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Sobrepeso y obesidad canina
El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación excesiva de grasa en el cuerpo. Es un
problema médico importante con graves implicaciones para la salud. El excesivo aumento de peso
puede afectar gravemente a la calidad de vida del animal, generar otras enfermedades y reducir la
esperanza de vida de este. El tratamiento consiste en la adaptación de la dieta, la introducción de
cambios de hábitos y una terapia médica.
Factores de riesgo.
En el animal de compañía el aumento de peso se debe a un desequilibrio entre la ingesta y el consumo
energéticos (calóricos), casi siempre a causa de un consumo excesivo de alimento unido a una
cantidad insuficiente de ejercicio (vida urbana). Los hábitos alimentarios y de conducta pueden
contribuir a la obesidad: alimentación "a demanda", número de comidas, sobras de la mesa, “premios”
porque el animal los pide, comida adicional que le dan otros miembros de la familia, dieta rica en
grasas o en energía, alimento barato y de mala calidad.
Otros posibles factores predisponentes son:
Raza (factores genéticos). Con frecuencia afecta a las siguientes razas caninas:
retrievers (labrador, golden), beagle, basset hound, cócker spaniel, teckel ("perro
salchicha"), collie, pastor alemán y terrier.
Esterilización o castración: se produce un cambio hormonal y metabólico que
favorece la ganancia de peso u obesidad en los animales. También se dan cambios
de comportamiento, disminuyendo la actividad y volviéndolos mas tranquilos. La
alimentación es importante, ya que debe adaptarse a las demandas de estos
animales.
Sedentarismo: debido a la falta de tiempo por parte del propietario, o la falta de
espacio apra que el animal desarrolle sus actividades es causa de sobrepeso y
obesidad.
Edad: es más probable que la obesidad afecte a los perros de más de 4 años, esto
se debe a un cambio en el comportamiento ( sedentarismo) y en las funciones
metabólicas normales. En este caso la dieta también debe ser adaptada para que el
animal logre ingerir mayor cantidad de nutrientes y menos grasas.
Enfermedades subyacentes: como las endocrinas (hiperadrenocorticismo,
hipotiroidismo) o las que limitan la actividad física (artrosis, afecciones
respiratorias y/o cardiovasculares).
Medicamentos: La progesterona, los corticoides y los anticonvulsivantes pueden
provocar polifagia.
Diagnosis.
Si el propietario sospecha que su animal ha experimentado un aumento de peso, deberá llevarlo al
veterinario para que este valore su condición física, así como la posibilidad de que presente alguna
enfermedad subyacente o precise perder peso. Es esencial controlar sistemáticamente el peso y el
índice de condición corporal de los perros que son llevados a la consulta para la vacunación o una
revisión general, a fin de comprobar que no están ganando más peso del normal; también deberán
llevarse a cabo estos controles en los perros que sufran cualquier enfermedad concomitante que
predisponga al sobrepeso, como artrosis, cuadros cardiorrespiratorios, enfermedades endocrinas, etc.
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La valoración objetiva de la obesidad es fundamental para determinar su grado, el objetivo de pérdida
de peso y el progreso hasta conseguirlo. También se necesita una evaluación física completa del perro
para descubrir cualquier enfermedad concomitante que la obesidad pudiera complicar.
El diagnóstico de la obesidad canina puede consistir en un simple cálculo del porcentaje sobre el peso
óptimo (ideal). La obesidad se define como: exceder el peso ideal en un 20% o más. Se considera que
un perro tiene sobrepeso, si supera entre un 5% y un 20% su peso ideal. Probablemente el método
más habitual para diagnosticar la obesidad sea medir el índice de condición corporal (ICC). El ICC se
basa en una valoración visual hecha por el veterinario o el ATV, con palpación del tórax, la cintura y
las apófisis espinosas, para decidir la puntuación adecuada. Actualmente este es el método más
utilizado en clínica. Existen dos sistemas muy utilizados, basados en una escala de 5 o de 9 puntos. En
el sistema de 5 puntos, el 3 se considera normal, el 4 sobrepeso y el 5 obesidad. En el sistema de 9
puntos, el 6 se considera ligero sobrepeso, el 7 sobrepeso considerable, el 8 obesidad y el 9 obesidad
mórbida. Un perro con un ICC de 6-9 es un buen candidato para un programa de pérdida de peso
controlada. Otros métodos, como la absorbimetría dual con rayos X (DEXA), proporcionan una mejor
evaluación de la masa grasa del perro. Sin embargo, requieren un equipo especializado y hay que
anestesiar al perro, por eso se utilizan fundamentalmente en investigación y no en la clínica.
Regulación del apetito.
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Todos nos hemos preguntado alguna vez ¿Qué
mecanismos regulan el apetito? Una sustancia
llamada colecistoquinina que contrae el
píloro, hormonas como la Ghrelina que estimula el
apetito, unos nervios situados en el estómago que
informan a nuestro cerebro se ha consumido el
suficiente alimento, etc. son mecanismos de
regulación del apetito a corto plazo, muy complejos,
que podemos alterar ligeramente de forma voluntaria
y aunque nuestro “centro de la saciedad”, situado en
el hipotálamo, reciba estímulos de que hemos comido
bastante, algunos animales pueden obviar esos
estímulos y seguir comiendo con lo que pueden ganar
peso con facilidad.
Mecanismos de regulación del apetito.
Hay varios mecanismos que regulan la ingesta de
alimentos, como:
Cuando un animal ingiere alimentos, el estómago se dilata y estimula
unos nervios situados en sus paredes que trasmiten información al
hipotálamo. Concretamente a una zona llamada centro de la
saciedad que es el encargada de indicarnos que ya hemos comido
bastante.
Esos nervios son como un tendido eléctrico que llevan la señal al
centro de la saciedad.
El apetito también se regula a corto
plazo con la llegada al centro de la
saciedad, a través de la sangre, de la
glucosa y los
aminoácidos procedentes de la
digestión de los alimentos.
Desde no hace mucho tiempo, se conoce la existencia de una hormona
llamada ghrelina que estimula el apetito, por eso se dice que tiene
efecto orexígeno, y actúa en el hipotálamo. Cuando estamos en ayunas
aumenta su producción, y cuando el animal come disminuye su
síntesis.
Por último, los alimentos contenidos en el estómago e intestino
estimulan la liberación de una sustancia llamada colecistoquinina
que contrae el píloro, lo que provoca un retraso en el vaciamiento del
estómago y aumenta la duración e intensidad de las señales que llegan
al centro de la saciedad
Patogenia de la obesidad y el sobrepeso.
La patogenia exacta de la obesidad y el sobrepeso desconocen; las investigaciones sugieren que se
trata de un desbalance entre la ingestión y el gasto de energía, equilibrio controlado por factores
neurológicos, fisiológicos, metabólicos y hormonales. Es así como, el organismo requiere de la energía
para realizar todas sus funciones; esta energía se denomina energía metabólica basal que depende de
la masa corporal libre de grasa, la edad, el sexo, las hormonas tiroideas, y la genética, específicamente,
la raza del animal. El exceso de energía no necesaria para todas estas funciones se acumula en el tejido
adiposo en forma de ácidos grasos, que a su vez constituyen la forma más efectiva de almacenar o
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conservar la energía sobrante, ya que de esta forma se almacena 2,25 veces más energía por unidad de
masa que las proteínas o los carbohidratos.
Enfermedades asociadas con la obesidad y riesgos para la salud animal.
La salud y la longevidad se ven afectados por los depósitos excesivos de grasa en el cuerpo. Las
enfermedades asociadas con la obesidad o que la obesidad exacerba, incluyen desordenes ortopédicos
traumáticos o degenerativos, enfermedad cardiovascular que se manifiesta con insuficiencia cardiaca
congestiva, intolerancia al ejercicio y al calor, predisposición a la diabetes mellitus, hipertensión,
hiperlipidemias, carcinoma de células transicionales en vejiga y compromiso de la función inmune.
Por otra parte, la obesidad y el sobrepeso aumentan el riesgo de sufrir tumores mamarios, y esto
relacionado no solo con la obesidad sino con el consumo de comida casera y de carnes rojas. La
obesidad causa disfunción mecánica de las vías aéreas, e incrementa la resistencia durante la
inspiración y la espiración con ausencia de hipoxemia1. Además, la obesidad se ha relacionado con un
factor de riesgo alto para el desarrollo de colapso traqueal y parálisis laríngea, y agudiza el síndrome
del perro braquicefálico. El exceso de grasa y sus depósitos fueron considerados fisiológicamente
inertes, pero ahora se conoce que son activos en la producción de hormonas tales como leptina y
resistina, y algunas citoquinas; la mayor preocupación es la producción de citoquinas inflamatorias
como el factor necrosante de tumores (TNFα), la interleuquina 1-beta (IL-1β), y la proteína C reactiva.
Investigaciones recientes involucran a estas citoquinas con el posible incremento de la inflamación de
las vías aéreas de pacientes obesos.
El rol endocrino del tejido adiposo.
El tejido adiposo tiene una función endocrina que produce varias hormonas. La leptina, una
adipoquina, actua sobre el hipotálamo disminuyendo la ingesta de alimentos, e incrementa el
consumo de energía.
Cuando el tejido adiposo disminuye, como en un periodo de ayuno, disminuye la leptina y se dispara
una señal que estimula el apetito para elevar los niveles energéticos. La leptina actúa junto a la
insulina en el hipotálamo, indicando saciedad. Este es el circuito central. El animal obeso a pesar de
tener mas leptina circulante, no presenta señal de saciedad, ya que se crea resistencia a la acción de
leptina e insulina.
La Ghrelina es un péptido estomacal que se sintetiza cuando el estomago disminuye su tamaño,
indicando que hay que comer. Se deja de producir si el estomago esta lleno; este es el circuito
periférico. El obeso tiene el estomago dilatado y necesita comer más para sentir saciedad.
La adiponectina aumenta la sensibilidad y la respuesta a la insulina en tejidos como hígado, musculo
esquelético y tejido graso. Sus niveles en sangre son inversamente proporcionales al índice de masa
corporal y al porcentaje de grasa corporal. Esto predispone a diabetes mellitus.
Tratamientos farmacológicos para el problema de sobrepeso y obesidad.
Recientemente han aparecido en el mercado fármacos para el tratamiento de la obesidad canina, sin
embargo no existe en realidad uno especifico. Algunos de ellos mejoran la acción de la insulina, otros
inhiben el crecimiento o destruyen a los adipocitos, disminuyen el apetito, inhiben la síntesis de TG.
Todos aquellos fármacos que puedan ser utilizados no son mas que un complemento a la dieta y el
ejercicio rutinario.
Dentro de los más usados encontramos a:
6. 5Fármacos Presentación
Gemfibrozilo:Seusa para inhibir la síntesis de TG y
estimular la beta – oxidación. Como efectos adversos se
puede presentar dolor abdominal, vomito y diarrea. La dosis
utilizada es de 200mg por 24hs en caninos y de 10mg/kg
cada 12 hs.
Metformina:Inhibe la gluconeogenesis mejorando la
sensibilidad periférica de la insulina. Actúa favoreciendola
acciónde la leptina a nivel del hipotálamo, disminuyendo el
apetito. Mejora la síntesis de TG.
Las reacciones adversas que se pueden presentar son
intolerancia gástrica, vomitos y diarrea. Está contraindicado
en pacientes con patología renal.La dosis indicada en
caninos es de 10 a 20mg por kilode peso. Se divide la dosis
en una comida diurna y una nocturna. La terapia dura de 1 a
2 años.
Vildagliptina:Péptidosimilar al glucagon, mejora la acción
de la insulina en los tejidos, normaliza la gluconeogenesis y
síntesis de TG. Favorecela actividad de la GLP1 (incretina) al
inhibir al inhibidor de la GLP1estimulando la secreción de
insulina durante la ingesta.
Mitratapidaydirlotapida:Actúanbloqueando la fijación
de la apolipoproteína B (ApoB-48) a los triglicéridos. De esta
manera, se reduce el transporte lipídico hacia el sistema
linfático,torrente sanguíneo y, en consecuencia,a tejidos y
órganos. Elprincipal efectode estos fármacoses un aumento
de la sensación de saciedad del animal, lo cual limita su
interés por la obtención de alimento más allá de su ración y
permite controlar los problemas de comportamiento
asociados al apetito (coprofagia, begging, revolverentre
basura, escarbar, ladrar…).
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Conclusión:
Como pudimos observar, la obesidad canina es una patología de gran importancia que afecta a gran
parte de la población canina. Teniendo en cuenta los conocimientos actuales, podemos valorizar una
enfermedad que conlleva numerosas y graves consecuencias para la salud del animal si este no es
controlado y/o tratado en su debido momento y en la forma adecuada.
Se ah comprobado que la prevención resulta muy difícil, por ello el veterinario debe desarrollar un
enfoque sistemático, teniendo en cuenta la alimentación, desde el punto de cuantitativo y cualitativo,
asi como los demás factores ambientales, genéticos y hormonales. De hecho la colaboración e
implicación del propietario determinara el éxito o fracaso del tratamiento indicado y el posterior
mantenimiento del peso del animal.
Estatinas:mevastatina, lovastatina, rosuvastatina, etc. Estos
fármacos son inhibidores de la enzima hidroximetilglutaril-
CoA reductasa, una de las enzimas responsables de la
biosíntesis hepática del colesterol.Aumenta la expresión de
receptores de DLD en las células, disminuyendo la lipemia.
En caninos, la lovastatina se recomienda en dosis de 10 a 20
mg vía oral, cada 24hs, pero se contraindica en pacientes con
insuficiencia hepática.