2. Hab í a una vez una tortuga tan miedosa, tan miedosa que viv ía siempre escondida debajo de un lindo arbol de naranjas sin importarle mucho la presencia de los amigables pajaritos y ardillitas que vivían con ella.
3. Todos los dias venia la due ň a del jard í n a regar sus flores, pero nunca se percato de la existencia de la tortuguita porque se escond ía muy bien debajo del naranjal.
4. Un buen dia paso un ni ň o cerca del jardin, y se enamoro inmediatamente de la tortuga. La tomo entre sus brazos con mucho cari ňo La pobre tortuguita mas asustada que nuncas decia: -Me han secuestrado, me han secuestrado-. pero ninguno de los animales podia oirla.Lamento en ese momento no haber expresado A sus amigos lo mucho que los apreciaba ya que queria a pesar de todo mucho a las Ardillas y a los pajaritos que viv ían con ella
5. Sin embargo, Pedrito queria mucho a la tortuguita y le ofrecia las mejores cayenas Del jardin. Pero, como ten ía tanto miedo del niňo se escondía dentro de su caparazón.
6. Entonces a Pedrito se le ocurrio una gran idea, sab í a de la existencia de un morrocoy cerca del arbol. Era medio solitario, y a veces se enterraba, y no volv ía dentro de meses. Pero decidió arriesgarse y acerco a la tortuguita al morrocoy, a ver si se animaba a sarlir del caparazón.
7. Sin embargo Manchitas, asi llamaba pedrito con cari ň o al morrocoy le dejaba siempre cayenas en el jard ín porque sabía que le encantaban, y el salía de su escondite a darse un banquete.
8. Entonces ocurrio lo increible. La tortuguita salio del caparaz ó n. Y con mas curiosidad que verg üenza se dijo: caramba ese animal es igualito que yo. No debe ser peligroso. El morrocoy se acerco a la tortuguita. Le parecio tan linda. Ten ía un lindo color esmeralda. La tortuguita y el morrocoy se hicieron muy amigos. Y el le enseňo donde se encontraban las cayenas y las hojas más suculentas del jardín. .
9. Pero no todo era seguro en el jardin. Un dia se acerco un perro a la pobre tortuguita para molestarla y qui én sabe que le haría. Pero no contaban con Manchitas. El Morrocoy ni corto ni perezoso le mordio la cola al perro. iY uds saben que ! Las mordidas de Morrocoy son muy dolorosas.
10. Desde ese momento la tortuguita se sintio m á s segura, y ya era m ás feliz, y no se sentía tan sola. Y descubrio un lindo mundo fuera de su caparazón. Por eso dicen que los amigos ayudan a vencer los miedos más grandes. Y colorin colorado este cuento ha terminado.
Notes de l'éditeur
Habia una vez una tortuga tan miedosa tan miedosa que se enscondia siempre debajo de un lindo arbol de naranjas, a pesar de que los pajaritos y las ardillas del jardin siempre querian compartir con ella.