El documento discute cómo la enseñanza de la historia debe cambiar de un enfoque memorístico a uno participativo donde los estudiantes aprenden sobre la vida social de su comunidad y desarrollan un sentido de cooperación. También explora cómo las vivencias e intencionalidades son fenómenos determinantes de la percepción según Husserl, y cómo entrevistas y testimonios pueden ser fuentes para estudiar el pasado. Finalmente, señala que los maestros deben ser capaces de generar cambios y adaptarse rápidamente para satisfacer las necesidades de