1. MATERNIDAD EN LA ADOLESCENCIA
INTRODUCCIÓN
La sexualidad, la fecundidad y la maternidad/paternidad de los y las jóvenes menores
de 20 años vienen siendo estudiadas desde hace más de cuatro décadas. Las
investigaciones abordan cuestiones tan variadas como la iniciación sexual, los
comportamientos, prácticas y preferencias sexuales, el conocimiento y utilización de
métodos anticonceptivos, las condiciones de acceso y uso de servicios de salud
reproductiva, las trayectorias sexuales e historias reproductivas, los motivos para
continuar o interrumpir embarazos, las prácticas abortivas y experiencias de
maternidad/paternidad. La inmensa mayoría de los estudios intenta responder tres
preguntas fundamentales: ¿cuáles son los factores que contribuyen a que los jóvenes
inicien relaciones sexuales?, ¿cuáles son los factores que inciden en el uso
inconsistente o el no uso de métodos anticonceptivos? y ¿cuáles son las causas y las
consecuencias del embarazo, la maternidad y la paternidad en estas edades?
Las investigaciones desarrolladas en América Latina revelan que una proporción
considerable de jóvenes sabe poco o nada sobre sexualidad y reproducción, carece de
información suficiente sobre anticoncepción, tropieza con graves obstáculos cuando
intenta acceder a los métodos y tiene grandes dificultades para adoptar medidas de
protección en sus prácticas sexuales, quedando expuestos al riesgo de contraer
infecciones de transmisión sexual (ITS), incluyendo el VIH, o a embarazarse sin
quererlo. A la vez, se ha señalado queen nuestra región, la profundización de las
inequidades sociales acentúa aún más el acceso desigual a recursos materiales y
simbólicos necesarios para la apropiación y ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos y la construcción de ciudadanía en general.
Existe una tendencia a considerar que la situación del embarazo y la maternidad/
paternidad durante la adolescencia no es adecuada, independientemente de si se
producen o no efectos adversos en la salud, si la joven embarazada tiene doce,
dieciséis o dieciocho años, si el mismo es resultado de un abuso o si fue buscado o
querido.2 Mientras a otras edades el embarazo se considera un fenómeno normal y se
entiende que proseguir con él o interrumpirlo es en última instancia una decisión
personal o a dirimir –más o menos democráticamente– en el ámbito de la pareja, en el
caso de los jóvenes el término ‘embarazo’ casi siempre va acompañado por el de
‘riesgo’, no ya como una probabilidad estadística de que ocurra un evento adverso
sino que, se dice, la sexualidad de los adolescentes y el embarazo ‘son riesgosos’en sí
mismos, especialmente para las mujeres. La expresión ‘embarazo adolescente’denota
inmediatamente una valoración negativa y se entiende como un problema público
sobre el cual la opinión de los adultos –padres, maestros, médicos, comunicadores,
planificadores y políticos– tiene tanto o mayor peso que la de los propios jóvenes.
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2. La maternidad temprana trastorna la vida de las jóvenes madres, pero mucho menos
de lo que la gente cree, la particularidad del asunto tiene más que ver con cómo
nuestra cultura política ha respondido a los problemas asociados con la pobreza, la
sexualidad, las relaciones de género y cosas parecidas, que con la amenaza planteada
por adolescentes teniendo bebés antes de que ellos o sus familias lo deseen, o antes de
que la sociedad se pregunte si eso es bueno para su bienestar y el de su descendencia.
La paternidad y la maternidad en la adolescencia , para mí, es un tema bastante
complejo debido a todos los temas que abarca, para empezar los riesgos que enfrenta
la madre, quien siendo aún una niña tendrá que soportar pues aún no está totalmente
preparada, ni física ni mentalmente porque en unos meses ya no tendrá preocuparse
de su alimentación, de cómo vestirse o si salir -las cuales son las principales
preocupaciones de un adolescente- ahora, tendrá que velar por la vida de otra
personita y tendrás que pensar en ella en todo momento. Y el padre quien deberá
mostrarse, junto a la joven, como modelos para sus hijos y brindarle la seguridad y la
protección que estos necesitan. Por otro lado vemos el futuro de ambos jóvenes,
¿Lograran seguir estudiando? Muchos jóvenes que van a tener un bebé, paralizan sus
estudios teniendo las esperanzas de volver a estudiar luego más las necesidades los
obligan a trabajar sin terminar sus estudios, sujetos a una paga no tan beneficiosa o a
riesgos que tiene que soportar porque es una necesidad, dinero para pañales, para la
alimentación del bebé, para ropa, un sin fin de puntos que hasta a veces ni logran
cubrirse. Aunque se han visto casos donde los padres han ofrecido a cuidar a los hijos
para poder graduarse y entrar a una universidad, son muy pocos pues a veces la
decepción es más grande que termina acabando con la ayuda que estos les pueda
brindar. Siendo de esta manera entonces se verían nuevamente los más importante,
terminar los estudios, algo que duraría unos 5 años o centrarse solamente en el niño,
se deberá buscar muy objetivo respecto a esta pregunta aunque casi todos saben que
decidirían. Y para finalizar, este tema, como ya mencione a un inicio, es bastante
complejo no solamente por las consecuencias que posee sino porque ya siendo
mencionado tantas veces aún sigue sin comprenderse, a veces nosotros, los jóvenes
hacemos oídos sordos a las recomendaciones y los ejemplos de otras personas. Se han
hecho campañas, charlas y se ha incluido en las escuelas y aún asi cada vez más los
jóvenes se dejan llevar por el momento sin pensar ningún momento de qué será de su
futuro.
DESARROLLO
El embarazo y la maternidad tienen un impacto psicológico, cultural, social y biológico
a cualquier edad y en la adolescencia supone mayores complicaciones tanto en la
madre como en el hijo.
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3. Se han identificado riesgos médicos asociados al embarazo en las adolescentes, la
hipertensión, la anemia, el bajo peso al nacer, el parto prematuro, la nutrición
insuficiente y otros que determinan elevación de la morbimortalidad materna y la
mortalidad infantil en comparación con otros grupos de madres de otras edades.
(Pelaez, J. 1996)
Sin embargo, la mayor repercusión se observa en la esfera personal y social de la
adolescente, (Pérez, C., 1993) porque tiene que asumir el reto de desempeñar el rol de
madre, enfrentarse a una nueva situación, debe ser responsable del cuidado, atención y
educación de su hijo cuando aún no ha consolidado su formación y desarrollo y
atraviesa una crisis psicológica como expresión de la búsqueda de independencia,
necesidad de autonomía y libertad ¿cómo se conjugan ambos procesos?
Los estudios acerca de la adolescencia y las repercusiones del embarazo y la
maternidad apuntan a señalar el "Síndrome de las embarazadas adolescentes" que se
define:
1. Fracaso de las funciones de la adolescencia
• Adquisición de independencia
• logro de la propia identidad
• determinación del papel sexual
• desarrollo de un sistema de valores y elección vocacional.
2. Fracaso en la continuación de sus estudios o en su preparación para la vida
adulta.
3. Fracaso para constituir una familia estable por lo general matricéntricas y
monoparental.
4. Fracaso para sostenerse a sí misma, dependiendo de su familia o del bienestar
social (Watora, J., 1986 citado por Pelaez, J., 1996).
Por otra parte, la actitud que adoptan las adolescentes frente a la experiencia del
embarazo, varía de una etapa inicial y media en la cual la embarazada se preocupa por
sus propias necesidades no percibiendo el embarazo como un hecho que les ha de
convertir en madres hasta la etapa final de planificación y reorganización personal.
En este sentido, hemos observado que la madre adolescente puede sufrir por el
esfuerzo de ajustarse a la maternidad y por la pérdida prematura de su condición de
adolescente.
Cabe preguntar: ¿qué impacto psicológico tiene en la madre adolescente la llegada del
primer hijo?
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4. Comentaremos los resultados del Trabajo de Diploma "La llegada del primer hijo en la
adolescencia". Impacto Psicológico de Anabel Noval realizado bajo nuestra tutoría los
cuales resultan interesantes para aproximarnos a develar la repercusión de un evento
tan significativo para la mujer cuando este ocurre en la adolescencia.
La investigación se efectuó con una muestra de 20 madres adolescentes entre 15 y 18
años de la Provincia Pinar del Río, al Occidente de Cuba con una escolaridad de nivel
medio, procedentes de familias extensas y de inserción social urbana.
Las madres adolescentes se caracterizan porque no deseaban al hijo en esa etapa, ni
incluían en sus aspiraciones el ser madre en ese período del desarrollo. Al indagar
acerca de las causas del embarazo precoz se constatan deficiencias en la planificación
familiar por el no uso de anticonceptivos o por el descuido en el empleo de un método
anticonceptivo en la mayoría de la muestra (75 %), expresión de insuficiencias en la
educación sexual y escasa información sobre su propio cuerpo respecto a la relación
sexo-reproducción.
El hecho del embarazo como un evento no deseado o no planificado provoca un
rechazo y ocultamiento a los padres por temor a la reacción de estos que conduce a una
atención perinatal tardía y a la no disposición positiva para asumir el rol materno.
El apoyo de la familia ante esta situación facilitó el feliz término del embarazo, muestra
de lo expresado anteriormente acerca de una mayor tolerancia por parte de los padres
al aceptar la nueva situación y no asumir actitudes extremas de ruptura de los vínculos,
rechazar la cuestión o culpabilizar lo que generaría mayor inestabilidad, inseguridad e
incertidumbre en la adolescente.
Al detenernos en la repercusión de la maternidad en las adolescentes en las diferentes
esferas de la vida comprobamos que:
- Se produce un proceso de adaptación para representarse a la hija adolescente como
madre. En este proceso se identificaron diferentes matrices:
• Familias que asumen una posición activa y de ayuda
En el grupo 1, el 25 % se distribuye en un subgrupo A en el cual la madre adulta
sustituye a la madre adolescente con todas las implicaciones psicológicas del hecho. La
hija adolescente ve interrumpida su adolescencia por los costos psicológicos y sociales
que implican ser madre. Al mismo tiempo el no desempeño responsable del rol
materno implica ambigüedades, no se legitima su lugar, ni es realmente madre, ni
disfruta plenamente su adolescencia con consecuencias para su crecimiento personal.
L. "Mi mamá pidió licencia y me cuida el niño para poder continuar mis estudios... hay
veces que me parece que no soy mamá, otras no puedo quedarme con mis amigos".
M.A. "Mi abuela y mi mamá me ayudan, no sé que me hubiera hecho sin ellas".
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5. - En el subgrupo B. La familia colabora con la madre adolescente compartiendo el rol
materno. El cuidado del niño por parte de la madre adulta facilita la continuación de los
estudios de la madre adolescente. Sin embargo, la joven mamá aprende a desempeñar
su nueva función al responder por la atención del hijo en el hogar.
J.P. "Mi madre me ayuda para que estudie pero cuando regreso a la casa tengo que
hacérselo todo al niño".
M.L. "Mi mamá me da una mano pero dice que si me diera las dos nunca sería una
buena madre".
• Familias que apoyan desde la periferia
En el grupo 2 las adolescentes perciben que son ayudadas aunque no todo lo que
desearían para soportar la sobrecarga que supone su actual condición de madre.
Además, la colaboración está condicionada a un ajuste de cuentas, reclamos y quejas
familiares que generan mayor angustia.
V.H. "Mi familia apenas me ayuda".
L.E. "Me ayudan pero pelean bastante. Siento que no me comprenden".
La dinámica familiar es disfuncional y la adolescente demanda apoyo en la pareja,
vivencia la maternidad como una carga, y presenta reacciones de inestabilidad
emocional (llantos, discusiones periódicas).
En la muestra las parejas legalizaron su relación (75 %) o se unieron consensualmente
(25 %) después del parto.
Al considerar que la toma de esta decisión respondió a la llegada de un hijo, ni deseado,
ni planificado sino determinado por esa condición externa y no como una necesidad de
desarrollo de la relación de pareja, expresión de la madurez del vínculo intersubjetivo.
En esta esfera se observa en el 50 % de los casos, cambios positivos en la pareja, de
acercamiento y fortalecimiento del vínculo. Mientras que en el 35 % se manifestaron
incomprensiones por parte del hombre, no colaboración, exigencias de mayor atención
personal y agresividad en la comunicación. En el 15 % no se operaron cambios
significativos.
Se encontró que la edad del hombre parece ser una variable a tener en cuenta. En las
parejas en que el hombre no era adolescente la mujer percibe que el vínculo se
consolida después del parto. No así en las parejas de hombres adolescentes. En este
último caso interviene la variable actitud de la familia de origen al evaluar la
percepción del vínculo, si la familia ayuda la adolescente no se siente sobreexigida y no
demanda la colaboración de la pareja.
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6. Contrariamente, la no ayuda familiar incrementa las exigencias a la pareja y en los
hombres adolescentes, la madre adolescente no encuentra respuesta positiva,
generándose discusiones y distanciamiento. En estos casos la mujer adolescente
percibe que la llegada del hijo provocó cambios en sentido negativo en su pareja.
En el sistema de actividades de la nueva situación social del desarrollo de la
adolescente, la actividad de estudio ocupa un espacio vital para el sujeto de esta edad.
La maternidad irrumpe en la vida de la adolescente interrumpiendo sus estudios.
En la muestra, el 60 % de las adolescentes se encuentran en condiciones para
continuar estudiando.
No obstante, reconocen las afectaciones por el esfuerzo personal que implica superarse
y atender al niño, y la voluntar para mantenerse aunque temen interrumpirlo en
cualquier momento.
Por su parte, el 20 % no tiene posibilidades de seguir estudiando por no tener quien
cuide de su hijo para asistir a la escuela.
El resto (20 %) no estudia pero no les afecta, porque ni en sus aspiraciones, ni en sus
expectativas, ni en su jerarquía motivacional el estudio ocupaba un lugar significativo,
no experimentan la necesidad de superación y representa una forma de legitimar la no
continuación de los estudios. De no quiero al no puedo.
En consecuencia, la repercusión de la maternidad en esta esfera, será vivenciada de
manera diferente en función del lugar que ocupara la superación en la esfera afectiva
motivacional de la adolescente.
La significación del contexto grupal, la búsqueda de un espacio en el grupo, la
necesidad del intercambio y la aceptación del otro, constituyen elementos vitales para
el desarrollo de la personalidad de los adolescentes: B.
En contraste, la madre adolescente se siente limitada en la esfera de las relaciones
sociales.
Al principio se produce un acercamiento, preocupación y manifestaciones de ayuda
ante este evento. Más la joven mamá no puede reciprocar estos intercambios, su
tiempo es reducido, sus intereses, sus preocupaciones cambian, el contenido de la
comunicación es otro, hasta que se distancian y su mundo de relación cambia.
Consecuencias médicas - factores de riesgo durante un embrazo en la
adolescencia
Desde el aspecto médico, embarazarse durante la adolescencia puede traer serias
consecuencias y complicaciones prenatales:
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7. Un problema que se presenta en este tipo de embarazos es la falta de atención
médica desde el inicio del embarazo, debido a que generalmente las jóvenes ni
acuden directamente a dicha atención ni comunican su situacion a sus padres -
cuando lo hacen tardan una media de 4 a 5 meses que pasan sin revisión
alguna-.
Es frecuente la anemia.
Las mujeres de 16 años o menos corren el riesgo de preeclampsia y eclampsia.
El bajo peso al nacer de los lactantes hijos de adolescentes aumenta y
probablemente se debe a causas orgánicas tales como anomalías placentarias,
nutrición deficiente, tabaquismo y consumo de drogas.
La mortalidad materna en ésta etapa, incluso en numerosas naciones en vías de
desarrollo figura dentro de las causas más frecuentes de muerte en las
adolescentes, la mayoría se deben a embolia, enfermedad hipertensiva y
embarazos ectópicos.
Algunas jóvenes optan por el aborto inducido a veces clandestino que pone su
vida en peligro debido a sepsis y hemorragias presentadas durante el proceso.
Es frecuente la anemia en las jóvenes embarazadas.
En ocasiones el embarazo se produce existiendo Enfermedades de transmision
sexual
El embarazo adolescente es un factor de riesgo de enfermedades como la
Espina bífida y el Síndrome de muerte súbita del lactante.
Consecuencias psicosociales
Desde el aspecto psicosocial las consecuencias son las siguientes:
Algunas jóvenes madres optan por la adopción que les crea una gran culpa y
arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.
Hay quienes deciden tener al hijo siendo solteras, convirtiéndose en madre
soltera y convirtiéndose en familia monoparental, enfrentándose, dependiendo
de los países, a grandes carencias y dificultades. Su proyecto de vida se ve
alterado y frenado, llegando a sufrir agresiones por parte de su familia y del
entorno y disminuyendo las oportunidades para conseguir un empleo (cuando
lo obtienen es mal remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en
medio de un ambiente desfavorable.
Otras jóvenes madres deciden, si el padre biológico acepta tu paternidad y
responsabiliad, formar un matrimonio. Sin embargo existen altas
probabilidades de que dicho matrimonio no perdure ya que el padre precoz se
enfrentan a un evento inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos
momentos de llevar una vida de pareja independiente económicamente, no
estan lo suficientemente maduros para que su relación perdure, ni estan
preparados para recibir un hijo y mucho menos cuidarlo.
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8. Apoyo a la maternidad adolescente
También se debe facilitar un mejor apoyo a las madres adolescentes, incluida la ayuda
para poder volver a integrarse en la educación obligatoria, asesoramiento y apoyo
psicológico y económico, colaboración con los padres jóvenes, mejor cuidado de los
niños y el aumento de viviendas específicas, de protección oficial o subvencionadas.
Siendo uno de los pilares fundamentales para el progreso de los padres adolecentes el
apoyo familiar, ya que es el desarrollo intrafamiliar quien determina como
enfrentaran los adolescentes las diferentes situaciones que se presentaran en la nueva
atapa de padres.
Situación actual
México cuenta con un total de 12.8 millones de adolescentes entre 12 y 17 años de
edad, de los cuales 6.3 son mujeres y 6.5 son hombres. El 55.2% de los adolescentes
mexicanos son pobres, uno de cada 5 adolescentes tiene ingresos familiares y
personales tan bajos que no le alcanza siquiera para la alimentación mínima
requerida.
La falta de orientación y de oportunidades también se refleja en el alto número de
adolescentes que mueren cada año en México por accidentes de tránsito, homicidios y
suicidios. Según los datos oficiales, éstas son las tres principales causas de muerte
entre los jóvenes de 12 a 17 años de edad en México. En el 2007, morían diariamente
tres adolescentes por accidentes de tránsito; cada semana eran asesinados ocho
jóvenes y ocho cometían suicidio.
Otro impacto de la falta de orientación es el alto número de embarazos prematuros.
Casi medio millón de mexicanas menores de 20 años dieron a luz en el año 2005. En
2005 hubo144,670 casos de adolescentes con un hijo o un primer embarazo entre los
12 y 18 años que no han concluido su educación de tipo básico. En este mismo rango
de edad, considerando a quienes tienen más de un hijo, los datos ascienden a 180,408
casos de madres.
La paternidad y la maternidad tempranas conducen a las niñas, de manera abrupta, a
un mundo adulto para el cual no están preparadas, con efectos desfavorables sobre su
vida y la de sus hijos. El embarazo prematuro además conlleva un alto riesgo para la
vida y la salud de la madre y del bebé.
En 2008 se registró un alto porcentaje de adolescentes que no estudian y se
encuentran casadas, viven en unión libre o están divorciadas (19.2%) con respecto a
los hombres (4.5%) del mismo grupo de edad.
La investigación describe y compara los escenarios en los que ocurre la maternidad
adolescente en función de ciertas características sociodemográficas presentes al inicio
de la vida reproductiva de las adolescentes. Esta caracterización permite distinguir las
configuraciones que implican condiciones de desventaja social para las madres.
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9. La fuente de información utilizada es la Encuesta Nacional de Salud Reproductiva
(ENSAR) 2003. La población de interés la constituyen mujeres de 20 a 49 años de
edad con por lo menos un hijo nacido vivo.
A partir de las características seleccionadas presentes al inicio de la vida reproductiva,
se elaboró un modelo de regresión logística multinomial para identificar los
escenarios que resultaban más propicios para que la maternidad ocurriese por
primera vez en distintos momentos de la adolescencia.
Los resultados indican, a) que la maternidad adolescente no es un fenómeno
homogéneo; existen diferencias importantes entre ser madre en los primeros años de
la adolescencia comparado con tener el primer hijo cerca de la adultez; b) que la
maternidad a edades tempranas de la adolescencia presenta una acumulación mayor
de desventajas sociales y, finalmente, c) que aunque los escenarios muestran
modificaciones en el tiempo que en teoría deberían disminuir la intensidad del
fenómeno.
CONCLUSIONES
Creo que formar una familia a temprana edad podría en cierta forma truncar nuestro
proyecto de vida, tener un hijo es una de las tareas más difíciles en la vida, quien
decide asumir ese rol debe hacerlo con mucha responsabilidad.Aunque claro esta, la
responsabilidad se asume. Muchos tienen el apoyo de la familia, pero la vida para un
adolescente en esta situación cambia en distintas formas y nuestro proyecto de vida
de un futuro mejor se va.La paternidad y maternidad temprana afectan negativamente
la vida tanto de la madre, padre, hija o hijo. Los jóvenes que se enfrentan a esta
situación pasan por serios problemas tanto en lo psicológico, económico,familiar y
social, para las mujeres las cosas se ponen másdifíciles todos sabemos que siempre
serán mal vistas por la sociedad por tan solo tener un bebe en manos siendo tan
pequeñas,la pareja se tiene que adaptar a muchas situaciones no planeadas, esto
implica decisiones las cuales pueden ser muy difíciles. Es muy poco usual que el
hombre se quede apoyando a la mujer pues si lo hace puede ser por compromiso y
muy pocas veces se ve por amor, la mujer siempre tiene que hacerse cargo, pero hay
ocasiones en las cuales el hombre también acepta con madurez lo que ha hecho.
La repercusión de la maternidad en la adolescencia significa un cambio en la vida de
relación y personal.
La percepción de la adolescente de esos cambios está asociada a la colaboración de la
familia de origen.
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10. La percepción de los cambios parece estar en función de los contenidos de la esfera
afectivo-motivación de la adolescente antes del embarazo.
La orientación a la madre adolescente debe considerar las características de la edad,
destacando la individualidad de la joven mamá.
Estos resultados reafirman la necesidad de la Orientación Familiar que integre a
padres, madres y adolescentes para potenciar las diferentes esferas de la vida y en
particular, en la sexualidad. Ello puede resultar un proceso largo en el que
convoquemos a los agentes socializadores de mayor repercusión en el desarrollo
humano, los cuales fertilizarán el terreno y florecerán hombres y mujeres preparados
para disfrutar de una salud sexual y reproductiva plena, capaces de una planificación
familiar adecuada y en condiciones de asumir el sublime reto de la maternidad y
paternidad responsable. Es un desafío a la educación, aceptemos el reto.
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