, estos nuevos criterios son presumiblemente nantes con EM como en sujetos controles, y la ma- más aplicables en poblaciones no caucásicas (lati- yoría no se asoció a cambios de la pared del vaso o noamericana y asiática), así como en poblaciones adelgazamiento. Las limitaciones del estudio inclu- pediátricas, también a debate. Sólo deben ser apli- yen un pequeño tamaño de la muestra, no es un es- cados a pacientes con un síndrome desmielinizante tudio ciego, y un posible sesgo por el manejo médi- aislado típico, prestando especial atención a los ha- co pre mortem. llazgos inespecíficos en RM y al manejo por manos inexpertas. Diagnóstico de la EM Diagnóstico diferencial de la EM Nuevos criterios diagnósticos Vukusic [51] planteó incorporar al espectro de los trastornos de neuromielitis óptica aquellas formas Recientemente se ha publicado la propuesta de los consideradas incompletas, como la neuritis óptica nuevos criterios diagnósticos (Tabla II), llevada a recurrente, bilateral, simultánea, grave, con anticuer- cabo por un panel de expertos [48], que ha venido pos antiacuoporina 4 positivos –anti-AQP4(+)–, una www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691 681
  • 6. O. Fernández, et al Tabla III. Precisión diagnóstica de los nuevos criterios de diseminación en espacio y tiempo (2010). Sensibilidad Especificidad Precisión Valor predictivo positivo McDonald 2001 47,1% (36,1-58,1) 91,1% (84,6-95,5) 73,1% (66,5-79,0) 78,4% (64,7-88,7) McDonald 2005 60,0% (48,8-70,5) 87,8% (80,7-93,0) 76,4% (70,1-82,0) 77,3% (65,3-86,7) Nuevos criterios 71,8% (61,0-81,0) 87,0% (79,7-94,2) 80,8% (74,8-85,9) 79,2% (68,5-87,6) mielitis transversa longitudinalmente extensa con la difusión, la resonancia funcional, la espectrosco- anti-AQP4(+), o bien una neuritis óptica o mielitis pia, la radiología molecular, y el USPIO (ultrasmall transversa longitudinalmente extensa sin anticuer- superparamagnetic iron oxide), de tal modo que per- pos, pero con lesiones típicas en la RM. También mitirá una aproximación con la imagen al verdade- propuso incorporar los denominados síndromes de ro sustrato patogénico de la EM. solapamiento, como la forma opticoespinal asiática La detección de lesiones corticales se ha optimi- de EM, y los síndromes de neuromielitis óptica en zado sucesivamente desde el T2, en el que se detec- otras patologías, fundamentalmente reumáticas, taba una lesión cortical por cada 12 de la sustancia como el lupus eritematoso sistémico. Se deben con- blanca, hasta el FLAIR, el DIR, que parecía la he- siderar otros posibles fenotipos no neuromielitis rramienta más apropiada, y últimamente el PSIR en óptica con anticuerpos anti-AQP4(+) bajo la deno- T1; estas dos últimas pueden llegar a ser, junto con minación propuesta de acuorinopatías. Sería el caso, la RM de 3 T, las herramientas para la detección de por ejemplo, de anti-AQP4(+) e imágenes caracte- lesiones corticales. Así, el PSIR cuadruplica los ha- rísticas de afectación periacueductal en casos de llazgos del DIR en todas las formas clínicas de la hipo/vómito intratable, o de anti-AQP4(+) con afec- enfermedad. No obstante, hasta el 10% del total de tación de la sustancia blanca hemisférica en casos las lesiones visibles en RM de alto campo pueden de encefalopatía del adulto. En definitiva, desde que ser artefactos, sobre todo lesiones vasculares. Al disponemos de los anticuerpos anti-AQP4, se puede respecto, la comparativa entre 3 T y 7 T en 138 pa- decir que la neuromielitis óptica es una entidad di- cientes muestra que hasta 17 lesiones en DIR 3 T ferente de la EM, y se propone la determinación de fueron reclasificadas como vasos sanguíneos con MP- anticuerpos anti-AQP en fenotipos ‘en riesgo’. RAGE 7 T [53]. Continuando con el diagnóstico diferencial de Las lesiones corticales detectadas en RM 7 T se EM, Mueller-Lenke et al [52] abordaron el proble- han dividido en cuatro tipos [54]. Las de tipo I son ma que pueden plantear los drenajes venosos anó- lesiones leucocorticales, que representan un 36%, y malos en relación con las placas agudas de EM en la las yuxtacorticales que se extienden hacia la región RM, y presentaron los resultados de su estudio de cortical. Las de tipo II son intracorticales, que re- prevalencia de drenajes venosos anómalos en pa- presentan el 13%, y lesiones de tipo III y IV, aquellas cientes con EM, con cifras del 13,45%, de localiza- lesiones subpiales que se extienden parcial (tipo III) ción supratentorial (78%) e infratentorial (22%). Di- o totalmente (tipo IV) a lo largo de la corteza cere- rigieron especial atención a la morfología caracte- bral. Las lesiones de tipo III y IV son las más fre- rística de los drenajes venosos anómalos, típica- cuentes y están representadas en todos los tipos de mente con estructura tubular y formas en cabeza la enfermedad, aunque de forma significativa única- de medusa, que a menudo va a permitir su distin- mente en las formas secundariamente progresivas. ción de una placa aguda. El diagnóstico con RM de alto campo amplifica el número de lesiones observadas con 3 T. La RM de 7 T permite distinguir definitivamente la exten- Aportaciones de la utilización sión cortical de las lesiones subcorticales [55]. Asi- del alto campo en RM mismo, permite distinguir la vena central presente en la mayoría de las lesiones, incluso cuando las le- El alto campo disminuye el tiempo de exploración, siones son algo más grandes (> 1 cm), y ofrece un está mejorando la calidad de la imagen y va a opti- mayor rendimiento en lesiones estratégicas, como mizar de forma notable el uso de secuencias como las lesiones infratentoriales. Mientras que al cam- 682 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
  • 7. Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS biar de 0,5 a 1,5 T, la evidencia disponible respecto este modo, las lesiones corticales visibles sólo repre- a un aumento en el número de lesiones observadas sentarían la punta del iceberg patológico, un peor no es homogénea, al cambiar de 1,5 a 3 T y hasta pronóstico. 4 T, el aumento en el número de lesiones se objetiva Schmierer et al [58], utilizaron 9,4 T para detec- prácticamente en todos los trabajos. Así, con 3 T, el tar lesiones corticales en muestras fijadas de córtex número de lesiones en T2 aumenta un 13-46%, y motor post mortem de pacientes con EM. Además, el número de lesiones captantes de Gd, un 7,5-21% obtuvieron secuencias en T1, T2 y estudios de trans- frente a 1,5 T. ferencia de magnetización, y correlacionaron estos En lesiones supratentoriales, FLAIR ha sido siem- índices con los resultados derivados de la histología pre superior a T2, tanto en 1,5 T como en 3 T, y T2 cuantitativa para contenido mielínico (intensidad superior a FLAIR en las lesiones infratentoriales, de inmunotinción para la proteína básica de la mie- igualándose la potencia de ambas secuencias al apli- lina), y densidad neural y daño axonal (neurofila- car 3 T para lesiones infratentoriales. De este modo, mentos fosforilados). Existe una correlación entre con 3 T se observan más lesiones infratentoriales y el contenido de mielina y la densidad neural, y se se puede distinguir la afectación cortical de las le- observa una correlación entre los índices de T2 con siones supratentoriales, sobre todo de las yuxtacor- el contenido de mielina, y los índices de T1 con la ticales. Este aumento de carga lesional podría tener densidad neural. un impacto en los criterios diagnósticos, ya que se Respecto al comportamiento de la barrera he- incrementa el número de pacientes que cumplen matoencefálica, Gaitán et al [59] han demostrado criterios de Barkhof de diseminación en el espacio, que para las lesiones focales hay únicamente dos aunque no aumenta el número de los que cumplen patrones espaciotemporales de captación de con- diseminación en el tiempo. Al respecto, Filippi et al traste: captación centrípeta y centrífuga. Mediante [56], basándose en el hecho de que el 36% de los pa- RM realizada los días 1, 5 y 25, con una duración de cientes con síndrome desmielinizante aislado pre- secuencia de contraste entre media y una hora, ob- senta lesiones corticales, propone unos nuevos cri- servaron que las lesiones tempranas de pequeño terios diagnósticos que incluyen estas lesiones corti- tamaño presentaban un patrón centrífugo con cap- cales en los criterios de diseminación en el espacio, tación central inicial que se expande formando un por considerarlas muy específicas de EM, junto con nódulo, mientras que las lesiones más tardías y de otros ítems ya definidos en criterios previos de dise- mayor tamaño captaban de forma centrípeta, con minación en el espacio, como ≥ 1 lesión infratento- un realce fino periférico que va llenando el centro rial, ≥ 1 lesión Gd+ y ≥ 1 lesión medular. de la lesión. Este patrón de captación a lo largo de Aplicando estos nuevos criterios diagnósticos, la evolución espaciotemporal en la RM atiende a consiguen una especificidad muy alta, perdiendo diferentes estados de un mismo proceso patogénico sólo levemente la sensibilidad, y consiguen identifi- más que a diferentes tipos de lesión. car con una elevada precisión aquellos pacientes con síndrome desmielinizante aislado que van a conver- tir a EM clínicamente definida. Dado que todos los Tomografía de coherencia óptica en EM pacientes con lesiones corticales nuevas a lo largo del tiempo han desarrollado también lesiones de la Balcer [60] destacó el interés de la neuritis óptica sustancia blanca, los criterios propuestos no supo- en ensayos de neuroprotección, partiendo de la evi- nen ninguna ganancia en la identificación de pa- dencia de una degeneración axonal y neuronal ca- cientes con diseminación en el tiempo con respecto racterística en todas las formas de EM, especial- a los actuales criterios. De este modo, Filippi et al mente frecuente en las vías visuales de pacientes [56] proponen incluir sus criterios de diseminación con antecedentes de neuritis óptica aguda. La to- en el espacio, que enfatizan el hallazgo de lesiones mografía de coherencia óptica (TCO) proporciona corticales, manteniendo los actuales criterios de di- una reconstrucción de la anatomía retiniana, de una seminación en el tiempo. forma rápida y reproducible. En revisiones sistemá- Hasta el 91% de las lesiones corticales son invisi- ticas sobre TCO en pacientes con EM, tanto el es- bles en la RM, fundamentalmente aquellas de tipo pesor de la capa de fibras nerviosas de la retina III y IV. Seewann et al [57] han determinado que la como el volumen macular total se reducen a lo lar- visibilidad en la RM de las lesiones corticales viene go del tiempo en la EM, incluso sin neuritis óptica. determinada por el tamaño de la lesión y no por la La pérdida de fibras es mayor si hay alteración de patología subyacente, y que, además, las lesiones vi- visión de contraste y en pacientes con mayor atrofia sibles se asocian con un mayor daño cortical. De encefálica, siendo esta atrofia mayor en pacientes www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691 683
  • 8. O. Fernández, et al que presentan la forma secundariamente progresi- con problemas para la interpretación, bien por el va de la enfermedad, en comparación con el síndro- tipo de TCO, el tamaño de la muestra o una estadís- me desmielinizante aislado y la EM remitente recu- tica heterogénea. Sobre este fundamento, Oberwah­ rrente, incluso del ojo no afectado [61]. ren­ rock et al [66] han diseñado un estudio trans- b La afectación tanto de la capa de fibras como del versal para analizar el grosor de la capa de fibras ner- volumen macular total se hace evidente en tres me- viosas de la retina y el volumen macular total en los ses, y este curso temporal se ha propuesto como distintos subtipos de EM y síndrome desmielinizan- concepto de ventana terapéutica para actuar en los te aislado mediante TCO de alta resolución, y que ensayos de neuroprotección [62]. Los estudios lon- cuenta con la participación de tres centros y un total gitudinales del espesor de la capa de fibras nervio- de 441 pacientes con EM. Los resultados muestran sas de la retina mediante TCO en pacientes con EM que los ojos de pacientes con EM e historia de neuri- reflejan una pérdida progresiva del espesor de la tis óptica presentan una reducción significativa del capa de fibras a lo largo del tiempo, incluso sin his- volumen macular y del espesor de la capa de fibras toria de neuritis óptica, y se asocia con una pérdida frente a los controles en las formas recurrente-remi- significativa de la agudeza visual [63]. Hallazgos si- tente, secundaria progresiva y síndrome desmielini- milares se obtienen del estudio de la afectación de zante aislado; esta reducción también se demostró la capa de células ganglionares, tanto en la mácula en los ojos de pacientes sin neuritis óptica para las como en la capa plexiforme interna [64]. formas recurrente-remitente, secundaria progresiva El interés de la TCO va más allá del estudio de la y primaria progresiva, es decir, también hay una capa de fibras nerviosas de la retina para centrarse afectación independiente de la neuritis óptica. Asi- en el estudio neuronal, dadas las evidencias anato- mismo, se encontraron diferencias en el espesor de mopatológicas de una pérdida de células gangliona- la capa de fibras entre las formas recurrente-remi- res y de la capa nuclear interna en el 79 y el 40% de tente y secundaria progresiva sin neuritis óptica, y los ojos de pacientes con EM, respectivamente, y en cuanto al volumen macular total entre controles y que sugieren la presencia de alteraciones en el siste- síndromes aislados sin neuritis óptica, hallazgo im- ma nervioso central. Al respecto, destaca el estudio portante, porque incluso en estos pacientes hay alte- de Saidha et al [65], diseñado para establecer una ración neuronal. correlación entre la atrofia de la sustancia gris y los Ante la escasa información disponible en el se- cambios retinianos. El propósito era comparar me- guimiento de la asociación entre la capa de fibras didas de TCO convencional (capa de fibras nervio- nerviosas de la retina y el volumen cerebral, Rat- sas de la retina peripapilar) y con segmentación (es- chford et al [67] han llevado a cabo un estudio lon- tudio en mácula con espesor de la capa ganglionar y gitudinal para determinar si el espesor de la capa de plexiforme externa, nuclear interna plexiforme ex- fibras nerviosas de la retina predice la evolución terna y nuclear externa), con medidas de RM del vo- de la atrofia cerebral en un seguimiento a dos años. lumen de subestructuras del encéfalo, y relacionar Este trabajo, con un total de 162 pacientes con EM las medidas de TCO con volumen intracraneal, con- recurrente-remitente y síndrome desmielinizante siderando el tamaño cefálico. Los resultados apun- aislado, y una TCO semestral hasta el mes 18, ade- tan que los cambios retinianos, particularmente en más de una RM (3 T) en 108 pacientes, mostró que ojos sin neuritis óptica, parecen reflejar los globales la tasa de cambios de capa de fibras nerviosas de la del sistema nervioso central con datos de correla- retina se relacionaba con neuritis óptica previa, y ción entre atrofia de la sustancia gris cortical y pér- que las alteraciones de la capa de células gangliona- dida de células neuronales, aunque no de fibras. res y plexiforme interna se relacionaban con el de- Asimismo, las diversas medidas de TCO se relacio- sarrollo de lesiones captantes de Gd y nuevas lesio- nan con el volumen encefálico; el engrosamiento de nes en T2, y con un aumento de un punto en la la capa nuclear interna se relaciona con volumen en EDSS, no así con el volumen cerebral; además, y a T2 y atrofia de la sustancia blanca aparentemente pesar de que la TCO basal no resultó ser un factor normal, y el adelgazamiento de la capa nuclear exter- predictor del riesgo de recaídas o de empeoramien- na se relaciona con atrofia del caudado y tálamo, y con to de la EDSS, ni de un incremento de atrofia cere- aumento del volumen ventricular y lesiones en T2. bral, la tasa de cambio en capa de fibras nerviosas Los patrones de alteración retiniana en los distin- de la retina se asoció a la tasa de cambio en el volu- tos subtipos de EM han sido poco estudiados. Hay men cerebral, de modo que cada micra anual de datos de TCO en el síndrome desmielinizante aisla- pérdida en el espesor de la capa de fibras nerviosas do con hallazgos, en general, similares a los contro- de la retina se relacionó con un aumento de 3,3 cm3 de les, y datos con poca fiabilidad derivados de estudios pérdida de volumen cerebral anual. 684 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
  • 9. Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS Importancia de las células B en la EM Molnarfi et al [71] abordaron la función presen- tadora de antígeno de las células B en ausencia de El papel de las células B en la EM queda de mani- secreción de anticuerpos, utilizando un modelo ex- fiesto por la síntesis intratecal persistente de inmu- perimental de encefalitis autoinmune experimental noglobulina G (IgG) en más del 90% de los pacien- inducida por la glucoproteína de mielina de oligo- tes, la presencia de células B en el líquido cefalorra- dendrocitos (MOG) en ratones wild-type y en tres quídeo de los pacientes con enfermedad activa, los modelos transgénicos: deficientes en células B, trans- depósitos de inmunoglobulinas, el acúmulo de cé- génicos MOGmIg (expresan en sus células B recep- lulas B y plasmáticas en lesiones de sustancia blan- tores específicos para MOG y secretan únicamente ca tipo II según Lucchinetti et al [68], la existencia IgM contra MOG, pero no producen anticuerpos) y de folículos ectópicos de células B en las meninges transgénicos MOG-BCR knock-in capaces de se- de pacientes con formas secundariamente progre- cretar todos los isotipos. Los resultados mostraron sivas, y la eficacia de los tratamientos contra células que los ratones deficientes en células B fueron re- B como rituximab. sistentes al desarrollo de la encefalitis autoinmune A falta de un reconocido autoantígeno en la EM, experimental, confirmándose la implicación directa Aloisi [69] propuso que la activación intratecal de de las células B en la patogenia de la enfermedad; las células B podría ser secundaria a un proceso in- sin embargo, el desarrollo de la enfermedad tanto flamatorio, a una respuesta a un agente infeccioso, en los wild-type como en los transgénicos MOG- como en otras enfermedades del sistema nervioso mIg y MOG-BCR knock-in indica una función ‘ac- central en las que existe detección de bandas oligo- cesoria’ celular de las células B independiente de la clonales, o bien inducida por infección del VEB. función humoral involucrada en la patogénesis de Tradicionalmente, el papel de las células B en la la encefalitis autoinmune experimental. patogenia de la EM se ha descrito asociado a la pro- Bar-Or [72] centró la experiencia clínica de tra- ducción de autoanticuerpos; sin embargo, estudios tamientos eficaces contra células B en la EM en ri- realizados con modelos animales y modelos experi- tuximab, ocrelizumab y ofatumumab. El abordaje mentales en pacientes han arrojado luz sobre otros mediante depleción inducida por rituximab se ob- mecanismos implicados ‘independientes de los an- serva por citometría de flujo para CD19 tras su ad- ticuerpo’, como una función presentadora de antí- ministración, así como por RM con una disminu- genos, una función reguladora, una activación by­ ción de lesiones nuevas y de lesiones captantes de stander promoviendo la producción de citocinas Gd frente a placebo, resultados estos últimos simi- proinflamatorias, y un proceso de linfogénesis, con- lares para ocrelizumab y ofatumumab. tribuyendo a la formación de folículos linfoides ec- No obstante, no todos los tratamientos que ac- tópicos. túan sobre células B son eficaces, al menos así lo Respecto al proceso de linfogénesis, Howell et al demuestran los resultados del estudio ATAMS de [70] han realizado un estudio partiendo de la hipó- Kappos et al [73]. Es un estudio en fase II de ataci- tesis de que la inflamación meníngea en forma de cept, una proteína de fusión recombinante formada folículos ectópicos se relaciona con la patología por el dominio extracelular del receptor TACI ca- cortical en la EM. Para ello, analizaron 150 casos post paz de reconocer dos factores solubles que inhiben mortem con forma secundaria progresiva, agrupa- las células B, BLyS y APRIL. Atacicept, en dosis de dos de acuerdo con la presencia o no de folículos 25, 75 y 100 mg, se asoció con un aumento inespe- ectópicos de células B, observando diferencias en rado de brotes de una forma progresiva, si bien la cuanto a la evolución de la enfermedad. Así, la pre- reducción de inmunoglobulinas séricas y de células sencia de folículos meníngeos se asoció de forma B maduras sí fue la esperada. Los resultados de RM significativa con una edad de inicio y progresión de fueron parcialmente consistentes con la actividad la enfermedad más temprana, así como con una clínica de la enfermedad y los efectos del tratamien- edad promedio de fallecimiento más joven. A partir to resultaron reversibles. de los resultados, los autores concluyeron que los folículos ectópicos de células B son un factor de mal pronóstico en la EM. Junto con las bandas oligoclo- Neurodegeneración nales IgM contra lípidos, están relacionados con una mayor inflamación meníngea, con una mayor Sustratos patológicos de la neurodegeneración activación de la microglía, y con mayores alteracio- nes corticales asociadas a una mayor progresión y Stadelmann [74] hizo un repaso de la evidencia dis- gravedad de la EM. ponible en relación con el sustrato patológico de la www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691 685
  • 10. O. Fernández, et al neurodegeneración. Destacó trabajos como el de Scal- La hipótesis de que la inflamación sea la causa de fari et al [75], que muestran que el número total de la neurodegeneración ha sido abordada en varios brotes no guarda ninguna relación con el tiempo en estudios. Entre los más recientes destacan los traba- alcanzar una discapacidad, en contraste con el nú- jos de Magliozzi et al [78] y Howell et al [70], que mero de brotes en los dos primeros años o el inter- analizan el número de pacientes con pseudofolícu- valo de tiempo entre ellos. Esto sugiere la indepen- los linfoides en las meninges, encontrando resulta- dencia de los procesos de inflamación y neurodege- dos que oscilan entre un 40-50%. Howell et al mos- neración, con distintos mecanismos patogénicos traron una correlación entre la presencia de folícu- implicados, la posibilidad de una relación casual y los linfoides y afectación de la corteza cerebral en no causal, y la posibilidad de compartimentar la in- gradiente, aspecto que señala una infiltración de cé- flamación al comienzo de la enfermedad. lulas linfoides desde las meninges inflamadas hacia DeLuca et al [76] no encontraron ninguna rela- la corteza. Por su parte, Magliozzi et al objetivaron ción entre la carga lesional y el peso del cerebro, ni una afectación de la glía limitante por una agresión entre la carga lesional y la pérdida axonal en dife- inmunomediada, sugiriendo la implicación de anti- rentes segmentos de la médula. No obstante, des- cuerpos o de factores citotóxicos. Además, la exis- cribieron una pérdida axonal medular simétrica y tencia de folículos linfoides conlleva un peor pro- selectiva en cuanto al tamaño de los axones afecta- nóstico, en este caso concreto, a desarrollar una dos, hallazgo que plantea la posibilidad de que la forma secundariamente progresiva de la enferme- neurodegeneración que da lugar a la pérdida de dad. Frischer et al [79] observaron que, en la fase función esté relacionada con un trastorno metabó- progresiva de la EM, la desmielinización activa y la lico o tóxico de los axones, independiente de la des- neurodegeneración sólo se observan en pacientes mielinización focal. De este modo, entre las posi- con una inflamación pronunciada. Asimismo, en bles causas de daño axonal se describen una des- aquellos pacientes de edad avanzada en las fases fi- mielinización de larga duración, que supone un so- nales de la enfermedad, la inflamación disminuye a breestrés para los axones desmielinizados a la hora niveles observados en los sujetos controles pareados de mantener sus potenciales de membrana, las con- por edad, concluyendo una estrecha relación entre secuencias de una desmielinización cortical en el los procesos de inflamación y neurodegeneración. deterioro dendrítico y sináptico, y la participación Sobre la base de todo ello, se cuestiona el hecho de la inmunidad innata/adaptativa que puede indu- de que los tratamientos antiinflamatorios desempe- cir la liberación de mediadores tóxicos inflamato- ñen algún papel en la progresión de la enfermedad, rios, y activar mecanismos de daño mitocondrial y destacando, entre los principales motivos, un limi- oxidativo. tado acceso a través de la barrera hematoencefálica En relación con el daño axonal en la médula es- a una inflamación muy compartimentalizada, un pinal, Schirmer et al [77] examinaron tejido medu- papel limitado del sistema inmune periférico, dia- lar de pacientes con EM, esclerosis lateral amiotró- nas terapéuticas no adecuadas, o una activación o fica y sujetos controles, evidenciando en pacientes desactivación de mecanismos reguladores al inicio con EM una pérdida neuronal sustancial en el asta de la enfermedad. ventral de la médula espinal que no evolucionaba Por otro lado, Perry [80] parte de la hipótesis de con el paciente; además, en las zonas de inflama- que la microglía desempeña un papel muy impor- ción, detectaron inmunorreactividad para c-Jun y tante en la neurodegeneración. Es conocido que GAP43 en la sustancia gris y en zonas adyacentes a ante una infección se produce una respuesta infla- las lesiones desmielinizantes activas, apuntando ha- matoria mediada por la liberación de citocinas pro- cia un daño neuronal y regeneración como una res- inflamatorias, que, de determinada manera, llegan puesta temprana a la formación de lesiones. Esta al cerebro y activan la microglía. Perry [80] sostiene falta de relación entre la pérdida neuronal y la neu- que éste es el proceso bajo el que se fundamenta el rodegeneración presente les llevó a la realización ‘síndrome de la conducta del enfermo’, una conduc- de un segundo trabajo, en el que clasificaron las le- ta adaptativa frente a la infección sin ninguna con- siones en más o menos inactivas en función de la secuencia en un cerebro sano, si bien en cerebros cantidad de microglía y de macrófagos con mielina. dañados por priones o en modelos experimentales Encontraron una intensa afectación axonal en las de esclerosis lateral amiotrófica o enfermedad de lesiones más inactivas, atribuyendo este fenómeno Parkinson, o en pacientes parkinsonianos –en defi- a una agresión de los axones, probablemente meta- nitiva, en el contexto de una enfermedad degenera- bólica, en las zonas crónicamente muy desmielini- tiva–, la microglía hiperactivada acelera el deterio- zadas y sin relación con la inflamación. ro cognitivo, como se ha comprobado en el caso de 686 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
  • 11. Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS la enfermedad de Alzheimer [81]. Es decir, habría discapacidad clínica, así como su valor predictor de una base orgánica para explicar la contribución de conversión a la forma remitente recurrente desde el un proceso inflamatorio sistémico al proceso de la síndrome desmielinizante aislado. neurodegeneración. Para dar respuesta a esto, Mo- Geurts [85] advirtió de que la RM no ofrece una reno et al [82] plantearon un modelo experimental visualización exacta de los mecanismos patológicos de encefalitis autoinmune experimental e inflama- que afectan a la sustancia gris, y se basó en los re- ción sistémica mediante lipopolisacárido, encon- sultados de un estudio anatomopatológico de veri- trando que un porcentaje elevado de casos tienen ficación en muestras post mortem de 211 lesiones un rebrote de la actividad, pero sin rotura de la ba- detectadas en la sustancia gris. Las técnicas de RM, rrera hematoencefálica, y todos ellos tienen un in- tanto DIR como FLAIR, resultaron bastante especí- cremento del daño neurodegenerativo. Además, el ficas para identificar estas lesiones, con un 90 y 81% análisis inmunohistoquímico del cerebro de los ani- de especificidad, respectivamente, aunque demos- males muestra un patrón de secreción de citocinas traron poca sensibilidad patológica, el 37 y 18%, res- de la microglía activada diferente entre zonas, in- pectivamente. La comparación relativa entre las téc- cluso muy próximas, de modo que el microambien- nicas ya disponibles en la práctica clínica muestra a te podría modificar el impacto de la inflamación 3D-DIR como la mejor técnica para medir lesiones sistémica. Estos hallazgos son muy importantes, so- intracorticales, manifestando una ventaja compa­ bre todo si se confirmasen en el caso de la EM, ya rativa del 538% respecto a T2, y del 152% respecto que la frecuencia de infecciones en este tipo de pa- a FLAIR. cientes es muy elevada. Como criterios de lesión de sustancia gris, Geurts En esta línea, y fuera del marco teórico, Tiwari- et al [86] propusieron una hiperintensidad compa- Woodruff et al [83] han mostrado que el efecto be- rada con el tejido subyacente que abarque ≥ 3 píxe- neficioso del laquinimod en animales de experi- les (basados en ≤ 1 mm de resolución). Además, es mentación guarda relación con la inhibición de la preciso comparar con otras técnicas, ver en múlti- microglía y con la inhibición de la activación de los ples secuencias y definir bien los artefactos. astrocitos, que también desempeñan un papel im- Para aproximarse a la patología de la sustancia portante en toda la cascada que da lugar a la pérdi- gris aparentemente normal, Calabrese et al [87] han da axonal. utilizado la técnica de la anisotropía fraccional como medida directa en sujetos controles y pacientes con Afectación de la sustancia gris en la EM EM remitente recurrente con y sin lesiones cortica- les. Los resultados muestran que la fracción de ani- Las medidas de atrofia cerebral ofrecen una pérdi- sotropía está alterada en todos los pacientes con EM da cerebral anual en torno a 0,1-0,3% en un indivi- remitente recurrente, si bien en mayor medida en duo normal, incrementándose cuatro veces en un aquellos con lesiones corticales, de modo que pro- paciente con EM, hasta alcanzar un 0,5-1,3%. Si pone las imágenes con tensor de difusión para me- atendemos a la pérdida de sustancia gris, el incre- dir la fracción de anisotropía como un mejor méto- mento de pérdida es del orden de 4-14 veces res- do de análisis de la sustancia gris aparentemente pecto a un individuo sano. normal que las técnicas puramente morfológicas. Esta afectación de la sustancia gris se correlacio- Por otra parte, Gray et al [88] han analizado los na con las formas clínicas de la enfermedad; así, si se cambios ocurridos en el córtex cerebral vinculados registra la fracción del parénquima cerebral como al proceso de neurodegeneración en la EM, par- medida global de atrofia, se observa una mayor pér- tiendo de la asociación entre la disfunción de los dida en las formas secundarias progresivas, y de la peroxisomas y determinadas enfermedades neuro- misma manera son las formas secundarias progresi- lógicas, como la adrenoleucodistrofia, manifestada vas las que aceleran en mayor medida la atrofia de la en algunos estudios. Para ello, evaluaron la expre- sustancia gris a lo largo de cuatro años [84]. Otro sión de PMP-70 y la expresión génica de peroxiso- estudio longitudinal de atrofia cerebral a cuatro años mas en muestras de córtex control y EM, con resul- que utiliza el programa CLADA, diseñado específi- tados de una menor expresión de PMP-70 y una camente para medir la atrofia de la sustancia gris, menor expresión de transcritos peroxisomales en el pone de manifiesto que son los síndromes desmieli- córtex afectado. Este hallazgo probablemente se re- nizantes aislados los que presentan una menor atro- laciona con la actividad de la microglía, cuya altera- fia frente a las formas secundarias progresivas. Asi- ción es muy dependiente de la actividad de los mie- mismo, hay varios trabajos que han demostrado una loperoxisomas, de modo que los autores sugieren correlación entre afectación de la sustancia gris y que la disfunción peroxisomal se asociaría con la www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691 687
  • 12. O. Fernández, et al disfunción neuronal y la degeneración en la EM, al ras tipo folículos ectópicos, presentes en las menin- menos en el córtex. ges de las formas secundarias progresivas. La pre- Con el propósito de evaluar si la atrofia de la sus- sencia de inflamación meníngea organizada lleva a tancia gris y de la sustancia blanca comparten pa- más daños y pérdida de neuronas. trones de distribución regional, Riccitelli et al [89] Aún no se comprende la pérdida lenta y conti- utilizaron la morfología basada en vóxel en pacien- nuada de axones, ni el aumento progresivo de la tes con EM remitente recurrente y sujetos contro- disfunción neuroaxonal. Entre las posibles causas les para obtener in vivo una descripción precisa de de desmielinización a largo plazo se sugiere una la distribución y comportamiento de la atrofia de la ‘malnutrición’ o un fracaso energético. Asimismo, sustancia gris y de la sustancia blanca. De este modo, se plantea la contribución de un proceso inflamato- observaron que, en pacientes con EM remitente rio sistémico al proceso de la neurodegeneración. recurrente, la atrofia de la sustancia gris y la sustan- Respecto a la afectación de la sustancia gris, se cia blanca presentaba diferentes patrones de distri- concluye que ocurre de forma temprana en el curso bución regional, con un predominio de afectación de la enfermedad, se relaciona parcialmente con las de la sustancia gris en las áreas anteriores y de la lesiones, predice la conversión del síndrome des- sustancia blanca en las posteriores. Estos datos su- mielinizante aislado, y correlaciona con la discapa- gieren diferentes mecanismos involucrados en am- cidad futura. Se considera una medida atractiva bos tipos de lesión. como resultado que se debería medir en los ensayos clínicos con EM, y se recomienda su evaluación con los fármacos actualmente disponibles. Conclusiones Las nuevas aportaciones en epidemiología revelan Bibliografía una posible relación entre la dieta y los cambios en 1. Ochoa-Reparaz J, Mielcarz DW, Begum-Haque S, Kasper LH. la microbiota intestinal, que podría favorecer la Gut, bugs, and brain: role of commensal bacteria in the control aparición de la EM por diferentes mecanismos mo- of central nervous system disease. Ann Neurol 2011; 69: 240-7. 2. Riccio P. The molecular basis of nutritional intervention in leculares involucrados en los procesos inflamato- multiple sclerosis: a narrative review. Complement Ther Med rios y autoinmunes de la enfermedad. Además, po- 2011; 19: 228-37. nen de manifiesto el efecto de la comorbilidad sobre 3. Marrie RA, Rudick R, Horwitz R, Cutter G, Tyry T, Campagnolo D, et al. Vascular comorbidity is associated with more rapid el pronóstico de la EM, cuyo reconocimiento y ma- disability progression in multiple sclerosis. Neurology 2010; nejo sería importante para elaborar programas de 74: 1041-7. riesgo con nuevos fármacos. La hipótesis de una in- 4. Munger K. Enviromental risk factors as triggers and co-factors for MS. 5th Joint Triennial Congress of ECTRIMS and ACTRIMS. teracción genética y ambiental quedaría expuesta Amsterdam, NL, October 2011. por la identificación de un elemento de respuesta a 5. Levin LI, Munger KL, O’Reilly EJ, Falk KI, Ascherio A. Primary la vitamina D en la región promotora del gen de sus- infection with the Epstein-Barr virus and risk of multiple sclerosis. Ann Neurol 2010; 67: 824-30. ceptibilidad a EM HLA-DRB1. 6. Handel AE, Williamson AJ, Disanto G, Handunnetthi L, La revisión de los datos actuales sobre insuficien- Giovannoni G, Ramagopalan SV. An updated meta-analysis cia venosa cerebroespinal crónica y EM concluye of risk of multiple sclerosis following infectious mononucleosis. PLoS One 2010; 5: e12496. que no existe evidencia de una relación causal en la 7. Munger KL, Levin LI, O’Reilly EJ, Falk KI, Ascherio A. patogenia de la enfermedad y, por tanto, no está in- Anti-Epstein-Barr virus antibodies as serological markers of multiple sclerosis: a prospective study among United States dicada ni la angioplastia venosa ni la implantación military personnel. Mult Scler 2011; 17: 1185-93. de stents en la EM. 8. Lucas RM, Ponsonby AL, Dear K, Valery PC, Pender MP, Los nuevos criterios diagnósticos facilitan los cri- Taylor BV, et al. Sun exposure and vitamin D are independent risk factors for CNS demyelination. Neurology 2011; 76: 540-8. terios de diseminación en tiempo, y las perspectivas 9. Munger KL, Levin LI, Hollis BW, Howard NS, Ascherio A. del alto campo pasan por detectar mejor las lesiones Serum 25-hydroxyvitamin D levels and risk of multiple corticales y medulares. La TCO se constituye como sclerosis. JAMA 2006; 296: 2832-8. 10. Willer CJ, Dyment DA, Sadovnick AD, Rothwell PM, una herramienta poderosa en ensayos de neuropro- Murray TJ, Ebers GC. Timing of birth and risk of multiple tección y, aunque la TCO basal carece de valor pre- sclerosis: population based study. BMJ 2005; 330: 120. dictivo, el espesor de la capa de fibras nerviosas de 11. Munger KL, Zhang SM, O’Reilly E, Hernan MA, Olek MJ, Willett WC, et al. Vitamin D intake and incidence of multiple la retina se correlaciona con atrofia cerebral. sclerosis. Neurology 2004; 62: 60-5. El papel de las células B en la patogenia de la EM 12. Lucas RM, Ponsonby AL, Dear K, Valery P, Pender MP, se ha descrito asociado a una función presentadora Burrows JM, et al. Current and past Epstein-Barr virus infection in risk of initial CNS demyelination. Neurology 2011; 77: 371-9. de antígenos, a una función reguladora y a un pro- 13. Cantorna MT, Hayes CE, DeLuca HF. 1,25-dihydroxyvitamin D3 ceso de maduración de dichas células en estructu- reversibly blocks the progression of relapsing encephalomyelitis, 688 www.neurologia.com  Rev Neurol 2012; 54 (11): 677-691
  • 13. Novedades presentadas en el XXVII Congreso del ECTRIMS a model of multiple sclerosis. Proc Natl Acad Sci U S A 1996; 34. Ramagopalan SV, Meier UC, Conacher M, Ebers GC, 93: 7861-4. Giovannoni G, Crawford DH, et al. Role of the HLA system 14. Spach KM, Hayes CE. Vitamin D3 confers protection from in the association between multiple sclerosis and infectious autoimmune encephalomyelitis only in female mice. J Immunol mononucleosis. Arch Neurol 2011; 68: 469-72. 2005; 175: 4119-26. 35. Sundqvist E, Sundstrom P, Linden M, Hedstrom AK, Aloisi F, 15. Mowry E, Waubant E, McCulloch C, Okuda D, Evangelista A, Hillert J, et al. Epstein-Barr virus and multiple sclerosis: Lincoln R, et al. Higher vitamin D levels are associated with interaction with HLA. Genes Immun 2012; 13: 14-20. the development of fewer T2- and gadolinium-enhancing 36. Gasca-Salas C, Gómez-Ibáñez A. 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