BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Ensayo. claudia marilyn martínez
1. Universidad de La Salle – Maestría en Docencia 1
Seminario I: La Docencia y la evaluación del aprendizaje (Ensayo)
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Maestría en Docencia – I Semestre
Materia: Seminario I – Evaluación del Aprendizaje
Actividad: Ensayo
Profesor: Daniel Lozano
Evaluación, ¿competencia en el aula? o proceso regulador de
aprendizajes…
Por: Claudia Marilyn Martínez B.
I Semestre de Maestría en Docencia
Universidad de La Salle, Bogotá D. C.
Aunque la teoría del aprendizaje centra su
importancia en los procesos, la práctica de la
evaluación focaliza su interés en los resultados.
Santos Guerra (1999)
La educación depende del interés y deseo por aprender; no obstante el facilismo y las
miles de oportunidades para satisfacer las necesidades de aprendizaje, hacen que el
proceso enseñanza – aprendizaje sea lento y dificulte la evidencia de resultados de
verdadero aprendizaje. En los siguientes párrafos se quiere fundamentar la siguiente
tesis: Para el estudiante de hoy, la educación tiene como punto de partida sus propias
expectativas, su ritmo de trabajo, su estilo y su proceso de aprendizaje, sin embargo,
aunque la evaluación hoy sea considerada como proceso cuantificable, la finalidad y razón
de ser de ella, es que sea formativa, reflexiva, permanente y que genere cambios en el
sujeto. Pero, ¿Se evidencia aprendizaje en un resultado cuantificable?, ¿Será que
realmente apuntamos hacia el diálogo y la transformación del sujeto cuando de evaluar
se trata?, ¿Por qué se genera la competencia en el aula?, estos interrogantes son el punto
de partida del escrito que expongo a continuación, ilustrados con 2 experiencias que
brindaron reflexiones pertinentes gracias a sus aciertos y fallas, y finalizando con algunas
sugerencias de criterios para tener en cuanta antes, durante y después del proceso de
evaluación.
Las políticas de nuestro sistema educativo nos exigen “calidad en la educación” sin
embargo estas, no brindan las herramientas suficientes y necesarias para cumplir con el
cometido; esto ha llevado a la masificación de la población en las aulas, entorpeciendo el
seguimiento individualizado. La manera más óptima de cualificar y evidenciar el
LIC. CLAUDIA MARILYN MARTÍNEZ B.
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Seminario I: La Docencia y la evaluación del aprendizaje (Ensayo)
aprendizaje es mediante el registro de una nota, con la que se pretende revelar la
calidad y el desempeño. (Se habla entonces de excelente, sobresaliente, básico o
insuficiente), pero realmente esto no es más que una valoración porcentual de lo que se
ha aprendido. Desde otro ángulo, los maestros también entramos en el juego del
facilismo, y lo hacemos al llenar de contenidos al estudiante para dar cumplimiento a un
programa curricular que está programado para un determinado período de tiempo y sin
preocuparnos en hacer un alto en el camino y cualificar hasta donde ha llegado el alcance
del proceso de aprendizaje. Finalmente solo se espera realizar un examen, en el que se
involucra una evidencia escrita del aprovechamiento de los contenidos, sin tener una
mirada global del estudiante, es decir, sin tener en cuenta las dimensiones afectivas,
emocionales, sicológicas y sociales, dejando de lado que estas nos pueden dar indicios o
razones de los aciertos o fallos que se presentan en y durante el proceso. Estos mismos
resultados son los que determinan la calidad académica de un estudiante por la calidad de
su desempeño, olvidando al ser humano como totalidad.
Para ilustrar lo escrito en el anterior párrafo, traigo a colación el proceso de gestión de
calidad desarrollado por un colegio en el cual trabajé. Uno de los requisitos era llevar el
registro de todas las actividades que se realizaban en nuestro quehacer pedagógico, estos
registros se consignaban en unos formatos llamados Efos y, aunque el colegio tenía su
propio modelo pedagógico y una magnifica estructura de desarrollo de las unidades de
clase, al momento de elegir el mejor estudiante de grado o del curso, el criterio de
selección era basado en el número de excelentes y sobresaliente que había obtenido
académicamente. Frente a ello, una comisión de evaluación propuso establecer un
criterio más integral de los estudiantes que disputaban esta mención, sugiriendo tomar
como fundamento el desarrollo multidimensional del niño como sujeto en formación y no
solamente su parte intelectual. Se debería estudiar: la disposición para el trabajo en
equipo, el desarrollo académico, el desarrollo motriz y las relaciones interpersonales.
Infortunadamente no fue posible abrir una discusión pedagógica sobre la situación, y este
tipo de decisiones continuaron tomándose de acuerdo con la norma cuantificable
establecida en el manual de convivencia, trayendo como consecuencia un malestar en el
proceso de elección. En otras palabras era poner en juego el éxito o el fracaso del
estudiante, verificando el postulado de Philippe Perrenoud (2008) “El éxito escolar es una
apreciación global e institucional de los conocimientos adquiridos por el alumno, que la
escuela fabrica por sus propios medios”.
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Seminario I: La Docencia y la evaluación del aprendizaje (Ensayo)
Con el anterior pretendo dejar como reflexión, que las pautas instauradas en una
institución son el punto de partida para generar una cultura de evaluación formativa
teniendo como eje principal al ser humano como totalidad y no como un conjunto de
partes, este ser complejo total cuenta con múltiples opciones para aprender según sus
capacidades.
En otro tiempo, en grado 4°, para facilitar la entrega de la estadística de resultados al
finalizar el periodo la cual debía contener: número de estudiantes que pasaban en limpio,
con 1 materia pendiente, con 2 materias pendientes y con más de 3, se tomó como
estrategia de ponderación de los estudiantes, una competencia de formula 1, consistía en
colocar sobre una pista de carreras diseñada en un pliego de cartulina pegado a la pared,
un carrito de carreras el cual poseía el numero que cada estudiante había obtenido como
resultado académico y convivencial durante el periodo de acuerdo con el número de
excelentes, sobresalientes e insuficientes. Aunque los niños se sintieron motivados por la
estrategia didáctica de superación, se evidenciaron cambios positivos en algunos, en
otros, esta estrategia desencadenó otra serie de reacciones que no se esperaba,
agresiones, ofensas, celos, egoísmo etc., la reflexión sobre la “sana competencia” se
convirtió en el faro que guiaba cada una de las situaciones que se presentaba. Pero no
todo el tiempo se encontraban con el educador artífice de esta estrategia, por la falta de
comunicación la estrategia no tenía la misma resonancia con los demás docentes. Como
consecuencia, el esfuerzo evidenciado superficialmente en los estudiantes que iban
quedando rezagados, se debilitaba poco a poco ya que estos casi no sentían la solidaridad
y el apoyo de los compañeros que iban más adelante, por el contrario, hacían lo que fuera
por no ser alcanzados, se estaba perdiendo la cooperación. Aunque al inicio parecía ser
una estrategia motivadora fue decayendo por la falta de comunicación entre colegas y
socialización de procesos en el aula.
La ilustración anterior me permite concluir que inconscientemente se genera la cultura del
resultado porque somos un instrumento de un sistema que refleja en éste una única
opción de proyección del individuo, de salir adelante y/o realizarse como profesional sin
importar su condición de ser humano. Adicional a ello, se desarrolla una cultura de
competencia que puede llegar a ser malintencionada sino se hace recapacitar a tiempo,
importando solamente el bienestar individual.
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Seminario I: La Docencia y la evaluación del aprendizaje (Ensayo)
Según Santos Guerra (2003 p. 69 – 80), (1999), (1990); Philippe Meirieu (2002) y Ken
Bain (2004); el eje central en el proceso enseñanza/aprendizaje y evaluación es el
estudiante y el acompañamiento que hace el docente a lo largo de este proceso, en
concordancia con lo anterior, el enseñar a hacer preguntas para incentivar el
cuestionamiento es la base fundamental para llegar a la comprensión.
La evaluación es un proceso de diálogo reflexivo y participativo entre quienes interactúan
en ella, es un proceso de comprensión desde el hecho que el aprendiz actúe de forma
razonable según las circunstancias y las oportunidades en relación con el contexto, y un
proceso de mejora por qué no se cierra sobre si misma sino que se hace para mejorar la
programación, debe ser procesual, participativa, democrática, no individualista (Santos
Guerra 1996 p. 2 - 4). En cuanto a la enseñanza, no es llenar de agua el vaso vacío, no
atafagar al estudiante de conocimiento sino hacer de él un buscador autónomo de nueva
información (capaz de encontrar manantiales de agua), que pueda tener la capacidad de
clasificarla (Saber si está contaminada o no) y saber qué hacer con ella (es capaz de
compartirla con otros), por lo tanto el aprendizaje es un proceso mediante el cual el
estudiante descubre, asimila, construye y transforma algo por sí mismo con la orientación
de quien lo enseña (Santos Guerra 2003 p. 74). En concordancia con lo anterior, Philippe
Meirieu (42 cuadernos de pedagogía Nº373 2007) reivindica que: “No nos podemos
contentar con dar de beber a quienes ya tienen sed. También hay que dar sed a quienes
no quieren beber”. Es derecho de todos los niños aprender y es responsabilidad de los
educadores garantizarlo. No basta con enseñar. No basta con dar respuestas. Se debe
llegar a la comprensión de lo que se está aprendiendo, solo aprende quien hace el
trabajo. “Hay que provocar en los estudiantes el deseo de aprender y de formularse
preguntas, acompañándolos a lo largo del proceso no del resultado, exigirles pero con
solidaridad” (Meirieu 2002). Valorar es una forma de comunicación del maestro y el
docente, donde este quiere comunicar a su aprendiz donde va su aprendizaje, si se hace
a los estudiantes las preguntas adecuadas, sus respuestas pueden ayudarle a evaluar la
calidad de la docencia Ken Bain (2004). El aprendizaje debe ser permanente y tiene que
ver fundamentalmente con los cambios personales e intelectuales que sufren los
individuos al desarrollar capacidades nuevas de comprensión y razonamiento. Los
profesores excelentes desarrollan sus habilidades gracias una constante autoevaluación,
reflexión y disposición para cambiar Ken Bain (2004).
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5. Universidad de La Salle – Maestría en Docencia 5
Seminario I: La Docencia y la evaluación del aprendizaje (Ensayo)
Teniendo en cuenta que la evaluación es un proceso de diálogo y de transformación en
cada persona ya sea el aprendiz o el experto, son el punto de partida para la
autorrealización humana.
Así el propósito de la educación sea proveer de herramientas básicas para enfrentar la
vida individualmente, no deja de ser una globalidad, por lo tanto los sujetos que
intervienen en ella deben ser evaluados como totalidad, para ello, considero hay algunas
criterios que se deben tener en cuenta antes, durante y, aún después de este proceso:
Trabajemos en el reconocimiento y aceptación de capacidades o fortalezas y de
dificultades o limitaciones de cada estudiante; motivemos el esfuerzo y el sacrificio de su
trabajo por mínimo que sea; valoremos el error como parte del proceso de aprendizaje,
no siempre se triunfa en el primer intento pero no hay que darse por vencido; las caídas
traen grandes enseñanzas; tengamos presente la importancia del trabajo colaborativo,
los diferentes puntos de vista en la socialización de conocimientos previos, las
experiencias y la relación con su entorno cumplen un papel importante en el momento de
su relación con la nueva información de acuerdo con la perspectiva de cada uno de los
integrantes del pequeño grupo; tomemos las debilidades y volvámoslas fortalezas,
partiendo del diagnóstico realizado a los grupos; démosle sentido al resultado arrojado
allí; comuniquemos y socialicemos experiencias con los estudiantes y colegas sobre dicho
resultado y analicémoslo en pequeños grupos; enseñémosle al estudiante a identificar
problemas y cuando tenga la capacidad de identificarlos solamente será cuestión de
paciencia, ya que con el tiempo y la práctica se desarrolla la capacidad de encontrar
solución en menor tiempo y con mayor facilidad y aplicabilidad; es importante tener en
cuenta que todo parte de la experiencia, se debe encontrar el espacio para que el mismo
estudiante encuentre respuestas o soluciones a su problema (pregunta); incentivemos el
desarrollo de habilidades complejas progresivamente mediante la resolución de
problemas cada vez más complejos que permitirán mejorar los procesos de
transformación de la información conllevando a un aprendizaje significativo pero haciendo
seguimiento y verificación periódica para detectar las dificultades a tiempo, no dejemos
de dialogar con el estudiante ni nos neguemos la posibilidad de conocer más que su
apellido y su nombre y la posición que ocupa en el curso.
Solamente conociendo al estudiante tendremos la posibilidad de consolidar su destreza y
potenciar sus debilidades logrando transformarlo como persona, para orientar de una
LIC. CLAUDIA MARILYN MARTÍNEZ B.
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Seminario I: La Docencia y la evaluación del aprendizaje (Ensayo)
manera óptima sus aprendizajes; utilicemos nuestra creatividad como principal recurso
de transformación de conocimiento de nuestros estudiantes y de nuestra practicas
pedagógicas.
BIBLIOGRAFIA
Santos Guerra M. “Dime cómo evalúas y te diré que clase de profesional y de persona
eres”, revista: Enfoques Educacionales Volumen 5, 2003.
Santos Guerra M- “20 paradojas de la evaluación del alumnado en la universidad
española”, Revista electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 1999.
Santos Guerra M. “Evaluación Educativa, Capítulo VI: Evaluación de los alumnos y
aprendizaje del profesor” Editorial Magisterio, Rio de La Plata - 1990
Santos Guerra M. “Evaluación: Un proceso de diálogo, comprensión y mejora, Madrid –
boletín 7 – 1993)
Meirieu Philippe “Aprender, sí. Pero ¿cómo? – Editorial Octaedro - 2002
Bain Ken. “Lo que hacen los mejores profesores universitarios” Universitat de Valencia –
2004.
Perrenoud, P. (2008). La evaluación de los alumnos. De la producción de la excelencia a
la regulación de los aprendizajes entre dos lógicas. Ediciones Colihue S.R.L. Buenos
Aires. Capítulos 1, 2, 3
LIC. CLAUDIA MARILYN MARTÍNEZ B.