2. La brújula es un instrumento utilizado para calcular la
orientación y el rumbo según los puntos cardinales.
La brújula fue inventada por los chinos en el siglo I, y luego
llevada a Europa por los árabes en el siglo XII. Fue creada
para orientar a los navegantes que atravesaban grandes
mares, cuando no existían radares ni otros instrumentos
que les permitieran saber si iban bien encaminados.
Hasta entonces, los navegantes usaban como referencia el
movimiento aparente del sol: sabían que sale por el este y se
pone por el oeste; y que teniendo el este a la izquierda, el
sur queda adelante y el norte, atrás.
La brújula siempre marca el punto norte, por lo tanto, con
ayuda de la brújula y de mapas, los marineros ubicaban el
lugar hacia el cual querían viajar.
3. La brújula
Cuando salimos de viaje sabemos cuál es nuestro origen (de
dónde partimos) y cuál será nuestro destino (adónde
llegaremos). Para orientarnos hacia ese sentido también
debemos saber hacia qué dirección o rumbo saldremos: ¿hacia el
norte?, ¿hacia el noreste?
La brújula es un instrumento que facilita la orientación: permite
determinar direcciones horizontales o rumbos, es decir que con
su auxilio podemos tomar la dirección deseada y encaminarnos
hacia el norte, hacia el este, hacia el noroeste...
Para calcular rumbos, la brújula cuenta con una rosa de los
vientos (también conocida como limbo), donde se representan
los puntos cardinales. Además, tiene un imán en forma de aguja
que gira sobre un eje y marca siempre el norte magnético (la
aguja imantada es atraída por el campo magnético del norte
magnético, que se localiza relativamente cerca del polo norte
geográfico).
A la brújula se la conoce, también, con el nombre de compás
magnético.
4. Las brújulas de ayer
Rosa de los vientos del mapa Novus XVII Inferioris Germaniae Provinciarum
Typus (mapa general de las diecisiete provincias de los Países Bajos), de 1608.
Las primeras brújulas consistían en una simple barrita de hierro, en contacto
con una piedra imán, que giraba sobre un eje e indicaba la dirección norte. La
barrita se introducía dentro de un recipiente con agua, para que flotara y, al
moverse con mayor libertad, la medición fuera más exacta.
Luego, la barrita se reemplazó por una aguja que podía girar sobre una rosa de
los vientos, marcando el norte.
Más tarde, esta aguja pudo mantenerse en equilibrio y girar con mayor
precisión, aun soportando los movimientos de un barco en el mar.
Para proteger las brújulas y poder utilizarlas con más comodidad, los
navegantes solían guardarlas en la bitácora, esto es, en una especie de caja
grande o armario ubicado en el puente, una plataforma sobre un lugar elevado.
Allí el timonel, es decir, el marinero que maneja el barco, podía observar estos
instrumentos sin dificultad e indicar la dirección correcta a seguir.
Algunas brújulas tienen otros usos. La brújula Luo Pan, inventada por los
chinos, relacionaba los símbolos y los anillos de la brújula con el horóscopo de
la persona.
5. ¿Cómo se usa?
Para orientarte utilizando una brújula tenés que seguir los siguientes pasos:
Colocá la brújula sobre una superficie plana (la palma de la mano o una tabla), para
permitirle a la aguja moverse libremente, y parate frente al objeto o el lugar al cual querés
dirigirte.
La aguja imantada comenzará a oscilar.
Al detenerse, la aguja imantada marcará el norte magnético . En ese momento, girá
lentamente la brújula hasta que el norte de la rosa de los vientos coincida con la punta de
la aguja. Por lo general esta punta es de color azul o rojo.
Imaginá una línea recta desde el centro de tu brújula hasta el objeto o lugar hacia donde
querés dirigirte. El punto hacia el que querés ir ¿hacia qué punto cardinal, lateral o
colateral está orientado? Los usuarios expertos, para definir el rumbo calculan la
cantidad de grados que existe entre el norte y el punto hacia el que se dirigen, en el
sentido de las agujas del reloj.
Siempre que quieras calcular distintas direcciones, recordá que es necesario:
Orientar correctamente la brújula sobre el mapa, con la flecha de dirección hacia el
punto de destino.
Orientar la flecha del norte del limbo hacia el norte del mapa.
Mantener quieta la brújula y no seguir un rumbo con la brújula en la mano, pues, en
movimiento, la brújula no encontrará el norte. Es necesario, entonces, dejarla quieta en
un lugar, identificar un punto de referencia y tomar la lectura.
Utilizar un mapa donde figure el lugar en el cual estés y el lugar al cual quieras ir puede
ser muy útil para orientarte.
6. Recomendaciones para conservar
tu brújula como nueva
Cuando no utilices la brújula, usá el seguro que tiene la
aguja para evitar que se mueva innecesariamente.
Nunca la lleves en los bolsillos con objetos metálicos,
como llaves o monedas, porque alteran la atracción
magnética y afectan su funcionamiento. Tampoco la
dejes cerca de motores o cables de luz.
No la golpees.
7. Glosario
Norte magnético: punto norte de atracción
magnética. Como la Tierra es un enorme cuerpo
magnético, las agujas imantadas señalarán el norte
magnético del planeta. Actualmente, está localizado
en el Mar Glaciar Ártico, cerca de Canadá, a 2.250 km
del norte geográfico. Sin embargo, no tiene una
localización fija: se desplaza, aproximadamente, 15 km
por año y no se sabe cuál es el motivo de este
corrimiento.
Norte geográfico: punto extremo que se encuentra
más al norte en la Tierra. Coincide con el polo norte.
Rumbo: dirección de un objeto con relación al norte,
se mide en grados y en el sentido de las agujas del reloj.
8. Notas
Rosa de los vientos
La rosa de los vientos es uno de los elementos
cartográficos más conocidos. En los antiguos mapas se
empleaba para señalar los puntos cardinales y las
direcciones de los vientos. Consta de 32 puntos o
direcciones, que resultan de las combinaciones
posibles entre los cuatro puntos cardinales.
De la rosa de los vientos salían numerosas líneas de
dirección que se entrecruzaban en diversos puntos del
mapa. Estas líneas eran una ayuda para los navegantes,
ya que les permitían navegar mar adentro empleando
solamente la brújula como referencia
9. Rosa de los vientos del mapa
Dominio veneto nell'Italia, de 1635.
10. Rosa de los vientos del mapa Terra
Firme at Novum Regnum
Granatense et Popayán, de 1630.
11. Rosa de los vientos del mapa Terra
Sancta quae in Sacris Terra
Promissionis olim Palestina, de
1629.
12. Puntos cardinales
Los puntos cardinales son cuatro rumbos fijos del horizonte, ubicados de tal
modo que dividen un círculo en cuadrantes. Ellos son Norte, Sur, Este y Oeste y,
en algunos gráficos, se abrevian con sus iniciales: N, S, E y O (para este último
también se usa la letra W, según la versión en inglés del término: West). Entre
cada punto cardinal hay 90 grados. El Norte es el más importante para
orientarse, ya que es el punto cardinal que se toma como referencia.
Como la orientación sería poco precisa sólo con 4 puntos, se han definido otros
cuatro entre los cardinales, que son llamados puntos laterales. Entre cada
punto lateral hay 45 grados. Los nombres de los puntos laterales se forman por
la combinación de los nombres de los puntos cardinales. Por ejemplo, entre el
Norte y el Este está el Noreste.
Para precisar aún más la orientación, se usan los puntos colaterales, que se
encuentran entre los cardinales y los laterales. Entre cada punto colateral hay
22.5 grados. Sus nombres deben formarse con el cardinal y el lateral más
próximos; por ejemplo, entre el Norte y el Noreste, se encuentra el Nornoreste
(NNE).
Para ubicar los puntos cardinales, basta saber que el sol, en su movimiento
aparente, sale por el este y se esconde por el oeste. Así, podrás ubicar el resto de
los puntos en cualquier lugar en el que te encuentres.