El documento discute los beneficios y costos de la integración financiera y monetaria entre países. La integración financiera crea un mercado global pero también propaga las crisis financieras. La integración monetaria, como la adopción del euro en la UE, elimina las incertidumbres del tipo de cambio pero reduce la soberanía monetaria. Para que una unión monetaria sea óptima, los países deben tener vías para compensar los desequilibrios económicos como la movilidad laboral o políticas fiscales coordinadas.