1) El documento presenta las reflexiones de un director sobre tres momentos clave en su comprensión de la evaluación educativa.
2) En el primer momento, asoció la evaluación constructivista con la medición de procesos de aprendizaje complejos, versus la evaluación conductista de conductas visibles.
3) En el segundo momento, descubrió en Brasil que el éxito o fracaso escolar dependen menos de la evaluación y más de factores sociales, económicos y de la institución.
4) Plantea que la evaluación es solo la "
Monitoreo a los coordinadores de las IIEE JEC_28.02.2024.vf.pptx
Evaluación educativa y desafíos actuales
1. Evaluación – Mgtr. Bruno Sancci
Conferencia
Antes que nada, quiero contarles tres momentos que a mí me marcaron en lo que se refiere a la
evaluación, esto en un contexto que es el siguiente: todos los que estamos aquí presentes somos
docentes y eso significa que a diferencia de otros oficios, digamos si uno va a lo Medieval sabe que
el carpintero tiene un hijo, y el hijo del carpintero normalmente sigue el mismo trabajo. En el caso
de la docencia nosotros comenzamos en la profesión docente aproximadamente desde los cuatro o
cinco años, por que tenemos una gran familiaridad desde que somos pequeños hasta que decidimos
nuestra profesión. El que decide estudiar para enseñar, ya sabe de qué se trata. Esta es una ventaja
grande y desventaja al mismo tiempo.
Entonces, yo quería contarles estos tres momentos que fueron razonablemente críticos en lo que
se refiere a lo que es la evaluación. Y la visión que los docentes tenemos o que yo mismo tenia o
que tenemos de la evaluación en general. Aunque la evaluación me parece como un cuco, ¿no? ¿A
quién le gusta evaluar? A la hora de evaluar a los estudiantes, ¿no sentimos algo acá dentro? A la
hora de tratar de objetivizar una serie de cuestiones que teóricamente es objetiva, pero hay
muchas cuestiones subjetivas también. Uno no se siente muchas veces bien al calificar, evaluar o
poner una nota. Y mucho menos que nos evalúen a nosotros, ¿no?
Para el primer momento, recuerdo, en aquel momento en la Escuela Nº 712, es una escuela de
Trelew, en aquel momento era de Magisterio donde yo trabajaba. Siempre veía los afiches de los
que estudian en el magisterio, era una cartulina grande, donde en un lado ponían conductismo y al
otro lado ponían constructivismo. No se si les resulta familiar. Todas las características de uno
contrapuestas a las del otro. Donde las del conductismo no eran muy positivas comparadas al del
constructivismo que era lleno de benevolencia y superadora de la anterior, ¿no? Eran así como
visiones muy esquemáticas.
Entonces yo dije, que bueno que es el constructivismo. Esa fue mi primera visión. Y, una cosa
que tenía clara, en la parte de evaluación, decía que el conductismo evaluaba conductas y cosas
visibles, y que el constructivismo evaluaba procesos de aprendizajes mucho más complejos. Eso me
había quedado claro. Y esa era la primera idea que yo me había hecho de evaluación.
El segundo momento, fue en Brasil hace aproximadamente hace cuatro años, trabajando en una
investigación sobre la educación de las elites, una investigación que dirigía Saia Brandao una
doctora en Sociología de la Educación del Pontificio de la Universidad Católica de Rio de Janeiro que
era una investigación sobre la elites, y a mí me habían encomendado investigar por qué, ... como
decía Silvia Gvirtz hace minutos por qué unas escuelas son mejores que otras? y por qué algunos
chicos tienen más éxito que otros.
Entonces, acá el tema de la evaluación nos dimos cuenta que se escondía, ¿como se escondía?
Vieron que a veces uno dice fracaso y éxito educativo y la evaluación es la gran divisoria de aguas,
donde si uno es evaluado positivamente por decir así, pasa al estadio siguiente o pasa al estadio
siguiente, o pasa de año, o culmina sus estudios y sino se produce directamente un fracaso.
Entonces en esto de la evaluación, donde un chico pasa o no, pero nos dimos cuenta que la
evaluación dentro de las instituciones, para los estudiantes de clase media, de clase media alta y
clase alta de Río de Janeiro no era tan importante, que había otros factores. Entonces en este
momento la evaluación era una cosa más, perdida entre cientos de características sociales,
económicas, políticas de la propia dinámica de las instituciones donde participamos y el aprobar o
desaprobar era un trámite más para los estudiantes.
Quiero decir que así como hay una profesión docente, hay una profesión alumno. La profesión
alumno es básicamente tomarle el tiempo al docente, ver como zafar, elabora estrategias sutiles,
simples, complejas y en estas instituciones los alumnos manejaban la profesión alumno, en cuanto a
la evaluación de una manera muy audaz.
Entonces, descubrimos que la cuestión no era la evaluación sino el patrón familiar, la forma de
organización de los contenidos escolares, los espacios de la institución, la misma evaluación que los
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2. directivos y aquellos que dirigían la institución hacían sobre la institución, la rotatividad de los
docentes, y esas cuestiones en el sentido que dijo Silvia Gvirtz .
Esto es, en el segundo momento, donde me di cuenta que el éxito y el fracaso no se producen
por la evaluación. La evaluación es aquello visible, es como la punta de un iceberg, ustedes cuando
ven un iceberg en el mar, ven la puntita y dicen es un iceberg, y en realidad están viendo un diez o
un quince por ciento. Hay una base general mucho más grande que es la que lo sustenta.
Entonces, un poco con esto de que la evaluación nos incomoda. Yo digo, ¿es un cuco la
evaluación? ¿Que tenemos en contra de la evaluación? ¿Como nos sentimos a la hora de evaluar? ¿Y a
la hora de ser evaluados? ¿El éxito y el fracaso escolar dependen de la evaluación? o se manifiestan
en una instancia evaluativa.
Entonces, quiero recordar una cosita, que es un poco el origen de algunas confusiones sobre que
es la misma docencia. En algunos cursos que yo di y en otros en que participé, si uno les preguntaba
a los docentes cual es la herramienta y cual es el objetivo del carpintero por ejemplo, es trabajar la
madera, el objetivo del soldador soldar, y cuando preguntamos cual es el objetivo del docente y
cuales son las herramientas que utilizan normalmente se da una gran dispersión de ideas. Es como
que no tenemos, a pesar de que estamos en esto y lo conocemos desde chiquitos, es como que no
tenemos una uniformidad de visiones sobre nuestro papel de enseñar, de educar y de ser educados
al mismo tiempo, entonces, para mi la docencia es la práctica sistematizada de la enseñanza en un
campo de conocimiento que específico originalmente bien delimitado. Digo, originalmente bien
delimitado porque cada vez es más dispersa la limitación. Entonces, cuando Hilda Lanza me
pregunto como se estaba trabajando en la universidad y en los institutos terciarios, yo les puedo
decir, en la universidad se investiga, en términos generales en las universidades se investiga, sobre
evaluación, se discute la implicación de la evaluación, se habla de la evaluación formativa, se la
relaciona con diferentes teorías, se realizan prácticas concretas sobre la evaluación, nosotros
evaluamos cotidianamente nuestros estudiantes, ¿o no hacemos eso? Recordemos, la evaluación
tiene una cuestión más o menos objetiva que se refiere a aquello que evaluamos, es decir, aquello
que es palpable; y también tiene una cuestión subjetiva, en lo que se refiere a lo cotidiano. Uno le
puede caer mas simpático menos simpático, igual siempre tratamos de ser objetivo y negamos un
poco el espacio de juez. Este año, invitamos a Hilda a la Cátedra de Didáctica de la Historia
(UNPSJB), y decía, acá hay una valoración de cuestiones, y el docente, no puede escapar de eso.
Entonces, en términos generales, tanto en la universidad como en los institutos terciarios, se
trabaja pero hete aquí, que debido al diseño curricular específico del área que cada uno trabaja, y
debido a que las materias pedagógicas se presentan en cierto orden, y no en otro, poseen una lógica
interna, la cuestión de la evaluación es apenas tratada, no se si les pasó a Ustedes, donde la
evaluación era un punto más en el programa. ¿Les paso? Uno tiene que ponerse a repensar después
que se recibe de que se trataba eso, a qué hacia referencia.
Entonces, hay dos carencias básicas: una es la formación en la propia ciencia, si la docencia es la
transmisión de una serie de conocimientos sistematizados a través de la transposición pedagógica, o
sea la transmisión de algo que nosotros conocemos a través de la didáctica, de una manera amena o
no, puede ser aburridísima dependiendo del docente que uno sea y con el cual uno comparta la sala
de profesores, hay una deficiencia grande y cada vez mayor en lo que es de la propia ciencia. Y en
cuanto a eso, y lo que se investiga en las instituciones terciarias y universitarias y la realidad y el
aula, también hay un abismo, no solo sobre la transmisión del conocimiento porque uno puede
acceder a un libro, sino en el ejercicio de la práctica de la evaluación, ese es el estado en el cual
creo yo, salvo excepciones. Digo salvo excepciones porque uno no conoce todo, pero en términos
generales, uno puede evaluar eso. No se si han percibido que los chicos no solo cada vez traen mas
problemas sino que también certeras competencias lingüísticas, estuvo Ana Virkel en la mesa, cada
vez traen mas errores de ortografía, manejan códigos que por ahí nosotros no manejamos, los que
tienen acceso a Internet hablan y escriben de otra manera, son otras características, no? Y a
nosotros nos cuesta mucho enfrentarnos con eso, y a veces, en este sentido, los docentes estamos
en una situación de fragilidad. Primero porque la evaluación siempre fue construida como un cuco,
como una instancia de poder, digo históricamente. Entonces a veces, a la hora de evaluar hay una
contradicción entre lo que se exige institucionalmente y lo que nos piden los supervisores, los
directores, los MOT (Maestro de Orientación y Tutoría) y aquello que nosotros pensamos, las ideas
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3. de los propios docentes. Una cosa es evaluar en el aula, evaluar el cotidiano, lo que uno enseña, la
recepción y la otra cuestión, es evaluar la propia práctica.
La vez pasado participé de un congreso, y me dicen, tenemos que evaluar la propia práctica,
tenemos que repensar nuestros parámetros porque la escuela esta creciendo. Uno a veces entra a la
escuela y mira que la gente se está matando, se están sacando los ojos, uno entra a la sala de
profesores y hablan mal del otro. ¿No les pasa eso?
A mí me pasa, siempre me sacan los ojos, tienen por qué, pero a veces no tienen razón (risas).
Pero a veces no tienen razón. Entonces, hay una fragilidad una indefinición que no nos gusta ser
evaluados, y a veces nos piden que evaluemos cosas con las cuales no estamos de acuerdo. Yo
cuando vuelvo a Argentina hace un par de años, me encuentro con que tengo que poner en mi
proyecto de trabajo esto de lo actitudinal. ¿Qué es lo actitudinal?
Entonces rápido a averiguar, a que se refiere con lo actitudinal. En un momento uno dice, pero si
uno lo pone, lo pone como proyecto, ¿es evaluable o no es evaluable? ¿No? Uno espera que el
estudiante se comporte de tal o cual manera, que reconozca tales o cuales códigos, pero a la hora
de evaluar, ¿a quienes estamos evaluando si llegamos a evaluar una cosa así? Esta es una cuestión
mía, pero la institución me exige que evalúe eso. Pero yo personalmente no creo que sea mi campo
de evaluación. ¿Por qué? Si ustedes una materia como formación ética y ciudadana como historia,
dicen, bueno el estudiante tiene que ser solidario, tiene que tener prácticas solidarias, tiene que
respetar la diferencia. Hay una profesión alumno, los alumnos saben como respetar las diferencias
cuando el docente está presente, saben como ser solidarios. Esto suponiendo que el docente sea
solidario, a veces los docentes no somos solidarios, entonces mal podríamos exigir algo que no
practicamos. Pero que pasa si nosotros evaluamos por ejemplo una cuestión actitudinal de ese tipo
y el chico se recibe, sale de la escuela y comete un acto racista, por así decir. ¿Vieron lo que está
pasando en Francia? Un ejemplo de educación. Ellos salen de la escuela les toman el Book que es un
examen nacional de curso y este examen les permite entrar a una universidad civilizada; y ahora se
están matando están quemando autos, paliándose con los argelinos.
Entonces, ¿que pasa si el chico sale de la institución y no es solidario? ¿Quién está reprobado?
¿Evaluamos mal? ¿O fue una mentira? ¿No fue una mascarada acaso? Entonces si ese chico aprobó,
pero resulta que no solo no es solidario sino que aparte tiene una actitud discriminatoria. ¡¿Cómo,
no estamos reprobados nosotros los docentes?!
Entonces hay que tener mucho cuidado y mucha claridad conceptual en lo que se va proponer
como evaluación. Y tener en cuenta una cuestión que tiene que ver con la fragilidad del docente,
las herramientas y la tecnología que el docente utiliza, a diferencia de otras profesiones donde las
tecnología es visibles como es el caso del carpintero utiliza el martillo, el clavo, la sierra, soldador
utiliza la soldadora, nuestra tecnología es simbólica.
La tecnología del docente es una tecnología simbólica son ideas, son conceptos, son palabras,
son figuras, son formas, son visiones de las cosas, entonces hay que tener mucho cuidado cuando se
evalúa.
Muchas gracias.
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