Produc hermenéutica, fenomenología, nihilismo y teoría crítica
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA
LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
CONVENIO UNIVERSIDAD RÓMULO GALLEGOS
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE LOS LLANOS CENTRALES
DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
VALLE DE LA PASCUA – ESTADO GUÁRICO
Hermenéutica, Nihilismo, Fenomenología y Teoría Crítica
(Habermas, Nietzsche y Hurssel)
Facilitadora: Participantes:
Dra. Carmen Omaira, Díaz Bravo, Edelin CI: 15.220.015
Quintana, Carmen CI: 917.342
Sánchez, Aida C.I: 8.570.462
Valle de la Pascua, Mayo de 2011
2. Hermenéutica
La voz griega hermenéutica, significa primeramente expresión del
pensamiento; de ahí explicación y, sobre todo, interpretación de mismo. Disciplina de
la interpretación, [que] trata de (la comprensión) de los textos; lo cual es (...)
colocarlos en sus contextos respectivos. Con eso el intérprete lo entiende, lo
comprende, frente a sus autores, sus contenidos y sus destinatarios. El sentido
semántico de la palabra, representa una modalidad de acceso a la realidad a la
realidad de los signos y su textualidad, sin embargo aunque esta modalidad de la
compresión y nos da un horizonte de reflexión, ésta tiene que verse como una
condición necesaria pero no es suficiente, su nivel de insuficiencia está determinado
por la implicación de las palabras con otros contextos de producción. La afirmación
anterior, exige un esfuerzo de comprensión hacia nuevos ámbitos de reflexión sobre
lo que significa la hermenéutica. Esto implica la posibilidad de interpretar, detectando
nuevas direcciones y extrayendo conclusiones en horizontes de compresión más
amplios.
El Nivel Histórico Pragmático de la Hermenéutica
En el nivel histórico pragmático relacionaremos a la hermenéutica con su contexto
histórico de trabajo. Es pertinente considerar que la referencia al contexto histórico,
no se limita a realizar una investigación de corte historiográfico, se trata más bien del
reconocimiento de la hermenéutica como metodología de trabajo y condición para la
interpretación del sentido existencial de la corporalidad que se abre al futuro. Para
lograrlo es necesario explicar los presupuestos y con ellos encontrar los fundamentos
de la hermenéutica. Si el ejercicio interpretativo se vincula con el trabajo ético de la
responsabilidad solidaria por la vida de toda la humanidad, estaremos generando un
sentido de ruptura con la interpretación de la univocidad totalitaria.
Con este trabajo se propone establecer una consistente fundamentación para el
trabajo de toda praxis de trasformación social que se implique en la responsabilidad
3. solidaria por la vida de toda la humanidad. Esto significa, que la hermenéutica llega a
su "verdadera esencia"4 si logramos transformar la posición de univocidad de la tarea
interpretativa. La compresión sólo se convierte en una tarea necesitada de dirección
metodológica a partir del momento en el que surge la conciencia histórica, que
implica una distancia fundamental del presente frente a toda trasmisión histórica.
Nace una modalidad de la "Filosofía lógica del lenguaje", que propone que todo
análisis interpretativo de un texto, debe tener como "meta final" la búsqueda de un
lenguaje que produzca el menor grado de equivocidad. Si el lenguaje no es sólo el
resultado de una actividad voluntarista-racional, sino también una producción
espontánea y sensible del sujeto en la práctica arraigada de formas históricas, éste
contiene de manera inherente en su estructura interna la visión propia del mundo que
la ha generado. Toda lengua es un acuerdo originario entre el hombre y el mundo, el
uso del lenguaje (con el otro) permite al sujeto salir de su aislamiento y entrar en la
historia de toda la humanidad.
Este método de confrontación permanente de una realidad pasada que está
inquiriendo al presente y proyectándose en el futuro de la temporalidad humana,
propone los siguientes niveles para el trabajo de la hermenéutica.
1. La intención se comprende "comprensivamente" en sus intenciones si conocemos
la psicología, y el espíritu del autor.
2. La interpretación tiene que estar incluida en horizonte de temporalidad.
3. El tercer aspecto refiere a que toda interpretación deberá quedar inscrita en el
círculo hermenéutico de la compresión. Porque el espíritu no es en parte alguna una
suma de particularidades, es una entidad originaria, indivisa. Así la hermenéutica no
se ejerce sobre particularidades sino sobre la totalidad.
4. Un elemento privilegiado del método hermenéutico es el análisis comparativo.
5. La multiplicidad de los significados están en el intérprete y su pragmática y no en
el texto. Es decir que la explicación no es explicación de la letra, es explicación del
sentido y del espíritu.
4. Modelo Hermenéutico Crítico
La hermenéutica crítica tiene uno de sus principales espacios de trabajo en
modalidad emancipadora que nace de la propuesta de los filósofos alemanes Jurgen
Habermas y Karl Otto Apel, ambos dialogan críticamente con el modelo positivista y
sus fundamentos en el modelo tradicional del conocimiento. Las teorías del
conocimiento denominadas contemplativas desconocen el interés que todo
conocimiento lleva consigo, haciendo de esta acción una actividad con intenciones
explícitas de neutralidad. Este problema fue criticado por la hermenéutica, ya que
significaba un círculo vicioso en el sentido de que el reconocimiento de los intereses
y prejuicios del sujeto al interpretar, no debían ser vistos como un impedimento para
la objetividad del conocimiento, por el contrario era una modalidad de la objetividad.
Dicho en términos categoriales se trata del reconocimiento de la determinación
histórica que está contenida en toda interpretación y que su acción emancipadora no
consiste en "ocultar" la subjetividad interpretativa sino más bien hacernos cargo de
ésta.
Para Habermas la posibilidad de ruptura del círculo de la interpretación
determinado por el interés está en la tematización de este interés como constitutivo de
la racionalidad hermenéutica. El filósofo alemán realiza este ejercicio en el terreno de
la epistemología remontándose a las fuentes originales y volviendo a recorrer el
camino de construcción para el reconocimiento explícito de los intereses y prejuicios
que contiene toda investigación. En esta reconstrucción se establecen tres tipos de
intereses: el interés técnico instrumental suscrito por las ciencias empírico-analíticas;
el interés práctico que constituye a las ciencias hermenéuticas y por último el interés
emancipatorio que es el que está como fin último de las ciencias sociales.
Nuevas aportaciones al uso emancipador de las ciencias sociales lo da el
psicoanálisis que no descarta que la "autobiografía" de reconstrucción de los intereses
es una condición de necesariedad para la emancipación, pero también posee niveles
de insuficiencia, si ésta no está transdiciplinariamente conectada con el
5. reconocimiento que la operación de búsqueda de la fuente llena ciertos espacios pero
también reprime aquello que la razón cognitiva "olvida" de manera no intencional y
desplaza hacia otros niveles de la subjetividad. El dialogo terapéutico pude ser una
modalidad significativa de auxilio hermenéutico para la acción emancipadora.
Los modelos del lenguaje de uso liberador aportados por la filosofía
latinoamericana, también contribuyen consistentemente al modelo interpretativo
crítico al considerar que una relación interpretativo tiene que incluir a los excluidos
de la comunidad de comunicación, además no se pueden omitirse las condiciones
materiales en las cuales están inscritos los interpretante y por último la articulación a
los proyectos de trasformación encaminados hacia una vida plena para todo a la
humanidad.
Una acción responsable por la vida plena de la humanidad, tiene que aspirar a
relaciones dialógicas de comunicación, éstas deben estar mediadas por el uso de la
racionalidad comunicativa y para esto la hermenéutica crítica aporta sustanciales
contribuciones. Si se incluye la hermenéutica crítica como parte sustancial de la
racionalidad en otras formas de racionalidad y sobre de éstas articulamos la
racionalidad con interés liberador, estaremos proponiendo un horizonte de significa
que articule el interés interpretativo con el interés liberador. Cancelar la dialéctica del
reconocimiento por la interpretación de los distintos pasajes que se captan en lo que
se dice y escribe como parte del mundo de la vida, es la irrupción en un mundo que se
asumen como un código absoluto de interpretación.
En el modelo hermenéutico se reconoce el problema estructural de un mundo
guiado exclusivamente por los criterios de la univocidad está poniendo en riesgo la
vida de toda la humanidad. El texto como producto simbólico de las relaciones
interpretativas desde-con-entre-para la esperanza por la vida plena de la humanidad,
atraviesa en nuestra consideración por una fase compresiva que exige la
interpretación crítica. Los fundamentos del modelo hace ver a la hermenéutica como
un proceso de liberación en torno a los vínculos dogmáticos con las estructuras de
6. sentido, y ello mediante la metodología de reconocimiento del dialogo con las fases
de la hermenéutica que hacen posible un trabajo de descontextualización en la
denuncia y de recontextualización en el anuncio por un mundo con un sentido más
plenamente humano.
La hermenéutica crítica trata de poner en crisis (separar) las intenciones
mediante el análisis de los efectos intencionales y no intencionales. No se busca
encontrar la intención de un autor original como vimos en el trascurrir de este
artículo, más bien el sentido se ha desplegado hacia una racionalidad vital que es
imposible sino se ponen de manifiesto los contextos hermenéuticos y sus
posibilidades críticas. Hacer una hermenéutica crítica, es ejercer la compresión-crítica
como manifestación simbólica que en un primer momento exige el saber bajo que
condiciones se produjo el código desde donde estamos interpretado, ejercer la crítica
y posteriormente incluir la significación dinámica en el sentiete-razón corporal de
poder manifestar la novedad.
Nihilismo
Friedrich Wilhelm Nietzsche, nace el 15 de Octubre de 1844 y muere el 25 de
Agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de
los pensadores modernos más influyentes del siglo XIX. Realizó una crítica
exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la
deconstrucción de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las
actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida. Este trabajo afectó
profundamente a generaciones posteriores de teólogos, filósofos, sociólogos,
psicólogos, poetas, novelistas y dramaturgos. Meditó sobre las consecuencias del
triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha
muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más
célebres después de su muerte.
7. Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no
es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un
autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el
pensamiento del siglo XX, en autores tales como Michel Foucault, Jacques Derrida,
Martin Heidegger o Deleuze entre otros. Nietzsche recibió amplio reconocimiento
durante la segunda mitad del siglo XX como una figura significativa en la filosofía
moderna. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas,
críticos, fenomenológicos, postestructuralistas y postmodernos. Es considerado uno
de los tres «Maestros de la sospecha» (según la conocida expresión de Paul Ricoeur),
junto a Karl Marx y Sigmund Freud.
Nihilismo y la muerte de Dios
El nihilismo es un advenimiento de unas repetidas frustraciones en la
búsqueda de significado o más precisamente «la desvalorización de los valores
supremos». Nihilismo en Nietzsche se refiere al proceso histórico que surge en el
reconocimiento de un valor sumo y termina en la asunción o reconocimiento de
múltiples cosas valorables al volverse inoperante lo que antes se mostraba como lo
supremo. El nihilismo acontece en nuestro tiempo como manifestación de la ausencia
de una medida única y al mismo tiempo como la proliferación de múltiples medidas,
que en cada caso, pueden aparecer como válidas. Nietzsche ve en el despliegue del
nihilismo toda fundación de cultura europea, la que surge como destino necesario de
este proceso. La visión religiosa del mundo había sufrido ya un gran número de
cambios por perspectivas contrarias, cayendo en el escepticismo filosófico, y en las
teorías científicas evolucionistas y heliocéntricas modernas, lo que no hace más que
confirmar la desvalorización de los valores supremos. A lo ya señalado, hemos de
sumar una creciente presencia de lo democrático, la que se muestra como la
afirmación de una individualidad independiente de Dios y acreedora de la igualdad,
de la medianía. La democracia, aparece a los ojos de Nietzsche como un momento del
despliegue del nihilismo igualmente negador de la vida que los que la antecedieron.
8. Ambas manifestaciones del nihilismo se muestran a este filósofo como negaciones de
la vida en la medida en que niegan u olvidan dimensiones de ella que a su vista
aparecen como constitutivas de ella, como inalienables a lo que a él se le aparece
como vida. Estas dimensiones negadas de la vida se muestran en ámbitos tan
determinantes como el constante darse del devenir y las diferencias entre los
hombres.
Nietzsche, ve esta condición intelectual como un nuevo reto para la cultura
europea, lo que se ha extendido a sí mismo más allá de un pequeño punto de no-
retorno. Nietzsche conceptualiza esto con su famosa frase, «Dios ha muerto»: Es
importante, para él, distinguir entre la religión de la cristiandad y la persona de Jesús.
Nietzsche explicó la religión cristiana como si fuera representado por iglesias e
instituciones a las que llamaba su «transvaloración» (del alemán Ümwertung) de los
valores instintivos saludables. Transvaloración, es el proceso por el cual el
significado de un concepto o ideología puede ser puesto al revés a su topónimo. Fue
más allá del pensamiento de los agnósticos o ateos de la Ilustración, quienes sentían
que la Cristiandad era simplemente falsa. Él afirmaba que ha podido ser
deliberadamente infundida como una religión subversiva (como un arma psicológica
subversiva) dentro del Imperio Romano por el apóstol Pablo como una forma de
cobrar venganza por la destrucción romana de Jerusalén y el Templo durante la
Guerra Judía.
Nietzsche contrasta a los cristianos con Jesús, a quien admiraba de gran modo.
Nietzsche argumenta que Jesús transcendió las influencias morales de su tiempo
creando su propio sistema de valores. Jesús representaba un paso hacia el
suprahombre. Al final, Nietzsche clama sin embargo: en contraste con el
suprahombre, quien abraza la vida, Jesús negaba la realeza en favor de su «Reino de
Dios». La negación de Jesús para defenderse a sí mismo, y su muerte, eran
consecuencias lógicas de su desajuste de sistema de ideas. Nietzsche entonces analizó
la historia de la Cristiandad, descubriendo una distorsión progresiva de modo
9. grotesco de las enseñanzas de Jesús. Él critica a los primeros cristianos por convertir
a Jesús en un mártir y la vida de Jesús dentro de la historia de la salvación de la
humanidad como motivo para dominar a las masas, encontrando a los apóstoles
cobardes, vulgares y resentidos. Argumenta que la sucesivas generaciones
malentendieron la vida de Jesús, mientras la influencia de la cristiandad crecía. En el
siglo XIX, Nietzsche concluye, la cristiandad se ha vuelto tan mundana para hacerse
una parodia de sí misma, una total inversión del mundo que era, en principio,
nihilista.
La fenomenología
Se ocupa de la conciencia con todas las formas de vivencias, actos y correlatos
de los mismos, es una ciencia de esencias que pretende llegar sólo a conocimientos
esenciales y no fijar, en absoluto, hechos. Es una meditación lógica que pretende
superar las propias incertidumbres de la lógica, orientándose hacia y con un lenguaje
o logos que excluya la incertidumbre. La fenomenología ha reflexionado, se ha
apoyado, ha combatido, contra el psicologismo, contra el pragmatismo, contra una
etapa del pensamiento occidental. Ha sido una meditación sobre el conocimiento, un
conocimiento del conocimiento; y su célebre "poner entre paréntesis" consiste en
primer lugar en dejar atrás una cultura, una historia, en retomar todo saber
remontándose a un no saber radical.
El término significa el estudio de los “fenómenos”, es decir de lo que aparece
en la conciencia, lo dado; se trata de explorar precisamente eso que es dado, la cosa
misma en que se piensa, de la que se habla, en síntesis, de la constitución de la
conciencia. Se trata de recuperar al sujeto racional que está detrás de todo hecho y
que directamente se pone como razón, pero ésta no se deriva de nada, es absoluta,
des-ligada, no depende de hechos. Tampoco la vida subjetiva con sus modos de
experiencia puede ser derivada de los hechos del mundo, sino al revés, éstos toman su
sentido en aquélla. La fenomenología no parece tratar de la realidad sino de la
10. representación de la realidad, así parece ser desde el momento en que la propia
fenomenología exige prescindir de la realidad, de la naturaleza, del mundo objetivo.
Edmund Husserl (1859-1938), como fundador de la escuela fenomenológica,
se dio a la tarea de describir el método fenomenológico, previa depuración del
psicologismo. Él inauguró la aprehensión de la “cosa misma”, más acá de toda
predicación, en un combate con el lenguaje, contra sí mismo para alcanzar lo
originario. La concepción del hombre, para Husserl, consiste en la restauración del
sujeto racional que no esté anclado en los hechos, como la psicología, sino en la
razón; trata de revelar que el hombre no es un hecho mundano, sino el lugar de la
razón y de la verdad, de la subjetividad trascendental. El problema del psicologismo
consiste en que se ve al hombre sólo como parte del mundo, como un hecho en el
mundo, pero si sólo somos hechos en el mundo, entonces difícilmente podremos
concebirnos como sujetos del mismo, puesto que la razón no está causada por las
circunstancias mundanas: la razón es lo que es por sí misma. “La fenomenología de
Husserl pretende reconstruir un sujeto racional que sea a la vez sujeto del mundo y
objeto en el mundo.”
Tomando en cuenta que el mundo, la realidad, no es sino el conjunto de mis
experiencias reales y posibles, la vida subjetiva no se deriva entonces de los hechos
del mundo, sino al contrario. En la percepción de una cosa lleva a la conciencia de
ésta, y luego a la vivencia: “La conciencia humana es intencional, es decir produce
actos cuya característica es el no quedarse en sí mismos sino ir más allá, por lo que la
conciencia intencional es en sus actos conciencia”, lo que permite que se represente
mediante la actitud natural y la actitud fenomenológica; la primera es la que se
mantiene en la vida ordinaria, la objetiva; y la segunda es en la que se interrumpe
para fijarse en la experiencia de las cosas en un tiempo subjetivo. La fenomenología
propone que se pase de la actitud natural a la actitud fenomenológica describiendo los
fenómenos de la conciencia, sus intencionalidades, y para conseguir y garantizar que
así sea tienen que darse dos operaciones simultáneas: la epojé y la reducción eidética.
La epojé es poner entre paréntesis algo del mundo ordinario, lo suspende para
11. entonces volver a los actos, a las cosas mismas a fin de alcanzar el residuo
fenomenológico de la conciencia trascendental, o bien la esencia, o descubrir un
nuevo reino de la experiencia, o crear una nueva. La reducción se refiere a reducir,
re(con)ducir la realidad como tal a la representación de la misma en el sujeto, para
hacer de ella una experiencia de la realidad, que es lo que constituye a la conciencia.
Reducir es en el fondo transformar todo lo dado en algo que se nos enfrenta, en
fenómeno, y revelar así los caracteres esenciales del yo.
La característica intencional de la conciencia dice que a todo acto de
conciencia, a todo acto intencional (reducción), le corresponde un objeto intencional.
En este objeto se debe distinguir lo que está dado, o sea el estado de cosa que se
percibe de él, del objeto real que no es dado ni dable (inmanencia fenomenológica).
La tarea del acto intencional consiste en intuir el objeto, en tanta representación. La
intuición, en tanto posición de la conciencia, puede ser categorial o esencial, si es
categorial se estarán captando los contenidos no sensibles tales como estructuras o
números; si es esencial se referirá a datos, procesos, objetos percibidos por los
sentidos, en sí constituye el modelo de toda vivencia originaria; aunque capta una
pura esencia que le es dada en esa sola intuición, ya que es directa, inmediata, y sólo
aprehende un estado del objeto que se pretende intuir. La diferencia entre intuir y
percibir, es que ésta última se da desde una actitud natural, y la intuición corresponde
ya a la actitud fenomenológica.
Una vez intuido y aprehendido el objeto mediante la intuición esencial se tiene
acceso a las esencias, que vienen siendo unidades ideales de significación que se dan
en la conciencia intencional. La esencia o eidos del objeto está constituida por lo
invariable que se mantiene idéntico a través de las diversas intuiciones del objeto, de
tal manera que la esencia se experimenta en una intuición vivida en una donación
originaria.
12. Teoría Crítica
En 1923 comienza a gestarse los primeros indicios de lo que más tarde se
convertiría lo que hoy se conoce con el nombre de Teoría Crítica. Es así, como un
grupo de investigadores de la Universidad de Fráncfort desarrollan sus trabajos
considerando distintos campos del pensamiento científico para este momento, de
modo que, esta teoría que estaba surgiendo y que toma mayor cuerpo teórico en
1937, surge en oposición a la teoría francesa, presentándose de esta manera
investigaciones de mayor alcance asociados al pensamiento estético, artístico,
antropológico, sociológico y especialmente filosófico.
Estas ideas son las que dan paso al marxismo heterodoxo, el cual desarrolla
una serie de preceptos dirigidos a los problemas sociales, como la desigualdad de
clases, no solo desde el punto de vista sociológico, sino también filosófico; siendo
Marx el principal impulsor de estas ideas, bajo un enfoque que, más que tratar de
interpretar, debe transformar el mundo en cuanto a factores sociales, psicológicos y
culturales.
En cuanto a la formación del hombre de acuerdo con la teoría crítica la
escuela debe buscar una coherencia entre las formas de entender el mundo, la
sociedad, el sujeto que sirva de referente en el quehacer educativo cotidiano, en el
proceso de transmisión de conocimientos, en las formas en las que se concretan las
actuaciones del educador o de quien enseña; no sólo en el sentido que reflejan la
historia de las sociedades en que aparecen, sino también en el que encierran ideas
sobre el cambio social, y en particular, sobre el papel de la educación en la
reproducción y transformación de la sociedad.
En este sentido, la verdad de la teoría crítica está orientada por los valores. La
aproximación al conocer, no se reduce al acercamiento de un sujeto pensante a un
objeto de investigación. Se parte del principio de que los propios procesos de
pensamiento y del conocer, ya vienen condicionados por esos mismos objetos. Los
conocimientos son históricos, forman parte del devenir histórico. Aquí los procesos
de selección de contenidos curriculares, los criterios utilizados; pueden ser elementos
13. clarificadores para comprender la importancia de unos saberes sobre otros. Los
docentes y estudiantes deben ser conscientes de cuáles son los valores, los intereses,
los conceptos sociales que están detrás de un diseño curricular y este conocimiento
debe estar orientado para diseñar las opciones consiguientes. De modo que no se
trata de imponer un conocimiento crítico, sino de proporcionar instrumentos de
reflexión crítica, en la que la explicación del educador, así como las aportaciones de
los propios estudiantes, forman parte de un clima de comunicación y de análisis.
Como se aprecia, la teoría crítica señala criterios, pero no valores ni definiciones
absolutas. Los criterios son siempre revisables de acuerdo con el contexto y los
procesos comunicacionales que se generan. Es así como en este marco de ideas la
educación se define como un proceso de creación y facilitación de orientación de las
acciones y conocimientos mediante relaciones de interacción simétricas en un
contexto de comunicación crítica y racional. Como se puede apreciar, en ella se
refleja un esfuerzo por armonizar entre sí las ideas y metas de la época, los sectores
aislados de la vida social; por investigar los fundamentos de las cosas, en una palabra,
por conocerlas de manera efectivamente real.
El pensamiento crítico trata de descubrir lo no dicho, aquellos aspectos de la
realidad no definidos por los discursos formales, pero que forman parte de la realidad.
Esto se hace especialmente relevante cuando se analizan los contenidos políticos
(decretos, disposiciones legales) relacionados con la Organización Escolar dictados
por responsables de la planificación educativa. Se trata de que docente y estudiante
deben tener una visión crítica que les permita detectar las contradicciones. La
finalidad última no es conseguir unos fines económicos, sino que está orientado hacia
un interés emancipador que permita al sujeto una vida libre. En definitiva se busca de
conseguir instrumentos capaces de explicar los fenómenos humanos y, a la vez,
conseguir su transformación. El estudiante es considerado como concreto y
determinado por su contexto y se rechaza la concepción del individualismo burgués
de sujeto; individuo que tiene poder para cambiar su vida según su propia iniciativa.
Ahora bien, la teoría crítica de la educación necesita un espacio concreto para
la duda. Los procesos burocráticos racionalizadores, propios de las sociedades
14. liberales tratan de imponerse como explicación única y exclusiva. La consecuencia es
sustraer del tratamiento público (político) los problemas sociales y reducirlos a
campos científicos propios de los expertos, con la consiguiente distorsión. La
tecnología, como ideología, se constituye actualmente como proceso legitimador
genuino de este proceso. En muchos casos, el carácter de científico impide el
acercamiento por temor a mostrar oposición y con el consiguiente ocultamiento de los
valores que allí se esconden.
En conclusión, la educación bajo la óptica de teoría crítica ha de entenderse
como dimensión educativa que hace uso de elementos analíticos utilizados por éstas
como son: la crítica de la razón instrumental, la dialéctica de la ilustración, el modelo
de Investigación-Acción, que a su vez son instrumentos que proporcionarán al
docente mayor grado de conciencia sobre su tarea cotidiana. Así pues, la tarea
educativa recorre varios niveles de relación: docente-estudiante, grupo de
estudiantes, relaciones del mundo microsocial de las escuelas, relación con la
comunidad, relación con el mundo social y político más amplio.
De acuerdo con lo anterior, el principal instrumento de trabajo es la acción
comunicativa: crear situaciones intersubjetivas de comunicación que favorezcan
superar las relaciones asimétricas de las que se parte, desarrollar procesos de
racionalidad, permitir tomar decisiones sobre los derechos y deberes de los sujetos de
la relación y evaluar el grado de coherencia de los comportamientos responsables.
En general, transmitir determinados valores o tomar partido por opciones
concretas no impide que se pueda proporcionar al estudiantado instrumentos de
reflexión crítica que les permitan elaborar sus propias conclusiones. La sencillez, la
caridad, son condiciones necesarias para conseguir que el proceso discursivo que se
desarrolle en la institución escolar favorezca la formación responsable de todos los
que participan en los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
15. Referencias Bibliográficas
Husserl, E. Ideas relativas a una fenomenología pura y a una filosofía
fenomenológica. F.C.E., 3a. ed., México, 1986. p. 10.
http://noemagico.blogia.com/2006/033001-introduccion-a-la-fenomenologia.php
http://www.oposinet.com/filosofia/temas/oposiciones_filosofia_T65.php