A lo largo de estos 20 años como La Vía Campesina hemos reconocido el rol de las mujeres en todos los aspectos de la vida, en ese sentido hemos denunciado al capitalismo y al patriarcado como los principales generadores de todo tipo de violencia: física, ética, psicológica, política y económica que aumentan las condiciones de discriminación y las situaciones de violencia hacia las mujeres y niñas....
"Cien Días vistos por Cinep n.° 93: el campo de la paz"
25 de noviembre: Basta de violencia contra las Mujeres!. (noticias varios países)
1. 25 de noviembre: Basta de violencia contra las Mujeres!
Comunicado La Vía Campesina
(Harare, 25 de Noviembre de 2013) A lo largo de estos 20 años como
La Vía Campesina hemos reconocido el rol de las mujeres en todos
los aspectos de la vida, en ese sentido hemos denunciado al
capitalismo y al patriarcado como los principales generadores de todo
tipo de violencia: física, ética, psicológica, política y económica que
aumentan las condiciones de discriminación y las situaciones de
violencia hacia las mujeres y niñas.
Las campesinas en todo el mundo sufren la violencia de clase
heredada del latifundio, la falta de acceso a la tierra, a los bienes de
producción, la falta de condiciones para permanecer en el campo
causadas por el poder destructor del agronegocio, que hoy por hoy,
es la expresión del capital en el campo. Este modelo de agricultura
no solo acapara la tierra y expulsa, sino que además pone en riesgo
la vida millones de mujeres en todo el mundo, pues las expone a los
agrotóxicos y venenos utilizados en este modelo de agricultura.
Inspirados e inspiradas en las luchas por la tierra, reforma agraria,
soberanía alimentaria, hemos posicionado el debate de género desde
una perspectiva de clase, a partir de esta reflexión política
construimos y lanzamos la Campaña `Basta de violencia contra las
mujeres´ en el 2008 en el marco de nuestra V Conferencia,
herramienta de denuncia que ratificamos el pasado junio en nuestra
VI Conferencia en Indonesia.
Como movimiento campesino hemos afirmado que nuestras luchas
son para generar una sociedad basada en la justicia y la igualdad,
2. respetuosas de los derechos humanos. Las mujeres tienen derecho a
una vida digna; y en el caso de las mujeres del campo esta vida
digna está directamente relacionada con el acceso a la tierra y la
soberanía alimentaria, estudios confirman que las mujeres producen
el 80% de los alimentos, y apenas son propietarias del 2% de las
tierras.
Como Vía Campesina creemos que para acabar con esta violencia
estructural es fundamental acabar con el sistema capitalista que se
basa en la explotación de clase, género y exclusión, principalmente,
de las mujeres campesinas.
Es así, que este 25 de noviembre las mujeres de la Vía Campesina
hacemos un llamado a preparar Jornadas Internacionales de lucha,
resistencia y de denuncia por el fin de toda forma de violencia contra
las mujeres.
3. Basta de Violencia contra las Mujeres!
Más información:
Fotos y audios: Vean Nueva Colección de Postales Basta de
Violencia contra las mujeres!
Cartilla Basta de Violencia contra las Mujeres, aquí.
Vídeo: Basta de Violencia contra las Mujeres!
--
La Via Campesina
Via Campesina is an international movement of peasants, small- and
medium-sized producers, landless, rural women, indigenous people,
rural youth and agricultural workers. We are an autonomous, pluralist
and multicultural movement, independent of any political, economic,
or other type of affiliation. Born in 1993, La Via Campesina now
gathers about 183 organisations in 88 countries in Asia, Africa,
Europe, and the Americas.
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Email: viacampesina@viacampesina.org
Aprobado en penúltimo debate proyecto contra impunidad en
casos de violencia sexual
Posted: 20 Nov 2013 02:34 PM PST
4. El proyecto de ley 037, de autoría de los representantes
Ángela Robledo e Iván Cepeda, que pasa a su último debate,
pretende reformar la legislación vigente con el fin de
garantizar el acceso efectivo a la justicia de las mujeres
víctimas de violencia sexual, especialmente en el contexto del
conflicto armado.
BOGOTÁ, 20/11/2013. Los representantes Ángela Robledo e Iván
Cepeda, autores de la iniciativa, celebraron la aprobación en su
penúltimo debate en la Comisión Primera de Senado del Proyecto de
Ley 037 de 2012: “Por el cual se modifican algunos artículos de las
leyes 599 de 2000, 906 de 2004 y se adoptan medidas para
garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual,
en especial la violencia sexual con ocasión al conflicto armado”.
A partir de esta ley, se reconocería que cuando un hecho
de violencia sexual ocurre de manera sistemática o generalizada por
parte de los actores del conflicto, tiene el carácter de delito de lesa
humanidad.
El proyecto propone la adopción de una serie de disposiciones que
tienen que ver con el tratamiento jurídico de los delitos
de violencia sexual, con las normas de procedimiento en materia de
investigación y juzgamiento de tales conductas, con fortalecer la
celeridad y la eficacia de la justicia, al igual que otras disposiciones y
medidas administrativas orientadas a proteger los derechos de las
mujeres en cuanto a su formación, integridad y libertad sexuales.
La iniciativa que busca modificar el Código Penal, el Código de
Procedimiento Penal y a Ley de Violencia contra las mujeres (1257 de
2008), cuenta con el apoyo del ministerio de Justicia.
Los congresistas Cepeda y Robledo afirmaron que la aprobación de
este proyecto es una buena noticia para las víctimas, quienes
conmemorarán el día internacional de la no violencia contra las
mujeres, el próximo 25 de noviembre.
Manifiesto del Movimiento de Mujeres del Ecuador “Todo
retroceso en derechos alcanzados, es violencia” 25 de
Noviembre de 2013
Nosotras, impulsadas por nuestra fuerza, convicción y compromiso y
apoyadas en las voces de nuestras ancestras, que nos legaron la
lucha por la igualdad, equidad, justicia social y justicia de género, no
5. discriminación, la dignidad de las mujeres, sus pueblos, sus
territorios y la defensa de la naturaleza.
Nosotras, esas voces que ni el patriarcado ni el capitalismo han
podido callar, consideramos que este es el momento en el que las
exigencias y propuestas del movimiento de mujeres, deben ser
escuchadas y asumidas por el Estado ecuatoriano y la sociedad en su
conjunto. Nosotras, mujeres de campo y ciudad, mujeres de los
manglares, mujeres rurales, de los barrios, cooperativas, mujeres
urbano populares, campesinas, trabajadoras, jóvenes, estudiantes,
profesionales, trabajadoras sexuales, lesbianas, indígenas, negras,
adultas mayores, con capacidades especiales, unidas en la fuerza de
las diversidades.
Reconocemos Que el Ecuador es un Estado Constitucional de
derechos y justicia social, laico y plurinacional, lo que implica el
reconocimiento de los sujetos de derechos específicos y la
obligatoriedad del Estado de garantizar todos sus derechos.
Que en el Ecuador se ha legitimado la paridad electoral, la
distribución de la Pastilla de Anticoncepción de Emergencia en la lista
de medicamentos del Sistema de Salud Pública y la creación de los
Juzgados Especializados contra la violencia a la Mujer y la Familia,
que son resultado de nuestras luchas históricas como movimiento de
mujeres.
Expresamos
Que el régimen actual ha reforzado un modelo económico de
explotación de la naturaleza afectando especialmente a las
comunidades, pueblos y nacionalidades, mediante el apoyo a la
minería a gran escala y la agroindustria.
Que la ausencia de una real y equitativa reforma agraria, sumada al
modelo extractivista y colonizador de nuestros pueblos y territorios,
ha generado una re-primarización de la economía nacional que
profundiza la división sexual del trabajo en términos patriarcales y
capitalistas, afectando directamente la vida de las mujeres por la
enorme carga de trabajo reproductivo y productivo que se nos
asigna, así como por la expansión vertiginosa de la colonización de
los cuerpos de las mujeres y las niñas. Que el cambio de la matriz
productiva, no puede centrarse en el extractivismo, ni en la
modernización del capitalismo y de la neocolonialización.
Que se anuncia el avance de las negociaciones del TLC con la Unión
Europea, que la liberalización del mercado y los TLCs no tienen en
cuenta factores específicos de género, y que por el contrario,
agudizan las inequidades y discriminaciones: aumentan la
participación de las mujeres en la economía informal y la feminización
del empleo precario, empeorando la ya deteriorada calidad de vida.
6. Alertamos que este proceso puede derivar en una mayor explotación
y feminización de la pobreza y una mayor denigración a las mujeres
como sujetas de dignidad y de derechos.
Demandamos a las cinco funciones del Estado Garantizar una
economía social, solidaria y para la vida, que rompa relaciones de
explotación, mercantilización de los medios de vida, fomentando la
participación de los actores de la economía social y solidaria. Que el
modelo económico no considere a la naturaleza como un objeto de
explotación irracional, por lo que exigimos que la iniciativa Yasuní
ITT, de mantener el petróleo bajo tierra, sea sometida a consulta
popular para demostrar al mundo que es posible un verdadero
cambio de matriz productiva.
Que el modelo económico extractivista, colonizador de los cuerpos de
las mujeres, genera condiciones sociales y culturales que promueven
la explotación y el abuso sexual.
Que suspendan las negociaciones del TLC con la Unión Europea y se
transparente los textos en negociación.
Asegurar y garantizar el acceso real de las mujeres a los medios de
vida como el agua, la tierra, las semillas, que mantengan la soberanía
alimentaria y el mandato constitucional de No a los transgénicos.
Garantizar los derechos laborales y la seguridad social para las
mujeres, incluidas aquellas que están dedicadas al trabajo
reproductivo y al trabajo sexual.
Formular e implementar políticas públicas orientadas a promover
responsabilidades compartidas en el trabajo del cuidado de la vida y
creación de servicios que faciliten el ejercicio del derecho a la
recreación y al descanso de las mujeres.
Garantizar el acceso a la educación a todos los niveles, además de
una educación no sexista, diversa, que promueva las libertades de
conciencia, de cátedra, de asociación y organización; principios
democráticos que las últimas reformas están vulnerando.
Garantizar el derecho a una vida libre de violencias: física,
psicológica, sexual, económica, patrimonial y política, desde un
pluralismo jurídico con enfoque de género.
Nuestra máxima exigencia es una Ley Orgánica de Erradicación de las
Violencias contra las Mujeres, la tipificación del feminicidio y el
femicidio. Sin embargo, frente al contexto legislativo, demandamos
de manera urgente que el Código Orgánico Integral Penal incluya
nuestra propuesta a las reformas de la Ley 103, el Procedimiento
Especial y Expedito para juzgar infracciones de violencia contra la
mujer e intrafamiliar, la tipificación del femicidio y la violencia contra
la mujer y la familia. No aceptamos retrocesos en nuestros derechos,
menos aún en una Asamblea liderada por mujeres.
7. Tipificar los delitos sexuales relacionados con la trata de personas
desde una comprensión integral que sancione a los “consumidores”
de explotación sexual de niñas, niños, adolescentes y mujeres, hecho
repudiable que es considerado a nivel global como nueva forma de
esclavitud. En concordancia con la Constitución, la legislación
secundaria debe mantener esta coherencia a favor de las víctimas de
trata y tráfico, incluyendo la figura del recurso efectivo para la
protección y reparación de derechos.
Despenalizar totalmente el aborto por ser un tema de justicia social y
salud pública en el que hay que considerar los profundos problemas
sociales, las altas tasas de mortalidad materna y la ausencia de
garantías hacia las víctimas de violencia sexual. Las mujeres somos
capaces de tomar decisiones autónomas sobre nuestros cuerpos y
proyectos de vida. En el contexto actual, exigimos la despenalización
del aborto por violación considerado como delito de lesa humanidad,
sustentado en la lacerante realidad de violencia sexual que vivimos
las mujeres, niñas y adolescentes en el Ecuador.
Crear el Consejo de Igualdad de las Mujeres a través de la Ley
Orgánica de Consejos de Igualdad. La superación de las
desigualdades entre personas requiere de una Ley Orgánica basada
en el reconocimiento de los sujetos de derechos, la implementación
de sistemas de protección integral de derechos, y una
institucionalidad que ejerza rectoría e incidencia en la construcción de
políticas públicas, de acuerdo con el mandato Constitucional.
Vemos con preocupación que el proyecto del Código Orgánico Integral
Penal en lugar de garantizar los derechos humanos, colectivos y de la
naturaleza - contrariando tratados y convenios internacionales y
nuestra propia Constitución- criminaliza la protesta social, persigue a
opositores políticos, coarta la libre asociación y participación, viola el
derecho a la resistencia. Rompiendo la Constitución de garantía de
derechos, el COIP aumenta penas para organizaciones, colectivos y
personas, sobre todo servidores públicos, criminaliza, denuncia y
condena a las mujeres más pobres en los servicios de salud,
evadiendo las responsabilidades del Estado. Todo ello abre la
posibilidad de que los/as operadores/as de justicia usen en forma
arbitraria las tipificaciones abiertas y no precisas de terrorismo,
financiación del terrorismo, sabotaje, rebelión, instigación y apología
del delito, e incluso participación y hasta huelga. Proponemos
precisión en esta tipología presente en todo el Código y consecuencia
con la garantía de derechos eliminando la concepción de un derecho
punitivo basado en la persecución a quienes piensan diferente
tratándolos como delincuentes o más aún “enemigos internos”.
Eliminar el Decreto 016 por atentatorio al derecho a la libre
asociación y participación autónoma de las diversas actorías sociales.
8. Promover una Cultura de la Paz, basada en la justicia social, como el
conjunto de principios, actitudes y herramientas que rechazan la
violencia y previene los conflictos atacando sus causas, mediante el
diálogo, la negociación y la restauración de los derechos violentados.
El Movimiento de Mujeres del Ecuador:
Se adhiere y multiplica las voces de las mujeres de los pueblos y
nacionalidades que luchan en sus territorios contra el modelo
capitalista extractivista y rechaza la política petrolera que se visibiliza
en las actuales rondas petroleras y la negociación con las empresas
mixtas.
Rechaza la política del gobierno nacional, que junto a otros gobiernos,
promociona la megaminería, el monocultivo y agrotóxicos, la misma
que atenta contra los principios constitucionales y abre la puerta a los
transgénicos en detrimento de la soberanía alimentaria.
Responsabilizamos al Estado ecuatoriano de la violencia que pueda
surgir en los territorios sea por las fuerzas armadas o por las mismas
empresas.
Apoya y convoca a otros movimientos sociales de pueblos y
nacionalidades, jóvenes, ecologistas, trabajadoras/es, pobladoras/es,
de diversidades sexo genéricas e intelectuales, a proclamar la
necesidad de la autodeterminación de las soberanías territorial,
alimentaria, energética y de los cuerpos.
Hacemos un llamado a la ciudadanía:
A que no nos acomodemos a los sistemas de injusticias, explotación y
represión. A no perder la capacidad de indignación ni renuncia a
nuestros derechos.
Continuaremos en resistencia, en la construcción colectiva de
propuestas que aporten al desarrollo de una cultura de paz, igualdad
y felicidad para todas y todos
Movimiento de Mujeres del Ecuador:
ACDemocracia Asamblea de Mujeres Populares y Diversas del
Ecuador - AMPDE Asociación de Mujeres de las Juntas Parroquiales
Rurales del Ecuador-AMJUPRE Cabildo de Mujeres de Quito CEDEAL
Confederación de Mujeres por el Cambio - CONFEMEC Coordinadora
Política de Mujeres del Ecuador Colectivo Nosotras Flor del Guanto
Foro Nacional de las Mujeres Foro de Abogadas por la Seguridad
Jurídica - Guayas Frente de Defensa de los Derechos Sexuales y
Derechos Reproductivos Movimiento de Mujeres de Sectores
Populares y Colectivo Político Luna Creciente Movimiento de Mujeres
de El Oro Plataforma Nacional por los Derechos de las Mujeres
Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas Red de Mujeres de
Santa Elena Red de Mujeres Políticas del Ecuador-REMPE Secretaría
9. de la Mujer UNE Veedurías Ciudadanas por la erradicacación de la
violencia contra las mujeres
24TH NOV 2013SECCIONES: NOTICIAS
La mejor inversión contra la violencia
Por Tarcila Rivera Zea*
Revertir las condiciones de pobreza y exclusión en las que
viven las mujeres indígenas es el mejor modo de erradicar la
violencia.
Presión sobre territorios indígenas empuja a las mujeres a
migrar a las urbes en donde son víctimas de explotación
laboral y sexual.
10. Recientemente el Perú fue sede de la Conferencia Global de Mujeres
Indígenas , que reunió a lideresas de África, el Pacífico, Europa, Asia,
América Latina, Norteamérica y Rusia. En una sola voz, las indígenas
del mundo entero nos pronunciamos en contra de toda forma de
violencia, venga de donde venga, y de cualquier modo en que se
manifieste.
Estamos en contra de la agresión a nuestros cuerpos, originada en la
violencia doméstica, el abuso sexual, prácticas como la ablación y la
forma más extrema de violencia, el feminicidio. Sin embargo, para las
mujeres indígenas, la violencia se expresa en múltiples formas que,
hasta hoy, son invisibles para los demás.
Vivimos en países que no reconocen nuestra existencia y no asumen
nuestra protección. No contamos con posibilidades de acceder a una
educación de calidad y tener autonomía económica. Y tampoco somos
conscientes de las obligaciones que nuestros Estados tienen para con
nosotras.
Consideramos
que
esta
situación
de
completa
vulnerabilidad, en las que nos vemos sumergidas, es una forma más
de violencia.
Para las mujeres indígenas existe además una forma de violencia tan
o más perniciosa, aquella que se realiza contra la naturaleza.
Mientras que las mujeres Inuit de Groenlandia ven como el
crecimiento de las aguas hace desaparecer sus comunidades, como
consecuencia del cambio climático, las indígenas Quechua de Perú se
enfrentan a empresas mineras por la defensa del agua.
Cada día esta presión empuja a las mujeres indígenas fuera de sus
comunidades, hacia las urbes, en donde son víctimas de explotación
laboral y sexual. Desaparecen así las guardianas de estos territorios y
con ellas su conocimiento ancestral, que asegura la biodiversidad en
el mundo y que pueden ser la respuesta para enfrentar los embates
del cambio climático.
Nuestra propia experiencia nos ha demostrado que no lograremos
erradicar la violencia solamente atacando los efectos.
El Perú es el segundo país con mayor población de mujeres indígenas
en América Latina, con alrededor de 3.2 millones. De acuerdo a un
estudio del Banco Mundial en este país, el 60% de las mujeres
victimas de violencia tienen mayor probabilidad de perder a su hijo
antes del término del embarazo, el 21.3% de sufrir complicaciones
durante el parto y el 19.6% de contraer alguna enfermedad de
transmisión sexual. Más de la mitad de estas mujeres se encuentran
en zonas rurales.
11. La violencia contra la mujer tiene consecuencias también en su salud
y el bienestar de sus hijos, y estos costos son asumidos por todos los
ciudadanos. Según Programa para el Desarrollo de la ONU – PNUD ,
tan solo en América Latina, invertimos el 2% del PIB en paliar las
consecuencias de la violencia. En el Perú, el Estado gasta un
promedio de 36 millones de soles (alrededor de 12 millones de
dólares) en programas sociales que atenúan, mas no desaparecen el
problema.
Una mujer indígena que accede a una educación de calidad tiene
mayores probabilidades de salir de la pobreza, convirtiéndose en
parte de la fuerza productiva de nuestros países, asegurando además
el manejo sostenible de sus recursos.
Al celebrarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer pedimos a aquellos que tienen en su poder el
contribuir en la erradicación de este problema a actuar de forma
inmediata. Las mujeres indígenas requerimos programas sostenibles
que conduzcan al cambio de esa realidad. El tomar la decisión de
invertir en nosotras no es solo una deuda moral, sino un modo de
potenciar el desarrollo de nuestros países.
* Tarcila Rivera Zea es una de las más reconocidas activistas
indígenas en el Perú y el mundo. Entre sus logros destacan la
fundación del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las
Américas ECMIA y el Foro Internacional de Mujeres Indígenas FIMI.
Es presidenta de CHIRAPAQ, Centro de Culturas Indígenas del Perú,
asociación dedicada a la afirmación de la identidad cultural y el
reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
Foto: Luiz Vasconcelos.