QUÍMICA DE METALES NO FERROSOS Aunque, los metales ferrosos se encuentran entre los más importantes desde el punto de vista industrial, sea por su fácil mecanización u obtención. Estos, no cumplen con ciertas exigencias o propiedades, como lo son una alta resistencia a la corrosión o un bajo peso. A partir de lo cual, muchas veces se hace necesario utilizar para suplir o complementar estas características, los METALES NO FERROSOS. Útiles tanto puros como aleados, por sus propiedades físicas y de ingeniería, tales como: menor punto de fusión, mayor resistencia a la corrosión, reducida resistencia mecánica, buenos conductores términos y eléctricos; además, es sólido a temperatura ambiente (excepto el mercurio), opacidad, brillante cuando se ha pulido y una estructura cristalina. En realidad, no es tan conveniente definir rasgos generales, pues, nos encontramos dentro de este grupo con elementos muy particulares. Así, por ejemplo, hallamos elementos como el Aluminio, Cobre y Magnesio con puntos de fusión bajos y otros como el Tungsteno (W), Tantalio o Tántalo (Ta) y Molibdeno (Mo) con puntos de fusión muy altos. En cuanto a lo comercial y ambiental, los metales no ferrosos son muy costosos, pues, su extracción es compleja; sin embargo, su demanda ha aumentado y por ende han avanzado las técnicas de extracción, en lugares como la Unión Europea. Pero, aun con tal tecnificación se emplean métodos como minería a Cielo abierto, que resultan altamente dañinos hacia el medio ambiente. Los metales no ferrosos los podemos clasificar según su densidad, en: - Metales pesados: Con densidad igual o mayor a 5 Kg/dm3. - Metales ligeros: Con densidad de entre 2 g/cm3 a 5 g/cm3. - Metales ultraligeros: Con densidad menor a 2 g/cm3.