2. El reconocimiento del otro como legítimo, se comprende como el grado de pertenencia de la figura llamada Yo en una tolerante mirada hacia el otro, que bien puede ser el Yo mismo. PREMISA
3. Una sociedad caótica, en la que la lucha por la supervivencia conjuga estéril y neciamente con ciertos parámetros absurdos de conducta que demanda una sociedad castrante, santurrona; en que solo es permitido mirar hacia un rumbo marcado. DESACIERTO
4. Sociedad sin identidad, que con ese mal llamado desarrollismo tomando el apuro como norma, en el cual no es permitido mirar hacia atrás por el exterminio de su rutina, y quien pierde el tiempo (…) como cual estatua de sal es separado y marcado como diferente, peyorativamente, claro está. DESACIERTO
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6. No se trata de difuminar e imponer una tolerancia al libre albedrío, sino de entender que lo NORMAL en ciertos casos puede no parecerlo cuando la llamada “normalidad” no se refleja en función de lo que la sociedad busca o quiere como modo conductual en la interrelación del ser.
7. ¿Acaso no se llama locura al ciudadano que en carretera abusa del claxon de su vehículo?
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10. Se asume que el loco es el sujeto que padece una patología mental, lo que no significa que éste se encuentre imposibilitado de realizar alguna actividad, o, simplemente que pueda ser negado de su derecho a la interacción social.
11. Reflexione Es como si de repente por un resfriado nos viéramos avocados a separarnos de la interacción social y, que el momento en el que nos curemos no podamos llevar una vida normal en el contacto con la comunidad. Esa cruel, violenta e irracional forma de ser es la que nos ha conducido a marginar a un enfermo mental.