El documento describe el cinismo como una corriente filosófica que surgió en Grecia en los siglos III y IV a.C. y se caracterizaba por la sencillez y descaro en la vida. Menciona a tres figuras importantes del cinismo: Diógenes de Sinope, conocido por su estilo de vida perruno y burlón; Crates de Tebas, discípulo de Diógenes que era más amable; y Metrocles e Hiparquía, hermanos provenientes de una familia rica que se dedicaron a la filosofía cínica.