2.
La neumonía se define como la
inflamación del parénquima pulmonar
causada por un agente infeccioso.
3. La neumonía se produce siempre que se
deterioren los mecanismos defensivos
locales, o la resistencia general del
anfitrión este disminuida. Los factores
que repercuten sobre la resistencia en
general son las enfermedades crónicas,
las deficiencias inmunitarias el
tratamiento con inmunodepresores y la
leucopenia.
En condiciones normales la vía
respiratoria inferior es estéril gracias a los
mecanismos de filtrado y eliminación.
4. Abolición o reducción del reflejo tusígeno: a raíz de un
coma, la anestesia, los trastornos neuromusculares, los
fármacos o el dolor torácico.
Lesión del aparato mucociliar: por alteración de la
actividad ciliar o destrucción del epitelio ciliar, debido
al humo de los cigarros, inhalación de gases calientes o
corrosivos, virosis o defectos genéticos del
funcionamiento ciliar, como el síndrome de inmovilidad
ciliar.
Acumulación de secreciones: en procesos como la
fibrosis quística y la obstrucción bronquial.
Interferencia con la acción fagocítica o bactericida de
macrófagos alveolares: por el alcohol, el humo del
cigarro, la anoxia o la intoxicación por oxigeno.
Congestión y edema pulmonar.
6.
Es por lo general el resultado de una diseminación
bronquial después de la microaspiración de
secreciones faríngeas. Estas partículas alcanzan las
vías respiratorias terminales y los alveolos, así
comienza una infección que tiene la distribución
anatómica y el aspecto radiológico de una
consolidación subsegmentaria, segmentaria o
lobular.
La progresión a destrucción del parénquima de un
infiltrado pulmonar o consolidación lobular casi
siempre es la consecuencia de uno más de tres
factores:
la
virulencia
intrínseca
del
microorganismo infectante, la presencia de
obstrucción bronquial o anomalía anatómica, o el
compromiso inmunitario del huésped.
7. Las infecciones por virus respiratorios
predominan en invierno y al principio de
la primavera.
La neumonía viral primaria por influenza
casi siempre se observa en el contexto
de un brote de influenza A.
La neumonía primaria por influenza sigue
a la influenza típica de inmediato.
8.
En el 16% de los adultos jóvenes con varicela se
observan infiltrados pulmonares, pero solo el 2 al 4%
tiene manifestaciones clínicas que sugieren
neumonía.
La neumonía en los niños con varicela es más
probable que represente una sobreinfección
bacteriana que una neumonía viral primaria.
En raras ocasiones aparecen infiltrados pulmonares
en los pacientes con mononucleosis infecciosa
clínica; los infiltrados representan una neumonía
atípica producida por virus de Epstein-Barr.
En el huésped inmunocomprometido la infección
viral
se
debe
con
mayor
frecuencia
al
citomegalovirus, aunque pueden verse neumonías
virales por RSV, varicela zoster y herpes simple.
9.
Se observa con mayor frecuencia en los huéspedes
inmunocomprometidos.
En el huésped normal la infección producida por
hongos endémicos o geográficos (Histoplasma
capsulatum, Coccidioides immitis) o por
Cryptococcus neoformans puede ser asintomática o
presentarse con signos sistémicos que pueden
confundirse con bronquitis aguda, infección viral o
por micobacterias o meningitis aséptica.
La infección micótica de los pulmones alcanza su
máxima frecuencia en los defectos anatómicos
(aspergiloma) o en la aspiración (especies de
Cándida).
Es rara en individuos sin defectos inmunitarios.
10.
La etiología de la neumonía depende de si
es extrahospitalaria o intrahospitalaria y, a
su vez, en las extrahospitalarias hay que
considerar la edad del paciente, la
existencia de enfermedades subyacentes,
características del paciente en relación
con su profesión, viajes u ocupaciones,
ciertas
características
clínicas
acompañantes y el ámbito donde se ha
adquirido.
11. Es una causa importante de morbilidad
y mortalidad infecciosa.
En Estados Unidos se diagnostican 3.5
millones de casos/año.
La variable principal es la incidencia
regional de infecciones endémicas
como tuberculosis y la aparición de
episódica de infecciones epidémicas
como brotes de virus influenza o
hantavirus.
12.
Los
gérmenes
pueden
invadir
el
parénquima pulmonar por varias vías:
aspiración
de
microorganismos
que
colonizan la orofaringe, inhalación de
aerosoles
infecciosos,
diseminación
hematógena desde un foco extrapulmonar
y por contigüidad e inoculación directa de
microorganismos.
13.
Es la vía más frecuente de adquisición.
Los individuos sanos son portadores en la orofaringe de
Streptococcus pneumoniae, Streptococcus pyogenes,
especies de Staphylococcus, Neisseria, Corynebacterium, H.
influenzae, Moraxella catarrhalis o Mycoplasma
pneumoniae; los anaerobios están presentes en los surcos
gingivales y en la placa dental.
La colonización de la orofaringe por bacilos gramnegativos
es rara en los pacientes sanos (menos del 2 %), pero
aumenta en pacientes hospitalizados, diabetes, alcoholismo
y la edad avanzada.
En el 50 % aproximadamente de los adultos sanos, se
produce microaspiración de secreciones orofaríngeas
durante el sueño.
La aspiración masiva es más frecuente y grave en personas
con alteración del nivel de consciencia, disfunción
neurológica de la orofaringe y trastornos de la deglución.
14.
La fase inicial es de edema por la presencia
de exudado proteináceo y a menudo
bacterias en los alvéolos.
Fase de hepatización roja: La presencia de
eritrocitos en el exudado intraalveolar celular
es la que da a esta fase su nombre, pero
también
existen
neutrófilos,
que
son
importantes en las defensas del hospedador. A
veces se identifican bacterias en cultivos de
muestras alveolares reunidas durante esta
fase.
15.
Hepatización gris: no se advierte extravasación de
nuevos eritrocitos y los que estaban presentes
sufren lisis y degradación. La célula predominante
es el neutrófilo, abundan depósitos de fibrina y han
desaparecido las bacterias. La fase anterior
corresponde a la contención satisfactoria de la
infección, el organismo la circunscribe y así mejora
el intercambio de gases.
Resolución: el macrófago es la célula
dominante en el espacio alveolar y han sido
eliminados los restos de neutrófilos, bacterias y
fibrina, y también ha cedido la respuesta
inflamatoria.
16.
Los síntomas que sugieren neumonía son fiebre,
escalofríos, dolor torácico pleurítico y tos. Esta
ultima puede ser improductiva (seca), o producir
esputo mucoide o purulento.
Los síntomas no respiratorios como dolor de
cabeza, nauseas, vomito, dolor abdominal,
diarrea, mialgias y artralgias son frecuentes en los
pacientes con neumonía.
17.
En alrededor del 20% de los pacientes con
neumonía se oyen crepitaciones en la
auscultación sobre la zona afectada del
pulmón y hay hallazgos físicos de
consolidación (matidez a la percusión,
frémito palpable y vocal aumentado y
ruidos respiratorios bronquiales). En un 10%
de los casos de ausculta un frote pleural.
18.
Radiografía: Los signos radiográficos sirven de
información primaria y pueden incluir factores de
riesgo de una mayor gravedad (p. ej., cavitación y
ataque multilobular). En ocasiones, los resultados del
examen
radiográfico
indican
un
posible
microorganismo
causal.
Por
ejemplo,
los
neumatoceles sugieren infección por S. aureus, y una
cavidad en el lóbulo superior sugiere tuberculosis.
La tomografía computarizada rara vez es necesaria,
pero a veces es útil en el individuo en quien se
sospecha neumonía posobstructiva causada por un
tumor o un cuerpo extraño.
19. La identificación de un patógeno
inesperado disminuye las opciones del
régimen empírico inicial y así reduce la
presión de elegir el antibiótico y con ello
disminuye el peligro de que surja resistencia
a ellos.
Sin los datos de cultivo y sensibilidad es
imposible vigilar con exactitud las
tendencias en cuanto a resistencia, y es
más difícil estructurar regímenes
terapéuticos empíricos apropiados.
20.
Tinción de Gram y cultivo de esputo: La
sensibilidad y la especificidad de la tinción de
Gram y el cultivo de esputo son muy variables
e incluso en casos de neumonía neumocócica
bacteriémica comprobada, la confirmación
obtenida por cultivos positivos en muestras de
esputo es ≤50%.
Hemocultivos: El índice de confirmación
diagnóstica, aun los que se practican antes de
la antibioticoterapia, es bajo. Sólo 5 a 14% de
estos hemocultivos obtenidos de pacientes
hospitalizados por neumonía son positivos.
21.
Pruebas con antígenos: Dos técnicas que se
expenden en el comercio permiten detectar
antígenos de neumococo y algunos de
Legionella en la orina. La sensibilidad y la
especificidad del método para detectar
antígeno de Legionella en orina puede llegar
a 90 y 99%, respectivamente. El método para
detectar antígeno de neumococo también es
sensible y específico 80 y más de 90%. Otros
estudios incluyen la técnica rápida para
detectar virus de influenza y la de anticuerpos
fluorescentes directos para el mismo virus y el
virus sincitial respiratorio
22.
PCR: el empleo de estas técnicas de PCR se
circunscribe más bien al ámbito experimental.
En los pacientes con neumonía neumocócica,
una carga bacteriana intensa confirmada
mediante PCR se relaciona con aumento del
riesgo de choque séptico, necesidad de
ventilación mecánica y muerte.
Métodos serológicos: En términos generales se
considera que el incremento al cuádruple en
la concentración de anticuerpos IgM
específicos entre la muestra de fase aguda y
la de la convalecencia, confirma el
diagnóstico de infección con el patógeno
encontrado. No muy utilizados.
23. Cuando la evidencia sugiere S.
pneumoniae como agente causal, la
penicilina o amoxicilina pueden ser el
tratamiento preferido.
La neumonía no complicada requiere
tratamiento con dosis elevadas de
penicilina parenteral, con una
cefalosporina de tercera generación o
fluoroquinolona de última generación.
24. La modificación en el tratamiento inicial se
basa en los resultados de los cultivos de
esputo y los hemocultivos.
La neumonía en adultos jóvenes,
considerados manejables como enfermos
ambulatorios, podría tratarse con un
macrólido oral. La amoxicilina oral o
cefalosporina de segunda generación son
alternativas.
Otra alternativa son las fluoroquinolonas.
25.
Para los pacientes con neumonía grave que
requieren hospitalización el tratamiento debe
incluir una cefalosporina de segunda
generación (cefuroxima) o de tercera
generación (cefotaxima o ceftriaxona) con
eritromicina u otro macrólido agregado si el
cuadro clínico sugiere neumonía atípica.
El tratamiento inicial de la neumonía por
aspiración o de un absceso de pulmón debe
dirigirse contra la flora bacteriana normal,
aerobia y anaerobia del aparato respiratorio
superior que es la causante.
26.
En el paciente con neumonía mientras
se esperan los datos microbiológicos, es
útil considerar las frecuencias relativas
de las diversas causas como ayuda para
seleccionar el tratamiento
antimicrobiano inicial. La clasificación
de la neumonía según el contexto
clínico a menudo es útil.
29.
La lista extensa de posibles microorganismos
causales de la neumonía extrahospitalaria
(NAC) comprende bacterias, hongos, virus y
proto-zoos.
Entre los patógenos de identificación reciente
están los virus hanta, los metaneumovirus, los
coronavirus que ocasionan el SARS y cepas de
origen extrahospitalario de Staphylococcus
aureus resistente a meticilina (MRSA).
El germen más común es Streptococcus
pneumoniae
30.
Patógenos bacterianos típicos: S.
pneumoniae, Haemophilus influenzae y en
algunos cuantos pacientes S. aureus y
bacilos gramnegativos como Klebsiella
pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa.
Atípicos: Mycoplasma pneumoniae,
Chlamydophila pneumoniae (pacientes
ambulatorios) y especies de Legionella
(pacientes internos), así como virus
neumotrópicos como los de influenza,
adenovirus y virus sincitial respiratorio.
31.
La tasa de ataque global es de unos 12 casos
por cada 1000 personas por año. Las tasas de
ataque son más altas en los extremos de la
vida.
En la población adulta el germen más
frecuente, independientemente de la edad y
de la comorbilidad asociada, en todas las
NAC es Streptococcus pneumoniae.
A partir de los 65 años aumenta la frecuencia
relativa de otros gérmenes, como los bacilos
gramnegativos.
32. En Estados Unidos, cerca del 80% de los
cuatro millones de casos de NAC que
ocurren cada año son tratados en forma
ambulatoria y alrededor del 20% dentro
de los hospitales.
La NAC ocasiona más de 600 000
hospitalizaciones, 64 millones de días de
restricción laboral y 45 000 fallecimientos
cada año.
33. Comprenden
alcoholismo,
asma,
inmunodepresión, hospitalización y tener
≥70 años, en comparación con 60 a 69
años.
Los factores de riesgo de que surja
neumonía
neumocócica
comprenden
demencia senil, cuadros convulsivos,
insuficiencia
cardiaca,
enfermedad
vascular
cerebral,
alcoholismo,
tabaquismo,
enfermedad
pulmonar
obstructiva crónica e infección por VIH.
34. Fiebre y taquicardia, o antecedentes de
escalofríos y sudoración.
La tos a veces es productiva y expulsa
esputo mucoso, purulento o
hemoptoico.
Si hay afectación de la pleura puede
surgir dolor pleurítico.
35.
Incluso 20% de los pacientes puede
mostrar síntomas del aparato digestivo
como náusea, vómito o diarrea. Otros
síntomas son fatiga, cefalea, mialgias y
artralgias.
36.
Es frecuente observar taquipnea y el empleo de
músculos accesorios de la respiración. En la
palpación se puede detectar un frémito táctil más
intenso o disminuido y en la percusión pueden
variar de mates a destacables que son reflejo de
la consolidación subyacente y la presencia de
líquido pulmonar y pleural, respectivamente.
En la auscultación se perciben a veces estertores
crepitantes, ruidos bronquiales y quizá un frote
pleural.
37.
La sintomatología inicial quizá no se
manifieste de manera evidente en el
anciano, quien puede mostrar al inicio
confusión
psíquica
reciente
o
empeoramiento de la misma y otras
manifestaciones escasas.
38.
DIAGNOSTICO RADIOGRAFICO: Una
opacidad en la radiografía se considera el
estándar de oro para el diagnostico. Sin
embargo esto no es específico ya que se
puede presentar en otras patologías como
un infarto, hemorragia o líquido de edema
entre otros
39. Neumonía
alveolar
Neumonía lobar
BRONCONEUMONIA
NEUMONIA
INTERSTICIAL
ABSCESO PULMONAR
NEUMONIA
NECROTIZANTE
∙Afectación múltiples
Afectación alvéolos
y bronquiolos
• NO broncograma
aéreo
• Segmentaria y
múltiple
• Raro lóbulo
completo
Afectación
del intersticio
• Necrosis en el parénquima
pulmonar, que
radiológicamente
aparece como zonas
hiperlucentes en el seno de
área condenada
• Neumonía necrotizante:
múltiples pequeñas
• Absceso pulmonar: única >
2 cm
• Localización típica en
zonas declives
Neumococo
Staphylococcus
aureus
• BGN
C. psittaci, C.
pneumoniae
• Coxiella burnetii
• Mycoplasma
pneumoniae
• Virus
respiratorios
• Anaerobios
• S. aureus
• BGN, P. aeruginosa
• Algunas especies de
Legionella
• S. pneumoniae tipo 3
alveolos
• Bronquiolos
respetados
(broncograma aéreo)
• Puede afectar a t o
d o un lóbulo
40.
41.
42.
43.
44.
45. Examen directo de esputo: Examen
citológico. Tinción gram
Técnicas serológicas.
Hemocultivo.
Detección de antígenos bacterianos en
orina (ELISA o inmunocromatografía).
Pruebas de diagnostico molecular (PCR)
46.
• Punción-aspiración con aguja fina
transtorácica. Ofrece una alta
especificidad, pero su sensibilidad es
baja. Suele ser el procedimiento
diagnostico de elección para un nódulo
pulmonar regular (<1.0 cm) o cavidad
que se localice en la periferia.
47.
• Biopsia pulmonar abierta. Es la técnica más
agresiva de todas y suele indicarse en el caso de
que la neumonía sea progresiva y las muestras
obtenidas por broncoscopia no tengan valor
diagnóstico.
• Toracocentesis. En caso de derrame pleural
paraneumónico y/o empiema, es una técnica
muy específica.
48.
• Fibrobroncoscopia. Procedimiento invasivo de
referencia. Se deben hacer cultivos cuantitativos
para distinguir colonización de infección. Cuando la
muestra se obtiene mediante cepillo bronquial
protegido, cepillo bronquial con catéter
telescopado o cepillo protegido de doble cubierta
(CBP, CBCT, CDC), se acepta como patógeno
infectante si se encuentra en concentraciones
mayores o iguales a 1.000 UFC/ml de dilución de la
muestra. En el caso del lavado broncoalveolar, si se
encuentra en concentraciones > 10 000 UFC/ml. En
el caso del aspirado endotraqueal, si se encuentra
en concentraciones mayores o iguales a 1.000.000
UFC/ml. También se considera específica la
existencia de más de 2 a 5 % de gérmenes
intracelulares en los macrófagos en el líquido
recuperado del lavado broncoalveolar.
49.
50.
Los lineamientos terapéuticos contra CAP o
NAC constituyen criterios conjuntos y
unificados planteados por la Infectious
Diseases Society of America (IDSA) y la
American Thoracic Society (ATS); los
lineamientos
canadienses
han
sido
planteados por la Canadian Infectious
Disease Society y la Canadian Thoracic
Society.
51.
Personas que habían estado sanas y que no han
recibido antibióticos en los últimos 90 días.
Un macrólido [claritromicina (500 mg orales, dos
veces al día) o azitromicina (una sola dosis oral de
500 mg para seguir con 250mg al día)] o
Doxiciclina (100 mg orales dos veces al día).
52.
Otros trastornos concomitantes o antibioticoterapia
en los últimos 90 días: seleccionar otro fármaco de
clase diferente:
Una fluoroquinolona con acción en vías
respiratorias [moxifloxacina (400 mg orales al día),
gemifloxacina (320 mg orales al día) o
levofloxacina (750 mg orales al día)] o
Un lactámico B [de preferencia: dosis altas de
amoxicilina (1 g tres veces al día) o la
combinación de amoxicilina/clavulanato (2 g dos
veces al día); otras posibilidades: ceftriaxona (1-2 g
IV al día), cefpodoxima (200 mg orales dos veces
al día), cefuroxima (500mg orales dos veces al
día)] y además un macrólido.
53.
Una fluoroquinolona con acción en vías
respiratorias [moxifloxacina (400 mg orales o IV al
día); gemifloxacina (320 mg orales al día);
levofloxacina (750 mg orales o IV al día)].
Un lactámico B [cefotaxima (1-2 g IV c/8 h);
ceftriaxona (1-2 g IV al día); ampicilina (1-2 g IV
c/4-6 h); ertapenem (1 g IV al día en sujetos
escogidos)] y además un macrólido [claritromicina
o azitromicina orales (tal como se señaló en
párrafos anteriores en personas que habían estado
sanas) o azitromicina IV (1 g una vez, para seguir
con 500 mg al día)].
54.
Un lactámico B [cefotaxima (1-2 g IV c/8 h);
ceftriaxona (2 g IV al día); ampicilina-sulbactam (2
g IV c/8 h)] y además
Azitromicina o una fluoroquinolona (como se
indica en párrafos anteriores para sujetos
hospitalizados pero no en ICU).
55.
Además
de
la
administración
de
antimicrobianos apropiados, son válidas
algunas consideraciones generales en el
tratamiento de NAC o NIH, o NAV. Cuando
se necesitan la hidratación adecuada, la
oxigenoterapia para tratar la hipoxemia y
la ventilación asistida, son medidas de
importancia decisiva para obtener buenos
resultados.
56. Entre las complicaciones comunes de CAP grave están
la insuficiencia respiratoria, el choque y la insuficiencia
de múltiples órganos, diátesis hemorrágicas y la
exacerbación de enfermedades coexistentes. Tres
problemas importantes son la infección metastásica, los
abscesos de pulmón y el derrame pleural.
El
absceso de pulmón puede aparecer por
broncoaspiración o por infección causada por un solo
microorganismo de NAC como CA-MRSA, P.
aeruginosa o en raras ocasiones S. pneumoniae. En
forma típica, la neumonía por broncoaspiración es una
infección por varios gérmenes mixtos, aerobios y
anaerobios.
57.
En una u otra situaciones hay que iniciar el drenaje
y administrar antibióticos que tengan acción
contra los microorganismos identificados o
sospechados.
El derrame pleural notable debe ser evacuado por
punción con fines diagnósticos y terapéuticos. Si el
líquido tiene pH menor de 7, concentración de
glucosa menor de 2.2 mmol/L, concentración de
deshidrogenasa de lactato superior a 1 000 U/L o si
se identifican las bacterias o se detectan en un
cultivo hay que drenarlo por medio de una sonda
torácica.
58. La fiebre y la leucocitosis por lo general muestran
resolución en término de dos a cuatro días,
respectivamente.
Las anormalidades en la radiografías de tórax muestran
mayor lentitud para su resolución y a veces requieren
cuatro a 12 semanas para desaparecer y la rapidez
con que lo hacen depende de la edad de la persona
y la neumopatía primaria.
Radiografía de control cuatro a seis semanas después.
Si se corrobora recidiva o recaída particularmente en el
mismo segmento pulmonar, hay que pensar en la
posibilidad de una neoplasia oculta.
60. Es la causa más frecuente de neumonía
extrahospitalaria. El examen del esputo
teñido con la técnica de Gram
constituye un paso importante en su
diagnostico.
Forma parte de la flora endógena en el
20% de los adultos y por tanto puede
dar resultaos falsos positivos.
61.
El mecanismo de daño del neumococo se
relaciona directamente con la cápsula de
polisacáridos, el polisacárido capsular tipo
14, 1, 6A/6B, 3, 8, 7F, 23F Y 18C son las
causas más frecuentes de enfermedad
neumococica.
Se han descrito mas de 84 serotipos
distintos. Produce un 76% de las neumonías
en pacientes externos, y es el agente
etiológico de la neumonía nosocomial en
un 26%.
62.
El S. pneumoniae coloniza principalmente la
nasofaringe, esta colonización es más
frecuente durante el invierno, habiendo ciertos
factores que la propician como son la
presencia de anticuerpos específicos, la edad
y la incidencia de infecciones por S.
pneumoniae.
Se sabe que ocurre con mayor frecuencia en
los extremos de la vida.
La transmisión del neumococo de persona a
persona requiere de un contacto cercano y
extenso.
63. El cultivo del esputo se ha conservado
como el método diagnóstico de
preferencia a pesar de que en la
actualidad su especificidad y su
sensibilidad han sido objeto de discusión
Su examen incluye la observación del
color, cantidad, consistencia y olor.
La especificidad de la tinción de Gram
para identificar neumococos es de un 85%,
con una sensibilidad de 62%.
64.
Para la identificación de antígenos se han
utilizado tres pruebas inmunológicas distintas
como son: CIE, aglutinación y ELISA.
Las pruebas serológicas se han utilizado para
la detección de anticuerpos contra cuatro
antígenos neumococicos: polisacárido
neumococico C, polisacárido capsular,
fosforilcolina y la toxina neumolisina.
La detección de los anticuerpos contra los
polisacáridos capsular y C han reportado una
sensibilidad de 89 y 97% respectivamente.
65.
En la radiografía de tórax AP se observa
consolidación pulmonar. La mayoría de
las neumonías lobares están originadas
por neumococo, esto no quiere decir
que en todas las neumonías
neumococica estén involucrados los
lóbulos.
66.
El tratamiento de elección en neumonía
causada por Streptococcus pneumoniae
es la penicilina G, se recomienda que en
pacientes que no requieran de
hospitalización y en pacientes en los que
no ha evolucionado su enfermedad, se
administre penicilina G procainica, 800. 000
U cada 12 horas de 7 a 10 días, en
pacientes con complicaciones o con
bacteremia penicilina G cristalina de 3 a 12
millones U por día.
67.
Los tipos 19ª, 6ª, 23, 19, 11, 6, 16, 9 Y 14 son los que
se asocian con mayor frecuencia con resistencia a
la penicilina.
Por lo general con los fármacos intravenosos
pueden lograrse concentraciones altas, de
manera que incluso las cepas resistentes
habitualmente responden al tratamiento con dosis
elevadas de penicilina o una cefalosporina de 3ª
generación.
En el caso de neumonías causadas por
neumococos
resistentes
a
penicilina
las
cefalosporinas de 3ª
generación como la
ceftriaxona y cefotaxime son una buena elección.
68. Vacunación: Existen 2 tipos de vacuna
contra Neumococo, en México:
Vacuna de polisacáridos de 23 serotipos,
responsables del 85 a 90% de las
infecciones neumocóccicas en
adultos. Esta vacuna de 23 serotipos es la
que se utiliza en adultos.
Presentación pediátrica, conteniendo siete
serotipos de Neumococo que afectan, con
mayor frecuencia, a los niños. Su
efectividad es del 97.4%. Debe usarse en
los niños menores de 5 años.
69.
Es una causa importante de neumonía
bacteriana secundaria en los niños y los
adultos sanos tras sufrir una enfermedad
respiratoria de origen vírico. La neumonía
staphylococica está ligada a una
incidencia elevada de complicaciones,
como el absceso pulmonar y el empiema.
También tiene gran relevancia en su
implicación en la neumonía
intrahospitalaria.
70.
Con frecuencia se complica con
cavitación (20%), neumotórax (10%),
ictericia (8%), empiema (5%), insuficiencia
renal aguda (5%) y pericarditis (2%).
Para tratar SARM se usa vancomicina en
tanto que las cepas sensibles a meticilina
se usan coxacilina o nafcilina. Para el
tratamiento de empiema se usa drenaje
quirúrgico.
71.
En la actualidad menos del 10% de los
pacientes con una neumonía de la
suficiente gravedad para merecer su
hospitalización fallecen, y en la mayoría
de tales casos puede atribuirse a las
complicaciones
como
empiema,
meningitis, endocarditis, pericarditis, o a
la influencia de algún elemento
predisponente
como el alcoholismo
crónico.