La policía de Los Ángeles presentó cargos por abuso infantil contra los padres de Genie, una niña de 13 años que mostraba problemas de lenguaje y desarrollo debido a aislamiento extremo. Genie fue puesta bajo la custodia de investigadores que notaron su comportamiento salvaje pero también sus habilidades sensoriales desarrolladas. Más tarde, una pareja le brindó asilo y le enseñó habilidades básicas aunque Genie no podía establecer relaciones lógicas o formar oraciones correctas. Problemas
1. En noviembre de 1970 la policía de los Ángeles -California- presentó cargos
por abuso infantil contra los padres de una niña de 13 años que
manifestaba serios problemas de lenguaje y taras motrices a causa de
aislamiento social. Su padre se había suicidado al ser descubierto y su
madre no disponía de los recursos necesarios para su manutención; El caso
fue seguido por la comunidad científica del momento. “Genie”, como la
llamaron los investigadores que se hicieron cargo de su proceso, tenía el
comportamiento de una “pequeña salvaje”, sin embargo, cautivaba por
su actitud de asombro frente a los fenómenos más comunes de la
naturaleza y por las extraordinarias habilidades sensoriales que había
desarrollado durante su encierro. Quien finalmente desistió de continuar su
educación tras notar el impedimento que tuvo el niño para establecer
relaciones lógicas. Aquel documental planteó interrogantes como: ¿Qué
nos hace humanos?, ¿Qué distingue al hombre de los animales?; y el
descubrimiento de Genie,
Genie al punto que hubo discusiones sobre cómo educarla. Una pareja
conyugal conformada por un psicólogo y una especialista en desarrollo
humano le brindó asilo. Sus nuevos padres sustitutos, junto con la
psicolinguista asignada al caso, le enseñaron a realizar desde rutinas
básicas de aseo hasta comunicarse por lenguaje de señas y comprender
imágenes. Si bien las pruebas psicológicas anuales mostraron que había un
avance en su cognición (podía unir oraciones simples para expresar sus
sentimientos y usar el lenguaje para describir eventos del pasado), Genie
no era capaz de relacionar palabras en un orden gramatical adecuado,
conformando oraciones irracionales. La situación de Genie se complicó
aún más: un grupo de abogados generaría demandas sobre su potestad y
la agencia del gobierno suspendió la inversión por supuestas
ambigüedades científicas. La pareja de especialistas se vio obligada a
dejarla ir y comenzó a rodar de hogar en hogar; le dieron malos tratos y la
castigaron. Esto sucedió aproximadamente a los cinco años. Desde
entonces Genie decidió no volver a hablar con nadie y lo último que de
ella se sabe es que vive en un centro de cuidado para Adultos en el sur de
California.
Claudia Arisbeth González Espejo claudiiaarisbeth@gmail.com FaceBook: clauu arizbeth González