Este documento describe la adenopatía y las estrategias para diagnosticar su causa. Explica que la adenopatía se produce por la invasión de células en los ganglios linfáticos y puede ser localizada o generalizada. A través de la anamnesis, exploración física y pruebas complementarias como hemograma y biopsia, se puede diagnosticar la causa subyacente en el 90% de los casos, siendo las infecciones y procesos benignos las más comunes. Los ganglios supraclaviculares siempre requieren estudio
2. Hablamos de adenopatía cuando se produce una anormalidad
en el tamaño, número o consistencia de los ganglios
linfáticos causada por la invasión de células neoplásicas o la
propagación de células inflamatorias dentro del nódulo
linfático.
Pueden ser:
◦ Localizadas: afectación de una sola área ganglionar.
◦ Generalizadas: afectación de dos o más áreas ganglionares
no contiguas.
3. En AP la incidencia de adenopatía de causa desconocida
se sitúa alrededor del 0,6%.
La mayoría de las linfadenopatías obedecen a causas
infecciosas y reactivas.
El 90% de las adenopatías pueden ser diagnosticadas en
este nivel de atención de salud.
Sólo el 1,1% de las linfadenopatías obedece a causas
malignas.
El objetivo en AP es decidir qué enfermos y cuándo
deben ser derivados a otro nivel asistencial.
4. Enfermedades infecciosas: por virus
(VEB, CMV, rubeola, hepatitis, VIH, etc.), bacterias
(estreptococos, estafilococos, tuberculosis, chancro
blando, brucelosis), parasitarias
(toxoplasmosis, tripanosomiasis), y fúngicas
(histoplasmosis, coccidiomicosis).
Enfermedades malignas: hematológicas (linfomas de Hodgkin
y no Hodgkin, leucemias). Metástasis tumorales.
Enfermedades de origen inmunitario: LES, AR.
Enfermedades de causa desconocida:
sarcoidosis, amiloidosis.
Otras: enfermedad de Kawasaki, fiebre mediterránea familiar.
5. 1. En primer lugar, a través de la anamnesis y de la exploración
física, se debe hacer un diagnóstico diferencial entre una
adenopatía y otras masas.
2. Intentar llegar a un diagnóstico etiológico y valorar la
severidad de la adenopatía, evaluando dentro del contexto
clínico la localización y las características de la adenopatía.
3. Si no se confirma el diagnóstico y la situación clínica del
paciente es buena, se puede observar durante 3 o 4 semanas
y realizar diversas pruebas complementarias intentando
llegar a un diagnóstico.
4. Cuando aun así no se alcanza y persiste la adenopatía, deber
ser derivado al siguiente nivel.
6. Profesión: mineros, ganaderos.
Antecedentes familiares: cáncer de mama, síndrome de nevus
displásico familiar.
Viajes a zonas de riesgo: toxoplasmosis, histiocitosis, borreliosis.
Contacto con animales, sobre todo gatos (enfermedad de arañazo
de gato), picadura de insectos, brucelosis.
Hábitos tóxicos: tabaco, alcohol, que orientan hacia una etiología
neoplásica, ADVP (hepatitis, VIH).
Conductas sexuales de riesgo que orientan el diagnóstico hacia
enfermedades de transmisión sexual en adenopatías cervicales e
inguinales.
7. VIH+. Enfermedades como sarcoma de Kaposi y
linfomas no Hodgkin tienen una mayor frecuencia como
causa de adenopatías.
Medicamentos. Pueden dar lugar a una linfadenopatía
angioinmunoblástica.
Síntomas asociados. El interrogatorio sobre los
síntomas que acompañan a la adenopatía pueden
orientar hacia un diagnóstico de sospecha de la
enfermedad responsable.
8. Tamaño:
◦ Como regla general, los nódulos menores de 1 cm son de
naturaleza benigna. Los nódulos mayores de 2 cm que
persisten o que aumentan de tamaño deben ser estudiados.
◦ Las adenopatías mayores de 4 cm requieren un estudio
histológico inmediato.
◦ La presencia de un ganglio supraclavicular o poplíteo de
cualquier tamaño y un ganglio epitroclear mayor de 0,5 cm
debe ser estudiada en todos los casos.
Edad: Niños y adultos jóvenes suelen presentar patología
benigna, mientras en pacientes mayores de 50 años aumenta
la incidencia de procesos malignos.
9. Características físicas:
◦ Debe valorarse la consistencia, adherencia a planos
profundos, dolor a la palpación que orientan el diagnóstico.
◦ En las infecciones las adenopatías suelen ser
dolorosas, móviles, blandas y asimétricas.
◦ En el linfoma suelen ser de consistencia media, como
caucho, no dolorosos y agrupados.
◦ En las metástasis suelen ser duros, pétreos, adheridos a
planos profundos.
10. Localización:
◦ Occipitales: infección del cuero
cabelludo, rubéola, toxoplasma, linfoma.
◦ Cervicales: VEB, infecciones ORL, tumores metastásicos de
cabeza, cuello, tiroides, linfomas.
◦ Supraclaviculares: metástasis tumorales torácicas o
abdominales.
◦ Axilares: infecciones de la extremidad
superior, linfomas, cáncer de mama.
◦ Inguinales: infecciones y traumatismos de miembros
inferiores. Enfermedades de transmisión sexual, linfomas.
Metástasis de neoplasias genitales.
11. Hemograma, fórmula leucocitaria y velocidad de
eritrosedimentación.
Serología: CMV, VEB, hepatitis B y C, VIH, herpes
virus, toxoplasma, treponema.
ANA, factor reumatoide.
Mantoux.
Radiografía de tórax.
Otras pruebas complementarias: Ecografía.
TC, RM, linfografía.
◦ Examen de médula ósea.
◦ PAAF cuando se sospecha metástasis.
◦ Biopsia excisional de la adenopatía más anormal. Es la
técnica de elección cuando no existe un diagnóstico o se
sospecha etiología tumoral.
12. No está justificado el uso de antibióticos o de corticoides
cuando no existe un diagnóstico.
Como excepción se pueden usar corticoides en pacientes con
obstrucción faríngea.
13. La naturaleza de las adenopatías suele ser benigna. Con
la edad va aumentando la posibilidad de ser
cancerígena.
Con una exhaustiva anamnesis, una exploración física
cuidadosa y las pruebas complementarias adecuadas
llegaremos al diagnóstico en un 90% de los casos.
Los ganglios supraclaviculares deben ser objeto de un
estudio histológico siempre.
Adenopatías que duren menos de 2 semanas o más de
1 año sin variación en el tamaño son poco sospechosas
de malignidad.