El documento es una carta abierta firmada por varias personas que se oponen a la entrega de los principales campos petroleros ecuatorianos ("las Joyas de la Corona") a empresas transnacionales a través de contratos de servicios específicos. Argumentan que esto constituye una privatización encubierta y una traición a la patria, ya que entregaría el control y los beneficios de los campos petroleros más productivos a empresas extranjeras. Proponen en cambio que Petroecuador contrate directamente la modernización de la infraestr
Diego Cornejo Menacho CRONICA DE UN DELITO DE BLANCOS
ECUADOR: Carta abierta al Pueblo ecuatoriano en defensa de la soberanía nacional !!!
1. “UNA TRAICIÓN A LA
PATRIA”
Carta abierta al pueblo del Ecuador
Quienes firmamos esta carta queremos denunciar lo que consideramos un
atentado contra el patrimonio inalienable, irrenunciable e imprescriptible de
Ecuador. Estamos hablando del patrimonio del pueblo ecuatoriano y de futuras
generaciones a las que deberemos dar cuenta de nuestra acción o la falta de ella.
En enero de 2012, según el calendario gubernamental, los ecuatorianos y las
ecuatorianas seremos testigos de otra “traición a la patria”. Luego de varios años
de intento, se harán realidad los contratos para “recuperar la producción” de los
principales campos petroleros, a través de su entgrega a empresas
transnacionales.
Los campos más ricos, conocidos comúnmente como “las Joyas de la Corona” por
ser los campos más productivos: Sacha, Auca, Shushufindi, Cuyabeno, Cononaco
y Libertador, están ubicados en las provincias de Sucumbíos y Orellana y su
explotación ha provisto de los principales recursos económicos al país durante 40
años. Hoy en día son explotados por Petroecuador.
La disputa en torno a ellos ha marcado líneas divisorias entre quienes levantaban
un discurso nacionalista y quienes buscaban la privatización a cuenta de una
supuesta eficiencia operativa.
Mientras el régimen de Correa denuncia como injerencia en los asuntos internos
de Ecuador los reclamos de organismos internacionales como Amnistía
Internacional y se rehúsa a cumplir con los requerimientos del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos por considerar que atentan contra la
“soberanía nacional”, está punto de entregar el manejo del petróleo a
transnacionales como Schlumberger, Baker y Halliburton. Ante esto, la encendida
retórica correista de defensa de la soberanía, se devela como una retorcida
estratagema propagandista para eludir sus obligaciones en materia de derechos
humanos mientras no tiene problema con el festín de los recursos naturales del
país.
La figura a través de la cual se entregarían los campos es la de Servicios
Específicos. El contrato modelo comprende cuatro actividades: supervisión de la
producción base, recuperación secundaria, terciaria, e incluso exploración
adicional en el precretácico. En esencia es un contrato de exploración y
2. explotación, que entrega a las transnacionales todos los componentes de la
operación de los campos, violando la Ley y la Constitución.
Con la pretendida figura de servicios específicos las empresas NO asumirían el
riesgo y el Estado Ecuatoriano cofinanciaría su operación a través de
Petroecuador que cubriría a la contratista tres tarifas distintas, entre ellas una
novedosa llamada: “Supervisión de la Línea Referencial de Producción y
Asistencia”. Gracias a ella la contratista empezaría a recibir recursos del Estado
desde el primer día del contrato, ¡por hacer lo mismo que ha hecho Petroecuador!
Y como para no dejar dudas, la cláusula 8.3 del contrato revela que la verdadera
operadora del campo será la contratista pues a Petroecuador se le asignarían
únicamente responsabilidades de apoyo y de facilitación a la contratista. Pero eso
sí, aunque Petroecuador no operará los campos, si recaería sobre ella la
responsabilidad de los efectos de la operación del mismo y respondería por estos
ante el Estado y ante terceros. La nominal “titularidad de la operación” de
Petroecuador funcionaría sólo en caso de que haya que pagar platos rotos. Las
transnacionales operarían los campos y Petroecuador (y el Estado ecuatoriano)
les cubrirían las espaldas.
En las condiciones expuestas, la figura de servicios específicos no es más que un
camuflaje para ocultar otra forma de privatización. Se hace realidad lo que decía el
presidente Correa el 19 mayo de 2008 cuando hablaba sobre estos temas,
señalando que se estaba “volviendo privatizador”.
Lo sucedido con Sacha debería hacer reflexionar sobre el camino que se va a
emprender. El 27 de septiembre de 2010 el Presidente Correa sostenía que
“…han pasado casi cuatro años y hasta ahora el único campo que está siendo
optimizado es Sacha, dicho sea de paso, fruto de un extenuante seguimiento
personal.” Pero la optimización de Sacha entregado sin licitación, por gestión
“personal” del Presidente Correa, en septiembre de 2009, a cambio de una
inversión anual de U$ 18 millones a cargo de (Río Napo) PDVSA de Venezuela,
dista mucho de ser una experiencia exitosa. El incumplimiento de las metas de
producción y de las inversiones por parte de PDVSA y la necesaria renegociación
de lo pactado con ella debería hacer al gobierno reflexionar sobre este modelo de
entrega, pero no ha sido así. Contra toda lógica se ha decidido extender el modelo
a las demás Joyas de la Corona.
Entregar Auca, Shushufindi, Cononaco, Cuyabeno y Libertador, para que sigan el
mismo destino que Sacha, tiene la misma lógica que entregar a un paseante
nuestras vacas lecheras más productivas, aquellas que ya criamos, para que las
ordeñe y se lleve gran parte de la leche, a cambio de un poco de pasto fresco que
le ayudamos en parte a pagar y que nosotros mismos pudimos comprar.
La alternativa de Petroecuador, desde una óptica no sólo nacionalista sino de
mayor racionalidad económica, es contratar directamente la modernización de la
3. infraestructura obsoleta, luego contratar directamente con empresas calificadas las
actividades de recuperación secundaria, y emprender en un plan piloto de
recuperación mejorada, sin perder en ningún momento el control y dirección de
estas operaciones.
Hacer lo contrario es irresponsable, antitécnico e incluso inmoral. Ya lo dijo Rafael
Correa, en diálogo con el asambleísta de PAIS -entonces periodista- Paco
Velasco, en Radio “La Luna”, en el año 2006:
“Quieren hacerse los patriotas de este país para mejorar la producción petrolera
regalando los pozos a la empresa privada y somos los nacionalistas retardatarios
los que nos oponemos a esto.... Vender a precio de gallina enferma los campos de
Petroecuador a la empresa privada… Es un atraco al país… Es un negocio
redondo que le queremos dar graciosamente a las compañías privadas eso tiene
que ser para el país. Los campos ya en operación los que ya están
produciéndose, que sólo necesitan mejorar la producción con tratamiento en los
yacimientos, tienen que ser 100% para los ecuatorianos…. Ya el campo está
desarrollado, ya la reservas están detectadas Necesito que alguien que me ayude
a sacar el petróleo ¡y por eso le tengo que dar el campo! ¡Por Dios esto es un
absurdo! … Pero claramente la intención fue, contra la ley, privatizar los campos
de Petroecuador y no se sancionó absolutamente a nadie, quiero decirle que eso
era motivo suficiente para mandar a Lucio Gutiérrez a la casa porque ¡eso era
traición a la Patria!”
Suma tu voz para reclamar por el patrimonio inalienable del Ecuador
Quito, diciembre de 2011
Alberto Acosta
Pocho Alvarez
Luis Alberto Arauz
Línder Altafuya
Edison Alvarez
Laura Armas
Giovanni Atarihuana
Abel Avila
Ramiro Avila
4. Diana Atamaint
Teresa Bricio
Marco Cadena
Karla Calapaqui
Diego Cano
Alonso Cueva
Humberto Cholango
Mónica Chuji
Gustavo Darquea
Eduardo Delgado
Jorge Escala Zambrano
Nora Fernandez
Anabell Guerrero
Hilda Herrera
Lenin Hurtado
Paúl Jácome
Raúl Jaramillo del Castillo
Cléver Jiménez
Henry Llanes
Marcelo Larrea
Jafet Leiton
Delfa Mantilla
5. Esperanza Martínez
Marcos Martínez
Eduardo Medina
María Merchan
Mary Mosquera
Pablo Ospina
José Manuel Perugachi
Salvador Quishpe
Karla Robalino
Martha Roldós
Natalia Sierra
Delfín Tenesaca
Ramiro Terán
Lourdes Tibán
Francisco Ulloa
Edward Vargas
Stalin Vargas
Fernando Vega
Nivea Vélez
Luís Villacís Maldonado
Fernando Villavicencio
Mery Zamora