SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 166
Descargar para leer sin conexión
I .as I leras, Antonio.
Manual de PsicologíaJunguiana. - laed. -BuenosAires:Trama,2008.
228 p.; 23x16 cm. (Psykhopómpos)
ISBN 978-987-21314-2-5
1. EnsayoArgentino. I. Título
CDD A864
© by Antonio Las Meras para Editorial Trama
Campana 3238. piso 5
(1417) Ciudad Autónoma de BuenosAires.
República Argentina
www.antoniolasheras.com.ar
www.jung-argentina.com.ar
info@jung-argentina.com.ar
Autor: Dr. Antonio Las Meras
Texto establecido por: Lie. Silvina Laura Mazal. (Psicóloga. UBA)
Área técnica: Viviana Griselda del Río
Diseño de tapa: Roxana Lanzilotti
Foto del Dr. Las Meras: Nacho Gatto
Agradecemos la asistencia de Mariano Las Meras
Se prohibe la reproducción total o parcial de este libro, a través de medios
ópticos, electrónicos, químicos, fotográficos o de fotocopias, sin la previa
autorización por escrito del autor.
LA FOTOCOPIA DE LIBROS ES UN DELITO
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723
Impreso en la Argentina / Printed inArgentina.
M a n u a l de
P s i c o l o g í a
J u n g u i a n a
INTRODUCCIÓN
• Principales conceptosdistintivos de la Psicologíadelos
Arquetipos desarrollada por Cari Gustav Jung.
• LoInconsciente Colectivo.
• Eluniverso onírico.
• Origen y función de las neurosis.
• LosComplejos.
• Eltrabajo psicoterapéutico.
• Individuación: aspiración delanálisisjunguiano.
• LaPsicología Junguiana en laArgentina actual.
Manual de Psicología .lunguitinii
Principales conceptos distintivos de la Psicología de
los Arquetipos desarrollada por Cari Gustav Jung
Entre los nacidosen Occidentedurante el Siglo XX. Cari Gustav
Jung (Suiza,n. 28/7/1875; f. 6/6/1961) es una de las personalidadesmás
fascinantes. Médico psiquiatra, pilar de la moderna Psicología de lo
Inconsciente, antropólogo, políglota,experto en esoterismo, Filosofía,
Historia y Arqueología; investigador de la Alquimiay la simbología,
estudioso de la Astrología, convencido del status científico de la
Parapsicología, interesado en el fenómeno ovni y autor de poesía.
Una aproximación a las variados y enigmáticos temas humanísticos
que interesaron al sabio suizo la tendremos recordando que
«Psicopatología de tos llamados fenómenos ocultos» (1899) es el
título de su primera obra, tesis con la que se doctoró en Medicina. Se trata
de una investigación sobre cierta muchacha -prima suya-que oficiabade
médium en sesiones espiritistas, muy de moda por aquel entonces. «Sobre
las cosas que se ven en e! cielo», fue su último libro, publicado un año
antes de su muerte. Analiza allí aspectos psíquicos que pueden extraerse
de los testimonios sobre apariciones de ovnis. (*).
«Siete sermones para los muertos» es un libro de poemas, escrito
en latín durante sujuventud, producto de momentos de intensasirrupciones
urquetípicas a su Consciencia que le produjeron inusuales estados
espirituales.
Pero sin dudas, lo más conocido sobre el Maestro de Zürich es el
tema de lo Inconsciente Colectivo. Pero, ¿Qué es lo Inconsciente
Colectivo?
(*) La primera edicióncastellana fue hecha por Sur, legendario sello propiedadde
Victoria Ocampo.
1 1
Anlonio Las I leías
Lo Inconsciente Colectivo
Freud produjo acertadamente la idea de «lo inconsciente» en
reemplazo del tradicional«subconsciente» utilizadodurantesiglos. Aceptar
la existencia de una subconsciencia significaba suponer que ésta tiene una
relación de dependenciacon lo Consciente. La lúcida visión freudiana
permitió entender que la cuestión es a la inversa. Ese aspecto profundo
del psiquismo - bautizado inconsciente -esloque establece la conducta
humana y poco puede hacer el mundo consciente al respecto.
Lo inconsciente,al momento del nacer el individuo, es sólopotencia,
esbozo, algoque habrá deformarse,paulatinamente, con-principalmente -
emociones, sentimientos, sueños, recuerdos, frustraciones, realizaciones,
éxitos, tristezasy alegrías.
Las investigaciones de Jung sobre mitología universal y análisis de
miles de sueños, lo llevaron a proponer la existencia de dos aspectos
inconscientes. Lo «InconscientePersonal»,bastante similaralinconsciente
freudiano, y lo «Inconsciente Colectivo», raíz y esencia del alma humana.
A diferencia del resto de la psique, este aspecto es inconsciente en todo
su sentido y se encuentra plenamente constituido al momento del
nacimiento.
Lo Inconsciente Colectivo está constituido cual si se tratara de
lechos secos de antiguos ríos (las estructurasarquetípicas) que, de vez en
vez, reciben agua (los arquetipos) y, entonces, se manifiesta. Estas
estructuras son el resultado de los momentos emocionales esenciales y
fundantes de la Humanidad.Allí está la arquitectura de los arquetipos que,
luego, cada civilización, en todos los tiempos, dará a luz: Dios, lo
Demoníaco, el Bien, el Mal, el miedo a la oscuridad, el Héroe, el Anciano
Sabio, la Diosa, la Doncella y tantos otros. Jung describió algunos
arquetipos muy peculiares,como el Ánimus, aspecto psíquico masculino
que, originadoen lo Inconsciente Colectivo,habita en el psiquismo de la
mujer, y el Ánima, aspecto psíquico femenino del varón.
En «SímbolosdeTransformación», uno de sus libros fundamentales,
Jung aclara que «... no he descubierto un rasgo hereditario propio de
12
Manual de Psicología
una raza, sino un carácter humano universal. No se trata de
representaciones mentales innatas, sino de una disposición funcional
a emitir las mismas ideas o ideas muy semejantes. Llamé,
posteriormente, arquetipo a semejante disposición».
El universo onírico
En Psicología Compleja existe una precisa clasificación que
diferencia los sueños compensatorios de los no compensatorios. Elanálisis
de lossueños, através delmétodo deamplificación - creado porelmismo
Jung-revistegran importancia en labúsqueda por desentrañarel psiquismo.
Los compensatorios coincidenen su descripción con el Psicoanálisis
freudiano. En cambio, los no compensatorios incluyen los arquetípicos,
anticipatorios, traumáticos,proícticos yparapsicológicos.
El primer sueño relatado en análisis suele mostrar, habitualmente,
una visión del problema en cuestióny un esbozo de la forma en que habrá
de resolverse. «Dime lo que sueña un hombre y te diré lo que es»,
afirma un proverbio árabe.
Para su análisis la Psicología Junguiana propone un trabajo activo
por parte del soñante; de manera que la interpretación surja de éste. En
el mejor de los casos, el analista realizará una tarea de mutua colaboración
y reflexión conjunta; pero nunca será quien imponga una idea. Para que
esto resulte más viable, Jungrecomendaba llevar un cuaderno donde anotar
todo recuerdo onírico y que, una vez avanzado el trabajo analítico, fuera
el consultante mismo quien realizara las interpretaciones, que serían
profundizadas en la sesión.
«En cuanto me esposible - aclaraba Jung - nointerpreto jamás
un sueño por sisólo. Por regla general un sueño pertenece a una serie.
Lo mismo que en lo consciente reina una continuidad, prescindiendo
del hecho de que es periódicamente interrumpida por el sueño, igual
hay quizá también una continuidad en los procesos inconscientes
incluso más estricta que en losprocesos del consciente».
A l l l o m o l.;is I li'l'iis
Origen y función de las neurosis
Jung aceptaba que en los orígenes de la Humanidad, cuando lo
animal prevalecíaen el hombre,la libidofue sexual. Pero, conformenuestra
especie fue diferenciándose más y más de los animales, esa energía fue
modificándose hasta la actualidad, por lo que aquella carga instintiva
desapareció casi totalmente. De manera tal que la Psicología Compleja
denomina «libido» a la energía psíquicaen sí misma sin otorgarlecorrelato
alguno con lo sexual. «Protolibido desexualizada» la denominará Jung.
Explica el suizo que «la causa de las neurosis estriba
fundamentalmente en una incapacidad para resolver un problema
actual, siendo una actitud mental que puede hacerse permanente y
agudizarse más y más- cada día».
La Psicología Junguiana encuentra en las neurosis, además de
aspectos negativos,el hecho positivode que en ellas se pueden encontrar
las semillasde nuevas posibilidades de desarrollo personal. Por otro lado,
las causas de las neurosis no están únicamente en el impulso sexual o los
deseos de poder, sino en el impulso cultural y las necesidades espirituales
que adquieren gran importancia en la segunda mitad de la vida. Aquello
que provoca las neurosis no deberá buscarse, exclusivamente, en el pasado
del individuo sino - particularmente -ensupresente; pues esenelahora
donde su libido no está consiguiendo que la persona supere determinados
obstáculos que lo llevarían a un nuevo estado de desarrollo que su
Consciencia anhela.
Los Complejos
El concepto de «complejo», inmediatamente adoptado por el
psicoanálisis y tan popularizado,es un hallazgojunguiano. Complejo se
denomina a una manifestación que acontece en lo Inconsciente Personal,
cuya raíz se encuentra en lo Inconsciente Colectivo y que requiere la
inía-vención de un fenómeno de represión para producirse.Expresa Jung
que lales complejos «...brotan del inconsciente e invaden la mente
Millllltll tic Psicología .
consciente de obsesiones e impulsos desconcertantes e
inexpugnables es un error deplorable considerar lapsique humana
como algo meramente individual y estudiarla tan solo desde unpunto
de vista personal. Semejante explicación nopuede admitirse, sino en
lo que respecta a las relaciones y quehaceres cotidianos y ordinarios
del individuo». En sus conferencias,cuando alguien preguntabasobre los
complejos que uno tiene, Jung interrumpía diciendo: «Uno no tiene
complejos... los complejos lo tienen a uno».
El trabajo psicoterapéutico
El análisisjunguianosehace cara a cara frente al analista.Igualmente
puede convenirserealizar la sesión caminando por un parque o modificar
el tiempo de la misma. Algunas sesiones pueden convertirse en amenos
diálogos y otras estar constituidaspor actividades vivenciales, como la
imaginación activa, de modo que puedan lograrse determinadas
sensaciones, emociones y sentimientos; todo enriquecedor en la búsqueda
por conseguir la «individuación» (que nada tiene que ver con
«individualidad»), meta del análisis creado por el sabio suizo.
Jung atendía a cada uno de sus consultantes de acuerdo a la situación
específica del mismo y su proyecto de vida, partiendo de la base de que
no hay dos seres iguales. El trabajo se hacía de manera flexible. Jung
entendía que las «técnicas previamente establecidas» (asociación libre,uso
del diván, etc.) eran más un obstáculo que una ayuda. Cuando el tratamiento
parecía estancarse, Jung daba a su consultante tres posibilidades para,
juntos, elegir una: dar por terminado el trabajo analítico,hacer confeccionar
una carta natal del analizado o consultar el I Ching (Libro de las
Mutaciones). Estas conductas, que le valieronel sobrenombre de «Mago
de Zürich», muestran su tendencia a utilizar, en la indagación del espíritu,
lodo lo que consideraba apropiado y no solamente lo que launiversidad
le había enseñado o aquello que estaba establecido por los usos y
costumbres, sino igualmente lo aprendido a través de otras maneras de
indagar el Universo y conocer sus leyes, como es el esoterismo.
Amonio Las Unas
I ',s inlcivsunte señalar que Jung no usaba la expresión «pacientes»,
< Kvia en cambio - «la gente que trabaja conmigo»con claracoincidencia
con el hecho de que el entrenamientoanalítico implica responsabilidady
compromiso de ambas partes. Es un trabajo de rol activo para dos
protagonistas.
Individuación: aspiración del análisis junguiano
La «individuación» o integraciónde los opuestos que conformanla
psique es la aspiración del análisisjunguiano.
Lograr individuarse es conseguirel estado particularde amplificación
de la Consciencia que permiteque todos los aspectos del psiquismo se
relacionen armónicamente.
Cada persona puede buscar este estado, teniendo en cuenta que la
individuación en sí misma esmásunabúsqueda - unode cuyos senderos
es el análisisjunguiano - que una concreción posible. Jung expresaba que,
a sujuicio, Jesús y Buda habían conseguido esto y que, tal vez, otros sólo
obtuvieron su individuación después de la muerte.
La vida humana tiende hacia una finalidad y las neurosis tienen por
objeto impedir alcanzarla. Una neurosis obsesiva detiene el curso de la
vida haciendo que la Consciencia del individuo apenas le permita algunas
consideraciones sobre situaciones futuras que, en verdad, le son posibles.
Los síntomas depresivos, en cambio, disuelven toda inquietud por el
presente poniendo un acento exacerbado en el pasado conlo que- ala
vez - anulan todo interés por el futuro diluyendo la idea de imaginar
proyecto alguno. Otra forma de impedir esta natural evolución hacia la
concreción del «proyecto trascendente de vida» es cuando casi todo el
interés queda puesto en los problemas de la vida cotidiana, lo que hace
que igualmente no se produzca la requerida «mirada hacia delante».
El análisisjunguiano esun entrenamiento (término más adecuado que
el de «tratamiento»)tendiente a conseguir que el consultante disuelva esos
esquemas deconducta queperturban o impiden - según laintensidad de
cada caso - la realización de aquellas acciones que son necesarias para
que los deseos positivos de vida tengan concreción.
La Psicología Junguiana en la Argentina actual
En la actualidad,la PsicologíaJunguiana,Compleja, Profunda o de
los Arquetipos - como sesuele denominar alresultado desutrabajo -
muestra un marcadoincrementoen el interésde los trabajadores enciencias
humanísticas de América y Europa. Argentina no ha escapado a este
fenómeno: particularmente a partir de 1981 en que tuvieron lugar en
Buenos Aires las PrimerasJornadas Argentinasde PsicologíaJunguiana
(**) a la que asistieron alrededor de dos centenares de personas entre
psicólogos, médicos, antropólogos, filósofos, escritores yestudiantes.
Algunos años más tarde se realizaron las Segundas Jornadas Argentinas
de Psicología de Jung (***). A partir de entonces, el estudio de la
Psicología Junguianacomenzó a hacerse frecuente en las universidades
argentinas, sobre todo después del Primer Congreso Argentino del
Pensamiento Junguiano(****) realizadoen 1985. En la actualidadCari
Gustav Jung ha dejado de ser un desconocido para los estudiantes de
Psicología y Medicina. O, solamente, ese discípulo de Freud que se peleó
(**) Las Primeras Jornadas Argentinas de Psicologíade Jung se realizaron enjunio
de 1981 en el auditorio cedido por la LibreríaEspañolaubicada en uno de los sitios
más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires: calle Florida casi Plaza San Martín.
Fueron sus autoridades: Prof. Abraham Haber (Presidente), Prof, Dr.Vicente Rubino
(Vicepresidente) y Prof. Dr.Antonio Las Meras (SecretarioGeneral).
(***) Las Segundas Jornadas Argentinas de Psicología de Jung fueron organizadas
por el Instituto de Ciencias del Hombre (hoy Instituto Humanístico de Buenos
Aires), los días 14 y 15 de julio de 1984 y tuvieron lugar en el ámbitode laSociedad
Científica Argentina, Fue electo presidente de las mismasel Prof. Dr.Antonio Las
Heras, Hubo tres mesas redondas y 17 exposiciones, destacándosela de Lakhan
Lal Mehrotra, entonces Embajador de la India en la Argentina, titulada «Carta a
Jung sobre Hinduismo».
(****) El Primer Congreso Argentino del Pensamiento Junguiano (1985) fue
presidido por el Prof. Dr. Antonio Las Herasy realizado en las Salas Ay B del Centro
Cultural Gral. San Martín. El acto inaugural consistió en la lectura de un breveensayo
de Ernesto Sábalo sobre la vigencia de C. G. Jung y palabras - entre otros - del
Secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires Dr. PachoO'Donnelly del Prof.
Dr. Diego Zabaleta en representación de la Academia Nacional de Medicina que
auspició el encuentro.
17
Amonio I,as
con el padre del Psicoanálisis y que tenía «ideas raras».Atrás quedaron
los tiempos en que, como relató el Prof. Dr. Aldo E. Imbriano en el
encuentro de 1985, ni siquiera había oído hablar de Jimg cuando estudiaba
Psicología Médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de
Buenos Aires.
El 21 dejunio de 2005, coincidiendo con el Solsticio de Invierno.
se fundó laAsociación JunguianaArgentina (AJA); institución que alberga
a gran parte de los profesionales que se dedican a la investigación,
promoción, atención clínicay difusión del pensamiento junguiano en la
Argentina. Desde su creación, la AJA ha realizado cada año un Congreso
anual: el Congreso ArgentinoAnual «Cari G.Jung». con laparticipación
de los mayores exponentes del campo junguiano de laArgentina y del
exterior. Estos eventos contaron con el auspicio de la Embajada de Suiza
en laArgentina siendo, el tercero, declarado de interés Culturaly Científico
por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(*****). Asimismo la AJA realizajornadas, cursos, ateneos clínicos,
seminarios y,actualmente está en ejecución el primer curso de formación
de posgrado deAnalistas Junguianos del país. Los miembros de laAJA
también han sido invitados a disertar en diferentes ámbitos académicos,
(*****) El Primer CongresoArgentino Anual «CarlG. Jung» se realizó en la Sociedad
Científica Argentinadel 14 al 16 de septiembrede 2005; el segundotuvo lugar del
10 al 12 de noviembre de 2006 en las instalaciones del Centro Cultural Arturo
Jauretche; y el tercero sesionó del 13 al 15 de septiembre de 2007 en el MuseoRoca;
todos ellos en el ámbito de la Ciudad de BuenosAires. Fueron sus auspiciantes: la
Embajada de Suiza en la Argentina (contando en los actos de apertura con las
palabras de laAgregada Cultural de esta Embajada, Isabelle Petersen-Mauhourat),
la AsociaciónMédicaArgentina, la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), la
Fundación ACTA, la Fundación El Libro, la Asociación de Formación e
Investigación en PsicologíaAnalítica (APIPA), la Fundación Praxis Freudiana, la
Asociación Argentinade Ciencias Psicofisíológicas, la Editorial Trama,el Instituto
Humanístico de BuenosAires,el Taller Escuela Kríptos y el periódico«Junguianos
de la Argentina». El congreso del año 2007, como mencionamosantes, fuedeclarado
de Interés Culturaly Científico por la Legislaturade la Ciudad AutónomadeBuenos
Aires, lo que indicael profundo y significativo valor que se le otorga actualmente
a la difusión de! pensamiento y la obra de Cari (1 Jung en la Argentina.
científicos y culturales, como lo son el Hospital Borda, la Asociación
Argentina de Psiquiatría (interviniendo en sus Congresos Anuales
Internacionales), la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, la
l Inivcrsidad del Salvador, la Sociedad Científica Argentina; entre otras.
I ,a Comisión Directiva de la AJA está constituida por los siguientes
miembros fundadores:
Presidente Honorario: Dr. Vicente Rubino (Doctor en Medicina,
l IBA. Doctor en Psicología, UAJFK).
Presidente: Dr.Antonio Las Heras (Doctor en PsicologíaSocial,
l IAJFK, Gran Cruz Kennedy, 1998).
Vicepresidente: Dr. RodolfoFischer (Médico Psiquiatra.LIBA. Ex
Jefe Servicio 17 Hospital de Salud Mental José T. Borda).
Secretaria General: Dra. Ana Brenda Horwitz (Médica. LIBA).
Tesorera: Lie. Silvina LauraMazal (Psicóloga, LIBA).
Vocal Titular: Lie. Roberto Torres (Psicólogo, LIBA).
Revisora de Cuentas Titular: Dra. Teresita Faro de Castaño
(I )octora en Psicología, UB).
Capítulo I
La «personalidad» en la Psicología Junguiana.
Elementos que conforman la «personalidad»
* Lo Consciente.
* La Consciencia.
* La Persona. .
*ElYo,
Mtiintcil de ¡'sicología JHIIÍÍII ¡iiiiii
¿Qué es la personalidad para Jung?
Para el sabio suizo la personalidad es una totalidad a la que
denomina psique, siendo el resultado de la conformación de todos los
elementos que constituyenla estructura psíquica,a laque definimos como
«la suma de los procesos mentales».
El ser humanoes. esencialmente,un portadorde libido, entendiendo
por libido la energía total de la psique,y no circunscripta a la energía sexual,
I Jbido es arbitrio,capricho, voluntad, gusto,placer,lascivia,lujuria. Pero
eso no es la psique, únicamente.Además de la esfera consciente, existe
lo Inconsciente, que la Psicología Junguiana, divide en dos aspectos: lo
Personal, donde se hallan aquellos contenidos que hemos reprimido u
olvidado, y lo Inconsciente Colectivo,constituido por las estructuras
arquetípicas, que deben entenderse como potencialidades innatas traídas
0>ino herencia de la especie humana y existente desde el momento mismo
del nacimientoy que habrán de manifestarse ya en épocas infantiles.
Jung expresa que el campo de incumbencia de la Psicología se
encuentra limitado al estudio de la personalidad. Lo que si bien podemos
escribirlo enpocas palabras, desarrollarlo es, sin embargo, una tarea ardua,
.ivotadoray, seguramente, ímproba. Difícilmentellegaremos alguna vez a
1 oiiocer todos los elementos que conforman dicha personalidad, sus
Interacciones y susfunciones individuales. «La Psicología noes- dice el
•..ibio suizo - ni biología, nifisiología, ni ninguna otra ciencia que,
precisamente, este conocimiento de la psique».
Aquí el individuo no es tomado como una sumade partes. Tampoco
algo semejante a una reunión de piezas que se van incorporando corno si
se (rutara del armado de un rompecabezas. Jung rechaza esta idea por
entero. Nada más alejado de la verdad que la suposición de que la
23
Amonio l,,is lleras
personalidad se va formando parte por parte y que, si todo resulta
satisfactorio, llegará eldía enque - probablemente -seencuentre una
cierta unidad con organización suficiente para actuar con coherencia. Jung
sostiene, en cambio, que cada ser humano nace con la personalidad. «El
hombre no lucha por ella» a causa de que la tiene desde el instante mismo
del nacimiento,así como tieneun corazón,y toda su conformación orgánica
que le es fundamental para seguir el devenir como enteviviente.
Esta integridad llamada «personalidad»tiene la característica de
manifestar distintos grados posibles de diferenciación, coherencia y
armonía. Loquecada unodebe hacer durante suvida - dirá Jung - es
buscar alcanzar el máximo grado de integridadque le resulteposible. A
este proceso lo llama«Individuación», que puede ser un proceso evolutivo
espontáneo o el objetivo hacia lo que tiende la psicoterapia analítica
junguiana, la psicoterapiasintético-simbólica.
Cada individuodebe cuidar el desarrollode esta totalidad.Porque
una personalidad rota y fragmentada en sistemas separados, autónomos
y conflictivos origina deformaciones interiores. Esto es, una personalidad
disociada: neurótica o psicótica.
Jung buscó a través de su psicoterapéutica, ayudar a que los
consultantes pudieran lograr esaintegridad - sies quelahabían perdido
- ohacerla másdesarrollada, si esqueyalatenían en forma incipiente.El
pensador suizo tendía así a la obtención de una psicosíntesis. Que es una
buena forma de definir al Proceso de Individuación. Sólo hipotéticamente
se puede obtener la individuación total. Cada persona debe intentar hacer
progresos consecutivos que, a través de la integración de los contenidos
arquetipales a la Consciencia, su captación, comprensión y asunción, le
aproximan más a tal Individuación que es un proceso de integración y no
una búsqueda de perfección.
Las figuras simbólicas claves de Occidente y Oriente, como Jesús
y Buda, son quienes consiguieron -siempre al decir de Jung- máxima
realización en lo que a Individuaciónhace. Su transformación les permitió
conseguir trascendencia. Una forma de inmortalidad. Pasaron a convertirse
en símbolos arquetípicos. Representan el deseo de la Humanidad por
alcanzar lo que para lamayoría suele resultar imposible.
24
Miiiiiitil ilc ¡'sicología .
Llegando a este punto Jung pensaba que ese Proceso de
huíiv¡duación, que sugiere tanto esfuerzo y es tan difícil de concretar
durante nuestra vida terrenal, podía completarse luego de la muerte. Dice
I .aurens van der Post, quien fuera su amigo personal, que: «El estaba
convencido de que lapsique objetiva del hombre, en unaparte esencial
de ella misma, se comportaba como si no hubiese muerte. Como si
ella existiera fuera del tiempo y del espacio, y por lo tanto, no
estuviese sujeta a ¡a majestad de la muerte»*. Lo cual es de
comprobación bastante simple:por lo usual la gente se comporta como si
fuera a existir casi por la Eternidad y esta manera de proceder es,
ineludiblemente, producto psíquico. Puede aceptarse que se debe a un
mecanismo neurótico de la negación de la realidad y de la fmitud de la
vida humana pero también podría deberse a un saber inconsciente de que
alguna esenciamismade uno permanecetras la muerte física ytal«esencia»
mantiene en vigencia aspectos psíquicos distintivosde la persona como
lo es, en especial, el Yo.
Si la psique no desaparece después de la muerte física, entonces
resultaría lógico que el Proceso de Individuación continúe. Y hasta que
sea relativamente simple de obtener y completar toda vez que queda uno
libre de los elementos y necesidades del mundo físico, incluyendo lo
perceptivo. Un antecedente de este pensamiento ha de encontrarse en
I Matón, a quien Jung estudió muy bien. El filósofo griego sostenía que la
muerte es ésta. Cuando uno transita por la Tierra está muerto porque está
alado al «fardo de carne». Los límites son precisos: el físico. Mientras
que antesde lo que llamamos nacimiento y después de lo que conocemos
romo muerte (a través de los otros, porque la muerte es una experiencia
111K- nos muestra su existencia a nivel social, pero individualmente nunca
1.11-111locemos hasta que ocurre y deja de servir como experiencia) nuestra
.ilma (la psique junguiana no diferiría mucho de ese concepto) es,
 u (laderamente, libre de expresarse sin barreras. Lo que tanto el filósofo
i 'i iq'.o como el Sabio de Zürich están, en este caso, poniendo de manifiesto
••u su posición frente a una de las eternas preguntas humanas: ¿sigue
* v.in l)i:r Post, Laurens, «Jung y La historia de nuestro tiempo».
25
Aiilonio l.as 11eras
existiendo nuestra personalidad después de la muerte?. ¿.Subsiste un
siendo capaz de mejorar alcanzando elevados estadios espirituales o se
trata de un estático ser definido por la muerte misma... o todo aspecto
psíquico se disuelve en lamuerte?.
El filósofo griegotenía su certeza. Jung alertaba en el sentidode que
había que prestar atención a esas intuiciones y «visiones» que llegandesde
el psiquismo profundo. Y,es suficiente con preguntar al ser humano y con
saber algo de ritos, leyendas y mitos, para comprender cabalmente que
la idea de la permanencia de una forma de vida consciente después de la
muerte, donde seguimos conservandonuestraidentidad construidaen este
planeta, es común denominador a todos los tiempos y civilizaciones. ¿Qué
comunidad no ha creído en la existenciade alguna forma, peculiarpor
cierto, de continuidad de vida tras la muerte física?. Jung entendía,
entonces, que había que atender a esta «información»voceada por lo
inconsciente e inclinarse a suponer la posibilidad de una continuación de
la personalidaden un «Mas Allá». Aunquejamás haya dicho qué era o
dónde lo ubicaba. Seguramente Jung pensó mucho sobre esto. Pero,fiel
a su espíritu, se abstuvo de difundirlo por no contar con elementos
comprobados o de evaluación suficiente. Y. en ese sentido, el sabio suizo
siempre hizo gala de un excelente manejo de responsabilidad intelectual.
Aunque algunos, que no alcanzan a interpretaro a comprender sus palabras
y el espíritu que animaba a las mismas, lo hayan tildado de místico, para
descalificarlo como científico.
Elementos que conforman la personalidad
Jung divide a la personalidad en tres grandes aspectos, por utilizar
un término que nos parece adecuado. Los tres se encuentran vinculados
a través de diversas interacciones, algunas de las cuales veremos después.
Los estratos son: lo Consciente, lo Inconsciente Personal y lo Inconsciente
Colectivo. Cada uno esta integrado por diversos componentes.
Para aclarar y mostrarnos los diversos estados de la estructura de
la psique, el Maestro de Zürich apela, metafóricamente, a ciertas imágenes:
26
Mniiiiíil tic l'xico/o^iii
«Debemos describir y explicar un edificio, cuyo piso superior se
construyó en el siglo XIX; el piso bajo data del siglo XVI. y una
observación mas detallada de los muros da como resultado que estos
han sido reedificados de una torre, vivienda del siglo XI. En el sótano
descubrimosfundamentos romanos y debajo de él una cueva, en cuyo
fondo encontramos instrumentos depiedra en la capa superior y restos
de fauna de ese tiempo en la capa inferior. Esta sería.
aproximadamente, la imagen de nuestra estructura psíquica».*
Lo Consciente
Es común confundir - aúnentre profesionales- lo Conscientecon
uno de sus aspectos que es la Consciencia.Entonces, se tiende a suponer
que cuando Jung habla de Conscienciase refiere a todo lo Consciente. Y
esto, en Psicología Compleja, es un error. En lo Consciente describimos,
además de la Consciencia propiamente dicha, los siguientes elementos: la
manifestación de la Persona o Máscara, y el Yo (Ego). Lo que interesa
destacar es este momento es que - desde la óptica junguiana - la
Consciencia no es sinónimo de lo Consciente, sino, apenas, uno de sus
elementos.
La Consciencia
Es la única parte de la psique que todo individuo conoce
directamente. A través de las cuatrofunciones psíquicas (pensamiento,
sensación, sentimiento e intuición) la Consciencia sehalla en condiciones
para crecer continuamente y aumentar su expansión en un proceso
evolutivo, siempre que el individuo tome la decisión de seguir
evolucionando. Influyen en las experiencias de la Consciencia, también,
dos actitudes generales: la extroversión y la introversión. De la
i • 'tnbinación de las funciones psíquicas y las actitudes generales surgirán
* hing. Cari G., «Problemaspsíquicosdel mundo actual».
27
Antonio l.iis llcnis
disposiciones que orientarán a la mente consciente, funciones todas al
servicio de la adaptación del individuo y de la especie. Las vicisitudesde
la expansión de la Consciencia se encuentran simbolizadas en todos los
relatos sobre la vida y obra de los héroes míticos. El Mito del Héroe no
es otra cosa que la puesta en símbolos de la transformación de la
Consciencia hasta llegar a elevados estadios.
A medida que transcurre la existencia del individuosuConsciencia
debería aumentarsu grado de Individuación; es decir, diferenciarse cada
vez más de las otras personas. Se establece el YO y el NO-YO. Jung
explica que éste es el iniciodel Proceso de Individuación.Sería la auténtica
ambición de convertirnosen seres únicos e irrepetibles.
El factor decisivo para esto es laConsciencia.
El término Individuación designa un proceso por el cual una persona
llega a ser un "individuo7
; esto es. una unidad o totalidadseparada de los
demás e indivisible.Pero, claro, esto conlleva el concepto deoriginalidad
y creatividad. En modo alguno de repetición o adopción de modelos
copiados. Así, el comienzo de la Consciencia como «autoconsciencia» es
el comienzo de la Individuación.Esto significa que se trata de un proceso
cuya iniciación coincide, prácticamente, con los primeros momentos de
vida de cada individuo.Lo que es absolutamente lógico ya que nadie que
no tuviera comprensión racional de su existencia podría intentar un camino
(ni imaginaría tal cosa) que le permitiera llevarlo a percibirse como
«totalidad» separada del resto. Es interesante en este sentido recordar que
hay grupos de los llamados «tribales»donde se manifiesta el «nosotros»
pero la idea de «yo» como persona separada del resto aún no ha surgido.
La Individuación y la Consciencia se unen en el desarrollo de una
Personalidad. Así el infante no se «siente» un individuo, separado de los
demás (de los humanos que lo rodean) puesto que su Consciencia no se
encuentra suficientemente desarrollada todavía para eso. Lo uno va con
el otro. Pero, valga una vez más la aclaración, esto no significa que la
psique no se encuentre constituida, sino que aún no alcanzó el grado
necesario de desarrollo. Mas todos los elementos constitutivos ya se
encuentran en el infante.
28
Manual de Psicología Jimguiana
La Persona o Máscara
Jung denomina Persona a un aspecto del psiquismoque forma parte
de lo Consciente, que está en contacto directo y continuo con el mundo
exterior. Se trata de una «parcela de psique colectiva». La única con
jurisdicción directa en el campo de lo Consciente. Es el «rostroexterno»
de la psique. Extrae este término del griego «pwsophon», que significa
máscara, nombre de los disfraces-armaduras que los actores griegos
usaban sobre sus rostros cuando realizaban actuaciones teatrales
representando animales, dioseso seres humanos; instrumentosalservicio
de la sobrevivencia.
Situado en elestratoconsciente, sus raíces se extienden- profundas -
en lo Inconsciente Colectivo. Hay en cada individuo, desde el momento
de su nacimiento,elementos innatos que determinarán- primariamente -
el tipo de máscara a desarrollar para enfrentar los desafíos del mundo
exterior. Jungha sido el primer investigadoren descubrir la condicióninnata
del «rostro externo» de la psique.
La Persona es configurada por tres circunstancias:
a.-) Lo innato.
b.-)Aquello que los demás esperan de uno y que el individuo conoce
que se espera de él a causa de su vida en sociedad.
c.-) Lo que el individuo desea ser, por un lado. Y lo que quiere
mostrar a los otros que es. No sólo la situación presente, sino también a
través de su proyecto de vida.
Hay quienes van «preparando» su Máscara para enfrentar
armónicamente situaciones futuras que incumben a larelación con elmundo
exterior. A veces, una Máscara que permita representar posiciones a lograr
brinda más seguridad a quien la utiliza. Es el caso de los estudiantes
universitarios que adoptan posturas, gestos y actitudes propias de los
egresados en actividad, En este caso la Máscara se ha formado con tal
rapidez quemanifiesta hoylo que será habitual - connaturalidad yno
forzadamente como ocurre enestos casos - mañana. Pero ocurre queal
Adelantarse de este modo el estudiante «siente» que está más cerca de
29
Antonio Las lleras Mil/lililí Je / ' M t ' i i ' n y j , / ./i/lli',liltliui
convertirse en quien desea. Esto es. cree obtenermayor respeto del mundo
exterior, sintiéndose más seguro, más aplacado.
Así toma conformación la Máscara. A través de un alambicado
proceso donde intervienen varios factores que interactúanentre sí.Aveces
lo innato cederá un poco ante el embate de una presión externa y ambos
darán mayor o menor oportunidada lo que, en el orden de loConsciente,
el individuo desee ser, mostrar o quiere representar. Otras veces, el
entusiasmo personal cambiaráa la Máscara drásticamente. Yasí, en infinitas
combinaciones. Esas «manos» moldean la Máscara hasta obtener un
resultado que permita el objetivo buscado: comunicarse fluidamente con
el mundo exterior.
Entendemos que. si bien la Máscara o Persona sigue en continuo
cambio durante toda la vidadel individuo, las variacionessólo lo son en
el detalle: laconformación general seproduce- habitualmente - cuando
el individuo se aproxima a su tercer década de vida. Entonces ya sabe lo
que desea ser, conoce la presión del medio ambiente y ha oído
reiteradamente las «voces» arquetípicas(aunque, quizá, no se haya dado
cuenta conscientemente que está obedeciendo o incorporando «cosas»,
elementos significativos, que llegan desde «adentro» de él).
En esa condición, aparentemente consciente, en que el individuo se
confirma a sí mismo que es aquello en lo que habrá de convertirse, existe
una libertad relativa que se halla en relación inversa con el grado de
necesidad, que es donde interviene el mundo arquetipal. Las
predisposiciones innatas, aquellas que harán que- aún sin saber cuál es
la causa racional, que muy probablemente ni exista.- se dedique con gran
interés a una cosa y descarte otras. Esto, en ocasiones excepcionales, suele
apreciarse en algunos niños. Los llamados «precoces». ¿Qué extraño
elemento ha actuado en esas psiques -todavía escasamente desarrolladas-
para que, sin motivo aparente, en familias sin antecedentes, nazca un
virtuoso?. Sin duda, allí el aspecto arquetípico de la Persona actúo con
inusitadaenergía.
La Persona o Máscara es una manifestación de la psique colectiva,
que si bien es innata no trabaja en las profundidades, sino a nivel de la
Consciencia, como «rostro externo» de la psique, Asimismo recibe
mi luí-ni ias externas que refuerzan, la moldean, cosa no habitual en este
iipudr i onflguraciones. No es comúnencontrarunainstancia ftindada por
Un arquetipoque pueda ser moldeada o infinida por la sociedad. Y con la
-I i <.11.1 asi sucede.El medio ambientetiene intervencióndirecta. Ln
i- .ilulail, la sociedad lo que hace es fortalecer una estructurainnata, ñola
• "ii ,n nye sino que agrega un esfuerzo,quizá provocando una «rigidez»
• n l.i IVisonao Máscara. La sociedad admitirá un Dalí-en apariencia-
i nl..i|iiecido: pero castigará severamente a un oficinista que pretenda
iilili/ai las mismas ropasy el bigoteengominado que fueron habitualesen
i-l Limoso pintor español. ¡Ni hablardel intentode imitar sus desplantes!.
/.Por qué motivo ocurreesto?. Simple y sencillamentea causa de
ipu- la sociedad admite, para cada persona, un tipo -o una gama-
poih laníos decir, de Máscaras. Tendiendoa encasillar al hombre. Fuera
' K c l l o hay que enfrentarse a la sociedad (comohizo Dalí, para seguircon
- • I >-|i-mplo). Lo más probable es que la estructura sociocivilizatoriagane
c imponga el castigo: la soledad. O quizás algo peor: la enfermedadmental,
lambién una forma de soledad. Pero, en caso que aquella Máscara no
lité |tresentando unamentirayfalsedad, sino algo que elindividuo además
(ai convencido puede realizar, entonces es posible que sea suya la
VK (oí ia. La sociedad habrá de admitirlo. Lo considerará pionero. Le
ir i ulna honores. Buscará aprender de él, Lo que antes era destierro luego
•Teso hacia la gloria.
Si nos atenemos a una lectura psicológica, aquí también tenemos
una intervención arquetípica. Estaría respondiendo alArquetipo de Muerte
v K i-surrección. Morir (la soledad) para alcanzar una renovación espiritual
i l.i resurrección).
Algo similarocurre con Jung y su pensamiento. Él, en buena manera,
.< a|>;;irió de la Máscara queel medio quería imponerle. Fue una gran lucha
I Mago de Zürich. Freud le había designado su discípulo predilecto,
iba dispuesto que Jung fuese su sucesor. Es decir, la sociedad (en
iso psicológica, de profesionales médicos dedicados al estudio del
uiálisis) había dictaminado cuál seríael rol del sabio suizo.Entonces,
omcnzó su lucha. Una lucha interna, desgarradora. Porque Jung
.un 11 ueiidía lo que sobrevendría después que él decidiera rebelarse a tales
30 31
Antonio Las lleras
designios. Que decidiera adoptar la Persona de acuerdo a sus deseos e
intuiciones. Jung escuchaba con atención las palabras de suinconsciente.
Particularmente del Inconsciente Colectivo u objetivo. Tuvo sueños y
premoniciones. Comprendió que habría de tomar un sendero que no le
depararía satisfacciones con aquella sociedad científica, pero que sí las
tendría para consigo mismo.
Después, decidió decir lo que consideraba su verdad. Y le llegóel
destierro. Freud y los psicoanalistas lo excomulgaron.Jung escribía a
Laurens van der Post: «He quedado solo...-». Solamente dos no lo
abandonaron: Riklin y Maeder. Fueron las consecuencias de quebrarlo
dispuesto. De no adaptar su Máscara a las exigenciasdel medioambiente.
Arquetípicamente ésta habría sido la «muerte»del estudiososuizo.
Quien no se amilanópor esto. Seguro de su proceder, continuó indagando.
Y, no muchos años después, el proceso fue invirtiéndose. La gente empezó
a aproximarse a Jungy las obras y los reconocimientos internacionales
fueron multiplicándose. La lucha había resultado fecunda. Hoy, cuando
advertimos a gran cantidad dejóvenes profesionales, de las más variadas
líneas humanísticas, buscando aprender Psicología Junguiana,bien claro
nos queda tal «resurrección».La sociedad científicay el público culto en
general, tienden a acercarse al conocimiento de esta disciplina. Cosa que
ya ocurría en vida del sabio quien recibía en su casa a estudiosos
distinguidos de todas partes del mundo que se aproximaban con el deseo
de consultarlo e intercambiar ideas.
Seríamos injustos si no reconociéramos que Sigmund Freud vivió
un proceso similar. Como todo creador verdadero tuvo que romper con
los cánones de lo establecido. Para ello debió quebrar, también, las
imposiciones que el medio ambiente dictaba para su Persona. Si bien la
ruptura de Jung fue cruel e hiriente, la de Freud con la sociedad médica
en particulary científicaen general y hasta diremos con la sociedad víenesa
en general, no lo fue menos. Tal vez, por ser una cuestión ventilada, casi,
públicamente, el dolor fue mayor. Freud no se doblegó y alcanzó a ver en
vida cómo el Psicoanálisis adquiría reconocimiento y se diseminaba por
doquier. En este sentido, hay que indicar que al psicólogo vienes le interesó
crear un movimiento psicoanalítico y ocupó mucho tiempo en ello. En
32
. mil'H. .1 11n i;-1-.-.lo no le importó nunca. Ni siquieraatendíaal pedido de
u Ji ii Ipulos y seguidoresque le solicitabanla formación de una escuela.
|n mis si .u cedió en los últimos años de su vida a formar analistas
ii.ii ii is metódicamente a través de su instituto donde la enseñanza es
n extremo. Al respecto el sabio suizo había expresado que su
.iml'ii mu era que dicho establecimiento no perdurara más allá de una
MI ion y que,luego, se disolviera; lo que no ocurrió. Jung decía esto
no admitía la existenciade «junguianos» en particularpor expreso
ii iiioi .1 laaparición del «junguianismo». Según su visión todos los «ismos»
.un Je ,l.i vorables y éste sería desastrozo. Jung no aceptaba discípulos
i MI, no estaba entre sus intereses dejar «cosas establecidas» sino,
'.implrmcnle, puntos de partida para nuevos trabajos o para que se
<h • uncía sobrelos mismos. En síntesis: Cari Gustav Jung nuncasupuso
i|iu liahía hallado una verdad revelada,monolíticae inamoviblesino,
prcí ¡sámente, todo lo contrario.
Máscaras engañosas y patológicas
t
I;
,istcn, también, Máscaras engañosas. Personas que muestran una
ñu igi 11 a su medio ambiente pero, en realidad, sólo lo hacen a efectos de
problemas o lograr una mejor convivenciaque lespermita alcanzar
rio: lines predeterminados. Así «da una impresión favorable» de
n ido con lo que se espera de él, mientras sabe - incluso conscien-
i'-nlc - que sus propósitos son otros. Es el caso típico del estafador.
I I p h >blema será la posibilidad que existe siempre de que alguna vez llegue
' iiocngañarse y,por Ley de Enantiodromía, se convierta en aquello que
11.1 representar pero no ser.
Si laestructura personal no está bien desarrollada surgen problemas
11 i vencía social. El individuo se muestra agresivo, ofendey presenta
is signosde no estar capacitado para mantener relaciones fluidas.
I'ara lograr una convivencia armónica, en general, laspersonas crean
.iras que les permiten presentarse de una maneratal que no muestran
cu verdadencierran. Exhibir todas las virtudes y todos los defectos
33
Antonio l.as I leías
suele acarrear problemas. Por ello es prudente, muchas veces, aparentar
frente a los demás. Para ellos ésa es nuestra actuación. Pero no saben -
al menos no conscientemente - que somos actores. No es como enel
teatro que estamos seguros de que se trata de una personificación. Aquí
estamos en el escenario de la vida real. Donde todos somos un poco
actores y debemos utilizar nuestras Máscaras para una mejor
representación del papel asignado. La Persona.
De acuerdo a esto habrá personas sumamente tímidas que han
construido Máscaras de dulzuray locuacidad sin lo cual serían incapaces
de intentar enfrentar al medio ambiente al que perciben hostil y
desagradable. Otros, que desean parecer probos y correctosbrindarán
una imagen de absolutae impecabledecencia cuando,en su interior, reina
la inmoralidad. Pero saben que les irá mejormostrándoseasí. Construyeron
su Máscara y saben utilizarla. Los ejemplos son innumerables. Y todos
conocemos al menos uno: el nuestro.
Sin embargo, existe un caso donde la Persona o Máscara adquiere
características psicopatológicas. Es en el momento en que se produce la
identificación con el personaje. Apunto tal que el individuono puede
desprenderse de la Máscara. Ya no la utiliza con el fin de cumplir un
determinado rol frente a la sociedad, sino que la tiene en vigencia todo el
tiempo. Es el caso del actor que, después de haber representado un
personaje con gran éxito, termina identificándose con éste y creyendo,
realmente, que él es «el otro». Así, fuera de escena y en la vida diaria,
seguirá comportándose como si estuviera en el teatro actuando.
Otro caso bastante habitual es el del acreditado profesorque aunque
se encuentre en un bar con amigos, continúa actuando como si estuviera
en la cátedra dictando conferencias.
En todos estos casos este contenido innato de la psique colectiva
se ha adueñado de la Consciencia por motivos personales que hay que
buscar y resolver a través de la psicoterapia.
De lo expuesto podemos extrapolar otra conclusión: hay una
Máscara o Persona premoldeada una vez que hemos crecido losuficiente;
pero además, existen variadas facetas que se han agregado a dicha
Máscara: tantas como roles cumplimos en la vida. No es lamisma Máscara
Manual de Psicología Jungulana
<|u< n ..unos l'rente a un amigo, con la mujer amada o ante una mesa
,n i un;ulora. No es la misma Máscara la que tenemos cuando tenemos
i' < s sexuales que cuandonos dirigimos a nuestros subordinados.
• l.i misma Máscara la exhibida cuando estamos conversando con
11.1 madre que la que dejamossurgircuandoparticipamos de una mesa
lonil.i de discusiónintelectual.
I lasla se podría concluir que usamos cotidianamente distintas
Í
i ' i i a s , pero en realidadse tratade variacionesde una mismamelodía,
'iijimción producecomo resultante a la Persona.
Sinleíi/.ando al respectopodemos decir que esta parcelade lapsique
lecti va es «la careta que el individuotiendea adoptar, representativa
una actitud que se espera de él y, esa actitud, cumple una misión de
• iti ' 'ion contra el interiordel individuo».
El Yo
Si bien el Yoocupa una pequeña porción de la psique - si se nos
imite hablar de cantidades para ilustrar mejor la idea -su misión es
u ulamcntal. Actúa como llavereguladora de todo intento por penetrar a
('onsciencia. El Yoes altamente selectivo.
Jung quieresignificarcon el término Yoa «la organización de la
•ule consciente». Está compuesto de percepciones, recuerdos,
n .nnicntos y sentimientos. Todos estos cuando se encuentran dentro
I marco de lo Consciente.
Mediante el Yo encontramos identidad y continuidad en la
¡i.ilidad. Gracias a este elemento, cada mañana, al levantarnos,
11 •« • 11u>squiénes somos y quiénes fuimos ayer.El Yo permite unir la trama
i ioí ico-vital de un individuo.
Para que la carga de lo Consciente seamás liviana el Yo - a través
I unciónde regente que antes manifestamos - rechaza toda idea y
i u ido que pueda provocar ansiedad. Para ellotodo el materialpsíquico
•-Aleccionado. Parte se elimina (va al reservorio que es lo Inconsciente
> il) mientrasel resto,que sigue en el campo de lo Consciente, permite
35
Antonio Las Horas
las actividades cotidianas yhaciendo que el individuo reconozca su historia
y perciba que es resultado de una continuidad. Una continuidad que parece
no tener fisuras ni baches. A pesar de todo el material que ha sido
reprimido. Por la intervención del Yo«sentimos que hoy somos la misma
persona que ayer».
Aquí surge un interrogante básico: ¿Cómo determina el Yoque un
materia] psíquico se vuelva consciente y otros no?. Jung indica que esto
está reguladopor las funciones psíquicas (o función, aunque rara vez haya
pureza en esto) dominantes. En un pensamiento, por ejemplo, es muy
probable que pasen pocos materiales de tipo sentimental. Porque su polo
prioritario está puesto en el pensar: en la razón y la lógica. Mientras que
la contraparte (en este caso el sentir) se encuentra inhibida, oculta en algún
lugar inconsciente.
Jung considera al Yo el centro de la Consciencia. Y nos alerta en el
sentido de que si se intenta añadirle contenidos de lo Inconsciente
Colectivo existirá el peligro de que naufrague como un barco cargado en
exceso.
Capítulo II
• Lo InconscientePersonal.
• LosComplejos.
36
Milllllíll til' r.Íi-i>ll>;^¡tl J l I H ^ I I I í l l l i l
Lo Inconsciente Personal
Para Jung lo Inconsciente Personal (que el filósofo Cari Gustav
< .11 US llamaba InconscienteRelativo)es un aspecto específico entre lo
< i >i r .cicnte y lo Inconsciente Colectivo. Esteúltimoestá considerado como
liencia de la psique; que es el que Carus llamaba InconscienteAbsoluto.
Kl mejor modo de comprender lo Inconsciente-ha dicho Jung- es
(¡ti ve/ concebirlo como órgano natural de una energía productiva
específica, listo es válido para la totalidad inconsciente,no para un solo
.1 .pecio. La falta de unión con lo inconsciente genera lo mismo que la
separación con respecto a las raíces y los instintos humanos. Si se logra
icali/ar lo que denominó función trascendente, entonces lo inconsciente
lii nula todo el estímulo y ayuda que puede proporcionar una naturaleza
I, ivorable en la fértilísima plenitud humana.
listo no es fácil. No setrata de admitirtoda intervencióninconsciente
.1 través de la puesta en funcionamiento de cualquiera de sus aspectos—
ni lo Consciente, Esto puede provocar resultados desastrosos en el
individuo. Pero, debidamente controlado el proceso, los resultados son
muy satisfactorios.
Hacer consciente lo inconsciente desde una actitud intelectiva y
laeional, no es un esfuerzo tan difícil; pero sí lo es dejar que las fuerzas
Inconscientes cual río caudaloso, sigan su curso y poder vivirlas y
 i vendarlas como la realidad que son.
Los peligros de trabajar con los contenidos inconscientes son
11u lehos.No aparecen tanto en cuanto se realiza el análisis de lo Inconsciente
•nal, pero el asunto cambia categóricamente al introducimos en el
nivel colectivo. Para Jung el empleo indiscriminado, a estilo aficionado,
de métodos psicoterapéuticos, equivale ajugar con fuego. Es como un
39
Antonio Las Meras
«aprendiz de brujo» que desencadena fuerzas superiores a las que, luego,
no puede controlar. Debe desaconsejarse insistentemente. Es
especialmente peligroso este modo de proceder cuando se pone al
descubierto el estrato mitológico del alma; es decir, los contenidos
arquetípicos de lo inconscientecolectivo porque su energía implícitaejerce
habitualmente un efecto de fascinaciónsobre el analizado. En ciertos casos,
la actuación psicoterapéutica puede afectar al núcleo de una psicosis latente
y transformarlaen una faseproductiva.
En más de una ocasión el sabio suizo manifestóque, mientrastrataba
a una persona, advertíaque detrás de la neurosishabía algo peor que podía
llegar a enfermar más y,tal vez. irremediablemente, por lo cual no vacilaba
«en dejar las cosas como estaban». Poco antes de que desencadenara la
Segunda Guerra Mundial,por ejemplo, Jung se negó a atender a muchas
personas que se leacercaron conpedido de cura. El motivo - dijo después
- fue haber observado elafloramiento deciertos contenidos arquetípicos
tan monstruosos que le llenó de temor trabajar con talespersonalidades
que, en cualquiermomento, ante un error terapéutico,podían desatar una
enfermedad mental grave y permanente.
A través de tales elementos sumado al análisis de Jos sueños que
los consultantes alemanes traían, Jung se convenció de que una catástrofe
se cernía sobre Alemania; de que una nueva y feroz guerra estaba por
desencadenarse. Los arquetipos aflorando mediante diversos símbolos,
específicamente oníricos, así lo indicaban. El tiempo, desgraciadamente,
le dio la razón.
En lo Inconsciente Personal, concebido junguianamente, sólo se
encuentra lo que el Yoha reprimido. Es decir, contenidos que alguna vez
fueron conscientes y proceden del mundo exterior. No es como el estrato
colectivo que trae toda la herencia filogenética del hombre, llegando con
su carga ya desde del momento del nacimiento, nada agrega durante la
vida.
Todo lo que no se adapta a la individuación es suprimido de la
Consciencia por el Yo,como vimos antes. Pero como lapsique se pierde,
esos contenidos deben permanecer en algún sitio. Es éste, El nivel personal
de lo Inconsciente. Puede suceder que fueran experiencias conscientes
40
Mílllllíll 1¡C
,mkTÍores que han sido reprimidas o desechadas por razones diversas,
lak-s comoun pensamiento doloroso, un conflicto personal, un problema
no resuelto o una cuestión moral. Aquellas cosas sin importancia, las
demasiado débiles para llegar a la Consciencia o lo que era ajeno a la
si(nación en el momento de ser experimentado, queda en el reservorio de
lo Inconsciente Personal.
Así es lícito entender que una parte del Yoes Inconsciente Personal.
A través de la definición junguiana no es difícil comprender que lo
Inconsciente Personal es el reservorio donde se encuentra latente la
memoria. Una cosa olvidada, algo ocurrido en la niñez por ejemplo,
reaparece a la Consciencia cuando regresamos al sitio geográfico en que
transcurrió lainfancia.¿Dónde estuvo mientrastanto - poraños yaños -
esc recuerdo olvidado? Sumido en lo InconscientePersonal, sin duda.
Veamos los elementos comunes a este aspecto inconsciente.
Los Compiejos
«Toda neurosis - escribe Jung - está caracterizada por la
presencia de disociación y conflictos, posee complejos de tonalidad
afectiva, y presenta manifestaciones de regresión y de descenso del
nivel mental». Y agrega seguidamente: «La experiencia nos muestra que
no puede formularse laproposición inversa». Por lo tanto, el hecho de
que en lo Inconsciente Personal de un individuo haya complejos no
significa que sea neurótico. Por el contrario hasta puede considerarse un
signo de salud. Sería anormal hallar una persona que no presente algunos.
Sin embargo, esa presencia es condición necesaria para que aparezca la
neurosis. Jung nos brinda un ejemplo exacto: «La histeria contiene en
su íntima naturaleza un complejo que no ha podido ser plenamente
superado».
«También en la demencia precoz hallamos uno o varios
complejos, que se hanfijado y persisten»* .
* Jung, C. G., «Sobre la psicología de la demencia precoz».
41
Amonio L;is I leras
Advertimos así la importancia que nuestro autor atribuye a la
presencia de complejos. Pero, ¿qué es un Complejo?. ¿Qué entendemos
por tal?. Ante todo debemos consignar que fue Jung quienintrodujo esta
palabra, ahora tan popular,en el vocabulariopsicológico. No fue otrosino
él, quien seencargó deutilizarlapor vez primera; haciéndose- después -
tan comúnque se ha perdidoel sentidooriginal.La definición no essencilla.
Especialmente porque el propio Jungfue agregandoy variando elementos
referentes a lo que la expresión «complejo» abarca.
Por eso. primeramente, vamos al origen de la palabra. Complejo
proviene del latín «complexus», que significa «con estructura», «con un
cuerpo». Tenemos así una aproximacióngeneral. Jung,que dominabael
latín a la perfección, ha utilizado esta palabraintentandorescatarel sentido
original. De lo contrario hubiera utilizadootro término. Quiere decir que
se está refiriendo a formaciones con sentidoy energía propias. Podríamos
decir que se trata de un grupo de ideas asociadas cargadas con tonalidad
afectiva.
En las primeras épocas de su trabajo usó también Jung parallegar
a los recuerdos lo que se conoce como 'test de asociación de palabras'.
Estos tests revelaron una peculiaridaden las estructuras psíquicas. La
tendencia que tienen las ideas a asociarse alrededor de ciertos núcleos
básicos. Estas ideas asociadas - que están fuertemente coloreadas
afectivamente - recibieron deJung elnombre decomplejos de tonalidad
afectiva. El núcleo es una especie de imán psicológico. Tiene valor
energético y atrae automáticamente hacia sí mismo a las ideas, en
proporción con la energía que él posea. El núcleodel Complejo tiene dos
componentes: el de la disposición del sujeto y el del ambiente. Es decir,
está determinado no solamente por la experiencia, sino también por la
peculiar manera que tiene el individuode reaccionar ante la experiencia.
En ocasiones el sujeto alcanza a comprender que un Complejo está
afectándole. Pero, enrealidad, sólo conoce laparte emergente - aquella
que es posible conocer - del iceberg. Atal punto que es muyprobable
que sepa que eso lo afectó, pero sigue desconociendo cuál es la causa
por la que se formó el Complejo y,a pesar de admitir esa existencia, sigue
afectándolo. Es queesos datos - porllamarlosde alguna manera - se
42
Manual de Psicología
encuentran en la parte del Complejo que permanece inconsciente. La
porción mayor.Causas y raíces no serán nunca advertidas, sin análisis,
por la Consciencia. Habrán de seguir creciendo, con vigor, ocultas en la
oscuridad de lo inconsciente. Cuando el individuodesconoce la existencia
del Complejo - o sea, notoma consciencia de ello -, aquél parece que
actuara como un personaje independiente y que las ideas y afectos que
se constelizan a su alrededor, entraran y salieran de la Consciencia de una
manera autónoma e incontrolable.
Como el Complejo - cuyo núcleo siempre es unarquetipo - se
encuentra dotado de intensa cargaenergética, puede actuar como un ente
independiente en la psique del individuo,provocándole manifestaciones
tales como para decir «no sé por qué actúo de esta forma».El Complejo
habrá de superar las posibilidades «conscientes» de cubrirlo. Se moverá,
por expresarlo de manera gráfica, por sí solo.
Ahora bien, antes dijimos que todos tenemos complejos.Jung
sostenía que tampoco se puedevivir sin ellos. Siempre existen algunos que
son necesarios. De tal manera puede ocurrirque transitemos la vida sin
saber que hay en la psique éste o aquél Complejo. Deguando en cuando
- sinqueesto sea psicopatológico - elComplejo aflora. Escuandonos
encontramos haciendo o diciendo algo cuya razón no entendemos. Allí
actúo el Complejo. Dejó su sitio normal y,por un momento, actúo en el
estrato Consciente. Pero, reiteramos, esto se halla dentro de ios límites
de la salud y,por ende, no es síntoma de enfermedad.
A medida que el Complejo va logrando atraer nuevas asociaciones,
acumula mayor cantidad de energía, la que de por sí no es poca. Si el
proceso continúa el resultado será un desequilibrio. Del que el individuo
intentará defenderse, generalmente sin resultados. Ano ser que éste actúe
psicoterapéuticamente, ya que la restante energía disponible no será
suficiente para cubrirlo.
Jung siguió estudiando los complejos hasta desmenuzarlos
profundamente pues entendía que eran factor clave en el origen de las
neurosis. Empero renunció expresamente aestablecer una «teoría unitaria
de la neurosis», «excepto - agregó - en lo que se refiere a algunos
puntos de vista generales —tales como los complejos a los que nos
43
Amonio I,as lleras
estamos refiriendo, ladisociación y laregresión - queforman parte de
la estructura profunda de toda neurosis»*.
Wolfgang Hochheimer en su obra «La psicoterapia de C. G Jung»
(1969), expresa que, para el tratamiento junguiano de la neurosis, se
requiere «enprimer lugar el análisis del material inconsciente personal,
es decir, el 'análisis reductivo 'de Freud. Luego, debe atenderse a la
activación arquetípica del inconsciente colectivo, que se trata
analíticamente en la segunda fase}).
De esta forma el sabio suizo se interesó por los complejos ya que
eran una de las pocas cosas sobre las cuales podía emitir teorías
explicativas. Llegó, entonces, a la conclusiónde que estos complejos «eran
comopequeñas personalidades separadas dentro de la personalidad
total: autónomos, confuerza propia y quepueden ser muy poderosos
para controlar nuestros pensamientos y conducta».
La Psicología Profunda explicaque existenalgunos complejoscon
los que es necesario contar para que el individuologre la sobrevivencia
en elmundo. Sifuéramos ángeles- diremos, parafraseandoaPlatón - no
tendríamos necesidad de complejos que nos acicatearan para seguir
adelante en nuestra vida.
Vicente Rubino (Médico psiquiatra y psicólogo argentino
contemporáneo) bríndalos siguientes conceptos sobre el complejo: «son
estructuras. Individuos dentro del individuo, que comienzan a
funcionar en forma más o menos autónoma, desunidos de la
Consciencia. Grupos de contenidos psíquicos. Llevan una experiencia
aparte en la zona inconsciente».
Todo Complejo tiene un núcleo y una tonalidad afectiva.
NÚCLEO DEL COMPLEJO: Es el portador de significación. (Su
origen es siempre arquetípico),
TONALIDAD AFECTIVA: depende de:
a.-) Disposición personal.
b.-) Vivencias del mundo externo.
El Complejo está formado por representaciones (imaginación,
percepción) y elementos afectivos.
* Jung, C. G., «Psicología yEducación».
44
Miiniiiil ilc ¡'sicología .
Todo Complejo tiene un rol definido.
lia dicho Jung que «una persona no tiene un complejo: el
• omplejo la tiene a ella». Lo cual habla claramente de la fuerza e
importancia de la actividad del mismo. Mas, como escribimos antes, esto
no siempre es dañino.Asíloscomplejos pueden ser - y frecuentemente
(u -i IITC - fuentes de inspiración e impulsos absolutamente necesarios para
i ihicner importantes logros. De alguna manera podríamos decir que los
complejos son las musas inspiradoras que llegan desde el Monte Olimpo
para inundar a la psique de creatividad.
A medida que Jung estudiaba más y más los complejos fue
¡id virtiendo que no podían tener un origen único radicado en situaciones
que fueron conscientes y que, después, quedaban reprimidas en lo
Inconsciente Personal. La enorme cantidad de energía que son capaces
de desplazar estos complejos llevó a Jung a buscar otros lugares de
nacimiento posibles. Estas individualidades autónomas «deben originarse
en algo que se encuentre mucho más arraigado en el hombre», pensó.
Algo que debía estar en cada individuo presente desde el momento del
nacimiento. Traído desde la concepción misma. Un elemento que interviene
cada vez más a medida que cada ser humano se constituye como tal, en
su crecimiento biológico.
Jung -entonces- disconforme con la explicación freudiana de que
los complejos habrían nacido a causa de malas experiencias ocurridas
durante la niñez, pasó a sostener que su origen se encuentra en algo anterior
a toda experiencia.
De esta forma comienza a indagar en los más profundos estratos de
la psique. Entiende que hay algo más que lo Inconsciente Personal.
Freud, que aceptaba un solo y único estrato inconsciente, lo
describió como compuesto especialmente por contenidos que alguna vez
habían sido conscientes y que, después, fueron reprimidos. Consideró,
además, la presencia de algunos «elementos arcaicos». Los cuales nunca
fueron conscientes. Por el contrario, eran heredados. Empero, nunca
otorgó mayor importancia a tales «elementos arcaicos».
Jung habrá de retomar este desconocimiento de Freud y,junto con
las «representaciones colectivas» que Lucien Levy Brühl descubre en las
45
Antonio Las lleras
comunidades primitivas, con el pensamiento de los filósofos románticos
como Shelling, Carus, Troxler, Von Schubert y Creuzer, y, con los
fenómenos parapsicológicos que observa personalmente, conseguirá
descubrir un aspecto hasta el momento no considerado del psiquismo
humano y plasmar de este modo su concepción de ese fondo arcaico
universal, originario y objetivo, al que denominó Inconsciente Colectivo.
Capítulo III
• LoInconsciente Colectivo.
• Arquetipos.
• Complejos y arquetipos.
• Entorno a los arquetipos.
• Mándalas.
• Arquetipos y Mándalas.
46
Miiniiii/ i/r ¡'sicología .
Lo Inconsciente Colectivo
Jung sostiene que el hombre llega a la vida con lo Inconsciente
< 'olcctivo manifiesto.En este caso no hay diferenciaentre alguien nacido
 crecido en Buenos Airesy un esquimal que no conoce otra cosa que el
11 u i polar. Lo Inconsciente Colectivo se constituye con la misma esencia.
I >c igual forma que podemos asegurar que aquel esquimaly este porteño
I icncn un corazón similary para igual función. Cada uno posee el propio.
( 1,11-o. Por otro lado existen algunas diferenciasdebidas a la necesidad de
.11 laptación al medio. Pero la estructuray razón de existencia del corazón
.ü'iie siendo la misma. Su función también. Y si, una vez muertos ambos,
i el ¡rasemos sus corazones y los exhibiéramos sin el cuerpo, nadie duraría
cu rotularde «corazón» a ambas piezas anatómicas. Igual ocurre con lo
I1iconsciente Colectivo. Es algopropio a la especie humana, sin distinciones
de razas, ni de lugares geográficos.
A Jung no le ha sido fácil explicar cómo se transmite este aspecto
psíquico de padres a hijos. Por ello apeló a ejemplos como el que
;u abamos de dar.Así como se hereda un riñon y los pulmones, se hereda
un estrato psíquico en especial. O sea que podríamos hablar de una
transmisión genética, puesto que es imposible desconocer la existencia de
lo InconscienteColectivo a través del estudio de mitos, leyendas, símbolos
v sueños, advertimos elementos comunes a todos los hombres, pueblos,
comunidades y culturas. Elementos que también advertimos en las
(i vilizaciones extinguidas y en otras, contemporáneas, quejamás tuvieron
conocimiento de sus mutuas existencias. ¿Qué es lo que hace que en todos
se encuentren estos elementos comunes? Debemos pensar, sin duda, en
una instancia unificadora. Siempre hablando del aspecto psíquico, claro.
49
Antonio l,;is I Icnis
Y para ello, una buena respuesta-de sólida demostración- es la existencia
de lo Inconsciente Colectivo.
Este estrato, a diferencia de los órganos del cuerpo, no va
desarrollándose amedidaque el individuocrece en años. Semantiene igual.
Será siempre el mismo. Porque las pocas cosas nuevas que pueden
acumularse en este estrato profundo son hechos esenciales de la especie
y no tópicos individuales. Nadapersonal afecta lo InconscienteColectivo.
En cambio, éste siempre actúa sobre lo inconsciente personal y la
Consciencia. A veces produciendo resultados tan desastrosos que el
individuo llega a la demencia. Esto sucede, como veremos después,cuando
un arquetipo invade la Consciencia.
Lo InconscienteColectivo es el reservoriode todos los pasos desde
el primer ser unicelular que vagaba por los mares de la Era Primaria o
Paleozoica hastael mismohomo sapiens,y cuantasvariaciones permitieron
que hoy seamos nosotros. Pero, probablemente,también loconforman
cada uno de los hechos fundacionales del Universo desde aquellasemilla
cargada de potencia -el momento del Big Bang y aún antes de ello-
comenzó a diseminar sustanciaen el vacío cósmico.
Es como si fuera una pura potencialidad. Carga de energía.
Pensamos que, en algún modo, se aproxima a lo que en Oriente,
particularmente en la. India, se conoce con el nombre de registros
akhasicos. Y Jung,profundoconocedor de laAlquimiay del orientalismo,
debió haber sabido de este pensamiento hindú. Quizá se inspiro en él, o
reforzó así su hipótesis de trabajo.
En la India, desde hace miles de años, se habla de una memoria
cósmica llamada crónica akhasica, término que en sánscrito puede
traducirse~como un gran archivo donde se encuentra la totalidad de la
sabiduría. Sin duda, lo Inconsciente Colectivo guarda una extraordinaria
semejanza con esta suposición varias veces milenaria.
Sintetizando, lo Inconsciente Colectivo es, entonces, común a toda
la Humanidad. Salvo por minúsculas variaciones accidentales pero no
sustanciales, es idéntico a unos y a otros, Porque, al fin y al cabo, todos
descendernos de un gran tronco único.
50
Manual ¡le l'xicolo^íu .
Semejante concepción obliga a reflexiones importantes. Porque,
entonces, ¿cuántas cosas heredamos? Muchas más de las que podemos
poner en práctica durante la vida, sin duda.¿Y cuántas cosas que hacemos
sin saber porque tienen su origen en afloramientos a la Consciencia de esas
formaciones colectivas?
Cuando sentimos miedo en la oscuridad, por ejemplo. Y nos
detenemos a pensar «¿a qué le estoytemiendo sino hay nadie?». En verdad
- dirá Jung- loqueocurre esque enesemomento, acausa deesa situación
especial, hemos dejado de ser nosotros para quedar atrapados en el
«ancestral miedo a la oscuridad». Un sentimiento que se actualizó, y que
sigue actualizándose desde el potencial generado en el estrato colectivoa
causa del naturaltemor que ha sentido el hombre originario,en lasituación
desencadenante, cuando debía vivir en las cavernas o sobre los árboles.
y quedaba sin luz. Estaban, entonces, todos desprotegidos. La familia, sus
pocas pertenencias, los alimentos que hubiera logrado acumular. En la
oscuridad él era nadie. Apenas un desposeído. Impotente frente a las
inclemencias del tiempo y la astucia de las fieras, a muchas de las cuales
laNaturaleza dotó de características que el ser humano no posee. Moverse
en silencio. Verdetalladamente en la oscuridad.
Y atodo sumémosle el pensamiento mágico de aquél hombre. ¿Qué
terrible sentimiento de soledad, abandono e impotencia debe haber
pasado?. Cada vez que llegaba la noche. Cuando el fuego recogido por
la coincidencia de la caída de un rayo en las cercanías que incendiaba el
bosque, por un descuido se apagaba.
El miedo a la oscuridad; el pánico en su mayor grado debiéramos
decir, anida raigalmente en la estructura psíquica rudimentaria del hombre
primitivo. Todos, en mayor o menor medida, nos sentimos molestos cuando
se produce una oscuridad repentina de la que ignoramos la causa. Quién
más, quién menos, siempre se sufren molestias cuando debemos
permanecer una noche, en soledad, en una casa grande o que ha estado
deshabilitada o que esta alejada de las otras. Allí están emergiendo
contenidos arquetípicos. Elementos albergados en lo Inconsciente
Colectivo, y que se hicieron manifiestos en los días en que el homínido
era una fiera más entre tantas.
51
Antonio Las Heras
Tiempo, por otro lado, en que la estructura psíquica de los
individuos, por ser bastantes simples (escasa Consciencia,pocas cosas
que reprimir) podía vivenciar más cosas con menos dificultad en lo
inconsciente. Hasta cabe preguntarse si en aquellosprimeros tiempos del
homo existía laposibilidadde hacer una diferencia válidaentreInconsciente
Personal y Colectivo. Entendemos que sí. Yaque aunque elhombre recién
se estuviera conformado como tal, traía consigo elementos psíquicos
hereditarios y representativos de los procesos anteriores, a los que
podríamos calificar de estrictamente zoológicos y remontarnos hasta los
vegetales.
Lo Inconsciente Colectivoes la fuente de fuerzas dominantesque
expresan imágenes latentes,habitualmentedenominadas en laPsicología
Junguiana imágenesprimordiales,«primeras», «originales».
Como se desprendede lo expuesto se trata de imágenesancestrales,
de gran carga energética, capaces de hacer que el individuo tenga una
«vocación» determinada que ni él, ni ninguno es capaz de determinar de
dónde y por qué causa surgió. Dado que se heredan predisposiciones, y
teniendo encuenta que - encada individuo- suelenprimar unas ynootras,
el resultado final es que llegamos a este mundo con determinadas
inclinaciones e inquietudesque hacen que nos sean más simples unas que
otras cosas. Predisposiciones queyasemanifiestan- generalmente -en
la niñez, no pudiendo atribuirse a experiencias ocurridas durante la vida
diaria o debidas a influencias del medio así como las circunstancias que a
cada quien le ha tocado vivir.
La forma de concebir el mundo en que habrá de nacer el individuo
ya se encuentra innata en él, como una imagen virtual, y los contenidos de
lo Inconsciente Colectivo son responsables de esa peculiar manera de
percepción la que, a su vez, generará determinadas maneras de acción y
no otras. «Percibimosfácilmente ciertas cosas y reacciones ante ellas de
distintas maneras debido a que lo Inconsciente Colectivo se halla
potencialmente predispuesto y latente hacia ellas»*.
Este Inconsciente Colectivo u Objetivo es un aspecto inconsciente
diferente del Personal. Es el material desconocido y oceánico del que
* Hall, C, y Norby, V. J. «Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung».
52
Mniii/ti/ i/.1
l'fiicolo^iu
i .n.i ('onsciencia. Podemos inferir su existencia en parte por
1.1111Id comportamiento instintivo:los «impulsosa la acción sin
.i. mu < (insciente», o más precisamente (puesto que hay muchas
h 11 mi i  ad;is inconscientemente que son por entero personales y
i l n ilnu-nk- merecen el apelativo de instintivas), «una acción
s heredada e inconsciente y acontece enforma uniforme y
i .1 nos loca aclarar el concepto de experiencias heredadas.
11u i" u» 11uiere decir que se trate de una determinada experiencia
• >lo (|iir se ha transmitido. No. Lo que se transmitede generación
M ion son potencialidades «a priori» que se actualizan en
muí.ni.r; situaciones. Solo eso. De manera tal que el cerebro -
ipurtc IIMCÜ de la mente -- ha estado siendo conformado e influido
dolo ocurrido desde que era, apenas, un órgano rudimentarioen el
O de un animal, o-tal vez-cuando ni siquiera existía como tal en
11 n is menores. Al respecto Jung escribe: «Aunquenuestra herencia
n rastros fisiológicos, no obstante,fueron procesos mentales
'V antecesores los que trazaron estos rastros. Si alguna vez
u <i la consciencia del individuo, lo pudieron hacer solamente
111,1 >/<• ¡trocesos mentales; y aunque estos procesos hayan llegado
Conscientes solo a través de la experiencia individual y
t-inciitcmente se nos aparezcan como adquisiciones de cada
ulna, sin embargo eran trazos ya preexistentes, que han sido
unen/e 'llenados 'por la experiencia individual. Probablemente
rienda 'impresionada 'es una rotura en el lecho de un río
íimíenle inconsciente».**
ni vimos anteriormente,Jung sostiene que hay elementos propios
luí onsciente Colectivo que se manifiestan en todas las culturas a
| porejemplo - leyendas y mitos. Veamos como explica Frieda
II.MII este proceso: «Jung invirtió mucho tiempo en el estudio de
iiio. ¡jorque consideraba que son expresiones fundamentales de
liinilcza humana. Cuando un mito ha sido conformado y expresado
oílected Works» Vol. Vil.
ollected Works Vol.VlII».
53
Antonio Las Meras
en palabras es cierto que es la consciencia quien le ha dado forma;
pero el espíritu del mito - la urgencia creadora, que representa, los
sentimientos, que expresa y evoca, e incluso en granparte la materia
del asunto -proviene del inconsciente colectivo.»*
Esta urgencia creadora a la que hace referencia Fordham está
originada en la existencia de una estructura arquetípica que «emite un
pseudópodo hacia la consciencia)). Esta, transforma esa «información
o mensaje» en algo que es necesario entregar, plasmar, originar... crear.
Porque se ha vuelto una necesidad dentro del individuo, o de la
colectividad. Ya que muchos de estos fenómenos suelen darse
colectivamente. Lo vemos cuandoun grupo se siente identificadofrente a
un mismo rito o comparten la aceptación de una leyenda.
Llegamos, así, a la necesidad de indagar qué contenidos existen en
lo Inconsciente Colectivo. Allí, encontraremosa lasestructurasarquetípicas.
Arquetipos
Los contenidos de lo Inconsciente Colectivo son las estructuras
arquetípicas. Arquetipo significa «modelo original o prototipo». Pero la
definición, desde la Psicología Juriguiana no estan sencilla. Menos cuando
leemos al sabio suizo que indica: «El arquetipo es el núcleo de un
complejo». Con lo que aquellos adquierenrenovada trascendencia. Los
complejos que - siguiendo laexpresiónjunguiana- «mueven»alhombre,
tienen corno sustento básico a un arquetipo. No uno en especial. Diversos
arquetipos pueden originardiferentescomplejos.Y se pueden tener varios
complejos a la vez, unos más intensos que otros...
Ya no son entonces, éstos, contenidos de lo Inconsciente Colectivo,
algo lejano, oscuro y profundo de rara presencia en los estratos
superficiales de la psique. Ahora comprendemos otros de los motivos por
los que son ellos quienes rigen nuestra existencia.
Hall y Norby indican que «es muy importante para la correcta
comprensión de la teoría junguiana sobre los arquetipos, que estos
* Fordham., F. «Introducción a la Psicología de Jung»
54
Miiniuil ilc Psicología Junguiana
no sean considerados como cuadros totalmente desarrollados en la
mente, como imágenes de los recuerdos de las experiencias pasadas
Je nuestra vida. El Arquetipo de la Madre, por ejemplo, no es una
fotografía de una madre o de una mujer. Mas bien es como el negativo
ile lo que debe ser desarrollado por la experiencia».*
«Lo quese hereda - dice Rubino - eslaestructurapotencialde
los arquetipos». Y agrega «nopercibimos a los arquetipos, sino a sus
manifestaciones simbólicas». «Los arquetipos se manifiestan a través
de proyecciones, lo que nos permite inferir la presencia de ellos».
Para Jung, una imagen primordial determinada, es decir, un
arquetipo, se cumplimenta como tal,con respecto a sucontenido,solamente
cuando se hace manifiesto,y se completa,por lo tanto, con el material de
la experiencia consciente. Volvemos aquí a la ilustrativa imagen delcauce
seco del río y la experienciarellenándolo vigorosamente.
En efecto puede considerarse que cada uno de nosotros llega a este
mundo con potenciales estructuras arquetípicasque son, en nuestrapsique,
como un nutrido complejo de cauces de ríos, que en este momento se
hallan secos. Éstos, así como sucedió en la tierra con el Cañón del
Colorado, fueron labrados por las «corrientes» de generaciones y
generaciones pasadas. No corrientes de agua que lo recorren desde hace
millones de años como ocurre en el Gran Cañón, sino corrientes psíquicas,
mentales. Con toda la metáfora significativa, que implica hablar de
inundacionespsíquicas, remansos espirituales,erupcionespsíquicas ytoda
otra combinación posible de este estilo.
Así, heredamos estos cauces secos. Ríos muertos. Pero nuestra
experiencia los va haciendo fértiles. Le agrega agua una vez más. Y
entonces, los arquetipos dejan de ser meras estructuras para convertirse
en símbolos proyectados hacia el exterior. Y,en lo interno, al recibir esa
«agua» benefactora, renuevan el vigor, adquierenla capacidad deutilizar
y al canalizar lasenergías enormes que poseen llegandoa intervenir enotros
estratos psíquicos que trascienden la psique colectiva.
Hall y Norby «Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung».
Antonio Las Heras
En sus primeros escritos Jung denominó a estas estructuras
hereditarias imágenesprimordiales, expresión que toma de Burckhardt.
Pero, después, comprendió que era más preciso llamar arquetipo a estos
fenómenos que había descubierto.Lo hizo con el sentido que le diera San
Agustín y, antes que él, Kermes Trismegisto, la versión griega del dios
egipcio Toth, quien en el Poimandres(que es la primera parte del grupo
que componen la obra de Corpus Hermeticum) expresa: «.Habéis visto
en vuestra mente la imagen arquetípica». Para ese tiempo Jungya sabia
que los arquetipos «estaban tan elevadamenle organizados y vivos en
lo inconsciente, y que influían tanto sobre la imaginación consciente,
que podían ser personificados o cuanto menos asumir una expresión
abstracta (...) hay un ejemplo de la vivida complejidad de este mundo
en los arquetipos: las representaciones instintivas e intuitivas de la
mitología griega. Este sistema espiritual es quizás el modelo más
altamente colectivo que aúnposeemos. Es precisamente debido a esta
excepcional consciencia instintiva del inconsciente colectivo,
demostrada en sus mitos y leyendas y en todo lo que surge de ellas,
que los griegos fueron capaces de hacer una contribución tan
formidable a la evolución del espíritu humano».*
Jung expresa también que los «.arquetipos son lasformas innatas,
apriori, de intuición,.., percepción y de aprehensión...» «Igual que
los instintos impelen al hombre a un modo específicamente humano
de existencia, así los arquetipos fuerzan sus vías de percepción y de
aprehensión dentro de esquemas específicamente humanos».
Sigue siendo, sin embargo, difícil llegar a comprender el concepto
deArquetiposegún laPsicologíaJunguiana. Rubino anótalo siguiente:«Los
arquetipos sonformas o imágenes que tienen naturaleza colectiva y
que se dan en todos los hombres que habitan y habitaron la tierra,
proveyendo los temas milicos. Estas estructuras arquetípicas las
podemos observar también en el individuo en sí mismo como en las
comunidades «ágrafas» e históricas. Se trata de algo así como
'modelos -patrones 'en laformación de símbolos y que se repiten desde
las tinieblas primordiales-»,
* Laurens van Der Post, «Jung y la Historia de Nuestro Tiempo».
56
Miiniiiil i/c
Completa esta exposición, que ya va adquiriendo ahora sí límites
precisos, Frieda Fordham quien, como dijimos, cuenta con el apoyo
mlelectual del maestro en sus obras escritas. Dice ella: «Podemos
aventurarnos a suponer que las imágenes primordiales o arquetipos
se formaron durante los milenios en que el cerebro humano y la
consciencia humana iban lentamente emergiendo de un estado animal;
¡H'ro sus representaciones, es decir, las imágenes arquetípicas, como
tienen la cualidad primordial, se modifican o se alteran de acuerdo
con la era en que aparecen. Algunos, sobre todo aquellos que indican
un cambio importante en la economía de lapsique, aparecen en forma
abstracta o geométrica, tal como un cuadrado, un círculo o una rueda:
ya sea por separado, ya en combinación formando de modo más o
menos elaborado un símbolo particularmente importante y típico. {...}
Otros se presentan como formas humanas o semihumanas, como dioses
o diosas, enanos, gigantes: aparecen como animales oplantas, reales
ofantásticos, de los que hay ejemplos incontables en la mitología»*.
He aquí, entonces, que los arquetipos aparecen en el hombre a
través de formas determinadas: en las mitologías, en las leyendas, en los
sueños, en ciertos deseos colectivos. Mediante el estudio de determinados
sueños (Jung hablará de sueños del Inconsciente Colectivo y otros, los
más comunes, donde aparecen elementos de ambos estratos; ya que rara
vez existen manifestaciones oníricas puras), de las leyendas y de las
mitologías - particularmente lasdeculturasnativas obien otras deenorme
esplendor creativo como la egipcia, la griega y la romana - es posible
deducir la existencia de los mismos arquetipos a través de los tiempos.
Lo que sucede es que, como indica Fordham, éstos presentan los
«ropajes» propios de cada época. Cada tiempo y cada momento de cada
civilización reviste al arquetipo con un «maquillaje» especial yparticular
de ese lugar y ese momento. Le otorga un «tinte»propio dondeintervienen
las circunstancias y el desarrollo de esa civilización. Con distintos
emergentes visibles o imaginarios, son los mismos arquetipos desiempre.
Jung explica que las expresiones más directas de lo Inconsciente
Colectivo se encuentran cuando los arquetipos aparecen como imágenes
* Op. cit.
57
Antonio Las Meras
primordiales en los sueños, en estados desacostumbrados de la mente (hoy
llamados estados alterados de consciencia) o en las fantasías de los
psicóticos.
Al referirse a la intervención de lo Inconsciente Colectivo en las
enfermedades mentales graves indicaJung que se despiertanlos arquetipos
para una vida independiente y asumen la dirección de la personalidad
psíquica, reemplazando al Ego incapaz y a su voluntad y su deseo,
demasiado débiles. Agrega también que «el aislamiento en el solo Yo
tiene la paradójica consecuencia de la aparición en los sueños y en
lasfantasías de contenidos impersonales, colectivos, que son también
el material de que pueden nutrirse ciertas psicosis esquizofrénicas».
Para vivir la experiencia arquetípica, obtener su análisisyconcluir
obteniendo la síntesis de éstos, es requisitoesencial no identificarse con
los arquetipos.Porque, de suceder semejante cosa, habremos incentivado
la principal característicade la reacciónpatológicay,estaríamosinvadidos
por estas fuerzasprimordiales.
Cabe aquí hacer una aclaración, una división tajante, para no
confundir conceptos. El material psíquico arquetípico se encuentra tanto
en lo Inconsciente de una persona normal como en quien padece
esquizofrenia. Hasta ese punto no hay diferencia. Lo que sucede es que
debe observarse si esas presencias arquetípicas están o no elaboradas.
Y, en tal caso, de qué modo se encuentran hechas esas elaboraciones. Del
estudio de estas dos variables habremos de poder discernir si el material
arcaico es la causa psicopatológica de la enfermedad. No de otra manera.
Jung siempre advierte acerca de ciertos ciudadanos que deben ser
tenidos en cuenta en el trabajo analítico de lapsique. Dice que en los casos
de psicosis latente, en los que basta un empujón para que aparezca
manifestante la catástrofe, puede ser suficiente para ello la admisión del
estado presente o la acción de un complejo. Uno de los peligros que más
próximo está es el de la identificacióncon las formaciones inconscientes.
Si existe una disposición lábil puede producirse un estado equivalente a
la psicosis. Es por este motivo que, como dijimos anteriormente, Jung no
vacilaba - ante algunos casos - adejar que laneurosis delconsultante
siguiera un curso evolutivo, pues advertía que esta era la única contención
58
Mniliiiil ./i' /'.w'c •n/n;.'Jii
i nuil.i l.i presencia de manifestaciones más graves que podrían producir,
I" u . irmplo. una psicosis.
( '011 respectoa la neurosis, Jung la considera no sólo desde el punto
de  isla clínico, sino desde la visión psicológica y social y, llega a la
• mu lusión de que es una afección grave, particularmente en lo que se
i • I u-iv a sus efectos en relación con el medio ambiente y el modo de vida
i u i irólico, pudiendo ser la neurosis nuestro peor enemigo o nuestro mejor
.mugo, por cuanto sus mecanismos tienen un doble significado: mira
.nielante y atrás, abajo y arriba.Agrega luego que no es el analizado que
PC lia curado de la neurosis, sino que es la neurosis quien lo ha curado.
Estos que preceden son conceptos muy importantes en las
t < msideraciones psicopatológicasque hace la Psicología Junguiana.Aquí
Be presenta a la neurosis como algo a través de lo cual se hace posible
una curación. Entoncesobtenemos el siguientecorolario:no se produce
una neurosis como síntoma de una perturbación psíquica, sino que la
neurosis es aquello con lo que reacciona la personalidad para resolver el
disturbio.
La neurosis cumple aquí un papel similar al de los glóbulos blancos
cu la sangre. Los glóbulos blancosno son el resultado de una enfermedad,
de una infección por ejemplo: sino que éstos existen para contrarrestarla,
para eliminarla. Algo así sucedería con la presencia de la neurosis. Atal
punto que ésta, en ocasiones según determinó Jung, está cumpliendo el
papel de dique de contención a los efectos de no dejar pasar el agua que
se desliza por aquellos viejos y milenarios cauces que fueron labrados por
los arquetipos y que buscan, en ese momento, adueñarse de la Persona,
lo que ocasionaría al individuo el nacimiento de una enfermedad peor para
él y para la sociedad. Una esquizofrenia, por ejemplo.
La concepción junguiana de lo inconsciente lo revaloriza respecto
de otras psicologías ya que no lo presenta como un depósito de basuras,
de cosas dolorosas que debieron ser reprimidas, anuladas, escondidas.
Al revelar la existencia de un Inconsciente Colectivo encontramos
que además de aquel estrato de despojos, existen también motivos para
la alegría de viviry las fuentes de lainspiracióny creatividad. Elinconsciente
es la «fuente de la consciencia y el espíritu creador y también del
59
Antonio Las Heras
destructivo de toda humanidad». Se trata de una conjunción de
opuestos. Un reservorio totalizador. Es, otra vez más, la presencia
enantiodrómica que habrá de hallar Jung en todos sus estudios sobre el
hombre. Aquí, lo Inconsciente aparece como la arena y, a su vez, los
protagonistas luchando en esa arena. Es la cotidiana justa entre el Bien y
el Mal. Con triunfos pequeños para el doctor Jekill y también para Mr.
Hyde. No hay puesta definitiva. Y cuando la presenciamos es por una de
dos posibilidades: o se está reprimiendo desmedidamente lo malo para
mostrar lo bueno o bien se está enfermo - noyaneuróticamente, sino
gravemente trastornado- y losHyde transitan porlapersonalidad dela
que se adueñaron. Para conseguir la primera situación enunciada
generalmente es necesario producir una neurosis. Y dejar de sentir, por
supuesto. Negarse a escuchar al inconscientecreer que nada oscuro hay
en nosotros es una situaciónque no habrá de sostenerse equilibradapor
mucho tiempo. Porque, finalmente, lo reprimido hace erupción y destruye
la falsa Máscara. En el segundo caso, cuando el Mal se adueña de la
psique, el camino hacia el hospicio suele ser breve. O hacia lacárcel. O
hacia la muerte. Pero, si por algún motivo, ese reinado de la maldad fuera
el resultante de ocultar el aspecto bueno que también vive en nosotros,
tarde o temprano esa fuerza se mostrará en la Consciencia y,
enigmáticamente para muchos, el individuo setransforma. Quizá se haga
predicador o decida iniciar una nueva vida donde se mostrará humilde,
caritativo..., bueno.
Así hay casos de criminales, asesinos a sangre fría que no mostraban
remordimientos, seguros queharían milveces máslomismo, yque- sin
embargo - undía inesperadamente transforman auténticamente sumanera
de comportarse. ¡Hay realmente un cambio!. Se convierten en
predicadores de la paz y lajusticia.Abrazan alguna fe y trabajan por ella.
¿Qué ha pasado?. Pues tuvo lugar una síntesis de opuestos. Aquél
aspecto de la Máscara que mostraba el criminal no era único. Sino el
resultado de algunanecesidad que le había impuesto la circunstancia. Pero,
lo que estaba sucediendo, era que la faceta del Bien estaba siendo
reprimida en lo Inconsciente.Allí cobró fuerzas y cuando tuvo la suficiente
integridad se mostró a nivel consciente desplazando al aspecto de la
60
Miiniidl ilc Psicología .
Máscara impuestapor la necesidad. Entonces el individuo se revela como
verdaderamente es.
Casos como estos no abundan, es cierto. Son más comunes los
inversos. El hombre bueno que, repentinamente, se convierte en malo,
lodos conocemos a lo largo de nuestras vidas individuos así. En cambio
los regenerados son escasos, a punto tal que -cuando ocurre algún caso-
suclen ser motivo de atención por parte de los medios de difusión masiva.
I )iarios, radio, televisión y revistas se ocupan de ellos. Porque se trata de
algo inusual. Quientermina estafando a su propia familia- a pesar de que
se lo consideraba el hombre más probo de la tierra - es un caso más
habitual. Especialmente en el mundo moderno donde los valores y los
símbolos se pierden rápidamente, o están totalmente trastocados.
Alterados. Podríamosdeducirque la energía de lo malo avasallaa la psique
con más facilidad que la de lo bueno. O, en todo caso, que es mayor el
número de personas que desean ser buenas y fracasan en su intento, que
el de quienes se sienten necesitados a ser malos y, luego, no cambian.
Adhieren a esa situación. Deja de ser ilusoria Máscara para convertirse
en situación auténtica. Lo que también es lógico. El concepto que tenemos
de «lobueno» implica renunciamientos cotidianos, mientras que «lomalo»
suele asociarse al placer y al goce. «La carne es débil» reza un refrán. Y,
salvo excepciones - queporello sonhonrosas - todos nos sentimos
inclinados hacia realizaciones mezquinas, egoístas e intrascendentes. Lo
que, por otra parte, suele ser propiciado por la sociedad de consumo que
maneja al mundo de hoy. Jung se ocupó mucho de esto. Y dijo, en una
oportunidad, que la única solución era regresar a una civilización que
prestara atención a los símbolos. Es decir una cultura capaz de atender a
sus necesidades interiores y complementarlas con las exteriores. Un grupo
humano decidido a ocuparse por obtener el equilibrio sociopsicofísico y
no que desarrolle desmesuradamente lo externo en detrimento de la obra
interna que debe construirse en cada uno de nosotros. Sinoconsiguiéramos
integrar loInconsciente anuestra vida, seremos - siempre - incompletos.
Lo que no significa dejar de gozar, ni de sentir placer. Todo lo contrario.
Se trata de tenerlos pero incorporados a un sentido de la vida.
Antonio Las Meras
Jung era un hombre que gustaba de los placeres. Fumaba, bebía,
comía abundantemente, se esforzabapor mantener una adecuada relación
con la Naturaleza, remaba, recorríalargos trechos en bicicleta, era recto
con quienes lo acompañaban en el trabajo, esforzado en obtener
realizaciones impecables, un poco huraño pero de fácil risa como enojo
rápido; en fin, estaban en él casi todas las posibilidades que tiene una
persona. Y he comenzado la lista con aquellas cosas que, quien no se ha
interesado por la personalidad de este sabio, rara vez conoce. Jung amaba
la vida. Quisouna totalidad. Yeso es loque la PsicologíaJunguianapersigue
para los humanos. La plena realizaciónde cuantasposibilidadestengael
individuo. Que sea totalizador. Todo aunado para conseguir concretar los
deseos positivosen la vida.
Y cuando decimos equilibrio no lo hacemos como sinónimo de
término medio. Al decir equilibriobuscamos referirnos a un estado a partir
del cual se encuentren dadas las condiciones que permitirán, después,
alcanzar la armonía plena. Lo que no es posible de obtenerequilibrando
los platillos de la balanza, porque eso es la quietud manifiesta y duradera
mientras que una vida plena implicamovimientopermanente. Yla psique
es- siempre - acción, movimiento, desplazamiento, transformación. Por
lo tanto - ypara seguir con lacomparación - debemos decir que hay que
colocar en cada platillo las cantidades que sea menester y conseguir el
equilibrio (esta palabra procede del latín ecus librumy significa «nada en
demasía») cambiando de lugar el punto de apoyo. Acercándolo hacia un
lado. Alejándolodel otro. Así la balanza para mantenerse equilibrada
requerirá cambios permanentes. Esa necesidad lleva a sentirse armónico.
Ocurre que el equilibrio es un estado en todo momento precario. El
movimiento requerido para mantenerlo necesita de conductas armónicas.
Llegado a este punto conviene recordar aquella máxima china, varias veces
milenaria, que afirma: «Lo único inmutable es la mutación». Dicho en
términos psicológicos: la armonía sólo sucede cuando el psiquismocambia
permanentemente de acuerdo con los estímulos exteriores y en
concordancia con las producciones de lo inconsciente.
¿Y cuáles son lasproporciones ideales para lograr este estado ideal?.
No existen. Cada uno deberá saber -a través de supropia experiencia-qué
62
Miininil íA' l'ifi>loiiti .
i .mtidad debe colocar a cada lado del pie de la balanza para conseguir
un equilibrio que ledé verdadera armonía sinrequerir represiones y censuras.
Lógicamente que esta armonía no habráde durar mucho. La psique
no es un sistema energético cerrado, Jung,cuando la describe, aclara que
se trata de una totalidad «parcialmente abierta», que siempre está
recibiendo energía del exterior. Esta no se pierdenunca; es canalizada y
11 ansformada. Estas situaciones puedenvolvera romper el equilibrio de
la balanza y, por lo tanto, termina la armonía de que está gozando el
individuo, en cualquier momento.Por lo que le será necesario readaptarse.
I;
n síntesis podemos decir que, para lograr la armonía es menester tener
la suficiente ductilidad que se requierepara adaptarse a la continua entrada
de nueva energía. Si no hay nada oculto, si se conocen detalladamente
los pormenoresde nuestrapsique, esas energíaspodrán sertransformadas
en elementos útiles, provechosos, sin que haya algo que temer. El
problema, claro se presenta cuando desconocemos nuestrosproblemas
intrapsíquicos. Entonces la energíaes absorbida por ellos y repercute en
malestares de la personalidad.
En síntesis, como escribió Jung en sus «Dos escritos sobre
Psicología Analítica»: «Son los arquetipos el oculto tesoro que la
Humanidad ha acumulado y del que ha producido sus dioses y sus
demonios, y todos aquellospensamientos poderosos e influyentes sin
los cuales ¡apersona dejaría de ser humana».
Un ejemplo clínico
A veces, es posible ver en las psicosis cómo se manifiestan los
arquetipos avasallando lo Consciente. Durante algún tiempo trabajamos
con Eduardo Mas Colombo (Doctor en Psicología, Decano y profesor
titular en Psicología de la Universidad Argentina John F.Kennedy) en un
hospital en busca de símbolos que aparecieran en los discursos de sus
pacientes psicóticos,reveladores depresencias arquetípicas. Conseguimos
tener varias reuniones con uno de ellos que, analizado desde laPsicología
Junguiana, se encontraba poseído por elArquetipo de Dios.
63
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf
138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf

Más contenido relacionado

Similar a 138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf

Carl Gustav jung
Carl Gustav jungCarl Gustav jung
Carl Gustav jung
joanarceh
 
Primera clase psicología de carl jung
Primera clase psicología de carl jungPrimera clase psicología de carl jung
Primera clase psicología de carl jung
DigiZen
 
Modelo carl jung
Modelo carl jungModelo carl jung
Modelo carl jung
ruizstvn07
 
Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung
Conceptos fundamentales de la Psicología de JungConceptos fundamentales de la Psicología de Jung
Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung
DigiZen
 
pereyramartinez_globalizaciónS3
pereyramartinez_globalizaciónS3pereyramartinez_globalizaciónS3
pereyramartinez_globalizaciónS3
Grisel Pereyra
 

Similar a 138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf (20)

Crítica literaria a través del pensamiento de Carl Gustav Jung
Crítica literaria a través del pensamiento de Carl Gustav JungCrítica literaria a través del pensamiento de Carl Gustav Jung
Crítica literaria a través del pensamiento de Carl Gustav Jung
 
Damasio Antonio - En Busca De Spinoza.pdf
Damasio Antonio - En Busca De Spinoza.pdfDamasio Antonio - En Busca De Spinoza.pdf
Damasio Antonio - En Busca De Spinoza.pdf
 
Aspectos históricos de las alucinaciones
Aspectos históricos de las alucinacionesAspectos históricos de las alucinaciones
Aspectos históricos de las alucinaciones
 
Marialemelendez
MarialemelendezMarialemelendez
Marialemelendez
 
El efecto mariposa
El efecto mariposaEl efecto mariposa
El efecto mariposa
 
Carl gustav jung
Carl gustav jungCarl gustav jung
Carl gustav jung
 
La antipsiquiatría
La antipsiquiatríaLa antipsiquiatría
La antipsiquiatría
 
CARTAS A UNA JOVEN PSICÓLOGA.pdf
CARTAS A UNA JOVEN PSICÓLOGA.pdfCARTAS A UNA JOVEN PSICÓLOGA.pdf
CARTAS A UNA JOVEN PSICÓLOGA.pdf
 
Carl Gustav jung
Carl Gustav jungCarl Gustav jung
Carl Gustav jung
 
Primera clase psicología de carl jung
Primera clase psicología de carl jungPrimera clase psicología de carl jung
Primera clase psicología de carl jung
 
Modelo carl jung
Modelo carl jungModelo carl jung
Modelo carl jung
 
Fenómenos paranormales
Fenómenos paranormalesFenómenos paranormales
Fenómenos paranormales
 
Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung
Conceptos fundamentales de la Psicología de JungConceptos fundamentales de la Psicología de Jung
Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung
 
Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartra...
Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartra...Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartra...
Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartra...
 
2Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartr...
2Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartr...2Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartr...
2Antropología del cerebro. Conciencia, cultura y libre albedrío - Roger Bartr...
 
Meister Eckart y Jung
Meister Eckart y JungMeister Eckart y Jung
Meister Eckart y Jung
 
pereyramartinez_globalizaciónS3
pereyramartinez_globalizaciónS3pereyramartinez_globalizaciónS3
pereyramartinez_globalizaciónS3
 
PsicoanáLisis
PsicoanáLisisPsicoanáLisis
PsicoanáLisis
 
PsicoanáLisis
PsicoanáLisisPsicoanáLisis
PsicoanáLisis
 
Exposiciones
ExposicionesExposiciones
Exposiciones
 

Último

TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
jlorentemartos
 
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
EliaHernndez7
 
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACIONRESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
amelia poma
 
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxConcepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Fernando Solis
 

Último (20)

animalesdelaproincia de beunos aires.pdf
animalesdelaproincia de beunos aires.pdfanimalesdelaproincia de beunos aires.pdf
animalesdelaproincia de beunos aires.pdf
 
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdfFeliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
Feliz Día de la Madre - 5 de Mayo, 2024.pdf
 
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
 
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
 
Power Point E. S.: Los dos testigos.pptx
Power Point E. S.: Los dos testigos.pptxPower Point E. S.: Los dos testigos.pptx
Power Point E. S.: Los dos testigos.pptx
 
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACIONRESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
RESOLUCIÓN VICEMINISTERIAL 00048 - 2024 EVALUACION
 
Desarrollo y Aplicación de la Administración por Valores
Desarrollo y Aplicación de la Administración por ValoresDesarrollo y Aplicación de la Administración por Valores
Desarrollo y Aplicación de la Administración por Valores
 
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdfPlan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
Plan-de-la-Patria-2019-2025- TERCER PLAN SOCIALISTA DE LA NACIÓN.pdf
 
Los dos testigos. Testifican de la Verdad
Los dos testigos. Testifican de la VerdadLos dos testigos. Testifican de la Verdad
Los dos testigos. Testifican de la Verdad
 
AEC 2. Aventura en el Antiguo Egipto.pptx
AEC 2. Aventura en el Antiguo Egipto.pptxAEC 2. Aventura en el Antiguo Egipto.pptx
AEC 2. Aventura en el Antiguo Egipto.pptx
 
Lecciones 06 Esc. Sabática. Los dos testigos
Lecciones 06 Esc. Sabática. Los dos testigosLecciones 06 Esc. Sabática. Los dos testigos
Lecciones 06 Esc. Sabática. Los dos testigos
 
La Evaluacion Formativa SM6 Ccesa007.pdf
La Evaluacion Formativa SM6  Ccesa007.pdfLa Evaluacion Formativa SM6  Ccesa007.pdf
La Evaluacion Formativa SM6 Ccesa007.pdf
 
PLAN LECTOR 2024 integrado nivel inicial-miercoles 10.pptx
PLAN LECTOR 2024  integrado nivel inicial-miercoles 10.pptxPLAN LECTOR 2024  integrado nivel inicial-miercoles 10.pptx
PLAN LECTOR 2024 integrado nivel inicial-miercoles 10.pptx
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
 
LA JUNGLA DE COLORES.pptx Cuento de animales
LA JUNGLA DE COLORES.pptx  Cuento de animalesLA JUNGLA DE COLORES.pptx  Cuento de animales
LA JUNGLA DE COLORES.pptx Cuento de animales
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
 
Interpretación de cortes geológicos 2024
Interpretación de cortes geológicos 2024Interpretación de cortes geológicos 2024
Interpretación de cortes geológicos 2024
 
Revista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdf
Revista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdfRevista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdf
Revista Apuntes de Historia. Mayo 2024.pdf
 
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptxConcepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
Concepto y definición de tipos de Datos Abstractos en c++.pptx
 
Educacion Basada en Evidencias SM5 Ccesa007.pdf
Educacion Basada en Evidencias  SM5  Ccesa007.pdfEducacion Basada en Evidencias  SM5  Ccesa007.pdf
Educacion Basada en Evidencias SM5 Ccesa007.pdf
 

138175792 las-heras-antonio-manual-de-psicologia-junguiana-pdf

  • 1.
  • 2. I .as I leras, Antonio. Manual de PsicologíaJunguiana. - laed. -BuenosAires:Trama,2008. 228 p.; 23x16 cm. (Psykhopómpos) ISBN 978-987-21314-2-5 1. EnsayoArgentino. I. Título CDD A864 © by Antonio Las Meras para Editorial Trama Campana 3238. piso 5 (1417) Ciudad Autónoma de BuenosAires. República Argentina www.antoniolasheras.com.ar www.jung-argentina.com.ar info@jung-argentina.com.ar Autor: Dr. Antonio Las Meras Texto establecido por: Lie. Silvina Laura Mazal. (Psicóloga. UBA) Área técnica: Viviana Griselda del Río Diseño de tapa: Roxana Lanzilotti Foto del Dr. Las Meras: Nacho Gatto Agradecemos la asistencia de Mariano Las Meras Se prohibe la reproducción total o parcial de este libro, a través de medios ópticos, electrónicos, químicos, fotográficos o de fotocopias, sin la previa autorización por escrito del autor. LA FOTOCOPIA DE LIBROS ES UN DELITO Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en la Argentina / Printed inArgentina. M a n u a l de P s i c o l o g í a J u n g u i a n a
  • 3. INTRODUCCIÓN • Principales conceptosdistintivos de la Psicologíadelos Arquetipos desarrollada por Cari Gustav Jung. • LoInconsciente Colectivo. • Eluniverso onírico. • Origen y función de las neurosis. • LosComplejos. • Eltrabajo psicoterapéutico. • Individuación: aspiración delanálisisjunguiano. • LaPsicología Junguiana en laArgentina actual.
  • 4. Manual de Psicología .lunguitinii Principales conceptos distintivos de la Psicología de los Arquetipos desarrollada por Cari Gustav Jung Entre los nacidosen Occidentedurante el Siglo XX. Cari Gustav Jung (Suiza,n. 28/7/1875; f. 6/6/1961) es una de las personalidadesmás fascinantes. Médico psiquiatra, pilar de la moderna Psicología de lo Inconsciente, antropólogo, políglota,experto en esoterismo, Filosofía, Historia y Arqueología; investigador de la Alquimiay la simbología, estudioso de la Astrología, convencido del status científico de la Parapsicología, interesado en el fenómeno ovni y autor de poesía. Una aproximación a las variados y enigmáticos temas humanísticos que interesaron al sabio suizo la tendremos recordando que «Psicopatología de tos llamados fenómenos ocultos» (1899) es el título de su primera obra, tesis con la que se doctoró en Medicina. Se trata de una investigación sobre cierta muchacha -prima suya-que oficiabade médium en sesiones espiritistas, muy de moda por aquel entonces. «Sobre las cosas que se ven en e! cielo», fue su último libro, publicado un año antes de su muerte. Analiza allí aspectos psíquicos que pueden extraerse de los testimonios sobre apariciones de ovnis. (*). «Siete sermones para los muertos» es un libro de poemas, escrito en latín durante sujuventud, producto de momentos de intensasirrupciones urquetípicas a su Consciencia que le produjeron inusuales estados espirituales. Pero sin dudas, lo más conocido sobre el Maestro de Zürich es el tema de lo Inconsciente Colectivo. Pero, ¿Qué es lo Inconsciente Colectivo? (*) La primera edicióncastellana fue hecha por Sur, legendario sello propiedadde Victoria Ocampo. 1 1
  • 5. Anlonio Las I leías Lo Inconsciente Colectivo Freud produjo acertadamente la idea de «lo inconsciente» en reemplazo del tradicional«subconsciente» utilizadodurantesiglos. Aceptar la existencia de una subconsciencia significaba suponer que ésta tiene una relación de dependenciacon lo Consciente. La lúcida visión freudiana permitió entender que la cuestión es a la inversa. Ese aspecto profundo del psiquismo - bautizado inconsciente -esloque establece la conducta humana y poco puede hacer el mundo consciente al respecto. Lo inconsciente,al momento del nacer el individuo, es sólopotencia, esbozo, algoque habrá deformarse,paulatinamente, con-principalmente - emociones, sentimientos, sueños, recuerdos, frustraciones, realizaciones, éxitos, tristezasy alegrías. Las investigaciones de Jung sobre mitología universal y análisis de miles de sueños, lo llevaron a proponer la existencia de dos aspectos inconscientes. Lo «InconscientePersonal»,bastante similaralinconsciente freudiano, y lo «Inconsciente Colectivo», raíz y esencia del alma humana. A diferencia del resto de la psique, este aspecto es inconsciente en todo su sentido y se encuentra plenamente constituido al momento del nacimiento. Lo Inconsciente Colectivo está constituido cual si se tratara de lechos secos de antiguos ríos (las estructurasarquetípicas) que, de vez en vez, reciben agua (los arquetipos) y, entonces, se manifiesta. Estas estructuras son el resultado de los momentos emocionales esenciales y fundantes de la Humanidad.Allí está la arquitectura de los arquetipos que, luego, cada civilización, en todos los tiempos, dará a luz: Dios, lo Demoníaco, el Bien, el Mal, el miedo a la oscuridad, el Héroe, el Anciano Sabio, la Diosa, la Doncella y tantos otros. Jung describió algunos arquetipos muy peculiares,como el Ánimus, aspecto psíquico masculino que, originadoen lo Inconsciente Colectivo,habita en el psiquismo de la mujer, y el Ánima, aspecto psíquico femenino del varón. En «SímbolosdeTransformación», uno de sus libros fundamentales, Jung aclara que «... no he descubierto un rasgo hereditario propio de 12 Manual de Psicología una raza, sino un carácter humano universal. No se trata de representaciones mentales innatas, sino de una disposición funcional a emitir las mismas ideas o ideas muy semejantes. Llamé, posteriormente, arquetipo a semejante disposición». El universo onírico En Psicología Compleja existe una precisa clasificación que diferencia los sueños compensatorios de los no compensatorios. Elanálisis de lossueños, através delmétodo deamplificación - creado porelmismo Jung-revistegran importancia en labúsqueda por desentrañarel psiquismo. Los compensatorios coincidenen su descripción con el Psicoanálisis freudiano. En cambio, los no compensatorios incluyen los arquetípicos, anticipatorios, traumáticos,proícticos yparapsicológicos. El primer sueño relatado en análisis suele mostrar, habitualmente, una visión del problema en cuestióny un esbozo de la forma en que habrá de resolverse. «Dime lo que sueña un hombre y te diré lo que es», afirma un proverbio árabe. Para su análisis la Psicología Junguiana propone un trabajo activo por parte del soñante; de manera que la interpretación surja de éste. En el mejor de los casos, el analista realizará una tarea de mutua colaboración y reflexión conjunta; pero nunca será quien imponga una idea. Para que esto resulte más viable, Jungrecomendaba llevar un cuaderno donde anotar todo recuerdo onírico y que, una vez avanzado el trabajo analítico, fuera el consultante mismo quien realizara las interpretaciones, que serían profundizadas en la sesión. «En cuanto me esposible - aclaraba Jung - nointerpreto jamás un sueño por sisólo. Por regla general un sueño pertenece a una serie. Lo mismo que en lo consciente reina una continuidad, prescindiendo del hecho de que es periódicamente interrumpida por el sueño, igual hay quizá también una continuidad en los procesos inconscientes incluso más estricta que en losprocesos del consciente».
  • 6. A l l l o m o l.;is I li'l'iis Origen y función de las neurosis Jung aceptaba que en los orígenes de la Humanidad, cuando lo animal prevalecíaen el hombre,la libidofue sexual. Pero, conformenuestra especie fue diferenciándose más y más de los animales, esa energía fue modificándose hasta la actualidad, por lo que aquella carga instintiva desapareció casi totalmente. De manera tal que la Psicología Compleja denomina «libido» a la energía psíquicaen sí misma sin otorgarlecorrelato alguno con lo sexual. «Protolibido desexualizada» la denominará Jung. Explica el suizo que «la causa de las neurosis estriba fundamentalmente en una incapacidad para resolver un problema actual, siendo una actitud mental que puede hacerse permanente y agudizarse más y más- cada día». La Psicología Junguiana encuentra en las neurosis, además de aspectos negativos,el hecho positivode que en ellas se pueden encontrar las semillasde nuevas posibilidades de desarrollo personal. Por otro lado, las causas de las neurosis no están únicamente en el impulso sexual o los deseos de poder, sino en el impulso cultural y las necesidades espirituales que adquieren gran importancia en la segunda mitad de la vida. Aquello que provoca las neurosis no deberá buscarse, exclusivamente, en el pasado del individuo sino - particularmente -ensupresente; pues esenelahora donde su libido no está consiguiendo que la persona supere determinados obstáculos que lo llevarían a un nuevo estado de desarrollo que su Consciencia anhela. Los Complejos El concepto de «complejo», inmediatamente adoptado por el psicoanálisis y tan popularizado,es un hallazgojunguiano. Complejo se denomina a una manifestación que acontece en lo Inconsciente Personal, cuya raíz se encuentra en lo Inconsciente Colectivo y que requiere la inía-vención de un fenómeno de represión para producirse.Expresa Jung que lales complejos «...brotan del inconsciente e invaden la mente Millllltll tic Psicología . consciente de obsesiones e impulsos desconcertantes e inexpugnables es un error deplorable considerar lapsique humana como algo meramente individual y estudiarla tan solo desde unpunto de vista personal. Semejante explicación nopuede admitirse, sino en lo que respecta a las relaciones y quehaceres cotidianos y ordinarios del individuo». En sus conferencias,cuando alguien preguntabasobre los complejos que uno tiene, Jung interrumpía diciendo: «Uno no tiene complejos... los complejos lo tienen a uno». El trabajo psicoterapéutico El análisisjunguianosehace cara a cara frente al analista.Igualmente puede convenirserealizar la sesión caminando por un parque o modificar el tiempo de la misma. Algunas sesiones pueden convertirse en amenos diálogos y otras estar constituidaspor actividades vivenciales, como la imaginación activa, de modo que puedan lograrse determinadas sensaciones, emociones y sentimientos; todo enriquecedor en la búsqueda por conseguir la «individuación» (que nada tiene que ver con «individualidad»), meta del análisis creado por el sabio suizo. Jung atendía a cada uno de sus consultantes de acuerdo a la situación específica del mismo y su proyecto de vida, partiendo de la base de que no hay dos seres iguales. El trabajo se hacía de manera flexible. Jung entendía que las «técnicas previamente establecidas» (asociación libre,uso del diván, etc.) eran más un obstáculo que una ayuda. Cuando el tratamiento parecía estancarse, Jung daba a su consultante tres posibilidades para, juntos, elegir una: dar por terminado el trabajo analítico,hacer confeccionar una carta natal del analizado o consultar el I Ching (Libro de las Mutaciones). Estas conductas, que le valieronel sobrenombre de «Mago de Zürich», muestran su tendencia a utilizar, en la indagación del espíritu, lodo lo que consideraba apropiado y no solamente lo que launiversidad le había enseñado o aquello que estaba establecido por los usos y costumbres, sino igualmente lo aprendido a través de otras maneras de indagar el Universo y conocer sus leyes, como es el esoterismo.
  • 7. Amonio Las Unas I ',s inlcivsunte señalar que Jung no usaba la expresión «pacientes», < Kvia en cambio - «la gente que trabaja conmigo»con claracoincidencia con el hecho de que el entrenamientoanalítico implica responsabilidady compromiso de ambas partes. Es un trabajo de rol activo para dos protagonistas. Individuación: aspiración del análisis junguiano La «individuación» o integraciónde los opuestos que conformanla psique es la aspiración del análisisjunguiano. Lograr individuarse es conseguirel estado particularde amplificación de la Consciencia que permiteque todos los aspectos del psiquismo se relacionen armónicamente. Cada persona puede buscar este estado, teniendo en cuenta que la individuación en sí misma esmásunabúsqueda - unode cuyos senderos es el análisisjunguiano - que una concreción posible. Jung expresaba que, a sujuicio, Jesús y Buda habían conseguido esto y que, tal vez, otros sólo obtuvieron su individuación después de la muerte. La vida humana tiende hacia una finalidad y las neurosis tienen por objeto impedir alcanzarla. Una neurosis obsesiva detiene el curso de la vida haciendo que la Consciencia del individuo apenas le permita algunas consideraciones sobre situaciones futuras que, en verdad, le son posibles. Los síntomas depresivos, en cambio, disuelven toda inquietud por el presente poniendo un acento exacerbado en el pasado conlo que- ala vez - anulan todo interés por el futuro diluyendo la idea de imaginar proyecto alguno. Otra forma de impedir esta natural evolución hacia la concreción del «proyecto trascendente de vida» es cuando casi todo el interés queda puesto en los problemas de la vida cotidiana, lo que hace que igualmente no se produzca la requerida «mirada hacia delante». El análisisjunguiano esun entrenamiento (término más adecuado que el de «tratamiento»)tendiente a conseguir que el consultante disuelva esos esquemas deconducta queperturban o impiden - según laintensidad de cada caso - la realización de aquellas acciones que son necesarias para que los deseos positivos de vida tengan concreción. La Psicología Junguiana en la Argentina actual En la actualidad,la PsicologíaJunguiana,Compleja, Profunda o de los Arquetipos - como sesuele denominar alresultado desutrabajo - muestra un marcadoincrementoen el interésde los trabajadores enciencias humanísticas de América y Europa. Argentina no ha escapado a este fenómeno: particularmente a partir de 1981 en que tuvieron lugar en Buenos Aires las PrimerasJornadas Argentinasde PsicologíaJunguiana (**) a la que asistieron alrededor de dos centenares de personas entre psicólogos, médicos, antropólogos, filósofos, escritores yestudiantes. Algunos años más tarde se realizaron las Segundas Jornadas Argentinas de Psicología de Jung (***). A partir de entonces, el estudio de la Psicología Junguianacomenzó a hacerse frecuente en las universidades argentinas, sobre todo después del Primer Congreso Argentino del Pensamiento Junguiano(****) realizadoen 1985. En la actualidadCari Gustav Jung ha dejado de ser un desconocido para los estudiantes de Psicología y Medicina. O, solamente, ese discípulo de Freud que se peleó (**) Las Primeras Jornadas Argentinas de Psicologíade Jung se realizaron enjunio de 1981 en el auditorio cedido por la LibreríaEspañolaubicada en uno de los sitios más tradicionales de la ciudad de Buenos Aires: calle Florida casi Plaza San Martín. Fueron sus autoridades: Prof. Abraham Haber (Presidente), Prof, Dr.Vicente Rubino (Vicepresidente) y Prof. Dr.Antonio Las Meras (SecretarioGeneral). (***) Las Segundas Jornadas Argentinas de Psicología de Jung fueron organizadas por el Instituto de Ciencias del Hombre (hoy Instituto Humanístico de Buenos Aires), los días 14 y 15 de julio de 1984 y tuvieron lugar en el ámbitode laSociedad Científica Argentina, Fue electo presidente de las mismasel Prof. Dr.Antonio Las Heras, Hubo tres mesas redondas y 17 exposiciones, destacándosela de Lakhan Lal Mehrotra, entonces Embajador de la India en la Argentina, titulada «Carta a Jung sobre Hinduismo». (****) El Primer Congreso Argentino del Pensamiento Junguiano (1985) fue presidido por el Prof. Dr. Antonio Las Herasy realizado en las Salas Ay B del Centro Cultural Gral. San Martín. El acto inaugural consistió en la lectura de un breveensayo de Ernesto Sábalo sobre la vigencia de C. G. Jung y palabras - entre otros - del Secretario de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires Dr. PachoO'Donnelly del Prof. Dr. Diego Zabaleta en representación de la Academia Nacional de Medicina que auspició el encuentro. 17
  • 8. Amonio I,as con el padre del Psicoanálisis y que tenía «ideas raras».Atrás quedaron los tiempos en que, como relató el Prof. Dr. Aldo E. Imbriano en el encuentro de 1985, ni siquiera había oído hablar de Jimg cuando estudiaba Psicología Médica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. El 21 dejunio de 2005, coincidiendo con el Solsticio de Invierno. se fundó laAsociación JunguianaArgentina (AJA); institución que alberga a gran parte de los profesionales que se dedican a la investigación, promoción, atención clínicay difusión del pensamiento junguiano en la Argentina. Desde su creación, la AJA ha realizado cada año un Congreso anual: el Congreso ArgentinoAnual «Cari G.Jung». con laparticipación de los mayores exponentes del campo junguiano de laArgentina y del exterior. Estos eventos contaron con el auspicio de la Embajada de Suiza en laArgentina siendo, el tercero, declarado de interés Culturaly Científico por la Legislatura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (*****). Asimismo la AJA realizajornadas, cursos, ateneos clínicos, seminarios y,actualmente está en ejecución el primer curso de formación de posgrado deAnalistas Junguianos del país. Los miembros de laAJA también han sido invitados a disertar en diferentes ámbitos académicos, (*****) El Primer CongresoArgentino Anual «CarlG. Jung» se realizó en la Sociedad Científica Argentinadel 14 al 16 de septiembrede 2005; el segundotuvo lugar del 10 al 12 de noviembre de 2006 en las instalaciones del Centro Cultural Arturo Jauretche; y el tercero sesionó del 13 al 15 de septiembre de 2007 en el MuseoRoca; todos ellos en el ámbito de la Ciudad de BuenosAires. Fueron sus auspiciantes: la Embajada de Suiza en la Argentina (contando en los actos de apertura con las palabras de laAgregada Cultural de esta Embajada, Isabelle Petersen-Mauhourat), la AsociaciónMédicaArgentina, la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), la Fundación ACTA, la Fundación El Libro, la Asociación de Formación e Investigación en PsicologíaAnalítica (APIPA), la Fundación Praxis Freudiana, la Asociación Argentinade Ciencias Psicofisíológicas, la Editorial Trama,el Instituto Humanístico de BuenosAires,el Taller Escuela Kríptos y el periódico«Junguianos de la Argentina». El congreso del año 2007, como mencionamosantes, fuedeclarado de Interés Culturaly Científico por la Legislaturade la Ciudad AutónomadeBuenos Aires, lo que indicael profundo y significativo valor que se le otorga actualmente a la difusión de! pensamiento y la obra de Cari (1 Jung en la Argentina. científicos y culturales, como lo son el Hospital Borda, la Asociación Argentina de Psiquiatría (interviniendo en sus Congresos Anuales Internacionales), la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, la l Inivcrsidad del Salvador, la Sociedad Científica Argentina; entre otras. I ,a Comisión Directiva de la AJA está constituida por los siguientes miembros fundadores: Presidente Honorario: Dr. Vicente Rubino (Doctor en Medicina, l IBA. Doctor en Psicología, UAJFK). Presidente: Dr.Antonio Las Heras (Doctor en PsicologíaSocial, l IAJFK, Gran Cruz Kennedy, 1998). Vicepresidente: Dr. RodolfoFischer (Médico Psiquiatra.LIBA. Ex Jefe Servicio 17 Hospital de Salud Mental José T. Borda). Secretaria General: Dra. Ana Brenda Horwitz (Médica. LIBA). Tesorera: Lie. Silvina LauraMazal (Psicóloga, LIBA). Vocal Titular: Lie. Roberto Torres (Psicólogo, LIBA). Revisora de Cuentas Titular: Dra. Teresita Faro de Castaño (I )octora en Psicología, UB).
  • 9. Capítulo I La «personalidad» en la Psicología Junguiana. Elementos que conforman la «personalidad» * Lo Consciente. * La Consciencia. * La Persona. . *ElYo,
  • 10. Mtiintcil de ¡'sicología JHIIÍÍII ¡iiiiii ¿Qué es la personalidad para Jung? Para el sabio suizo la personalidad es una totalidad a la que denomina psique, siendo el resultado de la conformación de todos los elementos que constituyenla estructura psíquica,a laque definimos como «la suma de los procesos mentales». El ser humanoes. esencialmente,un portadorde libido, entendiendo por libido la energía total de la psique,y no circunscripta a la energía sexual, I Jbido es arbitrio,capricho, voluntad, gusto,placer,lascivia,lujuria. Pero eso no es la psique, únicamente.Además de la esfera consciente, existe lo Inconsciente, que la Psicología Junguiana, divide en dos aspectos: lo Personal, donde se hallan aquellos contenidos que hemos reprimido u olvidado, y lo Inconsciente Colectivo,constituido por las estructuras arquetípicas, que deben entenderse como potencialidades innatas traídas 0>ino herencia de la especie humana y existente desde el momento mismo del nacimientoy que habrán de manifestarse ya en épocas infantiles. Jung expresa que el campo de incumbencia de la Psicología se encuentra limitado al estudio de la personalidad. Lo que si bien podemos escribirlo enpocas palabras, desarrollarlo es, sin embargo, una tarea ardua, .ivotadoray, seguramente, ímproba. Difícilmentellegaremos alguna vez a 1 oiiocer todos los elementos que conforman dicha personalidad, sus Interacciones y susfunciones individuales. «La Psicología noes- dice el •..ibio suizo - ni biología, nifisiología, ni ninguna otra ciencia que, precisamente, este conocimiento de la psique». Aquí el individuo no es tomado como una sumade partes. Tampoco algo semejante a una reunión de piezas que se van incorporando corno si se (rutara del armado de un rompecabezas. Jung rechaza esta idea por entero. Nada más alejado de la verdad que la suposición de que la 23
  • 11. Amonio l,,is lleras personalidad se va formando parte por parte y que, si todo resulta satisfactorio, llegará eldía enque - probablemente -seencuentre una cierta unidad con organización suficiente para actuar con coherencia. Jung sostiene, en cambio, que cada ser humano nace con la personalidad. «El hombre no lucha por ella» a causa de que la tiene desde el instante mismo del nacimiento,así como tieneun corazón,y toda su conformación orgánica que le es fundamental para seguir el devenir como enteviviente. Esta integridad llamada «personalidad»tiene la característica de manifestar distintos grados posibles de diferenciación, coherencia y armonía. Loquecada unodebe hacer durante suvida - dirá Jung - es buscar alcanzar el máximo grado de integridadque le resulteposible. A este proceso lo llama«Individuación», que puede ser un proceso evolutivo espontáneo o el objetivo hacia lo que tiende la psicoterapia analítica junguiana, la psicoterapiasintético-simbólica. Cada individuodebe cuidar el desarrollode esta totalidad.Porque una personalidad rota y fragmentada en sistemas separados, autónomos y conflictivos origina deformaciones interiores. Esto es, una personalidad disociada: neurótica o psicótica. Jung buscó a través de su psicoterapéutica, ayudar a que los consultantes pudieran lograr esaintegridad - sies quelahabían perdido - ohacerla másdesarrollada, si esqueyalatenían en forma incipiente.El pensador suizo tendía así a la obtención de una psicosíntesis. Que es una buena forma de definir al Proceso de Individuación. Sólo hipotéticamente se puede obtener la individuación total. Cada persona debe intentar hacer progresos consecutivos que, a través de la integración de los contenidos arquetipales a la Consciencia, su captación, comprensión y asunción, le aproximan más a tal Individuación que es un proceso de integración y no una búsqueda de perfección. Las figuras simbólicas claves de Occidente y Oriente, como Jesús y Buda, son quienes consiguieron -siempre al decir de Jung- máxima realización en lo que a Individuaciónhace. Su transformación les permitió conseguir trascendencia. Una forma de inmortalidad. Pasaron a convertirse en símbolos arquetípicos. Representan el deseo de la Humanidad por alcanzar lo que para lamayoría suele resultar imposible. 24 Miiiiiitil ilc ¡'sicología . Llegando a este punto Jung pensaba que ese Proceso de huíiv¡duación, que sugiere tanto esfuerzo y es tan difícil de concretar durante nuestra vida terrenal, podía completarse luego de la muerte. Dice I .aurens van der Post, quien fuera su amigo personal, que: «El estaba convencido de que lapsique objetiva del hombre, en unaparte esencial de ella misma, se comportaba como si no hubiese muerte. Como si ella existiera fuera del tiempo y del espacio, y por lo tanto, no estuviese sujeta a ¡a majestad de la muerte»*. Lo cual es de comprobación bastante simple:por lo usual la gente se comporta como si fuera a existir casi por la Eternidad y esta manera de proceder es, ineludiblemente, producto psíquico. Puede aceptarse que se debe a un mecanismo neurótico de la negación de la realidad y de la fmitud de la vida humana pero también podría deberse a un saber inconsciente de que alguna esenciamismade uno permanecetras la muerte física ytal«esencia» mantiene en vigencia aspectos psíquicos distintivosde la persona como lo es, en especial, el Yo. Si la psique no desaparece después de la muerte física, entonces resultaría lógico que el Proceso de Individuación continúe. Y hasta que sea relativamente simple de obtener y completar toda vez que queda uno libre de los elementos y necesidades del mundo físico, incluyendo lo perceptivo. Un antecedente de este pensamiento ha de encontrarse en I Matón, a quien Jung estudió muy bien. El filósofo griego sostenía que la muerte es ésta. Cuando uno transita por la Tierra está muerto porque está alado al «fardo de carne». Los límites son precisos: el físico. Mientras que antesde lo que llamamos nacimiento y después de lo que conocemos romo muerte (a través de los otros, porque la muerte es una experiencia 111K- nos muestra su existencia a nivel social, pero individualmente nunca 1.11-111locemos hasta que ocurre y deja de servir como experiencia) nuestra .ilma (la psique junguiana no diferiría mucho de ese concepto) es, u (laderamente, libre de expresarse sin barreras. Lo que tanto el filósofo i 'i iq'.o como el Sabio de Zürich están, en este caso, poniendo de manifiesto ••u su posición frente a una de las eternas preguntas humanas: ¿sigue * v.in l)i:r Post, Laurens, «Jung y La historia de nuestro tiempo». 25
  • 12. Aiilonio l.as 11eras existiendo nuestra personalidad después de la muerte?. ¿.Subsiste un siendo capaz de mejorar alcanzando elevados estadios espirituales o se trata de un estático ser definido por la muerte misma... o todo aspecto psíquico se disuelve en lamuerte?. El filósofo griegotenía su certeza. Jung alertaba en el sentidode que había que prestar atención a esas intuiciones y «visiones» que llegandesde el psiquismo profundo. Y,es suficiente con preguntar al ser humano y con saber algo de ritos, leyendas y mitos, para comprender cabalmente que la idea de la permanencia de una forma de vida consciente después de la muerte, donde seguimos conservandonuestraidentidad construidaen este planeta, es común denominador a todos los tiempos y civilizaciones. ¿Qué comunidad no ha creído en la existenciade alguna forma, peculiarpor cierto, de continuidad de vida tras la muerte física?. Jung entendía, entonces, que había que atender a esta «información»voceada por lo inconsciente e inclinarse a suponer la posibilidad de una continuación de la personalidaden un «Mas Allá». Aunquejamás haya dicho qué era o dónde lo ubicaba. Seguramente Jung pensó mucho sobre esto. Pero,fiel a su espíritu, se abstuvo de difundirlo por no contar con elementos comprobados o de evaluación suficiente. Y. en ese sentido, el sabio suizo siempre hizo gala de un excelente manejo de responsabilidad intelectual. Aunque algunos, que no alcanzan a interpretaro a comprender sus palabras y el espíritu que animaba a las mismas, lo hayan tildado de místico, para descalificarlo como científico. Elementos que conforman la personalidad Jung divide a la personalidad en tres grandes aspectos, por utilizar un término que nos parece adecuado. Los tres se encuentran vinculados a través de diversas interacciones, algunas de las cuales veremos después. Los estratos son: lo Consciente, lo Inconsciente Personal y lo Inconsciente Colectivo. Cada uno esta integrado por diversos componentes. Para aclarar y mostrarnos los diversos estados de la estructura de la psique, el Maestro de Zürich apela, metafóricamente, a ciertas imágenes: 26 Mniiiiíil tic l'xico/o^iii «Debemos describir y explicar un edificio, cuyo piso superior se construyó en el siglo XIX; el piso bajo data del siglo XVI. y una observación mas detallada de los muros da como resultado que estos han sido reedificados de una torre, vivienda del siglo XI. En el sótano descubrimosfundamentos romanos y debajo de él una cueva, en cuyo fondo encontramos instrumentos depiedra en la capa superior y restos de fauna de ese tiempo en la capa inferior. Esta sería. aproximadamente, la imagen de nuestra estructura psíquica».* Lo Consciente Es común confundir - aúnentre profesionales- lo Conscientecon uno de sus aspectos que es la Consciencia.Entonces, se tiende a suponer que cuando Jung habla de Conscienciase refiere a todo lo Consciente. Y esto, en Psicología Compleja, es un error. En lo Consciente describimos, además de la Consciencia propiamente dicha, los siguientes elementos: la manifestación de la Persona o Máscara, y el Yo (Ego). Lo que interesa destacar es este momento es que - desde la óptica junguiana - la Consciencia no es sinónimo de lo Consciente, sino, apenas, uno de sus elementos. La Consciencia Es la única parte de la psique que todo individuo conoce directamente. A través de las cuatrofunciones psíquicas (pensamiento, sensación, sentimiento e intuición) la Consciencia sehalla en condiciones para crecer continuamente y aumentar su expansión en un proceso evolutivo, siempre que el individuo tome la decisión de seguir evolucionando. Influyen en las experiencias de la Consciencia, también, dos actitudes generales: la extroversión y la introversión. De la i • 'tnbinación de las funciones psíquicas y las actitudes generales surgirán * hing. Cari G., «Problemaspsíquicosdel mundo actual». 27
  • 13. Antonio l.iis llcnis disposiciones que orientarán a la mente consciente, funciones todas al servicio de la adaptación del individuo y de la especie. Las vicisitudesde la expansión de la Consciencia se encuentran simbolizadas en todos los relatos sobre la vida y obra de los héroes míticos. El Mito del Héroe no es otra cosa que la puesta en símbolos de la transformación de la Consciencia hasta llegar a elevados estadios. A medida que transcurre la existencia del individuosuConsciencia debería aumentarsu grado de Individuación; es decir, diferenciarse cada vez más de las otras personas. Se establece el YO y el NO-YO. Jung explica que éste es el iniciodel Proceso de Individuación.Sería la auténtica ambición de convertirnosen seres únicos e irrepetibles. El factor decisivo para esto es laConsciencia. El término Individuación designa un proceso por el cual una persona llega a ser un "individuo7 ; esto es. una unidad o totalidadseparada de los demás e indivisible.Pero, claro, esto conlleva el concepto deoriginalidad y creatividad. En modo alguno de repetición o adopción de modelos copiados. Así, el comienzo de la Consciencia como «autoconsciencia» es el comienzo de la Individuación.Esto significa que se trata de un proceso cuya iniciación coincide, prácticamente, con los primeros momentos de vida de cada individuo.Lo que es absolutamente lógico ya que nadie que no tuviera comprensión racional de su existencia podría intentar un camino (ni imaginaría tal cosa) que le permitiera llevarlo a percibirse como «totalidad» separada del resto. Es interesante en este sentido recordar que hay grupos de los llamados «tribales»donde se manifiesta el «nosotros» pero la idea de «yo» como persona separada del resto aún no ha surgido. La Individuación y la Consciencia se unen en el desarrollo de una Personalidad. Así el infante no se «siente» un individuo, separado de los demás (de los humanos que lo rodean) puesto que su Consciencia no se encuentra suficientemente desarrollada todavía para eso. Lo uno va con el otro. Pero, valga una vez más la aclaración, esto no significa que la psique no se encuentre constituida, sino que aún no alcanzó el grado necesario de desarrollo. Mas todos los elementos constitutivos ya se encuentran en el infante. 28 Manual de Psicología Jimguiana La Persona o Máscara Jung denomina Persona a un aspecto del psiquismoque forma parte de lo Consciente, que está en contacto directo y continuo con el mundo exterior. Se trata de una «parcela de psique colectiva». La única con jurisdicción directa en el campo de lo Consciente. Es el «rostroexterno» de la psique. Extrae este término del griego «pwsophon», que significa máscara, nombre de los disfraces-armaduras que los actores griegos usaban sobre sus rostros cuando realizaban actuaciones teatrales representando animales, dioseso seres humanos; instrumentosalservicio de la sobrevivencia. Situado en elestratoconsciente, sus raíces se extienden- profundas - en lo Inconsciente Colectivo. Hay en cada individuo, desde el momento de su nacimiento,elementos innatos que determinarán- primariamente - el tipo de máscara a desarrollar para enfrentar los desafíos del mundo exterior. Jungha sido el primer investigadoren descubrir la condicióninnata del «rostro externo» de la psique. La Persona es configurada por tres circunstancias: a.-) Lo innato. b.-)Aquello que los demás esperan de uno y que el individuo conoce que se espera de él a causa de su vida en sociedad. c.-) Lo que el individuo desea ser, por un lado. Y lo que quiere mostrar a los otros que es. No sólo la situación presente, sino también a través de su proyecto de vida. Hay quienes van «preparando» su Máscara para enfrentar armónicamente situaciones futuras que incumben a larelación con elmundo exterior. A veces, una Máscara que permita representar posiciones a lograr brinda más seguridad a quien la utiliza. Es el caso de los estudiantes universitarios que adoptan posturas, gestos y actitudes propias de los egresados en actividad, En este caso la Máscara se ha formado con tal rapidez quemanifiesta hoylo que será habitual - connaturalidad yno forzadamente como ocurre enestos casos - mañana. Pero ocurre queal Adelantarse de este modo el estudiante «siente» que está más cerca de 29
  • 14. Antonio Las lleras Mil/lililí Je / ' M t ' i i ' n y j , / ./i/lli',liltliui convertirse en quien desea. Esto es. cree obtenermayor respeto del mundo exterior, sintiéndose más seguro, más aplacado. Así toma conformación la Máscara. A través de un alambicado proceso donde intervienen varios factores que interactúanentre sí.Aveces lo innato cederá un poco ante el embate de una presión externa y ambos darán mayor o menor oportunidada lo que, en el orden de loConsciente, el individuo desee ser, mostrar o quiere representar. Otras veces, el entusiasmo personal cambiaráa la Máscara drásticamente. Yasí, en infinitas combinaciones. Esas «manos» moldean la Máscara hasta obtener un resultado que permita el objetivo buscado: comunicarse fluidamente con el mundo exterior. Entendemos que. si bien la Máscara o Persona sigue en continuo cambio durante toda la vidadel individuo, las variacionessólo lo son en el detalle: laconformación general seproduce- habitualmente - cuando el individuo se aproxima a su tercer década de vida. Entonces ya sabe lo que desea ser, conoce la presión del medio ambiente y ha oído reiteradamente las «voces» arquetípicas(aunque, quizá, no se haya dado cuenta conscientemente que está obedeciendo o incorporando «cosas», elementos significativos, que llegan desde «adentro» de él). En esa condición, aparentemente consciente, en que el individuo se confirma a sí mismo que es aquello en lo que habrá de convertirse, existe una libertad relativa que se halla en relación inversa con el grado de necesidad, que es donde interviene el mundo arquetipal. Las predisposiciones innatas, aquellas que harán que- aún sin saber cuál es la causa racional, que muy probablemente ni exista.- se dedique con gran interés a una cosa y descarte otras. Esto, en ocasiones excepcionales, suele apreciarse en algunos niños. Los llamados «precoces». ¿Qué extraño elemento ha actuado en esas psiques -todavía escasamente desarrolladas- para que, sin motivo aparente, en familias sin antecedentes, nazca un virtuoso?. Sin duda, allí el aspecto arquetípico de la Persona actúo con inusitadaenergía. La Persona o Máscara es una manifestación de la psique colectiva, que si bien es innata no trabaja en las profundidades, sino a nivel de la Consciencia, como «rostro externo» de la psique, Asimismo recibe mi luí-ni ias externas que refuerzan, la moldean, cosa no habitual en este iipudr i onflguraciones. No es comúnencontrarunainstancia ftindada por Un arquetipoque pueda ser moldeada o infinida por la sociedad. Y con la -I i <.11.1 asi sucede.El medio ambientetiene intervencióndirecta. Ln i- .ilulail, la sociedad lo que hace es fortalecer una estructurainnata, ñola • "ii ,n nye sino que agrega un esfuerzo,quizá provocando una «rigidez» • n l.i IVisonao Máscara. La sociedad admitirá un Dalí-en apariencia- i nl..i|iiecido: pero castigará severamente a un oficinista que pretenda iilili/ai las mismas ropasy el bigoteengominado que fueron habitualesen i-l Limoso pintor español. ¡Ni hablardel intentode imitar sus desplantes!. /.Por qué motivo ocurreesto?. Simple y sencillamentea causa de ipu- la sociedad admite, para cada persona, un tipo -o una gama- poih laníos decir, de Máscaras. Tendiendoa encasillar al hombre. Fuera ' K c l l o hay que enfrentarse a la sociedad (comohizo Dalí, para seguircon - • I >-|i-mplo). Lo más probable es que la estructura sociocivilizatoriagane c imponga el castigo: la soledad. O quizás algo peor: la enfermedadmental, lambién una forma de soledad. Pero, en caso que aquella Máscara no lité |tresentando unamentirayfalsedad, sino algo que elindividuo además (ai convencido puede realizar, entonces es posible que sea suya la VK (oí ia. La sociedad habrá de admitirlo. Lo considerará pionero. Le ir i ulna honores. Buscará aprender de él, Lo que antes era destierro luego •Teso hacia la gloria. Si nos atenemos a una lectura psicológica, aquí también tenemos una intervención arquetípica. Estaría respondiendo alArquetipo de Muerte v K i-surrección. Morir (la soledad) para alcanzar una renovación espiritual i l.i resurrección). Algo similarocurre con Jung y su pensamiento. Él, en buena manera, .< a|>;;irió de la Máscara queel medio quería imponerle. Fue una gran lucha I Mago de Zürich. Freud le había designado su discípulo predilecto, iba dispuesto que Jung fuese su sucesor. Es decir, la sociedad (en iso psicológica, de profesionales médicos dedicados al estudio del uiálisis) había dictaminado cuál seríael rol del sabio suizo.Entonces, omcnzó su lucha. Una lucha interna, desgarradora. Porque Jung .un 11 ueiidía lo que sobrevendría después que él decidiera rebelarse a tales 30 31
  • 15. Antonio Las lleras designios. Que decidiera adoptar la Persona de acuerdo a sus deseos e intuiciones. Jung escuchaba con atención las palabras de suinconsciente. Particularmente del Inconsciente Colectivo u objetivo. Tuvo sueños y premoniciones. Comprendió que habría de tomar un sendero que no le depararía satisfacciones con aquella sociedad científica, pero que sí las tendría para consigo mismo. Después, decidió decir lo que consideraba su verdad. Y le llegóel destierro. Freud y los psicoanalistas lo excomulgaron.Jung escribía a Laurens van der Post: «He quedado solo...-». Solamente dos no lo abandonaron: Riklin y Maeder. Fueron las consecuencias de quebrarlo dispuesto. De no adaptar su Máscara a las exigenciasdel medioambiente. Arquetípicamente ésta habría sido la «muerte»del estudiososuizo. Quien no se amilanópor esto. Seguro de su proceder, continuó indagando. Y, no muchos años después, el proceso fue invirtiéndose. La gente empezó a aproximarse a Jungy las obras y los reconocimientos internacionales fueron multiplicándose. La lucha había resultado fecunda. Hoy, cuando advertimos a gran cantidad dejóvenes profesionales, de las más variadas líneas humanísticas, buscando aprender Psicología Junguiana,bien claro nos queda tal «resurrección».La sociedad científicay el público culto en general, tienden a acercarse al conocimiento de esta disciplina. Cosa que ya ocurría en vida del sabio quien recibía en su casa a estudiosos distinguidos de todas partes del mundo que se aproximaban con el deseo de consultarlo e intercambiar ideas. Seríamos injustos si no reconociéramos que Sigmund Freud vivió un proceso similar. Como todo creador verdadero tuvo que romper con los cánones de lo establecido. Para ello debió quebrar, también, las imposiciones que el medio ambiente dictaba para su Persona. Si bien la ruptura de Jung fue cruel e hiriente, la de Freud con la sociedad médica en particulary científicaen general y hasta diremos con la sociedad víenesa en general, no lo fue menos. Tal vez, por ser una cuestión ventilada, casi, públicamente, el dolor fue mayor. Freud no se doblegó y alcanzó a ver en vida cómo el Psicoanálisis adquiría reconocimiento y se diseminaba por doquier. En este sentido, hay que indicar que al psicólogo vienes le interesó crear un movimiento psicoanalítico y ocupó mucho tiempo en ello. En 32 . mil'H. .1 11n i;-1-.-.lo no le importó nunca. Ni siquieraatendíaal pedido de u Ji ii Ipulos y seguidoresque le solicitabanla formación de una escuela. |n mis si .u cedió en los últimos años de su vida a formar analistas ii.ii ii is metódicamente a través de su instituto donde la enseñanza es n extremo. Al respecto el sabio suizo había expresado que su .iml'ii mu era que dicho establecimiento no perdurara más allá de una MI ion y que,luego, se disolviera; lo que no ocurrió. Jung decía esto no admitía la existenciade «junguianos» en particularpor expreso ii iiioi .1 laaparición del «junguianismo». Según su visión todos los «ismos» .un Je ,l.i vorables y éste sería desastrozo. Jung no aceptaba discípulos i MI, no estaba entre sus intereses dejar «cosas establecidas» sino, '.implrmcnle, puntos de partida para nuevos trabajos o para que se <h • uncía sobrelos mismos. En síntesis: Cari Gustav Jung nuncasupuso i|iu liahía hallado una verdad revelada,monolíticae inamoviblesino, prcí ¡sámente, todo lo contrario. Máscaras engañosas y patológicas t I; ,istcn, también, Máscaras engañosas. Personas que muestran una ñu igi 11 a su medio ambiente pero, en realidad, sólo lo hacen a efectos de problemas o lograr una mejor convivenciaque lespermita alcanzar rio: lines predeterminados. Así «da una impresión favorable» de n ido con lo que se espera de él, mientras sabe - incluso conscien- i'-nlc - que sus propósitos son otros. Es el caso típico del estafador. I I p h >blema será la posibilidad que existe siempre de que alguna vez llegue ' iiocngañarse y,por Ley de Enantiodromía, se convierta en aquello que 11.1 representar pero no ser. Si laestructura personal no está bien desarrollada surgen problemas 11 i vencía social. El individuo se muestra agresivo, ofendey presenta is signosde no estar capacitado para mantener relaciones fluidas. I'ara lograr una convivencia armónica, en general, laspersonas crean .iras que les permiten presentarse de una maneratal que no muestran cu verdadencierran. Exhibir todas las virtudes y todos los defectos 33
  • 16. Antonio l.as I leías suele acarrear problemas. Por ello es prudente, muchas veces, aparentar frente a los demás. Para ellos ésa es nuestra actuación. Pero no saben - al menos no conscientemente - que somos actores. No es como enel teatro que estamos seguros de que se trata de una personificación. Aquí estamos en el escenario de la vida real. Donde todos somos un poco actores y debemos utilizar nuestras Máscaras para una mejor representación del papel asignado. La Persona. De acuerdo a esto habrá personas sumamente tímidas que han construido Máscaras de dulzuray locuacidad sin lo cual serían incapaces de intentar enfrentar al medio ambiente al que perciben hostil y desagradable. Otros, que desean parecer probos y correctosbrindarán una imagen de absolutae impecabledecencia cuando,en su interior, reina la inmoralidad. Pero saben que les irá mejormostrándoseasí. Construyeron su Máscara y saben utilizarla. Los ejemplos son innumerables. Y todos conocemos al menos uno: el nuestro. Sin embargo, existe un caso donde la Persona o Máscara adquiere características psicopatológicas. Es en el momento en que se produce la identificación con el personaje. Apunto tal que el individuono puede desprenderse de la Máscara. Ya no la utiliza con el fin de cumplir un determinado rol frente a la sociedad, sino que la tiene en vigencia todo el tiempo. Es el caso del actor que, después de haber representado un personaje con gran éxito, termina identificándose con éste y creyendo, realmente, que él es «el otro». Así, fuera de escena y en la vida diaria, seguirá comportándose como si estuviera en el teatro actuando. Otro caso bastante habitual es el del acreditado profesorque aunque se encuentre en un bar con amigos, continúa actuando como si estuviera en la cátedra dictando conferencias. En todos estos casos este contenido innato de la psique colectiva se ha adueñado de la Consciencia por motivos personales que hay que buscar y resolver a través de la psicoterapia. De lo expuesto podemos extrapolar otra conclusión: hay una Máscara o Persona premoldeada una vez que hemos crecido losuficiente; pero además, existen variadas facetas que se han agregado a dicha Máscara: tantas como roles cumplimos en la vida. No es lamisma Máscara Manual de Psicología Jungulana <|u< n ..unos l'rente a un amigo, con la mujer amada o ante una mesa ,n i un;ulora. No es la misma Máscara la que tenemos cuando tenemos i' < s sexuales que cuandonos dirigimos a nuestros subordinados. • l.i misma Máscara la exhibida cuando estamos conversando con 11.1 madre que la que dejamossurgircuandoparticipamos de una mesa lonil.i de discusiónintelectual. I lasla se podría concluir que usamos cotidianamente distintas Í i ' i i a s , pero en realidadse tratade variacionesde una mismamelodía, 'iijimción producecomo resultante a la Persona. Sinleíi/.ando al respectopodemos decir que esta parcelade lapsique lecti va es «la careta que el individuotiendea adoptar, representativa una actitud que se espera de él y, esa actitud, cumple una misión de • iti ' 'ion contra el interiordel individuo». El Yo Si bien el Yoocupa una pequeña porción de la psique - si se nos imite hablar de cantidades para ilustrar mejor la idea -su misión es u ulamcntal. Actúa como llavereguladora de todo intento por penetrar a ('onsciencia. El Yoes altamente selectivo. Jung quieresignificarcon el término Yoa «la organización de la •ule consciente». Está compuesto de percepciones, recuerdos, n .nnicntos y sentimientos. Todos estos cuando se encuentran dentro I marco de lo Consciente. Mediante el Yo encontramos identidad y continuidad en la ¡i.ilidad. Gracias a este elemento, cada mañana, al levantarnos, 11 •« • 11u>squiénes somos y quiénes fuimos ayer.El Yo permite unir la trama i ioí ico-vital de un individuo. Para que la carga de lo Consciente seamás liviana el Yo - a través I unciónde regente que antes manifestamos - rechaza toda idea y i u ido que pueda provocar ansiedad. Para ellotodo el materialpsíquico •-Aleccionado. Parte se elimina (va al reservorio que es lo Inconsciente > il) mientrasel resto,que sigue en el campo de lo Consciente, permite 35
  • 17. Antonio Las Horas las actividades cotidianas yhaciendo que el individuo reconozca su historia y perciba que es resultado de una continuidad. Una continuidad que parece no tener fisuras ni baches. A pesar de todo el material que ha sido reprimido. Por la intervención del Yo«sentimos que hoy somos la misma persona que ayer». Aquí surge un interrogante básico: ¿Cómo determina el Yoque un materia] psíquico se vuelva consciente y otros no?. Jung indica que esto está reguladopor las funciones psíquicas (o función, aunque rara vez haya pureza en esto) dominantes. En un pensamiento, por ejemplo, es muy probable que pasen pocos materiales de tipo sentimental. Porque su polo prioritario está puesto en el pensar: en la razón y la lógica. Mientras que la contraparte (en este caso el sentir) se encuentra inhibida, oculta en algún lugar inconsciente. Jung considera al Yo el centro de la Consciencia. Y nos alerta en el sentido de que si se intenta añadirle contenidos de lo Inconsciente Colectivo existirá el peligro de que naufrague como un barco cargado en exceso. Capítulo II • Lo InconscientePersonal. • LosComplejos. 36
  • 18. Milllllíll til' r.Íi-i>ll>;^¡tl J l I H ^ I I I í l l l i l Lo Inconsciente Personal Para Jung lo Inconsciente Personal (que el filósofo Cari Gustav < .11 US llamaba InconscienteRelativo)es un aspecto específico entre lo < i >i r .cicnte y lo Inconsciente Colectivo. Esteúltimoestá considerado como liencia de la psique; que es el que Carus llamaba InconscienteAbsoluto. Kl mejor modo de comprender lo Inconsciente-ha dicho Jung- es (¡ti ve/ concebirlo como órgano natural de una energía productiva específica, listo es válido para la totalidad inconsciente,no para un solo .1 .pecio. La falta de unión con lo inconsciente genera lo mismo que la separación con respecto a las raíces y los instintos humanos. Si se logra icali/ar lo que denominó función trascendente, entonces lo inconsciente lii nula todo el estímulo y ayuda que puede proporcionar una naturaleza I, ivorable en la fértilísima plenitud humana. listo no es fácil. No setrata de admitirtoda intervencióninconsciente .1 través de la puesta en funcionamiento de cualquiera de sus aspectos— ni lo Consciente, Esto puede provocar resultados desastrosos en el individuo. Pero, debidamente controlado el proceso, los resultados son muy satisfactorios. Hacer consciente lo inconsciente desde una actitud intelectiva y laeional, no es un esfuerzo tan difícil; pero sí lo es dejar que las fuerzas Inconscientes cual río caudaloso, sigan su curso y poder vivirlas y i vendarlas como la realidad que son. Los peligros de trabajar con los contenidos inconscientes son 11u lehos.No aparecen tanto en cuanto se realiza el análisis de lo Inconsciente •nal, pero el asunto cambia categóricamente al introducimos en el nivel colectivo. Para Jung el empleo indiscriminado, a estilo aficionado, de métodos psicoterapéuticos, equivale ajugar con fuego. Es como un 39
  • 19. Antonio Las Meras «aprendiz de brujo» que desencadena fuerzas superiores a las que, luego, no puede controlar. Debe desaconsejarse insistentemente. Es especialmente peligroso este modo de proceder cuando se pone al descubierto el estrato mitológico del alma; es decir, los contenidos arquetípicos de lo inconscientecolectivo porque su energía implícitaejerce habitualmente un efecto de fascinaciónsobre el analizado. En ciertos casos, la actuación psicoterapéutica puede afectar al núcleo de una psicosis latente y transformarlaen una faseproductiva. En más de una ocasión el sabio suizo manifestóque, mientrastrataba a una persona, advertíaque detrás de la neurosishabía algo peor que podía llegar a enfermar más y,tal vez. irremediablemente, por lo cual no vacilaba «en dejar las cosas como estaban». Poco antes de que desencadenara la Segunda Guerra Mundial,por ejemplo, Jung se negó a atender a muchas personas que se leacercaron conpedido de cura. El motivo - dijo después - fue haber observado elafloramiento deciertos contenidos arquetípicos tan monstruosos que le llenó de temor trabajar con talespersonalidades que, en cualquiermomento, ante un error terapéutico,podían desatar una enfermedad mental grave y permanente. A través de tales elementos sumado al análisis de Jos sueños que los consultantes alemanes traían, Jung se convenció de que una catástrofe se cernía sobre Alemania; de que una nueva y feroz guerra estaba por desencadenarse. Los arquetipos aflorando mediante diversos símbolos, específicamente oníricos, así lo indicaban. El tiempo, desgraciadamente, le dio la razón. En lo Inconsciente Personal, concebido junguianamente, sólo se encuentra lo que el Yoha reprimido. Es decir, contenidos que alguna vez fueron conscientes y proceden del mundo exterior. No es como el estrato colectivo que trae toda la herencia filogenética del hombre, llegando con su carga ya desde del momento del nacimiento, nada agrega durante la vida. Todo lo que no se adapta a la individuación es suprimido de la Consciencia por el Yo,como vimos antes. Pero como lapsique se pierde, esos contenidos deben permanecer en algún sitio. Es éste, El nivel personal de lo Inconsciente. Puede suceder que fueran experiencias conscientes 40 Mílllllíll 1¡C ,mkTÍores que han sido reprimidas o desechadas por razones diversas, lak-s comoun pensamiento doloroso, un conflicto personal, un problema no resuelto o una cuestión moral. Aquellas cosas sin importancia, las demasiado débiles para llegar a la Consciencia o lo que era ajeno a la si(nación en el momento de ser experimentado, queda en el reservorio de lo Inconsciente Personal. Así es lícito entender que una parte del Yoes Inconsciente Personal. A través de la definición junguiana no es difícil comprender que lo Inconsciente Personal es el reservorio donde se encuentra latente la memoria. Una cosa olvidada, algo ocurrido en la niñez por ejemplo, reaparece a la Consciencia cuando regresamos al sitio geográfico en que transcurrió lainfancia.¿Dónde estuvo mientrastanto - poraños yaños - esc recuerdo olvidado? Sumido en lo InconscientePersonal, sin duda. Veamos los elementos comunes a este aspecto inconsciente. Los Compiejos «Toda neurosis - escribe Jung - está caracterizada por la presencia de disociación y conflictos, posee complejos de tonalidad afectiva, y presenta manifestaciones de regresión y de descenso del nivel mental». Y agrega seguidamente: «La experiencia nos muestra que no puede formularse laproposición inversa». Por lo tanto, el hecho de que en lo Inconsciente Personal de un individuo haya complejos no significa que sea neurótico. Por el contrario hasta puede considerarse un signo de salud. Sería anormal hallar una persona que no presente algunos. Sin embargo, esa presencia es condición necesaria para que aparezca la neurosis. Jung nos brinda un ejemplo exacto: «La histeria contiene en su íntima naturaleza un complejo que no ha podido ser plenamente superado». «También en la demencia precoz hallamos uno o varios complejos, que se hanfijado y persisten»* . * Jung, C. G., «Sobre la psicología de la demencia precoz». 41
  • 20. Amonio L;is I leras Advertimos así la importancia que nuestro autor atribuye a la presencia de complejos. Pero, ¿qué es un Complejo?. ¿Qué entendemos por tal?. Ante todo debemos consignar que fue Jung quienintrodujo esta palabra, ahora tan popular,en el vocabulariopsicológico. No fue otrosino él, quien seencargó deutilizarlapor vez primera; haciéndose- después - tan comúnque se ha perdidoel sentidooriginal.La definición no essencilla. Especialmente porque el propio Jungfue agregandoy variando elementos referentes a lo que la expresión «complejo» abarca. Por eso. primeramente, vamos al origen de la palabra. Complejo proviene del latín «complexus», que significa «con estructura», «con un cuerpo». Tenemos así una aproximacióngeneral. Jung,que dominabael latín a la perfección, ha utilizado esta palabraintentandorescatarel sentido original. De lo contrario hubiera utilizadootro término. Quiere decir que se está refiriendo a formaciones con sentidoy energía propias. Podríamos decir que se trata de un grupo de ideas asociadas cargadas con tonalidad afectiva. En las primeras épocas de su trabajo usó también Jung parallegar a los recuerdos lo que se conoce como 'test de asociación de palabras'. Estos tests revelaron una peculiaridaden las estructuras psíquicas. La tendencia que tienen las ideas a asociarse alrededor de ciertos núcleos básicos. Estas ideas asociadas - que están fuertemente coloreadas afectivamente - recibieron deJung elnombre decomplejos de tonalidad afectiva. El núcleo es una especie de imán psicológico. Tiene valor energético y atrae automáticamente hacia sí mismo a las ideas, en proporción con la energía que él posea. El núcleodel Complejo tiene dos componentes: el de la disposición del sujeto y el del ambiente. Es decir, está determinado no solamente por la experiencia, sino también por la peculiar manera que tiene el individuode reaccionar ante la experiencia. En ocasiones el sujeto alcanza a comprender que un Complejo está afectándole. Pero, enrealidad, sólo conoce laparte emergente - aquella que es posible conocer - del iceberg. Atal punto que es muyprobable que sepa que eso lo afectó, pero sigue desconociendo cuál es la causa por la que se formó el Complejo y,a pesar de admitir esa existencia, sigue afectándolo. Es queesos datos - porllamarlosde alguna manera - se 42 Manual de Psicología encuentran en la parte del Complejo que permanece inconsciente. La porción mayor.Causas y raíces no serán nunca advertidas, sin análisis, por la Consciencia. Habrán de seguir creciendo, con vigor, ocultas en la oscuridad de lo inconsciente. Cuando el individuodesconoce la existencia del Complejo - o sea, notoma consciencia de ello -, aquél parece que actuara como un personaje independiente y que las ideas y afectos que se constelizan a su alrededor, entraran y salieran de la Consciencia de una manera autónoma e incontrolable. Como el Complejo - cuyo núcleo siempre es unarquetipo - se encuentra dotado de intensa cargaenergética, puede actuar como un ente independiente en la psique del individuo,provocándole manifestaciones tales como para decir «no sé por qué actúo de esta forma».El Complejo habrá de superar las posibilidades «conscientes» de cubrirlo. Se moverá, por expresarlo de manera gráfica, por sí solo. Ahora bien, antes dijimos que todos tenemos complejos.Jung sostenía que tampoco se puedevivir sin ellos. Siempre existen algunos que son necesarios. De tal manera puede ocurrirque transitemos la vida sin saber que hay en la psique éste o aquél Complejo. Deguando en cuando - sinqueesto sea psicopatológico - elComplejo aflora. Escuandonos encontramos haciendo o diciendo algo cuya razón no entendemos. Allí actúo el Complejo. Dejó su sitio normal y,por un momento, actúo en el estrato Consciente. Pero, reiteramos, esto se halla dentro de ios límites de la salud y,por ende, no es síntoma de enfermedad. A medida que el Complejo va logrando atraer nuevas asociaciones, acumula mayor cantidad de energía, la que de por sí no es poca. Si el proceso continúa el resultado será un desequilibrio. Del que el individuo intentará defenderse, generalmente sin resultados. Ano ser que éste actúe psicoterapéuticamente, ya que la restante energía disponible no será suficiente para cubrirlo. Jung siguió estudiando los complejos hasta desmenuzarlos profundamente pues entendía que eran factor clave en el origen de las neurosis. Empero renunció expresamente aestablecer una «teoría unitaria de la neurosis», «excepto - agregó - en lo que se refiere a algunos puntos de vista generales —tales como los complejos a los que nos 43
  • 21. Amonio I,as lleras estamos refiriendo, ladisociación y laregresión - queforman parte de la estructura profunda de toda neurosis»*. Wolfgang Hochheimer en su obra «La psicoterapia de C. G Jung» (1969), expresa que, para el tratamiento junguiano de la neurosis, se requiere «enprimer lugar el análisis del material inconsciente personal, es decir, el 'análisis reductivo 'de Freud. Luego, debe atenderse a la activación arquetípica del inconsciente colectivo, que se trata analíticamente en la segunda fase}). De esta forma el sabio suizo se interesó por los complejos ya que eran una de las pocas cosas sobre las cuales podía emitir teorías explicativas. Llegó, entonces, a la conclusiónde que estos complejos «eran comopequeñas personalidades separadas dentro de la personalidad total: autónomos, confuerza propia y quepueden ser muy poderosos para controlar nuestros pensamientos y conducta». La Psicología Profunda explicaque existenalgunos complejoscon los que es necesario contar para que el individuologre la sobrevivencia en elmundo. Sifuéramos ángeles- diremos, parafraseandoaPlatón - no tendríamos necesidad de complejos que nos acicatearan para seguir adelante en nuestra vida. Vicente Rubino (Médico psiquiatra y psicólogo argentino contemporáneo) bríndalos siguientes conceptos sobre el complejo: «son estructuras. Individuos dentro del individuo, que comienzan a funcionar en forma más o menos autónoma, desunidos de la Consciencia. Grupos de contenidos psíquicos. Llevan una experiencia aparte en la zona inconsciente». Todo Complejo tiene un núcleo y una tonalidad afectiva. NÚCLEO DEL COMPLEJO: Es el portador de significación. (Su origen es siempre arquetípico), TONALIDAD AFECTIVA: depende de: a.-) Disposición personal. b.-) Vivencias del mundo externo. El Complejo está formado por representaciones (imaginación, percepción) y elementos afectivos. * Jung, C. G., «Psicología yEducación». 44 Miiniiiil ilc ¡'sicología . Todo Complejo tiene un rol definido. lia dicho Jung que «una persona no tiene un complejo: el • omplejo la tiene a ella». Lo cual habla claramente de la fuerza e importancia de la actividad del mismo. Mas, como escribimos antes, esto no siempre es dañino.Asíloscomplejos pueden ser - y frecuentemente (u -i IITC - fuentes de inspiración e impulsos absolutamente necesarios para i ihicner importantes logros. De alguna manera podríamos decir que los complejos son las musas inspiradoras que llegan desde el Monte Olimpo para inundar a la psique de creatividad. A medida que Jung estudiaba más y más los complejos fue ¡id virtiendo que no podían tener un origen único radicado en situaciones que fueron conscientes y que, después, quedaban reprimidas en lo Inconsciente Personal. La enorme cantidad de energía que son capaces de desplazar estos complejos llevó a Jung a buscar otros lugares de nacimiento posibles. Estas individualidades autónomas «deben originarse en algo que se encuentre mucho más arraigado en el hombre», pensó. Algo que debía estar en cada individuo presente desde el momento del nacimiento. Traído desde la concepción misma. Un elemento que interviene cada vez más a medida que cada ser humano se constituye como tal, en su crecimiento biológico. Jung -entonces- disconforme con la explicación freudiana de que los complejos habrían nacido a causa de malas experiencias ocurridas durante la niñez, pasó a sostener que su origen se encuentra en algo anterior a toda experiencia. De esta forma comienza a indagar en los más profundos estratos de la psique. Entiende que hay algo más que lo Inconsciente Personal. Freud, que aceptaba un solo y único estrato inconsciente, lo describió como compuesto especialmente por contenidos que alguna vez habían sido conscientes y que, después, fueron reprimidos. Consideró, además, la presencia de algunos «elementos arcaicos». Los cuales nunca fueron conscientes. Por el contrario, eran heredados. Empero, nunca otorgó mayor importancia a tales «elementos arcaicos». Jung habrá de retomar este desconocimiento de Freud y,junto con las «representaciones colectivas» que Lucien Levy Brühl descubre en las 45
  • 22. Antonio Las lleras comunidades primitivas, con el pensamiento de los filósofos románticos como Shelling, Carus, Troxler, Von Schubert y Creuzer, y, con los fenómenos parapsicológicos que observa personalmente, conseguirá descubrir un aspecto hasta el momento no considerado del psiquismo humano y plasmar de este modo su concepción de ese fondo arcaico universal, originario y objetivo, al que denominó Inconsciente Colectivo. Capítulo III • LoInconsciente Colectivo. • Arquetipos. • Complejos y arquetipos. • Entorno a los arquetipos. • Mándalas. • Arquetipos y Mándalas. 46
  • 23. Miiniiii/ i/r ¡'sicología . Lo Inconsciente Colectivo Jung sostiene que el hombre llega a la vida con lo Inconsciente < 'olcctivo manifiesto.En este caso no hay diferenciaentre alguien nacido crecido en Buenos Airesy un esquimal que no conoce otra cosa que el 11 u i polar. Lo Inconsciente Colectivo se constituye con la misma esencia. I >c igual forma que podemos asegurar que aquel esquimaly este porteño I icncn un corazón similary para igual función. Cada uno posee el propio. ( 1,11-o. Por otro lado existen algunas diferenciasdebidas a la necesidad de .11 laptación al medio. Pero la estructuray razón de existencia del corazón .ü'iie siendo la misma. Su función también. Y si, una vez muertos ambos, i el ¡rasemos sus corazones y los exhibiéramos sin el cuerpo, nadie duraría cu rotularde «corazón» a ambas piezas anatómicas. Igual ocurre con lo I1iconsciente Colectivo. Es algopropio a la especie humana, sin distinciones de razas, ni de lugares geográficos. A Jung no le ha sido fácil explicar cómo se transmite este aspecto psíquico de padres a hijos. Por ello apeló a ejemplos como el que ;u abamos de dar.Así como se hereda un riñon y los pulmones, se hereda un estrato psíquico en especial. O sea que podríamos hablar de una transmisión genética, puesto que es imposible desconocer la existencia de lo InconscienteColectivo a través del estudio de mitos, leyendas, símbolos v sueños, advertimos elementos comunes a todos los hombres, pueblos, comunidades y culturas. Elementos que también advertimos en las (i vilizaciones extinguidas y en otras, contemporáneas, quejamás tuvieron conocimiento de sus mutuas existencias. ¿Qué es lo que hace que en todos se encuentren estos elementos comunes? Debemos pensar, sin duda, en una instancia unificadora. Siempre hablando del aspecto psíquico, claro. 49
  • 24. Antonio l,;is I Icnis Y para ello, una buena respuesta-de sólida demostración- es la existencia de lo Inconsciente Colectivo. Este estrato, a diferencia de los órganos del cuerpo, no va desarrollándose amedidaque el individuocrece en años. Semantiene igual. Será siempre el mismo. Porque las pocas cosas nuevas que pueden acumularse en este estrato profundo son hechos esenciales de la especie y no tópicos individuales. Nadapersonal afecta lo InconscienteColectivo. En cambio, éste siempre actúa sobre lo inconsciente personal y la Consciencia. A veces produciendo resultados tan desastrosos que el individuo llega a la demencia. Esto sucede, como veremos después,cuando un arquetipo invade la Consciencia. Lo InconscienteColectivo es el reservoriode todos los pasos desde el primer ser unicelular que vagaba por los mares de la Era Primaria o Paleozoica hastael mismohomo sapiens,y cuantasvariaciones permitieron que hoy seamos nosotros. Pero, probablemente,también loconforman cada uno de los hechos fundacionales del Universo desde aquellasemilla cargada de potencia -el momento del Big Bang y aún antes de ello- comenzó a diseminar sustanciaen el vacío cósmico. Es como si fuera una pura potencialidad. Carga de energía. Pensamos que, en algún modo, se aproxima a lo que en Oriente, particularmente en la. India, se conoce con el nombre de registros akhasicos. Y Jung,profundoconocedor de laAlquimiay del orientalismo, debió haber sabido de este pensamiento hindú. Quizá se inspiro en él, o reforzó así su hipótesis de trabajo. En la India, desde hace miles de años, se habla de una memoria cósmica llamada crónica akhasica, término que en sánscrito puede traducirse~como un gran archivo donde se encuentra la totalidad de la sabiduría. Sin duda, lo Inconsciente Colectivo guarda una extraordinaria semejanza con esta suposición varias veces milenaria. Sintetizando, lo Inconsciente Colectivo es, entonces, común a toda la Humanidad. Salvo por minúsculas variaciones accidentales pero no sustanciales, es idéntico a unos y a otros, Porque, al fin y al cabo, todos descendernos de un gran tronco único. 50 Manual ¡le l'xicolo^íu . Semejante concepción obliga a reflexiones importantes. Porque, entonces, ¿cuántas cosas heredamos? Muchas más de las que podemos poner en práctica durante la vida, sin duda.¿Y cuántas cosas que hacemos sin saber porque tienen su origen en afloramientos a la Consciencia de esas formaciones colectivas? Cuando sentimos miedo en la oscuridad, por ejemplo. Y nos detenemos a pensar «¿a qué le estoytemiendo sino hay nadie?». En verdad - dirá Jung- loqueocurre esque enesemomento, acausa deesa situación especial, hemos dejado de ser nosotros para quedar atrapados en el «ancestral miedo a la oscuridad». Un sentimiento que se actualizó, y que sigue actualizándose desde el potencial generado en el estrato colectivoa causa del naturaltemor que ha sentido el hombre originario,en lasituación desencadenante, cuando debía vivir en las cavernas o sobre los árboles. y quedaba sin luz. Estaban, entonces, todos desprotegidos. La familia, sus pocas pertenencias, los alimentos que hubiera logrado acumular. En la oscuridad él era nadie. Apenas un desposeído. Impotente frente a las inclemencias del tiempo y la astucia de las fieras, a muchas de las cuales laNaturaleza dotó de características que el ser humano no posee. Moverse en silencio. Verdetalladamente en la oscuridad. Y atodo sumémosle el pensamiento mágico de aquél hombre. ¿Qué terrible sentimiento de soledad, abandono e impotencia debe haber pasado?. Cada vez que llegaba la noche. Cuando el fuego recogido por la coincidencia de la caída de un rayo en las cercanías que incendiaba el bosque, por un descuido se apagaba. El miedo a la oscuridad; el pánico en su mayor grado debiéramos decir, anida raigalmente en la estructura psíquica rudimentaria del hombre primitivo. Todos, en mayor o menor medida, nos sentimos molestos cuando se produce una oscuridad repentina de la que ignoramos la causa. Quién más, quién menos, siempre se sufren molestias cuando debemos permanecer una noche, en soledad, en una casa grande o que ha estado deshabilitada o que esta alejada de las otras. Allí están emergiendo contenidos arquetípicos. Elementos albergados en lo Inconsciente Colectivo, y que se hicieron manifiestos en los días en que el homínido era una fiera más entre tantas. 51
  • 25. Antonio Las Heras Tiempo, por otro lado, en que la estructura psíquica de los individuos, por ser bastantes simples (escasa Consciencia,pocas cosas que reprimir) podía vivenciar más cosas con menos dificultad en lo inconsciente. Hasta cabe preguntarse si en aquellosprimeros tiempos del homo existía laposibilidadde hacer una diferencia válidaentreInconsciente Personal y Colectivo. Entendemos que sí. Yaque aunque elhombre recién se estuviera conformado como tal, traía consigo elementos psíquicos hereditarios y representativos de los procesos anteriores, a los que podríamos calificar de estrictamente zoológicos y remontarnos hasta los vegetales. Lo Inconsciente Colectivoes la fuente de fuerzas dominantesque expresan imágenes latentes,habitualmentedenominadas en laPsicología Junguiana imágenesprimordiales,«primeras», «originales». Como se desprendede lo expuesto se trata de imágenesancestrales, de gran carga energética, capaces de hacer que el individuo tenga una «vocación» determinada que ni él, ni ninguno es capaz de determinar de dónde y por qué causa surgió. Dado que se heredan predisposiciones, y teniendo encuenta que - encada individuo- suelenprimar unas ynootras, el resultado final es que llegamos a este mundo con determinadas inclinaciones e inquietudesque hacen que nos sean más simples unas que otras cosas. Predisposiciones queyasemanifiestan- generalmente -en la niñez, no pudiendo atribuirse a experiencias ocurridas durante la vida diaria o debidas a influencias del medio así como las circunstancias que a cada quien le ha tocado vivir. La forma de concebir el mundo en que habrá de nacer el individuo ya se encuentra innata en él, como una imagen virtual, y los contenidos de lo Inconsciente Colectivo son responsables de esa peculiar manera de percepción la que, a su vez, generará determinadas maneras de acción y no otras. «Percibimosfácilmente ciertas cosas y reacciones ante ellas de distintas maneras debido a que lo Inconsciente Colectivo se halla potencialmente predispuesto y latente hacia ellas»*. Este Inconsciente Colectivo u Objetivo es un aspecto inconsciente diferente del Personal. Es el material desconocido y oceánico del que * Hall, C, y Norby, V. J. «Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung». 52 Mniii/ti/ i/.1 l'fiicolo^iu i .n.i ('onsciencia. Podemos inferir su existencia en parte por 1.1111Id comportamiento instintivo:los «impulsosa la acción sin .i. mu < (insciente», o más precisamente (puesto que hay muchas h 11 mi i ad;is inconscientemente que son por entero personales y i l n ilnu-nk- merecen el apelativo de instintivas), «una acción s heredada e inconsciente y acontece enforma uniforme y i .1 nos loca aclarar el concepto de experiencias heredadas. 11u i" u» 11uiere decir que se trate de una determinada experiencia • >lo (|iir se ha transmitido. No. Lo que se transmitede generación M ion son potencialidades «a priori» que se actualizan en muí.ni.r; situaciones. Solo eso. De manera tal que el cerebro - ipurtc IIMCÜ de la mente -- ha estado siendo conformado e influido dolo ocurrido desde que era, apenas, un órgano rudimentarioen el O de un animal, o-tal vez-cuando ni siquiera existía como tal en 11 n is menores. Al respecto Jung escribe: «Aunquenuestra herencia n rastros fisiológicos, no obstante,fueron procesos mentales 'V antecesores los que trazaron estos rastros. Si alguna vez u <i la consciencia del individuo, lo pudieron hacer solamente 111,1 >/<• ¡trocesos mentales; y aunque estos procesos hayan llegado Conscientes solo a través de la experiencia individual y t-inciitcmente se nos aparezcan como adquisiciones de cada ulna, sin embargo eran trazos ya preexistentes, que han sido unen/e 'llenados 'por la experiencia individual. Probablemente rienda 'impresionada 'es una rotura en el lecho de un río íimíenle inconsciente».** ni vimos anteriormente,Jung sostiene que hay elementos propios luí onsciente Colectivo que se manifiestan en todas las culturas a | porejemplo - leyendas y mitos. Veamos como explica Frieda II.MII este proceso: «Jung invirtió mucho tiempo en el estudio de iiio. ¡jorque consideraba que son expresiones fundamentales de liinilcza humana. Cuando un mito ha sido conformado y expresado oílected Works» Vol. Vil. ollected Works Vol.VlII». 53
  • 26. Antonio Las Meras en palabras es cierto que es la consciencia quien le ha dado forma; pero el espíritu del mito - la urgencia creadora, que representa, los sentimientos, que expresa y evoca, e incluso en granparte la materia del asunto -proviene del inconsciente colectivo.»* Esta urgencia creadora a la que hace referencia Fordham está originada en la existencia de una estructura arquetípica que «emite un pseudópodo hacia la consciencia)). Esta, transforma esa «información o mensaje» en algo que es necesario entregar, plasmar, originar... crear. Porque se ha vuelto una necesidad dentro del individuo, o de la colectividad. Ya que muchos de estos fenómenos suelen darse colectivamente. Lo vemos cuandoun grupo se siente identificadofrente a un mismo rito o comparten la aceptación de una leyenda. Llegamos, así, a la necesidad de indagar qué contenidos existen en lo Inconsciente Colectivo. Allí, encontraremosa lasestructurasarquetípicas. Arquetipos Los contenidos de lo Inconsciente Colectivo son las estructuras arquetípicas. Arquetipo significa «modelo original o prototipo». Pero la definición, desde la Psicología Juriguiana no estan sencilla. Menos cuando leemos al sabio suizo que indica: «El arquetipo es el núcleo de un complejo». Con lo que aquellos adquierenrenovada trascendencia. Los complejos que - siguiendo laexpresiónjunguiana- «mueven»alhombre, tienen corno sustento básico a un arquetipo. No uno en especial. Diversos arquetipos pueden originardiferentescomplejos.Y se pueden tener varios complejos a la vez, unos más intensos que otros... Ya no son entonces, éstos, contenidos de lo Inconsciente Colectivo, algo lejano, oscuro y profundo de rara presencia en los estratos superficiales de la psique. Ahora comprendemos otros de los motivos por los que son ellos quienes rigen nuestra existencia. Hall y Norby indican que «es muy importante para la correcta comprensión de la teoría junguiana sobre los arquetipos, que estos * Fordham., F. «Introducción a la Psicología de Jung» 54 Miiniuil ilc Psicología Junguiana no sean considerados como cuadros totalmente desarrollados en la mente, como imágenes de los recuerdos de las experiencias pasadas Je nuestra vida. El Arquetipo de la Madre, por ejemplo, no es una fotografía de una madre o de una mujer. Mas bien es como el negativo ile lo que debe ser desarrollado por la experiencia».* «Lo quese hereda - dice Rubino - eslaestructurapotencialde los arquetipos». Y agrega «nopercibimos a los arquetipos, sino a sus manifestaciones simbólicas». «Los arquetipos se manifiestan a través de proyecciones, lo que nos permite inferir la presencia de ellos». Para Jung, una imagen primordial determinada, es decir, un arquetipo, se cumplimenta como tal,con respecto a sucontenido,solamente cuando se hace manifiesto,y se completa,por lo tanto, con el material de la experiencia consciente. Volvemos aquí a la ilustrativa imagen delcauce seco del río y la experienciarellenándolo vigorosamente. En efecto puede considerarse que cada uno de nosotros llega a este mundo con potenciales estructuras arquetípicasque son, en nuestrapsique, como un nutrido complejo de cauces de ríos, que en este momento se hallan secos. Éstos, así como sucedió en la tierra con el Cañón del Colorado, fueron labrados por las «corrientes» de generaciones y generaciones pasadas. No corrientes de agua que lo recorren desde hace millones de años como ocurre en el Gran Cañón, sino corrientes psíquicas, mentales. Con toda la metáfora significativa, que implica hablar de inundacionespsíquicas, remansos espirituales,erupcionespsíquicas ytoda otra combinación posible de este estilo. Así, heredamos estos cauces secos. Ríos muertos. Pero nuestra experiencia los va haciendo fértiles. Le agrega agua una vez más. Y entonces, los arquetipos dejan de ser meras estructuras para convertirse en símbolos proyectados hacia el exterior. Y,en lo interno, al recibir esa «agua» benefactora, renuevan el vigor, adquierenla capacidad deutilizar y al canalizar lasenergías enormes que poseen llegandoa intervenir enotros estratos psíquicos que trascienden la psique colectiva. Hall y Norby «Conceptos fundamentales de la Psicología de Jung».
  • 27. Antonio Las Heras En sus primeros escritos Jung denominó a estas estructuras hereditarias imágenesprimordiales, expresión que toma de Burckhardt. Pero, después, comprendió que era más preciso llamar arquetipo a estos fenómenos que había descubierto.Lo hizo con el sentido que le diera San Agustín y, antes que él, Kermes Trismegisto, la versión griega del dios egipcio Toth, quien en el Poimandres(que es la primera parte del grupo que componen la obra de Corpus Hermeticum) expresa: «.Habéis visto en vuestra mente la imagen arquetípica». Para ese tiempo Jungya sabia que los arquetipos «estaban tan elevadamenle organizados y vivos en lo inconsciente, y que influían tanto sobre la imaginación consciente, que podían ser personificados o cuanto menos asumir una expresión abstracta (...) hay un ejemplo de la vivida complejidad de este mundo en los arquetipos: las representaciones instintivas e intuitivas de la mitología griega. Este sistema espiritual es quizás el modelo más altamente colectivo que aúnposeemos. Es precisamente debido a esta excepcional consciencia instintiva del inconsciente colectivo, demostrada en sus mitos y leyendas y en todo lo que surge de ellas, que los griegos fueron capaces de hacer una contribución tan formidable a la evolución del espíritu humano».* Jung expresa también que los «.arquetipos son lasformas innatas, apriori, de intuición,.., percepción y de aprehensión...» «Igual que los instintos impelen al hombre a un modo específicamente humano de existencia, así los arquetipos fuerzan sus vías de percepción y de aprehensión dentro de esquemas específicamente humanos». Sigue siendo, sin embargo, difícil llegar a comprender el concepto deArquetiposegún laPsicologíaJunguiana. Rubino anótalo siguiente:«Los arquetipos sonformas o imágenes que tienen naturaleza colectiva y que se dan en todos los hombres que habitan y habitaron la tierra, proveyendo los temas milicos. Estas estructuras arquetípicas las podemos observar también en el individuo en sí mismo como en las comunidades «ágrafas» e históricas. Se trata de algo así como 'modelos -patrones 'en laformación de símbolos y que se repiten desde las tinieblas primordiales-», * Laurens van Der Post, «Jung y la Historia de Nuestro Tiempo». 56 Miiniiiil i/c Completa esta exposición, que ya va adquiriendo ahora sí límites precisos, Frieda Fordham quien, como dijimos, cuenta con el apoyo mlelectual del maestro en sus obras escritas. Dice ella: «Podemos aventurarnos a suponer que las imágenes primordiales o arquetipos se formaron durante los milenios en que el cerebro humano y la consciencia humana iban lentamente emergiendo de un estado animal; ¡H'ro sus representaciones, es decir, las imágenes arquetípicas, como tienen la cualidad primordial, se modifican o se alteran de acuerdo con la era en que aparecen. Algunos, sobre todo aquellos que indican un cambio importante en la economía de lapsique, aparecen en forma abstracta o geométrica, tal como un cuadrado, un círculo o una rueda: ya sea por separado, ya en combinación formando de modo más o menos elaborado un símbolo particularmente importante y típico. {...} Otros se presentan como formas humanas o semihumanas, como dioses o diosas, enanos, gigantes: aparecen como animales oplantas, reales ofantásticos, de los que hay ejemplos incontables en la mitología»*. He aquí, entonces, que los arquetipos aparecen en el hombre a través de formas determinadas: en las mitologías, en las leyendas, en los sueños, en ciertos deseos colectivos. Mediante el estudio de determinados sueños (Jung hablará de sueños del Inconsciente Colectivo y otros, los más comunes, donde aparecen elementos de ambos estratos; ya que rara vez existen manifestaciones oníricas puras), de las leyendas y de las mitologías - particularmente lasdeculturasnativas obien otras deenorme esplendor creativo como la egipcia, la griega y la romana - es posible deducir la existencia de los mismos arquetipos a través de los tiempos. Lo que sucede es que, como indica Fordham, éstos presentan los «ropajes» propios de cada época. Cada tiempo y cada momento de cada civilización reviste al arquetipo con un «maquillaje» especial yparticular de ese lugar y ese momento. Le otorga un «tinte»propio dondeintervienen las circunstancias y el desarrollo de esa civilización. Con distintos emergentes visibles o imaginarios, son los mismos arquetipos desiempre. Jung explica que las expresiones más directas de lo Inconsciente Colectivo se encuentran cuando los arquetipos aparecen como imágenes * Op. cit. 57
  • 28. Antonio Las Meras primordiales en los sueños, en estados desacostumbrados de la mente (hoy llamados estados alterados de consciencia) o en las fantasías de los psicóticos. Al referirse a la intervención de lo Inconsciente Colectivo en las enfermedades mentales graves indicaJung que se despiertanlos arquetipos para una vida independiente y asumen la dirección de la personalidad psíquica, reemplazando al Ego incapaz y a su voluntad y su deseo, demasiado débiles. Agrega también que «el aislamiento en el solo Yo tiene la paradójica consecuencia de la aparición en los sueños y en lasfantasías de contenidos impersonales, colectivos, que son también el material de que pueden nutrirse ciertas psicosis esquizofrénicas». Para vivir la experiencia arquetípica, obtener su análisisyconcluir obteniendo la síntesis de éstos, es requisitoesencial no identificarse con los arquetipos.Porque, de suceder semejante cosa, habremos incentivado la principal característicade la reacciónpatológicay,estaríamosinvadidos por estas fuerzasprimordiales. Cabe aquí hacer una aclaración, una división tajante, para no confundir conceptos. El material psíquico arquetípico se encuentra tanto en lo Inconsciente de una persona normal como en quien padece esquizofrenia. Hasta ese punto no hay diferencia. Lo que sucede es que debe observarse si esas presencias arquetípicas están o no elaboradas. Y, en tal caso, de qué modo se encuentran hechas esas elaboraciones. Del estudio de estas dos variables habremos de poder discernir si el material arcaico es la causa psicopatológica de la enfermedad. No de otra manera. Jung siempre advierte acerca de ciertos ciudadanos que deben ser tenidos en cuenta en el trabajo analítico de lapsique. Dice que en los casos de psicosis latente, en los que basta un empujón para que aparezca manifestante la catástrofe, puede ser suficiente para ello la admisión del estado presente o la acción de un complejo. Uno de los peligros que más próximo está es el de la identificacióncon las formaciones inconscientes. Si existe una disposición lábil puede producirse un estado equivalente a la psicosis. Es por este motivo que, como dijimos anteriormente, Jung no vacilaba - ante algunos casos - adejar que laneurosis delconsultante siguiera un curso evolutivo, pues advertía que esta era la única contención 58 Mniliiiil ./i' /'.w'c •n/n;.'Jii i nuil.i l.i presencia de manifestaciones más graves que podrían producir, I" u . irmplo. una psicosis. ( '011 respectoa la neurosis, Jung la considera no sólo desde el punto de isla clínico, sino desde la visión psicológica y social y, llega a la • mu lusión de que es una afección grave, particularmente en lo que se i • I u-iv a sus efectos en relación con el medio ambiente y el modo de vida i u i irólico, pudiendo ser la neurosis nuestro peor enemigo o nuestro mejor .mugo, por cuanto sus mecanismos tienen un doble significado: mira .nielante y atrás, abajo y arriba.Agrega luego que no es el analizado que PC lia curado de la neurosis, sino que es la neurosis quien lo ha curado. Estos que preceden son conceptos muy importantes en las t < msideraciones psicopatológicasque hace la Psicología Junguiana.Aquí Be presenta a la neurosis como algo a través de lo cual se hace posible una curación. Entoncesobtenemos el siguientecorolario:no se produce una neurosis como síntoma de una perturbación psíquica, sino que la neurosis es aquello con lo que reacciona la personalidad para resolver el disturbio. La neurosis cumple aquí un papel similar al de los glóbulos blancos cu la sangre. Los glóbulos blancosno son el resultado de una enfermedad, de una infección por ejemplo: sino que éstos existen para contrarrestarla, para eliminarla. Algo así sucedería con la presencia de la neurosis. Atal punto que ésta, en ocasiones según determinó Jung, está cumpliendo el papel de dique de contención a los efectos de no dejar pasar el agua que se desliza por aquellos viejos y milenarios cauces que fueron labrados por los arquetipos y que buscan, en ese momento, adueñarse de la Persona, lo que ocasionaría al individuo el nacimiento de una enfermedad peor para él y para la sociedad. Una esquizofrenia, por ejemplo. La concepción junguiana de lo inconsciente lo revaloriza respecto de otras psicologías ya que no lo presenta como un depósito de basuras, de cosas dolorosas que debieron ser reprimidas, anuladas, escondidas. Al revelar la existencia de un Inconsciente Colectivo encontramos que además de aquel estrato de despojos, existen también motivos para la alegría de viviry las fuentes de lainspiracióny creatividad. Elinconsciente es la «fuente de la consciencia y el espíritu creador y también del 59
  • 29. Antonio Las Heras destructivo de toda humanidad». Se trata de una conjunción de opuestos. Un reservorio totalizador. Es, otra vez más, la presencia enantiodrómica que habrá de hallar Jung en todos sus estudios sobre el hombre. Aquí, lo Inconsciente aparece como la arena y, a su vez, los protagonistas luchando en esa arena. Es la cotidiana justa entre el Bien y el Mal. Con triunfos pequeños para el doctor Jekill y también para Mr. Hyde. No hay puesta definitiva. Y cuando la presenciamos es por una de dos posibilidades: o se está reprimiendo desmedidamente lo malo para mostrar lo bueno o bien se está enfermo - noyaneuróticamente, sino gravemente trastornado- y losHyde transitan porlapersonalidad dela que se adueñaron. Para conseguir la primera situación enunciada generalmente es necesario producir una neurosis. Y dejar de sentir, por supuesto. Negarse a escuchar al inconscientecreer que nada oscuro hay en nosotros es una situaciónque no habrá de sostenerse equilibradapor mucho tiempo. Porque, finalmente, lo reprimido hace erupción y destruye la falsa Máscara. En el segundo caso, cuando el Mal se adueña de la psique, el camino hacia el hospicio suele ser breve. O hacia lacárcel. O hacia la muerte. Pero, si por algún motivo, ese reinado de la maldad fuera el resultante de ocultar el aspecto bueno que también vive en nosotros, tarde o temprano esa fuerza se mostrará en la Consciencia y, enigmáticamente para muchos, el individuo setransforma. Quizá se haga predicador o decida iniciar una nueva vida donde se mostrará humilde, caritativo..., bueno. Así hay casos de criminales, asesinos a sangre fría que no mostraban remordimientos, seguros queharían milveces máslomismo, yque- sin embargo - undía inesperadamente transforman auténticamente sumanera de comportarse. ¡Hay realmente un cambio!. Se convierten en predicadores de la paz y lajusticia.Abrazan alguna fe y trabajan por ella. ¿Qué ha pasado?. Pues tuvo lugar una síntesis de opuestos. Aquél aspecto de la Máscara que mostraba el criminal no era único. Sino el resultado de algunanecesidad que le había impuesto la circunstancia. Pero, lo que estaba sucediendo, era que la faceta del Bien estaba siendo reprimida en lo Inconsciente.Allí cobró fuerzas y cuando tuvo la suficiente integridad se mostró a nivel consciente desplazando al aspecto de la 60 Miiniidl ilc Psicología . Máscara impuestapor la necesidad. Entonces el individuo se revela como verdaderamente es. Casos como estos no abundan, es cierto. Son más comunes los inversos. El hombre bueno que, repentinamente, se convierte en malo, lodos conocemos a lo largo de nuestras vidas individuos así. En cambio los regenerados son escasos, a punto tal que -cuando ocurre algún caso- suclen ser motivo de atención por parte de los medios de difusión masiva. I )iarios, radio, televisión y revistas se ocupan de ellos. Porque se trata de algo inusual. Quientermina estafando a su propia familia- a pesar de que se lo consideraba el hombre más probo de la tierra - es un caso más habitual. Especialmente en el mundo moderno donde los valores y los símbolos se pierden rápidamente, o están totalmente trastocados. Alterados. Podríamosdeducirque la energía de lo malo avasallaa la psique con más facilidad que la de lo bueno. O, en todo caso, que es mayor el número de personas que desean ser buenas y fracasan en su intento, que el de quienes se sienten necesitados a ser malos y, luego, no cambian. Adhieren a esa situación. Deja de ser ilusoria Máscara para convertirse en situación auténtica. Lo que también es lógico. El concepto que tenemos de «lobueno» implica renunciamientos cotidianos, mientras que «lomalo» suele asociarse al placer y al goce. «La carne es débil» reza un refrán. Y, salvo excepciones - queporello sonhonrosas - todos nos sentimos inclinados hacia realizaciones mezquinas, egoístas e intrascendentes. Lo que, por otra parte, suele ser propiciado por la sociedad de consumo que maneja al mundo de hoy. Jung se ocupó mucho de esto. Y dijo, en una oportunidad, que la única solución era regresar a una civilización que prestara atención a los símbolos. Es decir una cultura capaz de atender a sus necesidades interiores y complementarlas con las exteriores. Un grupo humano decidido a ocuparse por obtener el equilibrio sociopsicofísico y no que desarrolle desmesuradamente lo externo en detrimento de la obra interna que debe construirse en cada uno de nosotros. Sinoconsiguiéramos integrar loInconsciente anuestra vida, seremos - siempre - incompletos. Lo que no significa dejar de gozar, ni de sentir placer. Todo lo contrario. Se trata de tenerlos pero incorporados a un sentido de la vida.
  • 30. Antonio Las Meras Jung era un hombre que gustaba de los placeres. Fumaba, bebía, comía abundantemente, se esforzabapor mantener una adecuada relación con la Naturaleza, remaba, recorríalargos trechos en bicicleta, era recto con quienes lo acompañaban en el trabajo, esforzado en obtener realizaciones impecables, un poco huraño pero de fácil risa como enojo rápido; en fin, estaban en él casi todas las posibilidades que tiene una persona. Y he comenzado la lista con aquellas cosas que, quien no se ha interesado por la personalidad de este sabio, rara vez conoce. Jung amaba la vida. Quisouna totalidad. Yeso es loque la PsicologíaJunguianapersigue para los humanos. La plena realizaciónde cuantasposibilidadestengael individuo. Que sea totalizador. Todo aunado para conseguir concretar los deseos positivosen la vida. Y cuando decimos equilibrio no lo hacemos como sinónimo de término medio. Al decir equilibriobuscamos referirnos a un estado a partir del cual se encuentren dadas las condiciones que permitirán, después, alcanzar la armonía plena. Lo que no es posible de obtenerequilibrando los platillos de la balanza, porque eso es la quietud manifiesta y duradera mientras que una vida plena implicamovimientopermanente. Yla psique es- siempre - acción, movimiento, desplazamiento, transformación. Por lo tanto - ypara seguir con lacomparación - debemos decir que hay que colocar en cada platillo las cantidades que sea menester y conseguir el equilibrio (esta palabra procede del latín ecus librumy significa «nada en demasía») cambiando de lugar el punto de apoyo. Acercándolo hacia un lado. Alejándolodel otro. Así la balanza para mantenerse equilibrada requerirá cambios permanentes. Esa necesidad lleva a sentirse armónico. Ocurre que el equilibrio es un estado en todo momento precario. El movimiento requerido para mantenerlo necesita de conductas armónicas. Llegado a este punto conviene recordar aquella máxima china, varias veces milenaria, que afirma: «Lo único inmutable es la mutación». Dicho en términos psicológicos: la armonía sólo sucede cuando el psiquismocambia permanentemente de acuerdo con los estímulos exteriores y en concordancia con las producciones de lo inconsciente. ¿Y cuáles son lasproporciones ideales para lograr este estado ideal?. No existen. Cada uno deberá saber -a través de supropia experiencia-qué 62 Miininil íA' l'ifi>loiiti . i .mtidad debe colocar a cada lado del pie de la balanza para conseguir un equilibrio que ledé verdadera armonía sinrequerir represiones y censuras. Lógicamente que esta armonía no habráde durar mucho. La psique no es un sistema energético cerrado, Jung,cuando la describe, aclara que se trata de una totalidad «parcialmente abierta», que siempre está recibiendo energía del exterior. Esta no se pierdenunca; es canalizada y 11 ansformada. Estas situaciones puedenvolvera romper el equilibrio de la balanza y, por lo tanto, termina la armonía de que está gozando el individuo, en cualquier momento.Por lo que le será necesario readaptarse. I; n síntesis podemos decir que, para lograr la armonía es menester tener la suficiente ductilidad que se requierepara adaptarse a la continua entrada de nueva energía. Si no hay nada oculto, si se conocen detalladamente los pormenoresde nuestrapsique, esas energíaspodrán sertransformadas en elementos útiles, provechosos, sin que haya algo que temer. El problema, claro se presenta cuando desconocemos nuestrosproblemas intrapsíquicos. Entonces la energíaes absorbida por ellos y repercute en malestares de la personalidad. En síntesis, como escribió Jung en sus «Dos escritos sobre Psicología Analítica»: «Son los arquetipos el oculto tesoro que la Humanidad ha acumulado y del que ha producido sus dioses y sus demonios, y todos aquellospensamientos poderosos e influyentes sin los cuales ¡apersona dejaría de ser humana». Un ejemplo clínico A veces, es posible ver en las psicosis cómo se manifiestan los arquetipos avasallando lo Consciente. Durante algún tiempo trabajamos con Eduardo Mas Colombo (Doctor en Psicología, Decano y profesor titular en Psicología de la Universidad Argentina John F.Kennedy) en un hospital en busca de símbolos que aparecieran en los discursos de sus pacientes psicóticos,reveladores depresencias arquetípicas. Conseguimos tener varias reuniones con uno de ellos que, analizado desde laPsicología Junguiana, se encontraba poseído por elArquetipo de Dios. 63